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Movimientos Feministas en La Era Digital

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Movimiento feminista en la era digital

Daniela Chica Portilla 

Isabella Delgado Caicedo

Pontificia Universidad Javeriana Cali 

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales 

Santiago de Cali 

2019
Dentro de este texto buscaremos hacer un análisis de los movimientos sociales,

particularmente de los movimientos sociales feministas y cómo se han modificado a la

largo del tiempo, especialmente a partir de la era de la globalización. Cómo es bien sabido

Colombia ha sido un lugar donde la lucha por la reivindicación de los derechos de los

derechos humanos ha estado marcada por el conflicto armado que ha afectado a nuestro

país por más de 50 años, y que al día de hoy todavía afecta el cómo funcionamos, no solo a

nivel institucional, sino a nivel social, cultural y económico. Entendiendo esto, debemos ser

conscientes que no es lo mismo ser mujer en Colombia que serlo en Islandia, incluso, en

otros países de América Latina. Es por esto, que debemos tener presente que las luchas por

la reivindicación de los derechos de las mujeres, luchas que también incluyen a otros

grupos que han tratado de ser anulados de la esfera pública, tales como la comunidad

LGBTI, quienes a su vez tienen sus propios colectivos donde buscan adquirir los derechos, 

les han sido negado históricamente, así como ser escuchados. 

Ahora bien, para poder entender cuales son las implicaciones que tiene la

globalización y la era digital dentro de los movimientos sociales, y especialmente en el

feminismo, es necesario saber ¿qué es un movimiento social?, interrogante que será

definida más adelante. Entendiendo que es un movimiento social, nos podremos adentrar en

el concepto, y saber cómo funciona, cuáles son las dinámicas que entrañan, cuáles son los

elementos fundamentales para que se considere que existe un movimiento social, todos

estos son elementos que nos serviran para poder decir si las nuevas formas de

manifestación social que se encuentran en las plataformas digitales se pueden llamar

verdaderamente movimientos sociales, especialmente en un contexto como el colombiano


donde no toda la población tiene acceso a los medios idóneos para conocer los

planteamientos de estos colectivos.

Para nosotras existe un problema fundamental y es que los nuevos colectivos que se

han venido gestando en los últimos tiempo están modificando las dinámicas de

funcionamiento y que instrumentos usan para llegar a la gente y ahora existe una amplia

oferta de colectivos cuyo espacio de discusión se presenta en plataformas digitales, a través

de diversas redes sociales, tales como Twitter, Fcebook, Instagram o por medio de blogs

donde se publican artículos de opinión. Se están creando nuevos espacios donde se está

buscando generar modificaciones en el status quo para mejorar la calidad de vida de los

individuos. Uno de los colectivos que más está tomando forma en este aspecto, es el

colectivo feminista, a través de diferentes grupos que han utilizado las redes sociales como

su vehículo de cambio, donde no solo buscan llevar la agenda feminista a la mesa de

debate, sino que también a través de artículos, con 280 caracteres en Twitter o con

infografías, fotos, imágenes, etc., todos estos medios para poder generar el cambio tan

anhelado. Surge entonces una interrogante fundamental y es si estos colectivos se pueden

considerar verdaderamente como movimientos sociales, y esto será lo que trataremos de

responder a lo largo de este texto. Para esto utilizaremos como caso de estudio los

colectivos feministas que se han formado en los últimos años alrededor de nuestro

territorio, tomaremos como ejemplos colectivos tales como: “las viejas verdes”, “siete

polas”, “juntes podemos”, entre otros colectivos cuyos proyectos atacan diversos problemas

que aquejan a la sociedad colombiana.


Un movimiento social se puede entender como los esfuerzos colectivos por un

determinado grupo de personas para modificar las normas y valores que se desarrollan

normalmente en periodos largos de tiempo. La caracterización de un movimiento social no

depende de lo físico o temporal aunque se reconoce que existen factores tanto físicos como

factores  temporales que afectan el comportamiento de los integrantes de un movimiento

social. De la misma forma, los componentes de la estructura de un movimiento social

tampoco tiene un corte psicológico dado que ninguno de los que hacen parte de este pierden

su racionalidad frente a la causa sino que por el contrario tiene la capacidad de ser más

críticos de acuerdo con los fundamentos estructurales centrales frente a diferentes eventos

que se puedan presentar en su entorno social o político. Así como ya se ha  mencionado, los

movimientos sociales no depende ni de algo físico, temporal o psicológico tampoco

depende de una determinada clase de interacción o de comunicación para su coordinación

interna o externa dado que estas son cambiantes de acuerdo con el tiempo o el contexto del

que se está haciendo referencia a un determinado movimiento social, sino que depende de

la creencia fundacional que amalgame la reconstrucción de los componentes de la acción

social que quiere llevar a cabo como objetivo final permaneciendo a través del tiempo. 

Según Neil Smelser lo que estructura a los movimientos sociales son sus tipos de

creencias y sus componentes básicos para la acción social. Dentro del tipo de creencia

en el cual se va a basar un movimiento social se contempla la evaluación de la situación

que se desea tratar, los anhelos y expectativas que revisten los objetivos de los

movimientos, las creencias generalizadas no institucionalizadas y los preceptos para

afrontar situaciones no indefinidas o no estructuradas. Por otro lado, dentro de los

componentes básicos para la  acción social se contemplan 4 aspectos de gran


importancia. Primero, los valores o fuentes de legitimidad del movimiento, en segundo

lugar, las normas o procedimientos reguladores de la interacción entre los integrantes,

en tercer lugar, la movilización de la motivación individual para generar una acción

social organizada y finalmente las facilidades que permita la situación para la

organización de la acción social. 

Para que un movimiento social se pueda desarrollar existen ciertas etapas que

deben presentarse no de forma simultánea pero sí consecutivamente, de acuerdo

con Dawson y Gettys: 

1. Etapa preliminar de intranquilidad social 

2. Etapa popular de excitación colectiva 

3. Etapa de organización formal 

4. Etapa de institucionalización  

Es indispensable para poder entender las nuevas formas de organización social que

se están creando hablar de los efectos de la globalización y en general, de la era digital y de

cómo estos fenómenos están cambiando la forma en la que nos comunicamos, nos

relacionamos, incluso, la forma en la que concebimos el mundo. No se puede hablar de la

era digital sin hablar de la globalización, pues los efectos de la globalización se viven de

forma más latente en la era digital, y especialmente en estas últimas décadas donde la

humanidad no ha parado de transformarse. La globalización como fenómeno social ha sido

estudiado y desarrollado ampliamente por diversos autores, pero en este caso, nos

centraremos en el desarrollo que le da Zigmund Bauman, en su texto: “La globalización.

Consecuencias humanas”. Baumann desarrolla su libro en 4 partes que hablan desde


diferentes esferas de los cambios que se han dado a nivel estatal y político debido a la

globalización.

Dentro de este texto nos centraremos en el capítulo: “Turistas y vagabundos”. Este

capítulo es fundamental para entender las nuevas dinámicas que van surgiendo, no solo a

nivel de los movimientos sociales, sino en general en la todas las formas de relación, no

solo con otros individuos, sino también con el mundo. Las formas anteriores para poder

conocer el mundo implicaban coger una maleta e irse a recorrer el mundo, si se tenían los

medios y el tiempo claro está, hoy en día las personas están en la posibilidad de concoer el

mundo a través de una pantalla de celular o de un computador, es inneglable que este tipo

de posibilidades han cambiado la forma en la que vivimos para siempre. Entender que

somos un mundo que está en un permanente cambio y movimiento, Baumann (1999)

sostiene:

“La idea del “estado de reposo”, la inmovilidad mundo que permanece inmóvil o al

que puede atribuirse ese estado; en un lugar con muros sólidos, caminos rígidos y carteles

lo suficientemente firmes para oxidarse. Uno no puede “quedarse quieto” en la arena

movediza. Tampoco puede hacerlo en nuestro mundo moderno tardío o posmoderno, cuyos

puntos de referencia están montados sobre ruedas y tienen la irritante costumbre de

saparecer sin darnos tiempo de leer las instrucciones, digerirlas y aplicarlas” (p. 104)

Lo propuesto por Baumann es vital para entender las nuevas formas de protesta y

movilización a nivel social y político. Los movimientos sociales, como si se tratara de

especies animales, deben estar dispuestas a adaptarse o morir, pues es necesario poder

mantenerse al ritmo de los cambios de la humanidad para de esta forma hacer un análisis

crítico de la realidad social, entender que está mal y tratar de cambiarlo, siendo esta una de
las principales motivaciones de los movimientos sociales, y que como ya Baumann expuso,

es algo bastante difícil de realizar.

Las telecomunicaciones han sido uno de los grandes inventos de la humanidad, y

todas las mejoras que se le han hecho a las mismas desde su invención han buscado

facilitarle la vida a la humanidad (o por lo menos a una parte de ella), con mayor razón la

llegada del internet y todo lo que conlleva el mismo ha sido totalmente revolucionario para

los individuos, saber que contactar a otra persona está al alcance de un click es algo que

nuestros abuelos no podían imaginarse como posible. Es por esto que debemos reconocer

que la tecnología ha modificado de forma definitiva la forma de hacer protesta, y de manera

global, ha cambiado la forma en la que concebimos los movimientos sociales. Hoy en día

para convocar a una protesta solo se necesita hacer una cadena de difusión por WhatsApp,

publicar un poster en Facebook, Twitter e Instagram, y de esta forma lograr una asistencia

masiva, tal es el caso de las protestas estudiantiles que se realizaron el año pasado, donde la

mayoría de los canales de información fueron precisamente los mencionados anteriormente.

Charles Tilly sostiene que (2005):

“Los movimientos sociales construyen, crean y transforman los circuitos políticos.

En este sentido, los medios de comunicación marcan la diferencia, precisamente,

por la razón mencionada: porque cada medio, con sus propios métodos, refuerza

algunas relaciones, facilita otras conexiones que de otra manera serían difíciles de

establecer o mantener y excluye un buen número de de otros posibles vínculos”

(p.18).
Es fundamental el aporte de Tilly a este campo pues es necesario hablar también de

las complicaciones propias de estas formas de comunicación y esto es las personas que

quedan excluídas del debate debido a la imposibilidad de tener acceso a estas formas de

relacionarse por diversos factores, tales como la edad, las posibilidades económicas de

acceso a los equipos donde se dan este tipo de mensajes, o incluso por razones culturales,

siendo esto un punto álgido del debate debido a la diversidad que encontramos en

Colombia, pues a nivel rural las oportunidades no son las mismas que a nivel urbano, sin

contar también con los problemas que se presentan en las periferias del país donde no solo

influyen los factores culturales sino también la misma ausencia del Estado que ha

dificultado que este tipo de recursos lleguen a todos los habitantes de dichas zonas.

Es vital entender este contexto para poder adentrarnos en el tema principal de este

ensayo y es en como estos cambios que hemos mencionado que han pasado en lo que

llevamos de siglo han afectado al movimiento feminista, y particularmente, como lo han

hecho en Colombia, pues el debate sigue vigente, y más hoy en día cuando existen más

herramientas que al principio del siglo, y donde las críticas que se presentan a la forma en

la que se están gestando las protestas y los movimientos sociales no son pocas, es por eso

que es importante primero empezar con un poco de historia de los inicios del feminismo en

Colombia, especialmente de sus inicios revolucionarios.

De igual forma se debe tener en cuenta que el Internet es solo una de las

herramientas que utilizan los movimientos sociales. Así como Castells afirma:

“La mayor parte de movimientos sociales y políticos del mundo de todas las

tendencias utilizan Internet como una forma privilegiada de acción y de

organización. Esto simplemente quiere decir que Internet es un instrumento… en la

sociedad hay un salto de los movimientos sociales organizados a los movimientos


sociales en red en la base de coaliciones que se constituyen en torno a valores y

proyectos. Internet es la estructura organizativa y el instrumento de comunicación

que permite la flexibilidad y la temporalidad de la movilización, pero manteniendo

al mismo tiempo un carácter de coordinación y una capacidad de enfoque de esa

movilización.” (Castells,2001:7-8)

La invención del Internet ha sido de las herramientas más importantes y fundamentales

en el proceso de expansión, visibilización y movilización de los distintos movimientos

sociales que le son mayormente atribuidos a minorías que no podían o costear otros medios

de comunicación como la radio, la televisión y los periódicos o no podían atravesar las

barreras de lo local (Montserrat, 2001).  No obstante, los movimientos sociales que se han

desenvuelto en las plataformas sociales también presentan ciertas dificultades ya que la red

puede ser una herramienta de gran utilidad al mismo tiempo se puede convertir en un

obstáculo considerable para el desarrollo y el proceso de transformación de los

movimientos sociales. De las dificultades que se puede destacar se encuentran: 

1. Control de la información 

El ciberespacio al ser un lugar tan amplio de almacenamiento, envío y creación de

información permite que todo el mundo tenga acceso a esta y los usuarios tiene la libertad

de reproducirla o cambiarla a su manera. Esto representa sin lugar a duda una ventaja para

los movimientos sociales que pretenden hacerse presentes en la esfera pública de las

sociedades donde escriben y denuncian sin una autoridad digital que les restrinjan o les

permitan subir a Internet determinado tipo de información. A pesar de que los movimientos

sociales tienen este tipo de privilegios en la red, ellos no son los únicos usuarios que se

introducen a las distintas redes sociales por lo que no tiene un control sobre la información
que está dentro de Internet. Esta falta de control sobre los miles de millones de usuarios que

hay en las redes sociales limita su capacidad de aceptar o rechazar información que fluctúa

sobre determinados temas que pueden ser contraproducentes para las funciones e imagen de

los movimientos mismos. 

2. Control de la difusión de la información 

Así como los movimientos sociales que se encuentran diseñados en plataformas

digitales, les es casi imposible tener control alguno sobre la información que usan y suben

las personas que hacen uso de las redes sociales, también tienen dificultades para tener un

manejo sobre la capacidad de dispersión y el tiempo es que puede difundir la información.

Esta impotencia que representa la dispersión de la información se puede ver desde dos

puntos vista en los movimientos sociales, el primero sería cuando un movimiento no tiene

la capacidad suficiente de influencia para dispersar la información que necesitan al público

al que originalmente desean llegar estancando de algún modo el nivel de movilización y

vinculación de las personas. O, por el contrario, el segundo punto de vista sugiere que la

capacidad influencia de un movimiento social es tan grande que abarca tipos de público que

tratan de evitar o no desean llegar, haciendo que en últimas sean blanco de violencia, acoso

y tergiversación digital de la información que se maneja. 

3. Organización interna 

La organización interna de un movimiento social digital es otra de las limitaciones a

las que se tiene que enfrentar ya que la red al tener la capacidad de albergar a tantos

usuarios al mismo tiempo que pueden estar vinculados a diferentes actividades digitales al

mismo tiempo hace compleja la labor de poder trasladar los planes de acción del plano

digital al plano real de tal modo que se pueda realizar con éxito y se pueda dar con la

cantidad de personas y recursos que originalmente se esperaba. La dificultad de la


organización de los movimientos social digitales se incrementa cuando pasa a ser un

movimiento trasnacional ya que no solo se reproduce físicamente ya sea a nivel local o

nacional, sino que tiene diversos puntos en todo el mundo con necesidades y contextos

diferentes que muchas veces son difíciles de tener en cuenta.

4. Problema de la multiplicidad y diversidad 

Con llegada de la era digital y la globalización expandiéndose cada vez más en la

cotidianidad de los seres humanos, el mundo comienza a perder la solides en todas sus

esferas ya que se empieza a crear y reconocer una multiplicidad de subjetividades nuevas

que no son estáticas, sino que son cambiantes de forma constante en el tiempo. Existe, por

ende, un vacío en la sociedad donde cada uno está en la libertad de cambiar y ser lo que sea

a su placer con el propósito sentirse a gusto con quien es (Lipovetsky, 2000). Para los

movimientos sociales digitales esta variedad de subjetividades que naces, cambian y

desaparecen en cuestión de poco tiempo son problemáticas que si bien tratan de adherir a la

mayor cantidad de personas que este en pro de una causa estructurada por unos valores y

principios se les es difícil muchas veces de abarcar a usuarios con tan distintas

subjetividades, provocando que un futuro o se fragmenten por cuestiones mínimas e

insignificantes o se estanquen y desaparezcan como movimiento.

Es importante en este punto hacer una distinción en la historia de la humanidad, y

en particular, en la historia colombiana entre mujeres y hombres, pues las experiencias de

las mujeres a lo largo de la historia distan mucho de ser las mismas que las de los hombres,

Florence Thomas sostiene que: “el planeta Tierra está poblado de hombres y mujeres cuyas

historias, tanto de sus conciencias como de sus cuerpos, han sido demasiado diferentes”

(2006, p. 37). Esto no querer decir que las mujeres y hombres no experimentan los mismos

sucesos, esto seria impreciso e impertinente, pues es claro que tanto hombres como mujeres
en Colombia han vivido la época de la violencia, el posterior conflicto armado, etc, entre

los muchos otros sucesos que han marcado la experiencia de los colombianos, pero

debemos entender que ni hombres ni mujeres han vivido estos sucesos de igual forma y es

por eso que es necesario hacer esta primera distinción.

Ahora bien, las ideas de una revolución feminista se empiezan a gestar alrededor de

1930 con las primeras líderes que se encargan de velar por los derechos de los hombres y

mujeres obreras que trabajaban en las fábricas. En esta época empiezan a resonar nombres

tales como María Cano, Betsabé Ospina, entre otras que buscaron lograr cambios a nivel

legislativo. A partir de 1932 empieza una oleada de leyes que buscan mejorar la vida de las

mujeres y también darles la libertad que el mismo derecho les había quitado. Entre los

logros de esa época se encuentra la posibilidad de administrar sus bienes, poder ingresar al

bachillerato, la educación superior y el derecho a desempeñar cargos públicos.

Posteriormente, la lucha feminista se puso como ojetivo lograr el voto para la mujer,

que le fue otorgado en 1954 y se hizo efectivo en 1957, es decir, hace apenas 62 años que la

mujer pudo votar por primera vez. Contrario al imaginario popular de que este era el logro

máximo de la revolución feminista, y que de ahí en adelante seria todo una especie de

mundo post-feminista, todavía quedaban y quedan muchas cosas para hacer por las

mujeres, especialmente en Colombia un país donde como ya se mencionó anteriormente el

conflicto armado permeó la vida de todos los colombianos durante más de 50 años.

Debemos entender que muchas veces los avances legislativos no van acordes con los

momentos culturales que están viviendo las diferentes sociedades, y esto no solo sucede en

Colombia, es algo que ha sucedido en todas las partes del mundo en todas las épocas.

Otro de los momentos icónicos en la vida de las mujeres fue la creación de las

pastillas anticonceptivas, es icónico pues es la primera vez que “las mujeres pueden separar
sexualidad de reproducción” (Thomas, 2006, p.44). Este invento llega a la vida de las

mujeres alrededor de los años 70, otorgándole a las mujeres una sensación de liberación, en

todos los espacios de la vida privada de las mujeres, e incluso en la vida de los hombres. La

llegada de la píldora anticonceptiva conlleva a la disminusión del número de nacimientos

por mujer desde los años 60, hasta el recrudecimiento del conflicto armado, donde se ha

visto en aumento. En Colombia existe un problema fundamental, y es que los cambios que

se dan en las ciudades no necesariamente se dan en el campo, y esto es como mínimo

polémico, pues significa que en un mismo país, mientras unas mujeres están en el siglo

XXI, otras siguen atrapadas en el siglo pasado.

Otro de los avances legislativos más importantes logrados en el siglo pasado fue

establecer que el uso del apellido del conyuge deja de ser obligatorio, se planteá la igualdad

de los sexos frente a la ley y por lo tanto la eliminación de la potestad matrimonial y se

establece el divorcio del matrimonio civil, la separación de cuerpos y bienes del

matrimonio. Es fundamental entender la importancia de estas leyes pues su implicación es

que las mujeres dejan de ser propieda de sus esposos, algo que en esa época era impensable.

Uno de los momentos históricos más importantes para la vida marital de las mujeres es

cuando se declara que el abuso o psicológico en contra del cuerpo de las mujeres y su

sexualidad es un delito, esto es fundamental para el avance de los derechos fundamentales

de las mujeres, busca garantizarle a las mujeres una autonomía total de sus cuerpos, lo cual

al día de hoy puede darse por sentado pero en esa época fue algo histórico, que no solo

cambio modificó el ordenamiento jurídico, le dio un verdadero giro al como se llevan las

relaciones de pareja, y a como se perciben en el imaginario público.

Tabla 1

Avances legislativos en los derechos de las mujeres.


DERECHOS OBTENIDOS POR LAS MUJERES COLOMBIANAS ENTRE LOS

AÑOS 80 Y 90
DERECHOS Y NORMAS CONTENIDO

C.N 1991 Consagra la no discriminación de la mujer

en los artículos 2, 13, 40, 42 y 43.

No Suscribe la Convención sobre la

discriminación Ley 051, 1981 eliminación de discriminación contra la

mujer (CEDAW).

Decreto 1398/1990 Reglamenta la Ley 051.

Decreto-Ley 100/1980 Penaliza los delitos contra la libertad

sexual y dignidad huamana.

Ley 248/1995 Aprueba la Convención Interamericana

para prevenir, sancionar y erradicar la

violencia contra la mujer.

Ley 294/1996 Art. 42 C. Normas para prevenir, remediar y

sancionar la violencia intrafamiliar.

Protección integral de la familia.

Ley 572/2000 Modifica la ley 294. Retira de juzgados la

violencia intrafamiliar, pasa a comisarías


Contra de familia.

la violencia

Ley 360/1997 Aumenta la pena en los delitos contra la

libertad y pudor sexual y establece

Catálogos de Derecho para las víctimas.

Ley 599/2001 Código Penal aumenta la tipificación de

conductas contra la libertad sexual.

Ley de cuotas. Reglamenta la adecuada y

Participación Ley 581/2000 efectiva participación de mujeres en

niveles decisorios en ramas y órganos del

poder público (en un 30% mínimo).

C.N. 1991 Artículo 5 y 42.

Decreto 2669/1988 Divorcio del matrimonio civil ante

notario.

Ley 54/1990 Régimen patrimonial entre compañeros

permanentes. Reconoce la unión marital

Familia de hecho.
Ley 25/1992

Divorcio matrimonio civil cesación de

efectos civiles del católico.

Ley 82/1993

Apoyo especial a la mujer cabeza de

familia. Accesos preferenciales para

educación, textos escolares, etc.

Ley 258/1996

Se establece la afectación a vivienda

familiar.

Ley 311/1996

Se crea el Registro Nacional de Protección

Familiar.

Resolución 5454/1992 Asigna funciones a Comités de Ética

Hospitalaria y Participación Comunitaria.

Salud

Acuerdo 77/1997 Acceso prioritario de mujeres cabeza de

familia al Régimen subsidiado.

Código Sustantivo Descanso remunerado: parto, aborto,

del Trabajo lactancia. Prohibición de despidos en


embarazo.

Resolución 4050/1994 Prohibida la prueba de embarazo para

vinculación de trabajo. Reubicación de

Trabajo embarazada.

Jurisprudencia CC/1992 Corte Constitucional: reconoce el trabajo

y sentencia C-51/1995 doméstico en el hogar como varolable en

dinero.

Corte Constitucional: prestaciones

sociales para quienes laboren en

instituciones sin ánimo de lucro y en

servicio doméstico.

Ley 30 de 1988 Reforma Agraria, tutulación a mujer.

Mujer rural

Ley 160 de 1994 Reforma Agraria, titulación a jefas de

hogar y víctimas de violencia.

Ley 731 de 2002 Mejorar la calidad de vida de mujeres

rurales y medidas para equidad entre

hombre y mujer rural.


La tabla 1 muestra las leyes que han surgido entre los años 80 y finales de los 90 en pro de

mejorar las condiciones de las mujeres. Autor: Thomas Florence.

Después de esto se viene una época dificil para Colombia, pues es a partir de esta época

cuando el conflicto armado se recrudece, afectando principalmente a la parte rural de

Colombia, pero que de todas formas pone en suspenso muchas formas de protesta social,

por temor, por violencia, y en especial porque desde esa época el asesinato de líderes

sociales que buscan mejorar las condiciones de la población ha sido parte del día a día del

país. Por lo tanto la revolución feminista fue puesta en pausa, o por lo menos obligada a

suspenderse para dar paso a otros problemas que aquejan a la sociedad colombiana, debido

a la inequidad, a la crisis económica en la que viene sumida el país desde ese entonces,

entre otros problemas que derivan del conflicto armado. Aún a pesar de esto, en el 2006 de

la mano de la Corte Consitucional a través de la sentencia C- 355 de 2006 se logra la

despenalización del aborto en 3 causales específicas, que son:

1. Cuando la continuación del embarazo constituye peligro para la vida o la salud de la

mujer.

2. Cuando existe grave malformación del feto que haga inviable su vida.

3. Cuando dicho embarazo sea producto de una violación.

Esta providencia judicial no ha sido bien recibida por los sectores más

conservadores de la sociedad colombiana, más cuando a pesar de concebirnos como un

Estado laíco la separación entre iglesia católica y Estado es algo más de papel que de

realidad. De todas formas sigue siendo histórico, especialmente para ser uno de los pocos
países latinoamericanos que permite el aborto como mínimo en algunos casos. Colombia es

el claro ejemplo de lo que Thomas Florence llama una “revolución inacabada”. Esto se

debe a diversos factores que hacen del caso colombiano un escenario complicado para

cualquier tipo de lucha social.

En términos estadísticos al 2018, de los 48.258.498 millones de habitantes en

Colombia, 51,2% son mujeres (DANE). Es decir, se viene violentando de manera

sistemática a más de la mitad de la población colombiana. Según los informes de medicina

legal entre el 2006 y el 2015 se realizaron 210.933 exámenes por presunto delito sexual,

donde “el 85% de las vícitmas fueron mujeres, esto quiere decir que por cada hombre

víctima de presunto delito sexual hay 6 mujeres víctimas” (2015, p 360).

Es en la última década cuando se han venido gestando nuevos movimientos sociales, que

tienen como instrumento de difusión plataformas digitales, que buscan generar cambios

sociales desde sus diferentes perspectivas, y que entre todo lo que buscan es que las

mujeres tengan la información suficiente para poder tener vidas plenas, además de saber

cuales son sus derechos y de esta forma poder ejercerlos.

Para evidenciar lo anteriormente discutido, decidimos utilizar como caso de estudio

los nuevos colectivos que se han venido conformando a lo largo de la última década en el

territorio colombiano. Es en caso de las viejas verdes, una plataforma digital conformada

por Catalina Ruíz Navarro, Maria del Mar Ramón, Gigi Borré, Sher Herrera, Juliana

Abaúnza, Matilde de los Milagros Londoño, Luisa Castellanos e Ita María, 8 mujeres que

decidieron crear una plataforma digital a finales de 2018 debido a las diversas situaciones

que afectaron a LatinoAmérica a lo largo de ese año, como el ascenso de Bolsonaro a la

presidencia de Brasil, un personaje que y la propuesta de la Corte Constitucional en

Colombia de crear una limitación al número de semanas de gestación que debe tener una
mujer para poder abortar. Crearon este colectivo con la expectativa de generar canales de

información veraz sobre el aborto, un debate que al día de hoy se mantiene vigente en la

sociedad colombiana. De esta forma son un movimiento que no solo se quedo en su

plataforma digital, sino que de forma periódica buscan reunirse y generar espacios donde

poder compartir con otras mujeres, no solo sus conocimientos propios sino también,

encontrar un lugar donde enriquecer el debate que está en la escena actual sobre las

diversas vertientes que tiene el feminismo. 

Es también importante analizar el caso de otro colectivo que se formó en el seno

colombiano, y es el caso del colectivo siete polas. Este fue creado en 2017 por: Carolina

Sintura, Paola Silva, Vanessa Daza, Daniela Escobar, María Paula Toro, Juliana Saldarriaga

y Camila Pérez.  El colectivo funciona a través de una página web donde de manera

periódica publican diversos artículos de los problemas que atañen a la lucha feminista,

además de tener una cuenta en instagram y twitter donde buscan mandar mensajes un poco

menos profundos que en sus artículos, pero que generen impacto y curiosidad entre los

usuarios de dichas redes sociales, además de dar sus opiniones personales respecto de las

problemáticas que se presentan en el país. Es un espacio donde se busca dar a entender lo

que significa: “ser, crecer y existir como mujer en el mundo y en Colombia”. Uno de sus

más recientes logros en la creación de un emoji que funciona a nivel internacional en contra

del acoso en línea. Un ejemplo más de cómo la era digital ha venido creando nuevos

problemas para diversos sectores de la sociedad, pero también esto nos muestra como los

colectivos se van adecuando a la nueva realidad. 

Estos y muchos otros colectivos de la actualidad colombiana han centrado su labor

en tratar de hacer de Colombia un lugar más amable para las mujeres, así como volverlas

concientes de sus derechos y de cómo ejercerlos. Este tipo de colectivos tiene unos
problemas fundamentales que se trataran más adelante, pero también tienen muchas

ventajas a la hora de revisar sus efectos, probablemente una de las mayores ventajas es que

llega a públicos jóvenes (por supuesto jóvenes que tienen acceso al internet y a estas redes

sociales), lo cual puede garantizar que por lo menos ese grupo privilegiado de jóvenes

tengan conciencia de los problemas que aquejan a la sociedad en general, y a las mujeres en

particular, y que estos mismos jóvenes tengan en sus manos la posibilidad de ser gestores

de cambio desde sus diversas realidades, lo cual anteriormente era una posibilidad que muy

pocos tenían. Otra ventaja que tienen este tipo de plataformas es que la información está al

alcance de un click, cosa impensable hace 60 años, es decir, las posibilidades para acceder a

este tipo de plataformas son infinitas, y para conocer los contenidos que producen las

mismas es mucho más fácil, y mucho menos riesgoso de lo que era hace 6 decadas.

Si bien los movimientos feministas han tenido éxito para adaptarse y ampliarse a

trávez de las las redes sociales que se han venido  proporcionado desde la década de los 70s

mediante la globalización que crece exponencialmente cada año, para así generar un mayor

impacto no solo sobre una población local sino también sobre la población global acerca de

sus valores o ideales que construyen en conjunto con los integrantes del movimiento. En la

actualidad, estos mismos movimientos se han tenido que enfrentar con limitaciones y

dificultades  para acceder estos medios de comunicación masivos o incluso dentro de las

mismas redes sociales se producen ciertas problemáticas que frenan el proceso de

socialización, movilización y comunicación de los objetivos e ideales que estructuran cada

movimiento de forma independiente. Algunas de las dificultades que enfrentan hoy en día

las mujeres que hacen parte de un movimiento feminista virtual que se explicaran a

continuación se encuentre las brechas de género digitales, la censura, el acoso cibernético,


la distinción entre una consumidora y una activista digital y la persistencia del lenguaje

machista en las redes sociales.   

1. Brechas digitales de género/ Accesibilidad a las redes sociales 

Dentro de estudios sociales se entiende por brecha a la distancia que existe entre los

diferentes grupos de una población que por lo general gira entorno al acceso de los

servicios, al alcance de metas o beneficios determinados. La brecha es usualmente utilizada

para destacar desigualdades que son bastante visibles e implican la estratificación que

puede o no tener puntos intermedios (Calderón, 2010). Teniendo esto claro. las brechas de

desigualdad entre el género femenino y el género masculino siempre ha sido una

problemática para la emancipación, el empoderamiento y la visibilización de la mujer tanto

en su esfera pública como privada. De los campos que las mujeres han tenido que lidiar con

estas brechas, que se pueden reducir o por el contrario ampliar, se encuentra el campo

laboral que incluye desde los cargos a adquirir en una empresa, la diferencia entre las

remuneraciones de hombres y mujeres hasta la denuncia en el acoso laboral. La familia es

otro de los campos donde las mujeres han tenido que enfrentarse a un brecha dado que a

nivel societal y cultural se ha construido un estereotipo de las mujeres que tiene una familia

solo pueden dedicar su vida a cuidar de sus hijos y esposos mientras que las pocas mujeres

que tienen una carrera exitosa con altos ingresos sencillamente no puede hacerse cargo de

una familia dado que no tiene ni el tiempo ni la disposición para hacerlo. Cabe aclarar que

existen muchas otras brechas de desigualdad, igual de visibles y preocupantes que acaparan

la cotidianidad de las mujeres cada vez más.

Se pensaría que con la llegada del Internet y la ampliación del ciberespacio los

movimientos feministas y en general los movimientos sociales integrados por minorías


marginadas tendrían la oportunidad de abrirse al mundo para ser escuchadas y de alguna

forma la brecha se reduciría de manera considerable. Sin embargo, estas brechas

lamentablemente se ha trasladado a las redes sociales digitales dado que así como en la

ciencia a las mujeres les ha llevado décadas para ser reconocidas, también les ha llevado

tiempo en abarcar un espacio similar a la de los hombres en el territorio digital. Esta brecha

digital existe por las limitaciones que tiene las mujeres desde su desarrollo laboral y

personal para acceder y usar las redes sociales. Estas limitaciones son más frecuentes en

mujeres que viven en áreas urbanas que rurales, ya que si bien en las áreas rurales acceder

no solo a un dispositivo electrónico sino que en sí a la red inalámbrica es bastante

complicado; en la áreas urbanas aunque el número de mujeres que pueden acceder a las

redes social es mayor, su uso es casi igual al de las mujeres rurales que tiene acceso a esta

por lo que su vida laboral aborda casi por completo su tiempo disponible para ingresar a la

red y participar de ella, además en su tiempo libre usualmente tiende a atender otras

responsabilidades que son de mayor prioridad. El uso de las redes sociales en las mujeres

además de estar asociadas a su vida laboral y su disponibilidad de tiempo, también se ve

muy relacionada el nivel de remuneración que adquieren, en cuanto a que las mujeres con

buenos salarios usan con mayor frecuencia las redes social, la frecuencia de uso es aún

mayor que la de los hombres que hacen uso de Internet (Bonavitta, De Garay & Camacho,

2015). 

2. Censura 

En en las redes de comunicación digital la libertad de expresión y el respeto por la

minorías siguen estando en constante tensión. Dentro de las plataformas virtuales donde

estructuran variados movimientos feministas se ha podido efectuar una impresionante


organización tanto en sus estructuras y preceptos internos como en la realización de

movilizaciones de las grandes masas simpatizantes a lo largo de todo el mundo. No

obstante, incluso en esta organización que resulta bastante compleja siguen teniendo

irregularidades causadas por las minorías que se le adhieren, provocando que el

movimiento tenga matices dependiendo de donde se encuentren las minorías ubicadas

geográficamente y contextualmente. Estas matices tiene como resultado gran parte de las

veces el censuramiento de cuentas y páginas dado que el tipo de información que contienen

rompe con los esquemas conservadores de algunas regiones, Estados y sociedades

arraigando más el odio y represión por parte del resto de la comunidad. Este tipo de matices

que intentan poner en acción su derecho por la libre expresión también representan de algún

modo un freno para los movimientos feministas que los acogen porque obstaculiza el

proceso de transgredir las normas sociales establecidas  (Bonavitta, De Garay & Camacho,

2015).

3. Acoso cibernético/ Violencia digital 

Otra de las limitaciones a las que se exponen la población femenina en las redes

sociales es a la continua violencia y acoso que también se ha trasladado al espacio

cibernético como las brechas de desigualdad. Esto sucede porque así como Internet es un

espacio de sana interacción y comunicación, con las décadas también se ha convertido en

un lugar que al abarcar a tantas personas con subjetividades tan distintas y tan información

se ha vuelto bastante difícil controlar con herramientos de éticas y morales  pues que se

tiene tanta libertad que cada quien puede decir, publicar o escribir de lo que quiera. Es de

esta libertad que surge un problema de seguridad que afecta en la mayoría a las mujeres,

jóvenes y niñas que puede ser acosadas en sus redes sociales o violentadas con mensajes de
odio, publicaciones sin su consentimiento, difamación de su nombre e imagen hasta ser

buscadas. Es problemática de la seguridad no solo impacta en la vida de las que son

miembros de movimientos feministas sino a las mujeres en general; por este tipo de

inseguridades es que las mujeres prefieren no hacer uso de la red para evitar exponerse y

ser en un futuro lastimadas, lo que al final disminuye considerablemente su integración con

la tecnología.

1. Entre consumidora y activista 

Se tiene la creencia que tener acceso y hacer uso de las redes sociales ya hace a un

individuo de forma directa un activista de los diferentes movimientos sociales a los que

puede estar expuesto. La dificultad con esta creencia es generar una similitud entre lo que

es ser una activista y ser una consumidora activa, esta similitud que se da es un enorme

problema a los movimientos feministas ya que en general dentro de sus objetivos es sacar a

las mujeres y a las personas del consumo de las redes sociales que son propiciados por

estereotipos de las grandes marcas del mundo para poder cambiar la imagen que se tiene de

las mujeres de entre tan cosas. No es lo mismo ingresar a las redes sociales por

entretenimiento o por averiguar qué es tendencia ha hacer uso de las redes sociales para

generar canales de información y formación de proyectos para unir y ayudar a distintas

comunidades bajo un principio rector.  Muchas de las mujeres en la actualidad son

calificadas como consumistas digitales antes que activistas de acuerdo con el tipo de

páginas que visitan, las búsquedas que tienen en internet y los fines por lo cuales que entre

en la red (Montserrat, 2001).


CONCLUSIONES 

Ya para finalizar, a lo largo del trabajo nos encargamos de hacer una reconstrucción

teórica de lo que son los movimientos sociales, de cuáles son sus limitaciones en esta nueva

era, y ahora, habiendo expuesto lo anterior, para nosotras es evidente que el hecho de que

los movimientos sociales hayan tenido que adaptarse a las nuevas dinámicas de

funcionamiento no los hace menos válidos o legítimos. Debemos entender que el mundo

está cambiando y que los movimientos sociales no pueden ser ajenos a ese cambio, es

menester de ellos adaptarse a los cambios del mundo y afilar el ojo crítico para poder

reconocer las nuevas dinámicas sociales que se están gestando, para así poder lograr su

cometido de generar un verdadero cambio en la sociedad.

Ahora bien, es evidente que existen problemas con este tipo de movilización social,

pues debemos reconocer que el hecho de que se esten gestando los cambios a través de

plataformas digitales es algo complicado para un país como Colombia donde no todas las

personas tienen acceso a este tipo de recursos, como ya expusimos a lo largo del texto. Esta

ha sido una de las críticas más fuertes que se le ha realizado a los colectivos feministas

actuales, pues tienden a plantear una imagen única del feminismo, el tan criticado

feminismo pop, lo cual ha hecho más propicio que se invisibilicen las experiencias

particulares de otras mujeres que también necesitan ser escuchadas. Para nosotras seria vital

que este tipo de colectivos busquen darle voz a aquellas mujeres que no pueden por sus

diversos contextos, y que cómo mínimo se ponga sobre la mesa sus problemas y viviencias,

pues si bien estos colectivos son integrados por varias mujeres de diversas partes de

Colombia, debemos reconocer que generalmente son mujeres cisgenero de clase media o
alta, que si bien eso no es un impedimento para ser feministas, no son las únicas que hay y

están lejos de ser la mayoría.


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