Cuentos Mitos y Leyendas de Moquegua
Cuentos Mitos y Leyendas de Moquegua
Cuentos Mitos y Leyendas de Moquegua
leyendas y
Al darse cuenta de dicho olor, el explorador
decidió abrir el chombo. Al destaparlo, no pudo
soportar la fetidez, perdiendo la conciencia por
algunos segundos.
Autor: Anónimo.
El Manantial de los
La dama encantada
Camarones
Cuenta la leyenda que cierta vez en el valle Hace mucho tiempo, cuando Muy laque -pueblo de
Chiri baya de la provincia de Hilo se hallaba la región de Moquegua- era pequeño, estaba
prohibido acercarse a determinados desfiladeros.
Al parecer, en esos lugares habitaba el diablo, el merodeando. Los que se atreven a cruzarlo pasan
cual podía transformarse en animales raros. corriendo para no ser atrapado
Cualquiera que se atreviera a desafiarlo se volvía
loco hasta morir.
Se trataba de una encantadora de hombres y chicos Esta sirena emite una melodía muy especial cuando
jóvenes, y todo aquel que no creía en ella toca la guitarra. Se dice que hace su aparición en
terminaba muriendo o enloqueciendo. las denominadas “horas malas”, a las 12 del
mediodía y a las 12 de la noche.
Una noche descendió para descansar en el primer
piso de un taller. Los dueños de la casa quedaron Cuando se acerca la hora, los habitantes de la zona
atónitos y nada hicieron para molestarla ante el dejan sus guitarras en las cataratas de Molle saja
miedo a morir. para que la sirena las afine.
Desde entonces esa habitación pertenece a la Cuando alguien toca la guitarra en el pueblo y
encantadora de Acacollo, la cual baja a descansar suena una agradable melodía, se dice que “esa
todas las noches y no se la debe molestar. guitarra ha sido afinada por la sirena”.
Actualmente se sigue respetando mucho ese Moquegua. Se dice que bajo la llama se esconde un
desfiladero. Las voces humanas siguen tesoro, y el que quiera hacerse con el deberá
percibiéndose, al igual que los animales entregar una vida a cambio, sino morirá.
corriendo para no ser atrapados. sabe que vienen cargados de oro. Los habitantes de
la zona dicen que ese misterioso fuego transforma a
las personas en seres avariciosos.
El Toro del Cerro Baúl
La Horma
Al norte de la ciudad de Ilo, hay un manantial copioso
que desemboca en la playa El Platanal, llamada así
porque en su lecho se levantan palmeras a la cual debe
su nombre, además de higueras y otras plantas.
Aquí habitaba un pequeño pero aguerrido pueblo
perteneciente a la cultura chinchorro. Su vida cotidiana
se desarrollaba entre la paz de sus quehaceres
domésticos, los hombres se dedicaban a la pesca, al
cultivo y a la orfebrería, y las mujeres al tejido y
cerámica.
Cuando Viracocha vino a Ilo a sumar territorios para
incorporarlos a su Imperio, tuvo conocimiento de las
ricas minas de oro que exístanla norte enviando un
pequeño grupo de guerreros. Debido a la dificultad de
acceso a la quebrada El Platanal, no pudieron doblegar
a los dueños de casa.