CIVILA ORELLANA Lic. en Comunicacion Soc
CIVILA ORELLANA Lic. en Comunicacion Soc
CIVILA ORELLANA Lic. en Comunicacion Soc
1
La copla: una expresión patrimonial.
Como parte de este abordaje introduzco los conceptos de la UNESCO, como
enunciador legítimo de la declaración de los sitios patrimoniales del mundo, que define el
patrimonio, como:
“ un conjunto de bienes, tanto naturales como culturales, estos últimos producidos por el
ser humano, a los que se les asigna determinados valores en relación con la historia, el
arte, las tradiciones, la ciencia, etc. El patrimonio cultural, está compuesto por bienes
producidos intencionalmente por el hombre, sean materiales o inmateriales. El
patrimonio constituye, por lo tanto, un elemento fundamental para la determinación de
la identidad de una determinada comunidad (…)”.
En relación con esto último concuerdo con Massey (2005) en que el espacio
geográfico es además un espacio simbólico de relaciones sociales. Esto ocurre con la
Quebrada, que es un espacio de disputa, en el cual se crea y se resignifica la cultura de
este lugar, constituyendo un “lugar de sentido” (Nogué en Gurevich, 2009). Se trata de un
lugar ideológico que expresa contenidos actuantes, que implica una visión histórica y un
acercamiento real a los hábitos, costumbres y rituales de la región de Purmamarca. No
cabe duda de que esta localidad se vio “beneficiada” por el efecto patrimonialización a
partir del año 2003. Es así como la enorme infraestructura hotelera que allí se despliega,
le valió la singular denominación de “pueblo boutique” (Tommei y Benedetti 2011)-
2
como un espacio cultural en tensión. Las operaciones globalizantes en la región, al
insertarse en la dinámica propia del turismo global, son visibles impactando
profundamente las relaciones entre los sectores pertenecientes a la Quebrada. No es
exagerado, entonces decir que la industria cultura ha transformado a la sociedad.
“[es la] composición poética compuesto de cuatro versos octosílabos con rima sonantes
en los versos pares…perdón me salió el docente. Se canta a compas de la caja son
monotemáticas pero cuando se canta en rueda suponte que la voz que empieza con el tema
de la caja, el que continua tiene que seguir el tema, o sacar el tema del caballo y el que
continua saca el tema del caballo o del casamiento, ya la tienen preparadas. Cada persona
asiste a un encuentro de coplas con un repertorio en su memoria. El tema de cantar coplas
es ilativo…”
3
La definición que el mismo Daniel, en tanto docente, da de la copla remite también
a un tipo de discurso, el académico. Ciertamente, su formación en lengua y literatura le
permite hacer uso de los recursos pedagógicos propios de la actividad didáctica, como es
la memorización de definiciones. Es así como él mismo reconoce “me salió el docente”.
Asimismo el enunciado de Daniel, refiere a discursos relacionados a la memoria que le
permiten luego definir el “patrimonio”. Actualiza de esta manera en su enunciado
discursos referidos a la tradición, y a un tipo de género discursivo vinculado a la infancia
y a la vivienda. Da asimismo un matiz afectivo al discurso, vinculado con la temporalidad
mítica e histórica del espacio geográfico de los cerros y del espacio cultural. De esta
forma, define “patrimonio” como:
“[Patrimonio para mí] son los bienes tanto materiales como inmateriales
que una comunidad o una persona puede guardar
en su memoria o en su baúl, en su caja fuerte (…)”
Utiliza además, en otros fragmentos, el recurso retórico del ¿ubi sunt?, bajo la
forma de preguntas retóricas relacionadas con la fugacidad del tiempo.
Al respecto, Lotman (1996) señala que la poesía popular oral y tradicional nace de
una conciencia que tiende al mundo de la mitología y del rito, pero es también un
fenómeno de arte, y en este sentido adhiere a la literatura. En tal sentido, Mirande (2005)
en su trabajo sobre la construcción de la identidad mediante el canto de coplas, señala
que:
“Esta doble naturaleza se manifiesta en la performance, en la rueda de cantores, donde el canto
popular de coplas reactualiza los dos lenguajes modelizantes primarios: el de la lengua, que
4
duplica al mundo-objeto dándole forma estética; y el del espacio que duplica al hombre.
Mediante la ronda, los cantores y los participantes delimitan corporalmente el espacio del canto,
lo circunscriben, separando un “afuera” de un “adentro”
5
la escribo con alma i´coya
la escribo en mi soledad
la inspira un runa moreno
¡paisaje de inmensidad!
En otras palabras, las coplas, así como los relatos, el lenguaje, y las metáforas
corresponden al ámbito de la cultura; al ámbito de las acciones –en tanto praxis- y
corresponden al ámbito de la sociedad y de los actores sociales. Dado que todas las
culturas cambian incesantemente, y frente a los embates del proceso de
patrimonialización, solo pueden existir en ellas lo que es “nuevo”, que puede adquirir
sin embargo valor simbólico como tradicional. En el desarrollo de sus prácticas, desde
sus formas actualizadas o re creadas, en palabras de Ricoeur (1999), o más bien desde la
idea de “reinvención” de tradiciones según Hobsbawm, los sujetos “reinventan” sus
prácticas, configurándose en nuevas identidades, en nuevas expresiones.
Consideraciones finales
6
través de la copla, la comunidad de Purmamarca se reconoce a sí misma, se instituye
como grupo cultural ligado a un “archivo” cultural de la memoria (Derrida, 1997).
7
Bibliografía consultada
8
UNESCO – GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE JUJUY,(2002). Quebrada de Humahuaca. Un
Itinerario Cultural de 10.000 años. Propuesta para la Inscripción a la Lista de
Patrimonio Mundial de la UNESCO, (CDRom).