Rockefeller
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Fue un empresario, inversor e industrial estadounidense, que trabajó en la industria petrolera,
llegando al punto de monopolizarla. Formó parte del grupo de empresarios conocido como
«barones ladrones» de la Edad Dorada de la industria en los Estados Unidos, cuyo éxito le llevó a
ser el hombre más rico de su época.
Fue el fundador y presidente de la Standard Oil, una gigantesca compañía que llegó a controlar la
extracción, refinado, transporte y distribución de más del 90 % del petróleo de Estados Unidos y
sostuvo monopolios enteros (en forma de inversiones) en múltiples países extranjeros. Durante un
período de más de cuarenta años, consolidó a la Standard Oil como la compañía petrolera más
grande del mundo, revolucionando la industria en todos sus niveles y demostrando una
extraordinaria e implacable capacidad competitiva. Por otro lado, dedicó gran parte de su fortuna y
recursos a numerosas donaciones, fundaciones y programas, siendo el fundador de la Universidad
de Chicago, una de las universidades más prestigiosas del mundo, cuna de 87 Premios Nobel, así
como también de la Universidad Rockefeller en Nueva York, además de impulsar numerosas áreas
de la educación, la ciencia y la medicina.
Sus logros empresariales son tan destacables como controvertidos, pues mediante astucia, ingenio
y mucha dedicación, ascendió en el mundo empresarial, levantó un extenso imperio que se
extendió hasta un punto que ninguna otra empresa en la historia ha logrado alcanzar hasta hoy en
día. Señalado por sus prácticas monopolistas, fue denunciado por periodistas e investigadores, y a
la larga el gobierno de los Estados Unidos tuvo que enfrentarse a él, logrando llevarlo ante los
tribunales y consiguiendo tras años enteros de litigios que se dictara la separación de su
gigantesca compañía petrolífera, separación que tardó mucho tiempo en materializarse después de
dictada.
Rockefeller hasta ahora es el único caso de un empresario que llegó a construir un monopolio puro
(en cuya disolución finalmente tuvo que intervenir el propio gobierno de los Estados Unidos) y que
de hecho marcó en profundidad el desarrollo de la industria petrolera a nivel mundial.
En 1862, Rockefeller tenía 23 años, e invirtió 4000 dólares como socio comanditario en la nueva
firma Clark, Andrews & Co. En su primer año de negocios, Clark y Rockefeller obtuvieron unas
ganancias de 4400 dólares (con casi medio millón de dólares en negocios), que se convirtieron en
17.000 dólares al año siguiente. Sus beneficios se dispararon con el auge de la Guerra Civil,
debido a las grandes cantidades de alimentos y de suministros requeridos por el Ejército de la
Unión. Dos años antes del final Guerra Civil (que finalizaría en 1865), y con la perspectiva de que
las ganancias del período de guerra se iban a terminar, Clark y Rockefeller centraron su atención
en el refinado del petróleo crudo.
En aquella época, el gobierno federal estaba subsidiando la explotación del petróleo, aumentando
el precio de 0,35 dólares por barril en 1862 hasta los 13,75 dólares. Esto creó un exceso de
perforación petrolera, con miles de especuladores que intentaron hacer fortuna. La mayoría
fracasó, pero los que encontraron petróleo ni siquiera tuvieron que ser eficientes. Hacían agujeros
en el suelo y recogían el petróleo como podían, haciendo que arroyos y ríos fluyeran con el
petróleo desperdiciado en vez de con agua.
Existía un mercado para el petróleo refinado en forma de queroseno. El carbón se había utilizado
previamente para extraer queroseno, pero su tedioso proceso de extracción y su alto precio
impidieron su uso generalizado. Incluso con los altos costos del transporte de carga y un impuesto
del gobierno durante la Guerra Civil (el gobierno impuso un impuesto de veinte centavos por galón
al petróleo refinado), las ganancias de la venta del producto refinado eran grandes. El precio del
petróleo refinado en 1863 era de alrededor de 13 dólares por barril, con un margen de beneficio de
alrededor de 5 a 8 dólares por barril. Los gastos de capital para una refinería en ese momento eran
pequeños: entre 1 y 1,5 dólares por barril, y requerían solo unos pocos hombres para operar.
En este ambiente de auge derrochador, los socios cambiaron del comercio de alimentos al del
petróleo, construyendo una refinería en 1863 en "The Flats", más adelante en la floreciente área
industrial de Cleveland. La refinería era propiedad directa de Andrews, Clark & Company, que
estaba compuesta por Clark y Rockefeller, el químico Samuel Andrews y los dos hermanos de M.
B. Clark. El negocio petrolero comercial estaba entonces en su infancia. El aceite de ballena se
había vuelto demasiado caro para las masas, y se necesitaba un combustible de iluminación de
uso general más barato.
Mientras que otras refinerías transformaban un 60% del petróleo en queroseno, arrojando el 40%
restante en ríos y grandes balsas de lodos, Rockefeller siguió siendo tan económicamente eficaz
como siempre, utilizando la gasolina para alimentar la refinería y vendiendo el resto como aceite
lubricante, vaselina y cera de parafina y otros subproductos. El alquitrán se utilizaba para
pavimentar, y la nafta se enviaba a las plantas de gasificado.24 Del mismo modo, las refinerías de
Rockefeller contrataron a sus propios instaladores de tuberías, reduciendo a la mitad su costo. Los
barriles que costaban 2,50 dólares cada uno, terminaron en tan solo 0,96 dólares cuando
Rockefeller compró la madera y los hizo construir directamente en su empresa.
Al negarse su socio Clark a expandir la firma (le atemorizaba el pasivo de 100 000 dólares),
decidieron subastar la empresa. El 2 de febrero de 1865, la compañía salió a subasta, y las pujas
subieron rápidamente. Clark, decidido a quedarse con la firma, ofreciendo 72 000 dólares. Pero
Rockefeller, imperturbable, respondió con 72 500 dólares y se quedó con la compañía. El negocio,
que en adelante se llamaría Rockefeller & Andrews, pasando a ser la mayor refinería de Cleveland,
con una capacidad de 500 barriles por día.
En 1867, Henry Morrison Flagler se convirtió en socio, y se fundó la firma Rockefeller, Andrews &
Flagler. Al año siguiente, con la práctica continua de prestar dinero y reinvertir las ganancias,
controlar los costos y usar los subproductos de su actividad, la compañía pasó a poseer dos
refinerías de Cleveland y una subsidiaria de comercialización en Nueva York, y se había convertido
en la refinería de petróleo más grande del mundo. La empresa Rockefeller, Andrews & Flagler fue
la predecesora de la Standard Oil Company.
En aquella época, se decía que John Davison Rockefeller solo tenía que mostrarles a sus
competidores su cartera de inversiones y propiedades, para que estos decidieran venderle o
negociar con él. De lo contrario podían estar seguros de que Rockefeller se encargaría de
quebrarlos y llevarlos a la bancarrota. Después de todo, dejaba muy en clara su visión del negocio
con la frase:
Al final del Guerra de Secesión, Cleveland era uno de los cinco principales centros de refinación en
los Estados Unidos (además de Pittsburgh, New York y la región del noroeste de Pensilvania, de
donde procedía la mayor parte del petróleo). Hacia 1869, la capacidad de refinación de queroseno
era el triple de la necesaria para abastecer el mercado, y la capacidad se mantuvo en exceso
durante muchos años.
El siguiente paso de Rockefeller fue negociar en secreto con el ferrocarril tarifas preferenciales, y
ese descuento fue un arma esencial para fundar el 10 de enero de 1870 una nueva sociedad, con
1 millón de dólares de capital: la Standard Oil, que absorbió a la empresa Rockefeller & Andrews,
que venía de una rápida expansión. Debido a que la Standard Oil había sido creada por
Rockefeller, su hermano William y varias personas más, Rockefeller pasó a liderar la compañía.
Los ferrocarriles competían ferozmente por el tráfico del petróleo y, en un intento de crear un cártel
para controlar las tarifas de flete, formaron la South Improvement Company, ofreciendo ofertas
especiales a clientes a granel como la Standard Oil. El cártel ofreció a la compañía un trato
preferencial como expedidor de gran volumen, que incluía importantes descuentos y rebajas de
hasta el 50% para sus productos, de los que no disfrutaban los productos de la competencia.
Parte de este acuerdo fue el anuncio de un fuerte aumento del precio general de los fletes. Esto
desencadenó una tormenta de protestas de propietarios independientes de pozos petrolíferos,
incluidos boicots y vandalismo, lo que condujo al descubrimiento de la participación de la Standard
Oil en el acuerdo. Una importante refinería de Nueva York, encabezada por Charles Pratt y Henry
Huttleston Rogers, lideró la oposición a este plan, y los ferrocarriles pronto retrocedieron. El estado
de Pensilvania revocó el acuerdo del cártel y, por el momento, se restablecieron las tasas no
preferenciales. Si bien sus competidores pudieron sentirse perjudicados, los manejos de
Rockefeller hicieron que los consumidores estadounidenses obtuvieran queroseno y otros
derivados del petróleo más baratos. Antes de 1870, la luz de los quinqués estaba solo al alcance
de los ricos, provista por el costoso aceite de ballena. Durante la década siguiente, el queroseno se
convirtió en un producto asequible para las clases trabajadoras y medias.
Ahora John Davison Rockefeller controlaba una vasta red de refinerías. Además, como él mismo
había determinado que el negocio del petróleo podía generar ganancias desde más de un enfoque,
llevó a la empresa a desarrollar sistemas propios de extracción y transporte del crudo como los
oleoductos, controlando así todos los aspectos de la producción petrolera.
En 1870 la Standard Oil era una de las mayores refinerías del centro de los Estados Unidos y ya en
1872, junto con dos de los más importantes refinadores de Pittsburg y Filadelfia, pudieron manejar
a su antojo las tarifas con los ferrocarriles. La Standard Oil refinaba un cuarto de toda la producción
de petróleo del país, y eliminando paso a paso a la competencia, se convirtió en un poderoso
monopolio que refinaba el 95 % de la capacidad total de los Estados Unidos. Su equipo directivo
estaba formado por un conjunto de los más capaces financieros del país. Todos eran millonarios.
Para Rockefeller, la elección del personal siempre había sido un ingrediente importantísimo; elegía
a los más capaces y entusiastas.
inalmente, se planteó el caso ante el Tribunal Superior de Justicia de Ohio, que decretó a la
Standard Oil Trust como un monopolio ilegal y ordenó su disolución por violar la Ley Sherman
Antitrust. Para entonces, la compañía todavía poseía una participación del 70% del mercado de
petróleo refinado, pero solo el 14% del suministro de petróleo crudo de EE. UU. 49 La decisión fue
apelada por Rockefeller, pero perdió. Aun así, con todo y las exigencias de la corte, el monopolio
no se disolvió como tal hasta 1899, dado que, si bien accedió a desactivar la Standard Oil Trust, el
imperio petrolífero de Rockefeller ya estaba más que afianzado, y ese año John Davison
Rockefeller estableció la Standard Oil Company en Nueva Jersey, siendo su presidente hasta su
jubilación en 1911. Este mismo año la empresa se dividió en 37 diferentes corporaciones por orden
del Tribunal Superior de Justicia de Estados Unidos, que consideró a la compañía demasiado
grande y poderosa en la industria como para continuar unida. Aun así, Rockefeller continuó
manteniendo el 30 % de las acciones de todas esas compañías y su familia continuó manteniendo
la mayoría del resto de las acciones, por lo que su fortuna no se vio afectada.
Tanto Rockefeller como todos los demás accionistas recibieron un pago proporcional por su
participación en cada una de las 34 compañías. Como consecuencia, el control de Rockefeller
sobre la industria petrolera se redujo algo, pero en los siguientes 10 años, la ruptura también le
resultó inmensamente rentable. El patrimonio neto combinado de las empresas se multiplicó por
cinco y la riqueza personal de Rockefeller aumentó a 900 millones de dólares.
Cabe destacar que el listado de empresas que surgieron como descendientes de la Standard Oil
hoy en día son las principales compañías petroleras, no solo de Estados Unidos sino del mundo,
contándose en la lista compañías como la Exxon Mobil, que es la multinacional petrolera más
grande del mundo, Chevron, que es otra de las grandes multinacionales petrolíferas,
ConocoPhillips, Amoco (que fue absorbida por British Petroleum en el año 2000) y Standard Oil of
Ohio, previamente conocida como Sohio.
En vista del renombre que poseen estas compañías hoy en día, no es difícil imaginar cuán
poderoso fue el monopolio que ejerció Rockefeller y cuán extenso resultó, dado que todas estas
son empresas que nunca faltan en ningún listado de corporaciones de gran importancia. Pensar
que todas ellas estuvieron cohesionadas por el deseo de un solo hombre de dominar una industria,
es algo que quizá resulte imposible de concebir hoy en día. Pero lo fue, y lo más increíble se
mantuvo así a lo largo de más de cuatro décadas.
En consecuencia, se puede afirmar que la actual estructuración de las principales compañías del
sector petrolífero es en su mayoría heredera del inmenso monopolio de Rockefeller, testimonio del
gran poder que ejerció y de la extensa influencia que poseyó y que marcó a esta industria.