Operatoria Dental

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO

DE MEXICO

UNIDAD DE APRENDIZAJE:
ODONTOPEDIATRÍA ll

ALUMNA: MONTSERRAT LIZETTE


PADILLA LÓPEZ

8vo. SEMESTRE GRUPO 2A


DOCENTES:
GABRIELA SANCHEZ VALLE / LAURA
DEL ANGEL NUÑEZ DE CACERES/ LILIA
OPERATORIA DENTAL
MEJIA ARZATE/ MARIA ANTONIETA
MENDIETA ZERON

INTRODUCCION:
El objetivo es reparar o limitar los daños causados por la enfermedad de caries; proteger
y preservar las estructuras dentarias, restablecer la función adecuada, restaurar la estética
(cuando sea posible) y proporcionar una condición que facilite una buena higiene bucal,
manteniendo la vitalidad pulpar siempre que fuera posible.
Para el diseño cavitario y la selección del material restaurador, siempre debe tenerse
presente que el ultimo fina al que se quiere llegar es a la prevención de este enfermedad,
caries.

INSTRUMENTOS:

Los instrumentos manuales para operatoria dental pueden considerarse, según su utilidad,
en las siguientes categorías:

Instrumentos de corte

Los excavadores en forma de cucharilla y sobre todo aquellos cuyo extremo de corte,
sujetando el instrumento verticalmente, tiene el campo de acción en la horizontal.

Entre los cinceles, el curvo o de Wedelstaedt es muy útil para romper los puntos de
contacto en una cavidad de clase ll.

Las hachuelas permiten alisar las paredes cavitarias.


Los recortadores de márgenes son indispensables para el acabado del suelo gingival
clase ll en los molares y premolares permanentes.

Algunos otros como el cleoide-discoide útil para el tallado oclusal de la amalgama


Hollenbach adecuado para el tallado de la amalgama en paredes libres.
Instrumentos de condensación:

El tamaño y la forma del condensador deben ajustarse a las proporciones de la cavidad y


a las características de la amalgama utilizada. Se prefieren los atacadores de superficies
plana no estriada y de diámetro pequeño.

Instrumentos rotatorios:

Existen diferentes formas y tamaños tanto de fresas de carburo de tungsteno como de


diamante.
Estas últimas denominadas piedras montadas.
Fresas redondas, de cono invertido, piriformes, de fisura recta y de fisura cónica.

Para abertura cavitaria son las piriformes de tungsteno o las piedras cilíndricas.

Para la eliminación de dentina cariada son muy útiles las fresas redondas de carburo para
contraángulo, las cilíndricas de carburo apropiadas para el acabado interno y de las
paredes de la cavidad.
CLASIFICACIONES CAVITARIAS:

Existen diferentes métodos de clasificación de las lesiones cariosas:

1) Según la zona afectada, simple, si es de una superficie, compuesta, si son dos


superficies, compleja, si son tres o más superficies.

2) Según el tipo de lesión, puede hablarse de caries incipiente cuando se trata de


caries inicial, caries recurrente, si la lesión aparece bajo una restauración
existente o en sus márgenes, y caries residual, si se deja de forma inadvertida o
intencionada durante un proceso restaurador.

3) Según la progresión, puede hablarse de caries aguda o rampante si es una lesión


de rápida progresión, o caries crónica cuando se trata de una lesión entretenida de
progresión lenta.

4) Haciendo referencia a las áreas anatómicas afectadas según Black:


 Clase l. cavidades de surcos y fisuras en oclusal de molares y premolares, en
los dos tercios Oclusales de vestibular y lingual de molares y en lingual de
los incisivos maxilares.
 Clase ll. cavidades en superficies proximales de premolares y molares
 Clase lll. Cavidades en superficies proximales de incisivos y caninos que no
afectan el ángulo incisal
 Clase lV. Cavidades en superficies proximales de incisivos y caninos que
afectan el ángulo incisal
 Clase V. cavidades en el tercio gingival de vestibular o lingual de todos los
dientes.
 Clase Vl. Cavidades en el ángulo incisal de los dientes anteriores o en las
cúspides Oclusales de los dientes posteriores.

SECUENCIA EN LA CONFORMACION CAVITARIA:


Black propuso unos principios que deben seguirse, a los que se ajustan igualmente
dientes temporales y permanentes:

1) Conseguir acceso o apertura.


2) Establecer la forma de superficie
3) Eliminar la caries
4) Establecer formas de retención y resistencia
5) Acabado de las paredes
6) Limpieza de la cavidad

 Apertura:

Se realiza con pieza de alta velocidad, comenzando por los surcos y fisuras
oclusales. La fresa debe alcanzar una profundidad de 0.5 mm por debajo de la
unión amelodentinaria, para evitar el riesgo de exposición pulpar.

El acceso en las clases ll debe comenzar a la altura de los surcos y fisuras ya que
así se consigue visibilidad para la caja proximal y se minimiza el riesgo de lesionar
la superficie proximal del diente contiguo.

El acceso en las clases lll se realizara por vestibular o lingual, según la extensión
de la caries, con objeto de preservar la máxima cantidad posible de tejido sano que
permita una visibilidad suficiente.

 Forma de superficie:

Esto es colocar márgenes cavitarios en la posición que han de ocupar en la


preparación acabada.

Para las obturaciones con amalgama se deben seguir los siguientes principios:

1) Eliminar todo el esmalte no soportado


2) Colocar los márgenes en una zona de auto limpieza
3) El Considerar la extensión profiláctica

 En las clases l la preparación incluye los surcos y las fisuras.


 En las clases ll las paredes vestibular, lingual y el suelo gingival de la caja
proximal deben permitir el paso del explorador para asegurar el acabado y el auto
limpieza de estos márgenes y se pueda colocar una matriz sin dificultad.
 En las clases V la forma de la superficie debe incluir las descalcificaciones del
esmalte adyacente a la preparación.

 Eliminar caries:

Siempre se debe dejar la cavidad libre de caries, excepto en aquellas en las que se
intenta llevar a cabo un recubrimiento indirecto. Se debe de enfocar más en
eliminar la caries de las paredes y sobre todo en la unión amelodentinaria.

Se debe de enfatizar en eliminar la caries de las paredes antes de hacer la limpieza


del sueño y sobre todo en cavidades grandes en las que de producirse una
exposición pulpar, debe quedar la menor cantidad posible de material
contaminado.

En dientes asintomáticos, pueden dejarse sin eliminar pequeños puntos o zonas de


dentina dura y negra.

En caries extensas y blandas, existe consenso en recomendar su eliminación


mediante excavadores, comenzando por la periferia y levantando capas.

1. Formas de retención y resistencia:

La forma de resistencia pretende evitar la fractura tanto de la obturación como del


tejido dentario remanente. La resistencia de la obturación se favorece colocando el
suelo 0.5 mm por debo de la unión amelodentinaria; esto proporciona suficiente
grosor de amalgama para evitar la fractura del material por las fuerzas oclusales.
Sin embargo en las clases ll el ángulo diedro axiopulpar además debe ser biselado
para conseguir un grosor adicional, ya que esta zona tiende a la fractura del
material como resultado de la oclusión de las cúspides antagonistas o bien por
debilitar excesivamente la amalgama al tallar fosas marginales muy pronunciadas.

En la zona del istmo, la resistencia de la amalgama se incrementa favoreciendo el


grosor de la restauración más en profundidad que en anchura.

Los ángulos internos deben ser ligeramente redondeados para reducir el estrés que
resulta de las fuerzas masticatorias y facilitar la condensación de la amalgama.

El ángulo cavo superficial debe acabarse a 90° para asegurar el soporte dentinario a
los prismas de esmalte, favorecer el acabado de la restauración sin socavados no
excesos marginales y evitar en lo posible el deterioro marginal.
En las clases ll para conseguir la retención, es importante, cuando se vaya a utilizar
amalgama, que la preparación sea proximoclusal, es decir con una cavidad oclusal
que hace el efecto de cola de milano. La convergencia a oclusal de las paredes de
esta última y la convergencia también a oclusal de las paredes vestibular y lingual
de la caja proximal han de proveer suficiente retención a la restauración final.

2. Acabado de las paredes:

En las cavidades oclusales, el acabado se ultima prácticamente al enfoca las formas


de retención y resistencia, conformando el ángulo cavo superficial a 90°.

En las cavidades proximales el acabado se completa manualmente para minimizar


el riesgo de deteriorar la propia preparación cavitaria o el diente contiguo.

En las clases ll, en dentición permanente además del alisado de las paredes libres
en la caja proximal, es indispensable clivar el suelo gingival con un recortador de
márgenes para eliminar los prismas de esmalte no soportados.

3. Limpieza y desinfección de la cavidad:

La preparación cavitaria estará lista para ser obturada cuando se hayan eliminado
los restos y detritos producidos durante la manipulación del diente.
Se recomienda el lavado copioso con agua y el secado intermitente, para evitar una
excesiva deshidratación.

Hoy en día se aprueba la desinfección cavitaria con una solución de clorhexidrina.

RESTAURACION DE LOS MOLARES PRIMARIOS

La anatomía de los molares primarios, con sus superficies oclusales fisuradas y áreas de
contacto interproximal planas y amplias, los convierte en los dientes deciduos más
propensos a la caries.
La importancia de los molares primarios en la masticación y como conservadores de
espacio para los dientes sucedáneos, aunada a la creación de materiales restaurativos
económicos y adecuados, favorece la tendencia a restaurarlo s y conservarlos.
Las coronas de acero inoxidable, la amalgama, y más recientemente las resinas
compuestas y ionómeros de vidrio, son los materiales utilizados en la restauración de
estos órganos dentarios.

Restauración de clase I con amalgama

La profundidad normal del piso pulpar es de 0.5mm desde la dentina a (casi 1.5 mm
desde la superficie del esmalte). La longitud de la punta cortante de la fresa núm. 330 es
de 1.5mm, por lo cual esta puede constituir la profundidad cavitaria.

El margen del ángulo cavo superficial debe estar sin bisel y ubicado fuera de las zonas
que soportan cargas.

La forma del contorno debe ser de arcos y curvas suaves y todos los ángulos internos
deben estar redondeados ligeramente.

El istmo debe medir un tercio del ancho intercuspideo; las paredes vestíbulo linguales
han de converger un poco en dirección oclusal.

Las paredes mesial y distal deben inclinarse en las crestas marginales para no socavarlas.

Etapas en la restauración y preparación de clase l con amalgama


1. Se administra la anestesia adecuada y se coloca el dique.
2.
3. Con una fresa del núm. 330 en una pieza de mano con turbina de alta velocidad, se
penetra el diente en dirección paralela a su eje longitudinal sobre la región de la
foseta central; se extiende la preparación hacia todas las fosetas y fisuras
susceptibles, hasta una profundidad de 0.5 mm en dentina.
4. Se elimina toda la dentina cariada con una fresa redonda y grande en una pieza de
m ano a baja velocidad o por medio de un excavador afilado.
5. Se alisan las paredes de esmalte y se refina el contorno con una fresa del núm. 330.
6. Se enjuaga y seca la preparación, y se inspecciona en cuanto a: 1) eliminación de
caries, 2) márgenes definidos del ángulo cavo superficial, y 3) eliminación de todo
el esmalte sin soporte con instrumentos m anuales, según sea necesario.
7. Se coloca la protección pulpar necesaria.
8. Se aplica barniz cavitario, se seca con aire y después se echa una segunda capa.
9. Se tritura la amalgama y se coloca una carga en la preparación.
10.Con el uso de un condensador pequeño, se inicia de inmediato la condensación del
material en la preparación, capa por capa, con presión firme, hasta sobre obturar un
poco la cavidad.
11.Con la mayor parte de las aleaciones modernas, después de condensar es posible
tallar casi enseguida. Un recortad o r pequeño cleoide-discoide es muy útil para
tallar las restauraciones en dientes primarios. Parte del borde tallador del
instrumento debe mantenerse siempre apoyada en la estructura dental, de manera
que no se haga un sobre socavado del margen cavo superficial. Se eliminan todos
los residuos de amalgama de los márgenes cavo superficial.
12.La anatomía tallada debe ser poco profunda; el tallado profundo (es decir un surco)
puede debilitar la restauración al crear un reborde delgado de amalgama en el
margen cavo superficial, y también reduce el volumen de material en las zonas
centrales que soportan carga, situaciones que favorecen la fractura.
13.L a amalgama tallada se bruñe cuando comienza su cristalización, o sea, cuando ya
es resistente a la deformación, Se realiza el bruñido con un instrumento pequeño y
redondo, el cual se frota sobre la superficie de amalgama para producir un aspecto
satinado. A p arte de atersar, el bruñido crea una subestructura con menos vacíos, y
disminuye el tiempo determinado.
14.Se pasa una torunda de algodón húmeda sobre la amalgama bruñida, para lograr un
atersado final (opcional).
15.Se retira el dique y se revisa la oclusión. Antes de retirar éste se pide al niño q u e
no ocluya hasta que se le indique. Con un papel de articular, se buscan
irregularidades oclusales en la restauración, después de pedir al niño que cierre con
suavidad.
16.Se hacen los ajustes necesarios con un recortador.
17.Se enjuaga la cavidad bucal y se da masaje en el tejido blando que circunda al
diente en que se fijó la grapa.

Errores frecuentes en las restauraciones de ciase l con amalgama

1) no incluir todas las fisuras susceptibles


2) preparar una cavidad demasiado profunda.
3) socavar los rebordes marginales
4) tallar demasiado profunda la anatomía de la amalgama
5) no retirar los residuos de amalgama de los márgenes cavo superficial
6) socavar en exceso, lo que favorece una fractura ulterior de la amalgama a causa de
hiperoclusión.

Restauración de clase II con amalgama

Durante la preparación oclusal de la amalgama de clase II es preciso seguir los


lineamientos para la de clase I; además hay varias sugerencias para preparar la caja
proximal. Esta debe ser más amplia en cervical que en oclusal; sus paredes, vestibular,
lingual y gingival, deben romper el contacto con el diente vecino, apenas lo suficiente
para permitir el paso de la punta de un explorador.

Las paredes vestibular y lingual han de mantener un ángulo de


90 grados con el esmalte.

La pared gingival debe ser plana, no biselada, y es necesario eliminar todo esmalte que
carezca de apoyo.

De manera ideal, la pared axial de la caja debe quedar con 0.5 mm de dentina, y tiene que
seguir el mismo contorno de la parte proximal del diente. Ya que las fuerzas oclusales
permiten una concentración de tensión dentro de la amalgama alrededor de ángulos
agudos, por norma es necesario biselar o redondear el ángulo lineal axiopulpar.

No deben hacerse surcos retentivos en la parte vestibular o lingual de la caja


interproximal. El ancho mesiodistal del asiento gingival debe tener 1 mm de extensión,
casi igual a la anchura de una fresa del núm. 330.
En los dientes primarios, muchos dentistas limitan sus restauraciones de amalgama de
clase II a restauraciones de dos superficies relativamente pequeñas.
Es posible hacer restauraciones de tres superficies (M O D), pero hay estudios que
demuestran que las coronas de acero inoxidable son las restauraciones más durables y
predecibles para la restauración de múltiples superficies grandes en dientes primarios
(Dawson y col., 1981).

Messer y Levering (1988) informaron q u e las coronas de acero inoxidable colocadas en


niños de cuatro años o menos presentan un índice de éxito de cerca de lo doble de las
restauraciones con amalgama de clase II por cada año de hasta 10 de servicio. Roberts y
Sherriff (1990) informaron que, después de cinco años, 33% de las amalgamas de clase II
colocadas en dientes primarios fracasan o requieren reemplazarse, mientras que sólo 8 %
de las coronas de acero inoxidable requieren un retratamiento.

En los preescolares con lesiones cariosas proximales grandes, se prefieren las coronas de
acero inoxidable a las amalgamas debido a su durabilidad.

Lesiones de tamaño similar en dientes que están a dos o tres años de la exfoliación se
pueden restaurar con amalgama, ya que se prevé que duren poco tiempo en la boca.
Los tornillos para retención de la amalgama en los dientes primarios están
contraindicados; debido a que la pulpa de los dientes primarios tiene un tamaño
relativamente grande, la capa de dentina es delgada y la constricción cervical intensa, es
muy difícil colocar con buen éxito el tornillo sin exposición pulpar o perforación del
surco gingival

Colocación de la banda matriz

En las restauraciones interproximales es necesario colocar banda matriz, con el fin de


ayudar a restituir el contorno y las áreas de contacto normales, y evitar que el material de
restauración se desprenda y vaya hacia los tejidos gingivales.
Se dispone de tres tipos de banda matriz para uso en odontología pediátrica:

1. La banda en T: provee de espacio para colocar varias matrices; no se necesita equipo


especial.
2. Matriz de Toffiemire: de poco uso, porque no ajusta en el contorno del diente primario
y complica la aplicación de varias bandas.
3. Matriz punteada: deja espacio para poner varias bandas; se requiere una punteadora en
el consultorio.

Las bandas en T se hallan disponibles en diferentes tamaños, contornos y materiales. Una


de latón, recta y estrecha, funciona para casi todos los procedimientos restaurativos
pediátricos.

Para formar la matriz se enrolla 1a banda en T sobre sí misma, en círculo, y se doblan sus
aletas de extensión con el fin de hacer un asa ajustable. Luego se contornea y se coloca
sobre el diente con las aletas de extensión dobladas sobre la superficie vestibular.
Se tira en dirección mesial el extremo libre de la banda, para traccionarla con seguridad
contra el diente. Con una pinza de Howe del núm. 110 se toman con firmeza los pliegues
de extensión y se retiran del diente.
Después, se ajusta la banda otros 0.5 a 1.0 mm, y el extremo libre se dobla sobre los
pliegues verticales y se corta con tijera a una distancia de 5 a 6 mm. Entonces, la banda
cerca sienta sobre el diente y se acuña. Debe ajustarse por debajo del margen gingival de
la preparación, también debe quedar 1 mm por arriba de la cresta marginal del diente
vecino.

Para retirar la banda en T las aletas de extensión se abren con un explorador o una
cucharilla. Con unas tijeras se corta un extremo de aquélla cerca de la superficie proximal
restaurada, y se retira en sentido vestibular o lingual p o r el área de contacto.

Después, esta asa se coloca alrededor del diente y se ajusta fuertemente sosteniendo la
banda con unas pinzas de Howe del núm. 110 desde la superficie vestibular. Se retira la
banda y se colocan dos puntos de soldadura en el lugar donde se pinzó en la superficie
vestibular.
Se corta el material excedente con unas
tijeras; se utilizan unas pinzas de con
tornear para darle forma a las áreas
cervical y de contacto.
La banda soldada se coloca otra vez en el
diente, y se aplican cuñas de madera.
Después de colocar la amalgama, se retira
la banda con un instrumento manual de hojas planas, entre la superficie vestibular del
diente y la banda, aplicando fuerza rotacional con el instrumento. Esto debe romper los
puntos de soldadura y permitir un fácil retiro de la banda.

Etapas en la preparación y restauración de las obturaciones de clase II con amalgama

1. Se administra la anestesia adecuada y se coloca el dique.

2. Se pone una cuña de madera en el área interproximal por restaurar (opcional). Con
ello se retrae la papila gingival durante la instrumentación, se evita que el operado
r corte el dique interseptal y la encía subyacente, y se crea un preacuñamiento, que
ayuda a asegurar un contacto proximal estrecho en la restauración final.

3. Con una fresa del núm. 330 en una pieza de mano con turbina de alta velocidad,
mediante un movimiento ligero como de pincelado se prepara la caja oclusal hasta
la profundidad ideal.

4. Para preparar la caja proximal, se empieza por el reborde marginal con un


movimiento de péndulo en dirección gingival en la unión amelodentinaria.

5. Se continúa hasta romper el contacto entre el diente contiguo y la pared gingival, y


que se vea la cuña. Si la p a re d gingival se hace demasiado profunda, la
construcción cervical del molar primario crea un escalón gingival muy estrecho.
Un ancho vestíbulo lingual mayor de la caja se localiza en el margen gingival.
6. Debe tenerse cuidado p ara no dañar la superficie proximal vecina. La caries
remanente se retira con un excavador afilado o una fresa redonda para pieza de
mano de baja velocidad.
7. Se redondea un poco el ángulo de la línea axiopulpar. Por la forma de la Fresa del
núm. 330, todos los demás ángulos de línea internos quedan redondeados de
manera automática.
8. Con un cincel se elimina cualquier esmalte sin soporte de las pared es vestibular,
lingual o gingival.
9. Se coloca la protección pulpar necesaria, y se aplican dos capas de barniz cavitario.
10.Se quita la cuña colocada al inicio del tratamiento y se pone una banda matriz.
11.Mientras se sostiene la banda T en su sitio, se reinserta con firmeza la cuña entre la
matriz y el diente contiguo, por debajo del escalón gingival de la preparación. Se
ajusta la cuña con un par de pinzas de Howe o con pinzas para algodón, desde el
espacio interproximal más amplio. La cuña sostiene fuertemente la banda contra el
diente, pero sin empujarla hacia la caja proximal. Quizá sea necesario cortar un
poco la cuña para conseguir el ajuste adecuado.
12.Se tritura la amalgama; con el porta amalgama se añaden cantidades pequeñas de
aleación a la cavidad, empezando por la caja proximal.
13.Con un condensador pequeño, se empaca la amalgama en las esquinas de 1a caja
proximal contra la matriz, a fin de garantizar el reestablecimiento de un contacto
proximal estrecho. Se continúa la obturación y la condensación hasta sobre obturar
toda la cavidad.
14.El tallado de la porción oclusal se realiza con un cleoide-discoide pequeño, como
en las restauraciones de clase I. Es posible tallar la cresta marginal con la punta de
un explorador o con un recortado de Hollenback.
15.Se retiran con cuidado la cuña y la banda matriz.
16.Se eliminan los excedentes de amalgama de los márgenes vestibular, lingual y
gingival con un explorador o un recortado r de Hollenback. Hay que comprobar
que la altura del reborde marginal ahora restaurado sea casi igual a la del diente
adyacente.
17.Se pasa un hilo dental con cuidado por el contacto interproximal, a fin de examinar
su estrechez, para revisar que no haya un margen gingival sobre extendido y p ara
eliminar de la región interproximal cualquier partícula suelta de amalgama.
18.Se b ruñe la restauración y, de ser necesario, se pule con una torunda húmeda
sostenida con pinza.
19.Se retira con cuidado el dique.
20.Con papel de articular, se revisa que no haya irregularidades oclusales, las que se
ajustan conforme se requiera.

Restauraciones de clase II con amalgamas contiguas:


En la dentición primaria son frecuentes las lesiones interproximales en dientes
vecinos. En interés del tratamiento, y del tiempo, es recomendable restaurar estas
lesiones en la misma sesión.

Se coloca una matriz en cada diente y una cuña adecuada. Las matrices preferibles son
las bandas en T o punteadas, ya que es difícil colocar varias portas matrices, uno en
cada lado. La condensación de la amalgama se realiza en porciones pequeñas de
manera alternada en cada preparación, a fin de obturar simultáneamente ambas
cavidades.
La presión de condensación aplicada en la matriz ayuda a asegurar un contacto
interproximal estrecho.
Las crestas marginales se tallan a la misma altura, y se retiran con cuidado 1a cuña y
las bandas, una a la vez. El tallado final es similar al descrito p ara las restauraciones
de clase II aisladas.

Problemas de las restauraciones de amalgama:

La fractura del istmo de una restauración de clase II con amalgama es un problema


frecuente que se presenta cuando la restauración queda alta de oclusión, cuando se
deja un volumen insuficiente de material en esa zona (por una preparación demasiado
superficial) o cuando la amalgama se talla en exceso.
La falla marginal en la caja proximal se debe casi siempre a un excedente del margen
cavo superficial, lo cual es otro problema frecuente en las restauraciones con
amalgama de clase II.
La falta de eliminación de toda la caries o la extensión insuficiente de las
preparaciones en las fisuras susceptibles a ésta, constituyen otro motivo frecuente de
fracaso de la restauración (Myers, 1977).

Terminado de las restauraciones de amalgama

De manera histórica, el propósito de pulir las amalgamas ha sido:

1) eliminar los rayones y defectos, que actúan como centros de corrosión


2) eliminar cualquier excedente de amalgama no tallado
3) refinar la anatomía y la oclusión.
El pulido de las restauraciones con amalgama de clase I no hace márgenes con mejor
adaptación después de 36 meses de funcionamiento. La textura superficial de las
amalgamas pulidas es mucho más lisa que la de aquellas que sólo están bruñidas.

El bruñido se realiza mejor con un instrumento redondo.

Para alisar la superficie de la amalgama se frota con el bruñidor con un movimiento de


adelante hacia atrás. Este se debe realizar después de que la amalgama alcanza su
cristalización inicial y es resistente a la deformación.

No hay contraindicaciones para pulir amalgamas.


 Técnica
Posponer el pulido para por lo menos 24 hrs después de colocar la restauración.
1. Con una piedra cónica, efectuar el contorneado general de la amalgama o la
eliminación de excedentes.
2. El pulido y brillo de la superficie se logra mediante una acción de barrido
ligero, sobre la restauración con fresas de baja velocidad.
3. El pulido final puede realizarse con un cepillo rotatorio con pasta para
eliminar los rayones pequeños seguido de un agente pulidor.
4. A nivel propximal, los márgenes de esmalte y amalgama se pulen con discos
pequeños de lija. La restauración debe permitir el paso continuo del
explorador.

Uso de resinas en molares primarios:

Las restauraciones de resina en los molares primarios ofrecen las ventajas de mejorar las
propiedades estéticas, eliminar el uso de mercurio y el choque galvánico y una baja
conductividad térmica.

Algunas desventajas son la necesidad de una técnica exacta, mayor tiempo de operación,
probable filtrado marginal, sensibilidad posoperatoria y una tendencia a los contactos
abiertos o perdidos.

Selladores y restauraciones preventivas con resina para los dientes primarios:

El sellado de fosetas y fisuras se define como la aplicación y adhesión mecánica de un


material de resina a una superficie de esmalte grabada con ácido, con lo que se logra
sellar las fosetas y fisura, aislándolas del medio bucal.
Con esto evitamos que las bacterias las colonicen y que haya nutrientes que puedan
utilizar las bacterias.

Las indicaciones para el sellado de estos dientes son en esencia las mismas que para los
permanentes, a saber:
1) fosetas y fisuras profundas y retentivas donde pudiera trabarse el explorador
2) fosetas y fisuras pigmentadas, con un aspecto mínimo de descalcificación
opacificación
3) caries de fosetas y fisuras o restauraciones en otras piezas primarias
4) demostración radiográfica y clínica de que no hay caries interproximal
5) paciente q u e recibe otro tratamiento preventivo, como fluoruro por vía sistémica
o tópica, para inhibir la formación de caries interproximal
6) aislamiento ad ecu ad o de contaminación salival cuando es posible
7) probable aplicación de selladores en dientes que erupcionaron hace menos de
cuatro años.

Cabe señalar que, en los molares primarios, la retención de los selladores es similar a la
que se logra en los molares permanentes.
En el caso de los molares permanentes, cuando los selladores se retienen suele suprimirse
el desarrollo de caries en fosetas y fisuras.
 técnica
1) aislar el diente de contaminación salival,
2) limpiar la superficie
3) grabar con ácido por 15 a 60 segundos
4) enjuagar y secar la superficie
5) aplicar el sellador a la superficie grabada
6) polimerizar el sellador
7) evaluar el sellador con un explorador
8) evaluar y ajustar la oclusión.

Preparación y restauración de clase l y ll con resina en molares primarios

Es imprescindible un control absoluto de humedad que hace casi obligatorio el uso del
dique.
L os márgenes proximales se biselan, pero estos biseles no se hacen en los márgenes cavo
superficiales, ya que es probable la fractura de la resina. Se recomienda colocar antes una
cuña entre los dientes p ara obtener una ligera separación y, de esa manera, un contacto
proximal más estrecho en la restauración final.
Los márgenes de esmalte se graban durante 15 a 60 segundos con un gel ácido. El agente
de adhesión dentinaria o ionómero de vidrio se coloca antes que la banda matriz y el
material de resina compuesta.
Es posible utilizar como retenedor una matriz delgada normal de plástico transparente o
de acero inoxidable. Ambos proporcionan resultados aceptables; sin embargo, las bandas
de acero son más fáciles de utilizar y más confiables para producir áreas de contacto
adecuadas.
Muchas resinas compuestas vienen pre empacadas en ampolletas pequeñas que pueden
inyectarse directamente en la preparación. Es posible utilizar un instrumento de plástico o
condensador para empacar o condensar la resina en la preparación.
No se deben polimerizar más de 2 mm de profundidad de material a la vez.

La resina se coloca en la preparación en incrementos. Donly y colaboradores (1987)


encontraron que cuando la resina se coloca en incrementos vestibulolinguales pequeños,
la contracción de polimerización es mucho menor que cuando se aplican incrementos
gingivooclusales o en una unidad completa. El curado o polimerización total de la resina
es muy importante para el éxito de la restauración.

El terminado se puede empezar inmediatamente después de la polimerización; se hace el


contorno de la superficie oclusal con una fresa de carburo redonda para terminad o en una
pieza de alta velocidad, o con fresas de diamante fino para pulir.

El contorno general de las superficies proximales se realiza con una fresa de carburo de
alta velocidad para terminado conforma de flama, o con un disco donde sea accesible. El
terminado final se realiza con una piedra blanca o con puntas de hule (caucho) abrasivas,
para eliminar las irregularidades de la superficie, y el pulido final, con un pulidor para
resina.

Restauración de incisivos y caninos primarios

Las indicaciones son:


1) caries
2) traumatismo
3) defectos del desarrollo del tejido duro dental. Con frecuencia, se colocan resinas
compuestas de clases III y V en los dientes anteriores primarios. También se
utilizan las resinas de clase IV; sin embargo, cuando se pierde mucha estructura
dental la cobertura total con una corona representa una mejor restauración.
Restauraciones de clase lll con resina

Las obturaciones conservadoras con resina compuesta están indicadas en las lesiones
cariosas interproximales pequeñas de los incisivos y para la superficie mesial de los
caninos.
Debido al gran tamaño de las pulpas de estos dientes, se requieren preparación es muy
pequeñas. La retención se obtiene mediante canaladuras colocadas en la superficie
vestibular o lingual y con el bisel del margen cavo superficial, para aumentar el área de
esmalte grabado.

La restauración de la superficie distal de los caninos primarios exige elaborar una


preparación un poco diferente a la empicada en los incisivos. La caja proximal se dirige
con angulación diferente hacia la encía; en este caso, es posible usar amalgama o resina
como material restaurativo.

La preparación es idéntica excepto un bisel en el cavo superficial corto para la resina y


carece de importancia el material restaurativo elegido. Se coloca una "cola de milano'' en
la superficie vestibular (bucal), siempre y cuando no elija la amalgama como material
para restaurar un canino superior; en tal caso, se coloca la cola de milano en la superficie
palatina.
Etapas en la preparación y colocación

1. Se administra anestesia adecuada y se coloca el dique. La ligadura de dientes


individuales utilizando hilo dental proporciona una mejor estabilidad.

2. Se prepara el acceso y se elimina la caries con una fresa núm. 330 o una redonda
del núm. 2 en una pieza de alta velocidad, buscando acceso por vestibular.
3. La pared axial se sitúa de manera ideal a 0.5 mm sobre la dentina. Con una fresa
redonda en una pieza de m ano de baja velocidad, se elimina la caries profunda.

4. Las paredes gingival y lingual apenas deben romper el punto de contacto con el
diente contiguo. No es necesario romper el contacto de la pared incisal de la
preparación para garantizar una estructura dentaria residual adecuada.

4. Colocar una "cola de milano" u otra retención en la superficie vestibular, justo en


la dentina.
5. La retención no debe extenderse más de la mitad en la superficie, y debe
permanecer en el tercio medio horizontal del diente.

5. Se talla un bisel corto (0.5 mm) en el margen cavo superficial. Esto se logra con
una fresa cónica delgada de diamante o con una en forma de flama, para pulido de
resinas compuestas.

6. Se limpia y seca la preparación con agua y aire comprimido, y se cubre la porción


más profunda con una base delgada de hidróxido de calcio o ionómero de vidrio.

6. 6 . Se graba el esmalte del margen cavo superficial durante 15 a 60 segundos. Es


preferible el ácido en gel. H ay que evitar que el ácido toque las superficies
dentinarias. Este grabado ayuda en la retención y asegura la integridad marginal
mejorada, y reduce la filtración marginal. Después del grabado, se enjuaga y seca
bien la preparación.

7. Se coloca una matriz de plástico; casi siempre es necesario cortarlas a la mitad en


sentido horizontal, porque se fabrican para dientes permanentes, y son demasiado
anchas para los primarios.
8. La matriz se coloca en interproximal, y se inserta la cuña.
9. Se aplica un agente de adhesión dentinal en la preparación con un pincel pequeño y
aire comprimido, para dispersar de manera uniforme una capa delgada del agente
sobre la dentina y el esmalte.

10.Con un instrumento de plástico o una jeringa de presión, se coloca la resina


compuesta en la preparación, y se tira con firmeza de la matriz alrededor de la
cavidad preparada, sosteniéndola hasta que polimerice.

11.Las resinas compuestas fotopolimerizables tienen un periodo de polimerización


controlado y son preferibles a los materiales de autopolimerización. Se sostiene la
luz visible lo más próxima posible a la resina compuesta, y se polimeriza según las
instrucciones del fabricante.
12. En ocasiones, el terminado y el pulido se realizan inmediatamente después de la
polimerización.
13.La superficie más lisa y deseable de una resina compuesta es la que perdura
después de eliminar una matriz bien adaptada; sin embargo, es complicado ajustar
una banda con tal precisión que ya no se requieran más ajustes marginales.

14.Es posible efectuar un terminado o contorneado general con fresas de diamante de


grano fino o de carburo para terminado.
15.La de punta de flama (12 a 20 estrías) es excelente para dar acabado a las
superficies vestibulares e interproximales.

16.11. Cuando se finaliza el terminado, se retira el dique y se p asa hilo dental a través
de las áreas interproximales, a fin de revisar que no haya sobre extensiones y para
eliminar el material glaseador excedente.

Restauraciones de clase V para incisivos y caninos

Las restauraciones de clase V pueden ser de resina (las más frecuentes) o amalgama, y
con mayor frecuencia se necesitan en la superficie vestibular de los caninos.

Para prepararlas, penétrese el diente en la zona cariada con una fresa del núm. 330 hasta
llegar a la dentina (casi 1 mm de la superficie externa del diente). Desplazar la fresa en
sentido lateral hacia la dentina y el esmalte sanos, y así establecerlas a la pared de la
cavidad.
La pared pulpar tiene que ser convexa, paralela a la superficie externa del esmalte. Las
pared es laterales se inclinan un poco, cerca de las superficies proximales para no
debilitar el esmalte. La extensión de la caries establece el contorno ex terno final. Con
una fresa del núm. 35 de cono invertido u otra redonda del núm. 1 / 2 de carburo, es
posible lograr la retención mecánica de la preparación mediante socavados pequeños en
los ángulos de línea gingivoaxiales e incisoaxiales.

Para las resinas, se sitúa un bisel pequeño alrededor de todo el margen cavo superficial.
La protección pulpar, el grabado y la colocación de la resina, así como su terminado, son
similares a los descritos para las resinas compuestas de clase III, excepto cuando no se
utilice matriz.
Cobertura coronal completa de los incisivos

Indicaciones:

1. Incisivos con lesiones interproximales extensas.


2. Incisivos con tratamiento pulpar.
3. Incisivos fracturados y que han perdido una cantidad apreciable de estructura dental.
4. Incisivos con defectos hipoplásicos múltiples o alteraciones del desarrollo (displasia
ectodérmica).
5. Incisivos pigmentados, desagradables desde el punto de vista estético.
6. Incisivos con lesiones interproximales pequeñas y zonas extensas de descalcificación
cervical.

IONÓMERO DE VIDRIO

Restauraciones anteriores

Los preparados de ionómero de vidrio se presentan en una variedad de tonos para


utilizarse en dientes anteriores. El uso de este cemento para restauraciones anteriores se
limita a preparaciones de las clases III y V.

La baja resistencia a la fractura y la escasa resistencia de la adhesión mecánica al esmalte


hace su uso impráctico para las restauraciones de clase IV. La retención en las
restauraciones de ionómero de vidrio de clase V, cuando el margen gingival no está en
esmalte, tiene sus ventajas.
Se ha demostrado que la liberación de fluoruro de las restauraciones con ionómero inhibe
la caries secundaria.

Restauraciones posteriores

La principal desventaja del cemento de ionómero de vidrio como material de restauración


en dientes posteriores es su propensión a la fractura y el desgaste.
Se han agregado partículas de metal a este cemento para aumentar su dureza y resistencia
al desgaste en restauraciones de dientes posteriores.

La resistencia a la fractura sigue siendo motivo de preocupación, y es necesario tomar


una decisión crítica cuando el material se utiliza en dientes posteriores.
Una vez más, la liberación de fluoruro y sus capacidades de adhesión son ventajas de este
cemento.

USO DE CORONAS DE ACERO INOXIDABLE

Se consideran por lo general superiores a las restauraciones con amalgama que incluyen
varias superficies; además, proporcionan un periodo de uso clínico mayor que el de las
restauraciones de clase II, con amalgama de dos o tres superficies (Dawson y col., 1981;
Messer y Levering, 1988).

Indicaciones:
 Caries Interproximal
 Cuando la caries implica 3 o más caras del diente
 Caries rampante (CTI)
 Caries recurrente
 Después de una terapia pulpar (Pulpotomía y Pulpectomía)
 En dientes permanentes jóvenes (Tratamiento de endodoncia con desarrollo
radicular incompleto)
 Defectos de desarrollo (Hipoplasia del esmalte)
 Dientes fracturados
 Bruxismo
 Como soporte para mantenedor de espacio
 En pacientes con alteraciones psicomotoras

Contraindicaciones:

 Piezas próximas a exfoliarse (2/3 partes de la raíz)


 Dientes que no pueden ser restaurados por perdida de estructura dentaria
 Piezas con movilidad (Fisiológica y Patológica)
 Presencia de fistula o absceso
 En dientes con reabsorción interna o externa
 Pérdida importante del perímetro de arco

Son dos los tipos de coronas de acero inoxidable de uso más frecuente:

1. Coronas preajustadas. Estas coronas tienen lados rectos, pero están festoneadas p ara
seguir una línea paralela a la cresta gingival. Aún requieren contorneado y cierto recorte.

2. Coronas contorneadas. Estas coronas están festoneadas y pre contorneadas. Quizá


requieran cierto recorte contorneado, pero por lo general es mínimo. Si es necesario
recortarlas, se pierde el pre contorno, y la corona debe ajustarse más antes de recortarla.

Indicaciones:
1. Restauración de dientes primarios o permanentes jóvenes, con lesiones cariosas
extensas. Se incluyen los primarios con caries en tres superficies o más, o donde la caries
se extiende fuera de los ángulos de línea anatómicos.
Esta categoría incluye los primeros molares deciduos con lesiones interproximales
mesiales, ya que su morfología produce un soporte inadecuado de las restauraciones
interproximales en mesial.

2. Restauración de dientes primarios o permanentes hipoplásicos.

3.Restauración de dientes primarios después de procedimientos de pulpotomía o


pulpectomía.

4.Restauración de dientes con anomalías hereditarias como dentinogénesis o


amelogénesis imperfectas.

5.Restauraciones en personas discapacitadas u otras en quienes la higiene bucal es muy


deficiente y se prevé el fracaso de otros materiales.

6 .Como soporte para conservadores de espacio o aparatos protésicos.

Consideraciónes clínicas

Las coronas Ion Crown 3M tienen una medida del 1 al 7 y en los molares existe coronas
derecha e izquierda.

Esta simbologia en el caso de los molares viene en la cara vestibular de la corona junto
con la letra correspondiente segun el diente (Sistema Zsigmondy), y el cuadrante al que
pertenece.

En cuanto a las coronas para dientes anteriores solamente se maneja el tamaño de la


corona ya que es unica, no hay derecha e izquierda. El numero vine por la cara palatina.

(A) Incisivo central primario


(B) Incisivo lateral primario
(C) Canino primario
(D) Primer molar primario
(E) Segunda molar primario

PREPARACION
 Antes de empezar a preparar la pieza se debe establecer la oclusión preoperatoria.
 Anestesia local
 Aislamiento del campo operatorio
 Eliminar el tejido carioso
 Preparación
 Selección de la corona
 Ajuste marginal
 Radiografía
 Cementado
Siguiendo la secuencia de los videos comenzaremos con la reducción oclusal, pero es
más recomendable empezar con los desgastes proximales y después con la con la
superficie oclusal.

Desgaste oclusal o incisal

La reducción de la superficie oclusal se realiza con una fresa de diamante en forma de


flama. El tallado es de 1 a 1.5mm de diámetro conservando la inclinación cuspídea. Se le
pide al paciente que cierre para observar un adecuado espacio oclusal.

La reducción oclusal uniforme facilita la colocación de la corona sin alterar la oclusión


pero se recomienda en piezas con pulpotomía.
Desgaste proximal

La reducción de las caras proximales se realiza con una fresa de carburo 699 o una fresa
de diamante en forma de lápiz. Se desgasta de 1 a 1.5 mm sin dejar línea de terminación,
se tallan las paredes paralelas o con una convergencia oclusal máxima de 10° grados
disminuyendo el contacto con el diente contiguo en sentido gingival y vestíbulo-lingual
para ganar espacio al colocar la corona. Se libera por completo los contactos
interproximales.

Es necesario tener precaución de no desgastar la pieza vecina o dejar algún escalón en la


preparación que evite la adaptación correcta de la corona.

Un escalón interproximal evita que la corona descienda correctamente sobre la


preparación de la corona. El uso de fresas demasiado grandes o la selección incorrecta de
una fresa propicia la formación de un escalón. Se debe explorar el espacio interproximal,
el explorador debe pasar a través de este sin ninguna interferencia.
Desgaste vestibulo-lingual o palatino

El desgaste de la cara vestibular y lingual se realiza con una fresa de carburo 699 o una
fresa de diamante en forma de lápiz. El desgaste es de 1 a 1.5mm sin línea de
terminación, con una ligera convergencia hacia oclusal o de preferencia con paredes
paralelas.

En la preparación de los incisivos y caninos primarios el desgaste de la cara lingual o


palatina solo se limita al tercio cervical. El área del cíngulo y concavidad no se desgastan
ya que el grosor del esmalte y dentina es muy delgado.

En los primeros molares primarios es importante desgastar la prominencia o tubérculo


cervical presente en la cara vestibular, para la mejor adaptación de la corona.

Al terminar los desgastes se redondean los ángulos rectos pero evitando dejar una
preparación circular.

La selección de la corona comienza con un procedimiento de ensayo y error, el objetivo


es colocar la corona más pequeña que pueda asentar en la preparación. Se debe establecer
los contactos proximales, sin desviar la oclusión o interferir.

En ocasiones se utiliza una sonda periodontal o un compás para establecer la medida de


la corona. Se mide la corona del diente antes de realizar la preparación y después se
transporta la medida a la corona que se adecue al diente.

Se adapta la corona a la preparación de lingual o palatino hacia vestibular, deslizándola


por la cara vestibular, entrando con algo de fricción, en algunos casos escuchándose un
click al hacer presión sobre la corona.
Los márgenes de la corona deben estar 1mm aproximadamente debajo del surco gingival.
Se debe establecer el ajuste de la corona en la preparación por medio de un explorador
sobre la superficie vestibular. Una corona que no tiene resistencia al retirarla no es la
indicada debiendo colocar una corona más pequeña. La corona más frecuente en molares
primarios es la numero 4 y en el caso de los anteriores es la numero 2 o 3.

Después de probar y establece la corona correcta que va a restaurar al diente se debe de


ajustar los márgenes de la corona para tener una mejor adaptación y posteriormente
cementarla.

Ajuste marginal
Este procedimiento de cerrar o ajustar la corona se realiza con las pinzas para cerrar
(Unitek 800) doblando todo el margen cervical de la corona de acero hacia adentro para
disminuir la circunferencia de la corona y restituir las características anatómicas.
                          
Con el ajuste se obtiene una retención mecánica de la corona, protege al cemento de la
exposición a la saliva u otros líquidos y mantiene una buena salud gingival.

Después se coloca la corona en el diente, se evalúa la oclusión tomando en cuenta la


oclusión de los caninos primarios. Se evalúa el tejido gingival y los puntos de contacto
interproximal.

Se toma una radiografía de control para evaluar el cerrado de la corona o la presencia de


algún escalón mesial o distal que impida bajar la corona o algún área abierta de la corona.
(Fig12)
En algunos casos hay que volver a cerrar la corona y tomar nuevamente una radiografía
de control.

Las radiografías utilizadas son:
Molares primarios: Aleta mordible
Incisivos y caninos: Oclusal o periapical
En la radiografía debemos observar los márgenes interproximales de la corona de acero
redondeados.

Posteriormente se retira o remueve la corona de la preparación con un instrumento en


forma de uña o una cucharilla de dentina para su cementado.

(1) Corona abierta (2)


Corona Cerrada
Cementado

Se retira la corona, se enjuaga y se seca para el cementado, se prepara ZOE final o


ionómero de vidrio. Se prepara el cemento de zoe final con una consistencia cremosa, se
coloca sobre las paredes internas de la corona. Se asienta la corona de lingual a vestibular
haciendo presión, fluyendo el material hacia la superficie vestibular.
Se elimina el cemento excedente de los márgenes de la corona con un explorador y en las
áreas interproximales se elimina con un trozo de hilo dental con nudos para tener una
mejor retención mecánica del cemento excedente.

Los excesos de cemento se retiran por completo para evitar la formación de bolsas
periodontales o alguna irritación o inflamación de la encía. Se vuelve a establecer la
oclusión para descartar un mal cementado.

Evolución

Regularmente después de restaurar la pieza no se tiene


un control periódico tanto clínico como radiográfico
para establecer la evolución de la pieza restaurada.
Evaluar la adaptación de la corona y los tejidos
gingivales.
Es importante establecer un buen diagnóstico clínico y
radiográfico antes de empezar cualquier
tratamiento, y así evitar algún fracaso.
BIBLIOGRAFIA:

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Dawson L R. Simón J F. Taylor PP: Use of amalgam and stainless steel restorations for
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