Talita Kum
Talita Kum
Talita Kum
Las circunstancias
Jesús acababa de ser rechazado por los gadarenos que le
rogaron que se fuera de sus contornos (Mr 5:17), pero
ahora, al regresar al lado occidental del lago, probablemente
a Capernaum, nada más llegar salió a su encuentro un
hombre llamado Jairo, principal de la sinagoga, que le
rogaba insistentemente que fuera con él a su casa.
La fe de la mujer enferma
No cabe duda que la mujer sentía hondamente su necesidad,
y fue a raíz de escuchar hablar de Jesús y de las maravillas
que hacía (Mr 5:27), cuando surgió en ella la fe. Como en el
caso de Jairo, se trataba de una fe auténtica, que lograba
superar los obstáculos.
"¿Quién me ha tocado?"
La mujer fue sanada por el hecho de tocar con fe el borde del
mando de Jesús, pero al hacerlo, intentó pasar
desapercibida entre la multitud. Su actitud podía ser
razonable, dado que los judíos no habrían aceptado que una
mujer inmunda ceremonialmente les tocara. Pero sin
embargo, Jesús percibió con total claridad que había salido
poder de él. Este es un hecho muy interesante que no
debemos pasar por alto.
"Talita cumi"
Otro detalle muy interesante es la forma en la que Jesús
resucitó a la niña. El le dijo: "Talita cumi; que traducido es:
Niña, a ti te digo, levántate". Ya hemos visto que Marcos fue
el intérprete de Pedro, uno de los tres discípulos que
acompañaron a Jesús en esa ocasión. Y en su memoria él
siguió escuchando aquel "talita cumi" toda su vida. El amor,
la dulzura, el cariño con que Jesús dijo aquellas palabras no
llegaron a borrarse nunca de su mente. Así que, cuando él
contara esta historia a Marcos, seguiría pronunciando estas
mismas palabras.
Reflexión final
Probablemente, muchos de nosotros estemos pensando en
este momento que aunque Jesús sanó a esta mujer y
resucitó a esta niña, sin embargo, no hace lo mismo con
nosotros en este tiempo. Nosotros también tenemos fe en
Cristo, pero sin embargo, aunque deseamos ver sanados a
nuestros seres queridos, no siempre vemos que esto ocurra,
y en muchas ocasiones, la muerte nos separa de ellos de
manera irremediable. ¿Por qué Dios no actúa de la misma
forma hoy en día?