Identificacion Proyectiva 2 PDF
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La identificación proyectiva
Prólogo y comentarios por R. H. Etchegoyen
Melanie Klein:
teoría y técnica
Bernardo Álvarez Unce
editorial
POLEMOS
o.l. La proyección en la obra de Sigmund Freud
Ir. su estrategia como escritor, con el fin de favorecer la observación libre
.3. evolución espontánea de sus conjeturas y teorías, Freud, deliberada-
considera que
Sobre esta base procuró que se le diera a las parálisis periféricas el
síntomas, y la
nombre de “parálisis por proyección” y a las parálisis cerebrales, el de
son las dos “r
“parálisis representativas” (1893, p. 161), pues en la corteza hay fibras
En Sobre t
representativas y no una reproducción proyectiva de la periferia punto
la bomosexua
por punto. En relación con los afectos, aparece en su correspondencia
especial atenc
con Fliess. Lo hallamos en el Manuscrito H, inserto en la carta de enero
potencial infi.
24 de 1895, donde considera por primera vez la paranoia, materia con la
la proyección
que trajinó a lo largo de toda su obra. Una vez más, en el manuscrito K
infidelidad se
(1 de enero de 1896), sostiene que en la paranoia, como en la histeria y
como él exprc
en la neurosis obsesiva, tiene lugar la “ represión por proyección” (1950
1922, p. 224
[1892-1899], p. 226) de la experiencia primitiva. Estos tempranos usos
tan intensami
del término proyección tenían significado descriptivo; fue en Nuevas ob
aliviarse, recu
servaciones sobre las neuropsicosis de defensa (1896d) donde empleó por
debe guardar
primera vez el término proyección con su acepción de mecanismo mental
proyectados.
(Projektion). Después de considerar el síntoma en la histeria y la neurosis
al menos se h
obsesiva, se vale del término proyección para explicar el mecanismo de
infidelidad se
formación del síntoma en la paranoia: “ En la paranoia se reprimen los
más, pone la
autorreproches de una manera que se puede describir como proyección”
En su ensa
(1896, p. 184).
cia emocional
En La interpretación de los sueños (1900) también usa el término pro
la patológica,
yección con el sentido de operación mental, para explicar la composición
el yo para re
de imágenes de diferentes personas sobre una sola superficie: composición
viviente cont
de la imagen del Doctor R, en su sueño del tío de la barba amarilla. Así
está en confli
se constituye el mecanismo de la condensación.
solucionar es
Ha sido un error considerar que Freud consideraba el mecanismo de
pesar y la sa:
la proyección sólo como una defensa. Asumía su presentación en diversas
hostilidad en
circunstancias psicológicas, que corrientemente forman parte de nuestra
üeudo cree qi
actitud hacia el mundo que nos rodea. Por ejemplo, en Tótem y tabú
na cambiado
contempla la proyección como un medio para construir la representación
momento se
de nuestro mundo, puesto que “ las percepciones internas de los procesos
n hecho de c
emocionales y de pensamiento se pueden proyectar hacia fuera en las mis
-Cid inconsí
mas condiciones que lo hacen las percepciones sensoriales” (1913, p. 64
rroyección-
En el estudio sobre Schreber (1911), Freud resalta la perspectiva defen
De nuevo
siva de la proyección. Después de destacar, por primera vez en su obra, el
m ~es ponde
importante papel que juegan en la paranoia las fantasías homosexuales.
r i pensaba ¡
CAPÍTULO 6 • 231
: •*.] la ida
6.2. La identificación en la obra de Sigmund Freud primera fo
objeto, iIb
Freud empezó a trajinar con la idea de identificación en los manuscri
tos L y N. En La interpretación de los sueños, la idea de identificación 2n el cap:
tenía un sentido descriptivo para explicar la unificación de dos personas —is del yo 1
con un atributo común. Cuando hablaba de identificación histérica se — ero asín
refería a un tipo de sintomatología compartida entre dos o más personas, - * aniquila
derivada de elementos inconscientes colectivos. Este tipo de identifica
ción, advertía Freud, no es debida a una simple imitación, sino a una P re n d a b a ,
asimilación sobre la base de “una pretensión etiológica similar” (1900, p. ia *Tinficaciói
150). Sólo en Tótem y tabú (1913) el término adquiere un sentido psico
lógico, cuando destaca la identificación del hijo con el padre de la horda ^ -cenan o t
primitiva: “ en el acto de devorarlo [al padre] ellos [los hijos] logran la Jer
identificación con él” (p. 142). Sobre este supuesto, en la edición de 1915
de Tres ensayos (1905) se refiere a la incorporación oral canibalística cuan
como “ el prototipo de un proceso que bajo la forma de identificación,
más tarde, va a jugar una parte psicológica importante” (pp. 249-50). En
Duelo y melancolía (1917), el concepto de identificación cobra especial
relevancia psicológica, cuando Freud sostiene que la identificación es el
resultado de la carga de libido que recibe el yo después de la pérdida del
objeto. Esta identificación es el primer estadio de elección de objeto y con
CA PÍTU LO 6 • 233
Por la división de roles el niño tiene éxito para expeler el padre y la madre
a quienes, en la elaboración del complejo de Edipo, ha absorbido dentr:
de sí mismo y quienes lo atormentan desde el interior por su severidad. Ei
resultado de esta expulsión es una sensación de alivio, que contribuye er
gran medida al placer derivado del juego. (1926, Writings, Vol. I, p. 133:
O. C., Vol. 1, p. 141 y 142)
ec_= Einfühlung\ y que no pensaba en términos de representación mental de los padres, sino en
ter.to de lo que a nues- términos de objetos concretos, de habitantes en el interior del sujeto, con
(Ibíd.). Gracias a los mismos atributos de realidad de los objetos del mundo circundante del
:a Laura Etchegoyen niño. Sin duda, influida por su maestro Abraham (1924a), se refería al
- personas y que nues- sentido concreto de las fantasías de expulsión anal de objetos interiores.
En su obra, gradualmente se amplía el significado de la proyección. En
".¡ñ o , consistente en La personificación del juego de los niños (1929) demuestra que durante
euvo cerca de explicar el juego, el yo del niño utiliza dos mecanismos para separar, temporal
c rroyectiva, especial- mente, las identificaciones primarias constitutivas del superyó: la escisión
se reemplaza el ideal (splitting up) y la proyección. Mediante estos mecanismos, el niño “ per
~ -esto en el lugar del sonifica” mientras juega, puesto que “ estos mecanismos (la escisión y la
proyección) son el factor principal en la tendencia a la personificación”
(Ibíd. p. 205; p. 211). La personificación tiene el sentido de una proyec
ción en el mundo exterior; el yo logra así un desenlace favorable de los
n eidentificación procesos psíquicos y un alivio de sus cargas de culpa y ansiedad, el cual
hace que el conflicto intrapsíquico yo-superyó sea menos violento.
artículo de Klein, El Inicialmente, Klein explicaba la severidad y la crueldad de los padres
--Tile, proyecta sobre por la ley del talión. Sólo en 1933, en su metódico trabajo El desarrollo
rmonio, habitante de temprano de la conciencia en el niño, asumió que los niños, debido a la
rento, comprendía la proyección de sus impulsos agresivos, distorsionan la imagen de los pa
niño, no consistía en dres y que luego introyectan estas imagos distorsionadas para formar un
En Principios psico- superyó con base en los atributos sádicos de los tempranos estadios pre
co s como “ expeler” genitales del desarrollo. Igualmente, advirtió en ese trabajo que el superyó
dea de sacar cosas temprano poseía una proporción importante de dotación sádica innata o
r n o y, lógicamente, instinto de muerte.
Fue en su trabajo sobre el símbolo de 1930 donde expuso, por primera
vez, las ideas fundamentales sobre su futuro concepto de identificación
" el padre y la madre proyectiva (Álvarez Lince, 1974; Segal, 1991). Sus conceptos sobre el
na absorbido dentro simbolismo tuvieron como fuente el tratamiento de Dick. Este niño tenía
‘ por su severidad. El la fantasía de meter “ dentro” del cuerpo de la madre lo que él sentía como
que contribuye en su mala orina, sus malas heces y su mal pene, equivalentes a partes de él
-mgs, Vol. I, p. 133; mismo; su madre se llenaba de esas sustancias y órganos, y él, yerto, se
sentía vacío. La defensa temprana que usaba Dick tenía un carácter vio
lento y era diferente de la represión. Esa defensa consistía en la expulsión
de un afecto, sino del sadismo, en sacarlo del interior para colocarlo dentro de un objeto del
n su interior. Ella mundo exterior; concretamente, dentro de la madre.
236 • M ela n ie K l e in : t e o r ía y téc n ic a
Ahora bien, cuando el niño dirige sus ataques sádicos a los órganos
y objetos de su fantasía -pene, vagina, pechos-, se despierta en él una
P-. 'o
intensa ansiedad que lo mueve a identificar aquellos órganos con objetos en la déca
del mundo exterior, configurando lo que Klein llamó ecuaciones simbó proyectiva ;
licas (1923b; 1930). Estas ecuaciones, a su vez, despiertan ansiedad; el primaria, pi
niño, con el fin de aliviar su ansiedad, establece nuevas ecuaciones con Klein lie
objetos más lejanos de los objetos originales. De esta manera, la relación en 1946. Se
primitiva con un objeto único se despliega hacia una relación con una >10 modinc;
gama más amplia de objetos, más alejados de aquel. A través de este ría el conce
proceso de formación de ecuaciones simbólicas, el ser humano llega a exclusiva d
componer el símbolo y se aproxima a la adaptación a la realidad. Por lo Hoy sería 1
tanto, la fuerza impulsora del simbolismo es la ansiedad que despierta el listas y pee
sadismo y el mecanismo que lo pone en marcha es la identificación. Estas original qu
tempranas ideas de Klein acerca de la relación entre sadismo, ansiedad e más allá de
identificación fueron la base de su propuesta teórica sobre el mecanismo en el libro
de la identificación proyectiva en 1946. ve idenufic
Identificat
La ider
6.4. Identificación proyectiva sos de esc
de partes
En el primer texto de su artículo N ota sobre algunos mecanismos terno. Kle
esquizoides, publicado en el International Journal o f Psychoanalysis en
1946, el término identificación proyectiva aparece una sola vez, en la La otn
página 104. En la segunda versión de este artículo, como capítulo IX del expele
libro Develompents in Psychoanalysis (Desarrollos en psicoanálisis), el dentro
término adquiere mayor propiedad. odio, ]
En la década del 40, los discípulos de Klein concentraron su atención Estos
en el análisis de pacientes seriamente perturbados y ahondaron en la com tambi
prensión de los mecanismos esquizoides. Las observaciones de Rosenfeld madre
sobre pacientes esquizofrénicos se centraron sobre las fantasías concer sepan
nientes a la entrada violenta de partes del self del individuo en el objeto Much
para controlarlo, dominarlo y someterlo hasta vaciar su interior de todo Esto 1
lo bueno. (1947; 1949). Hanna Segal, en un trabajo temprano, Some prora
aspects o f the analysis o f a schizophrenic (1950), relata las fantasías de térmi
un paciente psicótico, con el diagnóstico de hebefrenia, subyacentes al c.,v
uso del mecanismo de la identificación proyectiva: “ él era tanto la madre
238 • M ela n ie K l e in : t eo ría y téc n ic a
pecho bueno) dentro del yo. Este objeto bueno interno garantiza los senti
mientos de riqueza y abundancia interior que permiten la efusión de libido
y la proyección de partes buenas del self t n el mundo externo, sin experi
mentar sentimientos de depleción o empobrecimiento de la personalidad. i
En Envidia y gratitud, Klein conecta la avidez (voracidad) con la intro- I
yección y la envidia con la proyección: i
J
Una diferencia esencial entre avidez y envidia, aunque no se puede trazar :
una línea divisoria rígida puesto que están estrechamente asociadas, sería -
que la voracidad está principalmente conectada con la introyección y la J
envidia con la proyección. (1957, Writings, Vol. III, p. 181; O. C., Vol. <
3, p. 187) 1
garantiza los senti- canismo que vincula las grandes masas con líderes, no obstante lo insanos
a efusión de libido que sean.
.'eterno, sin experi- En los años ‘50, estrechos colaboradores de Klein -Rosenfeld, Segal y
ie la personalidad. Bion- usaron el concepto de identificación proyectiva con desenvoltura,
::dad) con la intro- pero sólo en los años ‘60 se expande realmente la aplicación del concepto.
Es sobresaliente que en Argentina empezara a usarse el concepto desde
los años cincuenta, cuando la obra de Melanie Klein aún no se había
r no se puede trazar traducido por entero al idioma español. La traducción de Psicoanálisis
ate asociadas, sería de niños, a cargo de Arminda Aberastury, apareció en 1948; Desarro
la introyección y la llos en psicoanálisis, en 1962; y Contribuciones al psicoanálisis, en 1964,
p. 181; O. C., Vol. editados por Paidós. Como reseña R. Horacio Etchegoyen (1986, 2005),
León Grinberg, bastante temprano, en 1956, dio a conocer su primer tra
bajo sobre el papel que jugaba la identificación proyectiva en la relación
rúente es un deseo analista-paciente. En su reconocimiento al gran psicoanalista argentino,
opacidades del ob- Etchegoyen expresa:
•: yección, mediante
: para arruinar su El primer trabajo de Grinberg sobre el tema, “Aspectos mágicos en la
transferencia y en la contratransferencia” , fue presentado a la Asociación
se la identificación Psicoanalítica Argentina el 27 de marzo de 1956 y se publicó en 1958.
lasantes de dolor y Es un estudio de la magia a la luz de los mecanismos de identificación,
> eto para liberarse donde el fenómeno queda definido con las palabras siguientes: “ La ‘con
: domina, controla traidentificación proyectiva’ se produce específicamente como resultado de
:¿uo logra evitar la una excesiva identificación proyectiva del analizado que no es percibida
-as sentimientos de conscientemente por el analista, y que como consecuencia se ve ‘llevado’
_rra del dolor de la pasivamente a desempeñar el rol que, en forma activa -aunque incons
ron proyectiva, su- ciente- el analizado ‘forzó dentro suyo’” (Grinberg, 1958, pp. 359-60).
■ sausantes de dolor Un mes después de esa ponencia, en el Simposio sobre técnica psicoanalíti
a que se paga por ca de la Asociación Psicoanalítica Argentina que presidió Heinrich Racker
m d es persecutorias, en abril de 1956, Grinberg presentó su trabajo “Perturbaciones en la inter
pretación por la contraidentificación proyectiva” , que publicó en 1957, en
—1 expresión extre- el cual estudia especialmente el efecto de la contraidentificación proyectiva
: onzaron a la fuga en lo que es la labor esencial del analista: interpretar (1986, p. 313).
: a rerdido la cabeza
iroación proyectiva,
: este la pierde, ellos
- ndos. Este es el me
242. • M ela n ie K l e in : t e o r ía y téc n ic a
a ) L a id e n tific a c ió n p r o y e c tiv a c o m o f a n t a s í a
Y añade:
u proye*
- “ - . r X
elementos alfa construye una “ barrera de contacto” permeable entre cons coi
ciente e inconsciente. Una adaptación de esta naturaleza entre madre y je •
bebé supone la operación “ realista” de la identificación proyectiva. No - i
obstante, el mecanismo siempre conserva su carácter omnipotente. En
esta situación, Bion supone un bebé que ha proyectado en el pecho de
la madre una parte atemorizada de su self que contiene en su interior un
intolerable miedo a morir. La madre recibe esta parte y, al guardarla en su
interior, la transforma, la recubre de significado y la hace tolerable, luego
la reintegra a su bebé y él la reintroyecta en ese estado transformado,
dotada de significado.
Este proceso de transformación de las emociones se puede malograr
por dos motivos: primero, por la incapacidad de la madre para desem
peñar la función réverie-, segundo, porque esa función réverie -capacidad
de la madre de tolerar la proyección de las partes atemorizadas de la
personalidad- despierta la envidia del bebé y éste destruye la función alfa
de la madre.
Una madre refractaria a la proyección pone al descubierto su incapa
cidad para desempeñar la función réverie. Bajo esta circunstancia, el bebé
reintroyecta las partes atemorizadas de su personalidad, pero en peores
condiciones porque, se supone, esa madre le ha “ arrancado” el significado
a aquel miedo a morir y lo ha transformado, como dice Bion, en un terror
sin nombre. El pecho de esta hipotética madre, refractario a la proyección.
no se siente como un pecho “malo” , sino como un pecho “ peor” . El bebé,
en consecuencia, incrementa la fuerza y omnipotencia de la identificación
proyectiva; la reintroyección consiguiente se efectúa con igual fuerza ;•
omnipotencia.
Ahora bien, si en el bebé prevalece la envidia, él se halla bajo el do
minio de un objeto interno con las características de un pecho voraz
CAPÍTULO 6 • 249
Sentí que el paciente había vivenciado en la infancia una madre que res
pondía obedientemente a las manifestaciones emocionales del niño. Esta
respuesta obediente tenía un elemento de impaciencia, de “ no sé lo que
tiene esta criatura” [...] El paciente tuvo una madre que no podía tolerar
la vivencia de tales sentimientos, y reaccionaba negándoles la entrada o,
alternativamente, siendo presa de la ansiedad resultante de la introyección
de los sentimientos del niño. (1959, p. 104; en español, pp. 142 y 143)
e) H e r b e r t A . R o s e n f e l d : s u t e o r ía d e l a i d e n t i f i c a c ió n p r o y e c t i v a
f) E s t h e r B i c k : l a i d e n t i f i c a c ió n a d h e s i v a
de unas heces idealizadas con las que ella alimenta al padre y a los bebés
se viv
que contiene en su interior. Por esta razón, Meltzer pensaba que el nom
entre
bre de identificación intrusiva era más apropiado para la identificación
su pér
proyectiva masiva y hostil dentro un objeto interno, generalmente objeto
Provee
parcial. Este tipo de identificación proyectiva es de naturaleza delirante,
lista y
pues borra las diferencias entre niño y adulto en cuanto a prerrogativas y
momei
capacidades, y es la base de la autoidealización e independencia espuria o
del obj
síndrome de pseudomadurez. La “personalidad como si” (Deutsch, 1942)
de libr,
y el “ falso self” (Winnicott, 1954; 1960) son equivalentes a este síndrome.
caracte
Los primeros años del análisis se concentran en la resolución de la
Sin c
identificación proyectiva interna. Durante este período, el paciente vive
simbóii,
el análisis como un pecho-inodoro y el alivio que experimenta es de na
retomai
turaleza evacuativa. El análisis de la masturbación anal críptica bebe ser
paranoi
meticuloso. Al cabo del tiempo, se establece otro tipo de vínculo: el víncu
sünbóli,
lo con un “pecho nutricio” . Sólo bajo una relación con un pecho nutricio
seíf-obje
se observa, en toda su magnitud, la intolerancia a las separaciones.
a ) P r im e r a fa s e
b) S e g u n d a fa se
c) T e rc e ra fa se
tiva. Este
na, ejerce
:ros de su
: aquellos B u e n o s A i r e s , 20 de junio de 2009
i>n ser. Sin Q u e r id o B e r n a r d o :
:n llegar a He leído con mucho interés el capítulo 6 de tu libro, “La identificación
sobre esa proyectiva”, que viene después de la teoría de las posiciones y las defensas. Em
1 se puede piezas con el concepto de proyección en Freud, para seguir después con el de
identificación. Es un buen comienzo, ya que es fundamental comprender ambos
proyectiva conceptos antes de internarse en la identificación proyectiva.
or medida, Es muy acertado tomar como punto de partida de la proyección la forma en
a, encierra que Freud la emplea en su estudio sobre las afasias y cuando diferencia las parálisis
resión que, periféricas (por proyección) de las parálisis cerebrales por representación. Aquí,
l individuo proyección y representación se refieren a cómo se procesan los estímulos en el
esentación sistema nervioso con una definida connotación neurológica. Más adelante, sin em
itención de bargo, le van a servir para estudiar los fenómenos psicológicos. Lo hace en 1896,
a el intento donde define la proyección como un mecanismo de defensa, que ya había vislum
>resentacio- brado en su correspondencia con Fliess. En este momento, y después en Schreber,
va sí puede la proyección es un mecanismo de defensa, pero en Tótem y tabú se la entiende,
también, como un instrumento para construir nuestra representación del mundo.
Asimismo, el concepto de identificación varía en Freud a lo largo de su inves
tigación, hasta llegar a Duelo y melancolía, donde descubre la identificación en el
proceso de duelo y, en consecuencia, la introyección en el yo del objeto perdido.
Es muy interesante el recorrido que haces del concepto de proyección en la
obra de Melanie Klein, hasta que, en 1933, llega a la conclusión de que el niño
proyecta su sadismo en los objetos del mundo externo. El trabajo de 1930 sobre
los símbolos es importante ya que se vislumbra el concepto de identificación
proyectiva, cuando Dick pone cosas de sí mismo en el cuerpo de su madre.
Sobre la base de esta revisión, puedes estudiar a fondo el revolucionario
concepto de identificación proyectiva que se ha extendido notablemente y
hoy lo aceptan psicoanalistas de las más distintas escuelas. Más adelante en su
investigación, Klein comprendió los trastornos de identidad que produce la
identificación proyectiva y su íntima vinculación con la voracidad y la envidia,
así como también su importancia con el vínculo de dependencia con el objeto.
Melanie Klein siempre consideró que la identificación proyectiva es una fanta
sía inconciente y subrayó su carácter corporal; pero nunca pensó que este proceso
2 66 • M e la n ie K l e in : t e o r ía y t éc n ic a