JURISPRUDENCIA
JURISPRUDENCIA
JURISPRUDENCIA
° 05961-2009-PA/TC
LIMA
TRANSPORTES VICENTE,
EUSEBIO, ANDREA S.A.C.
(TRANSP VEA S.A.C.)
ASUNTO
ANTECEDENTES
La Sala revisora confirmó la apelada, por estimar que la demanda debió ser
interpuesta en el distrito de Lima y no en el de Huaycán, porque el Juez competente
para conocer el presente proceso, por razón de territorio, es el Juez del distrito de Lima.
FUNDAMENTOS
2. Con relación al Juez competente para conocer la demanda de autos, debe señalarse
que para determinarlo resulta aplicable la redacción original del artículo 51º del
CPConst., cuyo texto establecía que son competentes para conocer del proceso de
amparo “el Juez civil del lugar donde se afectó el derecho, o donde tiene su
domicilio el afectado, o donde domicilia el autor de la infracción”.
Ello debido a que la modificación del artículo 51º efectuada por la Ley N.° 28946,
no es de aplicación al caso de autos, por cuanto la demanda fue interpuesta con
anterioridad a la entrada en vigencia de dicha modificación.
De otra parte, también debe precisarse que el aparente conflicto entre el contenido
de las constancias policiales emitidas por la Comisaría de Huaycán, obrantes a fojas
264 y 282, debe ser resuelto conforme al principio pro actione reconocido en el
artículo III del Título Preliminar del CPConst., que preceptúa que cuando en un
proceso constitucional se presente una duda razonable respecto de si el proceso debe
declararse concluido, el Tribunal Constitucional optará por su continuación.
4. Con relación a la excepción de prescripción, este Tribunal debe señalar que ésta
resulta desestimable, pues se denuncia una supuesta afectación de naturaleza
continuada, por lo que el cuestionamiento de la constitucionalidad de los decretos
mencionados a través del proceso de amparo no está sujeto a plazo prescriptorio,
conforme lo ha sostenido este Tribunal en la sentencia recaída en el Exp. N.º 03610-
2008-PA/TC.
En dicha sentencia, con relación a los decretos que establecen requisitos para la
importación de vehículos automotores usados, este Tribunal señaló que
“encontrándonos frente a una supuesta afectación de naturaleza continuada, su
impugnación a través del proceso de amparo no está sujeta a plazo prescriptorio,
conforme lo ha sostenido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, de conformidad
con lo establecido en el artículo 44º del Código Procesal Constitucional”.
La Sociedad demandante aduce que los decretos cuestionados vulneran sus derechos
fundamentales al trabajo y a la libertad de contratación, pues considera lesivo a sus
derechos el impedimento de poder importar vehículos automotores usados que
tengan una antigüedad no mayor de cinco años.
Refiere que, en coherencia con tal objetivo, el establecimiento de los requisitos para
la importación de vehículos automotores usados tiene por finalidad la tutela del
medio ambiente y de los derechos fundamentales a la salud y a la vida de los
ciudadanos, debido a que buscan evitar el ingreso de vehículos automotores que por
su antigüedad y su sistema de combustión puedan ocasionar un grave perjuicio al
medio ambiente.
En este caso, don Jaime Wiliam Avellaneda López demandó que se declare
inaplicable el Decreto Supremo N.º 017-2005-MTC, porque consideraba que su
contenido normativo vulneraba sus derechos constitucionales al trabajo y a la
libertad de contratación.
La demanda, luego de ser admitida y desestimada en primer como en segundo
grado, fue resuelta en forma definitiva por este Tribunal. En la sentencia, que fue
publicada en la página web el 18 de marzo de 2008, se declaró infundada la
demanda porque se consideró que:
“4. (...) los derechos a la libertad de trabajo y empresa, así como el derecho a la
libre contratación, no resultan absolutos, sino que el ejercicio de los mismos
debe ser compatibilizado con otros derechos y bienes constitucionales tutelados,
como en este caso lo es la protección del medio ambiente y la salud pública
(...)”.
En este caso, World Cars Import demandó que se declare inaplicables el artículo 1º
del Decreto Legislativo N.º 843, los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC,
017-2005-MTC y 042-2006-MTC y los Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y
086-2000, porque consideraba que su contenido normativo vulneraba sus derechos
constitucionales al trabajo, a la libre contratación y a la libertad de empresa.
41. Ahora bien, el Tribunal Constitucional estima pertinente resaltar que si bien
el recurrente ha cuestionado la constitucionalidad de tales medidas,
simplemente se ha limitado a señalar, de manera vaga, que sus derechos, entre
ellos, su derecho a la libre contratación, vienen siendo conculcados, sin tomar
en consideración, por un lado, que el ejercicio de ningún derecho fundamental
puede efectuarse al margen de los principios, valores y demás derechos
fundamentales que la Constitución reconoce, y por otro, desconociendo
además la función supervisora y reguladora del Estado, más aún en un sector
estratégico como el transporte, que es tan trascendente para el progreso
económico y la cohesión del país”.
(...)
(...)
Cabe destacar que en esa ocasión, este Tribunal enfatizó que la constitucionalidad
de los requisitos establecidos por el Decreto Supremo N.° 017-2005-MTC para la
importación de vehículos automotores usados se fundamenta en que constituye una
medida legislativa legítima e idónea que busca prevenir y proteger la afectación del
medio ambiente, específicamente la contaminación del aire. Y porque en autos
existían medios de prueba (informes técnicos) que demostraban que la importación
de vehículos automotores y partes usadas constituía una actividad económica dañina
para el medio ambiente.
(...)
(...)
Como primera cuestión debe destacarse que en esta sentencia, además de evaluarse
la constitucionalidad del contenido normativo de los Decretos de Urgencia N.os 079-
2000 y 086-2000 y de los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC y 017-2005-
MTC, también se evaluó la constitucionalidad del Decreto Supremo N.º 042-2006-
MTC. Como segunda cuestión, debe resaltarse que la fundamentación utilizada por
esta sentencia para desestimar la demanda se remite a lo argumentado por este
Tribunal en la sentencia recaída en el Exp. N.º 03610-2008-PA/TC.
En este caso, Dan Export S.A.C. demandó que se declare inaplicables el Decreto
Supremo N.° 042-2006-MTC y los Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y 086-
2000, porque consideraba que su contenido normativo vulneraba sus derechos
constitucionales al trabajo, a la libre contratación y a la libertad de iniciativa
privada.
(...)
§4. Fuerza vinculante de las sentencias del Tribunal Constitucional y razones para
emitir un precedente constitucional vinculante
Estando a ello, y por virtud del tercer párrafo del artículo VI del Título Preliminar
del CPConst. y de la Primera Disposición General de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, los jueces y salas del Poder Judicial no pueden dejar de aplicar los
criterios mencionados en la resolución de casos similares, pues en los artículos
mencionados se dispone expresamente que los Jueces y Tribunales interpretan y
aplican las leyes y toda norma con rango de ley y los reglamentos respectivos según
los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación de los
mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional en
todo tipo de procesos, bajo responsabilidad.
En este sentido, debe recordarse que en las sentencias recaídas en los Exps.
N.os 0024-2003-AI/TC y 03741-2004-PA/TC, se establecieron los seis presupuestos
básicos que deben observarse en forma alternativa para establecer un precedente
vinculante, que son:
a. Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o administrativos vienen
resolviendo con distintas concepciones o interpretaciones sobre una determinada
figura jurídica o frente a una modalidad o tipo de casos; es decir, cuando se acredita
la existencia de precedentes conflictivos o contradictorios.
b. Cuando se evidencia que los operadores jurisdiccionales o administrativos vienen
resolviendo en base a una interpretación errónea de los derechos, principios o
normas constitucionales o de una norma del bloque de constitucionalidad; lo cual, a
su vez, genera una indebida aplicación de tal norma.
c. Cuando se evidencia la existencia de un vacío o laguna normativa.
d. Cuando se evidencia la existencia de una norma carente de interpretación
jurisdiccional en sentido lato aplicable a un caso concreto, y en donde caben varias
posibilidades interpretativas.
e. Cuando se evidencia la necesidad de cambiar o revocar de precedente vinculante.
f. Cuando en el marco de un proceso constitucional de tutela de los derechos, el
Tribunal constata la inconstitucionalidad manifiesta de una disposición normativa
que no solo afecta al reclamante, sino que tiene efectos generales que suponen una
amenaza latente para los derechos fundamentales. En este supuesto, al momento de
establecer el precedente vinculante, el Tribunal puede proscribir la aplicación, a
futuros supuestos, de parte o del total de la disposición o de determinados sentidos
interpretativos derivados del mismo; o puede también establecer aquellos sentidos
interpretativos que son compatibles con la Constitución.
13. En el presente caso, con las resoluciones judiciales obrantes de fojas 87 a 123 del
cuadernillo de este Tribunal, se comprueba que en el caso de los requisitos para la
importación de vehículos automotores y partes usadas concurre el primer
presupuesto para establecer un precedente vinculante, pues con ellas se acredita que
existen decisiones judiciales que contradicen la jurisprudencia de este Tribunal.
Por esta razón, este Tribunal también considera que los requisitos para la
importación de vehículos automotores usados establecidos en los Decretos de
Urgencia N.os 050-2008 y 052-2008 constituyen un límite legítimo, razonable y
proporcional al ejercicio de los derechos constitucionales al trabajo y a las libertades
de trabajo, de empresa, de contratación y de iniciativa privada, porque persiguen la
protección de un fin constitucional, como lo es la protección de los derechos a un
medio ambiente equilibrado y adecuado y a la salud de las personas.
15. En sentido similar, puede destacarse la sentencia de primer grado del proceso de
amparo recaído en el Exp. N.º 03816-2009-PA/TC. En los antecedentes de aquella
sentencia, se consignó que:
16. Es más, también debe destacarse que en el presente proceso de amparo el Juzgado
Mixto de Huaycán, con fecha 12 de octubre de 2006, estimó parcialmente la
solicitud de medida cautelar peticionada por la Sociedad demandante y ordenó la
inaplicación de los Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y 086-2000 y de los
Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC y 017-2005-MTC.
Lo particular de esta medida cautelar es que, a pesar de que fue anulada con fecha
12 de marzo de 2007, mediante la Resolución N.º 4 (cuaderno cautelar), como
consecuencia de que ese mismo día el Juzgado Mixto de Huaycán emitió la
Resolución N.º 12 (cuaderno principal) que declaró no sanear el proceso, nulo todo
lo actuado y concluido el proceso, con fecha 3 de junio de 2009, el mismo Juzgado
Mixto de Huaycán a cargo de la Jueza María Cecilia de los Ángeles Ruidas Sánchez
emitió la Resolución S/N, obrante a fojas 51 del cuadernillo de este Tribunal, cuya
parte resolutiva precisa que:
17. Del recuento de la jurisprudencia reseñada sobre los requisitos para la importación
de vehículos automotores y partes usadas, puede apreciarse que desde el 5 de
noviembre de 2008, con la publicación de la sentencia recaída en el Exp. N.º
03610-2008-PA/TC, este Tribunal ha tenido y mantenido un posición uniforme y
reiterada sobre la constitucionalidad del contenido normativo del artículo 1º del
Decreto Legislativo N.º 843, de los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-
2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC y de los Decretos de Urgencia
N.os 079-2000 y 086-2000, y que, a pesar de ello, los jueces del Poder Judicial han
venido resolviendo demandas de amparo y medidas cautelares en contra de la
jurisprudencia de este Tribunal, infringiendo de este modo el tercer párrafo del
artículo VI del Título Preliminar del CPConst. y la Primera Disposición General
de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
18. En este orden de ideas, debe precisarse que a partir del día siguiente de la
publicación de la sentencia recaída en el Exp. N.º 03610-2008-PA/TC en la página
web, esto es, el 6 de noviembre de 2008, ninguna resolución judicial podía inaplicar
el artículo 1º del Decreto Legislativo N.º 843, los Decretos Supremos N.os 045-
2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC y los Decretos de Urgencia N.os 079-
2000 y 086-2000, y ello pese a que, con anterioridad se habían emitido las
sentencias recaídas en los Exps. N.os 01196-2003-AA/TC y 08881-2006-PA/TC.
De otra parte, también debe precisarse que, en caso de que con anterioridad a la
fecha de emisión de la sentencia recaída en el Exp. N.º 03610-2008-PA/TC se
hubieren emitido sentencias y/o medidas cautelares inaplicando el Decreto
Legislativo N.º 843, o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC
y 042-2006-MTC o los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y
052-2008, tales resoluciones deben mantenerse vigentes (eficaces y ejecutables)
hasta el 5 de noviembre de 2008.
19. Atendiendo a todo ello, este Tribunal concluye que toda resolución judicial que a
partir del 6 de noviembre de 2008, haya inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843,
o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC o
los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, es
ineficaz porque ha sido emitida en desacato de la jurisprudencia uniforme y
reiterada de este Tribunal, porque contradicen la cosa juzgada constitucional y
porque también han sido expedidas en contravención del tercer párrafo del artículo
VI del Título Preliminar del CPConst. y de la Primera Disposición General de la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
20. Teniendo presente lo dicho, este Tribunal advierte que las resoluciones judiciales
firmes que hayan inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843, o los Decretos
Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC
o los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, generan
un conflicto entre el principio de seguridad jurídica y la garantía de la cosa juzgada
constitucional.
Ello debido a que las resoluciones judiciales firmes que inaplican los decretos
mencionados no pueden ser declaradas nulas mediante la sentencia del presente
proceso, por cuanto las partes de aquellos procesos no han formado parte de este (no
han podido ejercer su derecho de defensa), lo cual no impide que dichas
resoluciones puedan ser declaradas ineficaces, es decir, que no sean ejecutadas en
sus propios términos por contravenir la jurisprudencia uniforme y reiterada de este
Tribunal.
Ante tal conflicto suscitado, este Tribunal estima que la solución más adecuada,
proporcional y racional no es la declaración de nulidad de todas las resoluciones
judiciales firmes que inapliquen los decretos mencionados, pues ello conllevaría la
afectación del derecho de defensa de todas aquellas partes que no han actuado ni
participado en el presente proceso, sino la de habilitar excepcionalmente el plazo de
prescripción previsto en el segundo párrafo del artículo 44º del CPConst., para que
el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a través de su Procurador Público,
pueda demandar la nulidad de las resoluciones a través del proceso de amparo
contra resolución judicial firme.
21. En tal temperamento, en virtud del artículo 201º de la Constitución y del artículo
VII del Título Preliminar del CPConst, este Tribunal establece como precedente
vinculante las siguientes reglas:
a. Que el contenido normativo del Decreto Legislativo N.º 843, de los Decretos
Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC
y de los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008 es
conforme con la Constitución, por cuanto no vulnera en forma directa ni indirecta el
contenido constitucional de los derechos al trabajo y a las libertades de trabajo, de
empresa, de contratación y de iniciativa privada, por lo que los decretos
mencionados no pueden ser inaplicados en ninguna clase de proceso por los jueces
del Poder Judicial.
En tal sentido, todos los jueces del Poder Judicial que conozcan de cualquier clase
de proceso en el que se cuestione la constitucionalidad del Decreto Legislativo N.º
843, o de los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-
MTC y 042-2006-MTC o de los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000,
050-2008 y 052-2008, por imperio del tercer párrafo del artículo VI del Título
Preliminar del CPConst. y de la Primera Disposición General de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional, tienen el deber de confirmar la constitucionalidad de su
contenido normativo.
b. Las resoluciones judiciales que hayan inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843,
o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y
042-2006-MTC o los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y
052-2008, son eficaces y ejecutables hasta el 5 de noviembre de 2008.
A partir del 6 de noviembre de 2008, todas las resoluciones judiciales que hayan
inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843, o los Decretos Supremos N.os 045-2000-
MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC o los Decretos de
Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, son consideradas
contrarias a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, al tercer párrafo del
artículo VI del Título Preliminar del CPConst. y a la Primera Disposición General
de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, por lo que carecen de eficacia.
Para que se declare la nulidad de las resoluciones judiciales firmes emitidas a partir
del 6 de noviembre de 2008, que hayan inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843,
o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y
042-2006-MTC o los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y
052-2008, excepcionalmente, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a
través de su Procurador Público, tiene habilitado el plazo de prescripción previsto en
el segundo párrafo del artículo 44º del CPConst. para interponer la respectiva
demanda de amparo contra resolución judicial firme.
22. Como la demanda tiene por objeto que se declare inaplicables los Decretos de
Urgencia N.os 079-2000 y 086-2000, los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC y
017-2005-MTC y el artículo 3º del Decreto Legislativo N.º 843, este Tribunal para
desestimar la demanda se remite a los argumentos expuestos en los fundamentos 9
a 11, supra.
HA RESUELTO
3. Establecer conforme al artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, como PRECEDENTE VINCULANTE las reglas contenidas en el
fundamento 21, que son las siguientes:
a. Que el contenido normativo del Decreto Legislativo N.º 843, de los Decretos
Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-
MTC y de los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-
2008 es conforme con la Constitución, por cuanto no vulnera en forma directa ni
indirecta el contenido constitucional de los derechos al trabajo y a las libertades
de trabajo, de empresa, de contratación y de iniciativa privada, por lo que los
decretos mencionados no pueden ser inaplicados en ninguna clase de proceso
por los jueces del Poder Judicial.
En tal sentido, todos los jueces del Poder Judicial que conozcan de cualquier
clase de proceso en el que se cuestione la constitucionalidad del Decreto
Legislativo N.º 843, o de los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-
2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC o de los Decretos de Urgencia
N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, por imperio del tercer párrafo
del artículo VI del Título Preliminar del CPConst. y de la Primera
Disposición General de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, tienen el
deber de confirmar la constitucionalidad de su contenido normativo.
b. Las resoluciones judiciales que hayan inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843,
o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC
y 042-2006-MTC o los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-
2008 y 052-2008, son eficaces y ejecutables hasta el 5 de noviembre de 2008.
A partir del 6 de noviembre de 2008, todas las resoluciones judiciales que hayan
inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843, o los Decretos Supremos N.os 045-
2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC o los Decretos
de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, son consideradas
contrarias a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, al tercer párrafo del
artículo VI del Título Preliminar del CPConst. y a la Primera
Disposición General de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, por lo que
carecen de eficacia.
4. Poner la presente sentencia en conocimiento del Presidente del Poder Judicial, del
Consejo Nacional de la Magistratura y de los jefes de las Oficinas de Control
Interno de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público.
Publíquese y notifíquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
Petitorio de la demanda
Contestación de la demanda
Por ello es que expresamente el artículo 37º del Código Procesal Constitucional
señala que los derechos protegidos por el proceso de amparo son los que enumera
el articulo 2º de la Constitución Política del Perú, referida obviamente a los
derechos de la persona humana, exceptuando el derecho a la libertad individual
porque singularmente dicho derecho está protegido por el proceso de habeas
corpus y los destinados a los procesos de cumplimiento y habeas data para los que
la ley les tiene reservados tratamientos especiales por cuanto traen conflictos de
diversa naturaleza. Esto significa entonces que el proceso de amparo está
destinado exclusiva y excluyentemente a la defensa de los derechos fundamentales
directamente relacionados a la persona humana.
Esto quiere decir que nuestra legislación civil ordinaria ha contemplado tal
separación precisando los derechos y obligaciones de una y otras. En lo que
respecta a las personas morales que denomina jurídicas, hace la distinción al
señalar la decisión libre de varias personas naturales de formar un conglomerado
con objetivo igual pero con identidad propia distinta a la de cada una de las
personas naturales que crearon dicha “persona” ideal. Dotada así de derechos y
obligaciones la “persona jurídica” tiene atribuciones que no corresponden a los
derechos de las personas naturales que la crearon con entera libertad. Cabe por
ello recalcar que los fines de la persona jurídica son distintos a los fines de las
personas naturales que la formaron puesto que la reunión de éstas se da por
intereses comunes, y que conforman un interés propio y distinto a los intereses
personales de cada uno de sus integrantes, pudiendo tener fines de lucro el aludido
conglomerado venido a conocerse con la denominación legal de persona jurídica.
Las personas jurídicas que tienen interés de lucro destinan sus actividades en
función de los capitales que aportan sus integrantes con la expectativa de obtener
utilidades que se destinaran al fin de cuentas a estas personas naturales y en
proporción de sus aportes. Por esto se afirma en el lenguaje mercantil que la
persona jurídica más que una sociedad de personas es una sociedad de capitales.
Entonces cuando estas personas jurídicas denominadas empresas consideran que
se les ha vulnerado un derecho fundamental directamente vinculado a sus intereses
patrimoniales, deben de buscar un mecanismo idóneo para la solución del
conflicto, teniendo en cuenta prima facie que los jueces ordinarios son los
encargados de velar por la defensa y protección de estos derechos, también
protegidos por el amplio manto de la Constitución Política del Estado. Sin
embargo estas empresas cada vez que ven afectados sus intereses económicos,
teniendo a su alcance el proceso ordinario correspondiente igualmente
satisfactorio, suelen recurrir, interesadamente, al proceso constitucional que, como
queda dicho, es exclusivo y excluyente de la persona humana. Esta determinación
arbitraria, además de ser anormal y caótica, coadyuva a la carga procesal que
tiende a rebasar la capacidad manejable del Tribunal Constitucional y a sembrar
en algunos sectores de la sociedad la idea de un afán invasorio que por cierto no
tiene este colegiado.
En el caso de las personas jurídicas que no tienen fines de lucro la propia ley civil
establece la vía específica para solicitar la restitución de los derechos particulares
de sus integrantes como el caso de las asociaciones para las que la ley destina un
proceso determinado en sede ordinaria.
En el presente caso
En consecuencia es por estas razones que considero que la demanda debe ser
declarada INFUNDADA.
SR.
JUAN FRANCISCO VERGARA GOTELLI
EXP. N.° 05961-2009-PA/TC
LIMA
TRANSPORTES VICENTE,
EUSEBIO, ANDREA S.A.C.
(TRANSP VEA S.A.C.)
ASUNTO
ANTECEDENTES
La Sala revisora confirmó la apelada, por estimar que la demanda debió ser
interpuesta en el distrito de Lima y no en el de Huaycán, porque el Juez competente
para conocer el presente proceso, por razón de territorio, es el Juez del distrito de Lima.
FUNDAMENTOS
2. Con relación al Juez competente para conocer la demanda de autos, debe señalarse
que para determinarlo resulta aplicable la redacción original del artículo 51º del
CPConst., cuyo texto establecía que son competentes para conocer del proceso de
amparo “el Juez civil del lugar donde se afectó el derecho, o donde tiene su
domicilio el afectado, o donde domicilia el autor de la infracción”.
Ello debido a que la modificación del artículo 51º efectuada por la Ley N.° 28946,
no es de aplicación al caso de autos, por cuanto la demanda fue interpuesta con
anterioridad a la entrada en vigencia de dicha modificación.
En sentido similar, este Tribunal debe destacar que si bien el domicilio fiscal de la
Sociedad demandante se encuentra ubicado en el distrito de Lima, según se aprecia
del Registro Único de Contribuyente, obrante a fojas 3, ello no significa que éste, en
todos los casos, sea el mismo domicilio que prevé la redacción original del artículo
51º del CPConst. para efectos de interponer la demanda de amparo. En algunos
casos ambos domicilios pueden coincidir, pero en otros casos el domicilio fiscal
puede ser distinto al domicilio del demandante, tal como sucede en el caso de autos.
Por esta razón, también resulta desestimable la excepción de incompetencia.
De otra parte, también debe precisarse que el aparente conflicto entre el contenido
de las constancias policiales emitidas por la Comisaría de Huaycán, obrantes a fojas
264 y 282, debe ser resuelto conforme al principio pro actione reconocido en el
artículo III del Título Preliminar del CPConst., que preceptúa que cuando en un
proceso constitucional se presente una duda razonable respecto de si el proceso debe
declararse concluido, el Tribunal Constitucional optará por su continuación.
4. Con relación a la excepción de prescripción, este Tribunal debe señalar que ésta
resulta desestimable, pues se denuncia una supuesta afectación de naturaleza
continuada, por lo que el cuestionamiento de la constitucionalidad de los decretos
mencionados a través del proceso de amparo no está sujeto a plazo prescriptorio,
conforme lo ha sostenido este Tribunal en la sentencia recaída en el Exp. N. º
03610-2008-PA/TC.
Refiere que, en coherencia con tal objetivo, el establecimiento de los requisitos para
la importación de vehículos automotores usados tiene por finalidad la tutela del
medio ambiente y de los derechos fundamentales a la salud y a la vida de los
ciudadanos, debido a que buscan evitar el ingreso de vehículos automotores que por
su antigüedad y su sistema de combustión puedan ocasionar un grave perjuicio al
medio ambiente.
En este caso, Import Export Viz Car E.I.R.L demandó que se declaren inaplicables
el Decreto de Urgencia N.º 079-2000, Decreto Supremo N.° 045-2000-MTC,
y la Circular N.º INTA-CR-124; porque consideraba que vulneraban sus derechos
constitucionales a la libertad de contratación, a la libertad de trabajo y de empresa y
a la irretroactividad de la ley.
En este caso, don Jaime Wiliam Avellaneda López demandó que se declare
inaplicable el Decreto Supremo N.º 017-2005-MTC, porque consideraba que su
contenido normativo vulneraba sus derechos constitucionales al trabajo y a la
libertad de contratación.
“4. (...) los derechos a la libertad de trabajo y empresa, así como el derecho a la
libre contratación, no resultan absolutos, sino que el ejercicio de los mismos
debe ser compatibilizado con otros derechos y bienes constitucionales tutelados,
como en este caso lo es la protección del medio ambiente y la salud pública
(...)”.
En este caso, World Cars Import demandó que se declare inaplicables el artículo 1º
del Decreto Legislativo N.º 843, los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC,
017-2005-MTC y 042-2006-MTC y los Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y
086-2000, porque consideraba que su contenido normativo vulneraba sus derechos
constitucionales al trabajo, a la libre contratación y a la libertad de empresa.
41. Ahora bien, el Tribunal Constitucional estima pertinente resaltar que si bien
el recurrente ha cuestionado la constitucionalidad de tales medidas,
simplemente se ha limitado a señalar, de manera vaga, que sus derechos, entre
ellos, su derecho a la libre contratación, vienen siendo conculcados, sin tomar
en consideración, por un lado, que el ejercicio de ningún derecho fundamental
puede efectuarse al margen de los principios, valores y demás derechos
fundamentales que la Constitución reconoce, y por otro, desconociendo
además la función supervisora y reguladora del Estado, más aún en un sector
estratégico como el transporte, que es tan trascendente para el progreso
económico y la cohesión del país”.
En buena cuenta, este Tribunal desestimó la demanda y ratificó la constitucionalidad
del contenido normativo del artículo 1º del Decreto Legislativo N.º 843, de los
Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC y de los
Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y 086-2000, bajo el argumento de que la
Constitución Ecológica permite que el Poder Ejecutivo imponga requisitos
razonables y proporcionales para la importación de vehículos automotores usados,
por cuanto estos tienen por finalidad proteger los derechos a la vida, a la seguridad y
al medio ambiente equilibrado y adecuado de la población.
(...)
(...)
(...)
Por esta razón, este Tribunal también considera que los requisitos para la
importación de vehículos automotores usados establecidos en los Decretos de
Urgencia N.os 050-2008 y 052-2008 constituyen un límite legítimo, razonable y
proporcional al ejercicio de los derechos constitucionales al trabajo y a las libertades
de trabajo, de empresa, de contratación y de iniciativa privada, porque persiguen la
protección de un fin constitucional, como lo es la protección de los derechos a un
medio ambiente equilibrado y adecuado y a la salud de las personas.
13. Cabe hacer hincapié en que desde el 5 de noviembre de 2008, con la publicación de
la sentencia recaída en el Exp. N.º 03610-2008-PA/TC, este Tribunal ha tenido y
mantenido un posición uniforme y reiterada sobre la constitucionalidad del
contenido normativo del artículo 1º del Decreto Legislativo N.º 843, de los Decretos
Supremos N.os 045-2000-MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC
y de los Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y 086-2000, y que, a pesar de ello, los
jueces del Poder Judicial han venido resolviendo demandas de amparo y medidas
cautelares en contra de la jurisprudencia de este Tribunal, infringiendo de este modo
el segundo párrafo del artículo VI del Título Preliminar del CPConst. y la Primera
Disposición Final de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
14. En este orden de ideas, mediante la presente sentencia, debe precisarse que a partir
del día siguiente de la publicación de la referida sentencia recaída en el Exp. N. º
03610-2008-PA/TC en la página web, esto es, el 6 de noviembre de 2008, ninguna
resolución judicial podía inaplicar el artículo 1º del Decreto Legislativo N. º 843, los
Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC y los
Decretos de Urgencia N.os 079-2000 y 086-2000, y ello pese a que, con anterioridad
se habían emitido las sentencias recaídas en los Exps. N.os 01196-2003-AA/TC y
08881-2006-PA/TC. Sin embargo, se considera esta sentencia como “fecha de
corte” ya que hace un análisis pormenorizado del fenómeno de la importación de
vehículos usados, su normativa y restricciones constitucionales.
De otra parte, también debe precisarse que, en caso de que con anterioridad a la
fecha de emisión de la sentencia recaída en el Exp. N. º 03610-2008-PA/TC se
hubieren emitido sentencias y/o medidas cautelares inaplicando el Decreto
Legislativo N.º 843, o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC
y 042-2006-MTC o los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y
052-2008, tales resoluciones deben mantenerse vigentes (eficaces y ejecutables)
hasta el 5 de noviembre de 2008.
15. Atendiendo a todo ello, este Tribunal concluye que toda resolución judicial que a
partir del 6 de noviembre de 2008, haya inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843,
o los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC o
los Decretos de Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, es nula
porque ha sido emitida en desacato de la jurisprudencia uniforme y reiterada de este
Tribunal y contradicen la cosa juzgada constitucional, porque también han sido
expedidas en contravención del segundo párrafo del artículo VI del Título
Preliminar del CPConst. y de la Primera Disposición Final de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional.
16. Como la demanda tiene por objeto que se declare inaplicables los Decretos de
Urgencia N.os 079-2000 y 086-2000, los Decretos Supremos N.os 045-2000-MTC y
017-2005-MTC y el artículo 3º del Decreto Legislativo N.º 843, este Tribunal para
desestimar la demanda se remite a los argumentos expuestos en los fundamentos
precedentes y en particular a lo dispuesto en la STC 03610-2008-PA/TC
4. A partir del 6 de noviembre de 2008, todas las resoluciones judiciales que hayan
inaplicado el Decreto Legislativo N.º 843, o los Decretos Supremos N.os 045-2000-
MTC, 053-2000-MTC, 017-2005-MTC y 042-2006-MTC o los Decretos de
Urgencia N.os 079-2000, 086-2000, 050-2008 y 052-2008, son consideradas
contrarias a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, al segundo párrafo del
artículo VI del Título Preliminar del CPConst. y a la Primera Disposición Final de la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, por lo que devienen en nulas.
5. Poner la presente sentencia en conocimiento del Presidente del Poder Judicial, del
Consejo Nacional de la Magistratura y de los jefes de las Oficinas de Control
Interno de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público.
CALLE HAYEN