COM. 3 y 4
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Amadis La Guzmán
de Diana de
Gaula Alfarache
I. NOVELA DE CABALLERÍA
Varias son las formas novelísticas del Renacimiento español; de ellos tres importantes: caballería, pastoril y
picaresca. La novela de caballería es la idealización de la vida guerrera, y tuvo gran éxito. Fue un tipo de novela
leída con avidez, desde el Amadís de Gaula (1508) hasta el Quijote (1615), y existieron en gran número. Estas
historias de caballeros andantes, desmesurados e idealistas, en los que el héroe pertenece a la aristocracia y
realizaba hazañas fabulosas en honor de una dama y al servicio de la religión, son entre otras cosas, expresión de la
fantasía del hombre medieval.
Sabías
Sabíasque…
que…
¿Qué el Quijote
¿Qué el Quijote
acabó
acabócon
conlalanovelas
novelas
de
decaballería?
caballería?
AMADIS DE GAULA
“El Rey Perión” (Zaragoza, 1508) es la más famosa de las novelas de caballería, y tronco de una descendencia
larga, propiciada por su estructura abierta. En cuanto historia, el texto presenta al caballero andante: Perión, rey
de Gaula. Su combate contra dos caballeros (primer bloque narrativo). El en segundo bloque, su enfrentamiento con
un león. Líneas adelante, presenta los amoríos de este personaje con Elisena, hija del rey Garinter. Esta historia se
inserta en otra mayor, correspondiente al texto íntegro de la novela: El caballero andante Amadis nace en secreto
y en condiciones extrañas (sus padres son Perión y Elisena) y es echado en un cesto a las aguas del río, que lo lleva
al mar. Trae consigo anillo y espada de su padre Perión, como objetos de reconocimiento. El niño crece y se hace
caballero. La encantadora Uganda, la desconocida, predice sus hazañas. En la corte de Escocia conoce a Oriana, hija
de Lisuarte, rey de la Gran Bretaña. Amadis sale a recorrer el mundo y ganar fama, para merecer el amor de
Oriana. Realiza un sin número de hazañas, muchas creíbles, contra gigantes, monstruos, enanos, otros caballeros, y
contra seres fabulosos. Tras ser reconocido por sus padres y haber luchado contra su propio hermano sin saberlo,
la historia continúa con el secreto nacimiento de su hijo Esplandián, que fue amamantado por una leona.
LA NOVELA PASTORIL
El portugués Jorge de Montemayor publicó; en 1 559, la novela Pastoril “Los siete libros de la Diana”. La
novela Pastoril es una idealización de la vida campesina o la temática viene desde la antigüedad greco-latina: La
I.E. “Miguel Grau” - Anco
Odisea, Los Idilios de Teócrito, Virgilio. Continúa en la Edad Media, Boccacio, por ejemplo; es retomada en el
renacimiento italiano. En España tiene antecedentes: las serranillas y Garcilaso de la Vega. El modelo de toda
novela Pastoril es la arcadia del italiano Jacobo Sannazzato.
LA DIANA
Es una novela de acción reducida, con personajes disfrazados de pastores, que alternan con dioses, ninfas y
hechiceras. Diana, una de ellas, la divinidad romana. La acción se desarrolla a orillas del río. Es la (león), y entre
prosa y poesía, discurren estas historias de amor, con una fantasía desmesurada. Aunque también aparecen
instancias realistas, como el elogio de la belleza y las cualidades de damas cortesanas de España.
El género pastoril tuvo muchísimo cultivadores, hasta el siglo XVII: El Pastor de Filida (1 582) de Luis Gálvez
de Montalvo; La Galatea (1 585) de Miguel de Cervantes; La Arcadia (1 598) de Lope de Vega y la constante
Amarilis (1 607) de Suárez de Figueroa.
LA NOVELA PICARESCA
La novela picaresca del Siglo de Oro es un género literario con ciertas características comunes a todas las
distintas creaciones, aunque cada obra se diferencia de las obras en su contenido.
Los sucesos narrados no son fantásticos, sino “realistas”: hablan de una realidad que el lector reconoce como
cercana y posible.
Guzmán de Alfarache. Mateo Alemán (Primera parte, 1 599; Segunda parte, 1 604)
El protagonista de la novela picaresca es el pícaro. Estas son sus características más importantes:
Suele ser ladrón y se mueve dentro del mundo de la delincuencia y al margen de la sociedad.
I.E. “Miguel Grau” - Anco
Los rasgos negativos de la personalidad del pícaro se acentúa en novelas posteriores al Lazarillo.
LAZARILLO DE TORMES
La obra, que, por sus reducidas dimensiones, más parece un cuento, se presenta hoy dividida en 7 tratados o
capítulos que desarrollan el argumento siguiente:
Nace Lazarillo de padres ladrones. Algo crecido, es puesto por madre al servicio de un ciego astuto y avaro,
cuyos duros tratos paga al fin el mozo, exasperado, llevándolo a estrellarse contra un poste. El clérigo, a quien pasa
a servir, lo despide por ladrón de sus bodigos, con que el pobre muchacho acallaba el hambre. Criado luego de un
escudero famélico, debe mantener a éste, quien desaparece al no poder pagar el alquiler de la casa que habita. Su
nuevo amo, un fraile mercedario, lo rinde con trotes. Sirve después sucesivamente a un buldero muy “industrioso y
inventivo”; a un maestro de pintar panderos; a un capellán con quien subió “el primer escalón para venir a alcanzar la
buena vida”, pues llega a ahorrar para vestirse “muy honradamente de la ropa vieja”; a un alguacil, a quien abandona
por los peligros que corre, y finalmente a la ciudad, con el cargo de pregonero, con que logra estar en su
“prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna”.
FRAGMENTO
ASIENTA LÁZARO CON UN CIEGO
En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi
madre, y ella me encomendó a él diciéndole como era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había
muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, e le rogaba me tratase
bien, y mirase por mí, pues era huérfano.
El respondió que así lo haría, y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir e adestrar
a mi nuevo e viejo amo.
Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento,
determinó irse de allí; y, cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, e, ambos llorando, me dio su
bendición y dijo:
-Hijo, ya sé que no te veré más; procura de ser bueno, y Dios te guíe, eriádote he, e con buen amo te he
puesto, válete por ti.
Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba.
Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene
forma de toro; y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, e puesto allí, me dijo:
-Lázaro, llega el oído a este toro, e oirás un gran ruido dentro dél. Yo simplemente llegué, creyendo ser ansí; y
como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y dióme una gran calabazada en el diablo del
toro, que más de tres días me duro el dolor de la cornada, y dijote:
-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Y río mucho la burla. Parescióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño, estaba
dormido. Dijo entre mí: “Verdad dice este, que me cumple avivar el ojo, y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me
sepa valer”.
Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza; y, como me viese de buen ingenio,
holgábase mucho y decía:
-Yo oro ni plata no te lo puedo dar, mas avisos para vivir, muchos te mostraré.
Más también quiero que sepa vuestra merced que, con todo lo que adquiría y tenía, jamás tan avariento ni
mezquino hombreno vi, tanto que me mataba a mí de hambre, y así no me demediaba de lo necesario. Digo verdad: si
I.E. “Miguel Grau” - Anco
con mi sutileza y mis buenas mañas no me supiera remediar, muchas veces me finara de hambre; más con todo su
saber y aviso le contraminaba de tal suerte, que siempre, o las más veces, me cabía lo más u mejor.
Para esto le hacía burlas endiabladas, de las cuales contaré algunas, aunque no todas a mi salvo.
El traía el pan y todas las otras cosas en un fardel de lienzo, que por la boca se cerraba con una argolla de
hierro y su candado y su llave; y al meter de todas las cosas y sacarlas, era con tan gran vigilancia y tanto por
contadero, que no bastara hombre en todo el mundo hacerle menos, una migaja; mas yo tomaba aquella lacería que
él me daba, la cual en menos de dos bocados era despachada. Después que cerraba el candado y se descuidaba,
pensando que yo estaba entendiendo en otras cosas, por un poco de costura, que muchas veces de un lado del
fardel descosía y tornaba a coser, sangraba el avariento fardel, sacando, no por tasa, pan, mas buenos pedazos,
torreznos y longaniza; y ansí buscaba conveniente tiempo para rehacer, no la chaza, sino la endiablada falta, que el
mal ciego me faltaba…
ACTIVIDADES:
ACTIVIDADES:
I. CONTESTAR
DOMICILIARIA
DOMICILIARIA
1. ¿Qué es una novela pastoril?
II. COMPLETAR
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