Deconstrucción y Análisis de Violencias

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Deconstrucción

y
Análisis de Violencias
CASO DE INÉS Y VALENTINA

Reinhold Erwin Suchowitzky Toba – A00828149


DOCENTE: MARÍA CONCEPCIÓN CASTILLO GONZÁLEZ | ANTROPOLOGÍA DEL CUERPO
En el año 2002, en el estado de Guerrero, Inés Fernández Ortega y Valentina
Rosendo Cantú, mujeres me’phaas, fueron víctimas de tortura sexual por parte de
miembros del ejército mexicano (el 22 de marzo y el 16 de febrero respectivamente).
En el caso de Inés, la mujer fue asaltada sexualmente por militares que allanaron
su morada. Al levantar la denuncia se desencadenaron una serie de sucesos y
acciones intimidatorias que atentaban contra su vida y la de sus familiares. Por otro
lado, el caso de Valentina consistió en la violación por parte de los cuerpos armados
mientras se encontraba lavando ropa a 200 metros de su casa, como castigo a que
no reconoció a un grupo de “encapuchados” por los que estaban preguntando las
“autoridades”; al presentar la denuncia toda su comunidad fue acosada por
miembros del ejército. Nótese que ambos casos son muy similares, ocurrieron en
fechas y lugares muy cercanos, por los que muchas veces se les conjuga como el
caso de Inés y Valentina.

En este caso se evidencia el desarrollo de sujetos endriagos debido al


acriollamiento, generando actos de paraestatalidad y de circunscripción de las
víctimas a cuerpos, al perpetrar torturas tanto físicas como psicológicas; al igual que
un estado fallido, omiso al contrato social, que indistingue los sucesos ocurridos.

La matriz de dominación descrita por Javiera Cubillos imbrica los métodos de


opresión vigentes en las intersecciones de las mujeres (indígenas, pobres, mujeres)
mediante el discurso hegemónico de menosprecio, articulando la estructura elitista
patriarcal gestionada por la sociedad y el estado. Esta matriz también se extiende a
las relaciones interpersonales, generando en conjunto “libertad” para el desprecio.

En su texto, Teoría del Reconocimiento, Axel Honneth plantea que las


personas; como seres sociales, nos construimos y constituimos a partir del
reconocimiento y explicó su homólogo, el menosprecio, ambos con tres niveles. En
el caso descrito los tres niveles de menosprecio están presentes. El maltrato y la
violación son claros, el abuso a los cuerpos de las mujeres al ser golpeadas y
torturadas sexualmente; la desposesión de derechos; a la libertad, la dignidad, la
justicia (el caso de Inés sigue impune y el de Valentina se resolvió después de 16
años); y la deshonra, cuando las obligaban a responder preguntas, ignorando que
no hablaban español y cuando se burlaron de ellas al ser violadas.

En el caso de Valentina, la mujer explica en una entrevista que al denunciar


su caso, soportó todos los años de lucha porque no quiere que las transgresiones
cometidas hacia ella le lleguen a pasar a su hija ni a ninguna otra mujer. Esto denota
tres niveles de reconocimiento, el amor, por parte de Valentina hacia su hija, el
derecho, al hacerse justicia con los militares (después de años de desposesión) por
parte de la CIDH y en el caso de ambas, la solidaridad, ya que otro de sus impulsos
son todas las otras mujeres; para que inicien sus luchas y que sus casos no se
vuelvan a repetir.

Los actos paraestatales cometidos hacia las mujeres son una clara expresión
del acriollamiento de los sujetos, violencia decorativa y expresiva. Rita Segato, en
su libro La Guerra Contra las Mujeres da a entender el acriollamiento como la
adaptación de valores y discursos coloniales, valores y discursos prejuiciosos,
homofóbicos y misóginos que generan sujetos endriagos, “monstruos” (Sayak
Valencia, Capitalismo Gore), dejando un mundo letal para las mujeres. Esta
estructura patriarcal y violenta promueve la disociación de los sujetos y sus cuerpos,
destituyendo el remordimiento a lastimarlos, a violentarlos.

Las prácticas gore hacia Inés y Valentina son actos de violencia expresiva,
no instrumental, estableciendo un control absoluto de la voluntad de los militares
sobre la de las mujeres (¿Tienen voluntad?). Por su parte, el acoso que recibieron
las víctimas, sus comunidades y sus familias, la intimidación, buscan advertir e
imponer una biopolítica, un poder sobre ellas mediante la violencia decorativa. En
conjunto, implican la nueva forma de hacer la guerra, de exigir obediencia y
subordinación; la destrucción y profanación de cuerpos y subjetividades. Con estas
prácticas no solamente se tortura físicamente a las víctimas, pero también
psicológicamente, ya que genera auto rechazo y rechazo social, como describe
Valentina, tuvo que irse de su comunidad ya que le dieron la espalda por el miedo
a los militares; y la discriminaban, decían que “esa mujer ya no vale”, “es una mujer
de los militares”.

Al presentarse las denuncias correspondientes contra los cuerpos armados,


estas se archivaron, los delitos quedaron impunes, comprobando una vez más que
México es un estado fallido, incapaz de cumplir con el contrato social que nos
promete la protección de nuestros derechos por parte del gobierno al relegar nuestra
capacidad de hacer justicia por nuestra propia mano. Se les dijo que eran mujeres
mentirosas, que los militares eran incapaces de hacer eso, presuntas víctimas de
abuso, nunca se calificaron sus casos como tortura, no se matizó su situación; una
clara política de indistinción por parte de la justicia mexicana.

Finalmente, sus voces fueron o están siendo escuchadas. En 2018 los


agresores de Valentina fueron sentenciados a 19 años de prisión (¿Realmente eso
enmienda el daño causado?). El caso de Inés sigue impune, pero no olvidado, la
mujer sigue luchando para que se tomen acciones legales contra sus torturadores.

Todas estas implicaciones y prácticas permiten observar como el miedo se


sobrepuso al sentido de comunidad y el elitismo de la justicia. Esta es una situación
profundamente antidemocrática y relegante, situación aparentemente incorregible
que tiene una solución en su debilidad, la comunidad, al desprendernos del
individualismo imperativo hegemónico e interesarnos por los otros, al sustituir (o
combinar) lo privado por lo doméstico, al fortalecer la esfera pública y empoderar
los contrapesos sociales, se puede renovar el contrato y hacer que todos participen
para la protección de todos (en el margen de lo legal), restableciendo la estructura
de las instituciones no solo jurídicas, pero en todos los niveles y así llegar a un
México y un mundo más justo e igualitario.
Referencias:

Segato, R. (2016). La guerra contra las mujeres . Madrid: Traficantes de Sueños.

Cubillos, J. (2015, diciembre 3). La importancia de la interseccionalidad para la


investigación feminista. Oxímora Revista Internacional De Ética y Política, 7, pp.119-
137 .

Arrese, H. (s.f.). La teoría del reconocimiento de Axel Honneth como un enfoque


alternativo al cartesianismo. Facultad de Psicología, UNLP, Argentina.

Valencia, S. (2010). Capitalismo Gore. s.l.: Paidós.

García, A. (2016). México cumple a medias sentencias en caso Inés y Valentina.


abril 27, 2020, de Cimacnoticias Sitio web:
https://cimacnoticias.com.mx/noticia/mexico-cumple-a-medias-sentencias-en-caso-
ines-y-valentina/

n.a. (2020). Inés y Valentina. abril 27, 2020, de Centro por la Justicia y el Derecho
Internacional Sitio web: https://www.cejil.org/es/ines-y-valentina

Rosendo, V. (2010, octubre 7). Valentina Rosendo en 15 minutos 101005 [Archivo


de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=2hLXzi0LJgQ

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