Electroquímica
Electroquímica
Electroquímica
b) Métodos Conductimétricos
Al aplicar un voltaje a una solución y los iones presentes se mueven al electrodo de
carga opuesta contribuyendo al paso de corriente eléctrica. La contribución de cada
ión depende de su concentración, carga eléctrica y movilidad en el medio. En esta
técnica se mide la conductividad eléctrica o conductancia, CE (inversa de la
resistencia)
La medida de la conductividad eléctrica depende del volumen de la solución que se
mide. Se aplican medidas de conductividad en soluciones problema.
Mide la conductividad eléctrica de un electrolito, siendo el inverso de la resistencia:
Unidades: Ω-1 Ohmnios, S Siemens, Mhos.
G = 1/R = k (A/l) Ω-1 o siemens
R: resistencia (Ω, ohmios).
k: conductancia específica= 1/ρ (ρ: resistividad).
A: superficie transversal entre los electrodos (cm2).
l: distancia entre los electrodos (cm).
La conducción de corriente continua a través de la interfase solución-electrodo es
un "proceso farádico" (debe ocurrir un fenómeno redox en ambos electrodos). Con
corriente alterna, al no trabajar en condiciones farádicas y no requerir el proceso
electroquímico, presenta algunas ventajas. En la zona de radiofrecuencias
oscilometría parte de la corriente alterna se transporta como corriente dieléctrica,
resultante de la polarización inducida y ni siquiera se requiere un contacto directo
entre los electrodos y la solución porque una fracción significativa de corriente se
transporta como corriente dieléctrica.
Aplicaciones: se utiliza para evaluar la cantidad total de iones en solución lo que
tiene una gran importancia en la fertilidad de aguas y suelos para determinadas
especies vegetales. Este parámetro se denomina en las ciencias agrarias y
ambientales la “salinidad de las aguas de riego” y “salinidad del suelo”.
Algunos procesos electroquímicos a gran escala han sido (y son en algunos casos)
causantes de importante impacto ambiental fundamentalmente relacionado con la
emisión de contaminantes al aire y/o cursos de agua.
Electroquímica y medio ambiente
Dentro de las industrias electroquímicas potenciales generadoras de contaminantes,
se encuentran la producción de cloro (proceso cloro-soda) y las plantas de electro
depósitos. Sin embargo, la electroquímica también aporta herramientas para
estudiar, controlar, mitigar, o tratar residuos industriales. El estudio y control está
relacionado con las posibilidades que brinda el electroanálisis. También es posible
emplear técnicas electroquímicas para reducir, transformar o incluso eliminar
residuos tóxicos.
Las técnicas electroquímicas empleadas para el tratamiento de contaminantes
industriales muestran un buen grado de competencia con otros métodos de
tratamiento (biológicos, fotoquímicos, etc.). Algunas de estas ventajas comparativas
son:
Compatibilidad ambiental: si se diseña adecuadamente el proceso electroquímico
es posible convertir los compuestos tóxicos en productos de bajo, o nulo, impacto
ambiental. También se la considera una tecnología “limpia” en el sentido que utiliza
como reactivo principalmente al electrón.
Versatilidad: es posible utilizar un mismo sistema de tratamiento para eliminar
distintos compuestos tóxicos sin mayores cambios en los diseños ni en los
electrodos empleados.
Eficiencia de energía: si se controlan las reacciones competitivas (empleando
electrodos con adecuada actividad catalítica), es posible lograr altas eficiencias en
la energía eléctrica empleada. Idealmente una conversión del 100%.
Seguridad: inherente al tratamiento electroquímico es la seguridad con que puede
utilizarse el mismo, desde el momento que no es necesario almacenar ni utilizar
reactivos tóxicos, ya que en la mayoría de los casos este se genera en el mismo
sitio del tratamiento.
Selectividad: la posibilidad de controlar el potencial del electrodo de trabajo, ánodo
o cátodo, permite seleccionar la reacción electroquímica deseada.
Automatización: si el tratamiento se va a emplear rutinariamente para un
determinado tipo de residuo, es factible automatizar totalmente el proceso con la
posibilidad actual de adquirir y procesar datos experimentales en tiempo real.
Otra aplicación electroquímica interesante está relacionada con el tratamiento de
suelos contaminados. Dependiendo de la actividad humana en cuestión se pueden
encontrar suelos con altos contenidos de compuestos orgánicos (pesticidas, por
ejemplo) o inorgánicos (principalmente metales pesados). Estos suelos
contaminados pueden conducir a imprevisibles daños en la salud de los seres vivos,
especialmente si se piensa en la cadena alimenticia que puede iniciarse en un
vegetal creciendo en un medio contaminado, siendo ingerido por animales y
posteriormente el hombre alimentándose de esa carne y/o leche. Estos procesos
pueden ser biológicos (denominada bioremediación y que implica disponer de
organismos adecuados para el tratamiento), mecánicos (movimiento del suelo
contaminado con la consiguiente alta exposición para los operadores), etc. La
electroquímica ofrece también una alternativa de tratamiento con un proceso que
se conoce como electroremediación.
Bibliografía:
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