Cómo Hacer Helados Caseros Método y Consejos
Cómo Hacer Helados Caseros Método y Consejos
Cómo Hacer Helados Caseros Método y Consejos
Método y consejos
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Hacer buenos helados caseros no es difícil, en este artículo os cuento cómo hacer helados
caseros porque merece mucho la pena. A pesar de lo mucho que nos gustan qué poco
sabemos de ellos. Vamos a remediarlo.
Índice
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1. Controlamos por completo todos los ingredientes y nos ahorramos estabilizantes,
colorantes y aromas, que, aunque son del todo inocuos, solo son necesarios porque
los helados comerciales necesitan aguantar meses almacenados en
supermercados y tiendas. Pero sobre todo nos ahorramos grasas poco saludables y
baratas…
2. Por la misma razón anterior, hacer el helado en casa es muy conveniente para quien
tenga alguna intolerancia o alergia alimentaria, o problemas de azúcar, como es mi
caso. Podemos elaborar los helados con ingredientes sin lactosa, sin huevo, con un
control total de que no tengan gluten e incluso sin azúcar, como los hago yo, aptos
para diabéticos.
3. Podemos graduar los ingredientes y sabores completamente a nuestro gusto.
4. La pureza de sabores que se consigue en un helado casero no la he encontrado yo
en ningún helado de supermercado. Puede que se encuentre en algún helado
artesano de verdad, como los de Paco Torreblanca o los de los hermanos Roca, pero
no he tenido la suerte de probarlos, así que no puedo opinar.
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Qué es un helado
Empecemos por el principio definiendo qué es un helado:
La mezcla tradicional para preparar helado es una crema inglesa o natillas claritas, un
cuajado de:
Yemas,
leche,
nata,
azúcar y
aromas.
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Una emulsión es una dispersión de una sustancia en otra en forma de gotas
microscópicas, siendo una y otra sustancias inmiscibles, es decir, que no se mezclan, como
el aceite y el agua.
Pero si batimos aceite con agua junto con un emulsionante o emulgente, como nos
ocurre al batir aceite con huevo en una mayonesa (el emulgente es la lecitina de la yema y
el agua proviene de la yema y la clara) obtenemos una emulsión más o menos estable. Pfff,
ya me he pasado con la lección de química (todos tenemos un pasado).
Toda la gracia del helado proviene de que el agua que contiene se congela.
Cuando congelamos agua sola ya sabemos lo que obtenemos: un bloque duro. Pero si
congelamos una mezcla de agua con los ingredientes adecuados y la mantecamos (batimos
al tiempo que enfriamos), obtenemos una cosa congelada, pero cremosa y rica, que es el
helado.
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Azúcar y otros edulcorantes – el azúcar, como casi cualquier otro ingrediente
soluble, rebaja el punto de fusión del agua. Eso significa que el agua con azúcar
disuelta no se congela a 0 ºC, sino a menos, según la cantidad de azúcar.
Cuanto más bajo el punto de congelación, mayor número de cristales y de
menor tamaño.
El azúcar invertido, por ejemplo, reduce el punto de congelación más que el
azúcar solo, por eso se recomienda añadir un pequeño porcentaje en los
helados (aquí tenéis qué es el azúcar invertido, cómo hacerlo en casa y cómo se
usa). Según Harold McGee podemos sustituir entre un cuarto y un tercio del
azúcar de la receta por azúcar invertido. El mismo efecto tiene la miel,
aunque hay que tener en cuenta que tiene un sabor pronunciado.
Proteínas – en un helado con una base tradicional de natillas, un cuajado de yemas,
leche y nata, las proteínas proceden de las yemas y de la leche. Las proteínas tienen
dos efectos:
Por un lado son moléculas grandotas que literalmente fastidian el crecimiento
de los cristales de hielo, al obstruirles el camino;
por otro lado, al calentarlas en el cuajado se desnaturalizan y gelifican, es decir,
que forman una especie de gelatina, atrapando el agua dentro de una red de
moléculas de proteína, por lo que queda menos agua para que los cristales de
hielo crezcan. Para aumentar la cantidad de proteínas se añade en ocasiones
leche en polvo.
Grasas – al igual que con las proteínas, las grasas proceden de los lácteos y los
huevos. También las grasas son moléculas grandes y además la grasa láctea contiene
emulgentes naturales que ayudan a asociar las moléculas de agua con las de grasa.
Las grasas permiten que los cristales de hielo escurran unos sobre otros y den
sensación de untuosidad.
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Otros factores que influyen:
Instrucciones
1. Mezclamos las yemas con la leche, el azúcar y la vainilla , y calentamos suavemente
directamente sobre el fuego. La nata se monta y se mezcla después.
2. Removemos sin parar con unas varillas o cuchara de madera hasta que espese (si
tenemos termómetro, esto ocurre a partir de los 72-75º, pero no debemos pasarnos
de 85º). Rascaremos el fondo continuamente, pues es donde tiende a cuajar la mezcla
con mayor rapidez, como en cualquier natilla. Cuidado con los grumos, si aparece
alguno podemos meter luego una batidora de mano.
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4. Tapamos el cazo con plástico de cocina, tocando la superficie para que no forme piel, y
dejamos enfriar por completo. Metemos la mezcla en el frigorífico toda una noche,
muchos profesionales lo aconsejan para asentar los sabores y que se hidraten las
proteínas (por ejemplo, lo hace Paco Torreblanca).
5. Cuando la mezcla esté bien fría, montamos la nata hasta que esté semidura (cuidado
con pasarse y convertirla en mantequilla). Mezclamos la nata semimontada con
movimientos envolventes. Enfriamos de nuevo una media hora.
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Incluso la Thermomix no consigue unos helados tan cremosos como los que se consiguen
con una máquina de helados. Una máquina para hacer helados no es más que un
recipiente que mezcla la base de helado mediante unas aspas que giran, al tiempo que la
enfría hasta la congelación.
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1. Las que disponen de compresor para enfriar, igual que un frigorífico, o
2. las que enfrían gracias al congelado previo del bol. Estos boles especiales tienen una
doble pared y contienen un líquido o gel refrigerante en su interior; el bol se congela
previamente en el congelador y se usa para contener la base de helado mientras se
manteca. El frío se transmite desde el fluido congelado a la base de helado a través de
la pared interior del bol.
No tengo experiencia ninguna ni referencias de las máquinas de compresor, las más caras,
por lo que no puedo opinar, pero tengo una heladera modesta de bol que se congela y el
resultado es fantástico. Mi aparato es de la marca Krups, no es nada caro, y me prepara
1,2 litros de helado en 10-15 minutos, que es lo ideal como he comentado en la receta de la
base de helado. De este mismo tipo es el bol que lleva la Kitchen Aid como accesorio para
hacer helados.
Referencias
The Sweet Life. Kate Zuckerman. Bulfinch
Tips for making homemade ice cream softer. David Lebovitz
La Cocina y los Alimentos . Harold McGee. Círculo de Lectores
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The Science of Ice Cream. Chris Clarke. RSC Paperbacks
La chefa recomienda
Si queréis poneros manos a la obra aquí tenéis, por ejemplo:
Helado de avellana
Helado de turrón
Helado de vainilla clásico
Helado de manzana
Helado de crème fraîche
Helado de leche merengada
Helado de mazapán
Helado de miel
Helado de café y cardamomo
Polos de Baileys
Si preferís otro tipo de helado más ligero, también tenéis la receta del helado de yogur
cremoso, con yogur escurrido.
Ahora no digáis que no tenéis todos los mimbres sobre cómo hacer helado en casa. No os
falta de nada, solo empezar.
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