Homovidens Reseña Critica
Homovidens Reseña Critica
Homovidens Reseña Critica
PRESENTACIÓN DEL LIBRO RESEÑADO: Homo videns es un libro que representa el espejo de la
sociedad actual, y por lo tanto esta dirigido para todo
público, en especial a la nueva generación de jóvenes,
en la cual, en sus decisiones y comportamientos se
encuentra el futuro del mañana. Su propósito es
bastante claro y preliminar, ya que busca evidenciar la
influencia de la televisión en la transformación del
Homo Sapiens al Homo Videns, en contexto con sus
comportamientos, actitudes, mentalidad y todo tipo de
variables y situaciones que contribuyen a que el
individuo actual se convierta en nuevo tipo de ser
humano. Por lo cual se enfoca en demostrar las
variables más importantes, en las cuales los seres
humanos a pesar de tener un crecimiento global, no
necesariamente se refleja como uno positivo y al
contrario a debilitado su capacidad de entender y
pensar. Este libro esta divido en cuatro partes: La
primera es la primacía de la imagen, en donde se
evidencia claramente el impacto de la llegada de la
televisión en los comportamientos del ser humano,
especialmente en el video-niño y la formación del
adulto empobrecido por conocimiento. la segunda
parte en la opinión teledirigida, que hace referencia a
la influencia de la imagen en contexto con la video-
política, la manipulación de la opinión y la falta de
desinformación o exceso de subinformación. Mientras
que la tercera parte se hace énfasis con la pregunta ¿Y
la democracia? Donde evidencia que las elecciones son
personalizadas y la televisión muestra un mundo a
medias con desnutrición informativa y la consecuencia
de formar cada vez más unos demos debilitado. Por
último, en la cuarta parte, el apéndice se basa en
demostrar la esencialidad de la racionalidad, la
empobrecida actualidad intelectual por causa de una
imagen televisiva que solo promueve la extravagancia,
lo absurdo y la insensatez.
SÍNTESIS COMENTADA DEL LIBRO El Homo Sapiens no posee nada que lo haga único
RESEÑADO: entre los primates y lo que lo diferencia es su
capacidad simbólica, ya que vive en un universo
simbólico: Lengua, mito, arte y religión. El hombre
posee un lenguaje capaz de hablar de sí mismo y
reflexiona sobre lo que dice. El pensar y el conocer son
lo que caracterizan al hombre como animal simbólico.
Del siglo XIX en adelante comienza un nuevo y
diferente ciclo de avances tecnológicos, desaparecía la
distancia y empezaba la era de las comunicaciones
inmediatas, pero la gran afectación se produce a
mediados de nuestro siglo, con la llegada de la
televisión. El cual trae como consecuencia el
telespectador, el cual es más un animal vidente que un
animal simbólico. La televisión no es un anexo, es
sobre todo una sustitución que modifica
sustancialmente la relación entre entender y ver,
produciendo una permutación, una metamorfosis, que
revierte en la naturaleza misma del homo sapiens y no
solo es un instrumento de comunicación, es también un
<<antropogenético>>, un medio que genera un nuevo
tipo de ser humano. Por otro lado, se convierte en la
primera escuela del niño, por consecuencia de que ven
la televisión durante horas y horas, mucho antes de
aprender a leer y escribir. El niño formado en la
imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por
tanto, la mayoría de las veces, es un ser reblandecido
por la televisión. Se trata de un adulto sordo de por
vida a los estímulos de la lectura y del saber
trasmitidos por la cultura escrita. La cultura del libro es
de unos pocos, es elitista. Mientras que la cultura audio
visual es de la mayoría. Es también seguro que en
todos aquellos progresos hay una regresión
fundamental: El empobrecimiento de la capacidad de
entender. La televisión produce imágenes y anula los
conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de
abstracción y con ella toda nuestra capacidad de
entender. El lenguaje conceptual es sustituido por el
lenguaje perceptivo, que es infinitamente más pobre:
El acto de ver esta atrofiando la capacidad de entender.
Trayendo como consecuencia que el homo sapiens
entre en crisis, una crisis de pérdida de conocimiento y
de capacidad de saber. Reflejándose en el pueblo
soberano que opina sobre todo en función de cómo la
televisión le induce a opinar. El poder de la imagen se
coloca en el centro de todos los procesos de la política
contemporánea. La televisión condiciona fuertemente
el proceso electoral, personalizando las elecciones, y a
su vez influye en la formación de la opinión publica.
La televisión da menos información que cualquier otro
instrumento de comunicación. Ya que contiene
acontecimientos tan insignificantes como
ridículamente exagerados. El video dependiente tiene
menos sentido crítico que el animal simbólico y al
perder la capacidad de abstracción, se pierde también
de distinguir entre lo verdadero y lo falso. Este regreso
no tendrá lugar si no se defiende la lectura, el libro y la
palabra, es decir, fortalecer la cultura escrita.