Artiulo 896 Del Código Civil
Artiulo 896 Del Código Civil
Artiulo 896 Del Código Civil
Es el derecho real que consiste en una potestad de inmediata tenencia o goce conferida
por el derecho con carácter provisionalmente prevalente, con independencia de que
exista o no derecho real firme que justifique la atribución definitiva de esa potestad.
sabemos que el Derecho protege la simple posesión, tanto la legítima como la ilegítima,
sea ésta de buena Nuestra legislación recoge a la posesión como “el ejercicio de hecho
de uno o más o mala fe. Es un hecho, consistente en el señorío efectivo sobre una cosa,
que conlleva unos efectos jurídicos y que lo configuran como un derecho real
provisional. La ley valora y protege el hecho posesorio con independencia de la causa
del poder de dominación del poseedor sobre la cosa poseída (propiedad, usufructo, etc.).
“La posesión resulta ser un poder de hecho jurídicamente relevante que por su
naturaleza puede ser instrumento efectivo para la adquisición de la propiedad y como tal
guarda con este último derecho una conexidad de efectos sociales y más saludables,
especialmente en el ámbito del Estado social de derecho”.
“La posesión se adquiere por la tradición, salvo los casos de adquisición originaria que
establece la ley”
Siendo que la tradición se “realiza mediante la entrega del bien a quien debe recibirlo o
a la persona designada por el o por la ley y con las formalidades que esta establece” , es
decir, que quien da la posesión se le llamada “tradente”, mientras quien la recibe se le
denominara “adquiriente”.
“La tradición se realiza mediante la entrega del bien a quien debe recibirlo o a la
persona designada por el o por la ley y con las formalidades que esta establece”
La tradición de la posesión es un acto típico jurídico, voluntario, lícito, destinado a
producir consecuencias jurídicas entre las partes, que es suficiente para demostrar
que efectivamente se a producida por una de las partes la adquisición y por la otra la
pérdida o transferencia de la posesión.
“El poseedor de mala fe responde de la pérdida o detrimento del bien aún por caso
fortuito o fuerza mayor, salvo que este también se hubiese producido en caso de
haber estado en poder de su titular”
Establece que: "el poseedor de mala fe responde de la pérdida o detrimento del bien
aún por caso fortuito o fuerza mayor". Lo dispuesto es correcto, pues no se le
pueden exigir al poseedor de buena fe las mismas obligaciones de quien detenta a
sabiendas una cosa ajena. De otro lado, se trata de una sanción bastante severa para
el poseedor de mala fe, la cual tiene además una función de prevención que genera
intimidación disuasoria destinada a desincentivar la posesión de mala fe en la
población.
Artículo 910 del código civil: restitución de frutos por el poseedor de mala fe.