Agravantes Del Delito de Resitencia A La Autoridad
Agravantes Del Delito de Resitencia A La Autoridad
Agravantes Del Delito de Resitencia A La Autoridad
La pena privativa de libertad será no menor de ocho ni mayor de doce años cuando: 1. El
hecho se comete a mano armada.
2. El autor causa una lesión grave que haya podido prever.
2.-TIPICIDAD OBJETIVA.
El legislador nacional suele tipificar conductas que merecen una mayor punibilidad
(agravantes) en razón del mayor disvalor del ilícito penal al que el tipo base del cual se
desprende, para ello tiene presente generalmente ciertos criterios, a decir verdad: la gravedad
de los medios empleados, las formas de comisión o ejecución, el grado de reproche en razón
la calidad del agente activo o el grado vulnerabilidad del sujeto pasivo, la relevancia del
resultado, etc. De lo dicho, algunos doctrinarios prefieren hablar de diversos grados dentro
de las agravantes
El tipo penal comprende tres modalidades delictivas que únicamente pueden ser cometidas
en un contexto distinto al “alzamiento público”:
❖ Se configura cuando el sujeto activo, mediante violencia o amenaza, impide a una
autoridad, un funcionario o servidor público ejercer sus funciones.
VÁSQUEZ HERRERA, RONI IVAN
Del análisis de la norma podemos advertir que el legislador presenta tres grupos de
agravantes según el grado de reproche punitivo penal que amerita la acción, en tal sentido,
he optado por clasificarlo en:
VÁSQUEZ HERRERA, RONI IVAN
Estas agravantes están previstas en el primer párrafo del art. 367 y sancionan con pena no
menor de cuatro (4) ni mayor de ocho (8) años al autor del delito, cuando:
➢ El hecho se realiza por dos o más personas.
El mayor grado de disvalor y reproche punitivo radica en la calidad del sujeto pasivo,
el legislador hace énfasis en aquellos funcionario y/o servidores públicos, cuyas
labores son sumamente delicadas, al intervenir en la investigación y persecución del
delito, así como el deber de cautelar la seguridad publica; no obstante parte de la
doctrina se muestra en desacuerdo con ello ya que el ejercicio, per se, de un cargo
público no resultaría suficiente para justificar esta agravante, pues siguiendo la
lógica del código en su conjunto la condición de la víctima importa y exige un mayor
reproche cuando hay situación de vulnerabilidad o desprotección.
Sujeto activo tanto en el artículo 365 y 366 la Norma prevé que el sujeto activo de los
artículos en análisis puede ser cometido por cualquier persona, no obstante, en el artículo 367
inciso 2, agravantes, señala que el sujeto activo debe ser un funcionario o servidor público.
3.-TIPICIDAD SUBJETIVA.
Según la doctrina estos delitos sólo pueden ser incriminados a título de dolo es decir se
requiere la conciencia y la voluntad para la realización típica.
Se requiere que el sujeto activo despliegue o ejerza una fuerza física o psicológica contra la
persona del funcionario o de su asistente funcional con el propósito de impedir o trabar la
ejecución de un acto legítimo de su actuación funcionarial.
El aspecto cognitivo del dolo, ha de abarcar todos los elementos constitutivos de la redacción
típica, de modo que, si el agente desconoce la calidad de funcionario público del sujeto pasivo
“inmediato” de la acción, se daría el llamado el error de tipo, sin defecto de que el autor
puede ser reprimido por los delitos comunes aplicables al caso.
En relación al artículo 366 advertimos una distinción con el tipo penal contenido en el artículo
365. pues en el presente Injusto penal, se exige un ánimo de naturaleza trascendente ajeno al
dolo, es decir el propósito ulterior que motiva a la realización de la conducta típica, o dicho
de otro modo se exige la concurrencia de un elemento subjetivo distinto del dolo, el cual
consistiría en “la intención de perturbar la ejecución del acto de la Administración pública”
VÁSQUEZ HERRERA, RONI IVAN
representado por el funcionario o servidor público o en su defecto por una persona qué le
brinda labores de apoyo o asistencia.
4.- ANTIJURICIDAD.
Antijuricidad después de verificar en la conducta analizada la concurrencia de los elemento
s objetivos y subjetivos de la tipicidad, el operador jurídico pasará a verificar si concurre al
guna causa de justificación prevista en el artículo 20 del Código penal.
5.- CULPABILIDAD.
Culpabilidad acto seguido y al verificarse que la concurrencia típica es delito de violencia c
ontra autoridad y no concurre alguna causa de justificación, se continuará con el análisis si l
a conducta típica y antijurídica puede ser atribuida a su autor se debe verificar si al moment
o de la comisión del delito de la gente era imputable o no sufría de anomalía psíquica.
Lo primero que habría que tomar en cuenta, es que la Corte Suprema considera que el
problema principal, en el marco de la aplicación de los artículos 366 y 367 del CP, fue el
no apreciar adecuadamente la aplicación del “principio de proporcionalidad”, como
“ayuda a la verificación constitucional de la norma”; en tanto “no solamente se compone
de elementos normativos y descriptivos, en la misma cohabitan derechos fundamentales”,
debiendo estar sujeta y conforme a la Constitución.
La corte suprema realiza una reflexión previa al sugerir hacer un test de proporcionalidad
para determinar la constitucionalidad de la norma, pasando por un triple filtro: el primero
de adecuación o idoneidad (si la norma coadyuva a un fin constitucionalmente legítimo); el
segundo de necesidad (verificación de si no existe un mecanismo alternativo que permita
lograr el fin constitucional); y el tercero de proporcionalidad en sentido estricto (fundamento
13).
En principio, los fundamentos jurídicos del 16 al 20 abordan la conducta típica que
comprende la agravante del inciso 3 del párrafo segundo del artículo 367 del Código
Penal, específicamente el delito de violencia y resistencia contra la autoridad policial, al
respecto concluye que:
VÁSQUEZ HERRERA, RONI IVAN
a) La agravante no sobre criminaliza. Esta agravante no fue construida por el legislador para
sobre criminalizar actos menores de resistencia, desobediencia o injurias contra efectivos
policiales.
b) La agravante es residual y subsidiaria. Es decir, el delito de violencia y resistencia contra
la autoridad policial solo puede configurarse y ser sancionado cuando, en el caso judicial, no
se den los presupuestos objetivos y subjetivos que tipifican, de manera independiente, los
siguientes delitos:
Homicidio calificado por la condición funcionarial del sujeto pasivo, artículo 108-A del
Código Penal; Sicariato, artículo 108-C, inciso 5 del Código Penal; Lesiones graves dolosas,
artículo 121 párrafos 5 y 6 del C.P; Lesiones Leves Dolosas, artículo 122 incisos 3, literal a
y 4 del C.P. Artículo 130 del Código Penal. Artículo 152 inciso 3 del Código Penal.
Es suma solo puede aplicarse el agravante del artículo artículo 367 del Código Penal
cuando no haya eficacia de otros delitos dolosos, que impliquen una mayor afectación a los
bienes jurídicos como la vida, la salud o la libertad de los efectivos policiales.
El delito de violencia y resistencia contra la autoridad, agravado en contra de un miembro de
la Policía Nacional; abarca únicamente aquellos actos que, mediante amenazas o agresiones
físicas, rechazan el ius imperium del Estado. Representando, en el ejercicio del poder,
competencias y facultades que aquella legalmente ostenta y ejerce; es decir, formas de
resistencia activa y violenta contra dicho poder y autoridad.
Entre los fundamentos jurídicos 21 al 23, el Acuerdo hace un análisis, a fin de sustentar la
proporcionalidad en la determinación judicial de la pena; rol que debemos asumir los jueces,
al resolver un sub judice en el delito de violencia y resistencia contra la autoridad policial
conforme al agravante del inciso 3 del artículo 367 del Código Penal.
El Acuerdo refiere en el Fundamento Nª. 19, que el objeto de protección penal en el delito de
violencia y resistencia contra la autoridad policial, está constituido por el poder legítimo que
ésta ostenta para el debido ejercicio de sus funciones ante terceros. Indica que los jueces
tienen el deber de determinar si la acción imputada, y debidamente probada, configura o no
una afectación al bien jurídico que justifique la imposición de la sanción agravada.
En este punto, la Corte Suprema, ha establecido principios jurisdiccionales que merecen la
atención de los operadores jurídicos.
Finalmente, los magistrados de las Salas Penales Supremas recomiendan al presidente del
Poder Judicial, hacer una propuesta de lege ferenda para modificar el artículo 367 del Código
Penal, y se incluya una circunstancia atenuante específica: “La pena será no menor de seis
meses ni mayor de dos años de pena privativa de la libertad o prestación de servicios a la
comunidad de veinticuatro a ciento cuatro jornadas, cuando los actos de intimidación o
violencia no revisten gravedad”.