El Camino de La Palabra, Entre Escucha y Rechazo PDF

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67 asociación bíblica española

Institución San Jerónimo

Antonio Menduiña

El camino
de la Palabra,
entre escucha
y rechazo
Significado y función
de las citas de Isaías
en la obra lucana
tesis
ÍNDICE

Abreviaturas......................................................................................... 9
Introducción......................................................................................... 15

PARTE I:
UN INICIO PARADIGMÁTICO
Capítulo I: Un nuevo camino de salvación.......................................... 35
Capítulo II: El Evangelio de salvación: anuncio y rechazo................. 65

PARTE II:
EL CAMINO DE LA PALABRA
Capítulo III: “Incircuncisos de corazón y oídos”................................. 97
Capítulo IV: El nuevo camino en conformidad con la Escritura ........ 127
Capítulo V: “Luz para los gentiles”..................................................... 161
Capítulo VI: Escucha y rechazo: un final abierto................................ 195

PARTE III:
OBSERVACIONES CONCLUSIVAS
Capítulo VII: Isaías y Lucas en diálogo............................................... 233

Bibliografía.......................................................................................... 267
Índice de citas bíblicas......................................................................... 287
Índice de autores.................................................................................. 305
INTRODUCCIÓN

1. Importancia del tema


Según el documento de la Pontificia Comisión Bíblica, El pueblo ju-
dío y sus Escrituras, en Lc-Hch hay 37 citas explícitas (15 en el
Evangelio y 22 en los Hechos). A primera vista, podría dar la impresión
de que el Antiguo Testamento ocupa un lugar secundario dentro de la
obra lucana, sobre todo, si se compara con los otros escritos de la tradi-
ción sinóptica1. Sin embargo, la mayoría de estudios2 realizados asignan a
las Escrituras de Israel un lugar relevante dentro del relato lucano3. La
razón de esta aparente paradoja está en que Lucas ha impregnado toda su
obra de Antiguo Testamento, resultando un extraordinario ejemplo de
dominio intertextual. Dentro de los libros del Antiguo Testamento, los
primeros cristianos utilizaron especialmente los escritos proféticos como
recurso para entender el acontecimiento Cristo. El libro más utilizado fue
el del profeta Isaías4. La unión de estas dos variables apunta al tema es-
cogido para la disertación de doctorado: Isaías dentro de la doble obra
lucana. Para seleccionar los textos a analizar, se han seguido dos criterios:
por un lado, se han buscado todas las citas explícitas de Isaías que apare-

1 Mc tiene el mismo número de citas explícitas que Lc (15) pero su texto ocupa prác-

ticamente la mitad de espacio. Mt tiene un tamaño similar al de Lc, pero tiene más del
doble de citaciones (38), cf. Pontificia Comisión Bíblica, El pueblo judío y sus Escrituras
Sagradas en la Biblia cristiana (Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2002) nº 3
(n. 7).
2 Para una breve síntesis de los diferentes estudios realizados sobre el uso del Antiguo

Testamento en la obra lucana, en donde se apunta al estudio literario de las citas de la


Escritura, como uno de los temas que necesitarían de una mayor atención dentro de los
estudios sobre Lc-Hch, cf. François Bovon, Luke the Theologian. Fifty-five Years of Re-
search (1950-2005) (Waco, TE: Baylor University Press, 22006) 89-123.
3 Según Jacob Jervell, The Theology of the Acts of the Apostles (Cambridge: Cam-

bridge University Press, 1996) 61-75, se puede considerar a Lucas el teólogo de las
Escrituras por excelencia.
4 Cf. James A. Sanders, “Isaiah in Luke”: Interp. 36 (1982) 144: “Isaiah is cited, al-

luded to, or otherwise appears in the New Testament more than any other Old Testament
book”.
16 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

cen en Lc-Hch5; por otro lado, se analizarán aquellas que, siguiendo el


camino de la Palabra hacia el confín de la tierra6, traten el tema de la es-
cucha y el rechazo del mensaje evangélico7. Teniendo en cuenta estos dos
criterios, las citas a analizar son Lc 3,4-6; 4,18-19; Hch 7,49-50; 8,32-33;
13,47; 28,26-278.
Las seis citas escogidas forman un “pequeño evangelio” dentro de la
obra de Lucas, ya que la mayoría de los temas tratados en Lc-Hch apare-
cen en estos textos9. Temas como el universalismo de la misión y de la
salvación, la conversión, el mesianismo, el anuncio de la Buena Nueva
del Reino, el Espíritu Santo, la pasión y muerte de Jesús, y el rechazo
judío aparecen explícitamente tratados10. En el tratamiento de estos te-
mas, no sólo es importante el texto isaiánico concreto citado sino también
el co-texto11 en el que se inserta esa cita, ya que aporta la clave herme-
néutica que clarifica el sentido del texto citado.
La importancia de estas seis citas de Isaías en Lc-Hch también está
apoyada por su situación dentro de la narración12. Nuestro profeta aparece

5 Para diferenciar entre cita explícita e implícita, sigo el criterio de la P.C.B., El pue-

blo judío, nº 3. Por lo tanto, considero cita explícita de la Escritura, aquella que el autor
incorpora a su obra, dejando claro que el texto citado pertenece a un libro veterotestamen-
tario.
6 “Luke’s theological project confers a fundamental function to the Word”: Bovon,

Luke the Theologian, 329.


7
La cuestión referida al anuncio universal del evangelio y el rechazo judío es el tema
principal que estructura y cohesiona narrativamente la doble obra lucana, cf. Jean-Noël
Aletti, Il racconto come teologia. Studio narrativo del terzo vangelo e del libro degli Atti
degli Apostoli (Bologna: EDB, 22009) 179-180.
8 Los textos citados de Isaías son los siguientes: Is 40,3-5; 61,1-2; 66,1-2; 53,7-8;
49,6; 6,9-10.
9 “The concentration of Isaianic themes in Luke indicates his awareness of their origin

and suggests that this book was influential in his selection of themes and categories from
what was doubtless a much wider field”: David Seccombe, “Luke and Isaiah”: NTS 27
(1981) 255.
10 Cf. Frederick J. Murphy, An Introduction to Jesus and the Gospels (Nashville, TE:

Abingdon Press, 2005) 234-236.


11 “Nella nostra riflessione comprendiamo il co-testo come categoria de ambito

sintattico, propriamente come selezione sintattica all’interno di una opera letteraria, tale
da fornire non solo la porzione adeguata, ma intesa testualmente per la comprensione
della pericope presa in esame: una unità testuale delimitata da vistose interruzioni o
segmentazioni della comunicazione”: Maurizio Guidi, “Così avvenne la generazione di
Gesù Messia”. Paradigma comunicativo e questione contestuale nella lettura pragmatica
di Mt 1,18-25 (AnBib 195; Roma: Gregorian & Biblical Press, 2012) 112-113.
12 Aunque Mateo tiene un mayor número de citas de Isaías, la significación de las

utilizadas por Lucas es mayor para el conjunto de la obra, ya que “Luke weaves Isaiah
into the structure of his double work, quoting at crucial places within the narrative”: Bart
J. Koet, “Isaiah in Luke-Acts”, en: Steve Moyise – Maarten J.J. Menken (eds.), Isaiah in
the New Testament (London – New York: T&T Clark, 2005) 80. La cursiva es del propio
INTRODUCCIÓN 17

al comienzo del evangelio y al final de los Hechos de los Apóstoles. Lu-


cas comienza13 presentándonos a Juan el Bautista con una cita de Isaías
(Lc 3,4-6) y termina el libro de los Hechos de los Apóstoles, con otra cita
de Isaías donde se da la clave para entender el rechazo de buena parte del
pueblo elegido a la Buena Nueva anunciada por Jesús y sus discípulos
(Hch 28,26-27)14. La expresión , aparece en Lc 3,6
y en Hch 28,28, creando así una especie de inclusión que engloba toda la
obra lucana15.
Las otras cuatro citas a analizar, también aparecen en momentos signi-
ficativos de la obra lucana. Lc 4,18-19 juega un papel hermenéutico
paradigmático16 ya que sirve para presentar a Jesús, su mesianismo y su
misión17. Hch 7,49-50 es la última cita de la Escritura utilizada por Este-
ban en su discurso, que es uno de los más importantes de Hechos18,

autor. Normalmente, con la cita, Lucas quiere subrayar algún aspecto importante o una
nueva fase en la dinámica narrativa de Lc-Hch, cf. Robert Maddox, The Purpose of Luke-
Acts (Edinburgh: T&T Clark, 1982) 44.
13 Digo comienza porque considero Lc 1–2 la introducción al evangelio. La aparición

de Juan el Bautista predicando un bautismo de conversión (Lc 3) marca el inicio de la


narración evangélica propiamente dicha, cf. Raymond E. Brown, El nacimiento del Me-
sías. Comentario a los relatos de la infancia (Madrid: Cristiandad, 1982) 244-245.
14 Analizando Lc-Hch en clave comunicativa, Hch 28,26-27 adquiere mayor impor-

tancia, ya que su colocación como conclusión de la obra le da mayor fuerza pragmática a


la cita de Isaías. Cf. Massimo Grilli, “Evento comunicativo e interpretazione di un testo
biblico”: Gr. 83 (2002) 665-666: “L’aspetto formale di un testo non è estraneo
all’intenzionalità comunicativa; al contrario!”.
15 Cf. Jacques Dupont, The Salvation of the Gentiles. Essays to the Acts of the Apos-

tles (New York, NY: Paulist Press, 1979) 14-16; Kenneth D. Litwak, Echoes of Scripture
in Luke-Acts. Telling the History of God’s People Intertextually (JSNT.S 282; London –
New York: T&T Clark, 2005) 191; Daniel Marguerat, “Luc-Actes: une unitè a con-
struire”, en: Jozef Verheyden (ed.), The Unity of Luke-Acts (BEThL 142; Leuven: Leuven
University Press, 1999) 63-64; David W. Pao, Acts and the Isaianic New Exodus (WUNT
2/130; Tübingen: Mohr Siebeck, 2000) 40. A través de la utilización metafórica del cam-
po semántico de la vista también se relacionan ambos textos, cf. Robert C. Tannehill, The
Narrative Unity of Luke-Acts. A Literary Interpretation I. The Gospel According Luke
(Philadelphia, PA: Fortress Press, 1986) 40-41.
16 Cf. Agustin George, El evangelio según san Lucas (CB 3; Estella: Verbo Divino,
71986) 21. Este autor utiliza el símil de una obertura musical para referirse a la función de

Lc 4,16-20 dentro del relato lucano.


17 Como reconoce Peter Mallen, The Reading and Transformation of Isaiah in Luke-

Acts (JSNT.S 367; London – New York: T&T Clark, 2008) 73: “The incident at Nazareth
in Lk 4 is of major importance in the development of Luke's narrative as the Gospel's
main character, Jesus, outlines his mission”.
18 La importancia se aprecia en varios aspectos: primero, por su tamaño, puesto que es

el discurso más largo de la segunda parte de la obra lucana; segundo, por la gran cantidad
de citas y alusiones con las que se enriquece el discurso; y tercero, porque marca un antes
y un después en la narración lucana, ya que, a partir de la muerte de Esteban, Jerusalén
18 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

dentro del cual, Is 66,1-2 ocupa un lugar relevante, al soportar el peso de


la argumentación final sobre el templo. También la cita de Hch 8,32-33
desempeña un cometido primordial dentro de la narración lucana, pues es
el primer ejemplo concreto de escucha, en el camino de la Palabra más
allá de los límites del judaísmo19. Por último, el texto de Is 49,6 citado en
Hch 13,47 también ocupa un lugar destacado dentro relato lucano20. El
episodio de Pablo en Antioquía de Pisidia (Hch 13,13-52) cumple una
función paradigmática dentro de la segunda parte del libro de los Hechos
de los Apóstoles21.
Las seis referencias a textos de Isaías dentro de la obra lucana
(Lc 3,4b-6; 4,18-19; Hch 7,49-50; 8,32-33; 13,47; 28,26-27) dejan clara
la dependencia literaria de estos textos. Las citaciones aparecen, no para
hacer avanzar la narración, sino para darle hondura, espesor y fuerza al
relato lucano. Los textos a estudiar son el mejor camino para comprender
que “el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día
y que se predicaría en su nombre la conversión para el perdón de los pe-
cados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén” (Lc 24,46-47).
Lucas es consciente de la importancia de las profecías de Isaías para ex-
plicar lo acontecido en Jesús de Nazaret22. Además, teniendo en cuenta
que la primera cita explícita aparece al comienzo de la narración evangé-
lica propiamente dicha23 y la última cita explícita sirve de cierre al relato

comienza a perder peso en el relato, cf. Daniel Marguerat, Gli Atti degli Apostoli I. 1–12
(Bologna: EDB, 2011) 261-262.269-270.
19 “La collocazione di questo brano [Hch 8,26-40] nel libro degli Atti non è casuale: la

conversione dell’eunuco segna una tappa nuova nella diffusione del Vangelo, che dal
giudaismo avanza verso il mondo pagano. Dopo i Samaritani, visti da Luca come dei
giudei paganizzanti, ecco nella persona dell’eunuco un pagano giudaizzante.
Narrativamente il brano prepara il lettore all’episodio di Cornelio, cioè alla conversione di
un vero pagano (At 10)”: Gérard Rossé, Atti degli Apostoli. Commento esegetico e
teologico (Roma: Città Nuova, 1998) 117.
20 “The citation of Isa 49.6 in Acts 13.47 represents a major turning-point in the narra-

tive”: James A. Meek, The Gentile Mission in Old Testament Citations in Acts. Text,
Hermeneutic and Purpose (JSNT.S, 385; London – New York: T&T Clark, 2008).
21 A partir de este momento Pablo se convertirá en el personaje principal del relato y

el sermón que pronuncia servirá de ejemplo para otros discursos kerigmáticos que Pablo
proclama, pero de los que no se darán detalles en la narración (14,1; 17,1-3.10.17;
18,4.19.26; 19,8-10). El uso de Is 49,6 en Hch 13,47 sitúa la mayor parte del ministerio
paulino dentro de la tercera fase ( ) del programa fijado por el Resuci-
tado en Hch 1,8 cf. Pao, Acts, 99.
22 Cf. Seccombe, “Luke and Isaiah”, 259.
23 En los cuatro evangelios la narración evangélica propiamente dicha comienza con

el ministerio profético de Juan el Bautista (Mt 3,1; Mc 1,2; Lc 3,1; Jn 1,19). Tanto en Mt
como en Lc los dos primeros capítulos son introductorios, cf. Rafael Aguirre Monasterio
– Antonio Rodríguez Carmona, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles (IEB 6;
Estella: Verbo Divino, 1994) 301.
INTRODUCCIÓN 19

de Hechos, el examen de estos seis textos será un instrumento valioso


para enfrentarse al estudio de Lc-Hch desde una perspectiva cohesionada
y unitaria, capaz de llevar a buen puerto el análisis del significado y la
función de las citas de Isaías desde la perspectiva del camino de la Pala-
bra que se desarrolla entre la escucha gentil y el rechazo de buena parte
del pueblo judío.
2. Status quaestionis
En las últimas décadas se han multiplicado los estudios que buscan
acentuar la continuidad entre Antiguo y Nuevo Testamento. En estos
estudios se intenta superar una especie de neomarcionismo que durante
mucho tiempo se había dado dentro de los estudios bíblicos24. Desde esta
nueva perspectiva se intenta dejar claro, que el trasfondo de los textos
neotestamentarios es, sobre todo, bíblico. Antiguo y Nuevo Testamento
no son dos bloques graníticos separados, sino que más bien están en ínti-
ma relación a través de un diálogo textual que los ilumina
recíprocamente.
El interés en tender puentes con el Antiguo Testamento es, si cabe,
mayor en Lucas que en otros autores, pues intenta dejar claro que la his-
toria que narra está en continuidad con etapas anteriores de la Historia de
la Salvación contenidas en las Escrituras judías. Sin embargo, esta conti-
nuidad escriturística no es siempre evidente ya que lo que predomina en
su obra es “una exégesis discreta, por alusiones y no por argumentaciones
de las Escrituras”25. Por eso, las referencias veterotestamentarias explíci-
tas, que Lucas coloca estratégicamente en su obra, se convierten en
elementos imprescindibles para comprender el proyecto teológico lucano.
Así se entiende que el uso de la Escritura, por parte de Lucas, no haya
pasado desapercibido a los estudiosos del Nuevo Testamento26. Algunos
se han centrado en las categorías promesa-cumplimiento27, otros han in-

24 En esta nueva perspectiva que se abre de entendimiento y diálogo entre judaísmo y

cristianismo tiene mucho que ver la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II
(cf. n. 4). En el campo de los estudios bíblicos, este estímulo ha tomado forma en el do-
cumento de la Pontificia Comisión Bíblica, El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en
la Biblia cristiana. Para profundizar en estos aspectos, cf. Massimo Grilli, Quale rapporto
tra i due Testamenti? Riflessione critica sui modelli ermeneutici classici concernenti
l’unità delle Scritture (Bologna: EDB, 2007) 7-20.
25 Jean-Nöel Aletti, El arte de contar a Jesucristo. Lectura narrativa del evangelio de

Lucas (BEB 77; Salamanca: Sígueme, 1992) 172.


26 Según Bovon, Luke the Theologian, 94, una de las razones que contribuyó, a partir

de los años 50, a renovar el estudio de las citas del AT en Lucas fue la publicación del
trabajo de Charles H. Dodd, According to the Scriptures. The Substructure of New Testa-
ment Theology (London: Nisbet, 1952).
27 Destacan en este ámbito los trabajos ya clásicos de Hans Conzelmann, El centro del

tiempo. La teología de Lucas (Madrid: Fax, 1974) y Martin Rese, Alttestamentliche Moti-
ve in der Christologie des Lukas (SNT, 1; Gütersloh: Gütersloher Verlagshaus, 1969).
20 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

tentado identificar el texto bíblico utilizado por Lucas o han estudiado el


tipo de exegesis utilizada por el autor de Lc-Hch en su narración28. Hay
también autores que han propuesto que las citas del AT son utilizadas
para explicar al rechazo de Jesús por parte de los judíos29. Así, la transfe-
rencia de privilegios de Israel a la Iglesia tendría justificación
escriturística30. Hay quien se ha acercado al uso de los textos veterotes-
tamentarios dentro de la obra lucana desde la perspectiva de la retórica
helenística31. La mayoría de estudios que profundizan en la relación entre
la obra lucana y la Escrituras judías se centran en analizar el texto utiliza-
do por Lucas en sus citas o se cuestionan el interés por determinados
pasajes veterotestamentarios o cuál es la función que cumplen las citas
del AT dentro la narración lucana32.
A pesar de la importancia que estos autores dan a la Escritura en Lc-
Hch, hay pocos estudios monográficos específicos sobre la influencia de
Isaías en el relato lucano. La mayoría se han centrado en análisis de tex-
tos concretos (sobre todo Lc 4,18-19 y Hch 28,26-27) y el estudio de
temas isaianos (los cantos del siervo sufriente, profecías mesiánicas, el
nuevo éxodo, la dureza de corazón de Israel o el universalismo).
Dentro de los aproximadamente últimos treinta años de investigación
bíblica, el primer estudio específico sobre Isaías en Lc-Hch es realizado

Otras obras realizadas teniendo en cuenta esta perspectiva son Henry J. Cadbury, The
Making of Luke-Acts (New York, NY: Macmillan, 1927); Paul Schubert, “The Structure
and Significance of Luke 24” en: Walther Eltester (ed.), Neutestamentliche Studien für
Rudolf Bultmann (Berlin: Töpelmann, 1954) 165-188 y Darrell L. Bock, Proclamation
from Prophecy and Pattern. Lucan Old Testament Christology (JSNT.S 12; Sheffield:
JSOT Press, 1987).
28 El estudio pionero en este ámbito ha sido el de William K. L. Clarke, “The Use of

the Septuagint in Acts” en: Frederick J. Foakes Jackson – Kirsopp Lake (eds.), The Be-
ginnings of Christianity (London: Macmillan, 1922) 66-105. Posteriormente, destaca
también el trabajo de Traugott Holtz, Untersuchungen über die alttestamentlichen Zitate
bei Lukas (TU 104; Berlin: Akademie-Verlag, 1968).
29 Por ejemplo Jack T. Sanders, “The Prophetic Use of the Scriptures in Luke-Acts,”

en: Craig A. Evans – William F. Stinespring, Early Jewish and Christian Exegesis. Stud-
ies in Memory of William Hugh Brownlee (Atlanta, GA: Scholars Press, 1987) 191-198.
Sobre este tema, es importante la obra de Craig A. Evans, “Prophecy and Polemic: Jews
in Luke’s Scriptural Apologetic”, en: Id. – James A. Sanders (eds.), Luke and Scripture.
The Function of Sacred Tradition in Luke-Acts (Minneapolis, MN: Fortress, 1993) 171-
211, ya que desmonta uno por uno todos los argumentos de Jack T. Sanders.
30 Los estudiosos en relación a este tema están divididos: por un lado, los que conside-

ran que Lucas excluye a los judíos de la salvación y, por otro, los que creen que sólo
excluye a los judíos que no aceptan a Jesús como el Salvador, cf. Mallen, The Reading, 6-
8.
31 Cf. Charles H. Talbert, “Promise and Fulfillment in Lucan Theology” en: Id. (ed.),

Luke-Acts. New Perspectives from the Society of Biblical Literature Seminar (New York,
NY: Crossroad, 1984) 91-103.
32 Cf. Pao, Acts, 7.
INTRODUCCIÓN 21

por David Seccombe. En un breve artículo33, este autor reconoce la im-


portancia de Isaías en la construcción del evangelio y los Hechos de los
Apóstoles. Para Seccombe, lo primero que llama la atención de la narra-
ción lucana es la citación de cuatro textos extensos isaianos (Lc 3,4-6;
4,17-19; Hch 8,28-33; Hch 28,25-27). Sin embargo, en su análisis de la
relación de Lucas e Isaías, se centra solamente en dos aspectos: el sermón
de Nazaret y la figura del siervo.
Otro autor que ha escrito sobre la relación entre Isaías y Lucas es Ja-
mes A. Sanders34. En su estudio sobre Isaías y Lucas pone de manifiesto
la importancia que Isaías tiene para el Jesús lucano, pero tras afirmar la
importancia de las citas explícitas isaianas, simplemente se detiene a es-
tudiar en profundidad la perícopa de la sinagoga de Nazaret (Lc 4,16-30).
La aportación de Bart J. Koet, sobre la influencia isaiana en Lucas-
Hechos, se desarrolla a través de dos trabajos publicados con dieciséis
años de diferencia35. En el primero, analiza cuatro textos (Lc 4,16-30;
24,13-35; Hch 13,42-52; 28,16-31), que se corresponden con la primera y
última intervención tanto de Jesús como Pablo en el relato lucano. Para
Koet, la perspectiva isaiana del siervo (formulada en Lc 2,32), es utiliza-
da por Lucas para explicar la misión de sus dos personajes principales36.
En su segundo trabajo, se centra principalmente en las citas isaianas, ya
que, según él, constituyen el armazón sobre el cual Lucas construye su
narrativa37. La misión del siervo continúa siendo el elemento clave para
entender el ministerio de Jesús y para legitimar la misión ad gentes de sus
discípulos.
Uno de los estudios más completos, sobre el impacto de Isaías en la
obra lucana, es el realizado por David W. Pao38. Para este autor el tema
que sirve de marco estructural a Lucas para la elaboración de su obra es
el “nuevo éxodo isaiano” (especialmente Is 40,1-11)39. Ciertamente, este
tema tiene su peso en la narración lucana, pero no agota la influencia
isaiana en Lc-Hch, especialmente en aquellos aspectos relacionados con
la cristología.
Además de estos trabajos que directamente estudian la influencia de
Isaías en la doble obra lucana, hay varios autores que se refieren a esta

33
Cf. Seccombe, “Luke and Isaiah”, 252-259
34 Cf. Sanders, “Isaiah in Luke”, 144-155.
35 El primero, Bart J. Koet, Five Studies on the Interpretation of Scripture in Luke-

Acts (SNTA, 14; Leuven: Leuven University Press, 1989), se publica en 1989 y el segun-
do, Id., “Isaiah in Luke-Acts”, en 2005.
36 Cf. Id., Five Studies, 143-150.
37 Cf. Id., “Isaiah in Luke-Acts”, 79.
38 Cf. Pao, Acts.
39 Cf. ibid., 37-69.
22 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

influencia en sus estudios y tesis doctorales relacionados con el ámbito de


la cristología o la eclesiología40.
El trabajo sistemático sobre la relación entre Isaías y Lucas que más se
acerca al objetivo de la presente disertación es el de Peter Mallen. Sin
embargo, nuestro estudio se separa del trabajo de este autor en varios
aspectos importantes. En primer lugar, mientras Mallen tiene como punto
de partida la lectura de Isaías en el período del Segundo Templo41 para
después analizar cómo Lucas transforma esta interpretación, la presente
disertación intenta establecer un diálogo entre el texto original isaiano y
su recolocación lucana. En segundo lugar, la obra de Mallen hace cuatro
relecturas diferentes apoyadas en un análisis narratológico, intertextual,
redaccional y retórico42, mientras que nuestro estudio se basa en un análi-
sis fundamentado en la confrontación textual de cada una de las
apariciones explícitas más importantes de Isaías en Lc-Hch. Finalmente,
la presente disertación pretende evidenciar la presencia de un hilo sutil
que engarza la mayoría de las citas explícitas isaianas a través de la escu-
cha y el rechazo de la Palabra de Dios dentro del relato lucano, objetivo
este, ausente del trabajo de Mallen.

40 La mayoría tratan aspectos cristológicos relacionados con la figura del siervo de

Isaías: Paul B. Decock, Isaiah in Luke-Acts (Roma: Pontificia Universitas Gregoriana,


2001); Joel B. Green, “The Death of Jesus, God’s Servant” en: Dennis D. Sylva (ed.),
Reimaging the Death of the Lukan Jesus (BBB 73; Frankfurt am Main: Anton Hain, 1990)
1-28, 170-73; Adrian M. Leske, “The Influence of Isaiah 40-66 on Christology in Mat-
thew and Luke. A Comparison”, en: Eugene H. Lovering Jr. (ed.), SBL Seminar Papers,
1994 (Atlanta, GA: Scholars Press, 1994) 897-916; Robert F. O’Toole, “How Does Luke
Portray Jesus as Servant of YHWH”: Bib. 81 (2000) 328-346. Otros autores tratan de la
influencia isaiana en Lc-Hch al referirse al tema del Nuevo Éxodo: Mark L. Strauss, The
Davidic Messiah in Luke-Acts. The Promise and Its Fulfilment in Lukan Christology
(JSNT.S 110; Sheffield: Sheffield Academic Press, 1995); Max Turner, Power from on
High. The Spirit in Israel’s Restoration and Witness in Luke-Acts (JPTS.S 9; Sheffield:
Sheffield Academic, 1996); Rebecca I. Denova, The Things Accomplished Among Us.
Prophetic Tradition in the Structural Pattern of Luke-Acts (JSNT.S 141; Sheffield: Shef-
field Academic Press, 1997). Otros estudios sobre la influencia de Isaías en Lc-Hch son:
Dennis Hamm, “Sight to the Blind. Vision as Metaphor in Luke”: Bib. 67 (1986) 457-477,
que solo se ocupa de las citas de Isaías que aparecen en el evangelio en relación con la
metáfora de la vista; William R. Hanford, “Deutero-Isaiah and Luke-Acts: Straightfor-
ward Universalism?”: CQR 168 (1967) 142-152, que estudia sólo las citas del Segundo
Isaías, en relación al tema del universalismo. Finalmente hay que reseñar la aportación
realizada a través de una tesis doctoral no publicada de Thomas S. Moore, Luke’s Use of
Isaiah for the Gentile Mission and Jewish Rejection Theme in the Third Gospel (Dallas,
TX: Dallas Theological Seminary, 1995), que estudia de forma exhaustiva la presencia
isaiana en Lucas, pero de poco valor para nuestro estudio porque su análisis se restringe al
ámbito del evangelio y se basa fundamentalmente en el uso de las alusiones, cf. Mallen,
The Reading, 13-14.
41 Cf. ibid., 29-59.
42 Cf. ibid., 60-197.
INTRODUCCIÓN 23

3. Contribución del trabajo


La contribución del presente trabajo es doble: por un lado, por el con-
tenido que trata; y por otro, por la metodología utilizada43. La finalidad es
demostrar que los textos lucanos donde aparecen las seis citas a analizar
forman una importante unidad narrativa y teológica dentro de Lc-Hch,
una especie de “pequeño evangelio”, ya que estos textos recogen los ele-
mentos más importantes del mensaje que desarrolla Lucas en toda su
obra. Especialmente estos textos son el mejor medio para seguir el itine-
rario de la Palabra, que se va abriendo camino entre la escucha (gentiles)
y el rechazo (judíos), hasta llegar a los confines de la tierra44. Las citas
isaianas analizadas, aportan luz a este camino, ya que lo presentan como
parte del proyecto de Dios testimoniado en las Escrituras.
Tratando de profundizar en la Palabra que camina entre la escucha y el
rechazo a través del significado y función de las citas de Isaías en la obra
lucana, se descubren varios elementos internos que cohesionan las seis
citas explícitas de Isaías y explican la razón por la cual este estudio se
centrará en ellas.
En primer lugar, las expresiones que introducen las citas escogidas
son solemnes y en la mayoría de los casos aparece expresamente la locu-
ción el “profeta Isaías” ( ) o la palabra “profeta”
( ), para introducir el texto citado (Lc 3,4; 4,17; Hch 7,48;
8,28.39; 28,25). En Hch 13,47, la expresión anterior a la cita, tiene inclu-
so mayor fuerza pragmática, ya que las palabras que se van a reproducir
no se dice que sean de Isaías sino que son del mismo Señor ( ). El
resto de citaciones isaianas tienen menos peso en la narración y por esta
razón Lucas las introduce de forma menos solemne (cf. Lc 19,46; 22,37;
Hch 13,34).
También hay conexiones de tipo semántico entre las seis citas. La co-
nexión más fuerte es con respecto a los campos semánticos de escuchar-
rechazar. En Lc 3,4 se dice: “una voz gritando” ; en
Lc 4,18-19 Jesús evangeliza y anuncia ( , 2x) y todos,
en un primer momento, estaban admirados por las palabras de gracia que
salían de su boca (Lc 4,22), pero, posteriormente, se llenaron de ira al
escucharlo (Lc 4,28); en Hch 7,51 Esteban llama a los judíos “gente de
dura cerviz e incircuncisos de corazón y oídos”, que siempre se resisten al
Espíritu Santo; en Hch 8,32 se dice que el siervo es llevado como cordero

43 La metodología será desarrollada en el siguiente apartado.


44 “Luke accords a large place to obtuseness and ignorance, that is, the willful blind-
ness of Israel (cf. the finale of Acts), it follows that the scriptural proof, like the gospel
narrative, belongs to the rhetoric of persuasion. It is not enough to open the book; the
readers must open their eyes, mind, and heart”: Bovon, Luke the Theologian, 121-122.
24 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

mudo ( ) y que él no abre su boca. En 13,48-50, tras la cita de


Is 49,6, el auditorio se divide entre aquellos que se alegraron y creyeron
al escuchar a Pablo y los que rechazaron sus palabras y lo persiguieron.
Termina la narración lucana haciendo referencia al verbo escuchar
( 4x en Hch 28,26-27) y al endurecimiento del corazón como signo
del rechazo a la Buena Nueva (Hch 28,27).
El universalismo es otro elemento que aparece en los seis textos. En
Lc 3,4-6 aparece claramente explicitado a través de la última afirmación
45
de la cita: . También es muy
evidente la referencia al universalismo en las expresiones isaianas citadas
en Hch 13,47. Pero también está presente en el contexto próximo de las
otras cuatro citas. En Lc 4,24-27 Jesús deja claro que la actuación de Dios
no entiende de fronteras. En Hch 8,32-33 los protagonistas de la perícopa
son Felipe46, judío helenista, y un eunuco etíope, que acaba siendo bauti-
zado. La crítica de Hch 7,49-50 al exclusivismo de la presencia de Dios
en el templo se suele relacionar con la crítica al exclusivismo religioso
israelita47. Tras la última cita, Pablo acaba afirmando
(Hch 28,28). Por lo tanto, también
el universalismo discurre por el interior de los textos isaianos selecciona-
dos.
Al circunscribirse este estudio a estos seis momentos, se pretende en-
contrar, a partir de estos textos, las claves para sacar a la luz los aspectos
pragmáticos más importantes de la obra lucana. Esto es posible porque
estas seis citas, que jalonan el relato de Lucas, son una especie de puntos
luminosos que guían al lector para que pueda profundizar en el mensaje y
en el sentido de los acontecimientos narrados en Lc-Hch. A través de
estas citas de Isaías queda claro que quien dirige la historia narrada por
Lucas es Dios. El lector está llamado a descubrir, dentro de la historia de
Jesús y de la Iglesia, una Historia de Salvación que le empuja a continuar
avanzando a través de este camino de salvación.

45 Esta expresión no aparece en la cita de Is 40 que introducen los otros dos evangelios

sinópticos al comienzo de sus relatos evangélicos (Mc 1,3; Mt 3,3).


46 No confundir con uno de los miembros de los Doce, cf. John P. Meier, Un judío

marginal. Nueva visión del Jesús histórico III. Compañeros y competidores (Estella:
Verbo Divino, 2003) 219.
47 Eliminar la presencia en exclusiva de Dios en el templo de Jerusalén facilitará la

apertura de la misión cristiana a la gentilidad, cf. Koet, “Isaiah in Luke-Acts”, 90.


INTRODUCCIÓN 25

4. Método y límites del trabajo48

4.1 Acercamiento metodológico


La originalidad en el método utilizado es doble, ya que los textos son
analizados desde una perspectiva intertextual49 y también en clave comu-
nicativa, intentando sacar a la luz los aspectos pragmáticos más
importantes. La perspectiva intertextual busca profundizar en la relación
textual entre Isaías y Lucas, a través de las referencias explícitas que se
encuentran a lo largo de la doble obra lucana. Así entran en diálogo dos
dinámicas comunicativas diferentes en la que cada uno de los dos textos
(original isaiano y relectura lucana) ven enriquecidas sus potencialidades
significativas50. En este diálogo, no sólo entran en juego los aspectos
intertextuales, sino que, también, se tiene presente la dimensión comuni-
cativa del texto. Por lo tanto, además del co-texto literario, es analizado
también el contexto comunicativo, o sea, la relación comunicativa que se
establece entre texto y lector. “El contexto, entonces, es el horizonte es-
tructural que permite a un signo lingüístico (tanto una palabra como un
texto) no solo indicar de forma convencional una cosa, sino también ma-
nifestar una intención comunicativa. Este es el objeto de estudio
interpretativo que entra dentro del ámbito pragmático”51.
El método que se seguirá en este estudio parte del presupuesto que la
lectura de un texto constituye un evento comunicativo peculiar. La pecu-
liaridad viene dada por la doble dimensión del texto bíblico que es al
mismo tiempo Palabra de Dios y palabra humana: “Dios habla en la Sa-
grada Escritura por medio de hombres y en lenguaje humano” (DV 12).
Desde esta perspectiva, el estudio de un texto bíblico no puede prescindir

48 Sobre el método utilizado, cf. Grilli, “Evento comunicativo”.


49 También Mallen, The Reading, 102-133, utiliza la intertextualidad para profundizar
en la relación Isaías-Lucas, pero el presente estudio le dedica mayor atención e intenta
caminar por senderos más seguros para entender correctamente la presencia de Isaías en el
relato lucano. Como apunta el documento de la P.C.B., El pueblo judío, nº 3: “Las remi-
niscencias y citas implícitas, se prestan a confusión”. Cuando hay una cita explícita los
riesgos de subjetivismo se reducen, cf. Claire-Antoinette Steiner, “Le lien entre le prolo-
gue et le corps de l’évangile de Marc”, en: Daniel Marguerat – Adrian Curtis (eds.),
Intertextualités. La Bible en échos (Genève: Labor et Fides, 2000) 176-177. Por esta
razón, en este estudio las citas implícitas o alusiones verbales ocuparán un lugar secunda-
rio.
50 “Citare un testo, renderlo presente in un altro, fa sì che si operi un volontario

confronto tra due evento e allo stesso tempo la significazione di qualcosa di nuovo
rispetto al testo originario. A ciò che già si conosceva viene offerta una nuova luce; un
certo “accrescimento” viene operato. Il nuovo testo si presenta così come interpretante
del primo, e non solo lo farà conoscere sotto qualche suo aspetto, ma ne farà conoscere
qualcosa in più”: Guidi, “Così avvenne”, 133-134. La cursiva es del proprio autor.
51 Guidi, “Così avvenne”, 133.
26 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

de tener en cuenta las leyes propias del lenguaje humano. Pero, por otro
lado, el estudio del texto desde sus coordenadas humanas no debe descui-
dar la atención a la dimensión de Palabra de Dios, que no sólo busca
comprensión, sino también obediencia. La Constitución Dogmática del
Concilio Vaticano II Dei Verbum explica esta doble dimensión desde el
misterio de la Encarnación: “La Palabra de Dios, expresada en lenguas
humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del
eterno Padre, asumiendo nuestra débil condición humana, se hizo seme-
jante a los hombres” (DV 13).
Para estudiar nuestros textos como un proceso comunicativo entre dos
interlocutores, tendremos que valernos de la Lingüística, tanto desde su
dimensión extratextual (pragmalingüística) como intratextual (sintáctica,
semántica y pragmática)52. Gracias a la Lingüística, sabemos que el pro-
ceso comunicativo no sólo pretende un intercambio de información, sino
que busca conseguir algún efecto en los oyentes o lectores. La parte de la
Lingüística que se ocupa de estudiar estos efectos se llama pragmática53.
Su aplicación al estudio permite analizar y poner de relieve la intención
del autor sagrado en lograr algún cambio en los lectores.
Comprender un texto escrito desde sus aspectos comunicativos lleva a
profundizar en la relación entre autor y lector. El autor para comunicar
algo utiliza una determinada estrategia que el lector debe intentar seguir
si quiere comprender el sentido del texto. Desde la perspectiva comunica-
tiva, la importancia no recae en el autor y lector reales54, sino más bien en
el autor “implícito” y en lector “implícito” o “modelo”55. Los lectores del
s. XXI no podemos entrar en contacto con Lucas, el autor real, o con los
miembros de sus comunidades, los lectores primeros. El autor y lector,
con los cuales debemos encontrarnos, están inscritos en el propio texto
como figuras literarias. Todo autor al escribir piensa en un lector modelo
al que quiere dirigirse, no sólo esperando que exista alguien que pueda

52 Cf. César Mora Paz, “Introducción”, en: Id. – Massimo Grilli – Rainer Dillmann,

Lectura pragmalinguistica de la Bibita. Teorìa y aplicación (EyC-M 1; Estella: Verbo


Divino, 1999) 23-28.
53 “Nella sua accezione più ampia, la pragmatica è la disciplina che si occupa

dell’interpretazione dell’azione intenzionale umana in generale”: Claudia Bianchi,


Pragmatica del linguaggio (BEL 59; Bari: Editori Laterza, 2003) 7.
54 El autor real o empírico es el personaje histórico, en este caso Lucas, responsable de

la escritura del relato. Lector real o empírico es el lector al que está dirigido el texto (lec-
tor primero) o también toda persona empeñada en el acto de lectura, cf. Daniel Marguerat
– Yvan Bourquin, Cómo leer los relatos bíblicos. Iniciación al análisis narrativo (PT
106; Santander: Sal Terrae, 2000) 286.289.
55 El autor “implícito” es la imagen del autor que se revela en la obra por sus opciones

de escritura y su estrategia comunicativa. El lector implícito, modelo o ideal es el receptor


del relato construido por el texto y capacitado para actualizar su significado desde la
perspectiva creada por el autor, cf. ibid., 286.289.
INTRODUCCIÓN 27

interpretar el texto sino construyendo este lector modelo a través del rela-
to56. “Desde esta óptica, decodificar un texto significa comprender la
estrategia narrativa: el proceso, las técnicas, los indicios, los procedi-
mientos... de los que el autor se sirvió para construir su lector ideal”57.
Esto es especialmente relevante en los textos bíblicos que construyen su
lector modelo desde la clave de verdad.
Así el lector empírico que lee un texto bíblico está llamado a la identi-
ficación con el lector modelo o implícito para así cumplir la voluntad de
Dios. De este modo se recupera la dimensión hermenéutica bíblica ya que
el lector empírico puede entrar en contacto con el único lector vivo que
puede dar respuesta a sus interrogantes interpretativos: el lector modelo.
A través de este encuentro el lector empírico está llamado a encarnar de
forma creativa los elementos propios del lector modelo que emergen del
propio texto.

4.2 Perspectiva intertextual


La perspectiva intertextual ayudará a entender el diálogo que Lucas ha
querido establecer con Isaías a lo largo de su relato. Las citas explícitas
isaianas repartidas a lo largo de la narración ayudan a comprender lo
acontecido en Jesús y sus discípulos, pero, al mismo tiempo, los aconte-
cimientos narrados por Lucas aportan nueva luz sobre los oráculos
isaianos, que como cualquier palabra profética está siempre abierta al
futuro.
Esto nos ofrece una regla importante para un análisis intertextual: no pode-
mos limitarnos a analizar el significado y función de una cita en su nuevo
contexto literario; al contrario, para lograr una visión clara de las transforma-
ciones acaecidas debemos investigar también el significado que el segmento
citado tenía en su contexto original. Esto permite que se ilumine mejor el co-
lorido distintivo de los evangelios. De esta manera, permitimos que los textos
del Antiguo Testamento conserven también su propia fuerza evocadora, sin
recargarlos de antemano con el significado que reciben sólo al ser incluidos
en los evangelios58.
La cuestión referida a la fuente utilizada por Lucas en sus citas es una
cuestión debatida59. Sin embargo, se puede decir que la estrategia comu-

56 Cf. Umberto Eco, Seis paseos por los bosques narrativos (Barcelona: Lumen, 1996)
17.
57 Grilli,
“Evento comunicativo”, 668.
58
Wim Weren, Métodos de exégesis de los evangelios (ITEB 12; Estella: Verbo Di-
vino, 2003) 245.
59 Esta cuestión excede los límites de esta tesis. Para un análisis en profundidad de los

trabajos de los diferentes autores, cf. Bovon, Luke the Theologian, 108-120. Para una
síntesis de las posturas defendidas, cf. David W. Pao – Eckhard J. Schnabel, “Luke”, en:
28 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

nicativa lucana no depende de ninguna versión particular del Antiguo


Testamento60. Por esta razón, el punto de partida de nuestro estudio será
el texto masorético como la lectura isaiana más cercana al original61, pero
teniendo siempre en cuenta también la versión griega de los LXX, sobre
todo a la hora de analizar el proceso de re-contextualización lucana. Por
lo tanto, el lector modelo lucano tiene que conocer el texto masorético,
para apreciar los elementos iluminados principalmente en la relectura
lucana62.
En la presente disertación primará la comprensión sincrónica e inter-
textual63 del texto como evento comunicativo, a partir del cual se
intentará descubrir y describir los perfiles del lector modelo que aparecen
en los diferentes textos bíblicos, así como escuchar el diálogo en el que
entran dos dinámicas comunicativas diferentes pero unidas, como son el
Antiguo y el Nuevo Testamento, Isaías y Lucas64. Sin embargo, en este
estudio no se renunciará a los diferentes logros alcanzados por el método
histórico-crítico mediante un análisis diacrónico de la Biblia. Sobre todo,
nos serviremos de la investigación sobre las formas y desarrollo histórico
de los textos y su relación con el contexto en el que surgieron, como ele-

Gregory H. Beale – Donald A. Carson (eds.), Commentary on the New Testament Use of
the Old Testament (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2007) 252.
60 Cf. Bock, Proclamation from Prophecy, 271. Para este autor la LXX no tiene un rol

predominante en Lc-Hch: “The picture that emerged from this detailed consideration of
the conceptual form of the OT argument in Luke-Acts is that note even one of these texts
required the LXX for the conceptual framework of the argument presented in the pas-
sage”: ibid., 271. La cursiva es del propio autor.
61 Cf. John N. Oswalt, The Book of Isaiah. Chapters 1–39 (NIC.OT; Grand Rapids,

MI: Eerdmans, 1986) 29-31.


62 Hay que tener en cuenta que tanto las traducciones modernas de la Biblia a lenguas

vernáculas, como los leccionarios litúrgicos tienen como base para Isaías el texto masoré-
tico.
63 “El paso de la historia a la retórica del texto ha hecho que sea importante la percep-

ción de la intertextualidad del texto: la tendencia del texto a citar el texto. La percepción
de la intertextualidad representa una alternativa importante a nuestra prolongada preocu-
pación por lo histórico. Así, una lectura diacrónica del texto ha tratado de relacionar los
textos con acontecimientos, experiencias o circunstancias. La intertextualidad, por el
contrario, ha procurado que los textos estén principalmente relacionados con otros textos,
y que la interacción entre los textos engendre un ámbito de discurso, diálogo e imagina-
ción que proporcione un mundo en el que vivir”: Walter Brueggemann, Teología del
Antiguo Testamento. Un juicio a Yahvé. Testimonio, disputa, defensa (BEB 121; Sala-
manca: Sígueme, 2007) 95.). La cursiva es del propio autor.
64 La intertextualidad dentro del ámbito bíblico es posible por tres motivos: primero,

la indeterminación de algunos pasajes, especialmente aquellos proféticos, favorecen las


relecturas en otros libros; segundo, todos los escritos bíblicos forman parte una misma
dinámica comunicativa: la relación entre Dios y los hombres; tercero, la mayor parte de
los libros bíblicos se ha ido formado a través de un proceso lleno de añadidos, comenta-
rios, inserciones y reactualizaciones sucesivas, cf. Guidi, “Così avvenne”, 135.
INTRODUCCIÓN 29

mentos subsidiarios para una mejor comprensión de la dinámica comuni-


cativa textual.

5. Plan de trabajo
El trabajo se desarrolla en siete capítulos: seis dedicados a cada una de
las citas explícitas de Isaías (Lc 3,4-6; 4,18-19; Hch 7,49-50; 8,32-33;
13,47; 28,26-27) y un último capítulo dedicado a las conclusiones. Con
esto se intenta seguir el camino de la Palabra que avanza y se difunde
entre la escucha de una mayoría de gentiles y el rechazo de una mayoría
de judíos.
El primer capítulo comienza analizando cómo Lucas construye su lec-
tor ideal a través de los dos primeros capítulos del evangelio. Lc 1–2 son
una obertura donde la novedad de lo que va sucediendo se pone en rela-
ción al Antiguo Testamento, a través principalmente de alusiones a textos
veterotestamentarios. En el segundo apartado de este capítulo, se analiza
Is 40,3-5 tanto en su contexto original como en su relectura lucana. La
voz gritando de Is 40,3 se convierte en Lc 3,4-6 en la voz de Juan el Bau-
tista que anuncia un nuevo camino de salvación para todo el mundo
Tras la desaparición de escena de Juan Bautista (Lc 3,21), en el se-
gundo capítulo, primeramente, se ponen de relieve los aspectos
intertextuales más importantes que van configurando al lector lucano
desde Lc 3,21 hasta Lc 4,15. Así se descubre una historia enraizada en la
Escritura en la que Jesús es guiado continuamente por el Espíritu Santo.
El texto de Isaías a analizar es una combinación de Is 61,1-2 y 58,6 donde
se habla de un personaje ungido por el Espíritu que anuncia la llegada de
la liberación, a imagen de los años jubilares (Lv 25,10-17). Jesús, a través
de un acto lingüístico declarativo, afirma que él es ese personaje, que
lleno del Espíritu Santo viene a anunciar la buena nueva a los pobres y la
liberación a los oprimidos. La interpretación universalista que hace Jesús
de este mensaje (Lc 4,25-27) no es bien acogida por sus paisanos nazare-
nos, que incluso intentan despeñarlo (Lc 4,30). Esta perícopa (Lc 4,16-
30), en la que se recurre a un texto isaiano, sirve de presentación del pro-
grama que Lucas va a desarrollar en su doble obra.
El capítulo tercero comienza analizando cómo Lucas construye al lec-
tor ideal a través de las múltiples referencias intertextuales que aparecen
en los discursos de los primeros capítulos de Hechos (1–6). El Espíritu
Santo garantiza que este nuevo comienzo sea en fidelidad a lo antiguo. La
primera cita isaiana que aparece en los Hechos de los Apóstoles se en-
cuentra al final del discurso de Esteban ante el Sanedrín (Hch 7,49-50).
Al citar Is 66,1-2, el primer mártir cristiano pretende poner de manifiesto
el valor relativo del Templo como lugar de la morada de Dios. De este
modo, se pretende favorecer el camino de difusión de la Palabra más allá
30 EL CAMINO DE LA PALABRA, ENTRE ESCUCHA Y RECHAZO

de los límites del judaísmo. La perícopa termina con una invectiva contra
la cerrazón de los judíos a la Palabra de Dios (Hch 7,51-53). Por lo tanto,
otra cita isaiana (Is 66,1-2) es utilizada para poner de manifiesto la volun-
tad salvífica universal de Dios. Una voluntad que no es acogida ni
querida por la mayoría de los miembros del pueblo elegido (Hch 7,54-
58).
El cuarto capítulo empieza analizando las voces intertextuales que
aparecen en el martirio de Esteban. Este acontecimiento, que a primera
vista parece dificultar la difusión de la Palabra hasta los confines de la
tierra, se convierte providencialmente en el punto de inflexión que provo-
ca la expansión de la misión cristiana más allá de Jerusalén. Así,
siguiendo el camino de la Palabra, de Jerusalén se pasa a Samaría
(Hch 8,5) donde el protagonismo evangelizador recae en Felipe, que es
uno de los personajes principales de Hch 8,26-40, donde se cita un texto
de Isaías (Is 53,7-8). El anuncio de Felipe es acogido positivamente por
un eunuco etíope que pide ser bautizado (Hch 8,36-38). Así, a través de
un texto de Isaías, insertado en un nuevo contexto, se da un paso más en
el camino de la Palabra hacia la gentilidad.
El quinto capítulo comienza siguiendo el itinerario que sigue la Pala-
bra de Jerusalén a Antioquía. Pablo comienza a tener protagonismo y la
Palabra llega a los gentiles, como estaba previsto en los oráculos de
Isaías. Pablo cita Is 49,6 para explicar la razón por la cual anuncian la
buena nueva a los paganos. No es por propia voluntad, sino que es el
mismo Señor quien se lo ordena (Hch 13,47). La acogida de la propuesta
universalista paulina es bien recibida por los gentiles (Hch 13,48-49) pero
rechazada por los judíos (Hch 13,50).
El sexto capítulo comienza analizando el recorrido que sigue Pablo en
su objetivo de llegar hasta el confín de la tierra, como había ordenado el
Resucitado (Hch 1,8). Aunque Pablo había anunciado su intención de
ocuparse de los gentiles (Hch 13,46) no deja de dirigirse a las sinagogas
de los judíos a anunciarles la salvación. Esto mismo hace en Roma, allí se
reúne con los judíos y ante la incredulidad de algunos recurre a Is 6,9-10
para explicar la falta de acogida de la buena nueva de Jesucristo por gran
parte del pueblo elegido. El final de la obra lucana constata el rechazo
judío y la escucha de la Palabra de los gentiles. Pero la función de esta
última perícopa (Hch 28,16-31) es dejar abierta la posibilidad de acoger
la salvación de Dios escuchando su Palabra que continuamente es pro-
clamada por aquellos que predican el Reino de Dios y “enseñan con toda
libertad lo que se refiere al Señor Jesucristo” (Hch 28,31).
El último capítulo, sintetiza las conclusiones a las que ha llegado el
análisis de todas las citas isaianas relacionadas con el camino de la Pala-
bra en su doble vertiente de escucha y rechazo. En un primer momento,
se profundiza en el diálogo textual que se establece a través de las citas
INTRODUCCIÓN 31

explícitas analizadas, pero también en el resto de citas y alusiones isaia-


nas. En un segundo momento, se analiza el diálogo contextual Isaías-
Lucas que se establece a través del universalismo y de la respuesta huma-
na a la oferta salvífica divina. Finalmente, se estudian los efectos que las
citas provocan en el lector actual lucano, a través de la confrontación con
el lector modelo construido por Lucas a lo largo de su relato. Así, el lec-
tor real lucano, en diálogo con el lector modelo, está llamado a seguir el
camino de la salvación que Dios ofrece escuchando su Palabra.

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