Retiro Kerigmático para Adolescentes
Retiro Kerigmático para Adolescentes
Retiro Kerigmático para Adolescentes
Introducción
La estructura actual del kerygma tiene como fuentes el Plan global de la Salvación y la predicación
primitiva. La presentación del kerygma se inicia con el plan original del amor de Dios que ha sido
rechazado por el hombre por el pecado. Inmediatamente se presenta el anuncio específicamente
kerygmático: Jesús viene a restaurar el proyecto de Dios mediante su muerte en la cruz y
resurrección. Con el envío del Espíritu Santo, restaura la creación, naciendo así un nuevo Pueblo
Elegido: la Iglesia.
Así toma forma el esquema básico del kerygma, como se presenta en la actualidad, en los temas
siguientes:
1.- El Amor de Dios 2.- El Pecado 3.- Jesucristo y la Salvación 4.- Fe y Conversión
5.- El Señorío de Jesús 6.-El Espíritu Santo 7.- La comunidad
Estos seis temas están íntimamente relacionados y siguen una secuencia lógica, coherente con la
revelación divina que también siguió este orden: "Dios te ama, pero tu pecado te impide
experimentar este amor. Pero El ya te salvó, perdonándote y liberándote del pecado por medio de
Jesucristo, de su muerte y resurrección. Si quieres apropiarte esta salvación, lo que tienes que hacer
es creer en Jesucristo y convertirte, cambiar de vida. Pidiendo y recibiendo el Espíritu Santo,
recibirás la fuerza de lo alto para perseverar y crecer en esta nueva vida, unido a la familia de Dios
que es la comunidad cristiana."
Este esquema de predicación del kerygma es común en la actualidad, tanto a católicos como a los
otros cristianos. A continuación se presentan los 6 temas con sus objetivos:
1 Dios te ama como Padre Amoroso: Objetivo: Mover a los participantes, no solo a "saber" que
Dios lo ama, sino a "experimentar" el amor salvador de Dios que los ama gratuitamente y de
manera personal e incondicional
2 El pecado nos ha separado de Dios Objetivo: Que los participantes descubran que el pecado
los separa de Dios y les impide ser felices. Que se reconozcan y se confiesen pecadores delante de
Dios, puesto que sólo quien se reconozca pecador, podrá ser perdonado y salvado.
3 Jesús nos ha salvado del pecado: Objetivo: Que los participantes lleguen a tener su encuentro
personal con Cristo resucitado como su Señor y Salvador, para que se dispongan a abrir las puertas
de su vida para que Jesús entre en ella y permanezca en sus corazones.
5 Pedir y recibir al Espíritu Santo: Objetivo: Que los participantes puedan tener su propio
Pentecostés, mediante una oración donde se pida y reciba una efusión abundante del Espíritu Santo
y se manifiesten sus dones y frutos.
Recepción e inscripción
1
Dinámica Inicial: Corazón herido”.
Se muestra a los participantes el dibujo o imagen de un corazón herido. Se forman pequeños
equipos para meditar: 5 MINUTOS
Hemos comentado en nuestros equipos las diversas heridas que tienen muchas personas, pero, ¿Y
TÚ COMO ESTÁS? (Se escucha la canción “¿Tú cómo estás?” de Yuri) DAR A CADA JOVEN
UN TROZO DE PAPEL PARA QUE ESCRIBAN SUS HERIDAS (10 MINUTOS)
El corazón de muchos hombres está herido. Podríamos afirmar que todos tenemos alguna herida:
desilusiones sentimentales, incomprensión familiar, problemas laborales o de estudio… Hoy, al
venir a este “encuentro con Jesucristo Vivo”, venimos junto Aquel que puede curar nuestras
heridas, porque sabemos que sanó a los enfermos y es capaz de poner alegría donde hay tristeza, y
vida donde hay muerte.
Dice Jesús en Mateo 11, 28-29: “Vengan a mí los que se sienten cansados y agobiados, que yo los
aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y sus almas
encontrarán alivio. Pues mi yugo es bueno y mi carga, liviana”. (Momento de oración en silencio)
Dios está aquí. Propongámonos en esta Pascua confiarle nuestras heridas, Él no nos quitará la carga,
sino que al imponernos su yugo nos dará los medios para llevarla. Confiados en que Jesús nos
mostrará cómo sanar nuestras heridas, saludémoslo cantando: Danos un corazón, grande para
amar… Padre Nuestro… Ave María… 10 MINUTOS
Objetivo: Mover a los participantes, no solo a "saber" que Dios lo ama, sino a "experimentar" el
amor salvador de Dios que los ama gratuitamente y de manera personal e incondicional
Motivación Inicial: una de las necesidades básicas de todo hombre: ser amado.
Para comenzar, se les propone la siguiente actividad:
Se invita a los jóvenes a avanzar un poquito más en el concepto que tenemos de "amor". Para ello se
comparte el siguiente cuento:
Había una vez un hermoso rosal que crecía en medio de una pradera, junto a una planta de cardo,
fea y sin gracia. A pesar de ser tan hermoso, el rosal no era feliz, y veía con envidia al cardo, que
siempre sonreía e irradiaba una alegría especial. Un día, el rosal no aguantó más y le preguntó al
cardo la razón de su permanente alegría, a lo que éste respondió:
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- Soy feliz porque me siento profundamente amado.
-¿Amado? ¿Y puede saberse quién te ama? Que yo sepa, todos los que pasan por aquí, se detienen
absortos ante la belleza de mis flores, y se extasían con mi perfume. En cambio, a ti nadie te mira.
No sé cómo nadie te ha arrancado todavía.
-¿Y quién habla de la gente que pasa por aquí?- exclamó el cardo, - Yo me refiero al sol. Él nos ama
a ti y a mí, y eso me hace inmensamente feliz.
-¿nos ama? ¿El sol?- preguntó sorprendido el rosal. - Pero si está allá, muy lejos. Jamás se nos ha
acercado, nunca nos ha dirigido siquiera la palabra. Jamás ha acariciado mis flores, ni se ha
deleitado con su perfume. ¿Cómo va a amarnos? Me parece mi amigo, que estás un poco loco.
-¿Y quién lo necesita?- exclamó molesto el rosal. Y se propuso deshacerse del sol.
Armado de paciencia, consiguió cuatro ramas largas y fuertes, las clavó a su alrededor, y con ramas
más pequeñas y paja, construyó sobre él un pequeño techo, para no ver al sol. ¡Así estaba mejor!
Ahora viviría feliz sin ese molesto sol encima.
Pronto se dio cuenta que, aunque no veía al sol, aún sentía su calor, por lo que decidió juntar más
ramas y construir paredes a su alrededor. ¡Ahora sí! ¡Qué fresco se sentía! Pero pronto notó que
todavía quedaban rastros de ese molesto sol: su luz se filtraba a través de las ramas, así que decidió
juntar mucho barro, y sellar las paredes y el techo. Una vez concluida la obra, el rosal se sintió
satisfecho. ¡Al fin! Ya no quedaba ningún rastro de ese sol intruso. Ni sus rayos, ni su calor, ni su
luz... ¡Por fin! ¡El sol había dejado de existir! Y nuestro rosal, en pocos días se pudrió y murió.
Y afuera, el sol seguía calentando e iluminando al cardo, que crecía sano y feliz...
Una vez leído el cuento, reconstruirlo a partir de las siguientes preguntas, que primero responderán
personalmente y luego se pondrán en común:
¿Qué piensas del rosal? ¿En qué consistía el "amor" del sol hacia las dos plantas?
¿Qué características encuentras en el "amor" del sol del cuento? ¿Por qué el rosal no se sentía
amado por el sol? ¿Qué hace diferentes al rosal y el cardo del cuento?
Al trabajar las respuestas a las preguntas anteriores, deberá guiarse la discusión a arribar a las tres
siguientes características del "amor" del sol:
Efectivo: el "amor" del sol no consistía en caricias, besos ni palabras bonitas, sino en luz y calor
que, en definitiva son las fuentes de vida para las plantas.
Gratuito: el sol daba luz y calor a ambos, sin importarle ni la belleza, ni la bondad, ni el
agradecimiento o no de ninguna de ellas. Tampoco les pedía nada a cambio y a ambas iluminaba
por igual.
Personal: Si bien el sol calentaba e iluminaba a ambas por igual, la luz y el calor llegaban a cada
una de ellas personalmente sin descuidar a ninguna de las dos.
Dinámica
Actualización
3
El Amor de Dios tiene las mismas características del amor del sol del cuento. Para ver con mayor
detalle su significado, se separa a los participantes separados en grupos de cuatro o cinco. A cada
grupo se le entrega las siguientes citas correspondientes a una de las características, con la consigna
de descubrir, a partir de ellas, el significado de la característica que les tocó.
Efectivo
Él creó todo lo que existe por amor: Sal
136,4-9
También nos creó a cada uno por amor: Sal
139,13
Él nos sostiene día a día porque nos ama: Sab
11,24-26
Él nos da todo lo que necesitamos: Sal
145,15-16
Gratuito
Él nos amó primero sin esperar nada a
cambio: 1Jn 4,10a
Nos amó eternamente: Is 31,3
Nos amará por siempre pase lo que pase: Is
54,10
Nos ama a todos por igual: Mt 5,45
Personal
Nos llama por nuestro nombre: Is 43,1b
Somos valiosos para Él: Is 43,4
Nos conoce hasta lo más íntimo: Sal 139,1-
3.14-15
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El Amor de Dios es efectivo, no afectivo. No es un amor de "sentimientos" únicamente,
sino que es un amor que actúa, que crea, que da vida, que sostiene. Es un Amor que se
traduce en hechos concretos.
El Amor de Dios es gratuito. El nos Ama no porque nosotros seamos buenos, sino porque
El es bueno. Nos ama sin esperar nada a cambio y a todos por igual. Dios lo da a buenos y
malos, sin que nadie lo merezca, y sin pedir nada a cambio. No hay que hacer nada para
recibir ese amor, simplemente darse cuenta de él y dejarse amar.
El Amor de Dios es personal. El nos ama a cada uno con nombre y apellido. Cada uno de
nosotros somos valiosos para él con nuestras cosas buenas y malas, porque nos conoce
hasta lo más íntimo.
Testimonio de vida
Trabajo personal
Una vez que se han comprendido las características del Amor de Dios, se propone a los
participantes descubrir ese amor efectivo, gratuito y personal en sus vidas. Para ello se
propone la siguiente Reflexión personal.
Voy a detenerme a reflexionar acerca del amor que Dios me tiene. Voy a descubrir el Amor
efectivo, gratuito y personal de Dios en mi vida.
1) Analizar mi vida, intentando descubrir todas aquellas cosas concretas que Dios me regala
a mí, gratuitamente, sin que yo lo merezca, aquello que no me he ganado, y sin embargo lo
tengo.
2) Dibujar en una hoja, en la parte inferior, una planta, que soy yo, y en lo alto al sol, que
representa a Dios. En cada rayo del sol voy a escribir un regalo de amor de Dios.
Objetivo: Que los participantes descubran que el pecado los separa de Dios y les impide
ser felices.
Que se reconozcan y se confiesen pecadores delante de Dios, puesto que sólo quien se
reconozca pecador, podrá ser perdonado y salvado.
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dejarse amar por Él. El hombre no puede, por sus propia fuerza recuperar la amistad con
Dios. Es preciso que el hombre se reconozca pecador y necesitado de la salvación y el
perdón de Dios.
Compartir el relato de la creación de Génesis 1, remarcando que todo fue creado por amor y
todo fue hecho bueno. El hombre ha sido creado para vivir plenamente el Amor de Dios.
En grupos se distribuyen periódicos para que los hojeen y busquen qué proporción de los
artículos hablan de ese "mundo bueno" de la creación, en el que Dios está presente junto al
hombre. Se verá que es un porcentaje muy pequeño de artículos que hablan de cosas buenas
y de un mundo hermoso, tranquilo, justo y en paz.
¿Dónde está Dios? A partir de lo analizado en los periódicos, mostrar que el mundo en el
que hoy vivimos no es el mismo mundo en el que "todo era bueno" de la creación. ¿Qué ha
pasado entonces? ¿Dónde está Dios?
Dinámica
Cita: "han sido las culpas de ustedes las que han puesto una barrera entre ustedes y su Dios;
sus pecados han hecho que El se cubra el rostro para dejar de escucharlos". (Is 59,2)
Falta:
6
- Pecar es hacer lo malo: "Contra ti solo pequé, e hice lo que es malo a tus ojos" (Sal 51,6a)
- Pero también es no hacer lo bueno: "Alguien, entonces, que sabe hacer lo bueno y no lo
hace, le es pecado" (San 4,17).
Voluntaria: Nadie obliga a pecar, es cada uno quien elige el pecado o no. "…Cada uno es
tentado por sus malos deseos, que lo atraen y lo seducen. De ellos nace el pecado, y éste,
una vez cometido, engendra la muerte." (San 1,14-15)
de amor a Dios. .. "Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando"(Jn 15,14) "El
que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano" (1Jn
3,10b)
"Había una vez un rey que cada año, al acercarse el aniversario de su coronación,
acostumbraba a liberar un prisionero. Cuando se acercaba el día del aniversario, como ya
era costumbre, se dirigió a la prisión y comenzó a entrevistar a los prisioneros para decidir
quién iba a ser el afortunado este año.
Uno a uno, fueron desfilando ante él todos los prisioneros: "Soy inocente. A mí me
acusaron falsamente y estoy aquí por un crimen que no cometí", dijo el primero. "El jurado
me condenó injustamente, yo no hice nada", dijo el segundo. Así, uno tras otro fueron
proclamando su inocencia y la situación injusta de su estancia en prisión. Hasta que llegó el
último: un hombre pequeño de estatura, que sin levantar la vista declaró: "Yo he matado a
un hombre. Estaba fuera de quicio porque él había matado a mi padre y, ciego de la ira,
perdí el control de mis actos y le disparé. No merezco ser liberado: soy un criminal".
Inmediatamente el rey ordenó que este último hombre fuera liberado. "Pero ¿por qué lo
liberas a él y no al resto que han declarado ser inocente?", reclamaron indignados los
guardias. Y el rey respondió: Precisamente, yo cada año libero a un delincuente, no a
hombres inocentes. Además, es mejor que se vaya, si no va a arruinar al resto que son todos
buenas personas".
Conversando acerca del cuento, podemos deducir que lo que motivó que el prisionero fuera
liberado, fue su actitud sincera de reconocerse un delincuente y mostrarse arrepentido. El
resto de los prisioneros negaron su responsabilidad en los actos cometidos y fingieron ser
inocentes, lo cual les valió el precio de no ser liberados.
Testimonio de vida
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Oración
Se invita a los participantes a analizar en sus vidas, en qué medida permiten que el pecado
los aparte de Dios.
Objetivo: Que los participantes lleguen a tener su encuentro personal con Cristo resucitado
como su Señor y Salvador, para que se dispongan a abrir las puertas de su vida para que
Jesús entre en ella y permanezca en sus corazones.
El cazador puede cazar a los del otro equipo arrojándoles su pelota para que los toque sin
caer al suelo.
Una vez que un jugador es cazado, es llevado a la guarida del equipo contrario, donde
permanecerá cautivo hasta ser rescatado. Solamente el cazador puede cazar. Si cualquiera
del equipo logra agarrar la pelota, debe entregársela al cazador.
Rescate:
Cualquiera de los miembros de un equipo (inclusive el cazador) puede utilizar la pelota del
otro equipo, para salvar a los compañeros cautivos, arrojándosela y logrando que el otro la
agarre sin que toque el piso. Nadie puede quitar la pelota a otro, es preciso esperar a que sea
arrojada. Si alguien agarra la pelota del equipo contrario no habiendo nadie para salvar de
su equipo, queda automáticamente cazado y debe ser llevado a la guarida del equipo
contrario.
Gana el equipo que logra cazar a todos los del equipo contrario.
Luego de jugar, discutir con los participantes acerca de los roles que desempeñó cada uno
de los participantes, haciendo hincapié en el hecho de "salvar
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Distintos usos de la palabra "salvar"
Se propone a los participantes compartir situaciones en las que ellos hayan "salvado" a
alguien, o alguien los haya "salvado" a ellos o a alguien cercano a ellos, manifestando qué
sintieron en esa oportunidad.
Jesús ya nos salvó... En la catequesis aprendimos que "Jesús es nuestro Salvador" (1Jn
4,14). Hoy vamos a descubrir un significado más profundo de esta frase.
Puede utilizarse el siguiente testimonio de Pablo, que da gracias por haber sido salvado por
Jesucristo de su vida de pecado para iluminar la salvación: 1Tim 1,12-17
Y esta salvación se obró por el Amor que Dios nos tiene: "Así Dios nos manifestó su amor,
envió a su Hijo único al mundo para que tuviéramos vida por medio de El. Y ese amor no
consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó primero y envió a
su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados" (1Jn 4,9-10)
La salvación se llevó a cabo mediante la muerte de Jesucristo en la cruz, como lo atestigua
san Pablo: "Por él (Jesucristo) quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en
el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz. Antes, a causa de sus pensamientos
y sus malas obras, ustedes eran extraños y enemigos de Dios. Pero ahora, él los ha
reconciliado en el cuerpo carnal de su Hijo, entregándolo a la muerte…"(Col 1,20-22a).
Si Jesús ya nos "salvó" del pecado con su muerte y resurrección ¿por qué el mundo no es
ese paraíso que Dios prometió? ¿Por qué no todos los hombres viven unidos íntimamente a
Dios gozando de felicidad? ¿Es que acaso el Plan de Dios no resultó?
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Con su muerte en la cruz, Jesús nos salvó de una vez y para siempre a toda la humanidad.
El nos abrió las puertas de la salvación, pero es preciso que cada uno de nosotros haga
propia esa salvación atravesando esa puerta. Es como si nos hubiera tirado un salvavidas:
¡tenemos que agarrarlo primero, para poder ser salvados!
Primero que nada, el ciego se da cuenta de que necesita ser curado: Es importante que se de
cuenta de que está enfermo, si no, no va a pedir a nadie que lo ayude. Sabe que hay alguien
que lo puede curar: Jesús. Tiene fe en El. Pide que lo cure. Es salvado por Jesús. Jesús no
solamente lo cura, sino que lo salva. El le dice: "Tu fe te ha salvado". Y esta salvación no la
ha ganado el ciego por ser bueno, o por que a Jesús le dio lástima, o porque Jesús tuvo que
curarlo para quedar bien con la gente, sino porque el ciego tuvo Fe.
Por último, el ciego agradece la salvación. Y lo hace alabando a Dios, porque reconoce que
ese que lo salvó no es un simple hombre, sino que es el mismo Dios.
Jesús quiere salvarme a mí. Hoy, la humanidad necesita ser salvada nuevamente.
Todo esto acerca de la salvación de Jesucristo, está muy bien. Pero he aquí un grave error
en el que podemos caer los cristianos: "Terminada la Misa, una mujer se acerca al
sacerdote, entusiasmada, y le dice: Hay padre. Su sermón de hoy me pareció estupendo. ¡Le
viene de maravillas a un montón de personas que yo conozco!"
Muchas veces, nos limitamos a teorizar demasiado a Dios: "Jesús vino a salvar a la
humanidad". Pero Jesús no vino para salvar a la humanidad, (algo difícil de comprender).
Jesús vino a salvarnos a cada uno de nosotros, y no nos salvó hace dos mil años, sino que
nos quiere salvar hoy.
Es preciso que cada uno de nosotros descubramos que necesitamos ser salvados. Que no
porque sentimos que somos "buenos", Jesús no tiene nada que hacer en nuestras vidas.
Cada día de nuestra vida necesitamos la acción salvadora de Jesús para que nos vaya
acercando cada vez más a su Padre. Jesús no vino a salvar a los demás, sino a salvarme a
mí.
Testimonio de vida
Oración final: Escuchar el canto: "Yo me lanzaré desde los cielos". Luego de ello, se
invita a los participantes a expresar su agradecimiento a Jesús por ese gran acto de amor,
por esa salvación que nos ha regalado.
HORA SANTA:
Objetivo: Llevar a los jóvenes y adolescentes a una experiencia de encuentro con Jesús
Eucaristía a través del canto y la oración, viviendo el Amor de Dios.
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Canto: “Cantemos al Amor de los Amores”
Se hace la siguiente oración a dos coros:
Coro 1. Yo les he amado, dice el Señor, y ustedes han dicho: ¿En que nos amaste..?. Mi
pueblo cambia a su Dios por cosas que no sirven.
Coro 2. “Crea en mi, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mi”
Coro 1. Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en
Él no muera, sino que tenga Vida Eterna...
Coro 2. “Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en mi aunque muera, vivirá”.
Coro 1. Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mí voz y abre la puerta, entraré
en su casa y cenaré con Él y él conmigo.
Coro 2. “Al nombre de Jesús, toda rodilla se doble y toda lengua confiese: Jesús es Señor
para gloria de Dios Padre”
Coro 1. Es Dios quien nos fortalece en Cristo, el que nos ha ungido, nos ha marcado con
su sello y nos ha dado su Espíritu como garantía de salvación.
Coro 2. “Y yo rogaré al Padre y les dará otro Consolador, para que esté siempre con
ustedes, el Espíritu de la verdad”.
Coro 1. Vive en mi, oh Espíritu de Dios, fluye en mi, con tu fuerza y con tu amor, que te
pueda ver obrando, sobre en mi con poder.
Coro 2. En presencia de los ángeles salmodio para Ti, hacia tu santo templo me postro.
Ayudar a los chavos a tomar conciencia del gran Amor que Dios les tiene y que se
manifiesta en todo lo que les rodea.
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Primer Tema: Dios te ama
...porque Dios es Amor.
NOTA: Al final del tema, tres videos de youtube con cantos sobre el amor de Dios para proyectar y apoyar la
exposición de la charla.
Objetivo: Conocer cuán grande es el amor de Dios, para que cada uno llegue a experimentar su Amor
personal e incondicional.
Introducción
Con frecuencia los hombres tienen ideas equivocadas acerca de Dios. Unos piensan que Dios no se preocupa
del mundo que creó, pues parece vivir alejado de nuestras realidades. Otros se imaginan que Dios es un juez
severo, que lleva estricta cuenta de nuestras culpas para castigarnos aquí en la tierra o cuando muramos.
Otros piensan que Dios existe y es bueno, pero que sólo debemos acudir a El cuando tenemos problemas
insolubles, y que ya resueltos, podemos olvidarlo por completo. Hay otros que niegan la existencia de Dios;
se llaman ateos.
Enseñanza
Dios es Amor
Si leemos la Biblia, encontramos enseñanzas muy bellas acerca de Dios. De modo especial subrayamos la
frase que escribió San Juan, en la primera de sus cartas, y que repite dos veces: "Dios es amor" (1Jn.4,8 y l6).
Esa palabra resume todo el misterio de Dios y su relación con nosotros. Dios es un misterio de amor: es un
Padre amoroso, es un Hijo que por amor vino al mundo, es un Espíritu que comunica su amor a todas las
criaturas.
Ese Dios nos ama. Por amor nos creó. El libro de la Sabiduría dice que si Dios hubiese aborrecido algo, no lo
hubiera creado. (Sabiduría 11,24).
Dios es Padre
Para hacernos comprender el amor de Dios, la Biblia le da nombres familiares a nuestra experiencia, como:
Padre, Madre, Esposo, Amigo, Pastor...
El nombre de Padre aparece en el Antiguo Testamento, pero fue Jesús quien más lo usó y quien enseñó a sus
discípulos a decir la palabra "Abbá", que significa "papá", cuando fuesen a orar. Ser discípulo de Jesús es
atreverse a dar a Dios el nombre de Padre, y a tutearlo confiadamente. También el amor de Dios se compara
con el de una madre que es incapaz de olvidarse de los hijos que llevó en las entrañas.
Se puede comparar también ese amor divino, al amor de un esposo que está totalmente enamorado de su
esposa, o al de un amigo que se sacrifica por su amigo, o al de un pastor que busca sus ovejas y no descansa
hasta encontrarlas.
Si deseamos expresar cómo es el amor de Dios, no encontramos palabras para lograrlo a cabalidad; su amor
supera nuestro vocabulario. Podemos decir, como en el libro del Exodo, que "Dios es misericordioso y
clemente, tardo a la cólera, rico en amor y fidelidad" (Ex. 34, 6). O, como San Pablo, podemos exclamar que
ese amor supera todas las dimensiones, y que nada nos puede separar de él. Ese amor que Dios nos tiene es
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gratuito, pues Dios nos ama antes de que nosotros le amemos a El. Como dice San Juan, "Dios nos amó
primero" (1 Jn. 4,10) y nos hizo sus hijos. El deber elemental de un hijo es amar al Padre que le da la vida, oír
sus palabras y hablarle expresándole sus necesidades y diciéndole su amor, su alabanza y su gratitud. Es lo
que deseamos proponer a quienes estudien esta enseñanza: que lean la Biblia y que oren con devoción de
hijos a su Padre y Creador.
Además consulta:
Para profundizar
• Ora diariamente.
• Aprende a rezar el Padre Nuestro.
• Asiste a un Grupo de Oración
• Compra la Biblia y léela asiduamente
• Descubre en el Evangelio de San Juan qué dice Jesús acerca del Padre Celestial.
13
“Dice Sión: 'Yahvé me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí'. ¿Acaso olvida una mujer a su niño de
pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues, aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido.
Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada, tus muros están ante mi perpetuamente”. (Isaías 49,
14-16)
“Los montes se correrán y las colinas se moverán, mas mi amor de tu lado no se apartará y mi alianza de
paz no se moverá”. (Isaías 54, 10)
Dios creó al hombre en estado de amistad con Él para que disfrutara su amor, pero el hombre engañado y
seducido por el maligno abusó de su libertad dándole la espalda a su Creador, queriendo alcanzar su
realización al margen de Dios.
“Si comes de este árbol encontrarás la muerte” –le había dicho Dios.
“No te creas de eso, al contrario, serán como dioses” –le replicó el padre de la mentira, el seductor del mundo.
Creyéndole más al maligno, rechaza el hombre el árbol de la vida y prefiere alimentarse con el fruto del árbol
del conocimiento, caminando con sus luces y sus fuerzas propias. Se cree autónomo.
Comió el hombre de ese fruto y se le abrieron los ojos y conoció… que estaba desnudo, despojado de los
dones gratuitos y herido gravemente en su naturaleza.
Entonces se produce una profunda división en el hombre. Toda su vida, individual y colectiva se presenta
como una lucha dramática entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas… el ser humano mirando dentro
de su corazón y contemplando su vida, se descubre inclinado hacia el mal y sumergido en múltiples males.
Experimenta el hombre que es incapaz de vencer por si mismo eficazmente los asaltos del mal y se siente
cargado de cadenas.
”Soy carne, vendido al poder del pecado. No comprendo mi actuación, pues no hago lo que quiero, sino que
hago lo que no quiero. Descubro que aún queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta” Romanos
7, 14-23
Al rehusar reconocer a Dios como su principio el hombre pierde la unión con su fin último y rompe toda
armonía consigo mismo, con los demás hombres y con la creación.
Relaciones interpersonales inexistentes o falsas: Dañada gravemente nuestra capacidad de amar y ser amados:
hogares destrozados, rotos, relaciones engañosas, interesadas o posesivas, soledad, incomprensión,
desconfianza, agresividad.
14
La persona dañada y herida profundamente en su cuerpo y en su mente: Toda clase de enfermedades y
dolencias, tanto mentales como físicas, desajustes y desequilibrio interior, temores, angustias, inseguridad,
ansiedad, depresión, tensión, vida sin sentido. Muerte.
El cosmos convertido en caos: Cataclismos, terremotos, inundaciones, sequías, maremotos (sunamis), clima
trastornado.
¿Quién es el responsable?
El responsable de este desorden es el hombre mismo, quien rechazando a Dios, prefirió la esclavitud de
Satanás, provocando el caos, la enfermedad, el desequilibrio y la muerte.
“El mundo entero yace bajo el poder del Maligno” (1 Juan 5, 19)
Soluciones falsas:
Algunas legítimas como la ciencia y la técnica: Pero son parciales, superficiales, muchas veces sólo aparentes.
Falsos mesianismos: Materialismo sin trascendencia, racionalismo sin fe, humanismo sin Dios, vanas
promesas de paz como el yoga, meditación trascendental, filosofías orientales: Hinduismo (hare Krisna),
budismo y sus creencias: Feng Shui, reencarnación, mantras, chacras, etc.
Idolos engañosos: Satanismo, brujería, esoterismo y ocultismo, poderes extrasensoriales, control mental, uso
de ouija, fidencismo, culto a la Santa Muerte, Santería, falsos santos como el “niño Fidencio”, Pancho Villa.
Magias de todos colores.
Superstición: Uso de fetiches, amuletos (pata de conejo, elefante, pirámides, herraduras, pencas de sábilas,
huevos, cuarzos, etc.) Conocer el futuro al margen de Dios: Lecturas de cartas, tarot, mano, café.
Curanderismo, astrología y horóscopos. Biorritmo. Cartas astrales. Barridas con huevo, con hierbas con
piedras. (En una futura sección, abundaremos sobre cada uno)
Nos hemos alejado de la casa del Padre, hemos despilfarrado nuestra herencia y estamos bajo el poder del
príncipe de este mundo que nos manda a cuidar puercos (Lucas 15, 11-35)
“Me dejaron a mí, Manantial de Aguas Vivas, para hacerse cisternas agrietadas que el agua no contienen”:
(Jeremías, 2, 13)
Sólo Dios tiene la solución al problema del hombre, ya la la ha dado, y nos la ofrece a cada uno, ahí
encontraremos la salvación. La solución de Dios es la única, porque sólo ésta es total, definitiva, radical y
auténtica.
¿Qué es el Kerigma?
Kerigma es una palabra que viene del griego "khrissw" y significa "proclamación". Y en la fe cristiana es el
contenido sustancial de la Buena Nueva de Salvación: la muerte y resurrección de Cristo. Es el anuncio usado
por los apóstoles a partir del día de Pentecostés, por lo cual se convirtieron más de tres mil almas. Es el
anuncio que dio inicio a la comunidad cristiana. Es el anuncio que hoy más que nunca hemos olvidado, que
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nos hace falta escuchar, como decía nuestro querido papa Juan Pablo II, "para tener un encuentro vivo, de
ojos abiertos y corazón palpitante en el Señor Cristo Resucitado".
Al gran problema del ser humano que es el pecado y todas sus consecuencias, sólo el Padre Celestial tiene
para nosotros la única solución verdadera, la única radical, la única definitiva, la única integral. Jesús ya te
salvó. Existe una muy buena noticia: Jesús ya te salvó y te perdonó, pagando nuestra deuda pendiente al
precio de su sangre. Con su pasión, muerte y resurrección te dio la Vida: Vida de hijo de Dios. Ya estamos en
paz con Dios y es posible la felicidad, paz y armonía para ti. Jesús no nos salva, Jesús ya nos salvó.
Por Jesús y en Jesús, el Padre nos ha dado YA la salvación. "No hay otro nombre por le que podamos tener
Salvación" (Hechos 4, 12). Por su cruz nos ha salvado y por su resurrección nos ha ganado Vida Nueva. Su
muerte en la cruz y su sangre derramada son el precio de nuestra redención, justificación y salvación.
Con su resurrección venció al pecado, a Satanás y a la muerte y nos trajo Vida Nueva.
Citas Bíblicas:
16
a) "Tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo…No para condenar al mundo sino para que el
mundo se salve": (Juan 3, 16)
b) "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia": (Juan 10, 10)
c) "Jesucristo nuestro Señor fue entregado por nuestros pecados y fue resucitado para nuestra justificación":
(Romanos 4, 24-25)
d) Otros textos: Romanos 5, 8 ; Colosenses 2, 13-14 ; Efesios 2, 4-5 ; Juan 1, 7 ; Juan 16, 33 ; Hechos 4, 12 ;
1Timoteo 2, 5
http://kerigmapalabradevida.blogspot.com/2010_07_01_archive.html
NOTA: Comúnmente en los cursos de evangelización fundamental o seminarios de vida en el espíritu, "fe" y
"conversión" se comparten en un sólo tema. Por razones prácticas y técnicas, he separado ambos conceptos en
dos entradas diferentes.
Objetivo del tema: Tener un encuentro personal con Jesús Salvador, por la fe y la conversión. Hacer un acto
de fe y de conversión.
Si Jesús ya nos salvó, ¿por qué entonces no experimentamos todos los frutos de la salvación en nuestra vida y
en nuestro mundo? Ciertamente él ya nos salvó y nos dio la Nueva Vida. Pero lo que hace falta es que
nosotros aceptemos y recibamos lo que Jesús ya ha ganado para nosotros. Un hermano tuyo te envía un
documento (testamento) donde te hereda todos sus bienes, con la única condición de que tienes que ir donde
él está para tomar posesión de ellos. El ya te los dio. Son tuyos, pero para poder hacer uso de ellos debes ir
con tu hermano.
Jesús es tu hermano que te invita a participar su herencia de Hijo de Dios. El ya te dio la capacidad de llegar a
vivir como tal. Lo único que necesitas es ir a él para hacer tuya la Vida Nueva que él te ha regalado. ¿Qué
debemos hacer para vivir la vida de Jesús?, le preguntó aquella multitud a Pedro la mañana gloriosa de
Pentecostés. Toda esa gente se había dado cuenta de que los Apóstoles, junto con María, vivían la vida
humana de tal forma, que inspiraba a los demás a querer vivir de la misma manera. La respuesta de Pedro fue
sencilla: crean en Jesús, conviértanse de sus pecados, y entonces podrán vivir la vida del Hijo de Dios
resucitado. Fe y conversión es lo único que nosotros necesitamos para vivir la vida de Dios traída por Jesús.
La Fe
La fe es el medio necesario para conectar con la salvación, pues por ella habita Cristo en nuestro corazón: Ef.
3,17. Ciertamente sólo Jesús salva, pero el medio por el cual esa salvación llega hasta nosotros es la fe: Rom
5,1-2; Hech 10,43.
“Hemos sido salvados por gracia, mediante la fe, y esto no viene de nosotros mismos, sino que es un don de
Dios”. Ef 2,8.
“La total justificación la obtiene por Jesucristo todo el que cree”. Hech 13,38.
17
Esta fe, don de Dios, es al mismo tiempo la respuesta a su iniciativa, que le dice: "sí te creo, y acepto cien por
ciento al que Tú enviaste a este mundo para salvarme". Es confianza, dependencia y obediencia a Jesús
salvador, muerto y resucitado que es el único mediador entre Dios y los hombres. La fe es la certeza de que
Dios va a actuar conforme a las promesas de Cristo. Por tanto, la fe no es creer en algo, sino en Alguien; y
entregarse a esa persona sin límites ni condiciones. Tampoco es un asentimiento intelectual a cosas que no
entendemos, sino una confianza y dependencia a Dios y su plan de salvación. La fe ni es un sentimiento, ni se
mide por la emoción, ni tampoco es autosugestión. Es una decisión total del hombre que envuelve todo su ser
y compromete toda su persona.
“Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. Pues
con el corazón se cree para conseguir la justicia y con la boca se confiesa para conseguir la salvación”.
Rom 10,9-10.
Cuando Pablo habla de corazón y boca se está refiriendo tanto a lo más íntimo, como a lo más externo del
hombre. Es decir, la fe tiene que ser tan profunda como manifiesta. La fe, por tanto, nos lleva a actuar
conforme a lo que creemos, cambiando nuestra forma de vivir. De otra manera no es fe, sino sentimiento,
ideología o creencia.
El equilibrista
La fe en Cristo muerto y resucitado nos llevará a morir con él para resucitar con él. La fe, o se manifiesta, o
no es fe. La fe que no se manifiesta sería como un fuego que no calienta ni quema. La fe, por ser fe, debe ser
tanto interior como exterior.
En Nueva York hubo dos rascacielos impresionantemente altos, a treinta metros de distancia uno del otro. Un
famoso equilibrista tendió una cuerda en lo más alto de estos edificios gemelos con el fin de pasar caminando
sobre ella. Antes dijo a la multitud expectante:
- Me subiré y cruzaré sobre la cuerda; pero, necesito que ustedes crean en mí y tengan confianza en que lo
voy a lograr...
- Claro que sí, respondieron todos al mismo tiempo.
Subió por el elevador y ayudándose de un vara de equilibrio comenzó a atravesar de un edificio a otro sobre la
cuerda floja. Habiendo logrado la hazaña bajó y dijo a la multitud que le aplaudía emocionada.
- Ahora voy a pasar por segunda ocasión, pero sin la ayuda de la vara. Por tanto, más que antes, necesito de su
confianza y su fe en mí.
El equilibrista subió por el elevador y luego comenzó a cruzar lentamente de un edificio hasta el otro. La
gente estaba muda de asombro y aplaudía. Entonces el equilibrista bajó y en medio de las ovaciones por
tercera vez dijo:
- Ahora pasaré por última vez, pero será llevando una carretilla sobre la cuerda. . . Necesito, más que nunca,
qué crean en mí y confíen en mí.
La multitud guardaba un tenso silencio. Nadie se atrevía a creer que esto fuera posible...
- Sí, sí, yo creo en ti; tú puedes. Yo confío en ti... El equilibrista para certificar su confianza, lo retó:
18
Cuando en verdad le creemos a Jesús nos subimos a su cruz, muriendo a todo aquello que no nos deja vivir.
Este tipo de fe nos permite ver lo invisible y esperar contra toda esperanza, ya que todo es posible para el que
cree.
El cheque
Jesús ya realizó de una vez para siempre nuestra salvación. Por la fe nosotros aceptamos, recibimos y
hacemos nuestra esa salvación ya ganada por su muerte y gloriosa resurrección. Jesús ya nos ganó y nos dio la
salvación. Pero nos la dio en un cheque. Por tanto, tenemos que ir a cobrarlo al Banco de la Misericordia del
Padre Celestial.
* Está firmado por el mismo Jesús. Su firma es muy sencilla: una cruz. El Padre conoce muy bien la firma de
su Hijo. Nadie la puede falsificar.
* La tinta con que está escrito no es sino la misma sangre de Cristo Jesús: Los méritos de su muerte y
resurrección.
*La fecha: El día de hoy. Hoy es el día de la salvación. Mañana podría ser demasiado tarde. Aprovecha la
oportunidad.
* La cantidad: Una Vida Nueva. Vida de hijo de Dios.
*No está "al portador" o cash, sino al nombre y apellidos de cada uno. Ningún otro lo puede cobrar por
nosotros.
* El Banco de las Misericordias del Padre está abierto las veinticuatro horas. En estos momentos tú puedes
manifestar tu fe en Jesús delante de su Padre.
*El cheque te lo regaló Cristo. Gratis. Es pura gracia. Para cobrarlo sólo debes tener confianza en que en
verdad la muerte y resurrección de Jesús responden por la Vida Nueva que dice el cheque; que la Sangre de
Cristo tiene suficientes méritos ante el Padre para otorgarnos lo que el mismo Cristo nos ganó: La Vida
Nueva.
Ahora bien, la fe en que Jesús ya nos salvó, no nos permite buscar otros medios de salvación. Sería como si
para subir a un edificio muy alto tratáramos de ascender por la escalera, teniendo el elevador a nuestra
disposición. Jesús es ese elevador que nos lleva al Padre. Sólo hay que meternos en él por la fe para que nos
lleve hasta Arriba.
Para experimentar plenamente la salvación de Dios es necesario esperarla con la seguridad que viene de la
confianza en que Dios cumple lo prometido: Hágase en vosotros según vuestra fe, dijo Jesús a los dos ciegos
que luego recobraron la vista: Mt 9, 29. Por otro lado, el esperar en Jesús significa confiar y depender sólo de
él, y de nadie más.
La fe, dice J. Jeremías, "es la mano que toma la obra salvífica de Cristo y la ofrece al Padre". Es como la
tubería que hace que el Agua Viva de la salvación llegue hasta nosotros, o como el cable que transporta la
fuerza de la obra de Cristo a nosotros.
La fe se vive en cada circunstancia de nuestra vida, y de esa manera es posible experimentar en cada
momento la salvación de Jesús. Por eso, recuerda San Pablo las palabras del profeta: "El justo vivirá por la
fe". Rom 1,17; Ha 2,4. Es decir, vamos caminando de fe en fe, dando sucesivos pasos. Un paso no nos lleva
hasta la meta, pero sí nos acerca. Por tanto, es necesario que hoy demos un primer paso en fe manifestando
que creemos en Dios y su plan de salvación sobre nosotros.
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Cuarto Tema (b): La Conversión
TEMAS PARA LA RENOVACION DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
Mercurio
Hay cristianos que están muy cerca de Dios pero que permanecen fríos y en tinieblas porque no basta estar
cerca de Dios, sino presentarle la cara oscura y tenebrosa para que El la ilumine y transforme. Hoy es posible
dar la vuelta a Dios para experimentar el cambio total, gracias a su luz redentora. Siempre se ha dicho que la
conversión es un cambio de vida, pero esto no quiere decir que se reduce a un cambio de moral. El cambio de
moral es consecuencia del cambio de vida, y la conversión es mucho más profunda que un simple cambio de
conducta.
Como la moneda mexicana se está devaluando más y más cada día, entonces decido convertirla en otra
moneda que no se devalúe. Voy al banco y, entregando mi moneda, recibo aquella moneda que no se devalúa.
La conversión consistió en que yo entregué una cosa y recibí otra a cambio.
En nuestro caso entregamos nuestra vida sin valor, tal y como está, con nuestro pecado. Es decir, entregamos
una vida devaluada por las heridas del pecado, pero a cambio recibimos la Vida misma de Jesús: la única que
en verdad tiene valor y que jamás se devalúa. Es una Vida que ciertamente vale la pena porque es vida de
gozo, paz, justicia, entrega y fe.
La conversión no es sólo dejar el pecado para vivir honestamente. Ni siquiera es' una vida de fidelidad a los
preceptos y mandatos del Señor. Es mucho más que eso. Se trata de convertirnos de siervos de Dios en
amigos suyos; de pasar de justos a hijos; de "no hacer el mal a nadie" a dejar a Dios hacer lo que El quiere en
nuestra vida.
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El Divino Basurero
Jesús es el Divino Basurero que ha venido a barrer y a llevarse toda nuestra basura: miseria, enfermedades y
pecados; tristezas y angustias; problemas y desesperación; falta de sentido a la vida y todo lo que no nos deja
vivir. Todo eso es basura en tu vida, y Jesús, Basurero Divino, quiere llevárselo hoy.
"El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades" (Mt 8,17).
El es el Divino Basurero que se lleva nuestra basura para destruirla completamente arrojándola hasta el fondo
del mar:
"¿Qué Dios hay como tú que quite la iniquidad,.la rebeldía y el pecado? Tú no mantienes tu cólera por
siempre, pues eres un Dios que te complaces en el amor. Tú te vuelves a compadecer siempre de nosotros y
pisoteas nuestras iniquidades. Tú arrojas hasta el fondo del mar todos nuestros pecados" (Miq. 7,18-19)
Lo único que nos pide el Basurero Divino es que pongamos nuestra "basura" en su lugar: a los pies de su cruz,
para que con su Sangre redentora sea destruida.
[Los que escuchan la Palabra de Salvación deben tener un tiempo suficiente y la oportunidad para poner todo
su pecado a los pies de la cruz de Cristo. Un signo exterior que manifiesta la fe y la decisión personal de
poner "la basura" junto a la cruz de Jesús puede ser que cada uno escriba en un papel cuál es su basura de la
que Jesús va a librarlo el día de hoy. Luego, se prende una hoguera que simboliza la sangre redentora y
purificadora de Cristo. Enseguida cada uno va depositando su "basura" en el fuego que, al quemarse, significa
la destrucción que Cristo hace de nuestros pecados.]
El alpinista
Sin embargo, no basta entregar lo negativo y pecaminoso de nuestra vida. Es necesario también entregar todo
aquello en lo que tenemos puesta nuestra esperanza de alguna forma, para esperar sólo la salvación que viene
de Dios.
Un hombre escalaba una alta montaña, cuando de pronto resbaló y comenzó a caerse a un abismo. Sólo se
pudo agarrar de una rama, pero quedó colgado columpiándose en el precipicio a donde tarde o temprano
caería y moriría. Cuando nada ni nadie podía salvarle levantó su corazón a Dios y le retó diciendo:
El hombre se imaginó que llegarían los ángeles o que la mano de Dios le tomaría. Pero la voz del cielo
añadió:
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- Si tú crees en Mí, suéltate de la rama, porque sólo si
te sueltas demuestras que confías en que la salvación viene de Mí y no de ti.
¿A cuántas "ramas" estamos agarrados y es por eso que no experimentamos la salvación de Dios? Si en estos
momentos nos soltamos de todas esas "ramas", que no sólo no nos pueden salvar sino que nos encadenan,
Dios nos librará con su poder.
Cuando Simón Pedro se hundía en las aguas del mar de Galilea pidió ayuda a Jesús. Cierto que Pedro sabía
nadar perfectamente, pues era pescador, pero prefirió ser salvado por la mano de Jesús, y se abandonó
plenamente a él.
Si el pecado nos había hecho romper nuestra relación con Dios, ahora que por Cristo hemos sido
reconciliados con Dios hemos de romper completamente con el pecado y con todo aquello que nos acerca a él.
La fe nos lleva a renunciar a todo otro medio de salvación fuera de Jesús; despojarnos de cualquier otra
"rama" que no sea la cruz de Cristo. Al hacerlo así le damos a Dios la oportunidad de intervenir
salvíficamente en nuestra vida; ya que de esa manera estamos proclamando que no hay otro nombre para ser
salvados: Hech 4,12.
Quemar naves
Cuando Hernán Cortés llegó con su ejército para la conquista de México desembarcó en el puerto de
Veracruz. Allí tuvo conocimiento del poderoso y organizado ejército de los aztecas. Las noticias fueron tan
alarmantes que algunos de sus oficiales se desanimaron y prefirieron abandonarlo en secreto, regresándose a
Cuba, que ya había sido conquistada.
Hernán Cortés supo lo que tramaban hacer, y esa misma noche se acercó a los barcos y los quemó. De esta
manera ya no era posible dar un paso atrás. No les quedaba otra alternativa que lanzarse a la conquista de la
gran Tenochtitlan.
22
En nuestro caso no es suficiente decir que queremos conquistar la Nueva Vida traída por Jesús. Es necesario
quemar las naves que nos conducen al pecado para jamás poder retornar a él.
Así como Dios abrió el Mar Rojo para que su pueblo lo atravesara rumbo a la tierra de libertad y lo cerró
inmediatamente después que pasaron. Es necesario que Dios cierre ese mar para que jamás podamos regresar
a la esclavitud del pecado. Es necesario que nosotros decidamos que jamás queremos regresar allá y quemar
todos los medios que nos pudieran ayudar a retornar.
Definitivamente que un paso previo a la conversión cristiana es la renuncia a Satanás y sus obras, puesto que
no se puede servir a dos amos y menos, estando tan extremos, puesto que mientras uno, Dios, es el Amor
eterno, el Bien por excelencia; el otro es el mal en todas sus manifestaciones. Desde los primeros siglos de la
iglesia, como parte integrante del rito del bautismo y de la conversión, se tiene la renuncia a Satanás y sus
Obras como una práctica común. Andar caminando en las obras y los terrenos de Satanás son pecados contra
el primer mandamiento.
Obras de Satanás son toda práctica o actividad de idolatría, ocultismo y superstición, así como libros y objetos
usados en este contexto. (Amuletos, talismanes, etc.) Pecados muy graves contra el primer mandamiento y a
veces contra el segundo.
"Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados
por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de
la verdad para escuchar cosas fantasiosas. Tú, en cambio, vigila atentamente, soporta todas las pruebas,
realiza tu tarea como predicador del Evangelio, cumple a la perfección tu ministerio". (2 Tim 4, 3-4)
Estos tiempos de los que nos habla Timoteo han llegado. Cada vez son menos los católicos que toman en
serio su vida espiritual. Hoy la mayoría busca creer en algo que no le implique compromisos, que no le ponga
exigencias para poder seguir viviendo conforme su volutad sin detenerse a consultar su conciencia. Esto
Satanás lo sabe y a creado un sinfin de opciones para ellos. Creencias supersticiosas, ritos y filosofías que
ahogan la fe verdadera y que desgraciadamente los atrapan en graves pecados.
Pecado y daño
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Todo pecado nos causa un daño, a veces muy grave. Para que haya pecado en una persona, necesita haber
conocimiento y consentimiento libre de lo que se hace. Pero para que haya daño, puede darse incluso por
ignorancia, juego o curiosidad. Es terreno objetivo de contagio (del daño), haberlo cometido una o varias
veces, y peor si se hace a ciencia y conciencia y por períodos largos. Puede existir pecado y daño al mismo
tiempo. O sólo daño, aunque no exista pecado, o este ya haya sido perdonado y subsistir el daño en diversas
áreas, intenso o grave.
Puede ser: fisiológico-orgánico, psicológico, moral o espiritual, con mayor o menor intensidad, transitorios o
persistentes. Pueden darse coexistiendo con gracia de Dios e incluso con diversos niveles de virtud o santidad,
porque la presencia o acción del enemigo no es en el espíritu sino en el cuerpo, a través del cerebro y del
sistema nervioso.
Diversos grados de seriedad o gravedad en el daño se manifiesta en: perturbación, opresión, sujeción o
posesión diabólica dependiendo de la profundidad, intensidad, o persistencia. La posesión diabólica es muy
rara en países cristianos, pero lo demás es muy frecuente.
Dios nos pide, nos exige que para seguirlo, primero debemos realizar una renuncia radical y rompimiento a
toda obra de Satanás: Prácticas, actividades y objetos aún y cuando no hayamos percibido daño alguno.
Para limpiarnos del pecado debemos seguir estos pasos: reconocimiento del pecado, arrepentimiento,
confesión, y absolución sacramental.
Expuestos al odio
Cuando andamos en las obras de Satanás, nuestros corazones son expuestos al odio, rencor, resentimiento,
etc. y quedan atrapados en esos sentimientos. Para limpiarnos los resentimientos. Ubicarlos y tener la
voluntad de perdonar a cada persona, expresando interiormente el perdón hacia quien nos ha ofendido o
lastimado. Para las obras de Satanás: reconocer en que campos se ha metido, arrepentirse, renunciar
interiormente, voluntad firme de romper totalmente en adelante, expresar exteriormente la renuncia, decisión
de deshacer y destruir toda clase de literatura y objetos, y después recibir una oración de liberación que es una
forma de exorcismo menor como se encuentra en el rito bautismal de adultos.
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- Ocultismo: Conocimiento de lo oculto o futuro al margen de Dios por
medio de:
- Astrología y horóscopos, lectura de las cartas, de la mano y del café o las galletas, ouija, espiritismo,
espirtualismo.
- invocación de muertos.
- Magias: Magia negra, blanca, verde, roja, hechicería, brujería, curanderismo, maleficios, santería.
- Esoterismo: Grupos y procesos iniciáticos con ritualismos paganos donde se utiliza mucho, simbologías
ocultas: rosacruces, masones, teosofía, illuminatis,
- Gnosticismo, filosofías orientales como feng chui, yoga, reencarnación, viajes astrales, meditación
trascendental.
- Prácticas de poderes extrasensoriales.
- Cienciología o dianética.
- New Age.
- Hipnotismo.
- Devoción a la “Santa” Muerte.
- Fidencismo.
Cada quien debe de ver en que campos o actividades se ha metido, reconocerlos como contrarios a Dios.
Decidir romper definitivamente con ello, para recibir el perdón y la liberación de DIOS y poder vivir la vida
nueva que Dios nos da, para que se pueda manifestar el auténtico poder de DIOS, que es el Espíritu Santo.
«Si enseñas esto a los hermanos, serás buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la
buena doctrina que has seguido. Cuanto a las fábulas profanas ya los cuentos de viejas, deséchalos» (1 Tim
4,6). «jOh, Timoteo!, guarda el depósito a tí confiado, evitando las palabras vanas y las contradicciones de
la falsa ciencia, que algunos profesan, extraviándose de la fe» (1 Tim 6,20,21).
25
Sexto tema: El Señorío de Jesús
Objetivo del tema: Proclamar a Jesús, Señor del universo y Señor de cada área de la vida.
A. Jesús Señor
Jesús, al tercer día de su ignominiosa muerte en la cruz, fue resucitado por el Poder de Dios, y sentado a su
diestra. ¡Jesús está vivo!, gritaba la Iglesia primitiva. ¡Jesús está vivo!, era la Buena Nueva que anunciaban las
comunidades cristianas. ¡Jesús está vivo!, es el centro de la vida de la Iglesia. Dios no permitió que su Hijo
experimentara la corrupción, al contrario, le exaltó y le glorificó.
26
Sin duda que el culmen de la glorificación es la recepción del Espíritu Santo. El gran premio que el Padre le
concedió a su Hijo en su exaltación fue una nueva y más abundante efusión de su Santo Espíritu:
“Exaltado por la diestra del Padre ha recibido el Espíritu Santo prometido” (Hech 2,33)
Si durante su vida terrena siempre estuvo recibiendo Espíritu Santo, por su gloriosa exaltación lo recibió de
una manera infinita.
Y, con la recepción del Santo Espíritu, se le concedió la más alta investidura de poder en el cielo y en la
tierra: Fue constituido SEÑOR:
"Sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús”. (Hech 2,36)
SEÑOR: El título de Señor lo ha constituido como dueño absoluto de todo el universo: del pasado, del
presente y del futuro. Hombres, animales y toda la creación le están sometidos. Vencedor de la Muerte y del
Maligno. Cielo, mar y tierra están bajo su poder. Juez de vivos y muertos: Hech 10,42; el Salvador: Hech
13,23; el Jefe que lleva a la Vida: Hech 3,15; el Mesías anunciado por los profetas: Hech 3,18.
Por otro lado, el título del Señor (Kyrios), que en el Antiguo Testamento era reservado exclusivamente para
Dios, al ser aplicado a Jesús, afirma de una manera muy eminente su carácter divino. ¡Jesús es El Señor!
B. Jesús, mi Señor
Pero el dominio de Jesús sobre todo el universo debe extenderse de una manera especial y concreta sobre
aquellos que creen en su Nombre; sobre cada uno de nosotros. Jesús es El Señor, pero debe llegar a ser
efectivamente mi Señor, mi Rey. Esto es, quien decida en todas las áreas de mi vida, y quien gobierne toda mi
existencia. El, quien dirija todos los deseos y apetitos, el que tome todas las decisiones de la vida: las grandes
y las pequeñas.
“Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos
serás salvo”. (Rom 10,9)
Se trata de proclamar el Señorío de Jesús en todas las áreas de nuestra vida. Esto de ninguna manera anula
nuestra personalidad o capacidad de decisión. Todo lo contrario. Se trata de hacer precisamente la decisión
fundamental de que en adelante, sea Jesús quien tome todas las decisiones de la vida.
Ahora bien, el Señorío de Jesús es total o no es Señorío. O Jesús es Señor cien por ciento o no lo es. El no
acepta el cincuenta por ciento de nosotros, ni el ochenta ni el noventa. Ni siquiera el noventa y nueve por
ciento. Para que Jesús sea Señor se le tienen que rendir todas las áreas y aspectos de la vida. Hay que abrirle
todos los rincones de nuestro corazón y permitirle que al entrar en ellos, los inunde con su luz.
Jesús no pide mucho. Jesús lo pide todo. El no se con¬tenta con formar parte o ser un aspecto de nuestra vida.
El quiere ser el centro único de nuestra existencia. O todo o nada. O frío, o caliente, pero no tibio. A los tibios
27
los vomita de su boca: Ap 3,15-16. El no admite ser sólo un adorno decorativo en nuestra vida, sino un
personaje real que vive en nuestro corazón y gobierna efectivamente todo nuestro ser. Jesús quiere ser
verdaderamente, el Rey de nuestra existencia.
Por eso, su reinado no puede ser como el de las monarquías constitucionales de Inglaterra, Bélgica o Suecia.
No. En Inglaterra, por ejemplo, la reina Isabel II es un personaje muy importante: su imagen y su retrato la
vemos por todas partes: está en los billetes y las monedas. La encon¬tramos en las estampillas postales y en
las oficinas de gobierno. En el sitio más importante del Parlamento inglés, está la imagen de la reina. Tiene un
palacio, ricas joyas y su carroza es tirada por doce caballos blancos. ¡Ella es la reina!, sin embargo, ella no es
la que gobierna en Inglaterra. La autoridad suprema no es ella sino el Primer Ministro y el Parlamento. En el
Parlamento está la fotografía de la reina, pero no es ella quien toma las decisiones importantes.
La reina es para los desfiles, las fiestas importantes y los aniversarios, pero no gobierna el país. Ella,
ciertamente, firma los tratados y las leyes, pero los tratados y las leyes fueron elaborados por el Primer
Ministro y el Parlamento. A ella simplemente se los dan para que los firme.
Hay muchos cristianos que toman el reinado de Jesús. Rey de reyes, como el de la reina de Inglaterra. Cada
uno hace las leyes de cómo quiere vivir, hace los proyectos de su vida, toma sus decisiones y luego nada más
va a Jesús para que los apruebe y firme, no permitiéndole que tenga parte alguna en su elaboración. Jesús es el
Rey, pero ellos son los Primeros Ministros.
Otros se cuelgan la imagen de Jesús en una medalla de oro con una lujosa cadena. Jesús y su reinado es sólo
algo exterior para ellos, porque quien gobierna su vida no es el Señor, son ellos mismos. Jesús es algo sólo
exterior, que forma parte de esa vida, pero no es el centro; no es verdaderamente el Señor.
Otros más, tienen la imagen de Jesús en su casa, pero sólo es un simple adorno, porque quien gobierna ese
hogar y esa familia no es Jesús sino ellos mismos. El cuadro es un adorno artístico porque Jesús no es
realmente el Señor allí.
En el comedor de una casa había una imagen del Señor Jesús muy hermosa, enmarcada en oro y terciopelo,
iluminada con un reflector que la hacía resaltar aún más, cau¬sando la admiración y el comentario de propios
y extraños:
- Ya tiene treinta años ese cuadro en nuestra casa, dijo el padre de familia. El Señor Obispo lo colocó aquí.
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- Sí -continuó la esposa-, pero hace apenas dos años que el Espíritu Santo lo puso como Señor de nuestro
corazón.
Cristiano no es el que tiene una imagen de Jesús en su casa o en su cuello, sino el que es una imagen de Jesús
en su casa y fuera de ella. Cristiano no es el que dice con su boca: "Señor, Señor", sino el que realmente vive
haciendo la voluntad del Padre de los cielos. Leer Mt 7,21.
Si Jesús no es todavía realmente el Señor de toda tu existencia, hoy es el momento en que lo puedes
proclamar como tal. Este es lugar para hacerlo. Decídete a vender todas las perlas para poder comprar la Perla
preciosa. Decídete a entregarlo todo para quedarte con Jesús. En verdad vale la pena. Concretamente el
Señorío de Jesús consiste en que hagamos todo y sólo lo que él quiere, como él quiere y cuando él quiere.
Pero, ¿cómo nos dirá Jesús cuál es su voluntad? Muy sencillo. En cada circunstancia en que nos encontremos
bastará con preguntarnos ¿cómo actuaría Jesús si estuviera en mi lugar? Es más, hay que preguntarle al
mismo Jesús: ¿Comprarías este vestido, Señor Jesús? ¿Cómo usarías tú el dinero, Señor Jesús? ¿Cómo
amarías, Jesús, a tus hermanos, amigos y enemigos?... y hacerlo tal como lo haría Jesús.
"Hagan lo que él les diga": (Jn 2,5): nos dijo la Mujer que realmente fue "esclava del Señor" y en quien la
Palabra de Dios se hizo carne.
“Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos,
serás salvo. Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia y con la boca se confiesa para conseguir
la salvación” (Rom 10,9-10)
Liturgia Penitencial
RENOVACION DEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
Introducción.
Como culminación de esta primera parte del Curso de Evangelización, como renovación del Bautismo, se
celebra una Liturgia penitencial, con el esquema de una Liturgia de la Palabra, donde se expresan los
diversos aspectos de la conversión y la fe como aceptación de Jesús como Salvador. Es el primer momento
importante del curso de evangelización.
29
o Expresión de los diversos aspectos de la conversión.
o Confesión de pecado
o Perdón de resentimientos Renuncia a Satanás
o Expresión de la respuesta de fe:
o Oración del Padre nuestro
o Oración para recibir a Jesús
o Como respuesta sacramental:
o Oración de liberación
o Absolución sacramental
o Cantos de alabanza y acción de gracias
(Antes de la Liturgia Penitencial o en los días inmediatos a ella, se invitará a las personas a que hagan una
confesión sacramental personal).
Liturgia Penitencial
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• Por no vivir con entrega generosa mi vocación y misión eclesial.
Reconozcamos no sólo los actos sino sobre todo las situaciones estables y mantenidas voluntariamente.
2.- Expresión de fe
Vamos a manifestar nuestra fe en Dios y su obra salvífica a través de Jesucristo. Signos externos: Levantar
la mano derecha, una vela en la mano, de pie, en voz alta, etc. Se responde: Sí, yo creo.
Así pues la verdadera y total dependencia de Dios, nos obliga a renunciar a todo aquello que nos ha
encadenado al pecado, repitiéndonos formalmente nunca más volver a El. De pie se responde: Sí renuncio.
• ¿Renuncias a Satanás?
• ¿A todas sus obras y seducciones?
• ¿Al ocultismo, esoterismo y toda superstición?
• ¿A querer conocer el futuro al margen de Dios?
• ¿A la magia, curanderismo y hechicería?
• ¿A la lectura de las cartas, del café, del té y de la mano?
• ¿Al espiritismo y toda invocación de los muertos?
• ¿A la astrología, al zodiaco, a los horóscopos?
• ¿A adquirir poder y control sobre ti y los demás al margen de Dios?
• ¿Al control mental y a la dianética?
• ¿Al uso de amuletos, fetiches y talismanes?
• ¿Renuncias a filosofías contrarias al cristianismo?
• ¿Renuncias a la Nueva Era de Acuario también llamada New Age?
• ¿Renuncias completamente y para siempre a todo esto?
• ¿Renuncias también en nombre de tus antepasados?
• ¿Renuncias a todo egoísmo, lujuria y maldad?
• ¿A toda autosuficiencia, codicia y ambición?
• ¿A todo orgullo, soberbia y vanidad?
31
• ¿Renuncias a odios, rencores, celos y resentimientos?
Ven, Señor Jesús. Te necesito. Te abro la puerta de mi corazón y de mi vida; te acepto personalmente como
mi Salvador. Concédeme experimentar tu amor, tu salvación, tu liberación; dame tu vida en abundancia.
Límpiame, purifícame, renuévame, transfórmame. Entra en mi corazón y en mi vida y llénala de ti. Haz de mí
lo que quieres que yo sea. Protégeme y guárdame.
María, madre del Señor y madre mía, llévame a Jesús y enséñame a ser su fiel discípulo. Amén.
Los que quieran rendir a Jesús todos los aspectos de su vida responden: Jesús es mi Señor.
• De mi familia y amistades
• De mi pasado, presente y futuro.
• De mis estudios o trabajo.
• De mi salud y enfermedad.
• De mi pobreza y riqueza.
• De mis amigos y conocidos.
• De mi cuerpo y de mi alma.
• De todas mis relaciones personales.
• De mi sexualidad y emotividad.
• De mi patria y de mi hogar.
• De mi casa y de mis bienes materiales.
• De mis esperanzas y temores.
• De mi vida cívica, política y social.
• De mi imaginación y memoria.
• De mi inteligencia y voluntad.
• De mis ojos y oídos, manos y pies.
• De mi manera de divertirme.
• De mi manera de comer, de vestir, de pensar y de hablar.
Las siguientes oraciones son opcionales de acuerdo a las necesidades de la comunidad, los objetivos del
curso y el criterio del sacerdote asesor, pero hacen la experiencia espiritual de la liturgia penitencial más
completa y fructífera.
Harán la señal de la cruz en el lugar que se vaya indicando con el dedo pulgar.
(Sanación interior)
Oración de Revestimiento
De vez en cuando, es bueno rezar esta oración en las comunidades, incluso repartiendo copias a todos los
hermanos para seguir su lectura. Es una práctica efectiva sobre todo cuando existen amenazas en los grupos
bíblicos o de oración, ya que siempre el enemigo trata de destruir la obra de Dios. De igual forma, cada uno
puede utilizar esta oración para su oración personal.
32
Oración de revestimiento
Despojarse del hombre viejo con sus obras y revestíos del hombre nuevo. Cuando nos revestimos de la
armadura de Dios, es revestirnos de Jesucristo como Vencedor, así que el diablo huye porque reconoce a
Jesucristo como vencedor en nosotros.
Revestimiento
Me revisto con el cinturón de la verdad: Jesucristo tú eres mi verdad, Jesucristo tú eres mi luz, Jesucristo tú
eres mi sabiduría.
Me revisto con la coraza de la justicia: Jesucristo tú eres mi Justicia, Jesucristo tú eres mi santidad, Jesucristo
tú eres mi amor, Jesucristo tú eres mi Pureza, Jesucristo tú eres mi gozo, Jesucristo tú eres mi Paz.
Me calzo los pies con el celo por el evangelio: Jesucristo tú eres mi Fortaleza, Jesucristo tú eres mi Roca, me
revisto de tu celo por proclamar el Evangelio.
Embrazo el escudo de la Fe para contrarrestar los dardos encendidos del maligno: Jesucristo tú eres mi Fe, me
revisto de tus promesas, me revisto de tu protección.
Tomo el casco de la Salvación: Me revisto de tu Perdón, me revisto de tu Redención, me revisto de tu Muerte,
me revisto de tu Resurrección, me revisto de tus pensamientos.
Tomo la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios: Jesucristo tú eres mi Luz, Jesucristo tu eres mi Vida,
Jesucristo tú eres mi Maestro, Jesucristo tú eres mi Alimento.
Me revisto del Espíritu Santo: Me revisto de su Unción, me revisto de su Amor, me revisto de su Paz, me
revisto de su Fidelidad, me revisto de sus dones y carismas.
Una vez revestidos con nuestras armas poderosas podemos entablar la batalla y vencer.
En el nombre de Jesucristo y con toda Autoridad ato todo espíritu de pasividad en la vida espiritual.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de desánimo.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de temor.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de derrota.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de falta de compromiso.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de engaño.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de duda.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de orgullo.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de insubordinación.
En el nombre de Jesús ato todo espíritu de falta de identidad espiritual.
En Cristo se nos ha dado toda clase de bendiciones espirituales y celestiales para llamar a lo que no es
para que sea.
Me apropio de ser hijo de Dios, me apropio de la Santidad de Cristo, Me apropio de la sabiduría de Cristo, me
apropio de la obediencia de Cristo, me apropio de la victoria de Cristo, me apropio del carácter de Cristo, me
apropio del celo por su obra. Amén.
Oración de reconciliación
Oh Jesús, a través de tu compasión,
enséñanos a perdonad desde el amor,
enséñanos a olvidad desde la humildad
Ayúdanos a examinar nuestro corazón y
a ver si hay alguna herida no perdonada,
o alguna amargura sin olvido.
33
Permite que el Espíritu Santo
penetre en mi espíritu y remueva
todo rastro de enojo.
Espíritu Santo, divino Espíritu de luz y amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo
mi ser, en el tiempo y en la eternidad.
Que mi corazón se inflame siempre en amor de Dios y del prójimo. Que mi voluntad este siempre conforme a
tu divina voluntad.
Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El,
contigo y el Padre sea dado todo honor y gloria por siempre.
34
Dios Espíritu Santo, infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de María, tu esposa
inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar escogido, el Sagrado Corazón de Jesús,
como un sacrificio en tu honor, fuego consumidor, con firme resolución ahora más que nunca de oír tu voz y
cumplir en todas las cosas tu santísima y adorable voluntad.
Antes de cada misterio: Ven Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del corazón
de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la redención del
mundo, para la Gloria del Padre. Amén.
Al final de cada misterio: Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo, como era en un
principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
1.- Conviérteme
2.- Sáname
3.- Vivifícame
4.- Sálvame
5.- Fortaléceme
6.- Perdóname
7.- Purifícame
8.- Lávame
9.- Absuélveme
10.- Reconcíliame
1.- Ilumíname
2.- Aconséjame
3.- Guíame
4.- Instrúyeme
5.- Oriéntame
6.- Úngeme
7.- llámame
8.- Atráeme
9.- Rígeme
10.- Caliéntame
35
(Pedir el don de Fortaleza)
Antes de cada invocación dicen todos: Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma…
1.- Despójame
2.- Pídeme
3.- Quebrántame
4.- Vacíame
5.- Hiéreme
6.- Derríbame
7.- Vénceme
8.- Libérame
9.- Tómame
10.- Revísteme
1.- Invádeme
2.- Lléname
3.- Inúndame
4.- Embriágame
5.- Inhabítame
6.- Fecúndame
7.- Sáciame
8.- Mírame
9.- Bésame
10.- Poséeme
1.- Bautízame
2.- Úngeme
3.- Séllame
4.- Úsame
5.- Tócame
6.- Conságrame
7.- Unifícame
8.- Transfórmame
9.- Abrázame
10.- Divinízame
36
Sopla sobre mí, Espíritu Santo,
para que todos mis pensamientos sean santos.
Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, dígnate ser en adelante, en
cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza
y todo el Amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones.
¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS.
Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.
37
Ven, padre de los pobres,
ven, dador de gracias,
ven luz de los corazones.
Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
su dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga,
brisa en el estío,
consuelo en el llanto.
Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
38
tus siete sagrados dones.
Santo Espíritu,
Paráclito,
Fuerza que viene de lo Alto:
Te doy mi corazón para que lo llenes de Ti.
Te doy mi cuerpo para que se mueva por Ti.
Te doy mi alma para que la inundes de Ti.
Te doy mi mente para que la ilumines con tu Luz.
Te doy mi espíritu y ahi toma posesión de mi ser para que controles mi cuerpo y mi alma y se sometan a Ti.
Mira por mis ojos, oye por mis oídos, habla por mi boca, piensa por mi mente, siente por mi corazón. Amén.
A.- La Promesa
“En verdad les digo, me conviene que yo me vaya, porque si no me voy, no vendría a ustedes el paráclito,
pero si me voy, se los enviaré”. Juan 16, 7
Al resucitar Jesús, se apareció a sus discípulos dándoles la orden de no apartarse de Jerusalén, sino que
esperaran la promesa del Padre de la que tanto ya les había hablado a lo largo de su ministerio.
“Yo voy a enviar sobre ustedes la promesa de mi Padre. Permanezcan en Jerusalem hasta que sean revestidos
con la fuerza que viene de lo alto”. Lucas 24, 49
“Recibirán la Fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalem, Judea,
Samaria y hasta los confines de la Tierra”. Hechos 1, 8
Cuando Jesús hablaba de la venida del Espíritu Santo, la llamaba “la Promesa del Padre”. Se trataba por tanto
de un compromiso de Dios con los hombres a través de Jesús.
Jesús había venido a traer una Nueva Vida, pero ésta no se podía vivir sin un Espíritu Nuevo y un Corazón
Nuevo, si Dios no cumplía antes la Promesa hecha antes a través de los profetas Ezequiel y Jeremías.
“Yo les daré un solo corazón y les daré un Espíritu Nuevo, quitaré de su cuerpo el corazón de piedra y les
daré un corazón de carne para que caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en
práctica y así sean mi pueblo y yo sea su Dios”. Ezequiel 11, 19-20
“Esta será la alianza que yo pacté con la casa de Israel, después de aquellos días oráculo de Yahvéh- pondré
39
mi ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré: Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. Jeremías 31,
33
El corazón del hombre sólo puede ser cambiado por Dios. Se necesita pues, la renovación interior del hombre
por el Espíritu de Dios que lo transforme.
La novedad del evangelio no es Jesús dando una nueva ley, sino dándonos su Espíritu para que viva en
nosotros: Gal 2, 20 Nos da de su Espíritu no sólo para que le conozcamos, sino para que podamos vivir su
vida, siguiendo una conducta no según la carne, sino según el Espíritu.
Dios prometió su Espíritu no sólo para que se testificara con poder que Jesús había resucitado y estaba en la
gloria del Padre, sino para activar su presencia salvífica en el seno de la Iglesia, y en el corazón de los
creyentes haciendo vivir, amar, orar, servir a Cristo a través de cada uno.
La novedad del Evangelio no es una ley nueva, sino un Espíritu Nuevo que Jesús glorificado envía a los suyos
para que puedan vivir la vida de Hijos de Dios. Jesús no sólo nos dio el derecho de podernos llamar hijos de
Dios, sino que nos capacitó con su Espíritu, Espíritu de filiación divina, para que viviéramos como tales.
(Rom 8, 15), (Gal 4, 6).
La obra de salvación no consiste nada más en ser perdonados de nuestros pecados, sino en la transformación
de nuestro corazón en un corazón como el de Jesús. Toda letra, es decir, todo precepto exterior al hombre,
incluso los preceptos del Nuevo Testamento, dice Santo Tomás de Aquino, es letra que mata. Pero la ley del
Espíritu da vida, porque donde está el Espíritu, está ahí la libertad.
La nueva ley, ley del Espíritu, no es del Espíritu en cuanto que sea promulgada por El. Es del Espíritu porque
el mismo Espíritu Santo es quien la lleva a cabo en nosotros. El es quien nos capacita para vivir la vida de fe,
de amor y servicio de acuerdo a la voluntad divina.
Es decir, la única ley del creyente es la actividad del Espíritu Santo en él. Para el que vive en el Espíritu la
única ley es la ley de la fe que da la vida. El no evita cosas malas porque están prohibidas por una ley, sino
porque son malas en sí. No obra obligado o presionado por una ley exterior sino ante todo por un principio de
Vida Nueva que lo lleva a evitar el mal porque es mal y a hacer el bien porque es bien.
El Espíritu viene a transformar el corazón del hombre. Así, el que actúa animado por el Espíritu lo hace en
virtud de la propia exigencia del amor que habita en él y no por la fuerza de una imposición exterior. Es decir,
el Espíritu le ha cambiado su corazón de piedra, endurecido por los apetitos de la carne, para que sepa
discernir el bien y el mal y tener un dinamismo que lo capacite a realizar lo primero y evitar lo segundo.
La acción del Espíritu en el hombre lo hace cambiar todos sus apetitos, criterios y valores. Ya no sigue los
deseos de la carne. El hombre espiritual, habitado por el Espíritu, desea, quiere y hace las obras del Espíritu.
“Pues la carne tiene apetencias contrarias al Espíritu y el Espíritu contrarias a la carne, como que son
contrarias entre sí. Pero si son conducidos por el Espíritu, no están bajo la ley”. Gálatas 5, 17-18
¿Cuál es la diferencia entre alguien que vive según la carne y otro según el Espíritu? El primero es esclavo de
las obras de la carne. Gálatas 5, 19-23
El que vive animado por el Espíritu de Cristo, no vive bajo la ley, porque ha crucificado todas las apetencias
de la carne. Tiene los mismos sentimientos, criterios y valores de Cristo, porque tiene el mismo Espíritu de
Cristo: El Espíritu Santo.
En este sentido podemos decir que la novedad del evangelio es el mismo Espíritu Santo que suscita en
nosotros el querer y el obrar de acuerdo al pensamiento de Cristo. Filipenses 2, 13
40
Algunos se imaginan al hombre como una lámpara y el Espíritu Santo la corriente eléctrica que lo ilumina.
Nada más falso que eso. El Espíritu Santo es una fuerza interior al hombre que lo cambia y transforma
radicalmente. Es tal profundo al hombre mismo que llega a confundirse con el espíritu del hombre. Hay por
ejemplo, muchos textos de las cartas de San Pablo en los que no es posible distinguir si está hablando del
Espíritu o del espíritu. Así tan interior y radical es la presencia y la acción del Espíritu Santo en nosotros. El
Espíritu de Cristo viene a ser nuestro espíritu.
Es una renovación tan profunda y total de la persona que san Pablo no encontró otra forma de expresar esta
bellísima realidad sino diciendo que somos “creaturas nuevas”. (Gálatas 6, 15).
Hace dos mil años, Corinto era la ciudad más próspera del sur de Grecia, favorecida doblemente, este puerto
privilegiado era sede de los juegos ítsmicos y la capital comercial de la Acaya. Sin embargo, su fama no le
venía principalmente por ser “luz de toda Grecia”, como la llamó Cicerón, sino porque en este puerto
cosmopolita se daban cita todas las depravaciones y degradaciones que el hombre pudiera conseguir.
De una manera especial destacaba la prostitución sagrada en su templo, dedicado a la diosa Afrodita en la
cumbre de la acrópolis que ciertamente tenía mil sucursales extendidas por toda la ciudad.
Hasta en el vocabulario corriente de esa época existía el verbo “corintear” que significaba “caer en las peores
perversiones de todos los órdenes”. Esta era la triste fama de Corinto: Corintear.
Además, cómo nos cuenta san Pablo en 1 Cor 6, 9-11 había multitud de impuros, idólatras, adúlteros,
homosexuales, ladrones, borrachos, ávaros, ultrajadores y rapaces. Y San Pablo les dice a los cristianos:
“Tales fueron algunos de entre ustedes, pero han sido lavados, santificados y justificados en el Nombre del
Señor Jesús, en el Espíritu de Nuestro Dios”. 1 Cor 6, 11
Por eso cuando los corintios aceptaron el evangelio y experimentaron la Nueva Vida, san Pablo les dijo:
“El que está en Cristo es una nueva creatura. Todo lo viejo ha pasado, un mundo nuevo ha llegado”. 2
Corintios 5, 17
Esta es la obra central de Espíritu Santo: Hacernos creaturas totalmente nuevas. El Espíritu Santo viene a
cambiar al hombre. Haciéndolo a imagen y semejanza del mismo Cristo. Por tanto su acción no es accidental
u opcional. Es absolutamente necesaria. Sin el Espíritu de Cristo, no le podemos pertenecer:
“El que no tiene el Espíritu de Cristo, ese mismo no es de Cristo”. (Rom 8, 9b)
El Espíritu Santo, antes de capacitarnos para cumplir un mandato, interioriza su ley, la escribe en nuestro
corazón, es decir, nos hace querer y desear cumplir el bien que este precepto ordena. ¡Esta es la obra
maravillosa del Espíritu Santo!
No muchos días después de su resurrección, Jesús, lleno de Espíritu Santo, cumplió su promesa: Envió desde
el cielo el torrente de su Espíritu sobre sus discípulos que estaban en oración con su madre María.
“Llegado el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido
como de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde se encontraban. Se les aparecieron unas
lenguas como de fuego, que, dividiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron todos llenos del
Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”. Hechos 2,
1-4
41
Jesús siempre cumple lo que promete. Pasarán el cielo y la tierra pero Él jamás dejará de cumplir una de sus
palabras. Como lo había prometido tantas veces a sus discípulos, envió desde el cielo al Espíritu Santo.
Pentecostés no fue otra cosa que Cristo Glorificado, lleno de Espíritu Santo, que abrió su corazón para
derramar su Espíritu sobre los suyos y así transformarlos en nuevas creaturas. Pero tan abundante y generosa
la donación del Espíritu Santo que el mismo Jesús le había llamado “Bautismo en el Espíritu”.
Bautismo significa inmersión, bautizar = sumergir. Estar totalmente inundado, lleno. Para los apóstoles
cambiaron totalmente las cosas a raíz de su bautismo en el Espíritu Santo:
a.- En verdad conocieron la persona y la misión de Jesús. Les testifico quién era Jesús y la verdadera
dimensión salvífica para la que el Padre lo había enviado. Les enseñó el hondo significado de las palabras del
Maestro. Los llevó hasta la verdad completa. Al conocimiento perfecto de la Verdad, de Cristo Jesús que es la
verdad y la vida.
b.- Transformó su corazón. Cambió su corazón de piedra por un corazón de carne, les dio el mismo corazón
de Jesús. Comenzaron a tener los mismos intereses, sentimientos y criterios de Cristo. Ya Cristo vivía en ellos
por medio de su Espíritu.
c.- Jesús Centro de su vida. Ya no buscaban ser servidos; sino servir, ser amados, sino amar; ser
comprendidos, sino comprender. Experimentaron la verdad de aquellas palabras de Jesús: “Hay mayor alegría
en dar que en recibir”. Hechos 20, 35
d.- Comenzaron a testificar con palabras poderosas. Pedro tomó la palabra en nombre de toda la
comunidad y con un discurso de unos minutos convirtió a tres mil almas. Era la obra del Espíritu que había
transformado a aquellos hombres. Comenzaron a experimentar una fuerza nueva. Fuerza de lo alto que les
hacía hablar en otras lenguas, curar enfermos, resucitar muertos y toda clase de signos, prodigios y milagros
que manifestaban palpablemente la presencia de Cristo Salvador en medio de ellos.
e.- Otro fruto: El nacimiento de la Iglesia, de la comunidad de los creyentes en Jesús. El ES no sólo es el
alma y el motor de la iglesia, Él es su creador. Sólo los que tienen al ES le pueden pertenecer, y es el Es el
que la anima. La vida de armonía, amor, paz, comunión que reinaba entre los apóstoles, era de tal manera
nueva y atractiva que invitaba a todos a vivirla también: “Mirad como se aman”, decían los paganos cuando
veían a los cristianos llenos de amor en el Espíritu Santo.
No había entre ellos ningún necesitado porque nadie llamaba suyos los bienes materiales, sino que los ponía
al servicio de los hermanos. Los bienes de este mundo se compartían y distribuían de una manera cristiana, o
sea, sirviendo a los más necesitados. Hechos 2, 44
f.-Glorificaban a Dios. Desde ese momento comenzaron a alabar y dar gracias a Dios siempre y por todo. Si
los metían a la cárcel, cantaban salmos. Si los azotaban y perseguían daban gracias Dios. Si pasaban hambres
alababan al Señor. Siempre estaban llenos del gozo del Espíritu Santo, aún en medio de las enfermedades y
las tribulaciones. La gracia del Señor les bastaba. Todo lo consideraban basura en comparación del
conocimiento y el amor del Señor Jesús.
DINAMICAS DE PRESENTACION
Muchas veces, las reuníones de grupos de oración y/o enseñanza corren el riesgo de caer en la monotonía o
la rutina. Un recurso del que podemos echar mano es aplicar alguna dinámica que le dé frescura, variedad y
relajamiento a la asamblea. Son varios los objetivos que se pueden alcanzar con las dinámicas de grupos,
desde simplemente divertir, hasta dejar en los participantes una enseñanza o reflexión. pero todas ellas unen
al grupo, ayudan a convivir y a que los integrantes se conozcan más. Enseguida algunas dinámicas que se
pueden utilizar cuando el grupo es nuevo o tiene miembros nuevos. Se piensa erróneamente que las
dinámicas son utilizables para ser aplicadas en los grupos juveniles, pero cada vez más, en las reuniones de
adultos, van descubriendo cuánto bien les hace, aplicarlas de vez en cuando para desahogarse del
aburrimiento, la apatía o indiferencia en la que caen algunos elementos.
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Dinámicas de Presentanción
INTEGRANTES : 30 personas.
LUGAR : salón.
El éxito de su uso consistirá en dos cosas básicas. Primero que se de una muy buena motivación en el grupo
antes de aplicar cualquiera de ellos y segundo que haya, después de su aplicación, un tiempo de reflexión
sobre lo que el ejercicio nos permite aprender.
2.- Presentación por tarjetas: Se reparten tarjetas con los nombres de los integrantes del curso (Sí alguien
saca su propio nombre, lo cambia). Después de procede a entrevistar al compañero (a) cuyo nombre salió en
la tarjeta. Cada pareja elige a otra y en el cuarteto uno presenta a la persona que conoció. No se puede hablar
de sí mismo, al final puede hacerse preguntas directamente.
3.- Presentación por características: (Este ejercicio consiste en tratar de ubicar la persona cuyas
características están descritas en un papel o tarjeta). Se divide el curso en dos grupos. El profesor hace una
descripción sobre uno de los grupos, de lo más característico y observable de cada uno. Y escribe esta
característica en una tarjeta. El otro grupo, que no ha sido descrito, recibe las tarjetas de los descritos y debe
ubicar a la persona por lo que lee en su tarjeta. Una vez que la ubica se conocen como en los ejercicios
anteriores.
INTEGRANTES : 30 personas.
LUGAR : salón.
OPORTUNIDAD: Para cualquier grupo que apenas esta realizando su primer experiencia como grupo.
OBJETIVO: Desinhibir al individuo para que se plantean en un grupo nuevo.
PASOS:
- Primero se les sugiere a los integrantes que formen una mesa redonda.
- Luego se les explicara a los compañeros que las siguiente actividad la realizaremos de la siguiente forma:
- Cada uno procederá a decir su nombre pero incluyendo un nombre así: Por ejemplo si mi nombre es Rosa
entonces dice : Yo me llamo Rosa yo soy la reina por donde voy no hay tambor que suene y que no timbre
cuando paso yo.
- Y así sucesivamente lo harán todos los integrantes del grupo hasta que de toda la vuelta y llegue al punto de
origen. Esta dinámica no solo sirve para que los integrantes del grupo se graben los nombres de los
compañeros sino también para que se vuelvan un poco más extrovertidos y integren mas al grupo
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desarrollando su creatividad.
VARIANTES: que a medida que el grupo cumpla las ordenes no se separen, y sigan ejecutándolas, todos
unidos.
1. El animador pide que se retire un voluntario del círculo que han formado los jugadores.
2. En ausencia de este explica que durante el juego todos deben permanecer en silencio y que uno de ellos "
tendrá carga eléctrica".
3. Cuando el voluntario coloque su mano sobre la cabeza de quien tenga la carga eléctrica todos deberán gritar
y hacer gestos.
4. Se llama al voluntario y el animador le explica: " Uno de los presentes tiene carga eléctrica: Concéntrese y
vaya tocando la cabeza de cada uno para descubrir quien tiene la carga eléctrica. Cuando lo descubra, avise".
NOTA: Cuando la persona toque al designado con la carga eléctrica, todos deberán pegar un grito.
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Nos presentamos como siervos inútiles del Señor.
1.- Purificarnos delante del Señor. (Pedirle perdón por nuestros pecados, sentirnos humildes y pobres siervos
que solamente quieren glorificar a su Señor)
2.- Pedir el discernimiento. (Para saber que clase de oración debemos hacer)
3.- Pedirle al Señor que aumente en nosotros el amor fraterno y la compasión por el dolor de los hermanos.
4.- Imposición de manos.
Estar en gracia de Dios es básico para quienes estén en funciones del ministerio de sanación, así como
también contar con los permisos adecuados del coordinador parroquial y del sacerdote. "Andar por nuestra
cuenta" es un impedimento para que el Señor obre, pues el quiere de nosotros humildad, obediencia y
disciplina
✔Durante un taller o una reunión, trate de usar técnicas de animación frecuentemente, cuando la gente se vea
adormilada o cansada o para crear un descanso natural entre actividades.
✔Trate de escoger juegos que sean apropiados para el contexto local; por ejemplo, piense cuidadosamente
sobre la utilización de juegos que consisten en tocar a otras personas, en particular, cuando se tocan
diferentes partes del cuerpo.
✔Trate de escoger juegos en los que todos puedan participar y sea sensible a las necesidades y circunstancias
del grupo. Por ejemplo, algunos de estos juegos pueden excluir a personas con discapacidades, tales como
dificultades al caminar o al oir, o personas con diferentes niveles de habilidades
para leer y escribir.
✔Trate de garantizar la seguridad del grupo, particularmente en juegos que consistan en correr. Por ejemplo,
trate de asegurarse que haya suficiente espacio y que el suelo esté despejado.
✘Trate de no solo usar juegos competitivos, sino también juegos que incentiven el desarrollo del trabajo en
equipos.
✘Trate de evitar que las técnicas de animación duren mucho tiempo. Hágalas breves y continúe con la
siguiente actividad planeada cuando todos hayan tenido la oportunidad de moverse y¡despertarse!
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DINAMICAS
Todos se ponen de pie y forman un círculo pequeño. (Si el grupo es muy grande, será necesario dividirlo en
dos círculos.) El orgabizador empieza por tirar la pelota a alguien en el círculo, diciendo el nombre de esa
persona al tirar la pelota. Continúe tomando y tirando la pelota, estableciendo un modelo para el grupo. (Cada
persona debe recordar quién le tiró la pelota y a quién se la ha tirado.) Una vez que todos hayan
recibido la pelota y un modelo haya sido establecido, incorpore una o dos pelotas más, para que siempre
hayan varias pelotas en uso al mismo tiempo, copiando el mondelo establecido.
Los participantes piensan en un adjetivo para describir cómo se sienten y cómo están. El adjetivo debe
empezar con la misma letra que sus nombres; por ejemplo,“Soy Fernando y estoy feliz”. O “Soy Inés y me
siento increíble”. Al pronunciar el adjetivo, también pueden actuar para describirlo.
Todos escriben sus nombres y tres cosas verdaderas y una falsa acerca de sí mismos en una hoja grande de
papel. Por ejemplo,‘A Alfonso le gusta cantar, le encanta el fútbol, tiene cinco esposas y le encanta la ópera’.
Luego los participantes circulan con sus hojas de papel. Se unen en parejas, enseñan sus papeles a cada uno y
tratan de adivinar cuál información es mentira. Esto se puede repetir para que se unan a otros participantes. Al
final, se puede hacer un plenario donde algunos expresen sus opiniones o apreciaciones con respecto a
alguien.
De pie, los participantes forman un círculo. Cada persona hace contacto visual con otra persona en el lado
opuesto del círculo. La pareja camina a través del círculo y cambia posiciones, mientras mantienen contacto
visual. Muchas parejas pueden cambiar posiciones al mismo tiempo y el grupo debe tratar de asegurarse que
todos en el círculo hayan sido incluidos en el intercambio. Empiece por intentar hacerlo en silencio y luego
intercambie saludos en el centro del círculo.
De todos modos
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Les comparto el siguiente pensamiento que me gusta mucho y me ha ayudado
en mi vida a reflexionar en momentos de dificultad.
Almas sencillas hay que, con su Rosario, consiguen todas las gracias y son esclarecidas con singulares luces
en todas sus situaciones.San Pedro Julián Eymard
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Aquellos ratos que estamos en la oración; aunque flojamente estés, para Dios valen mucho. Santa Teresa de
Avila
Cada mañana encomendad a Dios las ocupaciones del día. San Juan Bosco
¿Cómo conseguiréis vencer las distracciones en la oración? Pensando seriamente en que Dios os está
mirando. San Basilio
Como se haga la oración que es lo más importante, no dejará de hacerse todo lo demás... San Teresa de Jesús
Conformarse con la voluntad de Dios es la oración más hermosa del alma cristiana. San Alfonso María de
Ligorio
Contemplar o rezar contemplativamente exige la capacidad y disposición de estar ahí sin HACER
nada. Pedro Finkler
Con la oración conocemos nuestro puesto en presencia de Dios, quién es Dios y quiénes somos nosotros. San
Maximiliano Mc Kolbe
Con solo cinco letras se construye una oración completa: “ JESÚS”. Alicia Beatriz Angélica Araujo
Cuando huyo de la oración, del silencio, no quiero huir de ti, Señor, sino de mí: de mi superficialidad. Padre
Karl Rahner, S.J
Cuando no puedes expresar tus oraciones, Dios escucha tu corazón. Nuestro Pan Diario
Cuando os reunís con frecuencia para la alabanza divina, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de
vuestra fe le impiden causaros mal alguno. San Ignacio de Antioquía
Cuanto más absorto está un hombre en la oración, menos conciencia tiene de que ora..., porque permanece
oculto a su propia mirada. Jean Lafrance
Cuanto más se avanza en la vida de oración, más se penetra en el misterio del silencio de Dios. Jean Lafrance
Cuando los creyentes sienten dolores mientras están orando, es que hay almas que están renaciendo. Orlando
Boyer
Cuando recéis, no seáis palabreros como los paganos, que se imaginan que por hablar mucho les harán más
caso. Mateo 6,7
Cuando rezas observa un orden en tus peticiones: pide en primer lugar los bienes espirituales, el perdón de los
pecados, la luz para conocer la voluntad de Dios, la fuerza para mantenerte en su gracia; después pide la salud
física, la bendición sobre tu familia, el alejamiento de las desgracias y la seguridad en el trabajo....San Juan
Bosco
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