Historia Policia Municipal
Historia Policia Municipal
Historia Policia Municipal
“La seguridad social: Consiste en dar protección integral a los individuos, nacionales donde se
encuentren, y extranjeros que se encuentren domiciliados en el territorio, con el fin de lograr el
mejor desarrollo posible de la sociedad en que viven, contra las circunstancias que los puedan
llevar a un estado de indigencia.” Pensamiento en el Congreso de Angostura (15-02-1819)
En el Congreso de Angostura, el Libertador Simón Bolívar establece las bases de la Seguridad Social,
como un objetivo fundamental para ser cumplido por el Estado. Aún cuando en las Leyes de Indias
(conjunto de normas que se inician con la Reina Católica de España, en 1504, compilados y codificados en
nueve libros, durante el mandato de Carlos II de España en 1680), existían mejoras laborales y sociales
(contenidas en el Libro VI De los indios; de su reducción y libertad; de las encomiendas, pensiones y
servicios), que nunca se cumplieron, era la primera vez que se mencionaba el término: “Seguridad Social”
como uno de los beneficios inaplazables del pueblo.
Bolívar, demostrando sus cualidades de buen estadista, encierra en un solo párrafo de su discurso, una
frase que obliga a la reflexión, lo que a su criterio debe ser un buen gobierno, que se preocupa por su
pueblo, cuando dice: “...el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de
bienestar posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
Y desde luego no le falta razón, analizando ¿el porqué? De su discurso se encuentra que cuando dice: “...
el sistema de gobierno más perfecto es aquel, que produce mayor suma de bienestar posible,...” Se refiere
a que el fin, el objetivo, del Estado es producir, mantener y desarrollar políticas que establezcan un orden
social justo, general, igualitario, sin discriminaciones de ningún tipo para lograr la paz ciudadana que es
uno de los fines supremos del estado.
El Libertador también concibe la idead de la seguridad sobre la base de una solidaridad social cuya carga
corresponde, en primer lugar al Estado, como administrador de la riqueza de todos los ciudadanos, que
debe velar por su cumplimiento y en segundo lugar a los particulares, que deben ayudar al estado a la
realización de sus fines específicos. La Venezuela del siglo XXI, todavía no ha llegado a cumplir la base
laboral de las Leyes de Indias ni la del discurso de 1819, en Angostura, que se acaba de mencionar.
Historia de la Policía Municipal:
Si hay algo que debe ser conocido actualmente por la sociedad venezolana, es la historia de una de las
instituciones que a lo largo del tiempo ha jugado un papel de primer orden en torno al tema de la seguridad
ciudadana. Es por ello que a través de esta breve disertación trataremos de explicar a groso modo, cómo
fue el proceso de génesis, desarrollo y consolidación de la policía en Venezuela.
En primer lugar, hay que destacar que la seguridad ciudadana no es nada novedosa, y además no está
limitada a los distintos componentes de la Fuerza Armada Nacional (que por supuesto, no dejan de ser
importantes). En segundo lugar, la actual crisis que atraviesa Venezuela con respecto a la seguridad tiene
sus raíces históricas en la política desarrollada en esa materia.
Desde el momento en que se iniciaron los cuerpos policiales en las primeras tres décadas del siglo XIX en
Venezuela, la intervención política no ha estado al margen de dicho acontecer; de hecho, los primeros
cuerpos de seguridad estuvieron bajo la jurisdicción del cabildo de cada municipio y los cuerpos más
poderosos eran milicias irregulares. Las primeras leyes policiales hicieron una distinción entre policía
‘menor’, concebida dentro de la tradición colonial de asuntos locales, y la policía ‘mayor’, pensada para
controlar el orden público y político.
De allí que actualmente existan los distintos cuerpos policiales (Policía Nacional, Policía Estadal y Policía
Municipal) y que además obedecen al perfil ideológico y político de quien los haya creado. El propio Simón
Bolívar promulgó un Decreto en 1819, delegando responsabilidades del poder mayor al comando militar de
cada estado, y a los gobernadores el poder menor. Sin embargo, al examinar las funciones policiales en su
devenir histórico se observa que las mismas han sido malinterpretadas y utilizadas como instrumentos de
represión y chantaje; de tal manera que en la mentalidad del venezolano se fue fraguando una suerte de
rechazo hacia el funcionario policial. Un ejemplo importante de ello es que durante el gobierno de Juan
Vicente Gómez (1908-1935) se buscaron mecanismos para centralizar el poder policial, no para
salvaguardar los intereses del pueblo, sino más bien para obedecer a los intereses políticos y represivos
del caudillo; de modo que se crea La Sagrada en 1915, , que según Gilda Núñez en su trabajo Orígenes y
Desarrollo del Aparato Policial Venezolano(2006) es definida como “…una policía secreta, centralizada,
politizada, consagrada al mantenimiento y la supervivencia del gobierno gomecista (…). A través de la
información recaudada por los agentes de La Sagrada, se lograba un control más amplio a través del cual
era posible detectar y reprimir a los enemigos políticos que pudieran amenazar con alterar el orden. Luego
de la muerte de Juan Vicente Gómez, no tardó en desaparecer ese cuerpo policial. Entre 1935 y 1958,
numerosos elementos van a caracterizar a la policía en Venezuela; tal es el caso de la “…centralización de
la policía bajo el control del Ejecutivo, en un marco militar y sin distinción adecuada entre los poderes
investigativos de la policía y el poder judicial” En 1941 se crea la Dirección Central de Investigación
Nacional; el 16 de Julio de 1944 fue decretado el día del Policía, coincidiendo con el día de la Virgen del
Carmen, y en 1952 fue creada “Seguridad Nacional” como instrumento de represión y subordinada a los
intereses del gobierno perez-jimenista.
Con la doctrina política de Rómulo Betancourt (1959-1964) la policía fue utilizada para combatir el crimen y
la insurgencia izquierdista de una sociedad politizada. A tales efectos, se le dio el ejecútese a la Ley de
Vagos y Maleantes, la cual era una “Copia de una ley fascista española” que los “…gobiernos autoritarios
la promulgaron en 1939 y la fortalecieron en 1943 y 1956. De cualquier forma, así ha venido transitando la
policía venezolana, desconociendo sus competencias e inclusive ajenos a sus funciones más elementales,
hasta llegar a la actualidad; en donde están obteniendo la oportunidad de formarse como funcionarios de
carrera, al servicio de la ciudadanía, con valores humanos, con un pensamiento crítico y reflexivo y aún a
sabiendas que ponen en riesgo sus propias vidas.
De allí esta breve reflexión que hacemos para reivindicar a los “Héroes de Azul”, quienes día a día trabajan
para combatir el flagelo de la inseguridad, a la vez que forman parte importante de la sociedad venezolana
en el resguardo de la población, indistintamente de las condiciones socioeconómicas, como otrora
develaron parcialidad ante los hechos delictivos.