FreixasRochet EconomíaBancaria
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ECONOMIA BANCARIA
Traducción de
a
M Esther Rabasco
y Luis Toharia
Universidad de Alcalá
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Manuel Girona, 61 - 08034 Barcelona
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3. Gestionan el riesgo.
4. Procesan la información y supervisan a los prestatarios.
*
Eso no significa, por supuesto, que todos los bancos tengan que desempeñar
cada una de estas funciones. Los bancos generales lo hacen, pero los bancos
especializados no tienen por qué. Dada esta clasificación, tal vez parezca excesi-
vamente simple la definición de los bancos como instituciones cuyas operacio-
nes habituales consisten en conceder préstamos y ofrecer depósitos, por lo que
para explicar la clasificación propuesta, en los siguientes subapartados vemos
cómo desempeñan los bancos cada una de estas funciones.
Cambio de dinero
[.a razón principal es el famoso argumento de la "doble coincidencia de deseos" de los agen-
tes que realizan intercambios.
:
l\ira un análisis teórico del dinero-mercancía, véase Kivotaki v Wright (1989, 1991).
4 / E C O N O M Í A BANCARIA
con el fin de averiguar la cantidad exacta de metal precioso que contenían y rea-
5
lizar los cambios. La palabra italiana o española banco se refiere al banco en el
que colocaban sus monedas preciosas los que cambiaban dinero. Es evidente
que la diferencia de liquidez entre las monedas (por ejemplo, las nacionales y
las extranjeras) era tan importante que los bancos tenían un claro papel que
desempeñar en el cambio de dinero.
La segunda actividad histórica de los bancos, a saber, la gestión de los depó-
sitos, está relacionada con el cambio de dinero. Los primeros bancos de depósito
eran bastante primitivos debido a la necesidad de que tanto el tomador (es
6
decir, el banco de depósito) como el pagador se reunieran con un notario. La
mayoría de las veces estos depósitos tenían un rendimiento negativo porque se
guardaban en cajas fuertes en lugar de invertirse en actividades productivas. Si
los depositantes consideraban que era ventajoso cambiar las monedas por un
tipo de dinero menos líquido era principalmente por las ventajas de la custodia,
que reducía el riesgo de perderlo o de que se lo robaran. Paía que surgiera la
custodia, hubieron de cumplirse dos condiciones: la presencia de rendimientos
crecientes de escala en la tecnología de la custodia y la existencia de incentivos
para que el agente encargado del depósito (bien por medio del contrato ofrecido
o simplemente de la supervisión) no lo invirtiera indebidamente en algún pro-
yecto arriesgado.
Así pues, al principio se suponía que estos depósitos no se prestaban. Por lo
tanto, se suponía que los bancos de depósito no eran bancos prestamistas y pro-
bablemente la confianza de los depositantes dependía-de que esta información
fuera pública y creíble. Eso significa que los bancos de depósito trataban de
7
ganarse la reputación de estar libres de riesgos.
Aparte de los servicios de custodia, también era importante la calidad de las
monedas, ya que éstas se diferenciaban por su composición de metales precio-
?
En realidad, en un reciente libro de Cohén (1992) se muestra que en la antigua Grecia, los ban-
cos ya realizaban complejas operaciones, como la transformación de depósitos en préstamos. Damos
las gracias a Elu Von Thadden por indicarnos esta referencia.
h
Existe una gran tendencia a situar los orígenes de la banca en las actividades de depósito de
los orfebres ingleses del siglo XVII. Su capacidad para negociar con objetos de oro y plata los llevó a
convertirse en banqueros. Esta idea identifica claramente la banca con la banca de depósito. Aun así,
como afirma Kindleberger, "parece que los escribanos precedieron a los orfebres en la aceptación de
depósitos. Necesario para escribir cartas y contratos en una época de analfabetismo, el escribano se
convirtió en un cualificado asesor, intermediario, agente y, más tarde, en u n prestamista que acepta-
ba depósitos" (Kindleberger, 1993, pág. 51).
No obstante, la necesidad de los ayuntamientos o del Estado de obtener dinero en efectivo
•
podía ser tal que el banco de depósito podía ser obligado a conceder crédito al ayuntamiento o al
rev, como ocurrió en el caso de la Taula de Canvi en Valencia y del Banco de Amsterdam. Carlos I
también confiscó el oro y la plata depositados en la Torre de Eondres en 1640 y no los devolvió hasta
haber conseguido un préstamo.
Introducción general (c. 1) / 5
sos y los gobiernos obligaban a los bancos a efectuar los pagos en dinero de cali-
dad (ya empezaba a haber regulación). Esta cuestión tenía implicaciones para el
rendimiento que se pagaba por los depósitos. En palabras de Kindleberger
(1993, pág. 48), "la comodidad de tener un depósito en un banco -la seguridad
del dinero y la garantía de que se recibiría un dinero de calidad satisfactoria-
hizo que el valor del dinero bancario tuviera una prima frente a las monedas,
que iba desde cero o incluso una pequeña cantidad negativa cuando la seguri-
dad del banco estaba en cuestión, hasta un 9 ó 10 por ciento..." Aún así, una vez
que las propias monedas comenzaron a tener una calidad homogénea, los depó-
sitos perdieron esta atractiva característica de ser convertibles en "dinero
bueno". Sin embargo, como no estaban asegurados, la mejora de la eficiencia
que se consigue cuando las monedas tienen un valor uniforme (supuestamente,
una reducción de los costes de transacción) y se intercambian las monedas y los
billetes a su valor nominal, no tenía por qué ocurrir en el caso de los depósitos.
Esta cuestión fue considerada más tarde de vital importancia durante los perio-
dos de banca libre analizados en el capítulo 9.
Servicios de pago
El dinero en efectivo resultaba ser poco adecuado para efectuar grandes pagos,
sobre todo a distancia, debido a los costes y los riesgos que implicaba su trans-
porte. Los grandes desequilibrios de efectivo entre los comerciantes eran fre-
cuentes durante las ferias comerciales y los bancos desempeñaban un importan-
te papel en la compensación de sus posiciones. Las actividades de compensación
cobraron especial importancia en Estados Unidos y en Europa a finales del siglo
XIX, creando el concepto de sistemas de pagos, que son redes que facilitan las
transferencias de fondos de las cuentas bancadas de unos agentes económicos a
otros. La seguridad y la eficiencia de estos sistemas de pagos han sido un moti-
vo fundamental de preocupación para los gobiernos y los bancos centrales,
sobre todo desde la liberalización y la internacionalización de los mercados
financieros, que han traído consigo un gran aumento de los pagos interbanca-
8
rios, tanto a nivel nacional como internacional.
s
Para un análisis económico de los riesgos que conllevan los grandes sistemas interbancarios
de pago, véase Rochet y Tiróle (1996).
6 / E C O N O M Í A BANCARIA
trica, en la que los bancos tienen mejor información que los depositantes. En ese
tipo de situación, la transformación de calidades se encontraría en la frontera
entre la transformación de activos y la cuarta función de los bancos, es decir, el
procesamiento de información.
Por último, puede considerarse que los bancos modernos transforman los
títulos de corto plazo, ofrecidos a los depositantes, en los títulos de largo plazo
que desean los prestatarios. Esta función de transformación de vencimientos con-
lleva necesariamente un riesgo, ya que los activos de los bancos no son líquidos,
dados los derechos de los depositantes. No obstante, los préstamos interbanca-
rios y los instrumentos financieros derivados (swaps, futuros) permiten limitar
este riesgo.
Para aclarar la distinción entre las diferentes funciones que ejercen los ban-
cos, tal vez merezca la pena hacer hincapié en que los tres tipos de transforma-
ción de activos que estamos analizando se producen incluso en ausencia de ries-
go crediticio de los préstamos que concede el banco. Una casa de empeños, un
9
banco que invierte únicamente en repos y un banco que sólo concede présta-
mos al Estado ya desempeñan las tres funciones de transformación que hemos
mencionado: la conveniencia de la denominación v la transformación de calida-
des y de vencimientos.
' Un acuerdo de recompra (repo) es un contrato financiero muy similar al préstamo a corto
plazo totalmente garantizado, cuyo principal está totalmente garantizado por una cartera de títulos
(garantía al 100 por ciento). Por razones legales y contables, se presenta como si el prestatario hubie-
ra vendido sus títulos al prestamista con la promesa de volver a comprarlos más tarde en determi-
nadas condiciones.
Introducción general (c. 1) / 7
Normalmente los libros de texto sobre la gestión bancaria definen tres fuentes
de riesgos que afectan a los bancos: el riesgo crediticio, el riesgo de tipos de
interés y el riesgo de liquidez. Esta distinción es útil desde el punto de vista
práctico, pero desde el punto de vista de este libro merece la pena mencionar
también los riesgos de las operaciones fuera de balance que se han disparado en
10
las dos últimas décadas. En los siguientes subapartados esbozamos brevemen-
te una perspectiva histórica de la gestión bancaria de estos diferentes riesgos.
En el capítulo 8 presentamos un análisis formal de la gestión del riesgo en los
bancos.
' Obsérvese, sin embargo, que estos riesgos podrían atribuirse a los tres tipos clásicos de ries-
gos bancarios.
" Fste tipo de actividad provocó la quiebra de algunos banqueros italianos, como los Bardi, los
Peru/zi y los Ricciardi (véase, por ejemplo, Kindleberger, 1993).
8 / E C O N O M Í A BANCARIA
12
inversiones más arriesgadas y, en particular, comprar acciones. Esta evaluación
del riesgo y la estimación correlativa del rendimiento y del riesgo de un présta-
mo bancario es una de las principales funciones de la banca moderna.
L
Hs interesante señalar que, teóricamente, podía hacerse una estimación de la combinación de
riesgo y rendimiento de una inversión no sólo en el caso de los préstamos bancarios sino también en
el de cualquier otro tipo de inversión y, especialmente, en el de las acciones. Algunos países han
impuesto reglamentaciones, como la Ley Glass-Steagall en Estados Unidos, que traza una línea divi-
soria entre el tipo de activos que se permite tener a un banco y los que no.
15
Dado que en este libro no se analizan detalladamente estas operaciones, remitimos al lector a
Greenbaum y Thakor (1995) para las definiciones y el análisis.
Introducción general (c. 1) / 9
Como señalaremos más adelante, es razonable suponer que los bancos desem-
peñan una función específica en la gestión de algunos de los problemas que
plantea la información imperfecta sobre los prestatarios. Los bancos pueden
invertir en tecnología informática que les permita seleccionar las diferentes
demandas de préstamos que reciben y supervisar los proyectos, con el fin de
limitar el riesgo de que el prestatario realice un proyecto diferente del que se
14
acordó inicialmente. Según Mayer (1988), esta actividad de supervisión impli- j
ca que las empresas y los intermediarios financieros establecen unas relaciones j
a largo plazo, reduciendo así los efectos del riesgo moral. j
Esa es claramente una de las principales diferencias entre los préstamos
bancarios y la emisión de títulos en los mercados financieros. Implica que mien-
tras que los precios de los bonos reflejan la información del mercado, el valor de
los préstamos de un banco es el resultado de esta relación a largo plazo y es una ,
incógnita a priori, tanto para el banco como para las autoridades encargadas de
14
La selección y la supervisión de los proyectos se remontan a los orígenes de la banca, cuando
los agentes que negociaban letras de cambio identificaban la firma de los comerciantes y concedían
créditos conociendo la calidad de las letras o incluso las compraban directamente (como en las acti-
vidades actuales de descuento de facturas).
1 0 / E C O N O M Í A BANCARIA
15
regular la banca. En este sentido, podemos decir que los préstamos bancarios
son "opacos" (Merton, 1992).
11
En algunas aportaciones recientes ípor ejemplo, james, 1987) se ha puesto énfasis en este
papel específico de los bancos.
'' Para otro análisis teórico de los diferentes sistemas bancarios, véase Hauswald (1995).
Introducción general (c. 1) / 11
valores tienen poco volumen de negocio podría ser compensado por el papel de
los bancos como supervisores delegados que tienen acciones y ejercen sus dere-
chos de voto. Alien y Gale (1995) presentan un ejemplo teórico de una economía
en la que el hecho de que los mercados financieros sean incompletos hace que
se invierta excesivamente poco en reservas, mientras que la optimalidad exige
la tenencia de grandes reservas para regularizar los rendimientos de los activos
a lo largo del tiempo. Muestran que un intermediario duradero puede ser capaz
de conseguir el óptimo. Por lo tanto, la elección entre las instituciones financie-
ras no es sencilla y las funciones de los intermediarios financieros deben exami-
narse con cautela.
Resumiendo, los bancos desempeñan una importante función en la economía debi-
do a la demanda de diferentes tipos de dinero: de pasivos divisibles, de bajo riesgo y a
corto plazo, de capital indivisible, arriesgado y a largo plazo, y de supervisión de los pro-
yectos. Estas cuestiones son fundamentales, por supuesto, en este libro, en el que
estudiaremos detalladamente las diferentes aportaciones teóricas en las que se
han abordado. Pero antes debemos analizar una cuestión preliminar: por qué no
puede desarrollarse un modelo de la banca que se base en la teoría microeconó-
mica convencional, como hace, por ejemplo, Fama (1980).
Para explicar la afirmación anterior de que no podía existir una teoría microeco-
nómica de los bancos antes de que se sentaran las bases de la economía de la
información (a principios de los años setenta), en este apartado presentamos un
sencillo modelo de equilibrio general del tipo Arrow y Debreu, pero con un sec-
tor bancario. Para simplificar lo más posible el análisis, en este modelo utiliza-
mos un marco determinista, si bien podría introducirse la incertidumbre sin
alterar significativamente los resultados, partiendo del supuesto de que los mer-
cados financieros son completos (Arrow, 1953).
En este sencillo modelo las decisiones financieras de los agentes económicos
se representan por medio del conocido diagrama adjunto en el que se introdu-
cen las notaciones. Cada tipo de agente está representado por un subíndice: f en
el caso de las empresas, h en el de las economías domésticas y b en el de los ban-
cos. Para simplificar el análisis, no introducimos el sector público (el Estado y el
banco central). En el capítulo 3 presentamos un diagrama más completo.
1 2 / E C O N O M Í A BANCARIA
Mercados Financieros
• 0
1.2.1 El consumidor
c 2 - Tij + nb + (1 + r) Bh + (1 + rD) D+
(1.2)
programa del consumidor (3^) sólo tiene una solución interior cuando estos
tipos de interés son iguales:
r = rD. (1-3)
1.2.2 La empresa
max Ty
r r
= V (1.6)
1.2.3 El banco
+
El banco elige la oferta de préstamos L , la demanda de depósitos D~ y la emi-
17
sión de títulos Bb que maximizan sus beneficios:
max nb
n r L+ rB r
b b = L - b ~ nD~ (1-7)
í/ = B.+ D'. (1.8)
El equilibrio general se caracteriza por un vector de tipos de interés (r, rL, rD) y
+
tres vectores de niveles de demanda y de oferta -(C l r C2, Bh, D ) en el caso del
+
consumidor, (/, Bp L~) en el de la empresa y (L , Bb, D~) en el del banco- de tal
forma que
' Obsérvese que en el caso de la empresa, Bb y Bf-se consideran bonos (cuya tasa de rendimien-
to r está dada) en lugar de acciones. Se supone que los beneficios adicionales (una vez descontados
los gastos financieros) remuneran los derechos de propiedad de la tecnología.
14 / E C O N O M Í A BANCARIA
r
r = L = rD. (1.9)
0
En ese caso, es evidente por que los bancos obtienen necesariamente
unos beneficios nulos en condiciones de equilibrio. Por otra parte, sus decisio-
nes no influyen en otros agentes, ya que las economías domésticas son total-
mente indiferentes en lo que se refiere a las distinciones entre los depósitos y los
títulos y las empresas son totalmente indiferentes en lo que se refiere a la distin-
ción entre el crédito bancario y los títulos. Este resultado es análogo al teorema
de Modigliani y Miller (véase, por ejemplo, Hagen, 1976).
Resultado 1.1 Si las empresas y las economías domésticas tienen un acceso ili-
mitado a unos mercados financieros perfectos, en condiciones de equilibrio
competitivo
sE ü
Introducción general (c. 1) / 15
Una consecuencia inmediata es que todos los bancos siguen obteniendo unos
beneficios nulos, independientemente del volumen y de las características de
los títulos que compren y vendan, lo cual explica por qué el modelo de equili-
brio general con mercados financieros completos no puede utilizarse para estu-
diar el sector bancario.
Por consiguiente, el paradigma de Arrow y Debreu nos lleva a un mundo en
el que los bancos son instituciones redundantes y no tiene en cuenta las comple-
jidades del sector bancario. Existen esencialmente dos maneras (complementa-
rias) de evitar este decepcionante resultado:
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