Texto 1. K. Marx y Engels
Texto 1. K. Marx y Engels
Texto 1. K. Marx y Engels
Según Th. Dietrich, “el socialismo marxiano se concibe como una filosofía de
En realidad, no podía ser de otra forma y Marx y Engels tenían que referirse
cada instante se puede ver a niños que, tan pronto llegan a casa, se echan al
tomar el menor trozo de alimento; los padres tienen que levantarlos y llevarlos
los encuentran durmiendo. Parece corriente que esos niños pasen en la cama
transformación de niños en máquinas a edad tan temprana les deja bien pocas
otra forma de vida y otra educación. O, para ser más exactos, de procurarles
«una» educación, pues no merece tal nombre lo que se daba en las escuelas
para niños trabajadores; Así, por ejemplo, Marx cita en El Capital numerosos
informes de los inspectores de las escuelas de las fábricas en los que se pone
sociedad».6
fabril».7
por Marx y Engels, recoge ésta entre las medidas que en él se proponen; en
efecto, tras defender la “educación pública y gratuita para todos los niños” y la
“abolición del trabajo de éstos en las fábricas tal como se practica hoy”, Marx y
los delegados del Consejo Central Provisional, escrita por Marx en 1866, como
en la Crítica del Programa de Gotha, que Marx escribió en 1875, como en otros
social y permitir el pleno desarrollo del hombre; en ese lugar, Marx escribe:
“Del sistema fabril, que podemos seguir en detalle leyendo a Robert Owen,
todos los chicos a partir de cierta edad el trabajo productivo con la enseñanza y
necesario para la marcha de la historia hacia la sociedad sin clases. Pero Marx
efectivamente, más lejos cuando escribe: «Si la legislación fabril, como primera
trabajo.» 10.
La del trabajo es una noción fundamental para Marx y Engels. Según este
humana. Y lo es en tal grado que hasta cierto punto debemos decir que el
también, que Marx se opusiera a la prohibición del trabajo infantil, pues, según
la Crítica al Prograrna de Gotha, Marx escribe que «la prohibición general del
trabajo productivo con la enseñanza desde una edad temprana es uno de los
llegar a ser una abominación. En todo régimen social razonable cualquier niño
de nueve años de edad debe ser un trabajador productivo, del mismo modo
que todo adulto apto para el trabajo debe obedecer la ley general de la
naturaleza, a saber: trabajar para poder comer, y trabajar no sólo con la cabeza
Marx defiende, pues, el trabajo infantil, pero insistiendo siempre en que ese
que, por razones fisiológicas, los niños y jóvenes de uno y otro sexo deben
para la primera clase, la jornada de trabajo, sea del tipo que sea, debe limitarse
a dos horas; la jornada para la segunda clase debe ser de cuatro horas y de
seis para la tercera. Según Marx, las escuelas elementales deberían hacerse
cargo de la educación del niño hasta los nueve años. Fuera de estos
márgenes, nada puede ser aceptado: «Se entiende que el empleo del trabajo
distribución de los niños y jóvenes obreros en las tres clases citadas, debe
mental, física y tecnológica. Con estas medidas, Marx intenta hacer posible el
hacerlo.» 15
siempre sobre la base de un desarrollo material que posee sus propias leyes;
la misma esencia del hombre. Se trata de una concepción que excluye toda
una actitud de respeto para el trabajo y para quien trabaja. Comprende, más
útil. Por tanto, para él, lo que se pretende no es una iniciación a la producción
-trabajo material y trabajo intelectual- no vayan cada uno por su lado, hay que
porque, según ellos, «la división del trabajo sólo se convierte en verdadera
máquinas, renovar los hilos rotos no son actividades que exijan del obrero
esfuerzo alguno del pensamiento, aunque, por otra parte, impiden que ocupe
su espíritu en otra cosa. Al mismo tiempo hemos visto que ese trabajo sólo
hablando con propiedad, un trabajo, sino una pura y simple molestia la molestia
más paralizante y deprimente que pueda darse. El obrero fabril está condenado
consiste en sudar todo el día desde los ocho años ( ... ) Esa condena a estar
actividad vital misma del hombre. Ésta es, pues, la realidad de las sociedades
manera, en definitiva, que se haga imposible la división del trabajo. Ahí es,
específico", debe ser sustituida por una "pedagogía del trabajo", con un objetivo
y la instrucción del hombre socialista del futuro, ya que, de acuerdo con Marx y
decir que debe ser posible emplearle en cualquier trabajo. Esto permite pensar
absoluta disponibilidad del hombre para las variables exigencias del trabajo; el
«Se pasará a suprimir la división del trabajo entre los hombres, a la educación,
que considerar sobre todo el goce de los bienes espirituales, además de los
polivalencia del hombre completo que trabaja con las manos y con el cerebro,
Ahora bien, para que el trabajador pueda ser móvil y cambiable, para que
la concibe Marx. El nuevo método quiere hacer realidad el desarrollo pleno del
hombre de acuerdo con las múltiples posibilidades que ofrece al hombre el pro-
ceso de trabajo y el proceso social. Por tanto, el hombre nuevo solo puede
la educación, el desarrollo pleno del hombre, sólo puede ser alcanzada, según
Quizá no haya nada mejor que las citas de Marx y Engels que siguen para
con claridad las diferencias que hasta aquí hemos venido señalando. En La
seguirlo siendo si no quiere verse privado de los medios de vida; al paso que
con lo que hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto y
mañana a aquello, que pueda por la mañana cazar, por la tarde pescar y por la
noche apacentar el ganado, y después de comer, si me place, dedicarme a cri-
según los casos.» 29 Un año más tarde, Engels recogía la misma idea en sus
producción, están aferrados a ella, son explotados por ella, desarrollan nada
más que un aspecto de sus aptitudes a cuenta de todos los otros y sólo
nuestros días está cada vez menos en condiciones de emplear tales hombres.
del trabajo, minada ya en la actualidad por la máquina; la división que hace que
educación
Ch. Fourier había defendido que la meta de la educación en a nueva sociedad
Marx) y, por último, la educación tecnológica, politécnica, que instruya sobre los
arriba cómo esta triple formación mental, física y politécnica debía ser
sean tan explícitos sobre este punto como lo son respecto a los que hasta aquí
hemos analizado, hay un texto de Marx que sitúa el problema de los contenidos
con claridad: «En las escuelas elementales -y más aún en las superiores- no
clase. En las escuelas no hay que enseñar más que gramática, ciencias
conclusiones diversas no tienen por qué ser enseñadas en las escuelas; los
tacto con los adultos. En las actas de una discusión sobre educación en el
sólo le corresponden las ciencias de la naturaleza' sólo las verdades que son
una sola interpretación.» 32 La escuela debe ser, en este sentido, laica; debe
una educación unitaria y garantice la unidad del entorno que rodea a niños y
jóvenes.
Engels defienden una enseñanza estatal pero fuera del control del gobierno, de
medio de una ley general, los recursos de las escuelas públicas, las
pectores del Estado, como se hace en los Estados Unidos, y otra cosa,
esto, lo que hay que hacer es sustraer la escuela a toda influencia por parte del
minante».35
propuestos por Marx y Engels. Una escuela y unos contenidos que son, según
ellos, no sólo el germen de la enseñanza del futuro, sino los únicos capaces de
trabajo productivo, que tiene una utilidad económica, ocupa el lugar central;
hombres los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio
principio por el que Marx explicará las relaciones de los cambios educativos
Marx afirma que una dificultad de índole peculiar está ligada a esta cuestión.
Por una parte, es necesario cambiar las condiciones sociales para crear un
hombres».40
cualquiera que ella sea y por tanto, de las mismas diferencias de clase,
Bibliografía
Subrayado en el original.
1969, p.21
el original.
original.
escritor militar), etc. Cf. K. MARX y F. ENGELs, Textos sobre..., pp. 86 v ss.
126.
39. K. MARX, La guerra civil en Francia, en Obras escogidas tomo II, página
236.
42. K. MAR-X, Instrucción sobre diversos problemas..., loc. cit., Página 82.
Bibliografía:
1972.
ENGELS, F.: Anti-Dühring, Grijalbo, México, 1968 (sección III, cap. V).
ENGELS, F.; LENIN, V. I., y LUXEMBURG, R.: Karl Marx como hombre,
1968~
MARX, K.: El Capital, Fondo Cultura Económica, México, 1964 (tomo I, capítulo
Los problemas relativos a la educación tienen especial cabida en: ENGELS, F.,
Manifiesto del Partido Comunista (tomo 1, pp. 99- 140); MARX, K., Instrucción
(tomo II, pp. 77- 86); MARX, K., Crítica al programa de Gotha (tomo III, pp.
5-27).