Enfermedades de La Sangre

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ENFERMEDADES DE LA SANGRE

La sangre es un fluido vital del cuerpo humano, que transporta nutrientes esenciales y
oxígeno a todos los tejidos, cerca del 45% del volumen total de la sangre está compuesta
por células, que son los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, principalmente
siendo el volumen restante plasma, es decir la parte líquida en que se encuentran
suspendidas las células.

La sangre y sus componentes son:

Los glóbulos rojos son los encargados de transportar el oxígeno desde los pulmones a
todos los tejidos, esto es porque contienen hemoglobina una proteína que además de
proporcionarle a la sangre su color rojo característico, se encarga de fijar las moléculas
de oxígeno.
Los glóbulos blancos son los que defienden al cuerpo de las enfermedades infecciosas
formando anticuerpos y combatiendo las infecciones.
Las plaquetas ayudan a controlar el sangrado, funcionan adhiriéndose a las superficies
que son dañadas de los vasos sanguíneos y permiten que los factores de la coagulación
se acumulen.
El plasma es todo el fluido que transporta a todas estas células, además de otras
sustancias como las proteínas, las hormonas y los factores de coagulación.
La hematología es la especialidad médica que se ocupa del estudio, diagnóstico,
tratamiento y prevención de las enfermedades de la sangre.
Entre las diversas enfermedades de las que se ocupa la hematología destacan las
siguientes:

Leucemia
Es un tumor maligno de las células precursoras de la sangre. Se origina en la médula
ósea y en ocasiones afecta a los tejidos del sistema inmune (ganglios, hígado, bazo) u
otros órganos a los que invade a través del torrente sanguíneo (médula espinal, cerebro,
testículos, etc.).
La leucemia es un tipo de cáncer de los glóbulos blancos. Por lo general son los
glóbulos blancos quienes ayudan a combatir las infecciones, pero la médula ósea que se
encarga de producirlos genera glóbulos blancos anormales que reemplazan a las células
sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función.

Como en la mayoría de tumores, su causa se desconoce, si bien hay factores de riesgo


que pueden favorecer su desarrollo: • larga exposición a agentes tóxicos (productos
químicos, insecticidas, etc.); • radiaciones de gran intensidad; • tratamientos previos con
quimioterapia y/o radioterapia por otros cánceres; • enfermedades previas de la médula
ósea (síndromes mielodisplásicos, aplasia). Las leucemias son adquiridas, no se
heredan; sólo en algunas enfermedades congénitas (síndrome de Down, anemia de
Fanconi), aumenta la predisposición a sufrir leucemia. Asimismo, las leucemias no son
contagiosas.
¿Cómo se diagnostican? Si el paciente refiere cualquiera de los síntomas, el médico
puede indicar un análisis de sangre normal o hemograma para detectar una posible
leucemia. Una vez detectada la anomalía de la sangre, el enfermo debe remitirse de
inmediato a un hospital terciario, donde se completa el estudio diagnóstico, que consiste
en:
Examen de sangre Permite comprobar la alteración de los recuentos y la presencia de
blastos, que se ven fácilmente con tinción. Examen de médula ósea Permite identificar
el tipo exacto de leucemia a partir de una serie de estudios: • apariencia de las células al
microscopio; • estudio para tipificar el tipo de célula afectada (linfoide o mieloide); •
alteraciones cromosómicas de las células malignas

Anemia
¿Qué es la anemia y por qué se produce? Como hemos visto, los glóbulos rojos
necesitan hemoglobina, proteína rica en hierro, para transportar el oxígeno por todo el
cuerpo. Si la concentración de hemoglobina cae por debajo de lo normal, sufrimos
anemia. Para mantener un nivel normal de glóbulos rojos es necesario que muchos
órganos funcionen correctamente y cuenten con una adecuada aportación de ciertas
vitaminas (sobre todo ácido fólico y vitamina B12) y hierro. El riñón secreta una
hormona, la eritropoyetina, que estimula a la médula ósea para producir nuevos
glóbulos rojos. Éstos circulan unos 120 días por nuestro cuerpo y luego son destruidos
en el bazo. Muchos de sus componentes, incluido el hierro, se reciclan entonces en el
organismo para producir nuevos glóbulos, por lo que, si perdemos sangre, perdemos
hierro. En condiciones normales, la producción y destrucción de glóbulos rojos está
equilibrada. Pero si nuestro cuerpo produce menos o destruye demasiados, nos
hallaremos en un estado de anemia.
La anemia se debe a que la sangre no transporta el suficiente oxígeno al resto de su
cuerpo, la principal causa de la anemia se debe a no tener suficiente hierro, y el cuerpo
necesita de este mineral para producir hemoglobina, que es una proteína rica en hierro
que da a la sangre su color rojo y transporta oxígeno desde los pulmones al resto del
cuerpo.

Otras causas de la anemia son la pérdida de sangre, no producir glóbulos rojos y


destrucción de estos a gran velocidad.

Trombosis
La trombosis venosa profunda o TVP, es un coágulo sanguíneo que se forma en una
vena profunda en el cuerpo, por lo regular ocurre en las piernas o los muslos. Una
trombosis venosa profunda, puede desprenderse y causar un problema serio en los
pulmones conocido como embolia pulmonar, un infarto o un derrame.
[22:21, 14/5/2019] Alexis: Las enfermedades hematológicas no oncológicas son
enfermedades muy diversas producidas por: alteración genética (hereditarias), falta de
algún mineral (hierro), alteración de algún mecanismo que regule la absorción de
minerales o vitaminas, falta de alguna vitamina (B12), por producción de anticuerpos
(contra los glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas o factores de la coagulación),
pueden ser un síntoma de otra enfermedad no hematológica (alergias, problemas
respiratorios).

LINFOMAS
¿Qué es un linfoma? Por el sistema linfático circula la linfa, líquido que lleva
nutrientes, desechos y leucocitos del sistema linfoide por el cuerpo. Cuando los
linfocitos se multiplican de modo anómalo o no mueren cuando deberían, los ganglios u
otros órganos linfáticos pueden sufrir un linfoma. Se desconoce su origen. Se sabe que
las personas con un déficit en la inmunidad presentan un riesgo mayor de sufrirlo. Los
linfomas no son contagiosos ni se heredan genéticamente.

Podemos agrupar las enfermedades hematológicas no oncológicas en cuatro categorías:

Enfermedades de los glóbulos rojos:

Thalasemia.
Otras hemoglobinopatías de origen genético: hereditaria.
Anemia ferropénica.
Anemia megaloblástica.
Anemia perniciosa.
Poliglobulia secundaria.
Eritroblastopenia.
Hemocromatosis.
Enfermedades de los glóbulos blancos:

Leucopenia.
Agranulocitosis.
Leucocitosis.
Alteración de la función granulocitaria.
Alteración de la función linfocitaria.
Enfermedades de las plaquetas:

Plaquetopenia o trombocitopenia.
Hiperplaquetosis.
Trombocitosis.
Alteración de la función plaquetar.
Enfermedades del plasma:

Alteración del metabolismo del hierro.


Hemocromatosis.
Alteración de los factores de la coagulación.
Trombofilia. Aumento de la coagulación.
Hemorragia. Disminución de la coagulación (una de las más comunes es la enfermedad
de Von Willebrand).
Presencia de anticuerpos.
Púrpura trombopática trombocitopénica (PTT).
Síndrome hemolítico urémico.
Anemias hemolíticas.
Plaquetopenia autoinmune (PTI)
[22:22, 14/5/2019] Alexis: hablan de cada uno de ellos o solo mencion?
[22:26, 14/5/2019] Alexis: ANEMIAS
¿Qué es la anemia y por qué se produce?
Como hemos visto, los glóbulos rojos necesitan hemoglobina,
proteína rica en hierro, para transportar el oxígeno por todo el
cuerpo. Si la concentración de hemoglobina cae por debajo de
lo normal, sufrimos anemia.
Para mantener un nivel normal de glóbulos rojos es necesario
que muchos órganos funcionen correctamente y cuenten con
una adecuada aportación de ciertas vitaminas
(sobre todo ácido fólico y vitamina B12) y hierro.
El riñón secreta una hormona, la eritropoyetina, que estimula
a la médula ósea para producir nuevos glóbulos rojos. Éstos
circulan unos 120 días por nuestro cuerpo y luego son destruidos
en el bazo. Muchos de sus componentes, incluido el hierro,
se reciclan entonces en el organismo para producir nuevos
glóbulos, por lo que, si perdemos sangre, perdemos hierro.
En condiciones normales, la producción y destrucción de glóbulos
rojos está equilibrada. Pero si nuestro cuerpo produce menos o
destruye demasiados, nos hallaremos en un estado de anemia.
Síntomas de la anemia
Varían según el tipo de anemia, su causa o la salud del
paciente. La anemia puede estar asociada a otros desórdenes
del organismo (hemorragia, úlcera gastroduodenal,
insuficiencia renal, cáncer, etc.), cuyos propios síntomas pueden
aparecer en primer lugar.
Asimismo, también influye el grado y la rapidez con que se
contrae la anemia; si es leve o se desarrolla lentamente, puede
que no notemos síntoma alguno.
[22:26, 14/5/2019] Alexis: Los siguientes síntomas son comunes a todas las anemias:
• cansancio rápido y pérdida de energía;
• piel pálida;
• aumento de la frecuencia cardiaca;
• dificultad para respirar y dolor de cabeza;
• mareo;
• dificultad para concentrarse e insomnio;
• calambres en las piernas.
Otros síntomas dependen del tipo de anemia. Así, si ésta se
debe a una deficiencia de hierro, los síntomas suelen ser:
• cabello y uñas frágiles;
• dolor en la boca con fisuras en las comisuras de los labios.
Si la anemia se debe a una deficiencia de vitamina B12
y ácido fólico, los síntomas pueden ser:
• sensación de punzadas en manos o pies;
• pérdida del tacto;
• pérdida del olfato;
• torpeza y entumecimiento de brazos y piernas;
• marcha tambaleante y dificultosa;
• demencia y alteraciones mentales.
Y en el caso que la anemia sea por hemólisis
(destrucción de glóbulos rojos):
• ictericia (coloración amarilla en ojos y piel);
• orina oscura;
• síntomas de cálculos en la vesícula biliar (en anemias crónicas).

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