Casos para Analizar Falsos Rumores
Casos para Analizar Falsos Rumores
Casos para Analizar Falsos Rumores
FALSOS RUMORES
(Extraído de DSM-IV Libro de casos)
Bob, de 21 años de edad acude a la consulta del psiquiatra acompañado de sus padres
por consejo de su asesor universitario. Empieza la entrevista explicando que no padece ningún
tipo de trastorno. Sus padres están siempre preocupados por él y la única razón por la que ha
accedido al examen médico es para “que no me estén encima todo el día”. “Dependo de ellos
económicamente, pero no emocionalmente”.
El psiquiatra fue capaz de obtener la siguiente historia de Bob y sus padres: el muchacho
había propagado falsos rumores sobre varios de los profesores que le habían dado bajas
calificaciones en los exámenes, que consistían en que varios de ellos habían tenido
experiencias homosexuales con algunos estudiantes, esto, junto con el absentismo cada vez
mayor a las clases a lo largo del último curso y a la ruptura con la muchacha con la que salía,
hizo que el asesor universitario sugiriera a Bob y a los madres que necesitaba ayuda
urgentemente. Bob explicó entonces que sus problemas se habían exagerado, pero que se
pasaba por alto su éxito en alguna de las obras teatrales y controlaba totalmente la situación.
No negó propagar falsos rumores, pero no mostró remordimiento ni miedo sobre las posibles
repercusiones que esto podría suponer para él.
Bob es un muchacho alto, bien vestido y tiene una onda pronunciada en el pelo. Su trato
es distante pero agradable, y es evidente que disfruta hablando sobre temas intelectuales o
asuntos de actualidad. Sin embargo, adopta una actitud condescendiente y cínica hacia el
psiquiatra y el proceso de evaluación. Transmite un sentido de superioridad y de control sobre
la situación.
Las explicaciones sobre el desarrollo de Bob fueron complicadas por el hecho de que
restó importancia al tema y por las aclaraciones conflictivas que sobre ello realizaron sus
padres. Su madre era una mujer extremadamente ansiosa, muy charlatana y vestía de manera
implacable. Describía a Bob como un bebé hermoso y alegre que siempre fue brillante. Explicó
que después de haber sufrido un aborto, cuando Bob tenía un año, ella y su marido se
dedicaron exclusivamente a cuidarle y a darle el “amor para dos”. El padre era un hombre que
habla muy suave, que había tenido éxito en su trabajo. Recordó, asimismo, que durante una
época él y su hijo habían tenido una relación de amistad muy estrecha, y le había llegado a
confiar sus problemas, mostrándole un gran amor. Señaló que su hijo se sentía cada ve más
resentido con el nacimiento de sus dos hermanos. Riendo, comento que a Bob “le hubiera
gustado ser hijo único”. Explicó, asimismo, diversos conflictos que surgieron con el personal
educativo de la escuela y el desdeño que mostraba hacia sus compañeros y hermanos.
En sus primeros años escolares y en comparación con los otros muchachos de su edad,
Bob parecía jugar y relacionarse mucho menos. En el quinto curso, después de un cambio en el
profesorado, se volvió ausente y rehusó participar en la clase. Sin embargo, sus calificaciones
continuaron siendo buenas. Años más tardes volvió a sufrir un episodio similar al que le llevó al
psiquiatra. Por aquel entonces promulgó falsos rumores sobre un compañero de clases con el
cual se encontraba compitiendo para obtener un papel en una obra de teatro.
UNIVERSIDAD DE MENDOZA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
PPS CLÍNICA HUMANÍSTICO EXISTENCIAL
Estaba claro que Bob “nunca había sido uno de los muchachos”. Le gustaba el arte
dramático y el cine, pero nunca mostraba interés alguno por el atletismo. Daba la sensación de
que era una persona solitaria, a pesar de que no se quejaba de encontrarse solo. Cuando se le
preguntaba, explicaba que se sentía orgulloso de ser diferente de sus compañeros. Asimismo,
se distanciaba de sus padres y respondía con silencio cuando éstos le pedían que hablara.
Bob explicaba que la otra gente le veía como una persona fría e insensible. Él reconocía
tener este carácter, así como no tener amigos de verdad, pero afirmaba que era poco
importante: le daba más fuerza. Continuaba explicando que cuando la otra gente se quejaba
de su carácter era debido principalmente a su propia debilidad. Según él, le envidiaban y
deseaban que él les respetara y les cuidara. Creía que la gente iba a sacar algún beneficio si
conseguía aliarse y hacer amistad con él.
Bob tenía citas con muchachas de manera ocasional, pero no relaciones amorosas
estables. A pesar de que la historia exacta continúa aún por esclarecerse, afirmaba que la
pérdida de su novia podía haber sido la causa de sus problemas en la escuela. Había sido la
primera muchacha con la cual había tenido una relación sexual. La relación se acabó después
de que ella manifestara un mayor deseo de pasar más tiempo con sus amigas y de acudir a los
actos sociales de la escuela.
Bibliografía
Spitzer, R.; Gibbon, M.; Skodol, A.; Williams, J. y First, M. (1996) DSM IV Libro de casos.
Compañero del DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). Masson,
S. A.