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Espacio y Lugar, YiFuTuan

El documento explora el significado de los conceptos de espacio y lugar a través de varias experiencias. Describe cómo el teólogo Paul Tillich se sintió limitado por la pequeña ciudad en la que creció, pero experimentó amplitud al visitar Berlín y el mar Báltico. También examina cómo una leyenda sobre Hamlet transformó la percepción de dos científicos sobre un castillo danés. Finalmente, discute tres temas entrelazados sobre las dimensiones biológicas, las relaciones espacio-lugar y la amplitud de la experiencia human

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Espacio y Lugar, YiFuTuan

El documento explora el significado de los conceptos de espacio y lugar a través de varias experiencias. Describe cómo el teólogo Paul Tillich se sintió limitado por la pequeña ciudad en la que creció, pero experimentó amplitud al visitar Berlín y el mar Báltico. También examina cómo una leyenda sobre Hamlet transformó la percepción de dos científicos sobre un castillo danés. Finalmente, discute tres temas entrelazados sobre las dimensiones biológicas, las relaciones espacio-lugar y la amplitud de la experiencia human

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Espacio y lugar: la perspectiva de la experiencia

«“Espacio” y “lugar” son términos familiares que indican experiencias comunes. Vivimos en el
espacio. No hay lugar para otro edificio en el montón. Las grandes planicies dan la sensación de
amplitud. El lugar es seguridad y el espacio es libertad: estamos ligados al primero, mientras
deseamos el segundo. No hay (un) lugar igual a otro ¿qué es lugar?, ¿es la vieja cosa?, ¿el viejo
barrio o la vieja ciudad de la patria? Los geógrafos estudian los lugares, los planeadores gustan de
evocar su sentido de lugar, estas son experiencias comunes. Tiempo y lugar son componentes
básicos de un mundo vivo, nosotros los admitimos como ciertos. Cuando a la vez pensamos sobre
ellos podemos llegar a resultados inesperados que traen consigo preguntas que jamás se nos
ocurriría hacernos.
¿Qué es espacio? Veamos un episodio de la vida del teólogo Paul Tillich, que servirá para
preguntarnos sobre el significado de espacio en la experiencia. Tillich nació y creció en una
pequeña ciudad de Alemania Oriental a fines del siglo pasado. La ciudad tenía características
medievales, rodeada por una muralla y administrada desde el edificio de la prefectura municipal
construido en la edad media, todo esto daba la impresión de un pequeño mundo, protegido y
autosuficiente. Para un niño con imaginación la ciudad parecía estrecha y limitante.
Todos los años el Joven Tillich podía escapar con su familia para el mar báltico. El viaje para el
litoral, el espacio abierto y el horizonte sin límites, eran un gran acontecimiento. Más tarde Tillich
eligió un lugar en el océano atlántico para vivir después de jubilarse; decisión que sin duda se debe
mucho a las experiencias de su juventud. Cuando pequeño, Tillich también pudo escapar a las
limitantes de la vida en la pequeña ciudad, haciendo viajes a Berlín. Las visitas a la gran ciudad
curiosamente le recordaban el mar, Berlín también dio a Tillich la sensación de amplitud (libertad),
de infinito, de espacio sin limitantes. Experiencias de este tipo nos llevan nuevamente a
reflexionar sobre el significado de las palabras “espacio” y “amplitud” que nosotros pensamos
conocer bien.
¿Qué es un lugar? ¿Qué es lo que da identidad y aura a un lugar? Estas preguntas se les ocurrieron
a los físicos Niels Bohr y Werner Heisenberg cuando visitaron el castillo de Kronberg en Dinamarca.
Bohr dijo a Heisenberg: “¿No es ciertamente como este castillo cambia tan rápido cuando la gente
imagina que Hamlet vivió aquí? Como científicos creemos que un castillo consiste solo de piedras y
admiramos la forma como el arquitecto las ordenó. Las piedras y el techo verde como a la pátina
(barniz), los detalles de madera de la iglesia constituyen un castillo entero.

Nada de esto debería cambiar por el hecho de que Hamlet vivió aquí, pero todo esto cambia
completamente. A veces las murallas y los baluartes hablan un lenguaje muy distinto. El propio
patio se transforma en un mundo un tanto oscuro que nos recuerda la oscuridad del alma
humana, escuchamos a Hamlet: “ser o no ser”. A la vez todo lo que realmente sabemos de Hamlet
es que su nombre aparece en una crónica del siglo XIII. Nadie podrá probar que él realmente
existió y menos aún que aquí vivió. Pero todo el mundo conoce las preguntas que Shakespeare se
hizo, fue su destino traer a la luz la profundidad humana; también debió encontrar para él un lugar
aquí en la tierra, aquí en Kronberg. Una vez que supimos esto, Kronberg se torna, para nosotros un
castillo bien diferente.
Estudios etológicos recientes muestran que los animales no humanos también tienen sentido de
territorio y lugar. Los espacios son delimitados y defendidos por ellos contra los invasores, los
lugares tienen centros a los cuales se les atribuyen un valor donde son satisfechas las necesidades
biológicas de comida, agua, descanso y procreación.
Los hombres comparten con otros animales ciertos patrones de comportamiento, pero como
indican las reflexiones de Tillich y Bohr, las personas también responden al espacio y al lugar de
maneras complicadas que no se conocen en el reino animal.
¿Cómo es posible que tanto el mar Báltico y Berlín evoquen una sensación de vasto infinito?,
¿Cómo es posible que una simple leyenda asombre el castillo de Kronberg y transmita una
sensación que logra entrar en las mentes de dos científicos famosos? Si hay seriedad en nuestra
preocupación por la naturaleza y la calidad del medio ambiente humano nos plantearemos estas
preguntas como básicas. Pero pocas veces ellas han sido hechas. Al contrario, estudiamos
animales como por ejemplo: ratones y lobos, y decimos que el comportamiento humano y sus
valores son bien parecidos al de estos animales. Medimos y cartografiamos el espacio y el lugar,
adquirimos leyes espaciales e inventarios de recursos por medio de nuestros esfuerzos. Estas son
áreas importantes, por eso necesitan ser complementadas por datos experienciales que podamos
recolectar e interpretar con legitimidad, porque nosotros mismos somos seres humanos. Tenemos
el privilegio de entrar a estados espirituales, a pensamientos y sentimientos. Tenemos la visión del
interior de los actos humanos y eso es algo que no podemos hacer respecto a los otros tipos de
actos. Las personas a veces se comportan como animales acorralados y desconfiados. Otras veces
también pueden actuar como científicos fríos y desconfiados, dedicados a la tarea de formular
leyes y cartografiar recursos. Ninguna de las dos actitudes dura mucho. Las personas son seres
complejos. Las dotes humanas incluyen órganos sensoriales semejantes al de los otros primates,
pero son coronados por una capacidad excepcionalmente refinada para la creación de símbolos.
Saber que el ser humano se encuentra a la vez en el plano animal, en el de la fantasía y en el del
cálculo es una experiencia que nos hace entender el mundo y es el tema central de este libro.
Considerando los dones humanos ¿de qué manera las personas le entregan significado y organizan
el espacio y el lugar? Cuando se plantea esta pregunta el cuentista social es obligado a ver la
cultura como un hecho explicativo. La cultura se desenvuelve únicamente por los seres humanos,
ella influye intensamente el comportamiento y los valores humanos. La sensación de espacio y
lugar de los esquimales es bien diferente a la de los americanos. Esta perspectiva es válida, pero
no toma en cuenta el problema de los hechos comunes que trascienden a las particularidades
culturales que por tanto reflejan la condición humana. En la observación de los universos, el
científico que estudia el comportamiento probablemente se enfoca para estudiar el
comportamiento análogo al de los primates. En este trabajo, reconocemos nuestra herencia
animal así como la importancia desempeñada por la cultura. La cultura inevitablemente será
explorada en todos los capítulos del libro. Pero el propósito de este ensayo no es escribir un
manual sobre la influencia de las culturas y las actitudes humanas en relación al espacio y el lugar.

Antes una introducción a la cultura en su infinita diversidad; se enfocan preguntas generales de las
aptitudes, capacidades y necesidades humanas, el como la cultura los acentúa y atenúa. En esto
hay tres temas que se entrelazan:
1) Los aspectos biológicos: Los niños tienen nociones muy exageradas de lo que es espacio y lugar.
Con el tiempo estas nociones adquieren sofisticación ¿Cuáles son las etapas del aprendizaje? El
cuerpo humano está sentado o de pie. Cuando está de pie tiene un arriba y un abajo, un frente y
una espalda, un lado derecho y un izquierdo ¿cómo estas posturas corporales, estas divisiones y
valores son divididos para el espacio que nos rodea?

2) Las relaciones de espacio y lugar: En la práctica, el significado de espacio frecuentemente se une


con el de lugar. Espacio es más abstracto que lugar. Lo que puede comenzar como un espacio
indefinido se transforma en lugar a medida que lo conocemos mejor y tratamos de valor. Los
arquitectos hablan sobre las cualidades espaciales del lugar; pueden a la vez hablar de las
cualidades locacionales del espacio.
Las ideas de espacio y de lugar no pueden ser definidas la una sin la otra. A partir de la seguridad y
estabilidad del lugar estamos conscientes de la amplitud de la libertad y de la amenaza del
espacio, y viceversa. Además de eso si pensamos en espacio como algo que permite movimiento
entonces lugar es pausa; cada pausa en el movimiento se torna posible cuando la localización se
transforma en un lugar.

3) La amplitud de la experiencia o el conocimiento: La experiencia puede ser directa e íntima o


puede ser indirecta y conceptual, mediada por símbolos. Conocemos nuestra casa íntimamente;
podemos apenas conocer algo acerca de nuestro país si él es muy grande. Un antiguo habitante de
la ciudad de Minneápolis conoce la ciudad, un chofer de taxi aprende a andar por ella, un geógrafo
estudia Minneápolis y la conoce conceptualmente. Estas son tres formas de experienciar un lugar.
Una persona puede conocer un lugar tanto de modo íntimo como conceptual puede articular ideas
pero tiene dificultad de expresar lo que conoce a través de los sentidos del tacto, paladar, olfato,
audición y hasta por la visión.

Las personas tienden a eliminar aquello que no pueden expresar. Si una experiencia ofrece
resistencia a una comunicación rápida la respuesta común entre los prácticos (hacedores) es
considerarla particular - sino idiosincrática – es por ello sin importancia. En la extensa literatura
sobre la cualidad ambiental, relativamente pocas obras intentan comprender lo que las personas
sienten sobre el espacio y el lugar, considera las diferentes maneras de vivir (sensorio motora,
táctil, visual, conceptual) e interpretar el espacio y el lugar como imágenes de sentimientos
complejos - muchas veces ambivalentes. Los planeadores profesionales con su necesidad urgente
de actuar retienen demasiado la producción de modelos de inventario. A su vez el novato acepta
sin mucha excitación los carismáticos planeadores y de los publicistas los eslogan sobre el medio
ambiente que hayan recibido, olvidándose fácilmente de la rica información derivada del
experiencia, de la cual dependen estas abstracciones. Entre tanto, es posible articular sutiles
experiencias humanas, tarea a la que los artistas se vienen dedicando - frecuentemente con
mucho éxito. En obras literarias y en obras de psicología humanística, filosofía, antropología y
geografía están registrado enredados mundos de experiencia humanas.
Este libro llama la atención por las preguntas formuladas por los humanistas sobre el espacio y
lugar. Busca sistematizar las ideas humanistas, los expone a sistemas conceptuales (organizados
aquí en forma de capítulos), de modo que la importancia sea evidente para nosotros, no solo
como seres pensantes interesados en saber mas sobre nuestra propia – nuestra potencialidad
para experimentar - si no que aparte como arrendatarios de la tierra, preocupados de la práctica
con un proyecto de un hábitat más humano. Lo que abordaremos será de una forma descriptiva,
dirigiendo nuestra vista más frecuentemente a la sugerencia que a la conclusión. En un área de
estudio que es en gran parte experimental, quizás cada situación debiese terminar con un punto
de interrogación o ir acompañado de oraciones adjetivas. Se le pide al lector que la suprima, un
trabajo exploratorio como este debe tener la virtud de la claridad, aunque para llegar a eso sea
necesario sacrificar el detalle preciso y la calificación. Un término clave en este libro es la
experiencia. ¿Cuál es la naturaleza y la perspectiva de la experiencia experiencial? (...)»

[Por #YiFuTuan: file:///C:/Users/HP/Desktop/Espacio%20y%20Lugar%20Yi%20Fu%20Tuan.pdf]

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