Los Hermanos Lumiere y El Inicio Del Cine
Los Hermanos Lumiere y El Inicio Del Cine
Los Hermanos Lumiere y El Inicio Del Cine
Pronto se vio que la capacidad de conexión con el público que poseía el cine
implicaba excelentes expectativas económicas. Aunque hoy hablemos del cine
europeo como un cine de autor y de un cine norteamericano centrado en los
aspectos comerciales, lo cierto es que a ambos lados del Atlántico pronto se
enfocó el cine como un negocio. El cine nació con una pronta vocación
industrial, que se concretó rápidamente en la creación de diferentes empresas
con la intención de rentabilizarlo, es decir, las productoras. Esta visión del cine
como un producto rentable contribuyó a la realización de cada vez mejores
películas, haciendo avanzar el lenguaje cinematográfico, ya que el público
demandaba mejores historias. Todo ello animaba a las empresas a invertir en
esta industria.
Algunas de las películas rodadas durante estas tres primeras décadas han
pasado a la historia del cine, convirtiéndose en clásicos y marcando
inexorablemente la evolución posterior del lenguaje cinematográfico. El
nacimiento de una nación (1915) o Intolerancia (1916), convierten a su autor,
David W. Griffith (1915), en uno de los padres del lenguaje cinematográfico,
quién concreto en estas dos películas todas las aportaciones hechas en el cine
hasta entonces. De la misma manera pasarían a la historia Frizt Lang, Sergei M.
Eisenstein, Cecil B. DeMille, Charles Chaplin, Friedrich W. Murnau, Vertov, Jean
Epstein, etc
Paulatinamente el cine se iba desarrollando a lo largo de todo el mundo pero
no homogéneamente, de manera universal, sino que el cine se impregnó de los
valores culturales de cada país. Desde un primer momento se detectaron
aspectos y formas de lenguaje en cada país que remitían a una manera de
entender la producción distinta, que constituyeron distintas identidades
cinematográficas a lo largo del mundo.