TEOLOGIA DE LA LIBERACION (Carl Barth) - 1

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UNIVERSIDAD BETHESDA

UNIBETH

CARRERA DE TEOLOGIA

TELOGIA DE LA LIBERACION
Y
BIOGRAFIA de Karl Barth

MATERIA: TEOLOGIA CONTEMPORANEA

DOCENTE: Lic. DAVID TERRAZAS CALZADILLA

ALUMNA: MAARIANELA ARCE RAMOS

FECHA: 27 - 04 – 2020

Santa Cruz - Bolivia


TELOGIA DE LA LIBERACION
Introducción
La Teología de la Liberación es un movimiento que nace en el contexto de la
reforma que supuso el Concilio Vaticano II. Es un conjunto de corrientes ideológicas
de difícil composición pero que en esencia supusieron un cambio significativo en la
manera de entender la labor pastoral de numerosos sacerdotes en América latina. En
el contexto histórico, la Teología de la Liberación viene marcada por la eclosión de los
movimientos sociales de la segunda mitad del siglo XX y su proyección abarca hasta
principios del S. XXI.

Principales ideas.
Algunas de las ideas de la teología de la liberación son: Opción preferencial por
los pobres. La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política,
social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre.

VIDA Y FORMACION DE LOS AUTORES

GUSTAVO GUTIERREZ MERINO


Nació en Lima el 8 de junio de 1929. Sus padres: Gustavo Gutiérrez y Raquel
Díaz. Luego de concluir sus estudios secundarios en el colegio de los Maristas del
distrito de Barranco, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, en donde permaneció desde 1947 hasta 1950.
Los valiosos aportes a la humanidad de este soldado de la paz le valieron para ser
distinguido en 1992 por su alma mater, San Marcos, con el título de Doctor Honoris
Causa, el máximo galardón académico que confiere la Decana de América a ilustres
personajes del país y del mundo.

LEONARDO BOFF (Concordia 1928)


Es el otro gran ideólogo de la Teoría de la Liberación. Nacido en Brasil, se
doctoró en 1959 en teología y filosofía y entró a formar parte de la congregación de los
franciscanos. Ha escrito más de 60 libros y ha sido profesor en diversas universidades
estadounidenses y europeas, actualmente es profesor emérito en la Universidad del
Estado de Río de Janeiro.

En 1984, fue sentado en la misma silla que Galileo, y condenado a un año de


silencio, no pudiendo publicar ni dar clases. La presión internacional provocó que se
suprimiese la sanción. En 1992, Leonardo Boff se ve obligado a colgar los hábitos ante
la amenaza de una nueva sanción.

HÉLDER PESSOA CÂMARA


Nació e la Fortaleza, 7 de febrero de 1909 - Recife, 27 de agosto de 1999) fue
un brasileño, arzobispo emérito de Olinda y Recife, defensor de los derechos
humanos y figura de la teología de la liberación. Fue uno de los fundadores de la
Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) y defensor de los derechos
humanos durante la dictadura militar brasileña (1964-1985). Por su actuación recibió
numerosos premios nacionales e internacionales, siendo el único brasileño candidato
cuatro veces al Premio Nobel de la Paz.

CONTEXTO EN EL QUE SURGIÓ ESTA TEOLOGÍA

El nacimiento de la Teología de la Liberación, viene marcado por diversos


acontecimientos.

El Concilio Vaticano II
Celebrado entre 1962 y 1965, este fue el acontecimiento más determinante
para el surgimiento de la Teología de la Liberación. Gracias a esta reunión, la Iglesia
apuesta por una renovación de las formas y del mensaje social. Los sacerdotes
abandonan el ritual para acercarse al pueblo. Se entiende que los feligreses forman
parte activa del desarrollo de la Iglesia y se les hace partícipes de la labor
evangelizadora.

En Latinoamérica, los obispos se reúnen en la Conferencia de Medellín de


1968 supone el manual de uso de los principios del Concilio Vaticano II, allí los
obispos latinoamericanos definen las líneas de actuación de esta nueva corriente y
una de sus herramientas será la Teología de la Liberación.

La Misión de Francia
Cuyo máximo responsable fue el cardenal Emmanuel Suhard de París. Este
movimiento introdujo sacerdotes para trabajar en las zonas industriales y en los
muelles, sin embargo, los cura obreros fueron acusados de comunistas y denunciados
en Roma, lo que les obligó a abandonar los espacios más obreros.

El Papa Juan Pablo II solicitó de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que


entonces presidía el cardenal Ratzinger, que investigase a los teólogos de la
liberación. Como consecuencia de estos estudios se publicaron en 1985 dos textos:
Libertatis Nuntius y Libertatis Conscientia. (Y el mensaje de libertad, para la libertad de
conciencia).

Algunas conclusiones:
1. La violencia de la lucha de clases es también violencia al amor de los unos
con los otros y a la unidad de todos en Cristo; es una concepción puramente
estructuralista, para legitimar esa violencia.

2. La nueva hermenéutica de los teólogos de la liberación conduce a una


relectura esencialmente política de las Escrituras y a una selectividad parcial en la
selección de los textos sacros, desconociendo la radical novedad del Nuevo
Testamento, que es liberación del pecado, la fuente de todos los males.

3. También entraña el rechazo de la Tradición como fuente de la fe y una


distinción inadmisible entre el "Jesús de la Historia" y el "Jesús de la Fe", a espaldas
del magisterio eclesiástico.

MOVIMIENTOS FILOSOFICOS

La filosofía cristiana tradicional, que en América Latina se ha mostrado hasta


ahora inmune a la influencia de la teología de la liberación. Es más, connotados
representantes de esta corriente han rechazado abiertamente el planteamiento de la
teología de la liberación por considerarlo una perversión de la esencia del saber
filosófico y/o teológico.

La filosofía analítica, que goza de fuerte e influyente tradición en casi todos los
países latinoamericanos; pero que ni siquiera en aquellas áreas que, por motivo de su
mismo objeto de estudio, tales como la filosofía del derecho o la filosofía política,
pueden tender un puente a la perspectiva de la teología de la liberación, se ha dejado
impactar por esta. Y no ha faltado algún representante que ha hecho público su claro
desprecio por la teología de la liberación. Así, por ejemplo, Mario Bunge quien ha
dicho que, los representantes de la teología de la liberación, “desde el punto de vista
filosófico, me parecen oscurantistas”.
La filosofía marxista ortodoxa, que en América Latina también tiene fuerte
tradición y que, como en el caso de la filosofía analítica, mantiene una notoria
distancia frente a la teología de la liberación; y esto, por cierto, a pesar de que no
pocos teólogos de la liberación han contribuido a revitalizar en América Latina la
discusión sobre la obra de Marx. Sin que falten, por otra parte, representantes de un
marxismo crítico que pongan en duda la posibilidad de que la teología de la liberación
pueda aportar algo al marxismo como tal. En este sentido es ilustrativa esta respuesta
de Serrano Caldera a la pregunta que se le hacía al respecto: “No sé si se trata de un
aporte al marxismo que es una teoría que tiene categorías y métodos propios... Pero
hay un aporte al proceso revolucionario en América Latina, un aporte que es
fundamentalmente ético-social... El aporte de la teología de la liberación y la
participación de los cristianos han sido decisivos en los procesos de liberación.

EN QUE CONSISTE ESTA TEOLOGIA

Principales ideas: Opción preferencial por los pobres. La salvación cristiana


no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos
visibles de la dignidad del hombre.
Esta teología consiste en que es una experiencia espiritual de la pobreza injusta que
sufren los pobres de América Latina, y su método, basado en los tres pasos clásicos
del ver-juzgar-actuar. hace también una crítica de las deficiencias, que le vienen de
cierta dificultad para integrar sus descubrimientos con la tradición teológica de la
Iglesia. Finalmente, en una prospectiva, el artículo muestra cuatro nudos prioritarios
que esta teología deberá resolver si quiere tener futuro (aclarar ciertos aspectos de la
opción por los pobres, de las condiciones para hacer teología de la historia, de su
método y de su dimensión pastoral) y se pregunta por el papel de la teología
universitaria en el futuro de la Teología de la Liberación.

ELEMENTOS QUE APORTAN A LA IGLESIA

Voy a destacar dos aportes teológicos de la Teología de la Liberación, íntimamente


vinculados entre sí.

Adolphe Gesché: Un aporte importante que consistido en replantear el problema del


mal. El aporte consiste en haber recuperado la conciencia de que hay que luchar
contra el mal-desgracia, ya que éste no es querido por Dios ni es mucho menos el
castigo que Él dispone para el mal culpable.

La Teología de la Liberación opta decididamente por la orto praxis. Lo decisivo es que


el creyente se comporte en su vida cotidiana de acuerdo a su fe en Jesús, que lo siga.
Y la fe es concebida como esencialmente liberadora. La praxis de la fe, que es lo
primero, es praxis de liberación en la historia.

La intervención histórica de Dios llega precisamente a su extremo en Jesús, porque,


en la encarnación, Dios, en la persona de su Hijo, se hace uno de nosotros para
compartir desde dentro nuestra condición humana.

b) El segundo aporte original de la Teología de la Liberación surge orgánicamente del


anterior. Si lo central de la fe es la praxis de liberación, entonces los creyentes deben
hacer una opción decidida por los pobres, entendiendo que "pobre" es como el
símbolo, la cifra o el sumo analogado que designa a todos los necesitados de
liberación.

ELEMENTOS QUE CONFLICTUAN A LA IGLESIA


El primer nudo problemático tiene que ver con la opción por los pobres. Voy a
presentar tres consideraciones de diverso orden.

1. Una objeción que se ha hecho a la opción por los pobres es la de su carácter


exclusivo y excluyente, que significaría que los que no son pobres no tendrían acceso
a la salvación que Dios ofrece gratuitamente a todos. Creo que esto ha llevado a
hablar de opción "preferencial", sobre todo en los pronunciamientos oficiales de la
Iglesia. Me parece que no es necesario usar este adjetivo, si se tiene en cuenta la
diferencia de nivel en que se sitúan la opción por los pobres y la salvación
escatológica. La primera se sitúa en la inmanencia de la historia, la segunda es
trascendente. Dios quiere que todos los seres humanos se salven (1Tim 2,4) El cual
quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al…y precisamente por eso los
discípulos de Jesús optan por los pobres, porque a ellos hay que hacerles ver, en sus
vidas actuales en la historia, que, a pesar de que todo parece contradecirlo, Dios los
ama.

2. Una segunda dificultad que se plantea es la de saber, con exactitud, quiénes son
estos pobres por los que la fe en Jesús nos hace optar, porque él mismo se identifica
con ellos. Aquí también se mezclan niveles diversos, lo que ha podido llevar a afirmar
que los verdaderos pobres son los ricos que no encuentran sentido a sus vidas. Esto
es una evidente distorsión del Evangelio. No porque a Dios no le importe que la gente
no encuentre el sentido de su vida, sino porque, cuando se habla de los pobres que
Dios ama con predilección, se refiere a los que no tienen lo suficiente para vivir con la
dignidad propia de hijos suyos. El ser humano es un ser de carencias, de necesidades.
Para satisfacerlas, necesita de diversos bienes, servicios y relaciones interpersonales,
que podemos llamar genéricamente "satisfactores". de su vida.

3. Finalmente Clodovis Boff ha hecho una crítica radical a la Teología de la Liberación,


acusándola de haber hecho una nefasta inversión epistemológica en el principio de la
teología, poniendo la opción por los pobres en lugar de la fe apostólica transmitida por
la Iglesia; poniendo al pobre en el lugar de Dios; una "teología segunda", la del pobre,
categorial, en lugar de la "teología primera", la de la fe, trascendental; el principio
segundo (el pobre como comienzo, como óptica de la teología), en lugar del principio
primero, el principio formal o teórico

Leonardo Boff le ha respondido por Internet duramente. Su respuesta tiene dos partes.
En la primera, muestra que esa crítica sólo puede aprovechar a los que en la sociedad
y en la Iglesia, especialmente en el Vaticano, quieren acabar con la Teología de la
Liberación.

En la segunda parte le reprocha fallas teológicas: la ausencia de una auténtica


teología de la Encarnación; una mala comprensión del sentido del pobre en la
Teología de la Liberación, es que debemos cuidar la calidad evangélica de la teología,
lo que significa, por un lado, rescatar la dignidad de los pobres y, por otro, reconocer el
puesto central que ocupan en la perspectiva de Jesús y su Evangelio: por la
Encarnación, ya no se puede separar a Jesús y a Dios de los pobres.

Aporte personale
Desde mi punto de vista, quizá lo más interesante de la Teología de la Liberación es la
fuerza transformadora de las ideas. La Teología de la Liberación latinoamericana caló
hondo en no pocas conciencias cristianas adormecidas, contribuyó a revitalizar
importantes movimientos eclesiales renovadores, ha penetrado en las viejas aulas de
seminarios y facultades de teología, y dejó una impronta en los más prestigiosos y
creativos teólogos.
En lo que no estoy de acuerdo de esta teología, es que para ser salvo no necesitamos
ser pobres, porque Jesucristo no se refería a la pobreza económica para ser salvo,
mas bien se refería a la pobreza espiritual, un pobre de espíritu no podrá entrar al
reino de Dios, de ahí la urgencia de que cada uno de nosotros vayamos a predicar las
buenas nuevas, y las buenas nuevas es anunciar de cristo resucitado y que vuelve
pronto para llevarnos a su reino para la eternidad. Por tanto el hombre necesita
arrepentirse de sus pecados y confesarlo para luego aceptarlo en su corazón como su
único y suficiente salvador. Después de eso el Espíritu Santo se encarga de cambiar
su pobreza espiritual por riqueza abundante de Dios.

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