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Suspension de Las Garantias

La suspensión de garantías individuales es un mecanismo constitucional que permite al gobierno suspender ciertas garantías durante emergencias nacionales como invasiones, disturbios o desastres. El documento explica que solo el Ejecutivo puede decretar la suspensión con aprobación del Congreso, y que la suspensión debe ser temporal y aplicarse a través de prevenciones generales sin afectar a individuos específicos. También cubre las autoridades involucradas y los alcances y limitaciones de la suspensión.

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Suspension de Las Garantias

La suspensión de garantías individuales es un mecanismo constitucional que permite al gobierno suspender ciertas garantías durante emergencias nacionales como invasiones, disturbios o desastres. El documento explica que solo el Ejecutivo puede decretar la suspensión con aprobación del Congreso, y que la suspensión debe ser temporal y aplicarse a través de prevenciones generales sin afectar a individuos específicos. También cubre las autoridades involucradas y los alcances y limitaciones de la suspensión.

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Suspension de Garantias

La Suspensión de Garantías Individuales es un fenómeno jurídico constitucional que tiene


lugar como antecedente necesario para que la actividad gubernativa de emergencia pueda
validamente desarrollarse.
Sin que previamente se decrete la suspensión mencionada por los medios y autoridades a que
alude la ley fundamental, la labor del gobierno estatal, tendiente a prevenir o remediar los
males públicos inherentes a la situación anormal, sería jurídicamente invalida, teniendo el
gobernado el derecho de oponerse a ella a través de los conductos que como el Juicio de
Amparo, la Constitución le brinda. En consecuencia, antes de que las autoridades
del Estado estén en condición de hacer frente a la situación de emergencia deben suspender las
Garantías Individuales que constituyan un obstáculo al desarrollo rápido y eficaz de la
actividad estatal – autoridad de prevención o remedio.
Según el Art. 29 de nuestra Ley Constitutiva, la vigencia de las garantías constitucionales
pueden quedar en suspenso por decisión del Ejecutivo de la Unión, de acuerdo con el Consejo
de Ministros y con la aprobación del Congreso Federal y de la Comisión Permanente del
mismo, en los siguientes casos:
Invasión del territorio nacional,
Perturbación grave de la paz pública,
Cualquier situación que ponga a la sociedad en peligro (epidemias, desastres.
La Suspensión debe ser:
Por tiempo determinado por prevenciones generales que no afecten individuos aislados ni
a grupos determinados, total o parcial de todas o de algunas Garantías y en cierta parte o en
todo el país. La Suspensión de las Garantías Constitucionales se justifica por la
necesidad política de algunos órganos gubernativos tengan libertad de acción para proceder
con rapidez a mantener el orden mediante la eliminación radical de situaciones y
circunstancias de hecho que agraden los intereses sociales; en el caso de invasión del territorio
nacional, el propósito de la suspensión es facilitar el acopio y el uso de los elementos necesarios
para la defensa.
Causas Generadoras*
Las causas que las originan, están determinadas por el propio orden del Estado de sitio
Jurídico – Constitucional.
El Art. 29 de la Constitución menciona causas específicas que originan el estado o situación de
emergencia que provoca, a su vez, la Suspensión de Garantías Individuales, las siguientes:
Invasión (o sea la penetración en territorio nacional de fuerzas armadas extranjeras),
perturbación grave de la paz pública (es decir, alteración el la vida normal del Estado o de la
sociedad mediante motines, revoluciones, asonadas, rebeliones, etc.), o cualquier otro caso que
ponga a la sociedad en grande peligro o conflicto (guerra, epidemias, etc.) La Suspensión de las
Garantías no está expresado en forma limitativa o taxativa, sino enunciativa, puesto que deja al
arbitrio y discreción de las autoridades competentes.
Autoridades Que Intervienen
Las autoridades constitucionalmente competentes para decretar la Suspensión de dichas
Garantías existe una colaboración funcional entre los diversos órganos estatales que tienen tal
incumbencia, de acuerdo con el Art. 29 de la Constitución, solamente el Presidente de la
República, de conformidad con el Consejo de Ministros (los secretarios de Estado, jefes de
Departamento autónomos y Procurador de la República) tiene la facultad de tomar la iniciativa
para suspender las Garantías Individuales, la cual para que surta sus efectos legales, requiere la
aprobación del Congreso Permanente.
En un decreto de Suspensión de Garantías Individuales tienen injerencia el Ejecutivo Federal
como autoridad, a quien exclusivamente compete la iniciativa, y el Congreso de la Unión,
injerencia que se traduce en la realización de dos actos diferentes imputables a cada uno de
dichos poderes, tanto el Ejecutivo Federal como el Congreso de la Unión gozan de amplías
facultades discrecionales para calificar la existencia y gravedad del estado de emergencia que
sea la causa de la situación suspensiva.
Alcance Del Decreto
En nuestro orden constitucional, la Suspensión de Garantías Individuales se caracteriza por
varias modalidades jurídicas importantes.
1-. El acto que instituye la mencionada suspensión debe ser materialmente legislativo,
conteniendo prevenciones generales, sin que el fenómeno suspensivo se contraiga a
ningún individuo o individuos determinados.
2-. Un decreto de ley que no contenga dicha característica de generalidad, sino que suspenda
las garantías individuales en relación con una sola persona moral o física o con
un grupo determinado de sujetos, sería constitucional en primer término, porque violaría los
artículos primero y 29 constitucional y en segundo lugar, tendría la naturaleza de una ley
privativa, cuya aplicación está prohibida por el artículo 13 de la Ley Suprema.
Otras de las modalidades jurídicas de la Suspensión de garantías Individuales se desprende del
Art. 29 Constitucional consiste en que el acto o la situación suspensivos tienen
un carácter temporalmente limitado o transitorio, rigiendo únicamente mientras subsista el
estado de emergencia que los motivó.
En la Constitución de 1857 no eran susceptibles de suspenderse las Garantías que asegurasen la
vida del hombre. Esta imposibilidad de suspensión implicaba la negatoriedad de las facultades
con que debían estar investidas las autoridades superiores del país para hacer frente a los
trastornos inherentes a una situación de emergencia.
Vigencia
El ámbito de validez espacial de la Suspensión de Garantías puede ser: en todo el país o en
lugar determinado. La cesación de vigencia de las Garantías importa también la de sus
limitaciones o reglamentaciones legales o constitucionales, puesto que siendo éstas accesorios
normativos, en consecuencia la Suspensión de las Garantías tanto los preceptos
constitucionales que las consagran como leyes reglamentarias u orgánicas respectivas, dejan de
estar vigentes.
3. Facultades Extraordinarias
Antecedentes
El 25 de Agosto de 1829 se dio una ley que establecía lo siguiente:
1.- Autorización al Ejecutivo de la Federación para adoptar cuantas medidas fueran necesarias
á la conservación de la independencia, del sistema federal y de la tranquilidad pública.
2.- Limitación a esta autorización, declarando que no por ella podía el gobierno disponer de la
vida de los mexicanos, ni expelerlos del territorio de la República.
3.- Fijación de la duración de esta autorización.
4.- Obligación de dar cuenta del uso hecho de las facultades extraordinarias.
Esta ley fue la primera que desnaturalizó las facultades extraordinarias que podían concederse
al Poder Ejecutivo, y fue también la primera que dio lugar a infinidad de abusos que desde
entonces se ha cometido con el pretexto de facultades extraordinarias.
El gobierno estatal tiene que esta envestido del cúmulo necesario de facultades para decretar
las medidas convenientes e indispensables, a fin de prevenir o remediar los trastornos públicos
y sociales propios de una situación anormal provocada por los sucesos a que alude el Art. 29
Constitucional.
El Constituyente de 1916-1917 previó la posibilidad de otorgamiento de Facultades
extraordinarias por parte del Poder Legislativo Federal a favor del Ejecutivo de la Unión.
El otorgamiento de facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo Federal implica una
excepción entre las varias que existen en nuestro sistema constitucional, y de acuerdo con el
Art. 49 Constitucional, el Poder Legislativo Federal no es libre para delegar, el Congreso de la
Unión no puede proceder en el otorgamiento de facultades extraordinarias para legislar a favor
del Presidente de la República.
Solo hace posible la concesión de dichas facultades en los casos y en los términos previstos en
el Art. 29 Constitucional, fuera de los cuales la delegación no es válida.
La Constitución de 1824 rechazó el otorgamiento de esas facultades y nada previno sobre la
Suspensión de Garantías. La Constitución de 1836 prohibió expresamente en la Tercera Ley,
Art. 45 fracción VI, asumir en sí o delegar en otros órganos, por vía de facultades
extraordinarias, dos o más poderes. En cambio las bases orgánicas de 1843 autorizaron al
Congreso a suspender las Garantías para la aprehensión de delincuentes y la ampliación de
facultades al Ejecutivo en casos de invasión extranjera.
El acta de Reforma de 1847 nada dispuso sobre el tema. La Constitución de 1857, en su Art. 34
hoy Art. 29 consiguió la Suspensión de Garantías y las autorizaciones al Ejecutivo.
En 1833 se expidió una nueva ley de facultades Extraordinarias, en los términos siguientes: "Se
faculta al gobierno supremo federal para dictar todas las medidas que juzgue convenientes al
restablecimiento del orden y consolidación de las instituciones federales".
Prevenciones Generales
Se refieren a la ley expedida por el Congreso, en la cual se enumeran las garantías suspendidas
y las facultades de que goza el Ejecutivo respecto a cada una de dichas Garantías suspendidas,
por lo que es facultad del legislativo y no del Ejecutivo su reglamentación.
Las garantías que se suspenden son aquellas que son un obstáculo para hacer frente, rápida y
fácilmente a la situación de emergencia y deberá hacerse mediante las mencionadas
prevenciones generales, por lo tanto no pueden suspenderse las Garantías a la vida y a la
integridad física, a la igualdad y a la seguridad.
4. Juicio de amparo y la suspensión de garantías
Dichas Garantías son una auto limitación del poder del Estado, quien sacrifica parte de ese
poder en aras de la libertad, no cabe duda que deben ser suspendidas en aquellos casos en que
la restauración del orden jurídico, perturbado masivamente, solamente pueda lograrse por
medio de la recuperación temporal de esa zona de poder. La Suspensión de Garantías significa,
el ensanchamiento temporal del poder del estado a costa de la libertad de los gobernados.
La Suspensión de Garantías crea un estado jurídico político de excepción, el cual, dentro de las
concepciones del Estado de Derecho, debe tener fundamento constitucional, sin confundir la
suspensión de Garantías con la delegación de facultades del Legislativo al Ejecutivo.
El Juicio de Amparo no es susceptible ni aun en el caso de Suspensión de Garantías. Los
afectados por las leyes de Autorización podrán obviamente reclamarlas en dicho juicio cuando
sean inconstitucionales por haber sido expedidas contraviniendo las normas del Art. 29, y los
actos del Presidente, puedan violar las Garantías de legalidad sino están debidamente fundados
y motivados en las propias leyes, o traten de aplicarlos, autoridades diferentes.
Solo en tres ocasiones durante el período de vida independiente de la República, se han
suspendido temporalmente la Garantía general de seguridad. La última vez, en el año 1942.
¿Cuál es el procedimiento a seguir para la suspensión de derechos
humanos y garantías?

Primero el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, inicia el procedimiento y


en su momento, decretar la suspensión de garantías; a los titulares de los
órganos indicados de la administración pública federal centralizada, se les faculta
para acordar con el Ejecutivo Federal el inicio del procedimiento o impedir
jurídicamente el mismo y al Congreso de la Unión, y en sus recesos a la Comisión
permanente del mismo, corresponde la aprobación o negativa a efecto de que el
Presidente de la República pueda decretar la suspensión de garantías.

La solicitud de la suspensión de garantías debe incluir los ámbitos personal,


espacial, temporal, material y estar debidamente fundado y motivado

Sin embargo, es al Congreso de la Unión y no a la Comisión Permanente al que


corresponde otorgar facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, ya que
dichas facultades se refieren principalmente a la acción legislativa, por lo que en
esa medida, la Comisión Permanente no puede delegar facultades que no tiene, y
por otro lado se debe especificar si el acuerdo con los Secretarios de Estado y de
la PGR la aprobación es por unanimidad o por mayoría, por lo que se debe de
hacer una corrección en estos sentidos, ya que en un momento dado el Ejecutivo
Federal puede quitar a discreción los Secretarios de Estado que no estuvieran de
acuerdo con él.

Por ello, se dice que el Decreto Sanitario cuando la influenza en México en abril de
2009 se dice que fue anticonstitucional debido a que Felipe Calderón suspendió
las Garantías Constitucionales sin la aprobación del Congreso, leyéndose lo
siguiente

“El diputado federal Adrián Pedrozo Castillo, miembro de la Comisión permanente


del Congreso de la Unión, dijo ante los micrófonos de Frecuencia Laboral, que se
trata de una omisión grave que deben reconocer los legisladores y corregir, pues
en el decreto sanitario que publicó en el Diario Oficial de la Federación del 25 de
abril del 2009, efectivamente se suspenden ambas garantías constitucionales.”

3. ¿Qué autoridades intervienen en el proceso de suspensión de


derechos humanos y garantías?

El Ejecutivo Federal, los titulares de las secretarías de Estado, de los


departamentos administrativos, y de la Procuraduría General de la República y el
Congreso de la Unión y en sus recesos la Comisión Permanente del mismo (que
de acuerdo con Gustavo de Silva, se debería de eliminar la palabra “Comisión
Permanente”.

Una cuestión interesante es que el otorgamiento de facultades extraordinaria del


Poder Ejecutivo se refiere en específico la posibilidad de legislar y se denominan
leyes de emergencia.

No se debe confundir el decreto de suspensión con el otorgamiento de facultades


extraordinarias, ya que son actos diferentes, en los que es jurídicamente posible
que el Congreso autorice al Ejecutivo la suspensión de garantías, pero le niegue el
otorgamiento de facultades extraordinarias.

¿Cuáles son los tratados internacionales que tienen relación con la


suspensión de derechos humanos y garantías?

En el artículo 4o. del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos se


establece:

“1. En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y


cuya existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados partes en el
presente Pacto podrán adoptar disposiciones que, en la medida estrictamente
limitada a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en
virtud de este Pacto, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con
las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen
discriminación alguna fundada únicamente en motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión u origen social.

3. Todo Estado parte en el presente Pacto que haga uso del derecho de
suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados partes en el
presente Pacto, por conducto del secretario general de las Naciones Unidas, de
las disposiciones cuya aplicación haya suspendido y de los motivos que hayan
suscitado la suspensión. Se hará una nueva comunicación por el mismo conducto
en la fecha en que se haya dado por terminada tal suspensión.

Los artículos 6o. (respeto a la vida), 7o. (prohibición de tortura o penas crueles),
8o. (prohibición de esclavitud y servidumbre), 11 (prohibición de encarcelamiento
por deudas de carácter civil), 15 (Prohibición de retroactividad de normas
penales), 16 (reconocimiento de la personalidad jurídica) y 18 (libertad de
pensamiento y religión) del mismo ordenamiento jurídico, no serán susceptibles de
suspenderse bajo ninguna circunstancia”.

JUSTIFICACIÓN Y NATURALEZA JURÍDICA DE LA SUSPENSIÓN DE GARANTÍAS

En el ordenamiento constitucional se encuentra el establecimiento del Estado como el


principal sistema de organización social. Al organizar al Estado, el derecho otorga al
gobierno (como elemento del Estado) la rectoría básica de conducta social mediante la
obligatoria observancia y aplicación de las normas jurídicas; sin embargo, como hemos
indicado, la función gubernativa no es ilimitada, sino que se encuentra restringida y
orientada por los derechos fundamentales consagrados en la norma creadora del
Estado y constituyente del gobierno.

1. Justificación

Las garantías individuales son normas constitucionales a respetar por los órganos
estatales, que deben operaran en todo momento en una normalidad social.

No obstante, esa normalidad de orden social que sustenta el derecho puede verse en
extremo amenazada por diversas circunstancias, ante lo cual, es necesaria la
intervención del gobierno en forma rápida y eficaz a fin de garantizar, precisamente, la
continuidad del orden prestablecido y más aún, probablemente, la supervivencia del
propio Estado.

Para favorecer la eficacia en la acción de gobierno será necesario suspender las


disposiciones normativas que puedan obstaculizar la citada actuación y,
específicamente, las que contienen los derechos fundamentales. En estos casos, el
derecho admite que nos encontramos ante un interés superior a cualquier derecho
particular, ante el interés del Estado.

Coincidimos pues en que

la suspensión de las garantías individuales se justifica por la necesidad política


de que los órganos gubernativos tengan libertad de acción para proceder con
rapidez y energía a mantener el orden público mediante la eliminación radical
de las situaciones y circunstancias de hecho que agreden los intereses
sociales...13

El artículo 29 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece:

En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier


otro que ponga a la sociedad en grave peligro, solamente el presidente de los
Estados Unidos Mexicanos, de acuerdo con los titulares de las secretarías de
estado, los departamentos administrativos y la Procuraduría General de la
República y con aprobación del Congreso de la Unión, y en los recesos de éste,
de la Comisión Permanente, podrá suspender en todo el país o en lugar
determinado las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y
fácilmente a la situación; pero deberá hacerlo por tiempo limitado, por medio
de prevenciones generales y sin que la suspensión se contraiga a determinado
individuo. Si la suspensión tuviese lugar hallándose el Congreso reunido, éste
concederá las autorizaciones que estime necesarias para que el Ejecutivo haga
frente a la situación, pero si se verificase en tiempo de receso, se convocará sin
demora al Congreso para que las acuerde.

Como podemos observar, el propio Constituyente justificó la suspensión de garantías


ante determinadas situaciones.

El establecimiento de derechos fundamentales es, como indicamos con anterioridad,


elemento indispensable en que diversos autores coinciden al hablar de Estado de
derecho, mas pueden existir determinadas circunstancias en las que ante la
supervivencia del mismo Estado no se pueden anteponer requisitos o limitantes de tipo
alguno que obstaculicen la acción del propio Estado para garantizar su continuidad;
esto se encuentra íntimamente relacionado con lo que en teoría del Estado o ciencia
política se ha denominado razón de Estado.14 Actualmente se puede identificar a la
razón de Estado como la ruptura del orden jurídico (o mejor dicho, del Estado de
derecho) por el poder político, para lograr la supervivencia del Estado ante
determinadas circunstancias que lo amenazan.

Ahora bien, consideramos que a fin evitar una práctica como la razón de Estado que en
el mundo jurídico-positivo es criticable, el Constituyente la convirtió en derecho
positivo, estableciendo los lineamientos necesarios para su activación, lo cual, desde
luego, no elimina por completo la posibilidad de dicha práctica de razón de Estado,
pero al menos, genera la dificultad para acudir a ella sin antes agotar los medios que el
propio Estado de derecho propone. Es decir, si bien es cierto que la razón de Estado y
el procedimiento previsto en el artículo 29 constitucional no deben confundirse,
también lo es que permiten vislumbrar una relación de conexidad, mediante la cual, en
algunos casos, el Estado de derecho, a través del derecho positivo, impide la
justificación doctrinaria de la razón de Estado (que es contraria al derecho).

Así, "en los sistemas jurídicos de derecho escrito, la ley fundamental resuelve la
regulación normativa de este fenómeno, y si no se respeta o no contempla su
reglamentación, la aplicación de las medidas señaladas se traducen en el
quebrantamiento de la Constitución".15 El régimen que se genera con la aplicación del
artículo 29 constitucional es conocido también como régimen de excepción o estado de
sitio.16

Necesaria es pues la actuación rápida y eficaz del gobierno ante la amenaza hacia el
Estado, debiendo romper temporalmente el derecho que la sociedad reconoce en la
normalidad, mediante la estricta aplicación y respeto del mismo. "Ábrase así la puerta,
que en épocas normales no puede franquear la autoridad sin cometer violación". 17

Dicha medida, aunque prevista por el ordenamiento jurídico, lo esfuerza a un límite


que, no obstante permisible, puede llamar a apetitos dictatoriales o generadores de
cambios jurídicos que den muerte al sistema establecido, hasta entonces válido y
regente.

IV. EFECTOS DEL PROCEDIMIENTO DEL ARTÍCULO 29 CONSTITUCIONAL

Del procedimiento previsto en el artículo 29 constitucional transcrito con anterioridad,


se pueden desprender dos efectos específicos: a) la suspensión de garantías
propiamente dicha y, b) la autorización al Ejecutivo Federal para ejercer facultades
extraordinarias.

Como indicamos en párrafos anteriores, la única forma válida de lograr la suspensión


de preceptos constitucionales, en específico de las garantías individuales, es la prevista
en el artículo 29 constitucional, mas dicho procedimiento no sólo obtiene la no
aplicación temporal de preceptos constitucionales que contienen derechos
fundamentales, sino que de igual forma genera la contravención jurídica de principios
constitucionales que en situaciones normales son inquebrantables, como el de división
de poderes, que de conformidad con el diverso artículo 49,25 segundo párrafo del texto
supremo, también tiene como excepción las facultades extraordinarias emanadas del
propio artículo 29 y 131 segundo párrafo26 constitucionales.

Así, en virtud de disposición constitucional expresa, el sistema jurídico permite la


abstención de su observancia en aspectos torales del Estado de derecho: la división de
poderes y las garantías individuales.27

Sin embargo, el que la propia norma constitucional permita su inobservancia parcial en


relación con el debido cumplimiento acaecido en regularidad social, no implica que la
acción de gobierno derivada del procedimiento que nos ocupa sea ilimitada o arbitraria.
No se excepciona la observancia total del derecho; se permite su inaplicación parcial,
pero con el apego estricto y continuo de las disposiciones no suspendidas, y
principalmente de aquellas que le dan sustento al nuevo orden de cosas como el propio
artículo 29 constitucional.

De ese modo,

las disposiciones involucradas en el artículo 29 constitucional implican no sólo la


base, el fundamento, de todos los actos autoritarios (legislativos, ejecutivos y
judiciales) tendientes a prevenir o remediar los problemas y calamidades
propios de un estado de emergencia, sino la pauta restrictiva de posibles
extralimitaciones del poder público dentro de la misma situación de
anormalidad.28

Es decir, si bien la finalidad perseguida por el procedimiento establecido en el artículo


29 constitucional es permitir que el gobierno haga frente a situaciones de emergencia
sin la obstaculización que implica el respeto a determinadas disposiciones
constitucionales, no debemos olvidar que el mismo debe realizarse con estricto respeto
a las propias normas que lo regulan. Continuaremos dentro de la vigencia de un Estado
de derecho.29
VI. CAUSAS GENERADORAS DE SUSPENSIÓN DE GARANTÍAS

Las causas que pueden dar lugar a una suspensión de garantías no están establecidas
en la Constitución en forma limitativa, sino enunciativa. En dicha máxima norma se
expresa que la suspensión podrá tener lugar "en los casos de invasión, perturbación
grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o
conflicto...".

Ahora bien, debe observarse que salvo el primer caso (el de invasión), 35 los dos
restantes requieren de una decisión discrecional del poder público en la medida en que
corresponde a éstos decidir cuándo se considera que el Estado se encuentra en una
situación que se traduzca en perturbación grave de la paz pública (con movimientos
armados, por ejemplo) o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o
conflicto. Dicha apreciación corresponde observarla a todas las autoridades que
intervienen en el procedimiento constitucional que nos ocupa.

En este aspecto, debe observarse que la diversidad de órganos participantes genera un


control sobre la discrecionalidad requerida evitando el abuso del procedimiento
constitucional, puesto que no bastará la sola apreciación del presidente de la República
de haberse actualizado, circunstancia prevista por la norma constitucional; es
necesaria además la coincidencia por parte del "gabinete", y más aún, por parte del
Congreso de la Unión o su Comisión Permanente.

6. Facultades extraordinarias

Como hemos indicado, el procedimiento previsto en el artículo 29 constitucional tiene


como fin la suspensión de garantías, pero también, en relación con ésta, el
otorgamiento de facultades extraordinarias a favor del Ejecutivo federal, por lo que la
solicitud no sólo será referente a la suspensión, sino también a la concesión de las
indicadas facultades.

Ahora bien, en la medida en que dicho otorgamiento de facultades extraordinarias no


se refiere a la autorización para suspender garantías, ni a la posibilidad de actuar
administrativamente (pues esta facultad ya la tiene el Ejecutivo), se entiende que
dicho otorgamiento de facultades refiere en específico la posibilidad de legislar. 47 Las
leyes emitidas por el presiente de la República en estas circunstancias son
denominadas: leyes de emergencia.

"El sentido de toda Constitución racional es procurar un sistema de organización que


permita formar una voluntad política e instruir un gobierno capaz de gobernar".48 Ante
las situaciones previstas por el artículo 29 constitucional, la voluntad política se
contendrá en gran medida en una sola autoridad que pueda hacer frente a las
circunstancias que motivan el estado de excepción, permitiéndole legislar y aplicar
administrativamente las propias normas.
En este aspecto, es importante no confundir el decreto de suspensión con el
otorgamiento de facultades extraordinarias, puesto que son actos diversos. Más aún,
es jurídicamente posible que el Congreso autorice al Ejecutivo la suspensión de
garantías, pero le niegue el otorgamiento de facultades extraordinarias.49

Por otra parte, un análisis requerido respecto del otorgamiento de facultades


extraordinarias es el relativo a si las autorizaciones que se otorguen al Ejecutivo por el
Congreso de la Unión permiten la creación de leyes que, además de hacer caso omiso
a los derechos fundamentales suspendidos, vayan en forma directa contra algún
principio o precepto constitucional que no constituya propiamente una garantía
individual. Es decir, la cuestión a dilucidar es si al momento en que el presidente emita
las leyes necesarias para hacer frente a la crisis, además de hacer caso omiso a las
garantías suspendidas, puede violentar normas constitucionales diversas, por ejemplo,
atribuyéndose facultades para juzgar o subordinar las autoridades estatales y
municipales a las federales.

Para responder a lo anterior, indicaremos que las autorizaciones deben ir en estrecha


relación con la suspensión de garantías y respetar los principios constitucionales
existentes, como, en este caso, la división de poderes o la estructura del Estado
federal, puesto que lo anterior sale de la órbita de una mera suspensión de garantías.
Llegar a tal extremo, sería aceptar que por la aplicación de la medida suspensiva, se
podría dejar sin efecto alguno la vigencia (aunque en forma temporal) de la norma
fundamental; es decir, el artículo 29 constitucional se podría convertir en un "hoyo
negro" por el que se vaciara la totalidad del régimen constitucional.

En dicho tenor, consideramos que la autorización de suspensión de garantías y el


otorgamiento de facultades para legislar, no debe implicar el quebrantamiento de
principios constitucionales diversos50 que no son materia de la disposición
constitucional contenida en el artículo 29 del pacto federal.

De igual forma, las leyes de emergencia deben encontrar su finalidad en la propia


finalidad de la suspensión de garantías; es decir, su contenido debe ir encaminado a
afrontar la situación que generó la medida constitucional que nos ocupa.51

Otro aspecto a considerar es el relativo a la validez y vigencia de las leyes de


emergencia una vez que ha cesado la suspensión de garantías.

En este sentido, al quedar sin efectos la suspensión de garantías decretada por la


situación de emergencia, se restablece el orden constitucional en toda su plenitud,
quedando sin efectos las prevenciones generales y de igual forma las leyes expedidas
por el Ejecutivo federal en uso de las facultades extraordinarias conferidas. 52

En dicho tenor, la validez y vigencia de las leyes de emergencia deriva del decreto de
suspensión de garantías, por lo que al perder eficacia este último, de igual forma la
pierden las primeras.

No obstante lo indicado en el párrafo precedente, el Congreso de la Unión en uso de su


facultad legislativa puede hacer suyas las leyes emitidas durante la vigencia de la
suspensión de garantías, aprobándolas e incorporándolas a la legislación ordinaria. En
este caso, se deberá seguir por el órgano legislativo el procedimiento establecido en la
Constitución para la creación de leyes, y su resultado será la emisión de las mismas,
independientemente de que su contenido coincida con el que en su momento tuvieron
las leyes de emergencia.53

Finalmente en cuanto a este punto refiere, es conveniente mencionar que la


suspensión de garantías no genera competencia para que las autoridades locales
puedan actuar en forma similar a las federales54 respecto de facultades extraordinarias.
Es decir, si bien es cierto que al suspenderse las garantías individuales, dicha medida
no sólo surte efectos para las autoridades federales, sino también para las locales,
dado que estas últimas podrán actuar sin las limitantes previstas en las normas
constitucionales suspendidas,55 también lo es que la misma no implica que las
autoridades locales puedan desobedecer el principio de división de poderes establecido
en la Constitución y, por ende, no están facultadas a otorgar facultades extraordinarias
a favor de autoridad alguna, como podría ser el gobernador del estado, así como
tampoco podrán actuar desobedeciendo principios constitucionales diversos. Lo
anterior además de que la suspensión de garantías no implica la suspensión o
inobservancia de los ordenamientos jurídicos locales, por lo que dichas autoridades
deberán continuar actuando en estricto apego a sus normas mientras éstas se
encuentren vigentes.56

IX. TRATADOS INTERNACIONALES

Los derechos fundamentales son normas jurídicas de relevancia para el derecho


internacional, que las incorpora en diversos instrumentos formando un sólido cuerpo
de derecho internacional de derechos del hombre.61

El Estado mexicano ha suscrito y ratificado compromisos internacionales como el Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana Sobre
Derechos Humanos; las que requieren mención especial por contener disposiciones
relacionadas con el presente tema.

En el artículo 4o. del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos se establece:

1. En situaciones excepcionales que pongan en peligro la vida de la nación y


cuya existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados partes en el
presente Pacto podrán adoptar disposiciones que, en la medida estrictamente
limitada a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas
en virtud de este Pacto, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles
con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no
entrañen discriminación alguna fundada únicamente en motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión u origen social.

2. La disposición precedente no autoriza suspensión alguna de los artículos 6o.,


7o., 8o. (párrafos 1 y 2), 11, 15, 16 y 18.

3. Todo Estado parte en el presente Pacto que haga uso del derecho de
suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados partes en el
presente Pacto, por conducto del secretario general de las Naciones Unidas, de
las disposiciones cuya aplicación haya suspendido y de los motivos que hayan
suscitado la suspensión. Se hará una nueva comunicación por el mismo
conducto en la fecha en que se haya dado por terminada tal suspensión.
Del texto transcrito se desprende que los artículos 6o. (respeto a la vida), 7o.
(prohibición de tortura o penas crueles), 8o. (prohibición de esclavitud y servidumbre),
11 (prohibición de encarcelamiento por deudas de carácter civil), 15 (Prohibición de
retroactividad de normas penales), 16 (reconocimiento de la personalidad jurídica) y
18 (libertad de pensamiento y religión) del mismo ordenamiento jurídico, no serán
susceptibles de suspenderse bajo ninguna circunstancia.

Por su parte, en el artículo 27 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos


se determina:

1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la


independencia o seguridad del Estado parte, éste podrá adoptar disposiciones
que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención,
siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás
obligaciones que les impone el derecho internacional y no entrañen
discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión
u origen social.

2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos


determinados en los siguiente`s artículos: 3o. (derecho al reconocimiento de la
personalidad jurídica); 4o. (derecho a la vida); 5o. (derecho a la integridad
personal); 6o. (prohibición de la esclavitud y servidumbre); 9o. (principio de
legalidad y de retroactividad); 12 (libertad de conciencia y de religión); 17
(protección a la familia); 18 (derecho al nombre); 19 (derechos del niño); 20
(derecho a la nacionalidad), y 23 (derechos políticos), ni de las garantías
judiciales indispensables para la protección de tales derechos.

3. Todo Estado parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar
inmediatamente a los demás Estados partes en la presente Convención, por
conducto del secretario general de la Organización de los Estados Americanos,
de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido, de los motivos que hayan
suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal
suspensión.

En la disposición internacional indicada, de igual forma se advierte que sus artículos


3o. (reconocimiento de la personalidad jurídica), 4o. (derecho a la vida), 5o. (derecho
a la integridad personal), 6o. (prohibición de esclavitud y servidumbre), 9o. (principio
de legalidad y de retroactividad), 12 (libertad de conciencia y de religión), 17
(protección a la familia), 18 (derecho al nombre), 19 (derechos del niño), 20 (derecho
a la nacionalidad) y 23 (derechos políticos), así como garantías judiciales
indispensables para la protección de tales derechos, no son susceptibles de ser
suspendidos en momento alguno.

En este contexto y como se indicó con anterioridad, el Estado mexicano ha suscrito


dichos instrumentos que han pasado a formar parte integral del derecho interno, tal
pareciera que la actuación de las autoridades en aplicación del artículo 29
constitucional se encuentra aún más acotada de lo dicho hasta el momento en el
presente trabajo. Sin embargo, consideramos que dichas disposiciones del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana Sobre
Derechos Humanos no son acordes a la Constitución.
A dicho razonamiento llegamos en virtud de que el artículo 29 constitucional no
establece limitante alguna en relación con las garantías individuales susceptibles de ser
suspendidas, por lo que la medida puede llevarse a cabo respecto a todas sin
excepción, sin que sea obstáculo desde luego una disposición contenida en una norma
jerárquica inferior al precepto del pacto federal de nos ocupa.

En efecto, conforme con nuestro ordenamiento jurídico, los instrumentos


internacionales son inferiores a la Constitución y por lo tanto no pueden establecer
limitantes a la misma o contradecirla.62

En dicho tenor, si el artículo 29 constitucional faculta a las autoridades a suspender la


totalidad de las garantías individuales, no puede válidamente una norma jurídica
inferior contradecir tal precepto, estableciendo que no todas las garantías individuales
son susceptibles de suspenderse.

Ahora bien, una vez determinado que los instrumentos internacionales citados no son
acordes con la Constitución, es necesario analizar si no obstante lo anterior su
aplicación es obligatoria por parte de las autoridades federales.

Lo anterior en virtud de que: a) son normas jurídicas obligatorias para las autoridades
federales, b) la contradicción de una norma inferior respecto de una superior no
autoriza a su desaplicación salvo que así sea decretada por el órgano de control
competente y, c) aunque en nuestro sistema se acepta la relación jerárquica
normativa, respecto a la aplicación de las normas dicha predominancia opera a la
inversa. En efecto, la autoridad está obligada a aplicar la norma inferior e inmediata
ante la imposibilidad e incompetencia jurídica para poder determinar su
inconstitucionalidad.

No obstante lo dicho y como indicamos en el punto II.2 del presente trabajo, el


procedimiento contenido en el artículo 29 de mérito se desarrolla dentro del orden
constitucional o total y, por ende, las autoridades u órganos que en el mismo actúan lo
hacen investidas de la misma naturaleza (como órganos constitucionales). Sostenemos
que en virtud de lo anterior, éstas pueden desarrollar el procedimiento aplicando
directamente la norma constitucional y haciendo caso omiso de cualquier precepto
diverso que contradiga o limite la facultad que el propio dispositivo establece.63

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