Articulo Sobre Los Vikingos
Articulo Sobre Los Vikingos
Articulo Sobre Los Vikingos
DEL DESCUBRIMIENTO
DE AMÉRICA POR LOS VIKINGOS
(NORSEMEN)
Introducción
(1) En 1478 contrae matrimonio con Felipa Perestrello e Moniz, hija de Bartolomé Peres-
trello, oriundo de Piacenza, gobernador de la isla de Porto Santo (Madeira).
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(4) La primera cita que se hace del astrolabio naval aparece en Libros del saber de Astro-
nomía, de Alfonso X el Sabio. En ellos se trata, además, del astrolabio redondo, que hizo el
sabio Rabigag de Toledo, y del astrolabio llano. También se define en Arte de Navegar, de
Raimundo Lulio (1295).
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Astrolabio náutico y figura extraída del tratado de Instrucción náutica para navegar, de Diego
García de Palacio, 1595. (Museo Naval Madrid, MNM- 290).
(5) Los primeros navegantes, como Vasco de Gama, utilizaron mucho esta técnica, bajar a
tierra y tomar una buena altura del astro: «... saltó Gama a Tierra para hacer aguada, y tomó la
altura del Sol, porque los navíos eran pequeños y nadie confiaba en tomarla a bordo por los
balances».
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así tomará del astrolabio los grados que muestre la punta del penicidio y hará
por ellos las cuentas según las reglas.» (García de Palacio) (6).
(6) Instrucción náutica para el buen uso y regimiento de las naos, su traza y gobierno
conforme a la altura de México, de Diego García de Palacio. Recuperado de
http://iump.ucm.es/DialogycaBDDH/entrar/73/ (consultado el 30 de diciembre de 2016).
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altura, y los ingleses como ocean navigation (7). El cuadrante tenía un funcio-
namiento muy similar; se trataba de una pieza de madera con forma de un
arco de 90º; por un lado, había dos pínulas, y en el vértice un hilo del que
colgaba un peso que caía hacia la parte del arco, el limbo, que se encontraba
marcado de 0 a 90º con sus señales correspondientes.
La forma de calcular era enrasar el astro con las dos pínulas y medir la
marca del ángulo coincidente con el hilo de la plomada. El cuadrante era más
sencillo de manejar, pero también se veía más afectado que el astrolabio por
los balances del barco. Hoy en día se sigue utilizando este método como
medio de seguridad más sencillo para hallar nuestra latitud con el cálculo de
la meridiana del Sol.
Las Tablas Toledanas son uno de los ejemplares más relevantes de tablas
astronómicas. Su fecha de realización se establece a partir de 1061, año en el
que comienzan las observaciones y el trabajo de un conjunto de astrónomos
de Toledo, entre los que destacó Azarquiel.
(7) Ya lo dicen los ingleses, que saben mucho de esto: Open-seas navigation used the
astrolabe and the compass started during the Age of Discovery in the 15.th century.
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Esta obra servirá de base para la confección de las llamadas Tablas Alfon-
síes (8), realizadas bajo el reinado de Alfonso X el Sabio (1221-1284). Se
trata de un conjunto de tablas astronómicas que siguen la herencia de las de
Azarquiel, corrigiendo sus errores y adaptadas a las coordenadas de la ciudad
de Toledo y el año 1252, el lugar de nacimiento del rey y la fecha de su coro-
nación (Fernández Fernández, 2005).
Posteriormente las Tablas Alfonsíes serían actualizadas por otro español, el
hispano-judío Abraham Ben Samuel Zacuto (9), que haría una nueva versión
de las mismas aprovechando su colaboración con otro gran astrónomo, Nico-
lás Polonio, de origen polaco. Zacuto, natural de Salamanca y profesor de
Astronomía en Zaragoza, fue de gran importancia para el desarrollo posterior
de la astronomía en España.
(8) Las tablas fueron compuestas por Isaac ben Sid y Judah ben Moses entre 1263 y 1272,
cuando imperaba el sistema ptolemaico y aún faltaban dos siglos para el planetario heliocéntri-
co establecido por Copérnico, quien estudió y anotó personalmente unas Tablas Alfonsíes.
(9) Abû Ibrâhîm ibn Yahyâ al-Zarqâlî (c. 1029-c. 1087), astrónomo andalusí que vivió en
la ciudad de Toledo en el siglo XI.
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Pasemos a los hombres del norte (11), los vikingos, cuyo dominio de los
mares lo podemos establecer entre los siglos VIII y X y que fueron protagonis-
tas de la primera expansión marítima europea en el Atlántico Norte y coloni-
zaron Islandia en el año 874 (Marcus, 1953). Solo nos han llegado noticias de
la exploración y repoblación de nuevas tierras en el Atlántico Occidental
gracias a las Sagas (12), transmitidas de forma oral durante generaciones y
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Reconstrucción del poblado vikingo de L’Anse aux Meadows. (Vincent Ko Hon Chiu).
finalmente recogidas por escrito durante los siglos XIII y XIV. En el 982, Erik
el Rojo alcanza el sur de Groenlandia con un grupo de compañeros y funda la
primera colonia vikinga. Existía la posibilidad de que alcanzaran la costa
atlántica de Canadá, pero la realidad es que después de las expediciones de
Erik el Rojo los viajes a las costas del Atlántico Occidental fueron interrumpi-
das, dedicando todos los esfuerzos a la expansión de Islandia (Godfrey, 1955;
Marcus, 1953; Nansen, 1911).
En 1960 el arqueólogo danés Jørgen Meldgaard y los noruegos Helge Ings-
tad y su esposa Anne Stine Ingstad estaban buscando evidencias arqueológicas
de presencia vikinga en Terranova y Labrador en un pequeño pueblo llamado
L’Anse aux Meadows, cuando encontraron deformaciones en la tierra que se
podían asemejar a casas vikingas (McGovern, 1990). Los restos de material
de construcción y los artefactos encontrados podrían hacernos pensar que se
trataba de una edificación de estilo islandés parecida a las primeras de Groen-
landia del siglo XI, pero no hay restos humanos ni enterramientos. Estos
hallazgos, de ser ciertos, confirmarían a L’Anse aux Meadows como el primer
asentamiento europeo más antiguo conocido de América.
arte empezó siendo oral, oír cuentos era uno de los pasatiempos de las largas veladas de Is-
landia».
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Fueron siete años de excavación por parte de los noruegos Ingstads, a los
que siguieron otros cuatro de trabajo intensivo adicional por un equipo del
Canadian Parks Service, dirigido por Birgitta Wallace. El resultado fue un
conjunto muy pequeño de piezas que fue datado por la prueba del carbono 14
aproximadamente sobre el año 1010, pero se trata de una evidencia demasiado
pequeña para asegurar la presencia de vikingos en América del Norte.
Además de este asentamiento en Terranova, se han descubierto artefactos
nórdicos dispersos en diferentes sitios arqueológicos de la cultura esquimal
inuit (13) en Canadá y Maine. Por ejemplo, en Goddard (Maine) se encontró
un penique nórdico, moneda que sólo se había visto en el oeste de Islandia. La
teoría que se baraja es que procedería del comercio costero y para nada impli-
caría una llegada de vikingos hasta Maine (McKusick, 1980).
La mayor concentración de restos vikingos presentes en asentamientos
esquimales, fuera de Groenlandia, se encuentran en Ellesmere, próximo a
Thule en Montreal. Las excavaciones realizadas por Peter Schledermann y
Karen McCullough han localizado piezas tales como paños y restos de una
armadura de malla. Un artículo reciente de McGhee revisa estas pruebas y
(13) Nombre con el que los esquimales de Groenlandia y el nordeste de Canadá se desig-
nan a sí mismos.
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concluye que «es probable que todos estos objetos procedan del intercambio
comercial entre los inuit y los vikingos en Groenlandia» (McGhee, 1984).
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Los feroeses sabían si estaban al norte o al sur de esta latitud según la posi-
ción de la sombra del gnomon a mediodía. El disco flotaba en un recipiente
lleno de agua para que permaneciera horizontal y no proporcionara resultados
erróneos.
La búsqueda de los asentamientos vikingos en Vinland, mencionados en las
sagas de Erik el Rojo y Groenlandeses ha generado mucha literatura barata,
llena de falsificaciones que solo han tratado de desacreditar la grandeza de
Colón.
Conclusiones
(14) Las Sagas que nos hablan de las regiones exploradas al sureste de Groenlandia, de
donde partieron los navegantes, mencionan especialmente tres zonas geográficas: Helluland,
zona montañosa rocosa, sin árboles y con muchos zorros árticos; Markland, un país menos
montañoso y con bosques, y por último, la mítica Vinland, que se suponía al sur de Markland.
(15) Los restos que se encuentran suelen ser objetos aislados y pueden proceder del comer-
cio. Véase por ejemplo la noticia del ABC sobre otro artefacto descubierto después de 50 años
en la isla Baffin. Recuperado de http://www.abc.es/cultura/20141226/abci-vikingos-america-
descubren-evidencias-201412261319.html (consultado 30 de diciembre de 2016).
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Olof Öhman con su piedra rúnica falsa que «descubrió» en Minnesota en 1898. (Star Tribune).
(16) La inscripción pretende ser un registro definitivo de las exploraciones nórdicas. Hubo
un debate interminable sobre la autenticidad de la piedra, pero el consenso de expertos e inves-
tigadores lo clasificaron literalmente como uno de los más clamorosos engaños del siglo XIX,
responsabilizando a Öhman como autor de una falsa y burda falsificación.
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