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XAVIER FREIXAS

Universitat Pompeu Fabra


JE AN-CH ARLES ROCHET
Université des Sciences Sociales de Toulouse

ECONOMIA BANCARIA

Traducción de
a
M Esther Rabasco
y Luis Toharia
Universidad de Alcalá

BANCO BILBAO VIZCAYA Antoni Bosch editor


B:RP/CID
HG
1601
F74
LI.38206

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Coeditan:
• Antoni Bosch, editor
Manuel Girona, 61 - 08034 Barcelona
Tel. +34 93 206 07 30 - Fax +34 93 206 07 31
E-mail: infoí^antonibosch.com
http: // www.antonibosch.com
• Banco Bilbao Vizcaya
Paseo de la Castellana, 81 - 28046 M a d r i d

Título original de la obra:


Microeconomics of Banking

•Q 1997, Xavier Freixas y Jean-Charles Rochet


de la edición original en inglés:
1997, Massachusetts Institute of Technology
'§ de la edición en castellano:
Antoni Bosch, editor, S.A. y Banco Bilbao Vizcaya

ISBN: 84-85855-89-2
Depósito legal: Z-2.188-99

Diseño de la cubierta: C o m p a ñ í a de Diseño


Ilustración d e la cubierta: The Image Bank
Fotocomposición e impresión: INO Reproducciones, S.A.

Impreso en España
Printed in Spain

N o se p e r m i t e la r e p r o d u c c i ó n total o parcial d e este libro, ni su i n c o r p o r a c i ó n a u n sistema


informático, ni su t r a n s m i s i ó n en c u a l q u i e r f o r m a o por c u a l q u i e r m e d i o , sea electrónico,
mecánico, reprografico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de los titulares
del copyright.
Introducción general (c. 1) / 3

3. Gestionan el riesgo.
4. Procesan la información y supervisan a los prestatarios.
*

Eso no significa, por supuesto, que todos los bancos tengan que desempeñar
cada una de estas funciones. Los bancos generales lo hacen, pero los bancos
especializados no tienen por qué. Dada esta clasificación, tal vez parezca excesi-
vamente simple la definición de los bancos como instituciones cuyas operacio-
nes habituales consisten en conceder préstamos y ofrecer depósitos, por lo que
para explicar la clasificación propuesta, en los siguientes subapartados vemos
cómo desempeñan los bancos cada una de estas funciones.

1.1.1 Los servicios de liquidez y de pago

En un mundo en el que no hubiera costes de transacción, como el paradigma


convencional de Arrow y Debreu, no sería necesario el dinero. Sin embargo, tan
pronto como se tiene en cuenta la existencia de fricciones en las operaciones
comerciales, resulta más eficiente intercambiar los bienes y servicios por dinero
3
que por otros bienes y servicios, como en las operaciones de trueque. La forma
adoptada por el dinero evolucionó rápidamente, pasando del dinero-mercancía
(sistema en el que el medio de cambio es en sí mismo una mercancía útil) al
dinero fiduciario (sistema en el que el medio de cambio es intrínsecamente inú-
til, pero su valor está garantizado por una institución y, por lo tanto, se acepta
4
como medio de pago). Históricamente, los bancos desempeñaban dos funcio-
nes diferentes en la gestión del dinero fiduciario: cambiaban dinero (es decir,
cambiaban las diferentes monedas emitidas por las distintas instituciones) y
suministraban servicios de pago. Estos servicios de pago abarcaban tanto la ges-
tión de las cuentas de los clientes como la "irrevocabilidad" de los pagos, es
decir, la garantía del banco de que la deuda del "pagador" (el que ha recibido
los bienes y servicios objeto de la transacción) contraída con el "tomador" se ha
saldado por medio de una transferencia de dinero.

Cambio de dinero

Históricamente, la primera actividad de los bancos fue el cambio de dinero,


como lo demuestra la etimología de la palabra: el término griego de banco (tra-
peza) designa la balanza que se utilizaba antiguamente para pesar las monedas

[.a razón principal es el famoso argumento de la "doble coincidencia de deseos" de los agen-
tes que realizan intercambios.
:
l\ira un análisis teórico del dinero-mercancía, véase Kivotaki v Wright (1989, 1991).
4 / E C O N O M Í A BANCARIA

con el fin de averiguar la cantidad exacta de metal precioso que contenían y rea-
5
lizar los cambios. La palabra italiana o española banco se refiere al banco en el
que colocaban sus monedas preciosas los que cambiaban dinero. Es evidente
que la diferencia de liquidez entre las monedas (por ejemplo, las nacionales y
las extranjeras) era tan importante que los bancos tenían un claro papel que
desempeñar en el cambio de dinero.
La segunda actividad histórica de los bancos, a saber, la gestión de los depó-
sitos, está relacionada con el cambio de dinero. Los primeros bancos de depósito
eran bastante primitivos debido a la necesidad de que tanto el tomador (es
6
decir, el banco de depósito) como el pagador se reunieran con un notario. La
mayoría de las veces estos depósitos tenían un rendimiento negativo porque se
guardaban en cajas fuertes en lugar de invertirse en actividades productivas. Si
los depositantes consideraban que era ventajoso cambiar las monedas por un
tipo de dinero menos líquido era principalmente por las ventajas de la custodia,
que reducía el riesgo de perderlo o de que se lo robaran. Paía que surgiera la
custodia, hubieron de cumplirse dos condiciones: la presencia de rendimientos
crecientes de escala en la tecnología de la custodia y la existencia de incentivos
para que el agente encargado del depósito (bien por medio del contrato ofrecido
o simplemente de la supervisión) no lo invirtiera indebidamente en algún pro-
yecto arriesgado.
Así pues, al principio se suponía que estos depósitos no se prestaban. Por lo
tanto, se suponía que los bancos de depósito no eran bancos prestamistas y pro-
bablemente la confianza de los depositantes dependía-de que esta información
fuera pública y creíble. Eso significa que los bancos de depósito trataban de
7
ganarse la reputación de estar libres de riesgos.
Aparte de los servicios de custodia, también era importante la calidad de las
monedas, ya que éstas se diferenciaban por su composición de metales precio-

?
En realidad, en un reciente libro de Cohén (1992) se muestra que en la antigua Grecia, los ban-
cos ya realizaban complejas operaciones, como la transformación de depósitos en préstamos. Damos
las gracias a Elu Von Thadden por indicarnos esta referencia.
h
Existe una gran tendencia a situar los orígenes de la banca en las actividades de depósito de
los orfebres ingleses del siglo XVII. Su capacidad para negociar con objetos de oro y plata los llevó a
convertirse en banqueros. Esta idea identifica claramente la banca con la banca de depósito. Aun así,
como afirma Kindleberger, "parece que los escribanos precedieron a los orfebres en la aceptación de
depósitos. Necesario para escribir cartas y contratos en una época de analfabetismo, el escribano se
convirtió en un cualificado asesor, intermediario, agente y, más tarde, en u n prestamista que acepta-
ba depósitos" (Kindleberger, 1993, pág. 51).
No obstante, la necesidad de los ayuntamientos o del Estado de obtener dinero en efectivo

podía ser tal que el banco de depósito podía ser obligado a conceder crédito al ayuntamiento o al
rev, como ocurrió en el caso de la Taula de Canvi en Valencia y del Banco de Amsterdam. Carlos I
también confiscó el oro y la plata depositados en la Torre de Eondres en 1640 y no los devolvió hasta
haber conseguido un préstamo.
Introducción general (c. 1) / 5

sos y los gobiernos obligaban a los bancos a efectuar los pagos en dinero de cali-
dad (ya empezaba a haber regulación). Esta cuestión tenía implicaciones para el
rendimiento que se pagaba por los depósitos. En palabras de Kindleberger
(1993, pág. 48), "la comodidad de tener un depósito en un banco -la seguridad
del dinero y la garantía de que se recibiría un dinero de calidad satisfactoria-
hizo que el valor del dinero bancario tuviera una prima frente a las monedas,
que iba desde cero o incluso una pequeña cantidad negativa cuando la seguri-
dad del banco estaba en cuestión, hasta un 9 ó 10 por ciento..." Aún así, una vez
que las propias monedas comenzaron a tener una calidad homogénea, los depó-
sitos perdieron esta atractiva característica de ser convertibles en "dinero
bueno". Sin embargo, como no estaban asegurados, la mejora de la eficiencia
que se consigue cuando las monedas tienen un valor uniforme (supuestamente,
una reducción de los costes de transacción) y se intercambian las monedas y los
billetes a su valor nominal, no tenía por qué ocurrir en el caso de los depósitos.
Esta cuestión fue considerada más tarde de vital importancia durante los perio-
dos de banca libre analizados en el capítulo 9.

Servicios de pago

El dinero en efectivo resultaba ser poco adecuado para efectuar grandes pagos,
sobre todo a distancia, debido a los costes y los riesgos que implicaba su trans-
porte. Los grandes desequilibrios de efectivo entre los comerciantes eran fre-
cuentes durante las ferias comerciales y los bancos desempeñaban un importan-
te papel en la compensación de sus posiciones. Las actividades de compensación
cobraron especial importancia en Estados Unidos y en Europa a finales del siglo
XIX, creando el concepto de sistemas de pagos, que son redes que facilitan las
transferencias de fondos de las cuentas bancadas de unos agentes económicos a
otros. La seguridad y la eficiencia de estos sistemas de pagos han sido un moti-
vo fundamental de preocupación para los gobiernos y los bancos centrales,
sobre todo desde la liberalización y la internacionalización de los mercados
financieros, que han traído consigo un gran aumento de los pagos interbanca-
8
rios, tanto a nivel nacional como internacional.

1.1.2 La transformación de activos

Hay tres tipos de transformación de activos: la conveniencia de la denomina-


ción, la transformación de calidades y la transformación de vencimientos. La

s
Para un análisis económico de los riesgos que conllevan los grandes sistemas interbancarios
de pago, véase Rochet y Tiróle (1996).
6 / E C O N O M Í A BANCARIA

conveniencia de la denominación significa que el banco elige la magnitud unitaria


(denominación) de sus productos (depósitos y préstamos) que conviene a sus
clientes. Normalmente se considera que es una de las principales justificaciones
de la intermediación financiera. Un ejemplo representativo es el de los peque-
ños depositantes que tienen en frente a grandes empresas que piden prestadas
cantidades indivisibles. En términos más generales, como señalaron Gurley y
Shaw (1960) en su trabajo pionero, los intermediarios financieros se justifican
afirmando que sirven de nexo entre los productos financieros que quieren emi-
tir las empresas y los que desean los pequeños inversores. Los bancos desempe-
ñan, pues, el mero papel de intermediarios recibiendo los pequeños depósitos e
invirtiendo los ingresos en grandes préstamos, los cuales podrían estar incluso
libres de riesgos en este contexto.
La transformación de calidades se produce cuando emitiendo un título propio,
un banco ofrece una combinación mejor de riesgp y rendiipiento que vendiendo
(o titulizando) una cartera de préstamos. Eso puede ocurrir cuando hay indivi-
sibilidades en la inversión, en cuyo caso un pequeño inversor no puede diversi-
ficar su cartera. También puede ocurrir en una situación de información asimé-
• 4

trica, en la que los bancos tienen mejor información que los depositantes. En ese
tipo de situación, la transformación de calidades se encontraría en la frontera
entre la transformación de activos y la cuarta función de los bancos, es decir, el
procesamiento de información.
Por último, puede considerarse que los bancos modernos transforman los
títulos de corto plazo, ofrecidos a los depositantes, en los títulos de largo plazo
que desean los prestatarios. Esta función de transformación de vencimientos con-
lleva necesariamente un riesgo, ya que los activos de los bancos no son líquidos,
dados los derechos de los depositantes. No obstante, los préstamos interbanca-
rios y los instrumentos financieros derivados (swaps, futuros) permiten limitar
este riesgo.
Para aclarar la distinción entre las diferentes funciones que ejercen los ban-
cos, tal vez merezca la pena hacer hincapié en que los tres tipos de transforma-
ción de activos que estamos analizando se producen incluso en ausencia de ries-
go crediticio de los préstamos que concede el banco. Una casa de empeños, un
9
banco que invierte únicamente en repos y un banco que sólo concede présta-
mos al Estado ya desempeñan las tres funciones de transformación que hemos
mencionado: la conveniencia de la denominación v la transformación de calida-
des y de vencimientos.

' Un acuerdo de recompra (repo) es un contrato financiero muy similar al préstamo a corto
plazo totalmente garantizado, cuyo principal está totalmente garantizado por una cartera de títulos
(garantía al 100 por ciento). Por razones legales y contables, se presenta como si el prestatario hubie-
ra vendido sus títulos al prestamista con la promesa de volver a comprarlos más tarde en determi-
nadas condiciones.
Introducción general (c. 1) / 7

1.1.3 La gestión del riesgo

Normalmente los libros de texto sobre la gestión bancaria definen tres fuentes
de riesgos que afectan a los bancos: el riesgo crediticio, el riesgo de tipos de
interés y el riesgo de liquidez. Esta distinción es útil desde el punto de vista
práctico, pero desde el punto de vista de este libro merece la pena mencionar
también los riesgos de las operaciones fuera de balance que se han disparado en
10
las dos últimas décadas. En los siguientes subapartados esbozamos brevemen-
te una perspectiva histórica de la gestión bancaria de estos diferentes riesgos.
En el capítulo 8 presentamos un análisis formal de la gestión del riesgo en los
bancos.

Estimación del riesgo de los préstamos bancarios


0 •

Cuando aparecieron los primeros préstamos bancarios en Florencia, Siena y


Lucca y, más tarde, en Venecia y Génova, éstos iban destinados únicamente a la
financiación de las cosechas que era posible observar y valorar. Sin embargo, la
financiación de las guerras pronto se convirtió en una importante actividad ban-
11
caria. Aun así, los banqueros trataban de que sus préstamos fueran seguros,
bien por medio de garantías (joyas), de la asignación de derechos (impuesto
sobre consumos específicos) o generalmente a través de un ayuntamiento (que,
a diferencia de los reyes, podía ser demandado en caso de impago).
Parece que el riesgo de estos préstamos ha aumentado con el paso del tiem-
po. Cuando un banco concede un préstamo totalmente garantizado, su activi-
dad no es intrínsecamente distinta de la de una casa de empeños. En cambio,
cuando los préstamos realizados por un banco son arriesgados, los contratos
necesarios son mucho más complejos, ya que entran en juego algunas cuestio-
nes relacionadas con la aversión al riesgo y con el riesgo moral.
El cambio del riesgo aceptable de los préstamos bancarios se remonta a los
orígenes de la banca de inversiones. La banca de inversiones era tanto un tipo
diferente de institución como un concepto diferente de la actividad crediticia
tradicional. En Europa continental, la práctica se desarrolló en el siglo XIX, con
la Société Générale de Belgique o la Caisse Générale du Commerce et de l'In-
dustrie (fundada por Laffite en Francia). Introdujo una forma diferente de con-
cebir la banca, ya que implicaba adelantar dinero a la industria en lugar de ser
un mero prestamista y conseguir buenas garantías. Eso significaba realizar

' Obsérvese, sin embargo, que estos riesgos podrían atribuirse a los tres tipos clásicos de ries-
gos bancarios.
" Fste tipo de actividad provocó la quiebra de algunos banqueros italianos, como los Bardi, los
Peru/zi y los Ricciardi (véase, por ejemplo, Kindleberger, 1993).
8 / E C O N O M Í A BANCARIA

12
inversiones más arriesgadas y, en particular, comprar acciones. Esta evaluación
del riesgo y la estimación correlativa del rendimiento y del riesgo de un présta-
mo bancario es una de las principales funciones de la banca moderna.

Gestión del riesgo de tipos de interés y del riesgo de liquidez

La función de los bancos de transformación de activos también tiene consecuen-


cias en su gestión de los riesgos. De hecho, cuando un banco transforma venci-
mientos o cuando emite depósitos líquidos garantizados por préstamos no
líquidos -aun cuando estén libres de riesgos-, corre un riesgo, ya que el coste de
los fondos -que depende de los tipos de interés a corto plazo- puede aumentar
por encima de la renta procedente de intereses, determinada por los tipos de
interés (fijos) concedidos por el banco. Aun cuando no se paguen intereses por
los depósitos, el banco puede encontrarse ante ufios reintegros imprevistos, lo
que lo obligaría a buscar fuentes más caras de financiación. Como consecuencia,
tendría que gestionar el riesgo total de su cartera, tanto el riesgo de los tipos de
interés (debido a la diferencia de vencimiento) como el riesgo de liquidez (debi-
do a la diferencia entre las posibilidades de negociar los títulos que se emiten y
las posibilidades de negociar los títulos que se poseen). Es interesante señalar
que aunque el riesgo de tipos de interés siempre ha existido, su gestión se ha
introducido sólo recientemente en las prácticas habituales de gestión de los ban-
cos. La causa de este cambio probablemente sea la mayor inestabilidad de los
tipos de interés desde que desapareció el sistema de tipos de cambio fijos de
Bretton-Woods.

Las operaciones fuera de balance

En la década de 1980 la competencia procedente de los mercados financieros


obligó a los bancos a recurrir a productos de mayor valor añadido, que estaban
mejor adaptados a las necesidades de los clientes. Para ello ofrecieron unas téc-
nicas más complejas de gestión de la liquidez, como compromisos de présta-
13
mos, líneas de crédito y garantías. También desarrollaron swaps y transacciones
de cobertura y títulos garantizados. Desde el punto de vista contable, ninguna

L
Hs interesante señalar que, teóricamente, podía hacerse una estimación de la combinación de
riesgo y rendimiento de una inversión no sólo en el caso de los préstamos bancarios sino también en
el de cualquier otro tipo de inversión y, especialmente, en el de las acciones. Algunos países han
impuesto reglamentaciones, como la Ley Glass-Steagall en Estados Unidos, que traza una línea divi-
soria entre el tipo de activos que se permite tener a un banco y los que no.
15
Dado que en este libro no se analizan detalladamente estas operaciones, remitimos al lector a
Greenbaum y Thakor (1995) para las definiciones y el análisis.
Introducción general (c. 1) / 9

de estas operaciones corresponde a un verdadero pasivo (o activo) del banco,


sino sólo a un flujo de caja aleatorio. Esa es la razón por la que se han clasifica-
do como "operaciones fuera de balance".
Los factores que han fomentado el crecimiento de las operaciones fuera de
balance son de varios tipos. Algunos están relacionados con el deseo de los ban-
cos de aumentar su renta procedente de comisiones y reducir su apalancamien-
to; otros tienen por objeto soslayar las reglamentaciones y los impuestos. Aun
así, el propio desarrollo de estos servicios demuestra que las empresas deman-
dan una ingeniería financiera más compleja y hecha a la medida.
Es evidente que si los bancos han adquirido experiencia en la gestión de los
riesgos, lo lógico es que compren y vendan activos arriesgados, independiente-
mente de que los tengan o no en sus balances. Según la combinación riesgo-ren-
dimiento que se observe que tienen estos activos, es posible que los bancos
quieran cubrir su riesgo (es decir, comportarse como el que suscribe un seguro)
o, por el contrario, estén dispuestos a asumir un riesgo (y comportarse como el
que vende un seguro). Dado que la quiebra de un banco puede tener importan-
tes externalidades (véanse los capítulos 7 y 9), las autoridades encargadas de
regular los bancos deben vigilar atentamente las operaciones fuera de balance.
/

1.1.4 La supervisión y el procesamiento de información

Como señalaremos más adelante, es razonable suponer que los bancos desem-
peñan una función específica en la gestión de algunos de los problemas que
plantea la información imperfecta sobre los prestatarios. Los bancos pueden
invertir en tecnología informática que les permita seleccionar las diferentes
demandas de préstamos que reciben y supervisar los proyectos, con el fin de
limitar el riesgo de que el prestatario realice un proyecto diferente del que se
14
acordó inicialmente. Según Mayer (1988), esta actividad de supervisión impli- j
ca que las empresas y los intermediarios financieros establecen unas relaciones j
a largo plazo, reduciendo así los efectos del riesgo moral. j
Esa es claramente una de las principales diferencias entre los préstamos
bancarios y la emisión de títulos en los mercados financieros. Implica que mien-
tras que los precios de los bonos reflejan la información del mercado, el valor de
los préstamos de un banco es el resultado de esta relación a largo plazo y es una ,
incógnita a priori, tanto para el banco como para las autoridades encargadas de

14
La selección y la supervisión de los proyectos se remontan a los orígenes de la banca, cuando
los agentes que negociaban letras de cambio identificaban la firma de los comerciantes y concedían
créditos conociendo la calidad de las letras o incluso las compraban directamente (como en las acti-
vidades actuales de descuento de facturas).
1 0 / E C O N O M Í A BANCARIA

15
regular la banca. En este sentido, podemos decir que los préstamos bancarios
son "opacos" (Merton, 1992).

1.1.5 El papel de los bancos en el proceso de asignación de los recursos

Los bancos ejercen una influencia fundamental en la asignación del capital, en


el reparto del riesgo y en el crecimiento económico (véase Hellwig, 1991). Gers-
chenkron (1962), en una de las tesis más importantes sobre historia económica,
sostiene que esta influencia ha sido de capital importancia. Su postura sobre el
papel que han desempeñado los bancos en el crecimiento y el desarrollo econó-
micos ha suscitado un permanente debate (Edwards y Ogilvie, 1995). La impor-
tancia de la influencia histórica de las instituciones financieras en los resultados
económicos de un país dista de estar perfectamente demostrada. Desde el punto
de vista teórico, la idea de la "escasez de fondos" (que es difícil de recoger en
un modelo de equilibrio general) podría ser útil para el estudio del desarrollo
económico: las economías subdesarrolladas que tienen un bajo nivel de interme-
diación financiera y pequeños mercados financieros poco líquidos pueden no
ser capaces de encauzar eficientemente los ahorros. De hecho, los "grandes pro-
yectos" que son esenciales para el desarrollo, como la financiación de infraes-
tructura, podrían considerarse poco rentables debido a las primas de riesgo que
conllevan. Este papel de los mercados financieros en el desarrollo económico ha
comenzado a estudiarse actualmente desde el punto de vista teórico, tras la
4

aportación de Greenwood y Jovanovic (1990).


Al mismo tiempo, el hecho de que los países más orientados hacia la banca,
como Japón y Alemania, hayan tenido unas tasas más altas de crecimiento ha
suscitado nuevas investigaciones sobre el papel económico de los bancos
(Mayer, 1988; Alien y Gale, 1995a). Por ejemplo, Alien y Gale (1995b) examinan
detenidamente las diferencias entre los mercados financieros de Alemania y
16
Estados Unidos. Extraen de este examen una conclusión innovadora y estimu-
lante: aunque la existencia de instrumentos financieros más complejos contribu-
ye al bienestar financiero (ya que permite a los agentes cubrirse contra los ries-
gos), la existencia de intermediarios financieros atenúa las perturbaciones que
afectan al consumo. El sistema financiero alemán tendría, pues, la ventaja de
permitir un mejor reparto intertemporal de los riesgos. La intermediación en
Alemania tiene, además, la ventaja de reducir la volatilidad de los rendimientos
que obtienen los consumidores por sus inversiones. Por último, el hecho de que
el mercado de control de las compañías desaparezca cuando los mercados de

11
En algunas aportaciones recientes ípor ejemplo, james, 1987) se ha puesto énfasis en este
papel específico de los bancos.
'' Para otro análisis teórico de los diferentes sistemas bancarios, véase Hauswald (1995).
Introducción general (c. 1) / 11

valores tienen poco volumen de negocio podría ser compensado por el papel de
los bancos como supervisores delegados que tienen acciones y ejercen sus dere-
chos de voto. Alien y Gale (1995) presentan un ejemplo teórico de una economía
en la que el hecho de que los mercados financieros sean incompletos hace que
se invierta excesivamente poco en reservas, mientras que la optimalidad exige
la tenencia de grandes reservas para regularizar los rendimientos de los activos
a lo largo del tiempo. Muestran que un intermediario duradero puede ser capaz
de conseguir el óptimo. Por lo tanto, la elección entre las instituciones financie-
ras no es sencilla y las funciones de los intermediarios financieros deben exami-
narse con cautela.
Resumiendo, los bancos desempeñan una importante función en la economía debi-
do a la demanda de diferentes tipos de dinero: de pasivos divisibles, de bajo riesgo y a
corto plazo, de capital indivisible, arriesgado y a largo plazo, y de supervisión de los pro-
yectos. Estas cuestiones son fundamentales, por supuesto, en este libro, en el que
estudiaremos detalladamente las diferentes aportaciones teóricas en las que se
han abordado. Pero antes debemos analizar una cuestión preliminar: por qué no
puede desarrollarse un modelo de la banca que se base en la teoría microeconó-
mica convencional, como hace, por ejemplo, Fama (1980).

1.2 La banca en la teoría del equilibrio general

Para explicar la afirmación anterior de que no podía existir una teoría microeco-
nómica de los bancos antes de que se sentaran las bases de la economía de la
información (a principios de los años setenta), en este apartado presentamos un
sencillo modelo de equilibrio general del tipo Arrow y Debreu, pero con un sec-
tor bancario. Para simplificar lo más posible el análisis, en este modelo utiliza-
mos un marco determinista, si bien podría introducirse la incertidumbre sin
alterar significativamente los resultados, partiendo del supuesto de que los mer-
cados financieros son completos (Arrow, 1953).
En este sencillo modelo las decisiones financieras de los agentes económicos
se representan por medio del conocido diagrama adjunto en el que se introdu-
cen las notaciones. Cada tipo de agente está representado por un subíndice: f en
el caso de las empresas, h en el de las economías domésticas y b en el de los ban-
cos. Para simplificar el análisis, no introducimos el sector público (el Estado y el
banco central). En el capítulo 3 presentamos un diagrama más completo.
1 2 / E C O N O M Í A BANCARIA

Mercados Financieros

• 0

Para simplificar el análisis, una vez más, examinamos un modelo de dos


periodos (t = 1, 2) en el que hay un único bien físico, que inicialmente es propie-
dad de los consumidores. Una parte se consume en el periodo 1 y el resto es
invertido por las empresas para producir consumo en el periodo 2. Todos los
agentes se comportan competitivamente. Para simplificar las notaciones, el
modelo supone que hay una empresa representativa, un consumidor represen-
tativo y un banco representativo. El superíndice + representa una oferta y el
superíndice - una demanda.

1.2.1 El consumidor

El consumidor elige un perfil de consumo (C,, C9) y una distribución de sus


+
ahorros, S, entre los depósitos bancarios, D , y los títulos, Bh, que maximicen su
función de utilidad, u, sujeta a sus restricciones presupuestarias:

max u (Cv C2)


+ + +
A D - (1-1)

c 2 - Tij + nb + (1 + r) Bh + (1 + rD) D+
(1.2)

donde ^ representa su dotación inicial del bien de consumo; n^y n b represen-


#

tan, respectivamente, los beneficios de la empresa y del banco (repartidos entre


los consumidores-accionistas en el periodo t = 2); y r y rD son los tipos de interés
pagados por los títulos y los depósitos. Dado que en este mundo simplificado
los títulos y los depósitos bancarios son sustitutos perfectos, es evidente que el
Introducción general (c. 1) / 13

programa del consumidor (3^) sólo tiene una solución interior cuando estos
tipos de interés son iguales:

r = rD. (1-3)

1.2.2 La empresa

La empresa elige el nivel de inversión I y su financiación (por medio de crédito


bancario L y de la emisión de títulos By) que maximizan sus beneficios:

max Ty

) Uj=f (I) - (1 + r)Bf- (1 + rL) L~ (1.4)


I=Bf+L (1.5)

donde/representa la función de producción de la empresa representativa y rL


es el tipo de interés de los préstamos bancarios. Una vez más, como en este caso
los préstamos bancarios y los títulos son sustitutos perfectos, 9^ sólo tiene una
solución interior cuando

r r
= V (1.6)

1.2.3 El banco

+
El banco elige la oferta de préstamos L , la demanda de depósitos D~ y la emi-
17
sión de títulos Bb que maximizan sus beneficios:

max nb
n r L+ rB r
b b = L - b ~ nD~ (1-7)
í/ = B.+ D'. (1.8)

1.2.4 El equilibrio general

El equilibrio general se caracteriza por un vector de tipos de interés (r, rL, rD) y
+
tres vectores de niveles de demanda y de oferta -(C l r C2, Bh, D ) en el caso del
+
consumidor, (/, Bp L~) en el de la empresa y (L , Bb, D~) en el del banco- de tal
forma que

' Obsérvese que en el caso de la empresa, Bb y Bf-se consideran bonos (cuya tasa de rendimien-
to r está dada) en lugar de acciones. Se supone que los beneficios adicionales (una vez descontados
los gastos financieros) remuneran los derechos de propiedad de la tecnología.
14 / E C O N O M Í A BANCARIA

- cada agente se comporta óptimamente (es decir, sus decisiones determi-


!
nan J h , J^-o respectivamente).
- cada mercado se vacía
/ = S (mercado de bienes)
+
D = D~ (mercado de depósitos)
+
L = Lr (mercado de crédito)
BJt = fly+ Bh (mercado financiero).

De las observaciones anteriores (relaciones 1.3 y 1.6) se desprende claramente


que el único equilibrio posible es aquel en el que todos los tipos de interés son
iguales:

r
r = L = rD. (1.9)

0
En ese caso, es evidente por que los bancos obtienen necesariamente
unos beneficios nulos en condiciones de equilibrio. Por otra parte, sus decisio-
nes no influyen en otros agentes, ya que las economías domésticas son total-
mente indiferentes en lo que se refiere a las distinciones entre los depósitos y los
títulos y las empresas son totalmente indiferentes en lo que se refiere a la distin-
ción entre el crédito bancario y los títulos. Este resultado es análogo al teorema
de Modigliani y Miller (véase, por ejemplo, Hagen, 1976).

Resultado 1.1 Si las empresas y las economías domésticas tienen un acceso ili-
mitado a unos mercados financieros perfectos, en condiciones de equilibrio
competitivo

- los bancos obtienen un beneficio nulo.


- la magnitud y la composición del balance de los bancos no influye en
otros agentes económicos.

Este resultado bastante decepcionante se extiende fácilmente al caso en el que


hay incertidumbre, siempre que los mercados financieros sean completos. De
hecho, es posible determinar para cada estado futuro del mundo s (s G Q) el pre-
cio p. del derecho contingente que paga una unidad de cuenta en el estado s y
nada en los demás estados. Supongamos ahora que un banco emite (o compra)
un título / (que podemos interpretar como un depósito o un préstamo) caracteri-
zado por el vector .t / (s G Q) de sus rendimientos en todos los futuros estados del
mundo. Al no existir la oportunidad de arbitraje, el precio del título j tiene que ser

sE ü
Introducción general (c. 1) / 15

Una consecuencia inmediata es que todos los bancos siguen obteniendo unos
beneficios nulos, independientemente del volumen y de las características de
los títulos que compren y vendan, lo cual explica por qué el modelo de equili-
brio general con mercados financieros completos no puede utilizarse para estu-
diar el sector bancario.
Por consiguiente, el paradigma de Arrow y Debreu nos lleva a un mundo en
el que los bancos son instituciones redundantes y no tiene en cuenta las comple-
jidades del sector bancario. Existen esencialmente dos maneras (complementa-
rias) de evitar este decepcionante resultado:

- El paradigma de la información incompleta, que explica por qué los mer-


cados financieros no pueden ser completos y muestra por qué existen los
bancos (y, en términos más generales, los intermediarios financieros).
Este es el tema del que trata el capítulo 2.
- El enfoque de la banca basado en la organización industrial, que conside-
ra que los bancos ofrecen esencialmente servicios a los consumidores
(depositantes y prestatarios) y que las transacciones financieras no son
más que el homólogo visible de estos servicios. Como consecuencia, hay
que introducir el coste de prestar estos servicios, así como un cierto
grado de diferenciación del producto. Este enfoque se estudia en el capí-
tulo 3.

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