Huella de Derrape - Calculo de La Velocidad
Huella de Derrape - Calculo de La Velocidad
Huella de Derrape - Calculo de La Velocidad
La caracterización típica, como se dijo, es se da en trazados curvos, o que integran curvas. Los patrones generales
de estudio de la dirección de las estrías en relación al desplazamiento del rodado (lo que debe establecerse antes
de sacar conclusiones) nos permiten evaluar si el vehículo se encontraba en proceso de aceleración, de frenado o
bajo los efectos de la rodadura.
A su vez, es habitual encontrar que una huella de neumático se transforma de un tipo en otro a la largo de su
recorrido. Podemos hallar una huella de frenado que en su curso da origen a otra de derrape diagonal (típica
cuando se produce frenados severos en tramos curvos), o viceversa, como muestra el esquema siguiente:
También la huella de derrape puede evidenciar el giro completo del vehículo sobre su eje. En este caso, además
de información hacia dentro de la huella, también nos encontraremos con cruces entre las huellas de distintas
ruedas.
Finalmente, es importante recalcar, que antes de comenzar cualquier cálculo o descripción del hecho que se
investiga es IMPRESCIDIBLE tratar de vincular el tipo de huella con su trazado, identificar a qué rueda o ruedas
corresponde, y la trayectoria y posición del vehículo en relación a la huella encontrada, para cada momento
de la huella estudiada.
Es habitual que estas huellas y sus variaciones aparezcan en la fase de pos-impacto; o en la transición entre el pre-
impacto, impacto y pos-impacto. Una incorrecta marcación o valoración tenderá a errar la real mecánica del
desplazamiento, y a en general a sobre-estimar la velocidad de los vehículos involucrados.
Vlím = μ.g.R
Siendo:
μ: coeficiente de deslizamiento.
g: aceleración de la gravedad
R: radio de la circunferencia circunscripta.
Esta ecuación no es de correcta aplicación si estamos frente a derrape con frenado o con aceleración.
En el caso presentado, la correcta aplicación de las ecuaciones de movimiento arroja un velocidad superior a los
39 km/h. La incorrecta valoración del proceso de producción de la huella y las ecuaciones asociadas ha
sobreestimado la velocidad en casi un 50 % respecto de la real.
3.2 En el caso de huellas de neumáticos “sesgadas”
También es común encontrar registros de “huellas de frenada” con la siguiente información:
La indicación de “huellas de frenada” en toda la longitud, en coincidencia con la longitud total de la huella de
neumático pone de manifiesto el error en el relevamiento de la huella. Si se trata de un vehículo sin ABS, sabemos
que con bloqueo (condición para la “huella de frenado”) no le resulta posible a las ruedas modificar la dirección
del desplazamiento, debido a que ya no disponen de la fuerza lateral necesaria para esa maniobra de conducción.
En consecuencia, no resulta posible que toda la huella indicada sea de frenado. Las alternativas que se presentan
es que estemos ante una huella de derrape de 25 metros (de características que desconocemos, ante la falta de
mayores datos), o que parte de la huella sea de frenado (al principio, antes que se produzca el cambio de
dirección) y parte de derrape, o que la primer parte haya sido de frenado, y que el cambio de dirección sea
producto de la colisión. El punto de inflexión de la huella pudo haber sido omitido por quien relevó los datos, por
su falta de conocimiento en la materia, también evidenciado en la falta de acotación de la huella en relación a su
inicio y finalización, descripción insuficiente y equívoca de la huella hallada, etc.
Si se tratara de un vehículo con ABS, que permite la maniobra lateral mientras se frena, no habría rastros de
Es conveniente tomar especial atención si en la huella hay cambios de dirección en un vehículo sin ABS.
Estaremos ante un derrape descontrolado, pero no ante un frenado con bloqueo. Si hay bloqueo, no hay acción de
direccionamiento sobre el vehículo, éste seguiría en línea recta.
El vehículo 1 fue impactado desde atrás por el vehículo 2, a consecuencia que el segundo superó la velocidad
límite para tomar la curva. El vehículo 1 comenzó a derrapar, y el conductor, sorprendido no consiguió recuperar
el control hasta que chocó al final de toda la longitud del derrape. La longitud total de todo el derrape fue de 95
metros. En un peritaje, se tomó de igual modo que si se tratara de un frenado en toda esa longitud. Arrojó una
velocidad “mínima” de 130 km/h!!!!
A los efectos de una mejor comprensión del tremendo error que introduce esta metodología, debe señalarse que la
huella de derrape relevada no presenta ningún dato de que los frenos del vehículo se hubieran accionado. Puede
que sí, puede que no, puede que en algunos momentos, puede que en forma leve. Ante esto, el investigador debe
adoptar en todo momento un criterio prudencial. Si el automotor se hubiera cruzado 90° respecto del sentido de
desplazamiento, sí podría haberse tomado el coeficiente de derrape perpendicular (aproximadamente similar al
coeficiente de deslizamiento que se toma en frenado con bloqueo), pero sólo en el tramo en que se verifica dicho
extremo.
Tampoco es adecuado calcular (en este caso) por el criterio de la velocidad límite en curva. No se trata de una
situación en que el conductor estaba tratando de inscribir su auto en una curva, con sus ruedas posicionadas en el
ángulo de deriva ruedas-trayectoria propio de dicha maniobra, y que perdió la curva por exceso de velocidad. Aquí
la pérdida de control se origina en una fuerza exterior que impulsa al rodado a desplazarse en una dirección
distinta a la condicionada por la posición de los neumáticos. Esa diferencia de dirección, superior a la deriva que
puede admitir el sistema bajo esas condiciones, es lo que provoca el derrape descontrolado. Esta situación se
mantiene, aproximadamente, durante todo el recorrido que evidencia huellas de derrape.
E n este caso, no aparecería, en principio, solución al problema de la determinación de la velocidad mínima del
vehículo, en base a las huellas de derrape encontradas.
Se propone, entonces, buscar el procedimiento de cálculo sobre la base del análisis de las fuerzas a que puede
estar sometido el neumático:
En el dibujo tenemos el esquema de la rueda sometida a un desplazamiento en una dirección distinta a la de sus
ejes principales. A ese movimiento se oponen fuerzas vinculadas a la fricción que se originan en los dos ejes
principales del neumático: Sobre el eje longitudinal, tendremos la acción propia de las fuerzas de frenado, y sobre
el eje transversal actuarán las fuerzas de fricción laterales. La proyección de estas dos fuerzas sobre el eje del
movimiento, nos aportarán las sendas fuerzas que se oponen al desplazamiento.
En el caso en que constatemos la efectiva aplicación del freno, en este tipo de desplazamiento tendremos fricción
sobre ambos ejes imaginarios. Habrá que considerar la magnitud del frenado, y los límites que impone el “círculo
de adherencia”.
Si la rueda está bloqueada, la suma de estas dos fuerzas será equivalente a la fuerza de fricción máxima
disponible ( μ . m . g)
Pero, si no tenemos constancias de aplicación efectiva del freno, debemos evaluar solamente la fuerza de fricción
lateral, que sabemos actúa en toda situación de derrape.
Analizaremos este último caso. Nos ayudará para ello el ejemplo propuesto.
No habiendo acción del sistema de frenos, las fuerzas no conservativas que están actuando son las de
Se plantea dividir la trayectoria en partes iguales a los fines de obtener N posiciones donde pueda considerarse el
efecto de las fuerzas no conservativas. Siendo que se trata de fuerzas de fricción laterales, estarán regidas por el
peso del vehículo y el sen α.
De tal modo, se puede obtener un μ equivalente (μ’).
μ’ = μ . (∑ sen αi)/n
1 6
2 6
3 6
4 0
5 10
Por lo que μ’ se puede introducir en la ecuación 6 15
7 20
V= 2. μ . g . d 8 30
9 45
μ: coeficiente de deslizamiento. 10 90
g: aceleración de la gravedad
d: distancia Suma
Reemplazando μ por μ’ definido éste como coeficiente de fricción equivalente para el cálculo de velocidad en
función al coeficiente de roce efectivo promedio en todo el tramo.
Para el ejemplo presentado, resulta en consecuencia una velocidad de 74,5 km/h. Si el cálculo se hiciera
considerando como coeficiente de roce el correspondiente a bloqueo, se obtendría 130 km/h, sobreestimando la
energía en un 200%, y la velocidad en un 75 %.
Debe advertirse que las ruedas directrices del automotor pueden no encontrarse durante el derrape paralelas al eje
del vehículo, produciéndose una variación de algunos grados en relación al eje longitudinal de las ruedas traseras.
Para el cálculo, esta circunstancia se debe corregir efectuando un promedio ponderado entre ruedas delanteras y
traseras (considerando coeficientes de reparto de peso). En caso de desconocerse o no poderse estimar la
inclinación relativa de las ruedas delanteras, el error en el cálculo será menor, máximo considerándolo en relación
a los elevados errores de las prácticas de cálculo aquí cuestionadas, y que son comúnmente utilizadas en la
actualidad.
4. CONCLUSIONES
• La difundida práctica de tomar coeficientes de rozamiento de frenado para aplicarlos a simples derrapes
introduce importantes errores en el cálculo de velocidad, sobreestimándola. El error introducido por esa
metodología es tan grande que resultaría preferible no calcular velocidad a calcularla por dicho método
erróneo.
• Es necesario e imperioso instruir a los responsables de la recogida de datos del serio error que se comete al no
describir y clasificar la huella correctamente, advirtiendo además de los cambios que se van produciendo en
su trazado. Además de la medición y mapeo de los distintos tramos de la huella, se debe requerir sea
fotografiada en su inicio, desarrollo y finalización.
• La metodología aquí propuesta permite un cálculo adecuado de la energía perdida durante el derrape, y en
consecuencia, la velocidad asociada a él ( ΔV).
• El coeficiente de rozamiento a aplicar cuando tenemos derrape puro, sin acción de frenado obedece a la siguiente
ley matemática:
μ’ = μ . sen α
siendo:
μ’ : coeficiente de rozamiento real en una condición dada de derrape sin acción de frenos.
μ : coeficiente de roce neumáticos – piso para condición de bloqueo, en el sitio investigado
α : ángulo entre dirección de desplazamiento del vehículo y eje longitudinal de sus neumáticos.
μ’ = μ . (∑ sen αi)/n
BIBLIOGRAFÍA
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