El Dolo y La Culpa en La Responsabilidad Civil Contractual

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EL DOLO Y LA CULPA EN LA RESPONSABILIDAD

CIVIL CONTRACTUAL
Ficha técnica:
Autor: Silvio Gallardo - VII Ciclo de la UPSB
Tema: El dolo y la culpa en la responsabilidad civil contractual
Docente: Henry Carhuatocto S.

INTRODUCCION
El motor de nuestro tema, esta basado en los cambios que amerite y nos propone la realidad.
Es cierto que, en el mundo actual, a cada momento escuchamos o vemos que una persona
causa daño a otro ya se por diversos motivos o hechos, y para remate, este que causo daño,
no repara, no indemniza.

Como una vez lo dijo el profesor ALFREDO BULLARD, en unos de sus tantos artículos, como
este que titulo “...QUE DIOS SE LO PAGUE” nos hace poder decir que DIOS TE REPARE,
pues vemos indignados que nada o nadie nos puede proteger de hechos que nos cause daño.
Ya es poco decir el daño que se causa directamente, pues hay ahora daños indirectos. Pues
ahora hablamos de los daños que son consecuencia de la contaminación ambiental que nos
causa sin darnos cuenta o dándonos cuenta, nos endosa una manera lenta de morir
contaminados, sin embargo de nuevo me permito decir QUE DIOS NO REPARE. Es por eso
que estamos en expresar nuestra disconformidad con la actual regulación con respecto de la
responsabilidad civil (contractual y extracontractual).

Por esta razón y pensando en que se llegue a una reforma del código, se tenga en cuenta la
unificación de los sistemas para una mejor protección de las personas que sufren daños y una
mejor solución en cuanto a la reparación e indemnización. 

I.- RESPONSABILIDAD CIVIL

La Responsabilidad Civil, tiene como antecedentes lo dispuesto en la sociedad romana, la cual


se articuló sobre tres grandes máximas del comportamiento social: vivir honestamente; dar a
cada uno lo suyo; y no causar daño a los demás. Esta tercera máxima (NEMINEM NOM
LAEDERE) alcanzó su protección a través de la “LEX AQUILIA”. Esta norma tenía una finalidad
resarcitoria y el fundamento de la responsabilidad del causante del daño era la culpa en
cualquiera de sus grados.

Si la responsabilidad civil es una realidad diversa de la obligación y pertenece al ámbito de la


“tutela civil de los derechos”, se puede entonces, construir un concepto que comprenda, incluso
a la denominada responsabilidad extra-contractual o aquiliana.
Etimológicamente la palabra responsabilidad se remonta al latín tardío respondére. El término
antiguo respondére es el movimiento inverso de spondere, cuya raíz lleva en sí la idea de rito,
solemnidad y con ello el de la formación de un determinado equilibrio, de un determinado
orden, con un carácter de solemnidad, así respondère presume la ruptura de tal equilibrio, detal
orden y expresa con ello la idea de la respuesta reparadora de la ruptura.[1]

Como consecuencia de la ruptura de este orden surge el juicio de responsabilidad, mediante el


cual “el costo de un daño se transfiere del sujeto, que históricamente lo ha sufrido, a otro
sujeto, a través de la imputación al segundo de una obligación, la cual tiene como contenido el
resarcimiento del daño.
El primer párrafo del artículo 1321 del C.C. establece que “queda sujeto a la indemnización de
daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve” y
la primera parte del articulo 1969 del C.C. precisa que “aquel que por dolo y culpa causa un
daño a otro está obligado a indemnizarlo”. Sin mucho esfuerzo, se puede colegir que sea por
incumplimiento de las obligaciones, sea por lesionar un derecho o un legítimo interés y, por
ello, se ocasionan daños, la sanción que impone el Código Civil al responsable es la
indemnizar. De ello podemos definir “que la responsabilidad civil como técnica de tutela (civil)
de los derechos (u otras situaciones jurídicas) que tiene por finalidad imponer al responsable
(no necesariamente al autor) la obligación de reparar los daños que éste ha ocasionado.[2]
1.1 LAS FUNCIONES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
La doctrina Italiana ha distinguido, frente a las tradicionales nuevas funciones de la
responsabilidad civil[3], entre las cuales se encuentran las siguientes:
a) La de reaccionar contra el acto ilícito dañino, a fin de resarcir a los sujetos a los cuales el
daño ha sido causado.
b) La de retornar el status quo antes en el cual la victima se encontraba antes del sufrir el
perjuicio.
c) La de reafirmar el poder sancionatorio del Estado.
d) La de disuasión a cualquiera que intente, voluntariamente o culposamente, cometer actos
perjudiciales para terceros.
e) La distribución de las pérdidas; y,
f) La asignación de costos.

1.2DIFERENCIA ENTRE RESPONSABILIDAD CIVIL y RESPONSABILIDAD PENAL

La responsabilidad civil se diferencia de la responsabilidad penal:


· La Responsabilidad Penal; es personal e intransferible, solo la persona que cometió el hecho
punible puede cumplir con la sanción, por lo general son de carácter corporal, es decir, penas
de prisión, aunque también existen otras formas de penas como la multa etc. Las
responsabilidades penales solo con aplicables a aquellos hechos que se encuentran
sancionados en le Ley (Código Penal) con anterioridad al hecho cometido (Principio de
Legalidad).
· La Responsabilidad Civil, no es personal, puede ser transferida, es decir que si no pagas la
deuda, por muchas razones, pagan otras personas. Viene a ser como el conjunto de
consecuencias jurídicas a las que los particulares se someten por el hecho de haber asumido
una situación jurídica pasiva sea de forma voluntaria o por efectos de la ley. 

1.3DISTINCIÓN ENTRE RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL Y LA


RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRAACTUAL

Teoría de la Responsabilidad Civil.-


Un sector de la doctrina argentina sostiene que en el antiguo Derecho Romano, no hubo una
distinción exacta entre los regimenes de la Responsabilidad Civil Contractual y la
Responsabilidad Civil ExtraContractual.[4] La doctrina Uruguaya afirma que existieron dos
acciones diversas: provenientes de la Lex Aquilia y la emergente del incumplimiento del
negotium. Esto forma el hito que fue receptada por el Código Napoleón y los juristas clásicos. A
través del tiempo empezaron a cambiarse muchos conceptos y tesis que a continuación
mencionaremos:
Tesis Dualista; acogida en el Código Francés de 1884, que concebía a la Responsabilidad Civil
en dos sistemas distintos: La Contractual distinta de la Extracontractual. Fue acogida por
nuestro Código Civil Peruano de 1584.

Tesis Monista; concibe que la culpa, que genera una responsabilidad pertenece a la
responsabilidad civil (única) y proviene de la naturaleza delictual, y por tanto la responsabilidad
giraría en torno a ella. Observamos que le Ley es una norma jurídica y el contrato un acuerdo
de voluntades.

Tesis Ecléctica; acepta que hay una unidad, pero manifiesta que existen dos categoría o
especies, que son: Responsabilidad Contractual, proveniente del contrato y la Extracontractual
proveniente del deber jurídico de no causar daño a los demás.

Como es sabido la disciplina de le Responsabilidad Civil, está referida al aspecto fundamental


de indemnizar los daños ocasionados en la vida de relación a los particulares, bien se trata de
daños producidos como consecuencia del incumplimiento de una obligación voluntaria,
principalmente Contractual, o bien se trata de daños que sean el resultado de una conducta, sin
que exista entre los sujetos ningún vínculo de orden obligacional. Cuando el daño es
consecuencia del incumplimiento de una obligación voluntaria se habla de término doctrinarios
de Responsabilidad Civil Contractual, y dentro de la terminología del Código Civil Peruano de
responsabilidad deriva de la Inejución de Obligaciones.
Por el contrario cuando el daño se produce sin que exista ninguna relación jurídica previa entre
las partes, o incluso existiendo ella, el daño es consecuencia, no del incumplimiento de una
obligación voluntaria, sino simplemente del deber jurídico genérico de no causar daño a otro,
nos encontramos en el ámbito de la denominada Responsabilidad Civil Extracontractual. El
análisis de la Responsabilidad Civil Extracontractual se realiza tomando en consideración una
serie de reglas diferenciadas con respecto a la asumida para un sistema de responsabilidad
civil contractual, tales como la inversión de la carga de la prueba, la no graduación de la culpa y
la teoría de la causa adecuada de la relación causal.

II ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL


Los Elementos constitutivos de la responsabilidad civil, tanto derivada del incumplimiento de las
obligaciones como las denominada extracontracatual o aquilina son:
1. La Ilicitud o Antijuricidad; la constatación que el daño causado no esta permitido por el
ordenamiento jurídico.
2. El Factor de Atribución; la atribución de responsabilidad del sujeto.
3. El Nexo Causal; la vinculación entre el evento lesivo y el daño producido.
4. El Daño; las consecuencias negativas derivadas de la lesión de un jurídico tutelado.

2.1LA ILICITUD o ANTIJURICIDAD

Modernamente existe acuerdo en que la antijuricidad, o que una conducta es antijurídica no


sólo cuando contraviene una norma prohibitiva, sino también cuando la conducta viola el
sistema jurídico en su totalidad, en el sentido de afectar los valores o principios sobre los
cuales ha sido construido el sistema jurídico. Esto ha llevado a la doctrina a señalar que en el
ámbito de la responsabilidad civil no rige el criterio de la tipicidad en materia de conductas que
puedan causar daños y dar lugar a la obligación legal de indemnizar, sino que dichas
conductas pueden ser típicas, en cuanto previstas en supuesto de hechos normativos, y
atípicas, en cuanto a pesar de no estar reguladas en esquemas legales, la producción de las
mismas viole o contravenga el ordenamiento jurídico. Sin embargo, este concepto de
antijuricidad, en el sentido de antijuricidad genérica, no se acepta sino el ámbito de la
responsabilidad extracontractual, por cuanto en el lado contractual se acepta que la
antijuricidad es siempre exclusivamente típica y no atípica, pues ella resulta del incumplimiento
total de una obligación, del cumplimiento parcial, del cumplimiento defectuoso, o del
cumplimiento tardío o moroso. Esto significa en consecuencia, que en la responsabilidad
contractual las conductas, que en la responsabilidad contractual que pueden dar lugar a la
obligación legal de indemnizar son siempre conductas tipificadas legalmente.

Por ello, en materia de conductas humanas que pueden causar daños, se debe distinguir la
atipicidad de las mismas en materia extracontracual, de la atipicidad en materia contractual.[5]

La antijuricidad típica contractual se encuentra expresamente prevista en el artículo 1321º del


c.c. Indemnización de Daños y Perjuicios por Inejecución: primer párrafo establece…“Queda
sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo,
culpa inexcusable o culpa leve”. Mientras que la antijuricidad típica y atípica, es decir la
antijuricidad en sentido amplio y general fluye de los artículos 1969º del c.c.; Indemnización por
Dolo y Culpa…”Aquel que por dolo o culpa causa daño a otro, está obligado a indemnizar. El
descargo por falta de dolo o culpa corresponde a su autor”; y artículo 1970º del c.c.;
Responsabilidad por Riesgo, expresa...”Aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso, o por
ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a
repararlo”; en ambos artículos se hace referencia únicamente a la producción de un daño, sin
especificar el origen del mismo o la conducta que lo hubiera podido ocasionar o causar;
entendiéndose que cualquier conducta que cause daño, con tal que se ilícita, da lugar a la
obligación legal del pago de una indemnización. Esto es evidente, por cuanto mientras en el
ámbito contractual, al estar tipificado y predeterminadas las conductas ilícitas o antijurídicas,
resulta evidente que la obligación de indemnizar nacerá siembres que se cause un daño al
acreedor como consecuencia de haber incumplido absoluta o relativamente una obligación,
mientras que en el ámbito extracontractual por el contrario al no estar predeterminadas dicha
conductas, debe entenderse que cualquier conducta será susceptible de dar lugar a una
responsabilidad civil, en la medida que se trate de una conducta ilícita que cause daño.
2.2LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD

Es entendida como el nexo que existe entre el hecho determinante y el daño propiamente
dicho. Es un requisito de toda responsabilidad civil, pues si no existe una relación jurídica de
causas a efecto entre la conducta típica o atípica y el daño producido a la victima, no habrá
responsabilidad de ninguna clase. En el campo extracontractual se ha se ha consagrado en el
artículo 1985º la teoría adecuada[6] En cuanto a este elemento es pertinente mencionar las
fracturas del nexo causal, como son: caso fortuito, fuerza mayor, el hecho de un tercero, hecho
de la victima.
Este tercer requisito de orden fundamental denominado “relación de causalidad”, que se
entiende en el sentido que debe existir una relación de causa efecto, es decir, de antecedente-
consecuencia entre la conducta antijurídica del autor y el daño causado a la victima, pues de lo
contrario no existiera responsabilidad civil extracontractual y no nacerá la obligación legal de
indemnizar. Esto significa que el daño causado debe ser consecuencia de la conducta
antijurídica del autor para que se configure un supuesto de responsabilidad civil
extracontractual. Sucediendo lo mismo en el campo de la responsabilidad civil contractual, ya
que el daño causado al acreedor debe ser consecuencia inmediata y directa del incumplimiento
absoluto o relativo de la prestación debida por parte del deudor.
La noción de causa adecuada; en este sentido conviene plantearse la siguiente pregunta:
¿Cuándo se debe entender que una conducta es causa adecuada de un determinado daño?
La respuesta a esta interrogante es la siguiente: para que una conducta sea causa de un daño,
se necesita que concurran dos factores o aspectos: Un factor in concreto y un factor in
abstracto.
El factor in concreto; debe entenderse en el sentido de una relación de causalidad física o
mental, lo que significa que en los hechos la conducta debe haber causado el daño como
consecuencia fáctica o material de la conducta antijurídica del autor; mientras que el factor in
abstracto. Debe entenderse en los términos siguientes: La conducta antijurídica abstractamente
considerada, de acuerdo a la experiencia normal y cotidiana, es decir, según el curso normal y
ordinario de los acontecimientos debe ser capaz o adecuado para producir el daño causado. Si
la respuesta a esta interrogante es negativa, no existirá una relación causal, aun cuando se
hubiere cumplido con el factor in concreto.

2.3EL FACTOR DE ATRIBUCIÓN


Son aquellos que determinan finalmente la existencia de la responsabilidad civil, una vez que
se ha presentado, en un supuesto concreto de un conflicto, los requisitos antes mencionado.
Sobre este elemento recaen dos sistemas de responsabilidad: Sistema Subjetivo (culpa) y el
sistema objetivo (riesgo creado).
Sistema Subjetivo: fundamentalmente en el desarrollo de este sistema se da la culpa y el dolo.
Nuestro código recoge el al dolo y la culpa en el articulo 1969º cuyo texto señala: “Aquel que
por dolo o culpa causa un daño a otros está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de
dolo y culpa corresponde a su autor”. A diferencia del dolo, culpa inexcusable, culpa leve que
esta consagrado en la responsabilidad contractual, en nuestro código civil está como
inejecución de obligaciones, es que, en la responsabilidad extracontractual, y más preciso en el
artículo 1969º no gradúa el sistema subjetivo, es decir aquí no diferencia lo que es dolo y de lo
que es culpa. Lo principal es resarcir el daño que se haya cometido a la victima.
Sistema Objetivo: por responsabilidad objetiva o sistema objetivo hay que entender en principio
la pura responsabilidad “sin culpa”, o como prefiere señalar JURISTAS, la imputabilidad sin
culpa. La responsabilidad objetiva seria pues una formula descriptiva de una serie de hipótesis
en las cuales la imputación se funda en circunstancias objetivas, y no en juicio que implique un
reproche, en términos de imputación a un sujeto de negligencia (culpa) o peor, aún, de la
voluntad de causar daño (dolo)[7]. Objetiva, desde este punto de vista sería por ejemplo la
responsabilidad del empleador por el hecho del dependiente (art. 1978º del c.c.) donde, puede
apreciarse la imposición del deber del resarcimiento al patrón obedece a ningún aspecto
subjetivo, sino a las reciprocas posiciones de mando y subordinación del principal y de su
trabajo

En la legislación Civil Peruano; encontramos en los artículos 1318º que nos dice “Procede con
dolo quien deliberadamente no ejecuta la obligación”. Además el artículo 1319º, referido a la
culpa inexcusable y el 1320º referido a la culpa leve; y el 1321º, a la indemnización por dolo,
culpa leve e inexcusable y esto dentro de la responsabilidad contractual. En cuanto a la
responsabilidad extracontractual la encontramos en los artículos 1969º y 1970º que nos habla
de dolo y culpa en el primero y en el segundo de las actividades riesgosas o peligrosas o
bienes riesgosos o peligrosos.
Como se podrá comprender con facilidad dentro de los sistemas objetivos la ausencia de culpa
no sirve como mecanismo liberador de responsabilidad civil, adquiriendo por el contrario
importancia fundamental la noción de causa ajena o fractura causal.
Finalmente, debemos tener en consideración que la calificación de un bien o actividad como
riesgosa o peligrosa no depende de las circunstancias de un caso concreto en particular, pues
de ser así cualquier bien o actividad podría ser considerada como riesgoso: por ejemplo un
tenedor de mesa no puede ser considerado riesgoso si por circunstancias de su uso anormal
es utilizado para matar a una persona. Dicha calificación del depende del riesgo que supone el
uso socialmente aceptado del bien o actividad de que se trate, siempre y cuando su uso o
realización normal y cotidiana suponga un riesgo adicional al común y ordinario para todos los
demás. 

2.4 EL DAÑO
Se define como el menoscabo, afectación que a consecuencia de un acaecimiento o evento
determinado sufre una persona ya en sus bienes vitales naturales, ya en su propiedad, ya en
su patrimonio. El daño en el elemento central indispensable para que haya responsabilidad
civil, quienes cargan su acento sobre ella, llaman a esta disciplina como “derechos de
daños”. [8]Pues, bien, es sentido amplio, se entiende por daño la lesión a todo derecho
subjetivo, en el sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en su vida de relación,
que en cuanto protegido por el ordenamiento jurídico, se convierte justamente en derecho
subjetivo, esto es un derecho en el sentido formal y técnico de la expresión. 
Jurídicamente el termino daño es apto para designar todo menoscabo patrimonial e incluso
extrapatrimonial. En consecuencia, para efectos de la tutela resarcitoria es importante el daño
indemnizable, pues no todo daño es indemnizable. El daño puede clasificarse en: Daño
Patrimonial, concebida como la lesión de derechos de naturaleza económica que debe ser
reparada, y que a su vez se subclasifica en: A) Daño Emergente; que consiste en la perdida
que sobreviene en el patrimonio del sujeto afectado por el incumplimiento de un contrato o por
haber sido perjudicado por un acto ilícito, o como sostiene un sector autorizado de la doctrina
italiana, “la disminución de la esfera patrimonial” del daño. B) Lucro Cesante; se manifiesta por
el no incremento en el patrimonio de daño ( sea por el incumplimiento de un contrato o por un
acto ilícito) es la ganancia patrimonial neta dejada de percibir por el daño. El Daño
Extrapatrimonial, es la que lesiona a la persona en si mismo estimada como n valor espiritual,
psicológico, inmaterial, es decir se proyecta sobre el hombre[9]. A su vez se subclasifica en: A)
Daño Moral; se entiende la lesión a los sentimientos de la victima. Vgr. La muerte de una
persona, los familiares sufren un daño moral por la perdida de un ser querido. B) Daño a la
Persona[10]; es la lesión a la integridad física del sujeto, por ejemplo la perdida de un brazo,
una lesión a su aspecto o integridad psicológica, algunos manifiestan que el daño a la persona
constituye la frustración al proyecto de vida.[11] El daño contribuye a la atribución para poder
determinar la indemnización.

III EL DOLO
Generalidades:
En el dolo el deudor sabe, es consciente de la existencia de una obligación cuya ejecución
debe realizar, pero no lo hace. Y es consciente también de este incumplimiento. No hay
negligencia hay intencionalidad. Es peor comportamiento que se puede esperar de un obligado.
Pero es la mejor demostración de su pobreza espiritual, de su formación ética, de
resquebrajamiento de su tabla de valores. El dolo y la mala fe están hermanados,
compenetrados recíprocamente.
Con esta conducta detestable determinante del dolo, el deudor puede obtener algún beneficio,
pero también puede no tenerlo: Tales circunstancias en nada cambia la naturaleza jurídica del
dolo[12].

3.1Noción Jurídica del Dolo


MESSINEO nos explica: “El dolo contractual (que no se debe confundir con el dolo en la
formación del negocio y del contrato) en cuanto consiste en el perverso propósito (mala fe
objetiva) de no cumplir, es por ello, tratado con mayor rigor que la culpa contractual: el mismo
da lugar siempre a responsabilidad del deudor, a condición de que, sin embargo, el acreedor de
la prueba correspondiente; y puede darla con cualquier medida con tal que sea prueba
especifica y positiva del dolo, como causa del daño.[13] 
La noción del dolo coincide “con la voluntad del sujeto de causar el daño”, la cual coincide con
el artículo 1318º c.c…”procede con dolo quien deliberadamente no ejecuta la obligación”,
desmembrando este articulo podemos decir que deliberadamente quiere decir concientemente,
voluntariamente, en suma intencionalmente.
Requisitos elementales del dolo:
1) Conocimiento de la obligación pre-existente; nos dice que el deudor debe tener conocimiento
no solamente que la obligación existe, sino también su exigibilidad, es decir, que el plazo de la
obligación concertada ha vencido y por lo mismo debe cumplir de inmediato.
2) Conciencia del incumplimiento; forma parte de la mala fe. Si entendemos por buena fe la
conciencia de la legitimidad de un acto, la mala fe, contrariamente, es la conciencia del acto
ilegitimo.
3) Consumación del incumplimiento; bien se sabe que nada de lo que se retiene en el fuero
interno de la persona tiene consecuencias jurídicas; es indispensable una manifestación real,
expresa y concreta y ésta puede también producirse por omisión. 

IV LA CULPA
Es una institución jurídica, cuya trascendencia en la teoría obligación se aprecia con nitidez, en
la fase final de las obligaciones, es decir, su extinción; pero no como elemento para culminar su
etapa de vigencia, sino contrariamente, para evitar su cumplimiento. La culpa, así se constituye
en un impedimento, un muro de contención para detener la consecución del objetivo a que
estaba dirigida la obligación desde su concertación. Entonces podemos concertar que gran
parte de los conflictos terminales entre acreedores y deudores tiene origen, entre causas, a la
culpa fundamentalmente.
La culpa es estudiada por la doctrina dentro de circunstancias muy diversas, las cuales dan
lugar a matices de toda índole.
Para un sector de la doctrina italiana la culpa “no debe ser entendida como un juicio de
reproche subjetivo del comportamiento, sino como la relación entre el comportamiento dañino y
aquel requerido por el ordenamiento, en las mismas circunstancias concretas, con el fin de
evitar la lesión de intereses ajenos”.[14]
Desde otra perspectiva, se entiende por culpa “la creación de un riesgo injustificado y para
evaluar si ese riesgo sea justificado o no, se necesitará confrontarlo con la utilidad social de la
actividad a la cual éste se refiere, teniendo en cuenta el costo de la remoción de éste: cuando
mas grandes son la utilidad social y el costo de remoción, tanto más grande es el riesgo
justificado.”
La culpa exige en el obligado una falta de diligencia, de aquella diligencia a la cual se
comprometió a cumplir y no la realizó. Esta falta de diligencia constituye modernamente una
violación o contravención al derecho. 
La doctrina distingue:
· Culpa objetiva; es la culpa por violación de las leyes. Vale decir, el ordenamiento determina el
parámetro del comportamiento y si el agente no lo cumple, éste es responsable. La culpa
objetiva no debe ser confundida con la responsabilidad objetiva, esta última es ajena al
concepto de culpa. La culpa objetiva se basa en parámetros determinados por la ley. 
· Culpa Subjetiva; es aquella que se basa en las características personales del agente.
En la responsabilidad por incumplimiento de las obligaciones, se suele diferenciar diversos
grados de culpa, a saber:
1) Culpa grave; es el no uso de la diligencia que es propia de la absoluta mayoría de los
hombres, es decir, quien ha tenido una conducta tal no ha hecho lo que todos los hombres
hacen comúnmente. El articulo 1319º c.c. define como culpa inexcusable (que coincide con el
concepto de culpa grave) a la negligencia grave.
2) Culpa leve; es el no uso de la diligencia propia de las personas de capacidad media. El
artículo 1320º la define como la omisión de “aquella diligencia ordinaria exigida por la
naturaleza de la obligación y que corresponda a la circunstancias de las personas, del tiempo y
del lugar.
3) Culpa levísima; es cuando no se usa la diligencia propia de las personas excepcionalmente
prudentes y cautas. Este supuesto no esta regula do en el c.c. Sin embargo. Este grado de la
culpa ha sido fuertemente criticado por su dudosa validez.
V CASUISTICA LEGAL:

La presente es una sentencia de primera instancia, concordada con la Ley Procesal del Trabajo
Nº 26636, y nuestro Código Civil de aplicación supletoria que lleva consigo el pago de una
Indemnización por daños y perjuicios. Es cierto que el riesgo de accidentes en el ejercicio de la
actividades laborales existe, siendo de conocimiento de la sociedad, como de las autoridades
pertinentes que solicita la adopción de medidas dirigidas a la prevención y determinación
exacta de responsabilidades, a fin de que se den la menor cantidad de accidentes posibles.

Mas allá de interesantes posiciones doctrinarias reformistas sobre materia de responsabilidad


en nuestro código civil; en el mismo están regulados dos criterios de responsabilidad civil que
apuntan fundamentalmente al resarcimiento indemnizatorio de las personas por un daño que se
les hubiera ocasionado, tanto cuando se trata de daños producidos como consecuencia del
incumplimiento de una obligación voluntaria (contractual), o aquellos que se produzcan cuando
existe entre los sujetos ningún vínculo de orden obligacional.

La presente casustica es una situación de responsabilidad contractual o de inejecución de


obligaciones cuando el daño resulta consecuencia del incumplimiento de una obligación
voluntaria, dado que surge de una relación de contrato entre una empresa y un trabajador, que
es previa al suceso producto de la responsabilidad.
Como sabemos en la responsabilidad civil contractual, quien exige la misma debe probar la
existencia de la relación obligatoria y el incumplimiento de lo debido para que se presuma la
culpa; así como, de manera efectiva, también tendrá que demostrar la existencia de los daños y
perjuicios que den fundamento a su pretensión de resarcimiento.

Primera pretensión alternativa.- Nulidad parcial del Contrato de fecha cinco de marzo de dos
mil ocho, en la cláusula que dispone el derecho de uso perpetuo a favor de Héctor Andrés
Ojeda Cornejo, por objeto jurídicamente imposible. Pretensiones  accesorias a la principal y
primera alternativa: Como consecuencia de la declaración del cese de uso perpetuo o nulidad
de cláusula, se disponga la Nulidad del Asiento donde corre inscrito el derecho de uso perpetuo
a favor de Héctor Andrés Ojeda Corne

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