Programa de Intervencion en Disfunción Sexual. Caso Práctico. Dra. Iraima v. Martínez M.
Programa de Intervencion en Disfunción Sexual. Caso Práctico. Dra. Iraima v. Martínez M.
Programa de Intervencion en Disfunción Sexual. Caso Práctico. Dra. Iraima v. Martínez M.
Las disfunciones sexuales son una serie de síndromes en los que los
procesos eróticos de la respuesta sexual resultan no deseables para el
individuo o para el grupo social y que se presentan en forma persistente o
recurrente. Las dificultades sexuales son frecuentes en hombres y mujeres.
Diversos estudios, por ejemplo muestran una prevalencia considerable de
inhibición del deseo sexual, siendo este problema uno de los motivos
frecuentes de consultas a terapia de pareja. Una perspectiva para abordar
este fenómeno, es desde las transformaciones que experimenta la pareja
contemporánea, las cuales hacen emerger dimensiones con las que las
parejas tienen que lidiar y afectan su vida sexual, tales como son el apego,
la diferenciación del si mismo, la intimidad emocional, la pasión amorosa y el
poder. Así mismo, desde la publicación de los libros de Masters y Johnson
los años 1966, 1970 Human Sexual Response y Human Sexual Inadecuacy,
las disfunciones sexuales han sido objeto de investigación con el fin no sólo
de establecer la incidencia, prevalencia y etiología de las mismas, sino de
desarrollar protocolos de intervención clínica que permitan un manejo
Fases de la Intervención
1. Creación de una buena alianza terapéutica. Cuando una persona
acude a consulta para hablar de sus problemas sexuales, hay que tener muy
en cuenta que suele ser un paso complicado y el profesional tiene que
propiciar un clima de calidez y confidencialidad para que la persona se pueda
sentir comprendida y no juzgada. Ya que las dificultades relacionadas con la
sexualidad están asociadas con factores morales, de autoestima y de
intimidad, es imprescindible que la primera entrevista permita establecer
una relación empática que facilite el romper las barreras de la vergüenza.
2. Evaluación del problema y recogida de datos. Es importante
encuadrar bien el problema, descartando primero el origen orgánico, que
puede darse en algunos de los casos, y utilizando instrumentos de recogida
de datos adecuados. Ello nos permitirá observar que factores están
influyendo en el origen y mantenimiento del problema, para poder formular
una hipótesis de trabajo que configure la intervención.
3. Propuesta de Tratamiento. Una vez evaluado el caso, concretando
los factores que estén implicados en la causa y mantenimiento del problema,
se ofrecerá una propuesta de tratamiento consistente en una serie de
intervenciones y técnicas que se llevarán a cabo de forma pautada por parte
del sujeto o sujetos de la pareja. En ocasiones, parte de la intervención
puede consistir en cierta “reeducación sexual” con el fin de desbancar ciertos
mitos o prejuicios que puedan estar influyendo negativamente en la
sexualidad de los individuos.
4. Seguimiento y Prevención de Recaídas. Cuando la persona haya
comenzado a realizar las tareas indicadas, se irán revisando sesión a sesión
los resultados de las mismas y readaptando en función de las dificultades
que vayan apareciendo. De cara al futuro, se pretende que las personas
sean capaces de afrontar nuevas dificultades por sí mismas, pudiendo
aprender nuevas maneras de afrontamiento.
PARTE II. ESTUDIO DE CASO
CASO PRÁCTICO
1. DATOS DE IDENTIFICACIÓN DEL PACIENTE
Nombres y Apellidos: R
Fecha de nacimiento: 12 de agosto 1994 Edad: 26 años, 07
meses, dos días
Estado civil: Soltera Sexo: Femenino
Nº de cédula de identidad: Venezolana
Dirección: San Antonio de Los Altos – Edo. Miranda Nº de
teléfono: xxx xxx
Grado de Instrucción: Educación Superior. Lic. en Administración
Creencia religiosa: Contexto familiar cristiano evangélico
MOTIVO DE CONSULTA:
Evaluación psicológica. El paciente manifiesto estado de ansiedad
por las dificultades para mantener relaciones sexuales, se queja de dolor en
la vagina al momento del coito. Los síntomas principales son: penetración
vaginal difícil o dolorosa durante la relación sexual. Por lo que no es posible
la penetración vaginal. Dolor vaginal durante la relación sexual o examen
pélvico.
Evaluación del área orgánica y Sexual: La paciente presenta en la
consulta un informe de su médico ginecólogo con un diagnóstico de
Vaginismo no orgánico.
ANTECEDENTES (ANAMNESIS)
Personales no patológicos
Manifiesta no ha padecido enfermedad graves, ni de consideración hasta la
fecha.
1. Historia prenatal.
Antes y después de su nacimiento se desarrolla en un hogar
funcional, bajo la crianza de su padre y madre, en unas buenas condiciones
económicas.
2. Desarrollo psicomotriz. Su estado psicomotriz fue muy bueno, no
presentó limitaciones físicas o psicológicas que afectara su funcionalidad en
actividades académicas o recreativas.
3. Desenvolvimiento escolar. Su rendimiento escolar fue muy
bueno, gracias que contaba con la supervisión y dirección de su madre quien
le prestaba toda la atención necesaria
4. Adolescencia. Transcurrió en el seno de su familia sin asuntos
relevantes que considerar. Termino sus estudios de Bachillerato e ingreso a
la universidad.
5. Adultez. Luego de su graduación en la universidad comenzó a
trabajar, se independizo del hogar materno. Llevando una vida normal.
EXAMEN DEL ESTADO MENTAL
A) Descripción General
R, es una paciente joven de 26 años de edad, profesional universitaria
y de unos 163 cm de estatura, complexión delgada, ojos claros, nariz
aguileña, cabello castaño oscuro, quien vive sola en forma independiente
del hogar paterno. Acude a consulta con un evidente estado de ansiedad,
siendo su principal queja el no puede tener relaciones sexuales. Se presenta
a consulta con un informe ginecológico con diagnostico de Vaginismo No
Orgánico. Los síntomas principales son: Penetración vaginal difícil o dolorosa
durante la relación sexual. Por lo que no es posible la penetración vaginal.
Se describe en el informe ginecológico el miedo al espéculo, reacción
instintiva a cerrar las piernas por parte de la paciente Dolor vaginal durante
la relación sexual o examen pélvico. La paciente tiene un novio de 28 años
de edad llamado A, desde hace 2 años. Desde el último año ha sido
imposible la penetración. Puesto que los primeros momentos le provocaron
un dolor intenso, decidieron no intentarlo durante algún tiempo. Su relación
sexual se ha limitado a masturbaciones mutuas. Con el tiempo y ante el
rechazo de R, aun seguir intentando la penetración, por lo que los
problemas se han agudizado. Al principio A se mostraba comprensivo pero
luego empezó a quejarse de la actuación de R y le presionaba para que
acudiera al médico. En la visita al ginecólogo, no le encontraron problema
físico, le realizaron un examen pélvico que pudo confirmar el diagnóstico. El
médico le recomendó relajarse y utilizar vaselina para facilitar el coito. En
los últimos meses la convivencia de pareja ha empeorado. Han intentado
forzar la penetración en algunas ocasiones pero, ante las quejas de ella, han
renunciado. Los contactos sexuales actuales son escasos y poco
satisfactorios, alcanzando ella en contadas ocasiones el orgasmo. Están
insatisfechos con este tipo de relación ya que consideran que no son
relaciones sexuales auténticas. Al explorar su historia familiar la paciente
comenta que de adolescente tuvo un novio con el cual inicio sus relaciones
sexuales, las cuales siempre fueron placenteras. Sin embargo, luego que se
independizo del hogar materno hace 5 años y que comenzó a mantener
relaciones sexuales con su actual novio, desde hace dos años, ha
experimentado sentimientos de culpa por no estar casada con él. Se siente
ansiosa porque sus padres son evangélicos cristianos y piensa que la juzgan
por esta conducta.
La paciente relata que siente temor al pensar antes del contacto
sexual, que el coito sea doloroso. Así mismo, manifiesta que ha desarrollado
una evitación de la penetración similar a una fobia (sudoración, respiración
anormal, aceleración del latido del corazón, temblores, dolores de cabeza,
otros). No pueden tolerar la penetración total, a menudo, ni siquiera parcial
o la introducción de un tampón. Sin embargo, comenta que disfruta de la
actividad sexual sin penetración.
Se interpreta del relato de la paciente que el reflejo de contracción
muscular también se acompaña la dispareunia que agregar dolor y
dificultad con la penetración. De esta manera anticipan la recurrencia del
dolor cuando se inicia el coito, y la contracción muscular, haciendo que los
intentos de coito sean aún más dolorosos.
B) Lenguaje Su tonalidad de voz es alto y claro a la hora de expresarse.
C) Humor, sentimientos y afecto: Humor: tono de humor alto. Sentimiento
de culpa, estado de ansiedad. Afecto: manifiesta amar a su novio y
sentirse amada.
D) Alteraciones perceptivas: No presentes.
E) Proceso del pensamiento:
1. Curso del pensamiento: Productividad. Flexible, abierto,
adaptable Tiene muchas ideas relacionadas con el sentimiento de
culpa.
2. Continuidad del pensamiento. Presenta repeticiones de
pensamiento por las posibles acciones que deja de aplicar para
estar relajada al momento de mantener relaciones sexuales.
3. Contenido del pensamiento: Su conocimiento de la realidad y de
la vida se mantiene
a. Orientación Tiene pleno conocimiento de tiempo, lugar e
identificación.
b. Memoria Maneja una memoria remota, ya que recuerda
situaciones ocurridas hace más de 10 años.
c. Control de impulsos. No presenta conducta impulsiva-
d. Juicio crítico. Es capaz de responder al entrevistador ante una
situación planteada.
e. Insight Intelectual. Es capaz de interpretar razonablemente.
f. Emocional. Es capaz de interpretar emociones. Suele tornarse
ansiosas ante las relaciones sexuales. Esto no quiere decir que
no puedan excitarse sexualmente. Ella puede tener orgasmos
cuando se estimula el clítoris.
g. Confiabilidad. La veracidad de la información suministrada por
la paciente es muy alta, ya que no ha contradicción en lo que
dice y hace. Los estudios realizados y datos obtenidos confirman
su veracidad.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
De acuerdo a los criterios para evaluación de Disfunciones Sexuales,
según el DSM- V, se deben cumplir los criterios reflejados para vaginismo
del DSM - IV y los siguientes criterios:
• No exista patología orgánica/ o de sustancias produzca
malestar acusado dificultades en las relaciones
interpersonales
• Presente en la mayor parte de las relaciones sexuales (70-
80%)
• Persistencia al menos de 6 meses
De acuerdo a las especificaciones en el DSM-IV las características
diagnósticas esencial del vaginismo es la contracción involuntaria, de
manera recurrente o persistente, de los músculos perineales del tercio
externo de la vagina, frente a la introducción del pene, los dedos, los
tampones o los espéculos (Criterio A). La alteración provoca malestar
acusado o dificultad en las relaciones interpersonales (Criterio B), no se
explica mejor por la presencia de otro trastorno del Eje I (excepto otro
trastorno sexual) y no es debida exclusivamente a los efectos fisiológicos
directos de una enfermedad médica (Criterio C). En algunas mujeres sólo la
idea de la penetración vaginal puede producir un espasmo muscular. La
contracción puede ser desde ligera (produciendo rigidez y malestar) hasta
intensa (impidiendo la penetración).
PLAN DE INTERVENCIÓN DEL TRASTORNO SEXUAL: VAGINISMO
Tratamiento cognitivo-conductual
Objetivo: Reducir la causa de la tensión inicial, extinguir la respuesta
condicionada de las contracciones musculares vaginales que impiden la
penetración y descondicionar la reacción fóbica tendente a evitar el intento
de penetración
OBJETIVOS TÉCNICAS
FASE I. PSICOEDUCACION
Pareja • Devolución de
1. Incrementar la comprensión de la situación del información
trastorno. Motivación al cambio. Mejorar el conocimiento • Psicoeducación
sexual de la pareja. Órganos sexuales. Etapas de la • Discusión mitos
respuesta sexual humana. Mecánica de la activación sexuales
sexual en el hombre y en la mujer (aspectos fisiológicos y
• Entrenamiento en
psicológicos). Mitos sexuales.
técnicas de
2. Modificar actitudes y expectativas respecto a la relación autoexploración y
sexual. autoestimulación.
Ella. • Ensayos conductuales
3. Mejorar del repertorio sexual
4. Identificar de Sensaciones
FASE II. ENTRENAMIENTO
Ella. • Entrenamiento en
1. Aumentar el control de los músculos de la vagina. ejercicios de Kegel (ver
anexos).
2. Disminuir la ansiedad asociada a la penetración (miedo al
coito). • Dilatación progresiva.
Pareja.
3. Disminuir de ansiedad ante actuación/ presión de
rendimiento/ Hipervigilacia/ auto-observación • Focalización sensorial
4. Incrementar de sensaciones corporales y placer sensorial.
5. Disminuir de ansiedad asociada a ejecución sexual
6. Aumento de excitación genital y placer sexual. • Focalización genital
7. Disminuir de ansiedad por acercamiento o inserción del
pene en la vagina.
8. Mantener nivel de excitación de las fases previas • Entrenamiento en
9. Incrementar del nivel de excitación logrados en fases penetración
previas.
OBJETIVOS TÉCNICAS
FASE II. ENTRENAMIENTO
10. Obtener la excitación propia de la fase de la • Entrenamiento en coito completo
meseta
11. Lograr orgasmo placentero para la pareja
mediante el coito.
FASE III. INTERVENCIÓN ÁREA SOCIAL
12. Aprender a expresar sentimientos/ • Entrenamiento en habilidades
necesidades asertivas y expresión de emociones
FASE IV PREVENCIÓN DE RECAÍDAS
13. Repaso de lo aprendido • Solución de problemas
14. Valoración de logros • Ensayos conductuales
CONCLUSIONES.
El concepto de sexualidad sana incluye tres elementos básicos: La
aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, y para regularla
de conformidad con una ética personal y social. La ausencia de temores, de
sentimientos de vergüenza y culpabilidad, de creencias infundadas y de
otros factores psicológicos que inhiban la reacción sexual o perturben las
relaciones sexuales. La ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades o
deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva. Las
disfunciones sexuales incluyen todas aquellas alteraciones (esencialmente
inhibiciones) que se producen en cualquiera de las fases de la respuesta
sexual y que impiden o dificultan el disfrute satisfactorio de la sexualidad. El
vaginismo se ubica en la categoría de los trastornos sexuales por dolor,
estando caracterizado por espasmos involuntarios de la musculatura del
tercio externo de la vagina, que se producen ante cualquier intento de
penetración. Si se intenta la penetración forzando la resistencia, se
experimenta dolor
La eficacia de los tratamientos en disfunciones sexuales amerita las
siguientes indicaciones formuladas: a) establecer un diagnóstico preciso de
acuerdo con un sistema de clasificación reconocido (DSM-V o CIE-10).
Después la descripción de las características de los pacientes y terapeutas.
b) b) Tipos de diseño de acuerdo a cada caso. c) Evaluación, pre y
postratamiento, así como evaluaciones de seguimiento a medio o largo plazo
que permitan establecer no sólo las mejorías alcanzadas tras el tratamiento.
d) Tratamiento estandarizado o manuales, que incluya una descripción
pormenorizada y precisa de qué se hace en cada momento o condición, de
forma que pueda ser replicado. e) Evaluación del grado de fidelidad con que
el terapeuta se ajusta al tratamiento descrito. f) Evaluación de la adherencia
del paciente al tratamiento, es decir, hasta qué punto sigue el tratamiento
realizando las tareas que se le indican. g) Establecer el grado de
significación clínica de los resultados.
Finalmente, para el programa de intervención en el trastorno sexual
del vaginismo, este caso, se combinaron diferentes técnicas de tipo
cognitivo-conductual, como: psicoeducación, técnicas de exposición y
dilatación vaginal progresiva, focalización sensorial, entrenamiento en
autoexploración y autoestimulación y solución de problemas.
ANEXOS
Ejercicios de Kegel. Mujer/hombres
Consiste en hacer contracciones concéntricas y elevar los tres orificios
perineales, seguido de una relajación del suelo pélvico (uretra, vagina en el
caso de la mujer y ano en ambos sexos). Estos ejercicios se pueden realizar
sentados, tumbados y a cualquier hora en cualquier lugar, ya que nadie
notará que estás haciéndolo.
Se deben seguir estos cuatro pasos, es importante dejar un tiempo de
recuperación entre ejercicios para que en la nueva repetición la musculatura
esté relajada y se pueda hacer la contracción correctamente.
Postura
Es importante elegir la postura en la que te sea más fácil contraer el suelo
pélvico. Debes escoger aquella postura en la que contraer los músculos de tu
suelo pélvico te resulte más sencillo. Puede ser tumbado boca arriba, de lado
o boca abajo si te cuesta especialmente trabajar esta musculatura. El hecho
de estar tumbado elimina el efecto que la gravedad ejerce sobre tus vísceras
pélvicas y sobre esa especie de hamaca que forma tu musculatura perineal,
facilitándote la contracción de los músculos. A medida que avances en el
entrenamiento, podrás realizar los ejercicios en otras posiciones: a cuatro
patas, sentado o incluso de pie. También es importante mantener la
corrección postural al hacer los ejercicios de Kegel. Elijas la posición que
elijas, antes de comenzar a contraer tu suelo pélvico, comprueba que tu
columna vertebral está recta y elongada y que tu pelvis se encuentra en una
posición neutra en el espacio, esto es: que la curvatura lumbar no esté muy
pronunciada (“culo pollo”) ni borrada (“culo plano”). La curva lumbar debe
ser suave antes y durante la realización de las contracciones musculares.
Respiración
Siempre que se contrae y relaja la musculatura del suelo pélvico hay que
tener especial atención en la respiración. Realiza una contracción de los
músculos que rodean los orificios de tu periné como si quisieras cerrarlos y
elevarlos hacia tu interior. Mientras contraes, sigue respirando de manera
natural, no aguantes el aire ni cambies tu patrón respiratorio habitual. Este
punto es importante: hay que conseguir contraer la musculatura sin alterar
la respiración, para más adelante ser capaz de activar tu suelo pélvico ante
aumentos de presión puntuales como los que producen las acciones de toser
o estornudar. Hay que tener en cuenta que tras cada contracción, hay que
relajar los músculos lentamente, dejando que regresen a su posición inicial.
Es muy importante realiza un par de respiraciones antes de contraer. Uno de
los errores más comunes en los ejercicios de Kegel es aguantar la
respiración o cambiar el patrón de respiración habitual al realizar los
ejercicios. Simplemente hay que respirar de manera normal.
Musculatura
Los ejercicios de Kegel tienen por objetivo fortalecer la musculatura del
suelo pélvico. Como es lógico, antes de empezar, se debe tener claro qué es
el suelo pélvico, cuáles son los músculos y estructuras que lo componen y
cómo puede localizarlos y sentirlos. Existen varios trucos para identificar
esta musculatura, el más conocido es el de cortar la orina cuando vas al
baño (tan solo a modo de prueba, para identificar los músculos, nunca como
ejercicio). Cuando se ejercita el suelo pélvico lo que se siente es una
contracción que cierra y eleva hacia adentro y hacia arriba todas las
aberturas del periné.
Una vez tengas claro dónde están estos músculos y seas capaz de realizar
una contracción de los mismos, estás listo para empezar tu programa de
entrenamiento diario con ejercicios de Kegel.
Es muy importante el descanso entre serie. Para que el entrenamiento de tu
suelo pélvico sea eficaz, debes mantener un breve periodo de descanso
entre una serie y otra. Tómate al menos 15-20 segundos de reposo para que
tus músculos se recuperen y trabajen adecuadamente. De nada servirá
fatigarlos con numerosas contracciones, lo importante no es “cuantas más
mejor”, sino hacerlas correctamente. Algunos errores frecuentes a la hora de
trabajar la musculatura del suelo pélvico son
-No empujes hacia abajo cuando contraigas tu suelo pélvico: al contrario, la
contracción debe ser hacia arriba, como elevando los orificios hacia el
interior de tu cavidad pélvica.
-No contraigas los glúteos, los aductores ni los músculos rectos del abdomen
cuando realizas los ejercicios de Kegel: el trabajo de los músculos del suelo
pélvico debe realizarse de manera aislada, sin la ayuda de esos grupos
musculares cercanos.
Ejercicios en posición tumbada
Para iniciar, la recomendación es comenzar a trabajar el suelo pélvico desde
una posición tumbada, con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, las
rodillas flexionadas y la zona lumbar apoyada por completo en el suelo,
evitando la aparición del arco lumbar. Desde esta posición resulta más
sencillo bloquear glúteos, abdomen y abductores, por lo que las
contracciones serán aisladas, es decir, únicamente se ejercita los músculos
del suelo pélvico, que es lo que se busca.
Para comenzar con los ejercicios de Kegel se debe:
-Ejercicio 1: el lento. Contraer los músculos pélvicos (truco: imagina que
estás miccionando y quieres detener el hilo de orina) durante 4 o 5
segundos y después relajarlos durante el doble de tiempo, hay que hacer
varias repeticiones pero dejando tiempo a recuperar entre ellas. Con el
tiempo se debe ir aumentando el tiempo de contracción.
-Ejercicio 2: el rápido. Contraer y relajar de manera rápida los músculos
pélvicos, durante al menos 2 minutos. Repetir el ejercicio durante varias
veces a lo largo del día
-Ejercicio 3: la onda. Contraer los 3 orificios de la zona perineal, comenzar
por el anillo que rodea la uretra, luego el que rodea la vagina (mujeres) y
por último el que rodea el ano, una vez contraídos, relajar en orden inverso
(ano, vagina, uretra)
-Ejercicio 4: el ascensor. Contraer gradualmente los músculos de la zona
vaginal simultáneamente en tiempos, la sensación de estar subiendo un
ascensor y parar en cada piso un par de segundos.
Ejercicios en posición sentada
Se recomienda comenzar desde posición tumbada ya que al realizar los
ejercicios en posición sentada se debe mantener una posición correcta.
Para mantener una postura correcta, la paciente debe sentarse en una
superficie que permita una movilidad completa de la pelvis, de manera que
se lleve la pelvis a una posición neutra, ni anteversión (se echa la pelvis
hacia delante), ni retroversión (apoyando en el sacro).Es recomendable
hacer estos ejercicios sobre un fitball ya que de esta forma se puede
comprobar que la postura sea la adecuada.
La paciente debe sentir como estas apoyada sobre los isquiones, son los
huesos sobre los que se sienta, ni hacia delante ni hacia atrás, justo sobre
ellos.
Una vez que esté correctamente sentada sobre sus isquiones con la pelvis
en posición neutra, comienza la contracción concéntrica y la elevación de los
orificios perineales. Con una respiración normal, tranquila, inspira y al
exhalar elevando los orificios hacia dentro y hacia el interior de nuestra
pelvis.
Una vez que se ha ejecutado el ejercicio, se relaja, recupera y volver a
repetir. Los ejercicios que se realizar son los mismos que en posición
tumbada o de pie:
-Ejercicio 1: el lento.
-Ejercicio 2: el rápido
-Ejercicio 3: la onda
-Ejercicio 4: el ascenso
Fin…