Coronilla de La Divina Misericordia
Coronilla de La Divina Misericordia
Coronilla de La Divina Misericordia
(15H00)
1) MONICIÓN
Primera Opción
“Deseo que se rece la Coronilla de la Misericordia Divina; a quienes rezan esta Coronilla me
complazco en darles lo que me pidan… El alma que confía en mi misericordia es la más feliz
porque Yo mismo tengo cuidado de ella... Reza incesantemente este Rosario que te he
enseñado. Todo aquel que lo rece se hará acreedor a la Misericordia a la hora de la muerte”.
(Palabras de Jesús Misericordioso a Santa María Faustina Kowalska).
Segunda opción
La Coronilla de la Divina Misericordia es una oración devocional que garantiza a quienes la
rezan, especialmente en el momento de la muerte, la gracia de la conversión y el perdón de
todos los pecados. También es una oración que invoca la Misericordia de Dios sobre toda la
humanidad, ofreciendo la Pasión y el Amor de Jesús, Su sufrimiento, como un sacrificio para
acercar a Dios a los hombres.
2) SIGNARSE Y SANTIGUARSE
Toma el rosario en tus manos y empieza con la señal de la Cruz. Al mismo tiempo que hacemos una cruz en
la frente, luego en la boca y finalmente en el pecho repite la siguiente oración:
«Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén».
3) PADRE NUESTRO, AVE MARÍA (3), CREDO DE LOS APÓSTOLES
Rezarás el Padre Nuestro, Ave María y Credo de los apóstoles en las cinco primeras circunferencias.
PADRE NUESTRO
«Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona
nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación y líbranos del mal. Amén».
AVE MARÍA (3)
«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor está contigo; bendita eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por
nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».
CREDO DE LOS APÓSTOLES
«Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de
santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los
cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la
comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida
eterna. Amén».
4) ORACIÓN DEL DIARIO
Toma el medallón de Santo Rosario y se dice la siguiente oración.
REFLEXIÓN
Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de
perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad
infinita. Acógenos en la morada de Tú muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de
Él. Te lo suplicamos por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo. Oh omnipotencia
de la Divina Misericordia Salvación del hombre pecador, Tú eres la misericordia y un mar de
compasión, ayudas a quien te ruega con humildad. Padre eterno, mira con misericordia a
toda la humanidad, y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el
Corazón de Jesús lleno de compasión, y por su dolorosa Pasión muéstranos Tu misericordia
para que alabemos su omnipotencia por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
JACULATORIA
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
SEGUNDO MISTERIO DE LA MISERICORDIA: “Hoy, tráeme a las almas de los
sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable. Fueron
ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga Pasión. A través de ellas, como a
través de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad”.
REFLEXIÓN
Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para
que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean,
glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo. La fuente del amor de Dios, vive en
los corazones limpios, purificados en el mar de misericordia, resplandecientes como las
estrellas, claros como la aurora. Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de Tu
viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de Tu
bendición. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el
poder de Tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz
canten alabanzas a Tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
JACULATORIA
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
TERCER MISTERIO DE LA MISERICORDIA: “Hoy, tráeme a todas las almas
devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Estas almas Me consolaron
a lo largo del Vía Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de
amargura.”.
REFLEXIÓN
Jesús infinitamente compasivo, que desde el tesoro de Tu misericordia les concedes a
todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de Tu clementísimo Corazón
y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por el inconcebible amorTuyo con
que Tu Corazón arde por el Padre celestial. Son impenetrables las maravillasde la
misericordia,No alcanza sondearlas ni el pecador ni el justo,Miras a todos con compasión,Y
atraes a todos a tu amor.Padre eterno, mira con misericordia a las almas fieles como
herencia de Tu Hijo y por su dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición y rodéalas
con Tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que
con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por los
siglos de los siglos..
ORACIÓN
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
JACULATORIA
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
CUARTO MISTERIO DE LA MISERICORDIA: “Hoy, tráeme a las almas mansas y
humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia. Éstas son
las almas mas semejantes a Mi Corazón. Ellas Me fortalecieron durante Mi amarga
agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de Mis altares. Sobre
ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi
gracia; concedo Mi confianza a las almas humildes”.
REFLEXIÓN
Jesús, tan misericordioso, Tu Mismo has dicho: Aprendan de Mi que soy manso y
humilde de corazón. Acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas
mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños.
16Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre
celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita
Dios Mismo. Estas almas tienen una morada permanente en Tu compasivísimo
Corazóny cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.De verdad el
alma humilde y mansaYa aquí en la tierra respira el paraíso,Y del perfume de su humilde
corazónSe deleita el Creador Mismo.Padre eterno, mira con misericordia a las almas
mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el
muy compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a Tu Hijo.
Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza Tu trono. Padre de misericordia y de toda
bondad, Te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que Te proporcionan,
bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de Tu
misericordia por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
JACULATORIA
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
QUINTO MISTERIO DE LA MISERICORDIA: “Hoy, tráeme a las almas tibias y
sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que más
dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó
la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja
de Mí este cáliz, si es Tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste
en recurrir a Mi misericordia”.
REFLEXIÓN
Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada
de Tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te
llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús tan
compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al mismo ardor de
Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.El fuego y el hielo no
pueden estar juntos,Ya que se apaga el fuego o se derrite el hielo.Pero Tu misericordia, oh
Dios,Puede socorrer las miserias aún mayores. Padre eterno, mira con misericordia a las
almas tibias que, sin embargo, están acogidas en el piadosísimo Corazón de Jesús.
Padre de la misericordia, Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por su
agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de Tu
misericordia.
ORACIÓN
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo
Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
JACULATORIA
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.