Ejercicio de Lectura de Hechos, Opiniones e Inferencias

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Lee el texto que sigue e identifica la posición del autor respecto al tema que trata.

Pon especial atención al nombre de la autora y a las connotaciones que utiliza,


como por ejemplo: matriarcado, servidumbre, anestesia, prisión. Después de que
infieras su posición constátala con los datos que se ofrecen sobre la autora.
Observa las connotaciones que aparecen en negritas.

Ritual del matriarcado

Belén

(Nelly Kaplan)

Hace ya milenios que vivimos nuevamente bajo el régimen del matriarcado.

Las mujeres han ganado la partida. Y la han ganado sin discusión posible. Hoy
estamos pagando muy caro su antigua servidumbre. Nosotros, los hombres. Y
esto ya lleva milenios.

Sin embargo, a veces aliento la esperanza de un cambio. En la historia de este


mundo los días se suceden y no se parecen. Y es en los libros de historia donde
busco una razón para la esperanza. En efecto, soy uno de los rarísimos
hombres que todavía aman la lectura. Durante las largas jornadas de paso
recluido en la vivienda que me ha sido destinada, leo las obras de los
antepasados. Y hasta las comprendo. Parece ser que, a pesar de mi condición, mi
inteligencia está por encima de la media. A esto se debe, sin duda, que ellas me
vigilen con particularísimo celo. Pero eso no me impide devorar obras que, como
en relámpagos, me van revelando cómo era el mundo en un lejano pasado,
mucho antes del matriarcado. Eso me hace soñar. Inútilmente. Porque jamás
saldremos de nuestro estado. La esperanza, en verdad, sólo puede ser ilusión.
No podemos escapar a ellas. Están admirablemente organizadas para darnos lo
esencial: la morada, comida e incluso comodidad. En resumen, una especie de
anestesia, un anquilosamiento mental que nos mantiene en cautividad de un
modo más seguro que los barrotes de la prisión. Ni siquiera se nos ocurre
intentar una evasión. Y cuando, de vez en cuando, trato de provocar una
rebelión, mis compañeros me miran como enloquecidos y se apartan de mi con
desconfianza, sin comprender nada. Quizá me denuncien. Es el eterno
masculino, con sus debilidades y sus astucias. No se puede confiar en el
sexo débil.

Es evidente que en esta casa de lujo y de lujuria no falta nada a nuestros


caprichos. Los días transcurren en la suavidad del ocio; las noches, en el goce.
También es verdad que se nos trata bien y que nunca - o, mejor, casi nunca - se
nos castiga.

Pero no soy feliz.

Ellas lo saben. Entonces creo oírlas:

-Jamás será usted feliz - me dicen -. Piensa demasiado. ¿Para qué sirve esto?
Es más sencillo resignarse. De todas maneras, no puede cambiar la condición
del hombre. No se puede modificar una situación ya establecida de hecho.
“¿Cómo explica usted que los grandes creadores sean siempre mujeres?” -
agregan con una dulzura teñida de cierta irritación.

Tienen razón, ya lo sé. Los hombres nunca inventan nada. Jamás crean algo
sorprendente. Ellas siempre tienen razón. Incluso cuando se muestran apenadas
por nuestro incurable cretinismo. Pero entonces, ¿cómo luchar? Milenios de
atavismo nos aplastan.

Referencia: No hay rebelión posible. Otra vez, el matriarcado. Nelly Kaplan, Le réservoir des Sens,
E. La Jeune Parque, París, 1966.

Datos de la autora: Nally Kaplan, nació en 1934, en argentina, su seudónimo es Belén. Conocida
como escritora y cineasta, influenciada por el surrealismo, ha ganado dos veces un premio en el
Festival Cinematográfico de Venecia.

Posición: Tiene una posición feminista al escribir sobre los papeles y estereotipos atribuidos a
ambos sexos haciendo una burla insolente a los hombres.

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