Tercera Entrega - Psicologia Social
Tercera Entrega - Psicologia Social
Tercera Entrega - Psicologia Social
DOCENTE:
YURY ESTEFANIA PERDOMO JURADO
Tabla de Contenido
Capítulo 1. Introducción..................................................................................................................1
Justificación.....................................................................................................................................2
Objetivo general...............................................................................................................................3
Objetivos específicos.......................................................................................................................3
Capítulo 2. Marco de referencia......................................................................................................5
Marco teórico...................................................................................................................................7
Post Conflicto.................................................................................................................................7
Capítulo 3. Metodología................................................................................................................12
Tipo y diseño de investigación......................................................................................................12
Participantes...................................................................................................................................13
Referencias bibliográficas.............................................................................................................17
iii
Resumen
Nuestro país que a pesar de estar lleno de innumerables riquezas y de tener una gran diversidad de
culturas, enfrenta una problemática que lleva más de 4 décadas y que en los últimos años ha sufrido
una metamorfosis; quizá más compleja y más dura de enfrentar que su versión anterior; Colombia
una de las democracias más antiguas y al parecer más sólidas de esta parte del continente no se ha
podido desligar de la sombra y el fantasma de la guerra, que hoy en día ha tenido una mutación
llamada posconflicto, que a juzgar por sus efectos colaterales es y puede llegar a ser más peligroso
que el mismo conflicto. (Madariaga, Molinares, & Baena, 2016).[ CITATION Cam16 \l 9226 ].
Este posconflicto trae sujeto una serie de implicaciones en varios contextos , en el político
encontramos a sus más crudos representantes haciéndose fuerte en la parte judicial llevando la
guerra a otra dimensión que se creía imposible, en lo militar hallamos a personajes reacios al
cambio quienes han recrudecido aún más la guerra en las montañas colombianas, en lo económico
existe más pobreza que ha crecido exponencialmente por los desplazamientos ya que han surgido
más actores violentos y organizaciones delictivas queriendo tomar posesión de territorios que se
contemplaban ya en paz, en lo educativo vemos como se ha tergiversado la historia y como a
nuestros niños le ofrecen una versión totalmente desfigurada y alejada de la realidad; sin embargo y
parece no ser suficiente con los problemas que esta transformación nos ha dejado le sumamos la de
un país sin memoria, de unas nuevas generaciones sin conciencia las cuales quieren librar una
batalla con el estado sin tener el más mínimo conocimiento de él porque quieren dar la pelea.
(Madariaga, Molinares, & Baena, 2016).[ CITATION Cam16 \l 9226 ].
En esta nueva etapa de este conflicto que en los últimos años ha tenido una intensidad mediática
bastante fuerte, donde el enfrentamiento coercitivo entre las partes cambia radicalmente afectando
social y psicológicamente a los actores inmersos en esta problemática social.
Pregunta Problema
¿Cuáles son los efectos del posconflicto en la población reinsertada que vive en la ciudad y su
adaptación a la vida civil?
Justificación.
El conflicto colombiano que a lo largo de los años ha afectado a nuestro país y a todos los
colombianos sin importar su ubicación geográfica, se han visto afectados de alguna manera, desde
los años 80´s cuando el narcotráfico sacudió de manera hostil y salvaje las áreas metropolitanas y
ciudades principales; no se veía tanta afectación social es decir las consecuencias que nos ha traído
el posconflicto han sido de especial consideración, teniendo en cuenta el aumento de familias
desplazadas de las áreas rurales en busca de oportunidades laborales, educativas, seguridad social y
las condiciones mínimas que les permita tener una condición de vida digna.
Este trabajo es importante porque pretende estudiar y analizar los diferentes efectos que nos ha
traído el posconflicto en cada una de las perspectivas sociales y la afectación dentro de las mismas,
ahondar en cada uno de los contextos para finalmente llegar a conocer lo que realmente pasa en la
vida de las personas y familias que enfrenta una apuesta a una nueva vida después del Posconflicto.
Venegas, L. R., Gutiérrez, V. A., & Caicedo Cardeñosa, M. F. (2017).[ CITATION Roc15 \l 9226 ]
Objetivos:
Objetivo General:
Analizar los efectos del Post Conflicto en la población reinsertada que vive en la Ciudad de Bogotá
y su adaptación a la vida civil.
Objetivos Específicos:
El concepto de postconflicto data del año 1992 cuando el Secretario General de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali creó la Agenda para la Paz. Fue en este
documento que se puso de manifiesto la gran preocupación de este organismo internacional por
aprovechar períodos de paz (fin de la Guerra Fría) para establecer criterios que contribuyeran a
favorecer, solucionar y prevenir conflictos entre países y al interior de estos. Aparece aquí el
concepto de construcción de paz para el postconflicto (post-conflict peacebuilding) (Rettberg
2003). Ugarriza (2013) señala que el posconflicto cuenta con un criterio conceptual que permite
ubicarlo desde el punto de vista temporal. Esto quiere decir que lo que ocurre posterior a la
solución del conflicto –sea esto gracias a una negociación, a una victoria militar u otra forma– es
denominada posconflicto. El punto de referencia para que este se erija es la construcción de paz
que se define como: “el fortalecimiento y la solidificación de la paz para evitar una recaída en el
conflicto” (p. 144).
El conflicto interno que ha vivido Colombia desde hace más de cincuenta años, involucra diversos
actores, afectando su estructura política, social y económica, por ende, perjudicando a todos los
niveles de gobierno, instituciones y sociedad. De ahí que la confrontación armada Este fenómeno
ha dejado en Colombia al menos 220.000 personas muertas, 25.000 desaparecidas y 4.744.046
desplazadas en el periodo comprendido entre 1958 y 2012 (Centro Nacional de Memoria
Histórica , 2013) represente una de las principales causas de inseguridad en el país y por tanto, un
desafío para el Estado, sí se tiene en cuenta que ad portas de un escenario de postconflicto,
fenómenos ya presentes como la desigualdad social, la pobreza, la falta de empleo, los puntos de
miseria, el desplazamiento, el microtráfico, el terrorismo, el secuestro, la extorsión, la criminalidad
asociada al narcotráfico, los rezagos del paramilitarismo, la delincuencia organizada urbana y las
bacrim, podrían perpetuarse y elevar su nivel de consolidación, si no se cuenta con una política
pública integral que responda a dichos desafíos. Bogotá no es ajena a esta preocupación nacional,
no sólo por tratarse del principal escenario de recepción de desplazados, víctimas de la violencia,
víctimas de la pobreza y desigualdades sociales, sino también, por constituir uno de los principales
nichos de estructuras y manifestaciones criminales.
El posconflicto se considera entonces, como aquel período de tiempo que sigue a la superación
total o parcial de los conflictos armados y puede entenderse como un concepto de un único
atributo; no obstante, utópicamente, ¿sería posible dejar de lado los actos violentos para que todo
un país se dedique a acuerdos y hechos de paz, teniendo en cuenta que según la Geneve
Declaration Secretariat (2008), Colombia junto al Salvador, Guatemala, Jamaica, Sudáfrica y
Venezuela reporta una de las tasas más altas de muerte violenta registrada en el mundo? En ese
orden de ideas, se podrían establecer unas coordenadas para la paz que le aporten un engranaje al
posconflicto, siendo necesario por ejemplo, adelantar una rehabilitación institucional, lo que
significa adecuar las estructuras del Estado al reto social que ha tomado poder en la democracia y
seguridad del país, por ello la importancia de establecer un Programa de Asistencia Integral (PAI),
jurídica y de inclusión a la sociedad para las víctimas. Así mismo, las propuestas académicas de las
Instituciones de Educación Superior referente a la realidad actual del país, cuya producción
intelectual y propuestas investigativas han otorgado una mirada crítica al conflicto armado durante
los últimos años, poniendo nuevamente en evidencia las causales políticas, sociales y económicas
que eventualmente conllevan al enfrentamiento armado. Al profundizar más en la temática del
conflicto y las consecuencias que este conlleva, se hace pertinente describir esta perspectiva desde
los actores implicados y las posibles soluciones que plantea el gobierno colombiano en un intento
por alcanzar la paz.
Varios autores difieren acerca del concepto de posconflicto y el momento específico en el que se
afirma que un país está en tal situación. Por ejemplo, el posconflicto puede ser el periodo que sigue
luego de una superación total o parcial de conflictos armados o una disminución de ataques,
secuestros, etc., en el cual no se considera el conflicto como activo (Universidad del Rosario,
2015). También se considera que un país está en posconflicto cuando el número de homicidios
disminuye a causa del conflicto por debajo de un número determinado; en ese momento, se habla
de la construcción de paz, se pretende fortalecerla con el fin de evitar que el conflicto surja de
nuevo. Es posible hablar de posconflicto incluso si no existe una construcción de paz, en especial
en zonas donde se han debilitado los actos bélicos por parte de las organizaciones terroristas
(Ugarriza, 2013). Brahimi (2007) señala que la existencia de un escenario de posconflicto está
supeditada a la ausencia de guerra; no necesariamente es paz absoluta. En este sentido, se afirma
que el posconflicto no denota un término total de actos terroristas, sino su disminución, que da una
ventana de expectativa para lograr la paz total (Tzifakis, 2006). Para efectos de este documento, el
posconflicto es un escenario en el cual los actos bélicos por parte de los grupos armados ilegales
disminuyen en comparación con sus actos terroristas hechos en años anteriores, sin necesidad de
señalar que hay una paz total. Esto es coherente con las experiencias de los países que fueron
tenidos en cuenta para el ejercicio comparativo.
El escenario del post-conflicto y la construcción de la paz en Colombia está mirando con esperanza
al presente y al futuro de las nuevas generaciones, después de 50 años de esté, los efectos en
términos sociales y los daños económicos siguen siendo incalculables. (Feldmann, 2008).
Una vez alcanzado un acuerdo para poner fin al conflicto con las FARC-EP, comienza una fase en
la que la sociedad debe resolver las causas que dieron lugar a la confrontación armada y en la que
todos los actores sociales establecen nuevas reglas del juego facilitando la cohesión social. (Castro,
Beristain & Alfonso, 2017).
El posconflicto, es el período en el que se aplican todos los compromisos para responder a cada
uno de los puntos que se consideran prioritarios y necesarios para la reconstrucción del tejido
social, la reconciliación, la realización de la justicia y la eliminación de todos los factores que han
dado paso a la confrontación. Comienza con el cese de las hostilidades entre el... Frente al
deterioro social y económico causado por la guerra, la tarea de reconciliación y consolidación de la
paz requiere múltiples factores:
No hay duda de que un proceso post-acuerdo requiere grandes esfuerzos y una amplia inversión
pública, es decir, implica una tarea larga, continua y coordinada (Herrera, Torre; Sacipa &
Rettberg, 2005).
La paz después de un conflicto es a menudo frágil, casi la mitad de todas las guerras civiles se
deben a recaídas en etapas anteriores después del conflicto, por lo que las sociedades post-conflicto
se enfrentan a dos desafíos: la recuperación económica y la reducción del riesgo. Un conflicto
recurrente (Collier Paul &Soderbum Hans, 2008).
Los procesos de reconciliación y consolidación de la paz buscan, entre otras cosas, facilitar que las
víctimas y los propios excombatientes estén activamente vinculados a la vida civil y política, lo que
implica condiciones dignas de trabajo, vivienda, salud, educación y otros derechos
socioeconómicos. Obviamente, requiere una fuerte cooperación para el logro de esta justicia social
que sirve de base para la construcción de la paz. En este marco, las empresas desempeñan un papel
esencial (González, 2016; Guáqueta, 2006; Esteve, 2011), ya que a través de su actividad
económica generan empleo y redistribuyen riqueza, y por su capacidad, pueden contribuir con
proyectos y el Marco de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Teoría Social Marco Teórico
Los impactos del conflicto y el posconflicto, se logra realizar un análisis crítico de estos,
articulándolos con los ámbitos político, educativo, la salud mental y la desmovilización en
Colombia. En primer lugar, es importante situarse en la dinámica del conflicto que se vive
actualmente en el territorio colombiano. Colombia es un Estado Social de Derecho que tiene como
función la cohesión y la coacción de las personas para regular ciertas conductas legalmente no
aceptadas y además para garantía del bien común; en esta medida, la lógica funcional de Colombia
gira en torno a un margen de leyes legales, pero con la salvedad de que en algunos casos tales
normas no son validadas ni legitimadas por algunas personas que deciden hacer frente a esta
situación a partir de vías coercitivas (secuestro, homicidios, reclutamientos) dando origen a al
conflicto:
Este conflicto ha dejado huellas innumerables, ríos de sangre, masacres, y un sinnúmero de actos
acompañados de hostiles consecuencias. Para no extenderse más, se intentará resolver un primer
planteamiento ¿Qué es el conflicto? Muchos limitarían su definición a un fenómeno que le ocurrió
a un grupo pequeño de personas que sufrió daños físicos, materiales o psicológicos a causa de la
guerra en Colombia; por ejemplo, el caso de los 12 diputados secuestrados en el Departamento del
Valle del Cauca, ¿recuerdan a Sigifredo López? Lastimosamente no se reduce sólo a ellos, presenta
un trasfondo que engloba todo el territorio nacional, más aún si los grupos al margen de la ley se
han extendido hacia las zonas urbanas, como lo establece Vargas (2005):
Para Simmel (2000) el conflicto en primera instancia no es precisamente algo para ser resuelto,
menos aún en la actualidad, donde no se evidencian las soluciones, sino que cambia la forma en
que este se manifiesta. Y ello se debe a que los cambios de la época se ven atravesados por
situaciones históricas y económicas que transforman la vida y el conflicto en sí mismo (p. 329)
Lewis Coser (1970) va más allá, con una definición que abarca condiciones de carácter estructural
donde señala que tales conflictos sociales pueden, por un lado, ajustar internamente los sistemas o
por el contrario, llevar a la quiebra los órdenes sociales, impulsando a la emergencia de un cambio
social.
A partir de esto, es posible pensar en lo que acontece en las zonas con mayores posibilidades para
la confrontación en Colombia y que permite obtener una definición del conflicto armado en nuestro
contexto. En ese orden de ideas, los actores armados tienen una doble finalidad, por un lado,
encontrarse con una ventaja estratégica para el control interno del conflicto desde el lugar en el que
se encuentran, y por otro, divulgar su ideología soportada en la base de una transformación del
Estado. Así, Contreras (2003) terminará diciendo que el conflicto armado es “la confrontación
existente, por un lado, entre las fuerzas militares del Estado y las agrupaciones armadas que, con
relativa unidad de mando, justifican su actuar por la necesidad de una transformación política,
social y económica del país” (p. 122).
Al referir lo anterior, se dimensiona el conflicto como una confrontación de tipo coercitivo entre
militares y grupos que se encuentran en inconformidad política, social, económica, que a su vez
imponen sus respuestas a través de actos violentos, cuyas repercusiones actúan en función de la
misma problemática y argumentan sus acciones con fines favorables desde el punto de vista
político, social y económico del país.
En la línea de esta teorización que describe el asunto del conflicto en Colombia, se abre la
posibilidad de adentrarse en el marco del posconflicto, referenciándolo como una oportunidad para
hablar de mecanismos pro-sociales como serían los diálogos de paz.
El concepto de postconflicto data del año 1992 cuando el Secretario General de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali creó la Agenda para la Paz. Fue en este
documento que se puso de manifiesto la gran preocupación de este organismo internacional por
aprovechar períodos de paz (fin de la Guerra Fría) para establecer criterios que contribuyeran a
favorecer, solucionar y prevenir conflictos entre países y al interior de estos. Aparece aquí el
concepto de construcción de paz para el postconflicto (post-conflict peacebuilding) (Rettberg
2003).
Ugarriza (2013) señala que el posconflicto cuenta con un criterio conceptual que permite ubicarlo
desde el punto de vista temporal. Esto quiere decir que lo que ocurre posterior a la solución del
conflicto –sea esto gracias a una negociación, a una victoria militar u otra forma– es denominada
posconflicto. El punto de referencia para que este se erija es la construcción de paz que se define
como: “el fortalecimiento y la solidificación de la paz para evitar una recaída en el conflicto” (p.
144).
Resultados:
Una definición de posconflicto exacto podemos describirlo como. “El periodo de tiempo en el cual
las hostilidades del pasado se han reducido al nivel necesario para que las actividades de
nos basamos en las experiencias vividas de estas personas que nos colaboraron muy amablemente.
Y la Metodología
Espacio: Entrevistas que se realizaron en sus viviendas, ubicadas en barrios marginados de Bogotá.
La categorización que realizamos fue Inductiva, pues nacen de lo que las personas expresan.
Maanen (1998).
Fueron tratados de una forma muy respetuosa y ellos muy naturalmente expresaron sus opiniones a
dichas pregunta, manifestando su visión muy positiva de cara al proceso que está viviendo que no
es fácil, con una actitud muy esperanzadora en el Futuro de la paz tan anhelada para nosotros los
colombianos.
Discusión: German
Conclusiones:
Los intereses políticos, económicos y mediáticos van de la mano en este país. Se ha visto influido
en sus prácticas más comunes por estos dos poderes que lo buscan para llegar de una manera más
fuerte a la opinión pública. A partir de lo observado en el transcurso de la violencia desde la década
del 50 para acá, y ante el posible escenario de postconflicto que se ha venido planteando desde un
poco más de un año del gobierno del presidente Uribe, la práctica periodística siempre ha sido
utilizada con intereses de otro tipo.
En la realidad colombiana es perjudicial afirmar que no existe un conflicto armado interno, y más
aún es dañino suponer la existencia de un postconflicto, ya que estas dos medidas apropiadas por
quienes realizan las noticias e interpretan la realidad están basadas en una premisa política e
ideológica. Así como fueron expuestas las distintas formas de interpretar la violencia, es claro que
actualmente se tiende a interpretarla de una forma individualista por el gobierno de Álvaro Uribe
Vélez, por el simple hecho de pensar que todo lo que ocurre son “casos aislados”, acciones
cometidas por “bandidos” y “criminales”, y que el conflicto en Colombia terminó hace mucho
tiempo. Lo que se debería hacer es que desde la academia, la política y los medios se aborde una
mirada mucho más general, teniendo en cuenta las especificaciones regionales en cada caso, de los
actos de violencia que se siguen viviendo.
El conflicto armado ha venido construyendo el Estado que existe actualmente, y por supuesto ha
dejado unos vacíos históricos e institucionales por su alta complejidad y por su intensa marcha. El
proceso de construcción y formación del Estado colombiano se ha marcado por situaciones de
extrema violencia, desigualdades sociales, profundos casos de corrupción, un pleno auge del
narcotráfico, masacres indiscriminadas y desprotección y desatención a las víctimas. Lo peor del
caso es que el gobierno de Uribe pretenda seguir en el camino del postconflicto sin solucionar por
lo menos parcialmente estos problemas que hacen menos viable una paz duradera. ¿Cómo es
posible que el gobierno empiece a hablar de paz sin haber iniciado ni una sola negociación con las
guerrillas?
El tema de caracterizar la realidad colombiana como un postconflicto es tan mediático como los
golpes que se le dan a la guerrilla. Cuando un actor armado del conflicto pretende informar a través
de un medio algún hecho, es claro que el periodista debe saber que eso se llama propaganda. Por lo
tanto es fundamental que se haga una reestructuración en la forma de contar noticias, ya que
siempre se ha insistido en un amplio manejo de fuentes oficiales, que en muchos casos termina
siendo la voz oficial la que cuenta los hechos y determina qué es noticia y qué no, desde dónde se
abordan los hechos y cómo se interpreta la realidad.
Con respecto a entender la actualidad como postconflicto genera todo tipo de advertencias sobre
quién quiere entenderla así, y esto responde simplemente al ámbito político, aunque cuente con
académicos que ahora se han vuelto simpatizantes del gobierno de Uribe. Querer asegurar que
estamos en épocas de paz, tener miles de soldados cuidando las carreteras para que la gente se
sienta segura y calificar a todo opositor como terrorista y bandido es una clara muestra de que la
violencia está latente y que ante el menos descuido la guerra vuelve a ser pan de cada día. La
impresionante cifra de 3.37 millones de personas en desplazamiento según el Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados es un panorama desalentador respecto al manejo de las
víctimas del conflicto, que no han recibido ni respeto, ni verdad, ni justicia, ni reparación. El auge
de las nuevas bandas criminales como las Águilas Negras y Los Rastrojos demuestra que muchos
de los desmovilizados no se han acogido a los programas de reinserción y que vuelven a ser
conquistados por el narcotráfico y el delito, y situaciones de pobreza, de desigualdad, de
desempleo, y de muertes ejecuciones extrajudiciales demuestran que no es propicio ni responsable
hablar de paz en el auge de la guerra.
Los medios en el conflicto han servido para manipular la información, tratar con el sentido del
espectáculo la guerra como en los golpes militares de las Fuerzas Armadas a las FARC –caso Raúl
Reyes, Operación Jaque, muerte de alias Rojas-, y abordar a las víctimas como una realidad casi
invisible –entendiéndolas desde el amarillismo y sensacionalismo respondiendo a la necesidad del
raiting y de la primicia antes que a la verdad, a la pertinencia, al respeto y a la justicia y denuncia-.
Todas estas prácticas deben ser cuestionadas por la audiencia, que merece un tratamiento
periodístico con más respeto, más contexto histórico y mayor delimitación de la violencia.
Por otro lado, en el caso del manejo político a la realidad colombiana, es claro que sí ha ocurrido
un proceso de desarme y de reinserción, pero éste ha estado marcado constantemente por la
corrupción, por el engaño, por las estrategias mediáticas de querer exagerar y agrandar los hechos.
Desde la llegada de Uribe al poder, el país dejó de ver el conflicto como una situación de carácter
social, económico y político, para pasar a interpretarlo como una amenaza terrorista contra la
democracia.
La estrategia del gobierno de no darle más cabida a los grupos armados, de desarticularlos desde
sus bases y de quitarle protagonismo ante la opinión pública y el panorama internacional puede ser
una estrategia viable pero no ideal si se quiere empezar a hablar de postconflicto en el país; este
inicio de una nueva etapa debe tener fuertes cimientos en cuento a los diálogos de paz que sean
necesarios, la verdad que merecen saber las víctimas para empezar un proceso de reconciliación, y
las profundas reformas que debe realizar el Estado por la responsabilidad que ha tenido en la
violencia del país, por omisión principalmente.
Entre los profundos cambios en el manejo estatal se encuentra superar las graves denuncias de
corrupción e ilegitimidad que han puesto en entredicho la administración, creando un mejor manejo
al sistema agrario y debilitando esa cultura de la violencia que invade a todos los colombianos. “El
postconflicto corre el riesgo de ser real sólo en la pantalla chica. Un escenario virtual y perverso
que aleja al Estado y a la sociedad civil del objetivo mayor: asegurar una paz duradera, sostenible y
legítima” (Ayala y Hurtado, 2007, p. 41).
Sugerencias:
Teniendo en cuenta que los conflictos generados por las fuerzas armadas dejan grandes
repercusiones en los excombatientes tanto a nivel personal como a nivel familiar al igual que a la
sociedad.
Generar estrategias para la construcción de una sociedad democrática que logre instaurar un
equilibrio entre la población civil y el Estado
Recuperar la participación de cada uno de los ciudadanos tanto en dinámicas humanitarias, como
en la recuperación de las relaciones sociales
El presente proyecto de investigación tiene como objetivo identificar los factores que
influyen en el Postconflicto en Colombia. Determinar cuáles son los factores de mayor relevancia
para las personas y comunidades que vivieron el flagelo del conflicto armado y quienes hacen parte
de un Post-Conflicto.
En caso de tener alguna pregunta sobre el estudio o querer información adicional, puede contactar a
las investigadoras María Isabel Ortiz Quiñones, German Romero, Maritza Ropero, Zulma Celis
Fetecua, al teléfono 319-3491912.
______________________
Firma de los investigadores:
Como investigadores aceptamos que hemos leído y conocemos la normatividad correspondiente
para realizar la investigación con seres humanos y me apego a ella.
_________________ __________________ __________________
Firma del investigador firma del investigador firma del investigador
María Isabel Ortiz German Romero Maritza Ropero
Estudiante psicología Estudiante psicología Estudiante psicología
Anexos # 2:
https://www.youtube.com/watch?v=0zmDS18SoWAQ
https://www.youtube.com/watch?v=YP6tl7PkO9Q
Anexos # 4:
¿Sabe usted que es la reinserción? y en caso que su respuesta sea afirmativa porque se ha sometido
a esté proceso?
¿Cómo ha enfrentado este cambio en tu vida?
¿ha sentido el apoyo de su familia y gobierno en su proceso?
¿es lo que esperaba hoy, o cree que hay que efectuar mejoras?
¿Cuáles son los pasos a seguir para su adaptación a la vida civil?
Desde su punto de vista en el área: Familiar, Social, Económica, Política:
¿Qué estaría dispuesto a realizar para continuar este proceso o lo abandonaría? Y ¿por qué?
Se realizaron a dos personas reinsertadas a la vida civil que viven actualmente en
Bogotá.
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