Trastornos Del Neurodesarrollo
Trastornos Del Neurodesarrollo
Trastornos Del Neurodesarrollo
- La base genética, específica de cada persona, establece unas capacidades propias de desarrollo y
hasta el momento no nos es posible modificarla.
Son factores ambientales de orden psicológico y social la interacción del niño con su entorno, los
vínculos afectivos que establece a partir del afecto y estabilidad en los cuidados que recibe, la
percepción de cuanto le rodea (personas, imágenes, sonidos, movimiento…).
Estas condiciones, que son necesidades básicas del ser humano, son determinantes en el desarrollo
emocional, funciones comunicativas, conductas adaptativas y en la actitud ante el aprendizaje.
Cuando las competencias adquiridas quedan por debajo de lo que se espera socialmente o existe un
desarrollo anormal de éstas, existe un trastorno de neurodesarrollo.
Este tipo de trastornos deben detectarse cuanto antes, para exponer al niño a las experiencias más
adecuadas a sus capacidades individuales y tratar así de que esos circuitos alterados alcancen su
máximo potencial de desarrollo.
Trastornos motores
La manifestación del deterioro de las aptitudes que requieren coordinación motora varían con la edad.
Los niños pequeños pueden tener retrasos para alcanzar los hitos motores (sentarse, gatear, caminar),
aunque muchos logran los hitos normales. También pueden tener retrasos para desarrollar habilidades
tales como utilizar escaleras, pedalear, abrocharse la camisa, usar cremalleras.
Aunque se logre la ejecución del movimiento puede parecer torpe, lenta o menos precisa que en otros
niños de la misma edad.
Algunos niños con este trastorno muestran actividades motora añadidas como movimientos
coreiformes de las extremidades no apoyadas o movimiento en espejo.
Comorbilidad
La presencia de otros trastornos no excluye el trastorno del desarrollo de la coordinación, pero puede
dificultar las evaluaciones e interferir de forma independiente en la realización de las actividades
cotidianas.
Trastorno de movimientos estereotipados
Criterios diagnósticos:
A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo (por ejemplo, sacudir o
agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza, morderse, golpearse el propio cuerpo).
D. Este comportamiento repetitivo no puede atribuirse a los efectos fisiológicos de una sustancia o
una afección neurológica, (por ejemplo tricotilomanía o trastorno obsesivo compulsivo)
Especificar si:
Especificar si:
Asociado a una afección médica o genética, a un trastorno del desarrollo o a un factor ambiental
conocido, (por ejemplo discapacidad intelectual o exposición intrauterina al alcohol).
Especificar gravedad:
Grave: Se necesita vigilancia continua y medidas de protección para prevenir lesiones graves.
Diagnóstico diferencial
Trastorno de tics: Normalmente compromete solo los ojos, la cara, la cabeza y los hombros; son
breves, rápidos aleatorios y fluctuantes, en cambio los movimientos estereotipados son más fijos,
rítmicos y prolongados, además de involucarar los brazos, las manos o el cuerpo entero.
Adicionalmente las estereotipias inician aproximadamente en los 3 primeros años de vida y los tics
tienen una edad medida de aparición entre los 5 y los 7 años.
Trastorno de Tics
Los trastornos de tics siguen un orden jerárquico, es decir, trastorno de la Tourette, seguido por el
trastorno de tics motores o vocales persistente, seguido por el trastorno de tics transitorio, seguido por
los otros trastornos de tics especificado y no especificado; de tal forma que una vez que se ha
diagnosticado un trastorno de tics en un nivel de jerarquía, no se puede hacer otro diagnóstico situado
por debajo de él.
Un individuo puede tener varios tics a lo largo del tiempo pero, en cualquier momento, el repertorio de
tics puede recurrir de manera característica. Aunque los tics pueden involucrar casi cualquier grupo de
músculos o vocalización, ciertos tics, como parpadear los ojos o carraspear, son frecuentes en todas las
poblaciones de pacientes.
Tics simples: Los tics motores simples son de duración corta. Los tics motores simples pueden incluir
el parpadeo de los ojos, encogimiento de hombros y la extensión de las extremidades. Los tics vocales
simples consisten en carraspear, olfatear y gruñir, muchas veces por la contracción del diafragma o los
músculos de la orofaringe.
Tics complejos: Tienen una duración más larga y muchas veces consiste en combinaciones de tics
simples. Los tics complejos pueden aparecer intencionados, como los gestos sexuales u obscenos
(copropraxia), o las imitaciones de los movimientos de otro (ecopraxia). Los tics vocales complejos
consiste en repetir los sonidos o palabras de uno mismo (palilalia), repetir la última palabras o frase que
se haya escuchado (ecolalia) o decir palabras socialmente inaceptables, como obsenidades o insultos
étnicos, raciales o religiosos (coprolalia).
Consecuencias funcionales
Muchos individuos con tics de gravedad leve a moderada no presentan malestar ni deterioro en el
funcionamiento e incluso pueden no darse cuenta de sus tics. Los individuos con síntomas más graves
generalmente tienen mayor deterioro en la vida cotidiana, pero aun los individuos con trastorno de tics
moderados o graves pueden funcionar bien.
Menos frecuente, los tics pueden alterar el funcionamiento en las actividades de la vida cotidiana y
llevar al aislamiento social, un conflicto interpersonal, la victimización por los compañeros, una
incapacidad para trabajar o ir a la escuela y una peor calidad de vida, además de poder presentar
malestar psicológico considerable.
Se utiliza cuando se comunicará el motivo específico por el cual no se cumplen los criterios de un
trastorno de tics o de neurodesarrollo específico. Se registra entonces, “otro trastorno de tics
especificado” y se coloca el motivo específico por el que se incumplen los criterios, ejemplo, inicio
después de los 18 años.
Discapacidad intelectual
Criterios diagnósticos:
B: Deficiencias del comportamiento adaptativo que producen fracaso del cumplimiento de los
estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social.
Sin apoyo continuo, las deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en una o más actividades de
la vida cotidiana, como la comunicación, la participación social y la vida independiente en múltiples
entornos, tales como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad.
La alteración del funcionamiento adaptativo se cumple cuando por lo menos, uno de los tres dominios
se encuentra lo suficientemente alterado para necesitar apoyo continuo para que la persona funciones
adecuadamente en una o mas situaciones de la vida cotidiana.
Los individuos diagnosticados con discapacidad intelectual con trastornos mentales concurrentes tienen
riesgo suicida, por tanto, la valoración de los pensamientos suicidas es esencial en el proceso de
evaluación.
Desarrollo y curso: Los hitos motores, del lenguaje y sociales retrasados pueden identificarse en los
primeros dos años de vida en los casos de discapacidad más grave; mientras que en los niveles leve
puede no ser identificados hasta la edad escolar, cuando la dificultad para el aprendizaje académico
empieza a ser evidente.
Retraso global del desarrollo
Esta categoría se diagnóstica cuando el sujeto no cumple los hitos del desarrollo esperados en varios
campos del funcionamiento intelectual y se aplica a los individuos en que no se puede llevar a cabo una
valoración sistemática del funcionamiento intelectual, incluido los niños demasiado pequeños para
participar en pruebas estandarizadas.
Esta categoría se reserva para individuos mayores de 5 años cuando la valoración del grado de
discapacidad intelectual es difícil o imposible debido a deterioros sensoriales o físicos asociados; como
la ceguera o la sordera prelingual y la discapacidad locomotora, a la presencia de problemas de
comportamiento graves o a la existencia concurrente de un trastorno mental.
Criterio A
Criterio B: . Las capacidades de lenguaje están notablemente, desde un punto de vista cuantificable, por
debajo de lo esperado de la edad; lo que produce limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la
participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o cualquier
combinación.
El uso del lenguaje depnde de capacidades recceptivas y expresivas; la capacidad expresiva se refiere a
la producción de señales vocales, gestuales o verbales, mientras que la capacidad receptiva se refiere al
proceso de recibir y comprender los mensajes lingüísticos. Estas dos capacidades deben ser evaluadas ,
ya que pueden tener niveles de gravedad distintos.
El diagnóstico debe hacerse basándose en la síntesis de los antecedentes del individuo, las observacines
clínicas directas en diferentes contextos y los resultados de pruebas estandarizadas, que pueden
utilizarse para orientar las estimaciones de la gravedad.
Trastorno fonológico
Criterio D Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones congénitas o adquiridas, como parálisis
cerebral, paladar hendido, hipoacusia, traumatismo cerebral u otras afecciones médicas o neurológicas.
La producción fonológica describe la articulación clara de los fonemas es decir, los sonidos
individuales, que se combinan para crear palabras habladas. Esta producción requiere tanto el
conocimiento fonológico de los sonidos del habla como la habilidad de coordinar los movimientos de
los articuladores, es decir, mandíbula, lengua y labios; con la respiración y la vocalización del habla.
Pueden estar alteradas otras áreas de coordinación motora, como el trastorno del desarrollo de la
coordinación.
Dispraxia verbal: Término que se utiliza para los problemas de producción del habla.
La mayoría de los nniños con trastorno fonológico responde bien al tratamiento, y las dificultades del
habla mejoran con el tiempo, con lo que el trastorno podría no ser para toda la vida. Sin embargo,
cuando también está presente un trastorno del lenguaje, el trastorno fonológico tiene peor pronóstico y
puede asociarse a trastornos específicos del aprendizaje.
E trastorno también puede acompañarse de movimientos motores, por ejemplo sacudidas de la cabeza,
apretar los puños, movimientos de la respiración, temblores en los labios o en la cara.
Criterios
A. 1. Deficiencias en el uso de la comunicación para propósitos sociales; como saludar y
compartir información de forma que sea apropiada al contexto social.
2. Deterioro de la capacidad para cambiar la comunicación de forma que se adapte al contexto o
las necesidades del escucha; como hablar de forma diferente en un aula o en un parque,
conversar de forma diferente con un niño o con un adulto y evitar el uso de un lenguaje
demasiado formal.
3. Dificultades para seguir las normas de conversación y narración, como respetar el turno en la
conversación, expresarse de otro modo cuando no se es bien comprendido y saber cundo utilizar
signos verbales y no verbales para regular la interacción.
4. Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente, como hacer inferencias,
además de comprender significados no literales o ambiguos del lenguaje, como son las
expresiones idiomáticas, el humor, metáforas, múltiples significados que dependen del contexto
para la interpretación.
Las características asociadas al diagnóstico son antecedentes de retraso para alcanzar los hitos del
lenguaje y problemas con el lenguaje estructural. Los individuos con deficiencias en la comunicación
social pueden evitar las interacciones sociales. Son frecuentes en estos individuos el trastorno por
déficit de atención, problemas de conducta y trastornos específicos del aprendizaje.
Desarrollo y curso
Al llegar a los 4 o 5 años, la mayoría de los niños deberá tener capacidades del habla y del lenguaje
suficiente como para permitir la identificación de las deficiencias específicas en la comunicación
social. Las formas más leves pueden no ser evidentes hasta la adolescencia temprana, cuando el
lenguaje y las interacciones sociales suelen ser más complejas.
Criterios
A 1. Deficiencias en la reciprocidad socioemocional; varían desde un acercamiento social anormal y
fracaso de la conversación normal en ambos sentidos, pasando por la disminución en intereses,
emociones o afectos compartidos, hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales.
Especificar la gravedad:
Especificar la Gravedad.
La gravedad se basa en deterioros de la comunicación social y en patrones de comportamiento
restringidos y repetitivos. La gravedad se registrará de acuerdo con el grado de ayuda necesaria para
cada uno de los dominios psicopatológicos.
Las manifestaciones del trastorno también varían mucho según la gravedad de la afección autista, el
nivel del desarrollo y la edad cronológica, de ahí el término espectro.
Los diagnósticos con más válidos y fiables cuando se basan en múltiples fuentes de información, como
las observaciones clínicas, la historia del cuidador y cuando es posible los autoinformes.
Las deficiencias verbales y no verbales de la comunicación social tienen diferentes manifestaciones
según la edad, el nivel intelectual y las capacidades linguísticas del individuo, además de otros factores,
como la historia del tratamiento y las ayudas actuales.
Las deficiencias de la reciprocidad socioemocional son evidentes en los niños pequeños con el
trastorno que pocas veces o nunca inician la interacción social y no comparten emociones, junto a una
imitación reducida o ausente del comportamiento de otros.
Las deficiencias para desarrollar, mantener y entender las relaciones se debería valorar según la
normalidad para la edad, el género y la cultura. Puede haber un interés social ausente, reducido o
atípico, manifestado por el rechazo a las otras personas, la pasividad o un trato inapropiado que parece
agresivo o destructivo.
Las deficiencias en los comportamientos comunicativos no verbales utilizados para la interacción social
se manifiestan por un contacto ocular, unos gestos y expresiones faciales, una orientación corporal o
una entonación de la voz que están disminuidos, ausentes o son atípicos.
Desarrollo y curso:
Muchos adultos describen que utilizan estrategias de compensación y afrontamiento para esconder sus
dificultades en público, pero sufren el estrés y el esfuerzo de mantener una fachada social aceptable.
El trastorno del espectro autista se diagnostica 4 veces más frecuentemente en el sexo masculino que en
el femenino.
Desarrollo y curso:
Ambiental: Se relaciona con el hecho de fumar durante el embarazo, parte de esta asociación refleja un
riesgo genético común. Puede haber antecedentes de maltrato infantil, negligencia, exposición a
neurotóxicos, infecciones o al alcohol durante la vida intrauterina.
Los patrones de interacción familiar en la primera infancia normalmente no causan TDAH, pero
pueden influir en su curso o contribuir al desarrollo secundario de problemas conductuales.
Niños (1-3 años): Son niños que no obedecen, no respetan las normas, molestan y pueden tener
alteraciones del sueño, del lenguaje y del desarrollo motor. A esta edad el diagnóstico es muy difícil.
Preescolares (3-6 años): El diagnóstico sigue siendo difícil ya que la hiperactividad, impulsividad y
déficit de atención pueden ser propios de la edad; es importante ver si se afecta la socialización, el
aprendizajes y la interacción padres e hijos.
Escolares (6-12 años): Son niños que se distraen con facilidad, presentan inquietud motora, conducta
impulsiva perturbadora, y con diferentes problemas asociados: trastornos específicos de aprendizaje
(lectura, escritura), repetición de cursos, rechazo por los compañeros, relaciones familiares alteradas,
baja autoestima y comportamiento agresivo.
Adolescentes (13-20 años): Se mantiene el déficit de atención y la dificultad para planear y organizarse
lo que conlleva mal rendimiento escolar, rechazo de amigos, disminución de la autoestima y búsqueda
de afecto de forma indiscriminada con la implicación en conductas de riesgo: conducta agresiva,
antisocial y delincuente, problemas con el alcohol y drogas, problemas emocionales (depresión,
ansiedad), embarazos y accidentes que constituyen su principal causa de muerte.
A menudo están presentes antecedentes familiares del trastorno del habla o del lenguaje.
Trastornos motores:
Los tics motores pueden clasificarsen simples –afectan a un músculo aislado o grupo muscular
localizado– o complejos –incluyen la agrupación de varios músculos aislados o una secuencia más
compleja de movimientos–. Los simples duran menos que los complejos (milisegundos frente a
segundos) y afectan más a la cara y el cuello, en forma de parpadeos, movimientos oculares, nasales, de
labios, de la mandíbula o del cuello, sonrisa sardónica o cambios en la mirada, entre otros, aunque
también se incluyen otras localizaciones corporales.
Los complejos incluyen combinaciones diversas de tics simples (inclinación del cuello con elevación
del hombro, flexiones del tronco y estiramientos o contorsiones de los miembros, etc.) o actos de
mayor elaboración que pueden parecer propositivos, como gestos obscenos (copropraxia) o repetición
de movimientos observados en otros (ecopraxia); pueden conllevar conductas autolesivas (sacudidas
cervicales bruscas, estallidos de dedos, lamerse los labios y hacerse heridas).
B. Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y en grado cuantificable por debajo de lo
esperado para la edad cronológica e interfiere significativamente con el rendimiento académico. (Se
debe confirmar con pruebas estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica
integra; en individuos de 17 años o más, la historia documentada se puede sustituir por la evaluación
estandarizada).
C. Las dificultades comienzan en la edad escolar. (Puede no manifestarse totalmente hasta que las
demandas de las aptitudes académicas afectadas superan las capacidades limitadas del individuo,
ejemplo: exámenes cronometrados, tareas académicas excesivamente pesadas, lectura o escritura de
informes complejos).
D. Las dificultades académicas no se explican mejor por discapacidades intelectuales, trastornos
visuales o auditivos u otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de
dominio en el lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.
Nota: se han de cumplir los 4 criterios basándose en una síntesis clínica de la historia del individuo (del
desarrollo, médica, familiar y educativa), informes escolares y evaluación psicoeducativa.
Nota de codificación: Especificar las áreas académicas y subaptitudes alteradas. Cuando más de un área
está alterada, cada una de ellas se codificará individualmente.
Especificar si:
Con dificultades en la lectura (315.00 – F81.0). La Dislexia es un término para referirse a un patrón de
dificultades del aprendizaje que se caracteriza por problemas con el reconocimiento de palabras en
forma precisa o fluida, deletrear mal y poca capacidad ortográfica.
Con dificultad matemática (315.1 – F81.2). La Discalculia es un término para referirse a un patrón de
dificultades que se caracteriza por problemas de procesamiento de la información numérica,
aprendizaje de operaciones matemáticas y cálculo correcto o fluido.
Desarrollo y curso
Los adolecentes pueden haber dominado la descodificación de las palabras, pero la lectura sigue siendo
lenta y con esfuerzo, y es probable que muestren problemas marcados en la comprensión lectora y en la
expresión escrita y falta de dominio de los datos matemáticos o en la resolución de problemas
matemáticos.
Los adultos con trastorno específico del aprendizaje tiene problemas duraderos con la ortografía, una
lectura lenta y con esfuerzo y problemas para hacer inferencias a partir de los datos numéricos de los
documentos escritos relacionados con el trabajo.
Los episodios de ansiedad grave o trastornos de ansiedad, con quejas somáticas o ataques de pánico,
son frecuentes durante la vida y acompaña tanto la expresión circunscrita como la expresión más
amplia de las dificultades del aprendizaje.
Consecuencias funcionales
Este trastorno puede tener consecuencias funcionales negativas durante toda la vida, como logros
académicos bajos, abandono escolar, malestar psicológico, problema de salud mental general, tasas
altas de desempleo e ingresos más bajos.
El abandono escolar y los síntomas depresivos concurrentes aumentan el riesgo de padecer problemas
de salud mental, incluido el riesgo de suicidio, mientras que unos niveles altos de apoyo social o
emocional predicen mejores resultados de salud mental.
8. Quejas repetidas de síntomas físicos cuando se produce o se prevé la separación de las figuras de
mayor apego (ejemplo dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas, vómitos).