El Dolo y La Culpa en La Responsabilidad Civil Contractual
El Dolo y La Culpa en La Responsabilidad Civil Contractual
El Dolo y La Culpa en La Responsabilidad Civil Contractual
CIVIL CONTRACTUAL
Ficha técnica:
Autor: Silvio Gallardo - VII Ciclo de la UPSB
Tema: El dolo y la culpa en la responsabilidad civil contractual
Docente: Henry Carhuatocto S.
INTRODUCCION
El motor de nuestro tema, esta basado en los cambios que amerite y nos propone la realidad.
Es cierto que, en el mundo actual, a cada momento escuchamos o vemos que una persona
causa daño a otro ya se por diversos motivos o hechos, y para remate, este que causo daño,
no repara, no indemniza.
Como una vez lo dijo el profesor ALFREDO BULLARD, en unos de sus tantos artículos, como
este que titulo “...QUE DIOS SE LO PAGUE” nos hace poder decir que DIOS TE REPARE,
pues vemos indignados que nada o nadie nos puede proteger de hechos que nos cause daño.
Ya es poco decir el daño que se causa directamente, pues hay ahora daños indirectos. Pues
ahora hablamos de los daños que son consecuencia de la contaminación ambiental que nos
causa sin darnos cuenta o dándonos cuenta, nos endosa una manera lenta de morir
contaminados, sin embargo de nuevo me permito decir QUE DIOS NO REPARE. Es por eso
que estamos en expresar nuestra disconformidad con la actual regulación con respecto de la
responsabilidad civil (contractual y extracontractual).
Por esta razón y pensando en que se llegue a una reforma del código, se tenga en cuenta la
unificación de los sistemas para una mejor protección de las personas que sufren daños y una
mejor solución en cuanto a la reparación e indemnización.
Tesis Monista; concibe que la culpa, que genera una responsabilidad pertenece a la
responsabilidad civil (única) y proviene de la naturaleza delictual, y por tanto la responsabilidad
giraría en torno a ella. Observamos que le Ley es una norma jurídica y el contrato un acuerdo
de voluntades.
Tesis Ecléctica; acepta que hay una unidad, pero manifiesta que existen dos categoría o
especies, que son: Responsabilidad Contractual, proveniente del contrato y la Extracontractual
proveniente del deber jurídico de no causar daño a los demás.
Por ello, en materia de conductas humanas que pueden causar daños, se debe distinguir la
atipicidad de las mismas en materia extracontracual, de la atipicidad en materia contractual.[5]
Es entendida como el nexo que existe entre el hecho determinante y el daño propiamente
dicho. Es un requisito de toda responsabilidad civil, pues si no existe una relación jurídica de
causas a efecto entre la conducta típica o atípica y el daño producido a la victima, no habrá
responsabilidad de ninguna clase. En el campo extracontractual se ha se ha consagrado en el
artículo 1985º la teoría adecuada[6] En cuanto a este elemento es pertinente mencionar las
fracturas del nexo causal, como son: caso fortuito, fuerza mayor, el hecho de un tercero, hecho
de la victima.
Este tercer requisito de orden fundamental denominado “relación de causalidad”, que se
entiende en el sentido que debe existir una relación de causa efecto, es decir, de antecedente-
consecuencia entre la conducta antijurídica del autor y el daño causado a la victima, pues de lo
contrario no existiera responsabilidad civil extracontractual y no nacerá la obligación legal de
indemnizar. Esto significa que el daño causado debe ser consecuencia de la conducta
antijurídica del autor para que se configure un supuesto de responsabilidad civil
extracontractual. Sucediendo lo mismo en el campo de la responsabilidad civil contractual, ya
que el daño causado al acreedor debe ser consecuencia inmediata y directa del incumplimiento
absoluto o relativo de la prestación debida por parte del deudor.
La noción de causa adecuada; en este sentido conviene plantearse la siguiente pregunta:
¿Cuándo se debe entender que una conducta es causa adecuada de un determinado daño?
La respuesta a esta interrogante es la siguiente: para que una conducta sea causa de un daño,
se necesita que concurran dos factores o aspectos: Un factor in concreto y un factor in
abstracto.
El factor in concreto; debe entenderse en el sentido de una relación de causalidad física o
mental, lo que significa que en los hechos la conducta debe haber causado el daño como
consecuencia fáctica o material de la conducta antijurídica del autor; mientras que el factor in
abstracto. Debe entenderse en los términos siguientes: La conducta antijurídica abstractamente
considerada, de acuerdo a la experiencia normal y cotidiana, es decir, según el curso normal y
ordinario de los acontecimientos debe ser capaz o adecuado para producir el daño causado. Si
la respuesta a esta interrogante es negativa, no existirá una relación causal, aun cuando se
hubiere cumplido con el factor in concreto.
En la legislación Civil Peruano; encontramos en los artículos 1318º que nos dice “Procede con
dolo quien deliberadamente no ejecuta la obligación”. Además el artículo 1319º, referido a la
culpa inexcusable y el 1320º referido a la culpa leve; y el 1321º, a la indemnización por dolo,
culpa leve e inexcusable y esto dentro de la responsabilidad contractual. En cuanto a la
responsabilidad extracontractual la encontramos en los artículos 1969º y 1970º que nos habla
de dolo y culpa en el primero y en el segundo de las actividades riesgosas o peligrosas o
bienes riesgosos o peligrosos.
Como se podrá comprender con facilidad dentro de los sistemas objetivos la ausencia de culpa
no sirve como mecanismo liberador de responsabilidad civil, adquiriendo por el contrario
importancia fundamental la noción de causa ajena o fractura causal.
Finalmente, debemos tener en consideración que la calificación de un bien o actividad como
riesgosa o peligrosa no depende de las circunstancias de un caso concreto en particular, pues
de ser así cualquier bien o actividad podría ser considerada como riesgoso: por ejemplo un
tenedor de mesa no puede ser considerado riesgoso si por circunstancias de su uso anormal
es utilizado para matar a una persona. Dicha calificación del depende del riesgo que supone el
uso socialmente aceptado del bien o actividad de que se trate, siempre y cuando su uso o
realización normal y cotidiana suponga un riesgo adicional al común y ordinario para todos los
demás.
2.4 EL DAÑO
Se define como el menoscabo, afectación que a consecuencia de un acaecimiento o evento
determinado sufre una persona ya en sus bienes vitales naturales, ya en su propiedad, ya en
su patrimonio. El daño en el elemento central indispensable para que haya responsabilidad
civil, quienes cargan su acento sobre ella, llaman a esta disciplina como “derechos de
daños”. [8]Pues, bien, es sentido amplio, se entiende por daño la lesión a todo derecho
subjetivo, en el sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en su vida de relación,
que en cuanto protegido por el ordenamiento jurídico, se convierte justamente en derecho
subjetivo, esto es un derecho en el sentido formal y técnico de la expresión.
Jurídicamente el termino daño es apto para designar todo menoscabo patrimonial e incluso
extrapatrimonial. En consecuencia, para efectos de la tutela resarcitoria es importante el daño
indemnizable, pues no todo daño es indemnizable. El daño puede clasificarse en: Daño
Patrimonial, concebida como la lesión de derechos de naturaleza económica que debe ser
reparada, y que a su vez se subclasifica en: A) Daño Emergente; que consiste en la perdida
que sobreviene en el patrimonio del sujeto afectado por el incumplimiento de un contrato o por
haber sido perjudicado por un acto ilícito, o como sostiene un sector autorizado de la doctrina
italiana, “la disminución de la esfera patrimonial” del daño. B) Lucro Cesante; se manifiesta por
el no incremento en el patrimonio de daño ( sea por el incumplimiento de un contrato o por un
acto ilícito) es la ganancia patrimonial neta dejada de percibir por el daño. El Daño
Extrapatrimonial, es la que lesiona a la persona en si mismo estimada como n valor espiritual,
psicológico, inmaterial, es decir se proyecta sobre el hombre[9]. A su vez se subclasifica en: A)
Daño Moral; se entiende la lesión a los sentimientos de la victima. Vgr. La muerte de una
persona, los familiares sufren un daño moral por la perdida de un ser querido. B) Daño a la
Persona[10]; es la lesión a la integridad física del sujeto, por ejemplo la perdida de un brazo,
una lesión a su aspecto o integridad psicológica, algunos manifiestan que el daño a la persona
constituye la frustración al proyecto de vida.[11] El daño contribuye a la atribución para poder
determinar la indemnización.
III EL DOLO
Generalidades:
En el dolo el deudor sabe, es consciente de la existencia de una obligación cuya ejecución
debe realizar, pero no lo hace. Y es consciente también de este incumplimiento. No hay
negligencia hay intencionalidad. Es peor comportamiento que se puede esperar de un obligado.
Pero es la mejor demostración de su pobreza espiritual, de su formación ética, de
resquebrajamiento de su tabla de valores. El dolo y la mala fe están hermanados,
compenetrados recíprocamente.
Con esta conducta detestable determinante del dolo, el deudor puede obtener algún beneficio,
pero también puede no tenerlo: Tales circunstancias en nada cambia la naturaleza jurídica del
dolo[12].
IV LA CULPA
Es una institución jurídica, cuya trascendencia en la teoría obligación se aprecia con nitidez, en
la fase final de las obligaciones, es decir, su extinción; pero no como elemento para culminar su
etapa de vigencia, sino contrariamente, para evitar su cumplimiento. La culpa, así se constituye
en un impedimento, un muro de contención para detener la consecución del objetivo a que
estaba dirigida la obligación desde su concertación. Entonces podemos concertar que gran
parte de los conflictos terminales entre acreedores y deudores tiene origen, entre causas, a la
culpa fundamentalmente.
La culpa es estudiada por la doctrina dentro de circunstancias muy diversas, las cuales dan
lugar a matices de toda índole.
Para un sector de la doctrina italiana la culpa “no debe ser entendida como un juicio de
reproche subjetivo del comportamiento, sino como la relación entre el comportamiento dañino y
aquel requerido por el ordenamiento, en las mismas circunstancias concretas, con el fin de
evitar la lesión de intereses ajenos”.[14]
Desde otra perspectiva, se entiende por culpa “la creación de un riesgo injustificado y para
evaluar si ese riesgo sea justificado o no, se necesitará confrontarlo con la utilidad social de la
actividad a la cual éste se refiere, teniendo en cuenta el costo de la remoción de éste: cuando
mas grandes son la utilidad social y el costo de remoción, tanto más grande es el riesgo
justificado.”
La culpa exige en el obligado una falta de diligencia, de aquella diligencia a la cual se
comprometió a cumplir y no la realizó. Esta falta de diligencia constituye modernamente una
violación o contravención al derecho.
La doctrina distingue:
· Culpa objetiva; es la culpa por violación de las leyes. Vale decir, el ordenamiento determina el
parámetro del comportamiento y si el agente no lo cumple, éste es responsable. La culpa
objetiva no debe ser confundida con la responsabilidad objetiva, esta última es ajena al
concepto de culpa. La culpa objetiva se basa en parámetros determinados por la ley.
· Culpa Subjetiva; es aquella que se basa en las características personales del agente.
En la responsabilidad por incumplimiento de las obligaciones, se suele diferenciar diversos
grados de culpa, a saber:
1) Culpa grave; es el no uso de la diligencia que es propia de la absoluta mayoría de los
hombres, es decir, quien ha tenido una conducta tal no ha hecho lo que todos los hombres
hacen comúnmente. El articulo 1319º c.c. define como culpa inexcusable (que coincide con el
concepto de culpa grave) a la negligencia grave.
2) Culpa leve; es el no uso de la diligencia propia de las personas de capacidad media. El
artículo 1320º la define como la omisión de “aquella diligencia ordinaria exigida por la
naturaleza de la obligación y que corresponda a la circunstancias de las personas, del tiempo y
del lugar.
3) Culpa levísima; es cuando no se usa la diligencia propia de las personas excepcionalmente
prudentes y cautas. Este supuesto no esta regula do en el c.c. Sin embargo. Este grado de la
culpa ha sido fuertemente criticado por su dudosa validez.
V CASUISTICA LEGAL:
La presente es una sentencia de primera instancia, concordada con la Ley Procesal del Trabajo
Nº 26636, y nuestro Código Civil de aplicación supletoria que lleva consigo el pago de una
Indemnización por daños y perjuicios. Es cierto que el riesgo de accidentes en el ejercicio de la
actividades laborales existe, siendo de conocimiento de la sociedad, como de las autoridades
pertinentes que solicita la adopción de medidas dirigidas a la prevención y determinación
exacta de responsabilidades, a fin de que se den la menor cantidad de accidentes posibles.
Primera pretensión alternativa.- Nulidad parcial del Contrato de fecha cinco de marzo de dos
mil ocho, en la cláusula que dispone el derecho de uso perpetuo a favor de Héctor Andrés
Ojeda Cornejo, por objeto jurídicamente imposible. Pretensiones accesorias a la principal y
primera alternativa: Como consecuencia de la declaración del cese de uso perpetuo o nulidad
de cláusula, se disponga la Nulidad del Asiento donde corre inscrito el derecho de uso perpetuo
a favor de Héctor Andrés Ojeda Corne