El Pan Del Cielo
El Pan Del Cielo
El Pan Del Cielo
Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y
le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.
Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y
estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.
a. Y le seguía gran multitud: En este milagro, Jesús salió al desierto para estar
solo (Lucas 9:10), sin embargo, las multitudes le siguieron hasta allá. A pesar de
esta imposición, Jesús ministró a la multitud con gran compasión.
b. Veían las señales que hacía en los enfermos: Lucas 9:11 nos dice que Jesús
también enseñó a la multitud, algo que Juan no menciona específicamente.
c. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos: Juan es el único de los
cuatro escritores de evangelios (los cuatro describieron este milagro) que nos dice
que esto se llevó a cabo cerca de el tiempo de la pascua. Pudiera ser que esta
gran multitud fueran peregrinos galileos en su camino a Jerusalén.
i. La pascua está asociada con el Éxodo y el sustento de Dios para Israel en el
desierto. Jesús dará sustento a esta multitud en su pequeño “desierto” con pan del
cielo tanto literalmente como espiritualmente.
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a
Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía
para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió:
Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase
un poco.
a. ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? ¿ Por qué hizo Jesús
esta pregunta a Felipe? Tal vez porque él era de Betsaida (Juan 1:44) y eso está
cerca de donde sucedió este milagro (Lucas 9:10).
b. Esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer: Jesús
también permite que sus seguidores participen en el trabajo del Reino, aún cuando
ya tiene las cosas planeadas.
c. Doscientos denarios de pan no bastarían: Su problema tiene dos partes.
Primero ellos no tienen los recursos para alimentar a la multitud. Segundo, aún si
tuvieran el dinero, sería imposible comprar pan suficiente para alimentarlos a
todos.
d. El conocimiento que Felipe tenía de la situación era correcto e impresionante
(doscientos denarios es más de seis meses de salario) pero su conocimiento era
inútil para resolver el problema.
i. Felipe razonó en términos de dinero; y en cuánto dinero se requeriría para hacer
la obra de Dios de una manera pequeña (para que cada uno de ellos tomase un
poco). Nosotros seguido limitamos a Dios de la misma manera, buscando cómo
hacer el trabajo de Dios en pequeño.
3. (Juan 6:8-9) La ayuda de Andrés.
Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está
un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué
es esto para tantos?
a. Cinco panes de cebada: La cebada fue siempre considerada para uso animal
más que humano. En el Talmud existe un pasaje donde un hombre dice, “Hay una
gran cosecha de cebada” y otro contesta, “dilo a los caballos y a los burros.”
b. ¿Qué es esto para tantos? No hay mucho con lo que se pueda trabajar aquí,
pero Dios no necesita mucho. “ Las cosas pequeñas no siempre son
despreciables. Todo depende de en qué manos están.” (Taylor)
i. Es más, Dios no necesita ayuda – pero en ocasiones Él mismo detiene su obra
hasta que tiene nuestra participación.
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel
lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
a. Haced recostar la gente: Jesús aquí toma autoridad como el Señor; como un
amoroso pastor, hace que sus “ovejas” se recuesten en verdes pastos. El
cumple Salmo 23:1-2: El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de
delicados pastos me hará descansar; junto aguas de reposo me pastoreará.
b. Se recostaron como en número de cinco mil varones: Jesús administró todo
de una manera ordenada. La creación nos muestra que Dios es un Dios de
organización y orden.
2. (Juan 6:11) Los cinco mil son alimentados.
Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los
discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de
los peces, cuanto querían.
a. Tomó Jesús aquellos panes…. Los repartió entre los discípulos: El milagro
reside en las manos de Jesús, no en la distribución. Poco es mucho en Sus
manos.
b. El pan viene del grano, que dentro de sí mismo tiene el poder de reproducción y
multiplicación. Pero cuando se hace pan, el grano es molido y “muere” – nunca
nadie multiplicó trigo plantando harina. Pero Jesús puede traer vida de la muerte.
a. Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada: Los
discípulos recogieron lo que sobró a la orden de Jesús. Jesús es generoso, pero
no desperdiciado.
b. ¿ Deberían los discípulos haber anticipado lo que Jesús podía o debería hacer
en esta situación? Había evidencia suficiente tanto en el Antiguo Testamento
como en lo que Jesús había ya hecho para que ellos tuvieran una expectativa de
lo que Jesús haría aquí.
i. Pasajes en el antiguo Testamento advierten en contra de dudar de la provisión
de Dios: Y hablaron contra Dios, Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el
desierto? (Salmos 78:19) 2a Reyes 4:34-38 es un ejemplo de Dios multiplicando
panes de cebada, aunque ésta es en una escala mucho mayor.
ii. Sin embargo, Jesús usó a sus discípulos aunque ellos no entendían –
participaron en el milagro.
iii. Jesús les mostró el carácter dadivoso de Dios – el mismo carácter que Dios
desea crear dentro de nosotros. Proverbios 11:24 dice, Hay quienes reparten y les
es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a
pobreza. Este pan fue multiplicado cuando fue “repartido”.
C. La reacción al milagro.
1. (Juan 6:14) Jesús como Profeta predicho por Moisés.
Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron:
Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey,
volvió a retirarse al monte él solo.
a. Y se levantaba el mar: El viento por sí solo ya era malo, pero el viento también
levantaba el mar, haciéndolo tempestuoso.
b. En la primera tormenta (Mateo 8:24) Jesús estaba con ellos en la barca. Pero
en ésta, Él les pide que confíen en Su cuidado por ellos.
c. En Marcos 6:48, leemos que Jesús observaba a Sus discípulos mientras
remaban en el lago, Su ojo estaba sobre ellos todo el tiempo.
3. (Juan 6:19) Jesús viene a Sus discípulos caminando sobre el agua.
Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús
que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo.
c. Por Mateo sabemos que después de esto, Pedro le pide a Jesús salir de la
barca y caminar sobre el agua.
i. Los discípulos estaban en este lugar incómodo porque Jesús le dijo que
cruzaran el lago. Encontraremos pruebas cuando nos dispongamos a hacer lo que
Jesús nos ha pedido. Jesús lo sabe. Él lo entiende. Nunca debemos engañarnos
creyendo que si realmente estuviéramos bien con Dios, todo en la vida nos será
fácil.
ii. Todo el tiempo que los discípulos estuvieron luchando, Jesús los estuvo
cuidando. Jesús cuida de nosotros todo el tiempo, e intercede por nosotros aun
cuando parece distante. Él sabía perfectamente qué es lo que estaba pasando y
estaba monitoreando su progreso a través del lago. El los vio batallando y
remando, sin embargo permitió que trabajaran por largo rato.
c. En este milagro Jesús les tranquilizó en el preciso momento en que necesitaban
esa tranquilidad. Los discípulos acababan de ver a Jesús rechazar el ser hecho
rey; puede que hayan pensado que esta era la razón por la que Él había venido al
mundo y por qué ellos le estaban siguiendo!
El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había
habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con
sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos. Pero otras barcas habían
arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de
haber dado gracias el Señor. Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba
allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum,
buscando a Jesús. Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí,
¿cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os
digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque
comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino
por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os
dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
a. Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis del
pan y os saciasteis: Ellos le preguntaron a Jesús por qué había venido, pero
Jesús no respondió a esa pregunta. En lugar de eso les dice porqué ellos habían
venido – porque querían más del pan maravilloso de Jesús.
i. Ellos admiraban a Jesús sólo por lo que Él les había dado materialmente. Ellos
no eran movidos por corazones llenos, sino por estómagos llenos – o vacíos.
b. A éste señaló Dios el Padre: Una señal era una marca de propiedad y
garantía de los contenidos. Ellos debían tener confianza en Jesús porque Dios el
Padre Lo ha “garantizado.”
2. (Juan 6:28-29) Jesús responde la segunda pregunta: ¿Qué debemos hacer
para poner enpráctica las obras de Dios?
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras
de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en
el que él ha enviado.
a. ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Los que
cuestionaron a Jesús parecían seguros de que si Jesús les decía qué hacer,
podrían agradarle por las obras de Dios. Para esta gente, como a mucha otra de
estos tiempos, la salvación se encuentra en la fórmula correcta para desempeñar
obras que agradarán a Dios.
b. Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado: Jesús primera y
ultimadamente nos manda que no hagamos, sino que confiemos. Si queremos
hacer la obra de Dios, empecemos por confiar en Jesús.
i.¿Cómo te sentirías si un niño te obedeciera perfectamente pero que no confiara
en tí ni te amara? Dios quiere que nuestra obediencia a Él provenga de una
relación de amor y confianza.
Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te
creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el
desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo:
De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre
os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que
descendió del cielo y da vida al mundo.
Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de
vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá
sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Todo lo
que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad
del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de
todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día
postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que
ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero.
a. Danos siempre de este pan: Cuando tenemos hambre, sentimos como que la
comida resolverá todos nuestros problemas. Es igual con casi todas las demás
dificultades prácticas en las que nos encontramos. Así como Jesús trató de elevar
su entendimiento por encima de las necesidades físicas y materiales, también
necesitamos tener nuestras mentes elevadas.
b. Yo soy el pan de vida: Jesús en su respuesta trata de levantar sus ojos del
pan hacia las realidades espirituales. Ellos necesitan poner su confianza en Jesús
en lugar de en el pan.
c. Jesús es digno de su confianza porque:
a. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere: Los judíos
pensaban que todos ellos eran escogidos de Dios en virtud de su nacimiento.
Jesús deja claro que Dios debe traerlos antes de que por sí mismos puedan venir
a Dios. Todos los que respondan al Padre, responderán al Hijo.
b. Nos gusta sentirnos como que estamos a cargo y nos entregamos a Dios. Pero
en verdad, Él llama y nosotros venimos. Este entendimiento de la iniciativa de Dios
en la salvación debería hacernos más confiados en el evangelismo, sabiendo que
Dios está atrayendo gente, podemos esperar ver a aquellos que el Padre está
atrayendo para que vengan a Él.
6. (Juan 6:47-59) El verdadero pan del cielo.
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el
pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no
muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este
pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré
por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo:
¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de
cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su
sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y
bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre
viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá
por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres
comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
a. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan,
vivirá parasiempre: Jesús habló de una manera retórica. Esta metáfora de comer
y tomar era común en los tiempos de Jesús, y se refería a hablar desde lo más
profundo del ser.
i. Algunos han tomado estas palabras más literalmente y las han aplicado a la
comunión. De esto, la iglesia ortodoxa en el Este practica la comunión de los
niños. Ellos creen que los niños no serán salvos a menos que participen de la
comunión.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le
respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente. Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los
doce, y uno de vosotros es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de
Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.
ii. También nos recuerda que seguir a Jesús, aunque en ocasiones sea difícil, es
mejor que cualquier otra alternativa. Seguir a Jesús es la manera más difícil de
vivir – excepto todas las demás.