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Triduo A La Virgen Del Perpetuo Socorro 2019

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INICIA EL ROSARIO

Ave María Purísima…Sin pecado concebida


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros
enemigos líbranos Señor Dios nuestro, en el
nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Amén

Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles


y enciende en ellos el fuego de tu amor, envía
señor tu espíritu y todo será creado y se renovara la
faz de la tierra. Espíritu santo, fuente de toda
luz….ilumínanos. (Se entona canto de bienvenida).

ACTO DE CONTRICCION
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
creador y redentor mío, por ser vos quien sois y
porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de
todo corazón de haberos ofendido propongo
firmemente nunca más pecar; confesarme y cumplir
la penitencia, que me fuera impuesta; os ofrezco mi
vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis
pecados. Confió en vuestra bondad y misericordia
infinita, me los perdonéis por los méritos de vuestra
preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis
gracia para enmendarme y para perseverar en
vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

OFRECIMIENTO
Rezaremos el Santo Rosario en honra y gloria de la
Santísima Virgen María, madre de dios y madre
nuestra para que se digne admitirnos bajo su
poderosa protección, nos alcance paz en la iglesia,
sosiego en la conciencia, tranquilidad en la
república de los bienes temporales que hubiéramos
de menester, alivio a las benditas almas del
purgatorio y a todos la vida eterna. Amén

V. Abre señor mis labios


R. Y mi boca anunciara tus alabanzas
V. Oh Dios ven en mi auxilio
R. Date prisa señor en socorrerme

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como


era en el Principio, ahora y siempre por los siglos
de los siglos Amén.

Con dulce amor cada día y eterno corazón,


rezaremos con devoción el rosario a María.

GOZOSOS (Lunes y sábado)

1. La Encarnación del Hijo de Dios


2. La Visita de la Virgen María a su prima Santa
Isabel
3. El Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo
4. La Presentación del Niño en el Templo
5. El niño perdido y hallado en el templo

DOLOROSOS (Martes y viernes)

1.- La oración en el huerto


2.- La Flagelación del señor
3.- La coronación de espinas
4.- Jesús con la cruz a cuestas
5.- La crucifixión y muerte de nuestro señor
Jesucristo
GLORIOSOS (Miércoles y Domingo)
1.- La resurrección del señor
2.- La Ascensión de nuestro señor a los cielos
3.- La venida del espíritu santo
4.- La asunción de nuestra señora a los cielos
en cuerpo y alma
5.- La coronación de nuestra señora como reina
de cielos y tierra

LUMINOSOS (jueves)
1.- El Bautismo de Jesús en el Jordán
2.- La Autorrevelación del Señor en las bodas
de Canaán
3.- El Anuncio del Reino de Dios
4.- La Transfiguración del Señor
5.- La Institución de la Eucaristía

JACULATORIAS PARA CADA MISTERIO

V. María madre de gracia dulce madre de


misericordia
R. En la vida y en la muerte, ampáranos gran
señora.

V. Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,


líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas
las almas, socorre especialmente a las más
necesitadas de tu divina misericordia.

V. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro


R. Ruega por nosotros que recurrimos a vos.
Concluidos los misterios se reza:
Oh soberano santuario sagrario del verbo eterno
Libra virgen del infierno a los que rezamos tu Santo
Rosario
Emperatriz poderosa de los mortales consuelo
Ábrenos señora el cielo con una muerte dichosa y
danos pureza del alma tú que eres tan poderosa.

• Se reza el padrenuestro…

Guía: Dios te salve, María Santísima, hija de Dios


Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus
manos encomendamos nuestra fe para que la
ilumines, llena eres de gracia, el Señor es
contigo……
Todos: Santa María…

Guía: Dios te salve, María Santísima, madre de


Dios Hijo, Virgen purísima en el parto, en tus manos
encomendamos nuestra esperanza para que la
alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo….
Todos: Santa María…

Guía: Dios te salve, María Santísima, esposa de


Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del
parto, en tus manos encomendamos nuestra
caridad para que la inflames, nuestra alma para que
la salves y nuestras necesidades para que las
remedies, llena eres de gracia, el Señor es
contigo….
Todos: Santa María…
Dios te Salve, María Santísima templo, trono y
Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida
sin la culpa del pecado original como Madre te
rogamos que nos mires con piedad.

Dios te salve, Reina y Madre, Madre de


misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve a ti llamamos los desterrados hijos de
Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este
valle de lágrimas, ¡Ea! Pues, Señora abogada
nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre; ¡Oh
clemente, oh Piadosa, oh dulce Virgen María!;
ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que
seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y
promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Letanía de la Santísima Virgen


Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos
Padre Celestial que eres Dios.
Ten piedad de nosotros
Hijo, redentor del mundo que eres Dios
Ten piedad de nosotros
Espíritu santo que eres Dios
Ten piedad de nosotros
Santísima trinidad que eres un solo Dios
Ten piedad de nosotros
Santa María……Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios.
Santa Virgen de las Vírgenes.
Madre de Jesucristo.
Madre de la Divina Gracia.
Madre Purísima.
Madre Castísima.
Madre Virgen
Madre Amable
Madre Admirable
Madre del Creador.
Madre del Salvador.
Virgen Prudentísima.
Virgen Venerable.
Virgen laudable
Virgen Poderosa.
Virgen Misericordiosa.
Virgen Fiel.
Espejo de Justicia.
Trono de eterna Sabiduría.
Causa de Nuestra Alegría.
Vaso Espiritual de elección
Vaso Precioso de la Gracia.
Vaso de verdadera devoción
Rosa Mística.
Torre de David.
Torre de Marfil.
Casa de Oro.
Arca de la Alianza.
Puerta del Cielo.
Estrella de la Mañana.
Salud de los Enfermos.
Refugio de los Pecadores.
Consoladora de los Afligidos.
Auxilio de los Cristianos.
Reina de los Ángeles.
Reina de los Patriarcas.
Reina de los Profetas.
Reina de los Apóstoles.
Reina de los Mártires.
Reina de los Confesores.
Reina de las Vírgenes.
Reina de todos los Santos.
Reina Concebida sin la culpa del Pecado Original.
Reina llevada al Cielo en Cuerpo y
Alma.
Reina del Santísimo Rosario.
Reina de la Paz.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo


Perdónanos Señor

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo


Óyenos, Señor

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo


Ten piedad y misericordia de nosotros

Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de


Dios, no desprecies las oraciones que te hacemos
en nuestras necesidades, antes bien líbranos de
todo peligro ¡Oh virgen gloriosa y bendita! Ruega
por nosotros Santa Madre de Dios para que
seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias
de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
OFRECIMIENTO
Por estos Misterios Santos de que hemos hecho
recuerdo, te pedimos ¡oh María! de la fe Santa el
aumento, la exaltación de la iglesia, del Papa el
mejor acierto, de la nación mexicana, la unión y
feliz gobierno. Que el gentil conozca a Dios, que el
hereje vea sus yerros, ellos y todos los pecadores
tengamos arrepentimiento, que los cautivos
cristianos sean libres del cautiverio, goce puerto el
navegante y de salud los enfermos. En el purgatorio
logren las animas refrigerio y que este santo
ejercicio, tenga aumento tan completo en toda la
cristiandad, que alcancemos por su medio el ir a
alabar a Dios y gozar de su compañía en el cielo.
Amén.

TRIDUO A NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO


SOCORRO
Ave María Purísima
Sin pecado concebida

Por la señal † de la Santa Cruz, de nuestros †


enemigos líbranos, † Señor Dios nuestro. En el
nombre del Padre, † del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ACTO DE CONTRICCION
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador Padre y Redentor mío, he aquí a vuestros
pies a un pobre pecador, que tanto ha entristecido
vuestro amante corazón. ¡Ay! amable Jesús, ¿cómo
he podido ofenderos y llenar de amargura ese
corazón que me ama tanto y nada ha perdonado
para conseguir mi amor? ¡Cuán grande ha sido mi
ingratitud! – Mas, o Salvador mío, consolaos,
consolaos, os diré, que ahora me hallo arrepentido:
tanta pena experimento por los disgustos que os he
causado, que quisiera morir de puro dolor y
contrición, – O mi Jesús, ¡quién me, diera llorar el
pecado como Vos lo habéis llorado en vuestra vida
mortal! Me pesa el alma de haberos ofendido. –
Padre eterno, en satisfacción de mis culpas, os
ofrezco la pena y el dolor que por ellas ha sentido el
Corazón de vuestro divino Hijo. – Y Vos, o amoroso
Jesús, dadme tal horror del pecado que en adelante
me haga evitar aún las faltas más ligeras. Lejos de
mi corazón, afectos terrenales: ya no quiero amar
sino a mi bondadoso Redentor. ¡O Jesús mío!
ayudadme, fortalecedme y perdonadme. Madre mía
del Perpetuo Socorro, interceded por mí y
alcanzadme el perdón de mis pecados. Amen.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS


Oh María, Madre del Perpetuo Socorro, te saludo
con devoción filial. Renuevo la consagración de mí
mismo, y todo lo que tengo para ti. Te agradezco
por tu protección maternal y por las muchas
bendiciones que he recibido a través de tu
maravillosa misericordia y de la más poderosa
intercesión. En todas mis necesidades, recurro a ti
con una confianza ilimitada, oh Auxiliadora, oh
Madre de misericordia. Te suplico ahora que
escuches mi oración y que obtengas de tu divino
Hijo el favor que pido en esta novena. Alcánzame
también para mí, querida Madre del Perpetuo
Socorro, la gracia de poder imitarte y llegar a ser
más como tú en la práctica de las virtudes de la
humildad, la pureza, la sumisión a la voluntad de
Dios y la caridad. Sé mi protectora en la vida,
guárdame y guíame en los peligros, dirígeme en las
dificultades, guíame en el camino de la perfección,
y ayúdame en la hora de mi muerte, para que
pueda ir a ver a Jesús y disfrutarlo, bendecirlo y
amarlo eternamente en el cielo. Amén.

DIA PRIMERO
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Aquí tenéis a
vuestros pies a un miserable pecador que a Vos
acude y en Vos confía. Madre de misericordia,
tened piedad de mí. Oigo que todos os llaman
Refugio y Esperanza de los pecadores; sed, pues,
el refugio y la esperanza mía. Socorredme por amor
de Jesucristo, tended la mano a un miserable caído
que a Vos se encomienda y se consagra por
vuestro siervo perpetuo. Bendigo y doy gracias a
Dios que por su misericordia me ha concedido esta
confianza en Vos, que yo miro como una prenda de
mi salvación. ¡Ah, infeliz de mí! En el tiempo
pasado he caído en la culpa por no haber acudido a
Vos; y tengo por cierto que si a Vos me
encomiendo me ayudaréis y saldré victorioso; pero
este es mi temor; que en las ocasiones de pecar
deje de llamaros en mi ayuda y así me pierda.
Concededme, pues, esta gracia que ardientemente
os pido; alcanzadme que en los asaltos del infierno
recurra a Vos diciendo; María, ayudadme; Virgen
del Perpetuo Socorro, no permitas que pierda a mi
Dios. Así sea.
Rezar cinco Avemarías. Hacer la petición del favor
que se desea obtener con este triduo. Terminar con
la oración final para todos los días.

DÍA SEGUNDO
¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro! Concededme la
gracia de que pueda siempre invocar vuestro
poderosísimo nombre, ya que él es el socorro del
que vive y la salvación del que muere. ¡Ah, María
dulcísima, María purísima! haced que vuestro
nombre sea de hoy en adelante el aliento de mi
vida. Cada vez que os llame, Señora mía,
apresuraos a socorrerme, pues en todas mis
necesidades propongo no dejar de invocaros,
diciendo y repitiendo: ¡María, María!... ¡Oh qué
aliento, qué dulzura, qué confianza, qué ternura no
siente mi alma con solo repetir vuestro nombre y
pensar en Vos! Doy gracias a Dios, que os ha dado
para bien mío ese nombre tan dulce, tan amable y
tan poderoso! Más no me contento con pronunciar
vuestro bendito nombre; quiero pronunciarlo por
amor, quiero que el amor me recuerde que siempre
debo llamaros: Madre del Perpetuo Socorro. Así
sea.
DÍA TERCERO
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Vos sois la
dispensadora de todas las gracias que Dios nos
concede a nosotros pecadores; y si os ha hecho tan
poderosa, tan rica y tan benigna, es para que nos
socorráis en nuestras miserias. Vos sois la abogada
de los reos más abominables y desamparados que
a Vos recurren; socorredme también a mí, que a
Vos me encomiendo, en vuestras manos pongo mi
eterna salvación y a Vos entrego mi alma;
contadme en el número de vuestros más especiales
siervos; acogedme bajo vuestra protección, y eso
me basta. Sí, porque si Vos me protegéis ya nada
temeré; no temeré mis pecados, porque Vos me
alcanzaréis perdón de ellos; no a los demonios,
porque Vos sois más poderosa que todo el Infierno;
no temeré a mi propio Juez, Jesucristo, porque con
una súplica vuestra Él se aplaca. Solo temo que por
mi descuido deje de encomendarme a Vos, y así
me pierda. Obtenedme, Señora mía, el perdón de
mis pecados, el amor a Jesucristo, la perseverancia
final y la gracia de acudir siempre a Vos, ¡oh Madre
del Perpetuo Socorro! Así sea.

ORACIÓN
Oh Santa Virgen María, que para infundirnos una
confianza ilimitada, has estado complacida de
tomar el dulce nombre de Madre del Perpetuo
Socorro, yo (Mencionar tu nombre) te imploro que
vengas en mi ayuda siempre y en todas partes; en
mis tentaciones; después de mis caídas; en mis
dificultades; en todas las miserias de la vida, y
sobre todo, en la hora de mi muerte. Dame,
amorosa madre, el deseo, y del mismo modo, el
hábito de tener siempre recursos para ti. Me siento
seguro de que si te invoco con fidelidad serás fiel y
vendrás en mi ayuda. Alcánzame la gracia de orar a
ti sin cesar, y con la confianza de un niño, para que
en virtud de esta fiel oración pueda garantizar tu
Perpetuo Socorro y mi perseverancia final.
Bendíceme, Madre amorosa y siempre servicial, y
reza por mí ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
ACTO DE CONSAGRACIÓN
Santísima Virgen María, que para inspirarme con la
más plena confianza, has estado dispuesta a tomar
el dulce nombre de Madre del Perpetuo Socorro.
Reconozco que mis pecados me hacen indigno de
ser admitido entre el número de tus privilegiados
hijos. Sin embargo, deseoso de disfrutar de tu
misericordioso favor, me arrodillo a tus pies y
humildemente postrado ante ti, yo (mencionar tu
nombre) te consagro mi entendimiento, para que
siempre pueda pensar en consagrarte mi corazón
para que, después de Dios, pueda amarte sobre
todas las cosas. Oh mi Soberana Señora, dígnate
en recibirme entre el número de tus hijos
favorecidos, tómame bajo tu protección, ayúdame
en todos mis deseos espirituales y temporales, pero
especialmente a la hora de mi muerte. Oh, Madre
del Perpetuo Socorro, sé que me amas más de lo
que puedo amarme a mí, confío todos mis intereses
a tu cuidado: dispón de mí y de todo lo que me
pertenece según tu agrado. Oh Madre, bendíceme,
y por tu poderosa intercesión, apóyame en la
debilidad, de manera que, después de haberte sido
fiel en el servicio durante esta vida, pueda alabarte
durante, amarte y agradecerte eternamente en la
próxima. Amén.

ORACION FINAL
Oh Dios, que has querido que la Madre de tu Hijo
unigénito sea la Señora del Perpetuo Socorro de
todos los cristianos en la tierra, concédenos la
gracia de invocarla con confianza en todas nuestras
necesidades de alma y cuerpo, para que, salvadas
a través de su protección y ayuda, podamos ser
llevados a la visión eterna de Tu Gloria en el cielo:
a través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

BENDITA SEA TU PUREZA


Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea pues
todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza, a ti
celestial Princesa Virgen sagrada María yo te
ofrezco en este noche alma vida y corazón,
míranos con compasión no nos dejes Madre mía y
en mi última agonía dame tu bendición.

FINAL
Ave María Purísima
Sin pecado concebida (3)

Viva Jesús, viva María, viva la gracia, muera el


pecado, que viva Jesús sacramentado, que viva el
patriarca señor san José, señor san Joaquín,
señora santa Ana, a quienes encomendamos
nuestro corazón, cuerpo y alma, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén.

En el cielo y en la tierra sea por siempre bendito y


alabado, el divino corazón de Jesús sacramentado.
Contigo voy virgen pura y en tu poder voy confiado,
pues yendo de ti amparado mi alma volverá segura.
Dulce Madre no te alejes, tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas Partes y nunca solo me
dejes , tú que nos proteges tanto como verdadera
Madre has que nos bendiga el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. Amén.

SALUTACION
Buenas noches virgencita
Te venimos a cantar
Cantando estos lindos versos
Ante tu bendito altar
Dirígenos tu mirada
Y danos tu protección.

Ruega siempre por nosotros,


Dulce Madre de Bondad.

Las notas de mi canción


Acompañan nuestra voz
Para saludarte madre
Con el permiso de Dios
Los ángeles también cantan
Alabando al señor.

Quisiera regar tu altar


Con jazmines y azucenas
Virgencita milagrosa
Reina de la primavera
Quien a ti con fe acude
De sus males sanara.

Recibe mi corazón
Madrecita como ofrenda
Y dame tu luz divina
Para alumbrar mi existencia
Y colma de bendiciones
A los que hacen tu novena.

CINCUENTA ROSAS
Cincuenta rosas,
Ofrezco todos los días,
Y mis problemas
Los pongo sobre tu altar,
Cincuenta rosas,
Son el total de mi rosario,
Que ofrezco con fervor,
Con todo el corazón,
A la madre de dios.

La virgen con su mirada,


Contempla tu devoción,
Unidas tiene sus manos,
Te invitan a la oración,
Cuando apreciemos
La bendición que da el rosario,
Entonces sentiremos
Con la virgen María,
La presencia de dios.
YO TENGO UNA MADRE
Yo tengo una madre de dulce mirar,
Su nombre es María la estrella del mar.

Es madre de dios, también de los hombres


La estrella que alumbra a los pecadores,
Hoy vengo a cantar al pie de tu altar,
También en el cielo, te voy a cantar.
Madre inmaculada, rojo tulipán,
Blanca azucena, la estrella del mar,
Ya viene la aurora me voy a remar,
Me acompaña siempre la estrella del mar.

MADRE ERES TERNURA


Madre eres ternura,
Eres una flor
Blanca y preciosa,
Llena de amor (2)

Si señora ven a mí,


Ven, ven a mí
Cúbreme con tu manto,
Lleno de amor (2)

OH VIRGEN SANTA

Oh virgen santa, madre de dios sois la esperanza


del pecador (2)

Vuela suspiro, del alma mía,


Lleva a María mi ardiente amor,
Hasta que mande mi madre amada,
Una mirada de protección.

¿QUIÉN SERÁ LA MUJER?


¿Quién será la mujer que a tantos inspiró, poemas
bellos de amor? Le rinden honor, la música y la luz,
el mármol, la palabra y el color.
¿Quién será la mujer que el rey y el labrador
invocan en su dolor? El sabio, el ignorante, el pobre
y el señor, el santo al igual que el pecador.

María es, esa mujer, que desde siempre el señor,


se preparó, para nacer, como una flor en el jardín,
que a dios enamoró (2)

¿Quién será la mujer radiante como el sol, vestida


de resplandor? La luna a sus pies, el cielo en
derredor y ángeles cantándole su amor

¿Quién será la mujer humilde que vivió en un


pequeño taller? Amando sin milagros, viviendo de
su fe, la esposa siempre alegre de José.

OH MARIA, MADRE MIA


Oh María madre mía,
Oh consuelo del mortal,
Amparadme y guiadme
A la patria celestial (2)
Con el ángel de María
Las grandezas celebrad,
Transportados de alegría
Sus finezas publicad.

Salve jubilo del cielo,


Del excelso dulce imán,
Salve hechizo de este suelo,
Triunfadora de satán.

MIENTRAS RECORRES LA VIDA


Mientras recorres la vida tú nunca solo estás;
contigo por el camino santa maría va.

Ven con nosotros a caminar,


Santa maría ven. (2)

Aunque te digan algunos que nada puede cambiar,


lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

CUANTAS VECES
Cuantas veces siendo niño te recé,
Con mis besos te decía que te amaba, poco a poco
con el tiempo, fui alejándome de ti, por caminos que
se alejan te perdí.

Hoy he vuelto madre a recordar, cuantas cosas dije


ante tu altar, y al rezarte puedo comprender, que
una madre no se cansa de esperar.
Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre
siempre espera su regreso, que regalo más
hermoso que a los hijos da el señor es su madre y
el milagro de su amor.

JUNTO A TI MARÍA
Junto a ti maría, como un niño quiero estar,
tómame en tus manos, guíame en tu caminar.
Quiero que me ayudes, que me enseñes a orar,
hazme transparente, lléname de paz.

Madre, madre, madre, madre (2)

Gracias, madre mía, por llevarnos a Jesús, haznos


más humildes, tan sencillos como tú, gracias madre
mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y
nos das tu amor.

JAMAS OH VIRGEN PURA


Jamás oh virgen pura,
Jamás he de olvidarte,
Mi dicha y mi ventura,
Será por siempre amarte.

Atiende madre amada,


Mis cantos amorosos
Y vuelvan la mirada
Tus ojos cariñosos.

Cuan triste queda el alma,


Sin ti oh virgen bella,
Parece un mar sin calma,
Un cielo sin estrellas.

REINA DEL CIELO


Reina del cielo, Madre de dios,
Danos piadosa Tu bendición.

Salve, María, Mística rosa,


Madre gloriosa del salvador.
Canten mis labios con dulce acento,
Que eres portento de un dios de amor.

Salve, maría, Nítida estrella,


La pura y bella divina flor.
Eres la gloria de mis loores,
De los amores Divino amor.
MADRE ÓYEME
Madre, óyeme, mi plegaria es un grito en la noche.
Madre, guíame, en la noche de mi juventud.

Madre, sálvame, mil peligros acechan mi vida.


Madre, lléname de esperanza, amor y de fe.

Madre guíame, en las sombras no encuentro el


camino. Madre llévame, que a tu lado feliz andaré.

La, la, la, la... La..., la, la (2)

Madre una flor, una flor con espinas que es bella.


Madre un amor, un amor que ha empezado a
nacer.

Madre sonreír, sonreír aunque llore en el alma.


Madre construir, caminar aunque vuelva a caer.

Madre solo soy, al anhelo y la carne que luchan.


Madre tuyo soy, en tus manos me pongo a poner.

GOZOS
Socorro sois perpetuo:
Venid pues, os imploro,
Venid a mi socorro,
Oh Madre de Bondad.

Oíd, ¡O Virgen Pura!


Las preces fervorosas,
Que suben amorosas
A vuestro santo altar.
Manchado por la culpa,
La frente doblo y lloro,
A vuestros pies imploro
Clemencia y caridad.

Al alma descuidada
Librad de la tibieza,
Y dadle con presteza
Fervor en la piedad.
En este triste valle,
Del padecer cansado,
Os pido, desdichado,
Consuelo celestial.

Si ruge la tormenta,
Si mi virtud declina,
Estrella matutina,
Mis fuerzas alentad.

A vuestro fiel devoto


Dad ánimo constante,
Su paso vacilante
A la virtud guiad.

A mi voluble pecho
Librad de la flaqueza;
Prestadle fortaleza,
Que viva sin pecar.

En la postrera lucha,
Con la terrible muerte,
Feliz será mi suerte
Si logro yo exclamar.
En la prisión del fuego,
Sed dulce Redentora:
Mis penas, gran Señora,
Dignaos aliviar.

Me sea permitido
O madre tan querida,
Por tierna despedida,
Cantaros sin cesar.

AVE PERPETUO SOCORRO


Perpetuo Socorro quien quiera alcanzar, el
Avemaría hoy venga a cantar.

AVE, AVE, AVE MARIA. (2)

La Reina del cielo se quiso llamar


Perpetuo Socorro del triste mortal.

Es Madre tan tierna que nunca dejó sin pronto


socorro a quien la invocó.

De todo peligro te puede librar si humilde a sus


plantas te postras a orar.

Si tiende maligno su red Satanás, acude a María y


jamás caerás.

Si estás por desgracia en culpa mortal, suplica a


María te libre del mal.
Si quieres constante la culpa evitar, socorro en
María ven siempre a buscar.

En vida y en muerte socorro tendrás, si el Avemaría


no olvidas jamás.
CONSAGRACION A MARIA
Oh señora y Madre mía
Con filial cariño vengo
A ofrecerte en este día
Cuanto soy y cuanto tengo.

Mis ojos para mirarte,


Mi voz para bendecirte,
Mi vida para servirte
Mi corazón para amarte.

Acepta madre este don


Que te ofrece mi cariño,
Y guárdame como un niño
Cerca de tu corazón.

Que nunca sea traidor


Al amor que hoy se me entrega,
Y que desprecie sin pena
Los halagos de otro amor.

Y aunque el dolor me taladre,


Y haga de mí un crucifijo,
Que yo sepa ser tu hijo,
Y que sienta que eres mi Madre.

En la dicha y en la aflicción,
En mi vida y en mi agonía,
Mírame con compasión...
¡No me dejes, Madre mía! Amen.

ADIÓS REINA DEL CIELO


Adiós reina del cielo,
Madre del salvador,
Adiós oh Madre Mía,
Adiós, adiós, adiós.

De tu divino rostro,
La belleza al dejar,
Permíteme que vuelva
Tus plantas a besar.

Adiós oh virgen Madre,


Más pura que la luz,
Jamás, jamás me olvides
Delante de Jesús.

A dejarte oh María,
No acierta el corazón,
Te lo entrego señora,
Dame tu bendición.

Quizás el año entrante


Yo vuelva aquí a cantarte
Yo vuelva aquí a alabarte
Adiós, adiós, adiós.

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