Oraciones de Vinculos Familiares

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

La Sra.

Bárbara Shlemon compuso la siguiente oración:


“Señor, Tú puedes volver atrás conmigo y caminar conmigo a través de mi vida desde el momento en que fui
concebido.
Ayúdame, Señor en ese entonces: límpiame y líbrame de todo lo que pudo causarme dificultades en el
momento de mi concepción. Tú estabas presente en el momento en que fui formado en el vientre de mi
madre, líbrame y sáname de cualquier atadura de mi espíritu que haya podido llegarme por mi madre o las
circunstancias de la vida de mis padres, cuando tomaba forma. Por esto, te doy gracias.
También te alabo, Jesús, porque además me estás sanado del trauma de nacer. (Muchas de nuestras madres
tuvieron partos largos y dolorosos cuando nacimos, y esto tiene un efecto en la criatura).
Te pido Señor, que me cures del dolor de nacer y de todo lo que sufrí al nacer. Te doy gracias Señor, porque
Tú estabas allí para recibirme en tus brazos cuando nací. Conságrame en ese mismo momento al servicio de
Dios.
Gracias, Jesús, porque esto se ha hecho.
Señor Jesús, te alabo porque en esos primeros meses de mi infancia Tú estabas conmigo cuanto te necesité.
(Hay muchas personas que necesitan más amor del que recibieron de su madre, todo el amor que
necesitaban, porque fueron separados por circunstancias que no pudieron evitarse. No recibieron el amor que
les hubiera ayudado a sentir fuerza y estabilidad).
Hubo veces que necesité que mi madre me acunara en su pecho y me meciera y me relatara cuentos
infantiles como solamente sabe hacerlo una madre. Señor; hazlo Tú en lo más profundo de mi ser.
Déjame sentir un amor maternal tan conmovedor, conforme y profundo que nada pueda jamás separarme de
ese amor otra vez. Te doy gracias y te alabo, Señor, porque sé que lo estás haciendo ahora mismo.
(También hay personas que necesitaron más del amor paternal en sus vidas). Por cualquier razón que me
haya sentido descuidado, rechazado, Señor, llena esa parte de mi ser con un profundo amor paternal que
solamente viene de un padre. Aunque yo no esté consciente de haber necesitado unos abrazos fuertes y un
“papito” que me amara y me diera seguridad y apoyo, dámelo Tú ahora.
Gracias Señor, porque esto también lo estás haciendo.
(Según crecíamos, algunos de nosotros pertenecíamos a familias donde no había mucho tiempo para
nosotros como individuos). He llegado a entender y a aceptarlo, pero una parte de mi ser en realidad nunca se
sintió completa, nunca se sintió verdaderamente querida. Te pido hoy una curación de ese sentimiento. Señor
hazme saber que soy tu hijo, una persona importante en tu familia, un hijo que amas de una manera muy
especial.
Cúrame, Señor, las heridas causadas por las relaciones con mi familia, el hermano o hermana que no me
entendía del todo o que no me demostraba amor y bondad debidamente. Una parte mía nunca se sintió
amada por eso. Déjame ahora alcanzar el perdón a ese hermano o hermana. Quizás a través de los años,
nunca he podido aceptarlos porque nunca me sentí verdaderamente aceptado por ellos. Dame un gran amor
por ellos. Así que la próxima vez que los vea haya tanto amor que todo lo viejo haya pasado. Me habrás
renovado.
Te doy gracias por eso, Señor.
Según crecíamos, el primer trauma real en nuestra vida pudo haber sido cuando fuimos a la escuela por
primera vez. Esa fue la primera vez que nos ausentamos del hogar y todo lo que ello representaba.
Para algunos de nosotros que éramos muy sensibles, tímidos, inseguros, esto fue difícil: ...quedarnos con,
aquella maestra extraña, con compañeros extraños, en un lugar extraño.
Señor, de veras nunca me recuperé de esa experiencia porque había cosas que esperaban de mí y cosas que
me herían mucho. Hubo maestras intratables y niños que no me mostraban amor o comprensión.
Te pido, Señor, que me sanes de todos esos años que pasé en el salón de clase, que me quites todo el dolor
y sufrimiento que recibí en ese tiempo. Me retraje en ese entonces, Señor, y empecé a sentir miedo de hablar
en grupos porque me habían ridiculizado, castigado, criticado en el salón. Dejé de hablar porque era
demasiado doloroso. Señor, te pido que abras la puerta de mi corazón. Déjame relacionarme en grupos de
una manera más abierta y libre de lo que he podido hasta ahora. Según se lleva a cabo esta curación, tendré
la confianza y el valor de hacer lo que me pidas en toda situación. Gracias, Señor, porque creo que estás
sanándome ya.
Señor, cuando entré en la adolescencia, empecé a experimentar cosas que me asustaron, me avergonzaron y
me causaron dolor. Nunca he podido sobreponerme del todo a algunas experiencias que tuve cuando me
estaba conociendo a mí mismo, lo que significa ser persona.
Te pido, Señor Jesús, que sanes todas las experiencias que tuve como adolescente, las cosas que hice y que
me hicieron y de las que nunca me he sanado. Entra en mi corazón y quita todas las experiencias que me
causaron sufrimiento y vergüenza. No te pido, Jesús, que borres esto de mi mente sino que lo transformes de
manera que pueda recordarlo sin vergüenza, con acción de gracias.
Hazme comprender por lo que hoy están pasando los jóvenes porque yo mismo he pasado por ello: esa
época de búsqueda y conflicto. Según me voy sanando, déjame ayudar a otros a encontrar la curación.
Señor, al salir de este período de mi vida, y al empezar a crecer en la vocación a que me llamabas, tuve
dificultades. (Algunos fuimos llamados a ser esposos y esposas, algunos fuimos llamados al celibato, otros
escogieron la soltería o ahora son viudos o divorciados. Ha habido dolor, ha habido sufrimientos; no hay
carrera alguna en la tierra que no conlleve dificultades de ajuste, problemas que necesitaban curarse en la
vida privada).
Te pido, Jesús que me cures en el estado de vida que me encuentro hoy, y todo lo que eso ha significado
para el mundo que me rodea. (Esposos y esposas tienen cosas del pasado que se interponen en sus
relaciones, heridas y sufrimientos que sólo pueden existir entre quienes tratan de vivir juntos y conocerse en
una situación muy íntima).
Señor, sáname de estas cosas. Haz que mi matrimonio empiece a ser de nuevo lo que Dios quiere que sea.
Toma en tus manos todas las heridas y sufrimientos del pasado, para que desde ahora en adelante este
matrimonio sea limpio y comience de nuevo tan libre y tan sano como sea posible.
Gracias Padre, que mediante esta curación podemos llegar a ser la clase de marido y mujer que Tú pides que
seamos.
(Los sacerdotes, religiosos y religiosas han tenido heridas que los han alejado de Jesús en vez de acercarlos
a Él).
Señor, ayúdame a sentir tal calor y fortaleza de amor en mí que nunca jamás dude yo, si el camino que sigo
es al que me has llamado. Dame valor y confianza en la obra que me has llamado a hacer. Llévame adelante
con propósito y metas nuevas.
Gracias, Padre, porque sé que estás haciéndolo”.
CARTA PARA SANAR RELACION CON MI MADRE

Te veo mamá, y me veo en ti. Me veo en tus grandes virtudes y me veo también en todo aquello que me juré a
mí misma que jamás repetiría. Solía pensar en lo avergonzada que me sentiría si llegara a parecerme a ti, que borré de mi
percepción todo rasgo que me identificara con ello. Pronto descubriría que todo aquello que me negaba a ver se
manifestaba con más intensidad para que prestara atención, irónicamente huir de ser como tú, ¡me acercaba más a ser
como tú! Cuando logré ser capaz de reconocer esta dinámica, es que pude sanarme a mí y sanar mi linaje femenino y sané
toda lealtad a huir, tratando de no ser, en vez de establecerme en el Ser.

Te agradezco hayas aceptado la ardua tarea de ser mi madre. Te libero de toda idealización que yo haya formado de la
madre perfecta y de mi insatisfecha necesidad de que cubrieras todas mis expectativas. Olvidé verte como mujer, como
esposa, como hija, como Ser; mi egoísmo quiso encasillarte en el rol de madre y te llené de la carga de mi ideal sin
considerar tus propias necesidades de camino. La ilusión me cegó y no pude ver que eres perfecta, eres tal cual te elegí y
tal como necesitaba mi alma para aprender, ahora sé que contribuiste impecablemente a la evolución de mi Ser.

Agradezco hayas sido el nido de amor que diera vida al maravilloso cuerpo que yo vendría a habitar sabiendo de
antemano todas las vicisitudes que éste traería consigo y eligí conscientemente las lecciones que de él quería aprender. Tu
capacidad de recibirme calurosamente, me enseñó a apapacharme; tu aceptación incondicional, me invitó a amarme tal
cual soy; el hogar que hallé entre tus brazos, me impulsó a establecer mi hogar en mi misma, ser mi centro. Con tu forma
de ser mamá se forjó la forma en que yo sería mamá para mí misma. Y todo lo que haya en mí pendiente por sanar, lo
asumo como mi responsabilidad.

Pido perdón por toda historia de sufrimiento que yo, desde mi ignorancia e inmadurez, haya cocreado contigo. Lo siento,
dormía pero ya desperté. Desperté al amor que siento por ti. Amor al ser divino que eres más allá de tu etiqueta de
“madre”. Amo
ORACIÓN PARA RECIBIR LA BENDICIÓN ECONÓMICA

Hoy quiero Padre Celestial; tu que eres el gran Proveedor, pedirte que me bendigas
para que sobre mí repose el mismo espíritu que cobijó a Nehemías dándole poder de
restauración, te suplico que hoy pueda restaurar mis finanzas, que sea reactivada mi
economía, que todo bloqueo económico se restaure por el poder de Dios.  También te
pido Padre Celestial, que mi hogar sea restaurado, ayudanos para que el pasdo
negativo sea borrado de nuestros recuerdos y volvamos a ser como antes (ó mejor
que antes, por que tu ahora estás en medio de nosotros), estoy convencido de que tu
abres muchas puertas para mejorar mis ingresos, puesto de trabajo para todos mis
seres queridos, y te pido que permitas mejorar los salarios a todos los que conformen
mi familia, declaro muchas puertas abiertas para progresar en los negocios, en las
empresas, tú que eres el creador de todo lo que existe, trae sobre nosotros ideas
creativas, innovadoras para que aumenten nuestros ingresos, para que podamos
ayudar a otras personas.

Hoy te pido como nos enseñastes en el Padre Nuestro, que el Pan de Cada Día,
nunca falte para mi familia, me apropio de tu promesa en el Salmo 37 "No he visto a
mi hijo desamparado ni a su descendencia mendigar el Pan"

Desata, Padre Santo, la bendición sobre mi económia, sobre mi hogar y en el nombre


del Señor Jesús, reprendo todo espíritu de miseria, ruina, pobreza, escasez,
hambre, derrota, fracaso, desempleo, pobreza crítica, quiebra de negocios,
espíritu de robo, gastos excesivos, daños materiales, gastos excesivos, derrota,
ataduras para trabajar, en el Nombre de Jesús, el Nombre que está sobre todo
nombre, ante el cual toda rodilla se dobla en los cielos, en la tierra y en los abismos y
toda lengua proclama que Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre, y por su
sangre preciosa, se van ahora mismo!, los hecho fuera de mí, fuera de mi casa, fuera
de mi negocio, fuera de mi empleo, y los mando atados y amordazados a los pies de
la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.Con la orden de nunca más volver a molestarnos.
Me apropio de tu Palabra que dice: "Que por tu gran amor tú te hicistes pobre para
que nosotros fuésemos enriquecidos" con el Poder de la Sangre de Jesús, declaro
que toda deuda es cancelada milagrosamente.

Padre Celestial, tú que eres el gran Proveedor, te pido hoy que envíes recursos para
que en mí sobreabunden bienes espirituales y materiales, hoy declaro que así como el
apóstol Pedro canceló la deuda de impuesto milagrosamente, cuando hicistes que a
través de un pez encontrara esa moneda para que cubriera ese pago, también hoy te
pido que me concedas una pesca milagrosa para cubrir todas mis deudas, facturas
pendientes, cuentas bancaria, hipotecas, cuotas de carro, de la casa, pagos del
colegio, universidades, en el Nombre de Jesús declaro el Poder de las promesas en
tus Palabras y que las bendiciones se queden todos los días de mi vida.

Declaro que todo maleficio, brujería, hechizo, malos deseos, mal de ojo, malos
pensamientos  que envíen en contra mía, no puedan hacerme daño alguno, por que
estas bendiciones son como una semilla que van a dar frutos, declaro que todos los
días de mi vida me levantaré y me desataré en VICTORIA, declaro que todos los que
me han hecho la guerra sean avergonzados, declaro que las bendiciones caen sobre
mí y mi familia desde que nos levantamos hasta acostarnos, todos los días de
nuestras vidas.
Amén
Todo lo entrego en Tus manos, y por eso proclamo: ¡Confio y
espero en Ti, Señor!

Señor Jesús, vengo a ponerme en tu presencia en este momento y a ofrecerte


mi vida con todo lo que traigo en mi corazón. Mis angustias, mis tristezas, mi
soledad y sobre todo, Jesús, la preocupación que tengo por mi vida financiera.

Quiero pedir desde ya que derrames Tu Sangre sobre mí y sobre toda la realidad
que envuelve mi vida financiera, y de la forma que afecta a mi familia, a mi
trabajo y a las personas con las que me relaciono.

He vivido momentos de mucha aflicción, porque mi vida financiera está


completamente desorganizada, hoy tengo muchas deudas y realmente ya no sé
qué hacer. Tengo cuentas que pagar, alquiler atrasado, debo a otras personas, y
esto está comprometiendo a mi familia y toda nuestra armonía familiar.

Por esto hoy, en este momento, te suplico: ¡Derrama sobre todo eso, Jesús, Tu
Sangre, para que si hubiera algún tipo de problema espiritual ligado
directamente a mi vida financiera, sea cortado en el poder de Tu Sangre!

Tu palabra dice: “No se inquieten entonces, diciendo: “¿Qué comeremos, qué


beberemos, o con qué nos vestiremos?”. Son los paganos los que van detrás de
estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por
añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí
mismo. A cada día le basta su aflicción” (Mt 6, 31-34)

Por eso, Jesús, se hasta hoy no viví de acuerdo con Tu voluntad, hoy quiero
comprometerme a vivir de acuerdo con ella. Si hasta hoy te busqué sólo por lo
que Tu podías darme, hoy Te busco porque entendí que necesito en todo de Tu
presencia.
Pero te pido, Señor Jesús, líbrame de todos los problemas que tengo en mi
vida financiera. Pues creo en Tu Palabra, y creo que Tú me miras y también te
preocupas por la realidad financiera que hoy vivo.

Clamo el poder de Tu nombre, Jesús, sobre todo mi árbol genealógico, sobre


todos mis antepasados. Si en mis antepasados hubo peleas por cuestiones
financieras, robos o traiciones entre nuestra familia, y se lanzaron palabras de
maldiciones, palabras dichas con odio, rabia, envidia, ¡corta todo eso en el poder
de Tu nombre, Jesús! Que nada de eso tenga ya poder sobre mí o sobre mi
vida financiera.

Si en mis antepasados hubo situaciones de personas apegadas al dinero,


situaciones de asesinatos por causa del dinero, ambición, dinero de la familia
gastado en cosas ilícitas, drogas, prostitución, sexo, adulterio, mentira,… que en
todo eso ahora, Jesús, te hagas presente y que Tu nombre lo cure y lo libere.

Si mis antepasados o yo mismo gastamos dinero en cosas equivocadas o para


alimentar situaciones de pecado, hoy pido perdón, porque sé que el dinero
malgastado se puede convertir en maldición para nosotros, por eso, líbranos.

Que Tu Sangre redentora también pueda ser derramada sobre mí y sobre mis
antepasados si buscamos soluciones en las que Tú no estabas: si buscamos ayuda
en hechizos, en el ocultismo, en la Macumba, en la quiromancia, en la
nigromancia;  en todo eso, proclamo Tu poder y Tu liberación, Señor Jesús.

Si busqué ayuda financiera por medio de la brujería, si busqué magos, si hice


trabajos contra otras personas, si mi casa fue usada para estos fines, mi trabajo,
mi escritorio, ¡RENUNCIO a todo eso ahora, Jesús, por el poder de Tu
Nombre! ¡Renuncio a todo eso!

¡Te pido perdón si yo o mis antepasados buscamos todas estas cosas, que hoy sé
que no son de tu agrado!
¡Te pido perdón, Jesús, si dudé de que Tú cuidas de mí y de mi familia!
¡Perdóname si Te ofendí con malas palabras, si te culpé por esta dificultad
financiera, perdón, Señor!

¡Perdóname si maldije mi mi vida financiera, diciendo que lo que gano es una


miseria, que paso hambre, que mi salario es una “porquería”, que no da para
nada!

¡Perdóname si maldije mi empleo, a mis jefes, si hablé mal de ellos deseándoles


la miseria y el dolor!

Quiero también perdonar a aquellos que algún día fueron injustos conmigo,
cuando atrasaron el pago de mi sueldo o cuando no me pagaron lo que me
correspondía, los perdono ahora en tu Nombre, Jesús. ¡Doy mi perdón a cada
uno de ellos!

Y que a partir de hoy, Señor Jesús, pueda coger los frutos de la liberación de
todos los problemas y deudas en mi vida financiera.

Derrama tu Espíritu Santo sobre mí y ayuda a mis capacidades naturales, para


que encuentre una forma de saldar mis deudas, porque sé que el dinero no cae del
cielo. Capacita mis conocimientos, dame sabiduría, organización y capacidad de
administrar estas deudas.

Te pido que abras las puertas de nuevas oportunidades de empleo, que las
situaciones laborales y financieras vayan adelante por la fuerza de tu Nombre,
Jesús.

Que el Espíritu Santo me dé la tranquilidad y la calma necesarias en mi casa, con


mis familiares, ¡y que el Espíritu Santo no permita la desesperación y la
impaciencia!

¡Quiero proclamar que a partir de hoy soy una nueva persona, y que mi vida
financiera se resolverá pronto, y que te buscaré con fidelidad de corazón!
Todo lo entrego en Tus manos, y por eso proclamo: ¡Confio y espero en Ti,
Señor!

¡Amén!

También podría gustarte