Llamado Al Arrepentimiento
Llamado Al Arrepentimiento
Llamado Al Arrepentimiento
LLAMAMIENTO AL
ARREPENTIMIENTO
“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará;
hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el
tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él. Y
conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba
está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como
la lluvia tardía y temprana a la tierra.”
Oseas 6:1-3
En el antiguo testamento se conocía que solo por medio del arrepentimiento se podía
reestablecer la relación con Dios luego de haber caído y haber despertado el juicio de
Dios, ya que el pueblo de Israel debía a Dios obediencia absoluta.
Por otro lado, en el nuevo testamento, ya existía un hombre que se vestía con piel
de camello y solo comía langostas silvestres con miel, llamado Juan, conocido como el
bautista, quien preparo el camino al Salvador dando el mensaje de arrepentimiento,
Mateo 3:11 “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento” luego aparece el
Mesías, quien hace más énfasis en el arrepentimiento, Lucas 3:8 “Haced, pues, frutos
dignos de arrepentimiento” vemos como el Mesías le añade algo adicional, enseña o
demanda que el verdadero arrepentimiento debe hacerse desde el interior, exigiendo una
limpieza interior.
Es evidente que este llamamiento vino por medio de los labios del profeta. Y por
todo lo que sigue, evidentemente no se arrepintieron, pero llegará el tiempo en que
como nación estas palabras les serán cumplidas de manera literal (Jer. 30:17). Pensemos
en estas maravillosas palabras a la luz de la enseñanza del Nuevo Testamento.
Marcos, el autor del evangelio que lleva su nombre tuvo que arrepentirse, en hechos
13:13 “Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de
Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén.”
2. Habrá AVIVAMIENTO. «Nos dará vida» (v. 2). Después de «curar» y «vendar»
vienen los poderes energizadores de una nueva vida. Cuando el pecador ha sido
perdonado y reconciliado con Dios habrá, o debería haber, una revitalización del
alma por el Espíritu Santo. «Es el Espíritu el que da vida». Él puede hacer todas
las cosas nuevas en nuestras vidas diarias.