El Verdadero Significado de La Batalla de Santa Inés - Por - Miguel Angel Hernández Arvelo 21-07-2004

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16/6/2020 El verdadero significado de la batalla de Santa Inés - Por: Miguel Angel Hernández Arvelo

El verdadero significado de la batalla de Santa Inés


Miguel Angel Hernández Arvelo - www.aporrea.org
21/07/04 - www.aporrea.org/actualidad/a8984.html
El 15 de agosto el pueblo y los trabajadores venezolanos iremos a una nueva confrontación con el imperialismo y sus
acólitos nacionales de la Coordinadora “Democrática”. Ese día se realizará un referendo a través del cual el golpismo
intentará revocar el mandato del presidente Chávez, detener la movilización revolucionaria del pueblo y echar abajo
las conquistas democráticas logradas por los venezolanos.
Esa es la importancia del referendo del 15 de agosto. Pero también es cierto que allí no se define la confrontación de
los trabajadores con el imperialismo y la burguesía; sólo se abre una nueva fase de la lucha histórica entre el capital y
el pueblo venezolano, cuya dinámica dependerá en gran medida de los resultados, que según las encuestas
favorecerán a Chávez y de la política que este tenga a futuro frente a la oposición y el imperialismo.
A este evento no se llega como consecuencia de una derrota, por el contrario, al imperialismo y a la burguesía
venezolana no les quedó otra opción que “aceptar” los términos constitucionales, después de haber mordido el polvo
en varias ocasiones como consecuencia de la movilización de los trabajadores y el pueblo. Primero fue entre el 12 y el
13 de abril de 2002, restituyendo a Chávez en la Presidencia y recuperando las libertades democráticas cercenadas por
breve tiempo, luego fue derrotando el paro-sabotaje a la empresa petrolera entre diciembre de 2002 y enero de 2003.
Pero lo contradictorio, es que a pesar de que el imperialismo y la burguesía opositora perdieron en la lucha callejera
con los trabajadores y el pueblo; a la larga obtuvieron un importante triunfo, porque han logrado temporalmente
sacar la confrontación de las calles y llevarla al terreno que más le conviene, el de los procesos electorales. La
explicación de esta compleja realidad está dada, fundamentalmente por tres circunstancias.
La primera, es la impunidad reinante en el país, institucionalizada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con su
sentencia de no seguir juicio a los golpistas, aceptando la famosa tesis de que los fascistas intentaban realizar una
acción patriótica de “cubrir el vacío de poder existente”. A Carmona se dejó escapar y se le permitió que se asilará en
Colombia, Carlos Ortega, para entonces presidente de la CTV, se asiló en Costa Rica, mientras que Carlos Fernández,
otro connotado golpista, dirigente de Fedecámaras, aduciendo enfermedad recobró su libertad y hoy se encuentra en
los Estados Unidos.
En segundo lugar, la impunidad fue refrendada por el mismo gobierno, tanto en abril de 2002, como en enero de 2003
luego del paro-sabotaje patronal. Es decir, en ambas ocasiones, en lugar de castigar a los golpistas, de sancionarlos
política y económicamente, de llevarlos a la cárcel y expropiarles sus empresas, prefirió pedir perdón y sentarse a
negociar, abriéndose así la posibilidad del referendo. A pesar de las denuncias hechas por el gobierno de Chávez,
este, en lugar de apelar a la movilización popular, prefirió aceptar una nueva trampa, convalidando desde las alturas
gubernamentales la impunidad que institucionalizara el TSJ
Y la tercera, es que a pesar de la imponente movilización de masas, de la enorme disposición que ha tenido el pueblo
para defender en las calles y con su vida las conquistas alcanzadas, del alto grado de conciencia alcanzado, aún no se
ha logrado construir una organización revolucionaria, que supere el limitado alcance del programa nacionalista que
encarna el gobierno de Hugo Chávez Frías.

El imperialismo y la oposición quieren explotar las ilusiones democráticas

El imperialismo y la oligarquía agrupada en la demoníaca Coordinadora, han sacado al pueblo de la calle, intentan
frenar la movilización a la que le tienen terror, y desviar la energía popular hacia su terreno, en el que son duchos y
expertos, el de la democracia burguesa y las ilusiones electoreras. Fue así como después de repetidos fraudes,
primero en la recolección de firmas para activar el referendo, y luego en los llamados “reparos” a las firmas que
presentaban irregularidades, llegamos hasta este escenario.
Lo real es que no estamos en el terreno que nos pertenece, el de la lucha y la movilización. Nos encontramos, por el
contrario, en un ámbito donde la burguesía y el imperialismo tienen todos los recursos para manipular; cuentan con
los medios de comunicación, la tecnología, el dinero y la experiencia en el manejo fraudulento y mediático de
campañas electorales, con las técnicas desarrolladas a través de las agencias internacionales de publicidad. Este es el
espacio evasivo y fangoso de la trampa a trastienda, de la corrupción y de la negociación al margen de las
organizaciones populares.
La burguesía y el imperialismo en los dos últimos años, han utilizado todas las armas para liquidar un proceso que
puede afectar seriamente sus intereses, en la medida en que las masas ganan las calles, se hacen protagonistas del
proceso, incrementan su conciencia antiimperialista y avanzan en su organización. De allí que no hayan escatimado
esfuerzos en utilizar la violencia golpista, el ataque a la economía saboteando la empresa petrolera, la presión de calle
a través de los levantamientos fascistas en las zonas de clase media alta, la organización de bandas paramilitares, y
ahora el “golpe constitucional” del referendo, con la amenaza latente del fraude tecnológico y mediático.
El referendo es la continuación del golpismo por otras vías. Ahora tratando de utilizar para su provecho la fachada
legalista e institucional. El imperialismo y la oligarquía tratan de convertir una conquista como el referendo,
establecido en la Constitución Bolivariana de 1999, que en manos del pueblo tiene un carácter democrático, en una
nueva variante para liquidar el proceso revolucionario.
Después que el Consejo Nacional Electoral (CNE) decidiera que los golpistas habían reunido las firmas suficientes
para reactivar el referendo revocatorio, Chávez apareció en televisión con una imagen de la Virgen de trasfondo,
tratando de convencer a los venezolanos que ir al referendo era un triunfo de la democracia y de la Constitución. Por
supuesto que esto no es así. Ir a un referendo –mecanismo democrático establecido en la Constitución- logrado

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mediante el fraude, intentos de golpe, sabotaje a nuestra principal empresa, paramilitarismo, cientos de muertos, y
mentira y engaño mediático de por medio, no es nada democrático, eso es, ni más ni menos, reafirmar desde el
gobierno la impunidad, lo cual permite que golpistas convictos y confesos todavía tengan la posibilidad de apelar a la
Constitución para intentar nuevamente frenar la lucha y la movilización del pueblo.
Pero el riesgo para los trabajadores y el pueblo venezolano no reside sólo en la posibilidad de fraude que un
referendo logrado en las condiciones anteriores tendría para el proceso revolucionario. El gran peligro que hoy se
cierne sobre el proceso revolucionario está determinado por el hecho de que durante dos años el gobierno le ha dado
a los golpistas toda clase de concesiones. No se apoyó en la movilización para seguirles juicio y castigarlos por los
delitos perpetrados. No los expropió cuando existieron posibilidades ciertas de hacerlo, específicamente después del
paro-sabotaje a PDVSA. Cuando los tenía al borde del KO, se sentaba en una mesa a negociar. Ahora estos criminales
aupados y financiados por el imperialismo, a pesar de los golpes recibidos, mantienen sus fuerzas y se aprestan a
cometer un nuevo fraude.
Las grandes empresas petroleras transnacionales (españolas, norteamericanas, francesas, etc.), han ganado más
dinero con este gobierno que con cualquier otro, y sin embargo, siguen conspirando. El gobierno le concedió a la
Chevron Texaco a Conoco-Phillips, a Statoil –uno de los asesores de esta empresa es Alberto Quiróz Corradi,
conspicuo representante de la burguesía y miembro de la Coordinadora Democrática- y a la British Petroleum, 3
bloques de la Plataforma Deltana, sin abrir una discusión entre los trabajadores petroleros sobre la pertinencia de este
negocio. Lo mismo sucede con los bancos nacionales y transnacionales, que en el período enero-abril del presente año
aumentaron sus ganancias en 130% con respecto al mismo período del pasado año. Los canales de televisión siguen
muy campantes, mintiendo descaradamente como si no hubiera pasado nada. Los grandes grupos económicos
nacionales siguen aumentando los precios de los productos y obteniendo extraordinarias ganancias en el mercado
paralelo del dólar gracias al prolongado control de cambios. Todas estas concesiones y la lenidad del gobierno los ha
fortalecido, y se constituyen en un verdadero peligro para el proceso revolucionario.

La posibilidad de triunfo el 15 recae en la capacidad de organización y movilización obrera y popular

A pesar de lo dicho anteriormente, la energía y la disposición de lucha de los trabajadores y el pueblo siguen intactas,
no han sufrido ninguna derrota. No sólo somos mayoría sino que además estamos dispuestos a movilizarnos también
en el terreno electoral para derrotar nuevamente al imperialismo y sus aliados nacionales, y con ello, defender las
conquistas democráticas, y apostar a la profundización del proceso revolucionario. Esto se pone de manifiesto en la
iniciativa asumida por la gente en las comunidades y en todas las regiones organizando las Patrullas Electorales y las
Unidades de Batalla Electoral.
Luchando a brazo partido contra el burocratismo, conformando democráticamente y por las bases las nuevas
organizaciones para la lucha electoral, quitándose de encima al incapaz y corrupto Comando Ayacucho, antes que el
mismo Chávez decidiera sustituirlo por el llamado Comando Maisanta, demuestran hasta dónde están dispuestas las
masas a organizarse movilizarse para defender lo conquistado.
La caída del “Comando Hablamucho”, como lo calificara jocosamente la población, fue una pequeña “revolución
democrática” en el seno del chavismo, impuesta desde abajo por los trabajadores y el pueblo, lo cual refleja la
tremenda energía del proceso revolucionario. De igual forma se expresa en el seno del movimiento obrero, que
continúa luchando contra los empresarios y burócratas sindicales golpistas, hasta incluso contra los supuestos
“revolucionarios” de los partidos que apoyan a Chávez, mientras se organizan desde los sindicatos y la Unión
Nacional de Trabajadores (UNT) para la lucha electoral y para el acto de los trabajadores por el NO, el próximo 31 de
julio en el Poliedro de Caracas.
Las dudas que despierta el Comando Maisanta, también ha llevado a que de manera independiente en cientos de
lugares, las comunidades y los trabajadores de base se organicen. Han aprendido por la vía de la experiencia, que no
se puede confiar en aparatos alejados de la población que sólo se dedican a dar órdenes y repetir, en medio de un
absurdo triunfalismo, que se va a aplastar a la oposición en el referendo. Muchos, con razón, han concluido que el
Comando Maisanta es más de lo mismo, una versión corregida y aumentada del Comando Ayacucho.
Es precisamente esta energía la que puede inclinar nuevamente la balanza a favor del pueblo el próximo 15 de agosto.
Es esta tenacidad y monumental disposición para la lucha la que puede garantizar el triunfo del NO en el referendo.
Sin duda, estamos inmersos en un terreno sinuoso, lleno de peligros, donde la trampa muestra su faz amenazante,
pero que puede ser exorcizada por esa poderosa energía revolucionaria que conservan el pueblo y los trabajadores
venezolanos, hasta ahora invictos en la confrontación con el imperialismo y la burguesía venezolana. Este es, sin
duda, nuestro principal activo. Y estamos seguros que el pueblo y los trabajadores venezolanos se movilizarán
nuevamente, ahora en el terreno electoral, como lo hicieron en abril de 2002 y durante el paro-sabotaje petrolero.

Miguel Angel Hernández Arvelo


Profesor de la UCV y dirigente nacional de Opción de Izquierda Revolucionaria (OIR) [email protected]
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