Lectura Clase 1 Dra. Denise Najmanovich 1 PDF
Lectura Clase 1 Dra. Denise Najmanovich 1 PDF
Lectura Clase 1 Dra. Denise Najmanovich 1 PDF
Itinerarios de la Complejidad II
CLASE 1
Por Denise Najmanovich
Introducción
2
3
proceso fue largo y complejo, incluyendo muchas áreas diferentes del vivir humano:
desde los modales y protocolos sociales hasta las prácticas políticas; desde la
concepción del espacio plasmada en la cuadrícula de las ciudades “planificadas”
hasta las distinciones entre los ámbitos público y privado.
Todas las ciencias fueron “colonizadas” por las metáforas atomistas y los modelos
mecánicos. Se estableció así un pensamiento que buscaba metódicamente unidades
elementales que, en función de relaciones fijas, quedaban confinadas en sistemas
cerrados, con estructuras estables y en equilibrio. Así la química intentó comprender
el comportamiento de las sustancias complejas a partir de sus componentes más
simples. La biología pretendió explicar las funciones del organismo a partir de
unidades cada vez más pequeñas: órganos, tejidos, células; la medicina dividió la
"máquina humana" en decenas de “aparatos” cada uno de los cuales generó su
propia “especialidad”. La psicología conductista trató de descifrar la conducta como
una relación lineal entre un estímulo y una respuesta. La sociología mecanicista
abordó el análisis de la sociedad como resultante de la sumatoria o la evaluación
estadística de las acciones de individuos aislados. La economía fue reducida a
modelos simplificados a partir de variables idealizadas, basándose en la suposición
de que los seres humanos toman decisiones puramente racionales (entendiendo por
tal cosa la maximización de la ganancia monetaria).
La disección analítica que lleva a la descomposición de todo lo que existe hasta
llegar a una partícula elemental fue acompañada luego de un proceso de
composición mecánica. La disección analítica fue completada luego con la
composición mecánica. La modernidad ha sido opresivamente sistémica, pues sólo
ha concebido sistemas cerrados, unidades inmutables y estructuras estables.
Un sistema mecánico puede ser explicado por el funcionamiento de sus partes
componentes y por las fuerzas mecánicas que relaciona esas partes entre sí pero sin
modificarlas cualitativamente. Los componentes son partículas inertes y pasivas
movidas por fuerzas exteriores que determinan completamente los cambios de
movimiento.
4
5
6
7
Desde el nacimiento de la ciencia moderna hasta pasada la mitad del siglo XX reinó
lo que en las últimas décadas se ha denominado “paradigma de la simplicidad”.
Antes de la aparición de los enfoques de la complejidad la “ciencia” era
prácticamente un sinónimo de “ciencia mecanicista”. El exponente máximo de este
paradigma fue la dinámica de Newton. Siguiendo su ejemplo todas las
explicaciones debían ser económicas, expresadas en leyes deterministas, basadas en
modelos ideales. Un conjunto limitado de principios y leyes debían bastar para
explicar todos los fenómenos del universo.
El siglo XIX inauguró los grandes problemas conceptuales que iban a eclosionar
en el XX. La Termodinámica clásica dejó de regirse por el tiempo externo, reversible
y abstracto de la mecánica, postulando un tiempo interno, transformador, encarnado
en los procesos irreversibles (por lo que comenzó ha hablarse de una “Flecha del
Tiempo”). El tiempo termodinámico apuntaba hacia el apocalipsis: el universo se
dirigía inexorablemente hacia su muerte térmica, la energía útil se degradaba día a
día y la entropía crecería hasta un máximo a partir del cual no habría más procesos.
Por el contrario, la biología mostraba un mundo que parecía desenvolverse hacia
una mayor organización y complejidad. La teoría darwiniana fue una de las primeras
expresiones de una concepción científica capaz de pensar un tiempo propio, no
abstracto: el de la transformación de las especies, el del aumento de complejidad de
los seres vivientes. La flecha del tiempo biológica apuntaba en sentido opuesto a la
termodinámica. La vida parecía exigir un escenario propio, un contexto específico
que no podía reducirse al esquema conceptual de la física.
La biología y las ciencias sociales, al igual que muchas áreas de la física y la
química, necesitaban explicar la organización, el cambio y la evolución. Sin
embargo, el éxito newtoniano hizo que recién hacia fines de la segunda Guerra
Mundial, un conjunto amplio de investigadores de distintas áreas comenzaran a
gestar nuevos paradigmas capaces de afrontar los desafíos que la ciencia clásica no
permitía pensar. Ludwig von Bertalanffy, un biólogo centrado en la elaboración de
8
9
10
11
12
13
En consonancia con el nuevo estilo recursivo Edgar Morin no se limitó a pensar los
sistemas sino que interrogó sistémicamente la noción de sistema.
Su trabajo fue crucial porque gracias a él aprendimos que el sistema no sólo es más
que la suma de sus partes sino que, paradójicamente, también es menos puesto que
al incorporarse a un sistema las partes pierden grados de libertad al mismo tiempo
que emergen nuevas posibilidades. En la conformación de un sistema se dan tanto
sinergias como antagonismos, y ambos son responsables del modo de existencia
sistémico, que sólo existe en el intercambio dinámico con su medio. La mirada
compleja empieza ya a cobrar fuerza. El punto de partida, y también el núcleo, es la
construcción de un pensamiento multidimensional del encuentro y el intercambio.
La naturaleza ya no nos es ajena, somos partícipes de una trama.
En palabras de Morin:
14
El conocimiento humano no puede abarcarlo todo, aunque sin duda hay enfoques
más amplios y más restringidos, más sutiles y más groseros. Morin ha destacado
15
16
17
tipo de clausura, de límite que lo separa, y al mismo tiempo lo une, al ambiente. Los
sistemas abiertos, están cerrados operacionalmente, puesto que especifican su propia
dinámica al autoproducirse y preservarse pero, al mismo tiempo, están en un
continuo y permanente intercambio con su medio del que se nutren y con el que
co-evolucionan. Sólo desde un pensamiento paradójico y multidimensional puede
hacerse coherente la apertura y el cierre, el cambio y la estabilidad, el ser y el
devenir. Esa es la potencia, la sutileza y la gracia de la complejidad.
El punto de partida del aislamiento y la independencia fue reemplazado por una
concepción basada en el encuentro y la afectación mutua. La mirada de la escasez
dio paso a una concepción capaz de pensar la abundancia y la gratuidad. Del
paradigma del control (externo y/o centralizado) pasamos a poder pensar la
regulación mutua, la co-evolución y la co-adaptación.
El tiempo, domesticado, reversible, lineal, e idealizado de la física newtoniana dio
paso a unas temporalidades creativas, no lineales, productivas e impredecibles en la
ciencia de la segunda mitad del siglo XX. El camino de la complejidad estaba ya en
pleno desarrollo y una cascada de nuevas investigaciones amplió, diversificó y
enriqueció lo ya conquistado. (Sugiero antes de continuar la lectura visitar la página
“Exploring Emergence”. Quienes no lean inglés (es fácil de entender la propuesta aún
con un nivel básico) pueden ver la presentación de diapositivas que resume el
planteo en español.
En la medida que las perspectivas dinámicas fueron desarrollándose, muchos
investigadores empezaron a plantearse que la estabilidad y el equilibrio -si bien eran
aspectos importantes de nuestra experiencia- de ningún modo podían dar cuenta de
la vitalidad, diversidad y complejidad que encontramos cotidianamente. Los seres
vivos, las personas, las sociedades no se mantienen estables, sino que se
transforman, cambian y también mueren. También cambian las partículas, las rocas y
todo aquello que se creía inerte hoy sabemos que es activo. Como sabiamente había
planteado Heráclito antes de nuestra era, el modo de existencia de toda la
naturaleza es el cambio perpetuo. El pensamiento de Spinoza fue excepcional pues a
18
19
20
Página web:
Exploring Emergence
Presentaciones de diapositivas:
La Revolución del Saber Contemporáneo
Explorando la Emergencia (presentación en castellano basada en la web que está en
inglés)
El vuelo de los gansos
Video:
Fractales y Caos
21
22