Novena Extraordinaria A María Auxiliadora

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Novena

Extraordinaria

María Auxiliadora
15-23 de marzo- Novena
24 de marzo- Consagración
La “Novena mundial y extraordinaria a María
Auxiliadora” es un acontecimiento que nace del corazón
del Rector Mayor que desea que todos nos unamos a Ella
que sabe de nuestras necesidades. No podemos
olvidarnos la historia que viene de Don Bosco, cuando en
1954 vivió el problema del “Cólera”. “Don Bosco ha
vivido problemas muy duros de guerras, de hambre, de
violencia, incluso del virus del cólera que mató a mucha
gente”.

Frente a situaciones “limites” de la vida humana nos


confiamos a Dios. Nos ponemos completamente en
manos de quien es dueño de la vida. “Don Bosco ha
confiado siempre y de manera muy especial en Maria
Auxiliadora. – nos explica el P. Cameroni – Durante el
cólera invitó de manera particular a sus jóvenes a vivir en
gracia de Dios, confesarse, llevar la medalla de María
Auxiliadora. En diversas ocasiones y en tiempos
particulares por ejemplo durante el Cólera de 1854, se
manifiesta la convicción de que María es nuestro auxilio
en estos momentos de prueba y de muchas dificultades
como estamos viviendo en este momento”.

La “Novena mundial y extraordinaria a María


Auxiliadora” se tiene pensado a nivel personal y familiar.
Hoy es fácil comunicarnos con millones de personas.
Podemos estar en contacto con las personas que no
pueden salir de casa y el P. Cameroni nos dice: “les invito
a hacer este momento de oración profunda. Nos uniremos
rezando al Señor por medio de María nuestro Auxilio en
este momento de dificultad. De esta manera podremos
estar unidos con toda la Familia Salesiana para pedirle a
Dios por las necesidades más urgentes de nuestro mundo”

AGENZIA INFO SALESIANA

1
REZAR DURANTE NUEVE DÍAS
TRES PADRE NUESTROS

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;


perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén

TRES AVE MARÍA

Dios te salve María


llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén

“Confíen en María Auxiliadora,


y verán lo que son los milagros”

2
TRES GLORIA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

V. Sea alabado y reverenciado en todo


momento
R. El Santísimo y Divinísimo
Sacramento

TRES VECES LA SALVE


REGINA

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y


esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados
hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas.

Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus


ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!

V. María Auxiliadora de los


Cristianos

R. Ruega por nosotros

“Ella lo ha hecho
Todo”

3
ORACIÓN

Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.

Animado con esta confianza,


a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.

¡Oh, Madre del Verbo!,


no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén

ORACIÓN PARA LA LIBERACIÓN DEL CORONAVIRUS

Dios todopoderoso y eterno, de quien todo el universo recibe


energía, existencia y vida, venimos a ti para invocar tu
misericordia, pues aún hoy experimentamos la fragilidad de la
condición humana en la experiencia de una nueva epidemia
viral.

4
Creemos que Tú diriges el curso de la historia de la humanidad
y que tu amor puede cambiar nuestro destino para mejor, sea
cual sea nuestra condición humana. Por eso te confiamos a los
enfermos y a sus familias. Por el Misterio Pascual de tu Hijo,
dale la salvación y el alivio a su cuerpo y a su espíritu.

Ayuda a cada miembro de la sociedad a llevar a cabo su tarea,


fortaleciendo el espíritu de solidaridad mutua. Apoya a los
médicos y a los trabajadores de la salud, a los educadores y a
los trabajadores sociales en el desempeño de su servicio.

Tú que eres el consuelo en la fatiga y el apoyo en la debilidad,


por la intercesión de la Santísima Virgen María y todos los
santos quita todo mal de nosotros.

Libéranos de la epidemia que nos golpea para que podamos


volver tranquilamente a nuestras ocupaciones habituales y te
alabemos y agradezcamos con un corazón renovado.

En ti confiamos y a ti te elevamos nuestra súplica, a través de


Cristo nuestro Señor. Amén

Consagración del mundo a María Auxiliadora


(Esta oración es solo para el 24 de marzo; conmemoración mensual de María
Auxiliadora)

 ¡Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, tiernísima


Madre nuestra y poderoso Auxilio de los Cristianos!
Nosotros nos consagramos enteramente a tu dulce amor y
a tu santo servicio. Te consagramos la mente con sus
pensamientos, el corazón con sus afectos, el cuerpo con
sus sentidos y con todas sus fuerzas, y prometemos obrar
siempre para la mayor gloria de Dios y la salvación de las
almas.

 Tú, pues, ¡oh, Virgen incomparable! que fuiste siempre


Auxilio del Pueblo Cristiano, continúa, por piedad,
siéndolo especialmente en estos días. Humilla a los
enemigos de nuestra religión y frustra sus perversas
5
intenciones. Ilumina y fortifica a los obispos y sacerdotes y
tenlos siempre unidos y obedientes al Papa, maestro
infalible; preserva de la irreligión y del vicio a la incauta
juventud; promueve las vocaciones y aumenta el número
de los ministros, a fin de que, por medio de ellos, el reino
de Jesucristo se conserve entre nosotros y se extienda hasta
los últimos confines de la tierra.

 Te suplicamos ¡oh, dulcísima Madre! que no apartes nunca


tu piadosa mirada de la incauta juventud expuesta a tantos
peligros, de los pobres pecadores y moribundos y de las
almas del Purgatorio: sé para todos ¡oh María! dulce
Esperanza, Madre de Misericordia y Puerta del Cielo.

 Te suplicamos, gran Madre de Dios, que nos enseñes a


imitar tus virtudes, particularmente la angelical modestia,
la humildad profunda y la ardiente caridad, a fin de que,
por cuanto es posible, con tu presencia, con nuestras
palabras y con nuestro ejemplo, representemos, en medio
del mundo, a tu Hijo, Jesús, logremos que te conozcan y
amen y podamos, llegar a salvar muchas almas.

 Haz, ¡oh, María Auxiliadora! que todos permanezcamos


reunidos bajo tu maternal manto; haz que en las
tentaciones te invoquemos con toda confianza; y en fin, el
pensamiento de que eres tan buena, tan amable y tan
amada, el recuerdo del amor que tienes a tus devotos, nos
aliente de tal modo, que salgamos victoriosos contra el
enemigo de nuestra alma, en la vida y en la muerte, para
que podamos formarte una corona en el Paraíso.

Así sea.

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