Hipotiroidismo

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UNIVERSIDAD

NORBERT WIENER

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

HIPOTIROIDISMO
CURSO:
Morfofisiología Normal II
PROFESOR:
Dr. José Muchaypina
INTEGRANTES:
 AGUILAR ANYAYPOMA, Yanina Milagros
 ALIAGA PANIURA, Luis D. Marcelo
 ALVAREZ DAMAS, Maryori
 AMARO JACO, Stefani Mishell
 LÓPEZ DE LA CRUZ, Lourdes Katherine

SECCIÓN: MD3N1
2018
INTRODUCCIÓN
La Tiroides o Glándula tiroidea es una glándula neuroendocrina, situada
justo debajo de la manzana de Adán junto al cartílago tiroides y sobre la
tráquea. Pesa entre 15 y 30 gramos en el adulto, y está formada por dos
lóbulos en forma de mariposa a ambos lados de la tráquea, ambos lóbulos
unidos por el istmo. La glándula tiroides regula el metabolismo del cuerpo,
es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras
hormonas.

El hipotiroidismo es un trastorno endocrino relativamente frecuente


resultante de la deficiencia de la hormona tiroidea. Por lo general es un
proceso primario en el cual la glándula tiroides es incapaz de producir
suficiente cantidad de la hormona tiroidea. También puede ser secundario,
es decir, la glándula tiroides en sí es normal, pero recibe una estimulación
insuficiente debido a la baja secreción de la hormona estimulante del
tiroides (TSH), tirotropina, por parte de la glándula pituitaria. En el
hipotiroidismo terciario, la secreción inadecuada de hormona liberadora de
tirotropina (TRH) del hipotálamo conduce a la liberación insuficiente de
TSH, que a su vez provoca inadecuada estimulación tiroidea. Las causas
tiroideas primarias constituyen más del 95 % de los casos, y menos del 5%
son de origen hipofisario o hipotalámico.

A nivel mundial, la deficiencia de yodo sigue siendo la primera causa de


hipotiroidismo. Cuando la ingesta de yodo es adecuada, la enfermedad
tiroidea autoinmune (enfermedad de Hashimoto) es la causa más común. El
hipotiroidismo también puede ser inducido por fármacos o de otra forma
iatrogénica. La presentación del paciente puede variar desde asintomática
hasta el coma por mixedema con fallo orgánico multisistémico. Debido a
que casi todas las células metabólicamente activas requieren la hormona de
la tiroides, la deficiencia de esta tiene una amplia gama de efectos. Los
signos y síntomas clásicos, como la intolerancia al frío, hinchazón,
disminución de la sudoración y piel gruesa, pueden no estar presentes,
especialmente en los pacientes más jóvenes.

GLANDULA TIROIDES
La glándula tiroides regula el
metabolismo mediante la
producción, almacenamiento y
liberación de hormonas como
tiroxina (T4), triyodotironina (T3)
y calcitonina, que inciden en
casi todas las células y órganos.
Su papel sintetiza proteínas
esenciales en los períodos de
crecimiento y contribuye con el
desarrollo del sistema nervioso
central; influye en la frecuencia
cardíaca, el nivel de colesterol, la fuerza muscular, regula la
temperatura corporal, el ritmo intestinal y la función reproductiva,
entre otros muchos aspectos.

Las alteraciones de funcionamiento más conocidas son el hiper y el


hipotiroidismo, que suelen estar acompañadas del aumento del
tamaño de la glándula. El hipotiroidismo disminuye la producción de
hormonas tiroideas, sus síntomas más frecuentes son: decaimiento,
sueño, fatiga, sobrepeso y problemas en la función reproductiva. El
hipertiroidismo, un exceso de la función de la glándula, puede
manifestarse con irritabilidad, taquicardia, pérdida de peso (pese
incluso a mayor apetito), nerviosismo, temblores y calor inusual.

HIPOTIROIDISMO
El hipotiroidismo es una disfunción que provoca que la glándula tiroides no
produzca suficientes hormonas tiroideas, por lo que el cuerpo no puede seguir
funcionando con normalidad y la actividad orgánica disminuye o se ralentiza.

Otra consecuencia de la disminución de la T3 y la T4 –en el caso de tratarse de


un hipotiroidismo primario- es una mayor secreción de TSH, que es la hormona
estimulante del tiroides y que se produce en la hipófisis. De hecho, la
producción de TSH es la forma que tiene el organismo de regular al alza o a la
baja la producción de hormonas tiroideas y funciona como la encargada de una
“cadena de montaje”: si la producción de esas hormonas es excesiva, la TSH
disminuye su concentración y las células tiroideas trabajan menos en la
producción de T4 y T3. Si por el contrario, los niveles de T4 y T3 disminuyen, la
TSH aumenta su presencia, con el fin de que el rendimiento de la glándula
tiroides no descienda.

El yodo necesario para fabricar hormonas tiroideas se encuentra en pescados y


mariscos, en el pan y en la sal yodada de mesa. Más del 99 % de todas las
hormonas tiroideas están unidas a proteínas en la sangre y son inactivas. Sólo
una pequeña porción de las hormonas tiroideas están libres, no unidas a
proteínas, y esta pequeña fracción es la importante en la regulación del
metabolismo celular. Normalmente, la producción de hormonas tiroideas está
controlada por la glándula hipófisis, localizada en la base del cerebro, a través
de una hormona llamada “tirotropina” o TSH. Cuando existe exceso de
hormonas tiroideas, la hipófisis deja de segregar TSH, y viceversa, lo que
mantiene un nivel relativamente constante de hormonas tiroideas circulantes.
En conclusión, el hipotiroidismo es el síndrome clínico y bioquímico que resulta
de producción insuficiente de hormonas tiroideas. En más del 90% de los
casos, el hipotiroidismo es primario, es decir; por disfunción propia de la
tiroides.

Aunque no tiene cura, es por regla general, una enfermedad fácil de controlar.
Solo si se no se diagnostica y se deja sin tratar, se intensifican los síntomas
derivados del hipotiroidismo y, en situaciones extremas, puede evolucionar a
una hinchazón generalizada, insuficiencia cardíaca e insuficiencia respiratoria.

EPIDEMIOLOGIA
El hipotiroidismo es una de las causas más importantes de consulta en
endocrinología, afecta más frecuentemente a mujeres, incluso 2% de las
mujeres adultas, y con menor frecuencia a los hombres, de 0.1 al 0.2%. El
hipotiroidismo subclínico presenta una prevalencia de 7,5% en mujeres y 2,8%
en hombres. Más del 90% de los hipotiroidismos son primarios y de estos, más
del 70% son subclínicos. La prevalencia del hipotiroidismo congénito es de uno
cada 5000 recién nacidos vivos. Los factores de riesgo para desarrollar
hipotiroidismo clínico son el alza de la tirotropina y la presencia de anticuerpos
antitiroideos.

ETIOLOGÍA
Existen muchas razones diferentes por las cuales las células de la glándula
tiroides no pueden producir suficiente hormona tiroidea. Aquí están las
principales causas, desde la más común a la menos frecuente.

Enfermedades autoinmunes: La más habitual es una dolencia llamada


tiroiditis de Hashimoto. Esta provoca que el sistema inmune, que
protege el cuerpo contra infecciones extrañas, confunda las células
tiroideas y sus enzimas con agentes invasores y las ataque. Otra
enfermedad autoinmune que puede provocar hipotiroidismo es la
tiroiditis atrófica.

Tiroiditis: Una dolencia causada por un problema en el sistema inmune


o por una infección viral, que provoca una inflamación de la tiroides .Esto
causa un hipertiroidismo de corta duración, que luego da paso al
hipotiroidismo.

Hipotiroidismo congénito (de nacimiento): Es la alteración


endocrinológica más frecuente en recién nacidos. Sus causas son: el
déficit de yodo y, en aquellos lugares con suficiente yodo, la más común
es nacer sin glándula tiroides o estar formada solo parcialmente o en un
lugar incorrecto.

Algunas mujeres desarrollan hipotiroidismo durante o después del


estado de gestación, ya que su organismo produce anticuerpos que
atacan la glándula tiroides Por eso, precisan especial control y vigilancia
por el endocrinólogo para el desarrollo adecuado del embarazo.

Determinados medicamentos: Por ejemplo, la amiodarona, el litio, el


interferón alfa y la interleukina-2pueden desencadenar hipotiroidismo,
aunque, normalmente, solo en quienes tienen predisposición genética.
También algunos jarabes antitusígenos y expectorantes, contrastes
yodados y algunos antisépticos pueden precipitarlo.
Problemas o inflamación de la glándula pituitaria (hipófisis): Un
trastorno en esta glándula impide que produzca la suficiente cantidad de
hormona TSH.
Exceso o falta de yodo: El yodo es un mineral que usa el cuerpo para
producir hormonas tiroideas. Por este motivo, y aunque es importante
incluir sal yodada en nuestra dieta, debe tomarse con moderación.
Extracción quirúrgica parcial o total de la glándula tiroides: Esta
intervención puede ser necesaria en caso de nódulos tiroideos, cáncer
de tiroides o enfermedad de Graves.
Tratamiento radiactivo: Puede tratarse de yodo radiactivo
-administrado para tratar enfermedades como las citadas en el punto
anterior- o de radiación -que se usa como tratamiento de la enfermedad
de Hodgkin, linfoma o cánceres de cabeza o cuello.

Enfermedades que cursan con aparición de depósitos de sustancias en el


tiroides y le impiden desarrollar su función correctamente, como por ejemplo, la
amiloidosis y la sarcoidosis.

CLASIFICACIÓN
El hipotiroidismo puede clasificarse de acuerdo a su inicio (congénito o
adquirido), a su etiología primaria, secundaria (hipofisario o hipotalámico) y
periférico, o de acuerdo a su severidad (subclínico o clínico).

Más del 90% de los hipotiroidismos son primarios y de estos, más del 70% son
subclínicos. De acuerdo a su etiología, podemos clasificar al hipotiroidismo en:

Hipotiroidismo primario: Causado por la incapacidad de la propia


glándula tiroidea para producir la cantidad suficiente de hormona.
Hipotiroidismo secundario o central: Debido a una inadecuada
estimulación de una glándula tiroidea intrínsecamente normal, por un
defecto a nivel hipofisario o a nivel hipotalámico. En la práctica clínica, a
veces es difícil diferenciar el hipotiroidismo hipofisario del hipotalámico,
por lo que este cuadro se denomina simplemente hipotiroidismo
secundario o central.

Hipotiroidismo terciario: En situaciones muy raras, las


manifestaciones clínicas del hipotiroidismo son causadas por
incapacidad de los tejidos blandos para responder a la hormona tiroidea
(resistencia a la hormona tiroidea), o por inactivación periférica de las
hormonas tiroideas. Por ello a este último se le conoce como
hipotiroidismo periférico.

SINTOMAS
La instauración es habitualmente lenta y progresiva. Los síntomas del
hipotiroidismo se relacionan con una disminución en la actividad funcional de
todos los sistemas del organismo; son sutiles y graduales, y pueden ser
confundidos con una depresión.

Los más clásicos son:

Las expresiones faciales son toscas, la voz es ronca y la dicción


(forma de emplear las palabras para formar oraciones) es lenta.
Los párpados están caídos, los ojos y la cara ofrecen un aspecto
hinchado y abultado.
Muchas personas aumentan de peso, tienen estreñimiento.
Algunos pacientes son incapaces de tolerar el frío.
El cabello se vuelve ralo, áspero y seco, y la piel cambia a áspera,
gruesa, seca y escamosa. También las uñas se ven afectadas y son
quebradizas y débiles.
En muchos casos, se desarrolla el síndrome del túnel carpiano, que
provoca hormigueo o dolor en las manos.
El pulso se vuelve más lento, las palmas de las manos y las plantas
de los pies aparecen un poco anaranjadas (carotenemia).
Algunas personas, sobre todo la gente mayor, se vuelven olvidadizas
y parecen confusas o dementes.

Si no se trata puede llegar a un caso extremo produciendo un coma


mixedematoso. Es poco frecuente. Tiene lugar cuando el nivel de la hormona
T4 es extremadamente bajo. Se caracteriza por:

Temperatura por debajo de lo normal.


Disminución de la respiración.
Presión arterial baja.
Glucemia baja.
Falta de reacción o respuesta.

En caso de que el hipotiroidismo lo padezca un recién nacido, los signos


más característicos son:
Cara de apariencia hinchada.
Mirada triste.
Lengua larga que sobresale de la boca.

Cuando se trata de una paciente embarazada existen unos síntomas que


distinguen el hipotiroidismo de las complicaciones normales del
embarazo:
Problemas oculares.

Temblores de manos.

Hipertensión arterial.

Bocio.

Debilidad muscular.

Defecación más frecuente.

Separación de las uñas del lecho ungueal

DIAGNOSTICO

Diagnóstico clínico: La Alta Autoridad de la Salud de Francia recomienda un


diagnóstico dirigido en casos de:
 Mujeres de más de 60 años de edad que tiene antecedentes tiroideos
 Presencia de anticuerpos antitiroideos
 Antecedentes de cirugía o de irradiación tiroidea o cervical
 Tratamientos para el riesgo tiroideo

Diagnóstico por imágenes: En los hipotiroidismos secundario y terciario la Rx.


del cráneo y la TAC o la RNM son útiles para estudiar los agrandamientos
hipofisarios o hipotalámicos por tumores o su reemplazo por inflamación o
necrosis. 9.3 Diagnóstico diferencial: La infiltración de los parpados y de otras
zonas junto con la palidez amarillenta y aspereza al tacto pueden confundir con
un síndrome nefrótico con insuficiencia renal crónica (glomerulopatía). Más aún
si se verifica hipertensión arterial e hipercolesterolemia. En general en el
hipotiroidismo los valores de urea y creatinina son normales o bajos debido a la
disminución del catabolismo. No hay antecedentes de enfermedad renal. El
examen de fondo de ojo no muestra hemorragias ni exudados y las arterias
podrán estar estrechadas, pero nunca en hilos de plata por no ser intensa la
esclerosis. Los dosajes hormonales aclaran el diagnóstico.

TRATAMIENTO

Aunque es una enfermedad crónica, el hipotiroidismo es controlable con


medicación de por vida.

El tratamiento farmacológico se basa en la sustitución de la hormona T4 que la


tiroides ya no es capaz de producir, por tiroxina sintética (T4) a través de la
toma de una dosis diaria. Este tratamiento es el pilar más importante para que
los distintos órganos y aparatos sigan realizando sus funciones, incentivados
por la hormona tiroidea que, en este caso, en lugar de producirse en nuestro
interior, se administra en forma de medicación. De esta manera, se consiguen
regular los niveles hormonales y el metabolismo vuelve a la normalidad.
Igualmente, se reduce el colesterol y, si ha habido aumento de peso, suele
revertirse.

Se trata de un tratamiento permanente –que debe ser controlado


periódicamente por un médico-, pero que permite a la persona con
hipotiroidismo llevar una vida completamente normal en la mayoría de los
casos.

Para mantener estables los niveles de hormonas tiroideas, es importante no


saltarse nunca la toma diaria del medicamento. También se debe informar al
médico en caso de ingerir fármacos o suplementos que puedan interferir en la
capacidad del organismo para asimilar la tiroxina como la soja o la fibra
ingeridas en grandes cantidades, los suplementos de hierro o de calcio o el
hidróxido de aluminio que, por ejemplo, se encuentra en algunos antiácidos.

BIBLIOGRAFÍA:
 “2.Hipotiroidismo”. Dr. Iván Darío Escobar Duque Médico Internista.
Endocrinólogo. Director del Instituto de Diabetes y Endocrinología. Presidente
de la Fundación Colombiana de Obesidad. Expresidente y Miembro Honorario
de la Asociación Colombiana de Endocrinología. Bogotá.Pp. 13-20. 

 Gómez-Meléndez GA, Ruiz- etanzas R, Sánchez Pedraza V, Segovia-Palomo A,


y col. Hipotiroidismo. Med Int Mex 2010; 26(5):462-471.

 Institutos Nacionales de la Salud. Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.


“Hipotiroidismo”.

 American Thyriud Association. Hipertiroides. [En línea]. [Acceso 08 junio 2017].


Disponible en: https://www.thyroid.org/wp-
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 Chueca Guindulain M, Cipres Casasnovas L, Ferragut Marti J. Hipertiroidismo. [En


línea]. [Acceso 08 junio 2017]. Disponible en:
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[Acceso 07 junio 2017]. Disponible en: http://www.endocrinoperu.org/pdf/MANUAL
%20DIAGNOSTICO%20Y%20TRATAMIENTO%20%20DEL%20HIPOTIROIDISMO.pdf

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