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    Sanidad y Liberación Interior

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    Lulu Beltrán
    El documento enumera 7 obstáculos comunes a la hora de ministrar liberación a una persona: 1) falta de arrepentimiento genuino, 2) falta de desesperación por cambiar, 3) egoísmo o deseo de atención, 4) no confesar un pecado específico, 5) falta de perdón, 6) incredulidad y duda, y 7) tener relaciones o alianzas impías. También describe 8 pasos para ministrar efectivamente la liberación, incluyendo asegurarse que la persona haya nacido de nuevo, guiarla al arrepentimiento

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    Sanidad y Liberación Interior

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    El documento enumera 7 obstáculos comunes a la hora de ministrar liberación a una persona: 1) falta de arrepentimiento genuino, 2) falta de desesperación por cambiar, 3) egoísmo o deseo de atención, 4) no confesar un pecado específico, 5) falta de perdón, 6) incredulidad y duda, y 7) tener relaciones o alianzas impías. También describe 8 pasos para ministrar efectivamente la liberación, incluyendo asegurarse que la persona haya nacido de nuevo, guiarla al arrepentimiento

    Descripción original:

    Obstáculos a la hora de ministrar sanidad y liberación a una persona.

    Título original

    SANIDAD Y LIBERACIÓN INTERIOR

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    El documento enumera 7 obstáculos comunes a la hora de ministrar liberación a una persona: 1) falta de arrepentimiento genuino, 2) falta de desesperación por cambiar, 3) egoísmo o deseo de atención, 4) no confesar un pecado específico, 5) falta de perdón, 6) incredulidad y duda, y 7) tener relaciones o alianzas impías. También describe 8 pasos para ministrar efectivamente la liberación, incluyendo asegurarse que la persona haya nacido de nuevo, guiarla al arrepentimiento

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    El documento enumera 7 obstáculos comunes a la hora de ministrar liberación a una persona: 1) falta de arrepentimiento genuino, 2) falta de desesperación por cambiar, 3) egoísmo o deseo de atención, 4) no confesar un pecado específico, 5) falta de perdón, 6) incredulidad y duda, y 7) tener relaciones o alianzas impías. También describe 8 pasos para ministrar efectivamente la liberación, incluyendo asegurarse que la persona haya nacido de nuevo, guiarla al arrepentimiento

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    OBSTÁCULOS A LA HORA DE MINISTRAR LIBERACIÓN A UNA PERSONA.

    1. Falta de arrepentimiento. No es lo mismo decir yo pido perdón de mi pecado, a yo me


    arrepiento de mi pecado, cuando no hay arrepentimiento se da una legalidad a las
    tinieblas.

    Cuando no hay un reconocimiento ni un dolor genuino por haber ofendido a Dios,


    difícilmente esta persona sentirá de deseo de cambiar, por lo tanto Dios no puede obrar.

    Lo que activa que el Espíritu Santo ministre liberación, es que la persona tenga
    necesidad de abortar ese pecado y disponga su corazón para ser libre y sano.

    Marcos 1:15
    diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y
    creed en el evangelio.

    Jesús nunca dijo pidan perdón, sino arrepiéntanse, con el arrepentimiento se rompe la
    ligadura con el pecado, y debe declararse con la boca.

    2. Falta de Desesperación por su deseo de cambiar. La persona tiene que sentir


    hastiada de su situación a tal grado que la persona quiera aborrecer su condición de
    pecado.

    3. Egoísmo o deseo de atención. Algunas personas se sienten ignoradas y poco


    importantes en el fondo de su corazón, no buscan ser libres sino llamar la atención.

    Son personas que tienen profundo sentimiento de egoísmo y falta de sujeción, y no


    quieren ser libres.

    4. No confesar un pecado específico.


    Efesios 4:27 ni deis lugar al diablo.

    Mientras no confiese ese pecado le estoy dando lugar al diablo.

    5. La falta de perdón. Aquí es donde nos damos cuenta que tan maduros somos. Todo
    lo que está en el alma que no ha sido sanado se manifiesta en el cuerpo.

    6. La incredulidad y la duda. Que lo que el Espíritu Santo va a ministrar, la persona tiene


    que tener la seguridad de que va a ser libre

    7. El tener una relación o alianzas o pactos con almas impías. Hay personas que
    buscan ser libres, pero que todavía están ligadas a relaciones, personas, lugares ilícitos
    y les impide recibir liberación.

    Pasos para ministrar liberación: El ministerio que ministre liberación debe tener una vida
    de oración, una vida de ayuno, de relación íntima con el Espíritu Santo y los pasos son los
    siguientes:

    1. Asegurarse que la persona haya nacido de nuevo.


    2. Preparar a la persona para ministrarle sanidad y liberación.
    3. Usar una guía o un test.
    4. Guiar a las personas al arrepentimiento genuino y al perdón.
    5. Llevar a la persona a la renuncia del pecado.
    6. Alineándonos a lo que palabra nos enseña
    7. Orar por limpieza. Pedir que el Espíritu Santo saque a la luz todo lo que está oculto o
    áreas de la persona que están todavía comprometidas.
    8. Orar por llenura. Que la persona sea llena de Espíritu Santo.

    Dios nos da armas espirituales y dentro de ellas está:

    1. La sangre de Cristo,
    2. La palabra de Dios,
    3. Los ángeles, el ayuno,
    4. La unción del Espíritu Santo,
    5. Una vida de alabanza y,
    6. Una vida de oración.

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