Glomerulonefritis Aguda Posestreptocócica
Glomerulonefritis Aguda Posestreptocócica
Glomerulonefritis Aguda Posestreptocócica
Nefrología
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Luis Velásquez Jones
Secretaría de Salud, Hospital Infantil de México Federico Gómez, Departamento de Nefrología. Ciudad de México, México.
Definición
Se ha estimado una incidencia del desarrollo de un cuadro de GNAPE entre 9.3 a 9.8 por 100
000 habitantes, aunque esta puede ser mayor en países en desrrollo.4 La frecuencia del
desarrollo de un cuadro de glomerulonefritis aguda después de una infección por una cepa
nefritogénica de estreptococo varía de acuerdo con el tipo de proteína M, el sitio de la
infección y la respuesta del huésped, y ha variado entre 1 y 33 %, con promedio de 15 %. La
enfermedad es más frecuente en niños de entre los dos y 12 años de edad, con predominio
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en el sexo masculino en proporción de 2 a 1. Ochenta y cinco por ciento de los niños tiene el
antecedente de una infección faríngea una a dos semanas antes de la aparición de las
manifestaciones clínicas de la nefropatía; el resto de los pacientes presenta antecedentes de
escarlatina o piodermitis.5
Patogenia
En los pacientes que desarrollan insuficiencia renal aguda se observan las alteraciones
características de laboratorio, como hiperazoemia acentuada, hiponatremia dilucional,
hipercaliemia y acidosis metabólica.
La activación del sistema de complemento es inducida por la formación de complejos
antígeno‑anticuerpo. En las primeras semanas del proceso, la mayoría de los pacientes
presentan una reducción, que rara vez persiste más de seis a ocho semanas, de la
concentración sérica de la fracción C3 y con menos frecuencia de la fracción C4.
La etiología estreptocócica puede demostrarse por medio del aislamiento del estreptococo
beta‑hemolítico en cultivo de exudado faríngeo o de otras secreciones purulentas (piel u
oídos). Sin embargo, ya que la infección ocurrió una a dos semanas antes del cuadro nefrítico
y a que la mayoría de los pacientes ya recibió tratamiento antibiótico, se logra el aislamiento
de la bacteria causante en menos de 20 % de los pacientes.1 Por otro lado, puede
demostrarse la etiología estreptocócica por medio de la investigación de los títulos de
anticuerpos contra diferentes antígenos del estreptococo: antiestreptolisinas,
antihialuronidasa, antidesoxirribonucleasa B y la antinicotiladenina dinucleotidasa. Los niveles
séricos de IgG e IgM se encuentran elevados hasta en 90 % de los pacientes y pueden
detectarse complejos inmunes circulantes en 58 % de los casos.2
El examen de orina puede mostrar cilindros hemáticos en el sedimento urinario. Es frecuente
el hallazgo de eritrocitos dismórficos, sobre todo si la muestra de orina es examinada al
microscopio de contraste de fase o en una preparación en fresco observada en la cámara
cuentaglóbulos. Pueden observarse también células epiteliales tubulares renales, leucocitos y
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En la actualidad la biopsia renal no está indicada en las etapas iniciales de la GNAPE (excepto
en los pacientes con retención nitrogenada progresiva). La alteración histológica más
frecuente incluye la proliferación de las células endoteliales y mesangiales (proliferación
endocapilar) del ovillo glomerular con infiltración de leucocitos polimorfonucleares y
mononucleares por lo que también se denomina exudativa. (Figura
1)[/vc_column_text][vc_single_image image=”1746″ img_size=”full”
alignment=”center”][vc_column_text]En ocasiones, el proceso proliferativo comprende
células epiteliales de la cápsula de Bowman que proliferan hacia el espacio de Bowman
propiciando la formación de semilunas (proliferación extracapilar); a mayor proporción de
glomérulos con proliferación extracapilar, mayor compromiso de la función renal. Cuando la
proliferación extracapilar afecta más de 50 % de los glomérulos observados en el tejido de la
biopsia renal, se emplea el término de proliferación endo y extracapilar difusa y clínicamente
se manifiesta como una glomerulonefritis progresiva rápidamente.
Por lo regular, los estudios de inmunofluorescencia muestran depósitos de IgG y C3 de tipo
granular, subepiteliales a lo largo de la membrana basal glomerular y mesangiales. Las
tinciones positivas para IgM e IgA son menos frecuentes y por lo general menos intensas.
El rasgo ultraestructural característico del estudio de microscopia electrónica es la presencia
de depósitos densos subepiteliales similares a jorobas. También pueden identificarse
pequeños depósitos densos mesangiales y subendoteliales. (Figura
2)[/vc_column_text][vc_single_image image=”1747″ img_size=”full”
alignment=”center”][vc_column_text]
Diagnóstico diferencial
Cuadro 1.
Diagnóstico diferencial de la glomerulonefritis aguda posestreptocócica
Tratamiento
Se ha mencionado que la mayor parte de los casos de GNAPE presentan lesión histológica
renal de glomerulonefritis proliferativa endocapilar y en ocasiones algunos glomérulos con
proliferación extracapilar (habitualmente en proporción menor de 20 %). En estos pacientes
se espera una evolución a la curación en todos los casos durante el primer año de evolución.
En el cuadro 2 se indica la persistencia habitual de las manifestaciones clínicas y de
laboratorio en estos pacientes.1
Cuadro 2.
Persistencia de las alteraciones clínicas y de laboratorio en niños con glomerulonefritis
aguda postestreptocócica
Proteinuria 2 a 4 semanas
Hipocomplementemia 4 a 6 semanas
Por otro lado, los pacientes que presentan glomerulonefritis endo y extracapilar difusa
desarrollan insuficiencia renal grave (elevación progresiva, en días, de los niveles de urea y
creatinina en sangre) desde el inicio del cuadro nefrítico, en estos casos debe indicarse la
realización del estudio histológico renal de urgencia; al comprobarse el diagnóstico se indica
tratamiento inmunosupresor intensivo (habitualmente con base en bolos de metilprednisolona
y posteriormente prednisona en dosis altas) con el fin de evitar un mayor deterioro de la
función renal; en estos pacientes el pronóstico es incierto y dependerá de lo pronto que se
haga el diagnóstico, del inicio del tratamiento y del grado de respuesta al tratamiento
instituido.10,11[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row el_id=”no-
borrar”][vc_column][vc_column_text]
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Marsden PA, Skorecki K, Yu ASL, Brenner BM, editores. Brenner & Rector’s The kidney. 9a ed.
Philadelphia: Elsevier Saunders. 2012:1100-1191.
4. Rodríguez-Iturbe B, Najafian B, Silva A, Alpers CE. Acute postinfectious glomerulonephritis in
children. En: Avner ED, Harmon WE, Niaudet P, Yoshikawa N, Emma F, Goldstein SL. editores.
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