Material Básico de Estudio de Ética Profesional - 2020
Material Básico de Estudio de Ética Profesional - 2020
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ÉTICA PROFESIONAL
CARRERAS:
CONTADOR PÚBLICO
LICENCIATURA EN ECONOMÍA
PROFESORES:
LIC. LAURA NOEMÍ URBINA VALOR
LIC. CARLOS ANTONIO SOLANO
PROF: BRENDA DEL CARMEN SZTANKELER
CURSO: 4º AÑO
AÑO: 2.020
SALTA
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INTRODUCCIÓN
Además, dado que lo ético atraviesa toda práctica institucional, se tratarán temas
vinculados a la importancia de la elaboración de un proyecto ético institucional, con
algunas pautas para su construcción, que posibilite obtener calidad humana en las
relaciones hacia el interior y el exterior de la institución de que formen parte los futuros
profesionales
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El ser humano siempre se preguntó sobre sí mismo; y deseó saber quién es,
cuál es su naturaleza y su destino. Cuando fue capaz de distanciarse de las cosas que lo
rodeaban, la propia capacidad racional lo llevó a buscar respuestas acerca del mundo,
de sí mismo, de su realidad.
Es por esto que encontramos que ya en los mitos arcaicos, el ser humano trataba
de responder a esos interrogantes y conforme progresaba en el ejercicio de sus
capacidades propias, sus respuestas iban adquiriendo una mayor relevancia conceptual.
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grupos raciales, etc... Para ello realiza un estudio comparativo de los restos
fósiles de animales y de seres humanos, utilizando también los conocimientos
sobre la genética humana. Se ubica entre las Ciencias Naturales.
b) La Antropología Cultural, estudia los comportamientos humanos, “las normas
de conducta aprendidas, las ideas y los valores adquiridos por el hombre, como
miembro de un grupo social”. Esta Antropología apela a datos etnológicos y
arqueológicos, estudiando la naturaleza, formas y condiciones de las culturas
humanas, teniendo en cuenta las costumbres, lenguajes, tradiciones, relaciones
familiares, etc. Pertenece, por lo tanto, a las Ciencias Humanas.
Por eso, Ítalo Gastaldi afirma, que el hombre que estudian las demás ciencias
no es el hombre vivido realmente por el hombre, sino el “hombre-objeto” de estudio,
como realidad física, vegetativa, psíquica o social. Mientras que la Filosofía estudia al
hombre como sujeto personal, se interesa por su ser y por su obrar específico,
formulando una pregunta que cuestiona la existencia del mismo que la formula.
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ANTROPOLOGIA
CIENCIA FILOSOFIA
TEOLOGIA
DIVISIÓN
PROBLEMAS
Del Conocer
Del Obrar
Del Ser
Antrop. Científico -
Antrop.Teológica
Positivas
Filosófica
Estudia al
hombre según
Dios lo ve y lo
quiere; se
Objeto: El hombre plantea
Física como totalidad. preguntas sobre
¿Qué es? - ¿ Cómo el origen, destino
debe ser?. y sentido de la
Cultural vida humana
Método: Filosófico.
Principio:“ El obrar
sigue al ser”.
Fases:
Fenomenológica
– descriptiva.
Reflexión crítica
(hermenéutica)
( metafísica)
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NOCIÓN DE “PERSONA”
“Por el uso primitivo del término en el mundo clásico romano, aplicado a los
actores del teatro (que todavía llamamos ‘personajes’), cuya voz resonaba (personare)
a través de la máscara con que caracterizaban su papel, el término ‘persona’ significa
un ‘sujeto especial’ con una ‘función especial’ que le distingue de los otros y lo mani-
fiesta como un ‘centro particular’ de acciones y reacciones.
El teatro era, en realidad, una imagen o reflejo de la vida, de la sociedad
humana, donde cada hombre, es un actor (personaje), como un centro particular de
acciones y reacciones, bien caracterizado y con un modo propio distinto de los demás.
Así, el término ‘persona’ se convierte en sinónimo de ‘individuo humano’, de ‘hombre’,
y por él se expresaba su distinción específica de los seres inanimados a los simples Para
Severino
animales. La misma trasformación experimentó el término que usaban los griegos para
Boecio:
los personajes en el teatro ‘prósopos’ (máscara que cubre el rostro). La
Las disputas filosóficas y teológicas fueron precisando el sentido propio del persona es
término ‘persona’, aplicado tanto al hombre como a Dios; así se llegó a una exacta “substanci
noción, que parece expresar con fidelidad ese aspecto de los seres a que hoy lo a
aplicamos. ” individual
de
naturaleza
La definición clásica de persona, es la de Severino Boecio, autor latino (480 – racional”
526), para quien la persona es “sustancia individual de naturaleza racional”.
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Jacques Maritain, dice que “La persona es una substancia individual, completa,
de naturaleza intelectual y dueña de sus acciones, sui juris, autónoma”.
Existen
Emerich Coreth, dice: “Llamamos Persona a la unidad esencial humana de tres tipos
cuerpo y espíritu, como ser individual autónomo, que se realiza en la posesión de
consciente y en la libre disposición de sí mismo”. personas.
La persona humana está formada por dos elementos, uno material y otro
espiritual, por lo cual podemos decir que es un compuesto corpóreo - espiritual en
unidad esencial.
El componente corpóreo está sujeto a las leyes físicas, químicas y biológicas. Por
su materialidad se encuentra limitado en el tiempo y en el espacio. Este componente le
permite tomar contacto con el mundo exterior y comunicarse con los demás.
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sobrepasa a la especie de la que participa. Como espíritu el hombre está por encima del
espacio y del tiempo. Y como espíritu no puede ser medio sino sólo fin. En razón de su
espiritualidad, la persona es libre y responsable de sus acciones, tiene dominio de sus
propios actos y es capaz de derechos y deberes. Ella tiene la posibilidad de crecer, de
amar, de ser enriquecida con la elevación a un orden sobrenatural.
Ítalo Gastaldi sintetiza los rasgos fundamentales del misterio del hombre,
diciendo:
FACULTADES DE LA PERSONA
La persona se diferencia del animal por poseer ciertas facultades que le son
propias.
Pero, ¿qué es una facultad? Una facultad es una capacidad o potencia que
permite realizar ciertas operaciones. En el ser humano encontramos capacidades tales
como el entendimiento, la voluntad, los fenómenos afectivos (sentimientos, emociones
y pasiones).
1
GASTALDI, Italo (1.990) “El Hombre. Un misterio.” Quito. (Ecuador.) : Edit. Inst. Sup. Salesiano pag
169
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En tanto que las emociones son estados afectivos de mayor intensidad y menor
duración (angustia, miedo, alegría y tristeza). Siempre vienen acompañadas por
reacciones externas o internas (rubor, llanto, grito, risa, temblor, modificación del ritmo
cardíaco, etc.).
2
Reproducimos los conceptos que Ítalo Gastaldi expone en su obra “El hombre. Un misterio”, pags 169
– 171, realizando las adaptaciones que consideramos necesarias.
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mismo, y por ello no tiene ontológicamente carácter de medio, sino de fin; posee, no
obstante, una orientación —saliendo de sí— hacia personas, no ya hacia cosas (que más
bien están orientadas hacia personas). Por todo ello le compete un valor absoluto y, por
tanto, una dignidad absoluta”
b. Por todo esto, toda persona tiene un valor absoluto, simplemente por lo que
es, no por lo que tiene o por lo que hace.
Este conocimiento de su propia riqueza es lo que engendra en el hombre el
sentido de su dignidad, una dignidad que por ser “esencial” nunca se borra, ni siquiera
cuando se tiene una conducta indigna.
1º El primer núcleo es el valor del individuo, del “yo”. Frente a toda tentación
colectivista de resolver la realidad humana en “estructuras” o “mediaciones sociales”, el
enunciado de la dignidad humana recuerda permanentemente que cada uno de nosotros
es único, insustituible, irrepetible; que no es un “trozo de mundo”, sino un mundo aparte
y nadie lo puede sustituir en la elección y realización de su destino.
2º. Pero esto no implica una postura “privatizante”, una concepción cerrada de sí
mismo. Somos interioridades abiertas, destinadas a la comunión. La dimensión social
entra en la definición de la persona. Hoy se insiste en que el hecho decisivo que da ori-
gen a la persona es la intersubjetividad.
La “alteridad”, la “orientación al otro” corrige la posible concepción
individualista y abstracta del personalismo.
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reconocer a los otros, promover a los otros, ser alguien frente a los otros. El sentido de
la existencia del hombre está vinculado a la existencia del otro.
La persona creada por Dios está ordenada a Dios. Esta realidad no la disminuye,
porque está ordenada no en calidad de “medio” sino como un “fin-en-sí”.
1. INTERIORIDAD
La persona posee vida interior, a diferencia de los animales que sólo poseen
exterioridad.
2. UNICIDAD
3
Para este tema, tomamos el cap. 3 de la obra de Ítalo Gastaldi, pags. 83 a 97, introduciendo las
adaptaciones y aclaraciones necesarias.
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expresar así: “El hombre, ¿es un ser (individual) orientado en primer lugar hacia el
mundo— en el cual existen también otros hombres— o bien es, antes que nada, un ser
en comunión con otras personas en el mundo? Según la respuesta que se dé, la
Antropología es muy distinta.
Nuestra vida está orientada hacia el mundo infrahumano, ese mundo que es
nuestro espacio vital, donde hay seres que nos sirven de alimento, vestido y habitación y
de los cuales echamos mano para subsistir. Vivimos en un constante intercambio con el
mundo que nos rodea, intercambio que nos enriquece y nos permite realizarnos.
Formamos con él un sistema de reciprocidad, de sentido y de vida.
c. Martín Buber dice que gracias al hombre existe el mundo. Sin el hombre
habría muchas cosas, pero ningún ser que las captara en su conjunto. Sólo el hombre
puede pensar la pluralidad como unidad, como totalidad de la experiencia externa.
No es sólo el mundo físico el que está ante nosotros, sino también el mundo
simbólico.Aquí nos referimos al mundo del hombre, ese mundo que hemos construido a
través de nuestras propias experiencias, teñido de subjetividad. Nos vemos en un ámbito
repleto de significados, en un ambiente organizado por el hombre mismo.
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Todo lo que precede nos está diciendo que nuestra dimensión social es una
dimensión original, que no puede ser reducida a ninguna otra, ni derivada de ninguna
otra.
La persona nace de una llamada y se orienta hacia una respuesta. Podemos decir
que el “nosotros” es la matriz y el ámbito constitutivo de las personas: el yo es “yo” en
el nosotros, y el tú es “tú” en el nosotros. Sartre consideraba al otro como una amenaza
no, “el otro no es un límite sino un manantial del yo”.
d- Amor
El ser humano tiene el impulso de “ser – más por la comunicación”. Desde lo
más profundo de su ser necesita comunicarse con otros, y la comunicación más plena se
cumple por el amor.
Afirma Ismael Quiles, que toda persona, todo espíritu tiene, como primera
aspiración de su esencia, el amor. Este es el aspecto de la vida que más puede realizar al
ser humano como persona.
e- Apertura a la Trascendencia
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Por eso podemos concluir que en la exigencia incondicional del prójimo está en
cierta forma presente el totalmente Otro, Dios, que protege la criatura humana, porque
fue querida y hecha por El. Tomar en serio al otro, incondicionalmente; reconocer –por
lo menos implícitamente- la realidad misteriosa que está detrás del hombre y lo
constituye precisamente en su singularidad inviolable.
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ACTIVIDADES
A) DE AUTOEVALUACIÓN
B) OBLIGATORIAS:
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Para tratar el tema de la Moral, partiremos de los conceptos que Adolfo Sánchez
Vázquez trabaja en su libro “Ética”, del cual hemos extraído el texto que sigue a
continuación:
ESENCIA DE LA MORAL
Partiendo del hecho de la moral, es decir de la existencia de una serie de morales “La moral es
concretas, que se han sucedido históricamente, podemos intentar dar una definición de un conjunto
la moral, válida para todas ellas. Esta definición de la moral, no podrá abarcar en modo de normas
alguno todos los rasgos esenciales de cada una de esas morales históricas ni reflejar toda aceptadas,
libre y
la riqueza de la vida moral, pero sí ha de aspirar a expresar los rasgos esenciales que conciente-
permiten diferenciarla de otras formas de comportamiento humano. mente, que
regulan la
La definición sería: “La moral es un conjunto de normas aceptadas, libre y conducta
concientemente, que regulan la conducta individual y social de los hombres”. individual y
social de los
hombres”.
LO NORMATIVO Y LO FÁCTICO
Al plano fáctico corresponden siempre acciones concretas: “el acto por el que X
se muestra solidario de Y”, el acto de respeto a los padres, etc. Todos estos actos se
ajustan a determinadas normas morales, y justamente porque pueden ser puestas en una
relación positiva con una norma, (en cuanto que se ajustan a ella o la ponen en práctica)
cobran un significado moral. Son actos morales positivos o moralmente valiosos.
Son actos moralmente negativos, pero justamente por su referencia a una norma
(porque implican una violación o un incumplimiento de ella) tienen un significado
moral. Así pues, su relación con lo normativo, determina la pertenencia de ciertos
hechos a la esfera de lo moral.
que toda norma al postular algo que debe ser, apunta a la esfera de los hechos, a un tipo
de realización. Lo normativo no se da al margen de lo fáctico, sino que apunta a un
comportamiento efectivo. Lo normativo existe para ser realizado, lo cual no quiere decir
que se realice necesariamente; postula una conducta que se considera debida, es decir,
que debe realizarse, aunque en la realidad efectiva no se cumpla la norma: un cambio de
señalización en calles de zonas periféricas, no determina que toda la comunidad cumpla
la norma.
MORAL Y MORALIDAD
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Los actos morales individuales que no tienen consecuencia alguna para los
demás no pueden ser objeto de una calificación moral, por tanto quedan fuera de la
moral aquellos actos que son estrictamente personales por sus resultados y efectos.
costumbre.
La convicción íntima de lo que fue ayer, debe ser también hoy, y de la relación
consuetudinaria o habitual de la conducta cobra significación moral.
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Pasaremos ahora a analizar en que consiste la Ética o Filosofía Moral. Para ello
presentamos los conceptos que Adela Cortina expone en su obra “ÉTICA”.
1. La Ética es
indirectamente
normativa
Desde sus orígenes entre los filósofos de la antigua Grecia, la Ética es un tipo de
saber normativo, esto es un saber que pretende orientar las acciones de los seres
humanos. También la moral es un saber que ofrece orientaciones para la acción, pero
mientras esta última propone acciones concretas en casos concretos, la Ética – como
filosofía moral – se remonta a la reflexión sobre las distintas morales y sobre los
distintos modos de justificar racionalmente la vida moral, de modo que su manera de
orientar la acción es indirecta: a lo sumo puede señalar qué concepción moral es más
razonable para que, a partir de ella, podamos orientar nuestros comportamientos.
Por tanto, en principio, la Filosofía Moral o Ética, no tiene por qué tener una
incidencia inmediata en la vida cotidiana, dado que su objetivo último es el de
esclarecer reflexivamente el campo de la moral. Pero semejante esclarecimiento sí
puede servir de modo indirecto como orientación moral para quienes pretenden obrar
racionalmente en el conjunto de la vida entera. (Por ejemplo: supongamos que alguien
nos pide que elaboremos un “juicio ético” sobre el problema de la desocupación, o sobre
el aborto, o sobre cualquier otra cuestión moral de las de las que están en discusión en
nuestra sociedad; para empezar tendríamos que aclarar que en realidad se nos está
pidiendo un juicio moral, es decir una opinión suficientemente mediata acerca de la
bondad o malicia de las intenciones, actos y consecuencias que están implicados en cada
uno de esos problemas. A continuación, deberíamos aclarar que un juicio moral se hace
siempre a partir de alguna concepción moral determinada, y una vez que hayamos
anunciado cuál de ellas consideramos válida, podemos proceder a formular, desde ella,
el juicio moral que nos reclamaban. Para hacer un juicio moral correcto acerca de alguno
de los asuntos morales cotidianos no es preciso ser experto en filosofía moral. Basta con
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tener cierta habilidad de raciocinio, conocer los principios básicos de la doctrina moral
que consideramos válida, podemos proceder a formular, desde ella, el juicio moral que
nos reclamaban. Para hacer un juicio moral correcto acerca de alguno de los asuntos
morales cotidianos no es preciso ser experto en filosofía moral. Basta con tener cierta
habilidad de raciocinio, conocer los principios básicos de la doctrina moral que nos
sirvió de referencia para nuestro juicio moral anterior. Ese juicio ético estará
correctamente formulado si es la conclusión de una serie de argumentos filosóficos,
sólidamente construidos, que muestren nuestras razones para preferir la doctrina moral
escogida. En general, tal juicio ético está al alcance de los especialistas en filosofía
moral, pero a veces, también puede manifestarse con cierto grado de calidad entre las
personas que cultiven la afición a pensar, siempre que hayan hecho el esfuerzo de pensar
los problemas “hasta el final”).
2. El término “Ética”
“Ética“
A menudo se utiliza la palabra “Ética” como sinónimo de “moral”, es decir de un procede del
conjunto de principios, preceptos y valores que rigen la vida de los pueblos y de los griego
individuos. La palabra “Ética” procede del griego “ethos”, que significaba “ethos
originalmente “morada”, “lugar donde vivimos”, pero posteriormente pasó a significar
“el carácter”, “el modo de ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su
vida. Por su parte, el término”moral” procede del latín “mos, moris”, que originalmente
significaba “costumbre” confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico:
todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner
en práctica unas costumbres o hábitos considerados buenos.
4
CORTINA, Adela (1.999) “Ética”. Editorial Akal
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4. Funciones de la Ética
Corresponde a la Ética una triple función:
Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados obtenidos en las
dos primeras funciones, de manera que se adopte en esos ámbitos sociales una moral
crítica (es decir, racionalmente fundada), en lugar de un código moral dogmáticamente
impuesto o de la ausencia de referencias morales.
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Saber indirectamente
Funciones: normativo: orienta
Aclarar qué es la moral. (sus indirectamente la acción,
rasgos) señalando qué concepción de
Fundamentar la moralidad. moral es más razonable.
Aplicar a los distintos ámbitos No se identifica con ningún
de la vida social los resultados código moral determinado.
obtenidos en las dos primeras La Ética no permanece neutral
funciones (para que se adopte ante los distintos códigos
una moral crítica). morales.
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ACTIVIDADES
A) DE AUTOEVALUACIÓN
Lea el texto que se presenta a continuación y teniendo en cuenta el marco teórico analizado,
elabore una reflexión (de aproximadamente diez renglones) acerca del tema .
B) OBLIGATORIAS:
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La Ética estudia los actos humanos, que también denominamos actos morales o
acciones humanas.
ACCIÓN HUMANA
Aristóteles, en la Ética a Nicómaco, afirma que los animales no actúan, ya que sus
actividades tienen forzosamente éxito porque son instintivas o porque son consecuencia de
un aprendizaje, pero no porque hayan sido planeadas o sean creativas; son siempre las
mismas, es decir, son estáticas en cuanto a su resultado.
Es conveniente distinguir entre actos humanos y actos del hombre, ya que no todos
los actos realizados por el ser humano son actos libres. Para que un acto sea considerado
“humano”, se requiere que sea voluntario. En cambio, cuando una persona realiza un acto
sin la voluntad de realizarlo o en contra su voluntad, ese acto se denomina acto del hombre.
Éstos son actos amorales, o sea, no son ni buenos ni malos.
Según Aristóteles, para que una acción sea objeto de elogio o de censura debe ser Para que un
acto sea
voluntaria; en caso contrario sólo merecerá indulgencia o compasión. Aristóteles entiende considerado
por acción voluntaria a aquella cuyo principio está en el agente, es decir, en quien obra y, “humano”, se
además, cuando el agente conoce las circunstancias en que se cumple dicho acto. No son requiere que
acciones voluntarias aquellas que se cumplen por fuerza (compulsión, coacción) o por sea voluntario.
ignorancia (aunque en éste último caso no siempre nos exime de responsabilidad moral).
Entonces, para que un acto sea considerado como humano (lo que denominamos
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- Que sea realizado con conciencia de lo que se está haciendo (conociendo las
circunstancias que rodean la acción y sus posibles consecuencias).
- Que exista libertad psicológica o libertad interior (que el sujeto no esté
coaccionado), o sea que la causa de la acción esté en el sujeto mismo. Se trata por
eso de una acción voluntaria, que responde al propósito de realizar algo previamente
decidido por el sujeto.
- Que exista uso de razón, o sea capacidad para discernir, para analizar la situación,
conociendo el fin que se persigue, los medios que pueden estar al alcance y su
correspondiente aplicación para la consecución del fin.
Si alguna de estas condiciones faltase, el acto realizado sería considerado como acto
del hombre y no como acto humano. Sólo cuando existen actos humanos, podemos hablar
de responsabilidad moral.
En tanto que una persona que es obligada por otra a realizar un acto indebido,
contrario a las normas o en consonancia con ellas, bajo una amenaza grave, como la
pérdida de la vida (coacción exterior), no realiza un acto humano sino del hombre, porque
no decidió, no pudo hacerlo. En el caso de una persona que sufre un trastorno psiquiátrico
grave (coacción interior), tampoco tiene dominio ni control de sus actos. No decide por sí
misma y por lo tanto no realiza un acto humano sino del hombre.
Fernando
Los actos humanos o acciones humanas están condicionados por el medio natural, Savater
los límites de la constitución biológica, los productos tecnológicos, las acciones de las afirma que el
demás personas. Los modos de responder a esos condicionamientos varían de un sujeto a ser humano no
otro, e incluso en el mismo sujeto en diferentes momentos o situaciones. es libre de
elegir lo que le
pasa pero sí es
Si bien las acciones humanas están condicionadas, no se encuentran determinadas, libre de
ya que los límites no son absolutos y no anulan la libertad. Por eso la acción humana es responder a lo
libre, ya que el ser humano puede responder a su situación de diversas maneras, siendo que le pasa.
consciente de las circunstancias que rodean su acción y de sus posibles consecuencias.
La acción voluntaria fue definida de un modo clásico como aquella que procede de
un principio intrínseco con conocimiento formal del fin.
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La acción voluntaria tiene su origen en una facultad apetitiva del sujeto, la voluntad,
la cual actúa desde dentro de él (procede de un principio intrínseco.).
Por otra parte, la acción voluntaria implica el conocimiento del fin por parte del
sujeto; es decir, que antes de obrar, la persona conoce la meta que pretende alcanzar.
Ángel Rodríguez Luño, en su libro Ética General5, destaca las siguientes
características de la intencionalidad de la voluntad:
- es consciente: es decir, que antes de actuar, el propio sujeto planea y se
representa la acción. Al conocer el fin, relaciona su acción con el objetivo que
pretende conseguir. Proyectar y representar constituyen actos de la razón que
están implicados en la acción voluntaria, por lo cual, cada persona se La
intencionali-
experimenta como autora de sus propios actos; dad de la
- es activa: la persona y el fin entran en relación por iniciativa del propio sujeto; voluntad: es
- es guiada y ordenada por la razón: porque la inteligencia presenta a la voluntad consciente,
el objeto intencional, la acción o el objeto deseado por la voluntad.; por su parte, es activa, es
el juicio racional establece entre la acción y su fin un motivo (por ej. :quiero guiada y
ordenada por
hacer esta acción porque es buena o porque es útil); la razón, es
- es autorreferencial: pues toda acción voluntaria si bien posee un objeto autorreferen-
intencional, tiene a la propia persona como sujeto, en la medida en que revierte cial.
sobre ella misma (ej: no es posible robar sin que la persona se convierta en
ladrón), porque el querer implica una valoración personal de lo querido que no
se da en el conocer como tal y todo lo que el ser humano hace tiene efectos que
no sólo son externos, sino que también, se va realizando y haciendo a sí mismo.
Los actos humanos, como dijimos anteriormente, son actos morales, y por lo tanto,
están siempre sujetos a la aprobación o condena por parte de los demás.
No son actos morales aquellos cuya realización no puede ser evitada o cuyas
consecuencias no pueden ser previstas (son ejemplos: el respirar; o el acto de entregar el
dinero a un asaltante).
Para analizar un acto moral tenemos que tener en cuenta los elementos que
intervienen en su estructura. Esos elementos, que están articulados entre sí son los
siguientes:
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El acto moral se presenta con un aspecto subjetivo (motivos, conciencia del fin,
conciencia de los medios y decisión personal), pero a la vez, muestra un lado objetivo que
trasciende a la conciencia (empleo de determinados medios, consecuencias que se siguen a
la acción). El acto moral no puede estar reducido a uno de sus elementos, así por ejemplo
los medios no pueden ser aislados de los fines, las consecuencias no se aíslan de la
intención
Para que el acto moral sea considerado bueno, se requiere que todos los elementos
sean buenos. Si alguno de ellos fuera malo ( por ejemplo, si el fin es bueno pero los medios
utilizados son malos) todo el acto es considerado malo.
5
RODRÍGUEZ LUÑO, Ángel. Ética General. EUNSA Pamplona, 1.991
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ÉTICA
ACCIÓN HUMANA O
ACTO HUMANO
CONDICIONES: ESTRUCTURA:
- uso de razón - Objeto o acto en sí
- libertad mismo (alternativa
psicológica ( o elegida)
libre albedrío) - Fin o intención (fin del
- conciencia sujeto, con los medios
psicológica elegidos)
- Circunstancias
(situación y
consecuencias)
RESPONSABILIDAD
MORAL
ACTO BUENO Ó
ACTO MALO
MORALIDAD DE LA DECISIÓN
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LA LIBERTAD
Libertad, en
general,
Libertad, en general, significa “ausencia de constricción”, estar exento de coacción. Pero la significa
coacción puede depender de diversas causas; por eso se pueden distinguir varios tipos (análogos) de “ausencia de
libertad, que se pueden reducir a dos formas principales: libertad exterior y libertad interior. constricción”,
estar exento
1. Libertad exterior de coacción.
c. La libertad civil, política, religiosa, etc. de ellas gozo cuando no existen leyes
positivas —dictadas por la autoridad— que traban mi libre acción (libertad de
asociación, de prensa, de opinión, de comercio, etc.).
e. Libertad ascética o “liberación”: de ella goza el que domina sus instintos, sus pa-
siones.
Se requieren, por cierto, estas libertades exteriores, porque el hombre se realiza en “lo
otro”, su libertad interior necesita un espacio para su autodefinición y desarrollo. Estas libertades
deben ayudar al desarrollo de la capacidad de autodeterminación del ser humano, pero pueden
entrar en colisión, por lo que requieren de control, ejercido a través de las leyes.
2. Libertad interior
La libertad sicológica o libertad de elección o libre albedrío es “el poder que tiene
el hombre de obrar o no obrar, hacer esto o aquello, cuando ya se dan todas las condiciones
requeridas para obrar”.
CONCIENCIA MORAL
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diferentes modalidades que pueden presentarse y los principios que hay que aplicar para
seguir el dictamen de la conciencia.
Sin embargo, no se debe olvidar que cada persona es responsable de la decisión que
toma.
LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
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Objeción de
convicciones religiosas o morales (Patricia Debeljuh, 2.005). conciencia:
Resistencia a
La desobediencia al imperativo de la conciencia produce la renuncia de la persona a una orden
superior que
su verdadera esencia humana, un atentado a su propia dignidad. En la intimidad, la persona
la conciencia
no puede ocultar la ruptura consigo misma provocada por un acto desviado de la norma opone por
imperada por su conciencia. fidelidad a
sus propias
La objeción de conciencia no implica un desprecio del sujeto hacia la ley, sino una convicciones
coherente fidelidad a sus profundas convicciones, una muestra clara de su compromiso de religiosas o
morales.
buscar el bien.
RESPONSABILIDAD MORAL
Responsabili-
Se entiende por responsabilidad la capacidad de las personas para responder de sus dad moral:
actos; esta capacidad exige la obligación de reparar los daños ocasionados y de soportar el es la
castigo previsto para la infracción cometida. capacidad de
las personas
para
Se dice de una persona que es responsable cuando está obligada a responder de sus
responder de
propios actos. sus actos y
de las
Un sujeto es responsable cuando actúa con libertad; esto implica: consecuen-
a- Conciencia de las circunstancias y las consecuencias de su acción. cias.
b-Que no existan causas externas que lo obliguen a actuar de un solo modo.
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acciones o que impiden realizar otras. El estado consciente del sujeto es un darse cuenta de
lo que está haciendo; si es pleno, lleva consigo la máxima responsabilidad del acto, y si es
limitada, reduce proporcionalmente la responsabilidad del acto.
Existe responsabilidad moral directa cuando nos encontramos ante el caso de que
existe pleno uso de razón, libertad y conciencia por parte del sujeto al realizar un acto.
Por omisión: cuando no se realizan actos que había obligación de hacer y realmente
se podían hacer. Hay culpabilidad cuando se omite algo debido y posible de modo
deliberado y con pleno consentimiento, o bien por negligencia u otros modos de
imprudencia.
Por su influencia en acciones ajenas: ya sea por inducción ( cuando pide o manda
algo, persuadiendo a que se realice una acción y estimulando a otros con la propia
conducta), ya sea por cooperación ( por participación inmediata, colaboración u
omisión
Virtudes y vicios
Los hábitos que conciernen a la problemática ética son las virtudes y los vicios.
Éstos constituyen hábitos operativos, es decir, son cualidades estables de las potencias
(facultades) del hombre, que lo disponen e inclinan a obrar en un sentido. Son prácticos,
porque se refieren a la acción.
La virtud es un hábito operativo bueno. No puede confundirse con la mera
costumbre, ya que ésta se trata de una simple repetición de actos externos; mientras que la
virtud implica un creciente conocimiento y amor del bien y un orden de las pasiones, por lo
cual aumenta la perfección de la libertad a través de esas acciones. Dispone al ser humano
a comportarse de una manera adecuada a su propia naturaleza, fortalece la voluntad y el Virtud: hábito
rendimiento positivo de la libertad. operativo
El término virtud proviene del vocablo latino virtus, que equivale al término vis, bueno.
cuyo sentido es fuerza. En una acepción más limitada significa un hábito adquirido que
perfecciona o refuerza alguna potencia activa.
La virtud es esencialmente personal e implica fuerza espiritual para vencer las
dificultades que se presentan en su ejercicio. Se adquiere con dificultad, porque requiere
esfuerzo y produce placer espiritual, pero generalmente no produce placer material.
Las virtudes nacen de la actividad humana libre y dan una mayor firmeza, facilidad,
eficacia y satisfacción para obrar bien. Se las clasifica en virtudes intelectuales y virtudes
morales.
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derecho”, se quiere significar que se trata de aquello de lo que uno es dueño con dominio
libre y personal.
FORMAS DE LA JUSTICIA
COMUNIDAD
Justicia conmutativa
PARTICULAR PARTICULAR
La justicia general se refiere a la exigencia de justicia que cada uno tiene con los demás,
por ser personas y miembros de una comunidad. Se incluye aquí aquello que es necesario para el
bien común de la sociedad. A veces se la denomina también justicia legal, porque incluye las leyes
que concretan lo que cada individuo debe equitativamente a la comunidad a la que pertenece. Sin
embargo, la justicia general o legal no se agota con las leyes, que siempre son contingentes y
limitadas.
En la medida en que las leyes especifican deberes generales de justicia, hay
obligación moral de cumplirlas (leyes mercantiles, impuestos, por ejemplo); pero, las leyes
humanas dejan de obligar (por ser injustas) si son contrarias a algún derecho fundamental
de la persona. Si se da tal situación será necesario presentar objeción de conciencia.
En tanto que la justicia entre particulares (individuos o grupos) se denomina justicia
conmutativa, y viene exigida por los intercambios (ejemplo, una compraventa o arriendo),
exigiendo igualdad relativa entre lo que se da y lo que se recibe, por lo cual se hace
necesaria una valoración lo más objetiva posible. En la práctica, esa valoración se
determina por lo general a través de una libre negociación entre las partes. Pero, cuando
existe una notoria asimetría en el poder negociador, se requiere estar vigilantes para ser
justos, porque se puede llegar a un acuerdo poco justo si la parte poderosa se aprovecha de
la situación de necesidad de la parte débil. De allí que, tanto en los monopolios como en
general, en las posiciones prepotentes, puede haber abuso de poder.
La justicia conmutativa obliga a cumplir estrictamente los contratos y a dar lo
libremente acordado.
Por su parte, la justicia distributiva, es la voluntad de distribuir con equidad,
evitando hacer acepción de personas (amiguismos, favoritismos, etc), dando a cada uno lo
que le corresponde por su condición y aportaciones dentro de la comunidad.
El directivo se encuentra con relativa frecuencia con problemas de justicia
distributiva, pues tiene que repartir algo común entre las personas que integran la
comunidad organizacional, tanto lo que es ventajoso (cargos, gratificaciones, etc) como lo
que es oneroso (turnos incómodos, reducciones de planilla, etc). Por eso, cuando se
distribuye algo de una comunidad, tanto las ventajas como las cargas o desventajas, tiene
que hacerse de acuerdo con criterios objetivos determinados con prudencia, los que deben
considerar los casos, las capacidades, los méritos y las necesidades de cada uno.
A veces, quien ejerce un cargo directivo debe aplicar sanciones ante indisciplinas o
faltas que vulneran el bien común de la organización. En ese sentido, castigar con justicia
implica penalizar algún delito de un modo proporcionado y siempre buscando cumplir el
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bien superior de la justicia o con la sana intención de corregir al culpable, y no con afán de
venganza o por odio.
La ética orienta la excelencia humana, y estas exigencias son mínimos que de
ningún modo agotan el deber de buscar siempre lo mejor, el valor más alto que posibilite el
perfeccionamiento humano.
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6
RUIZ, Daniel. (1.988) Ética y Deontología Docente. Bs. As.: Ediciones Braga. Pag 101 y ss.
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ACTIVIDADES
A) DE AUTOEVALUACIÓN
B) OBLIGATORIAS:
- Elabore un ejemplo de una situación en que un acto realizado por una persona
conlleve responsabilidad moral y otro en que el acto no implique
responsabilidad moral. Fundamente.
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ESCUELAS ÉTICAS
I. Concepciones Utilitarias
II. Concepciones Sentimentales o altruistas
III. Concepciones Racionales
I. Concepciones Utilitarias
El carácter común de las concepciones utilitarias es que colocan el soberano bien
del hombre en el placer o el goce, y hacen por tanto del placer el criterio del bien y del
mal: es bueno lo que nos trae un goce; es malo lo que nos impide gozar o nos hace sufrir.
Las teorías utilitarias se diferencian entre sí según la manera como estiman que hay
que seguir el placer.
a) Hedonismo: esta posición enseña que hay que aprovechar el placer cada vez que se
nos presenta delante.
En el siglo IV Aristipo de Cirene, que funda la escuela Cirenaica después de la
muerte de Sócrates, sostiene la moral del placer. Según él, para el hombre no existe más
que un bien: la hedoné (el placer); por ello la suprema regla es el goce inmediato. Un placer
perdido no se vuelve a recobrar. El sumo bien de la vida es el placer sensible y actual;
como los placeres corporales son los más intensos, son, por consiguiente los más deseables
y deben ser preferidos a todos los demás. La sabiduría y la virtud consisten en buscar los
medios para obtener la mayor cantidad posible de placer. Pero se debe obrar con
prudencia, acomodándose a las circunstancias y conservando siempre la libertad interior y
la tranquilidad; o sea, hay que dominar los placeres y no dejarse dominar por ellos. La
prudencia aconseja también ajustar la conducta a las leyes establecidas, sobre todo a las
leyes penales.
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Samos, maestro de “los filósofos del jardín” y fundador de la escuela que lleva su
nombre.b)Epicuro considera que el placer es el valor supremo, entendido como el bien
primitivo e innato, y constituye el principio y el fin de la vida feliz. Entonces, coloca en el
placer el fundamento del comportamiento humano, pero rechaza la regla del goce
inmediato: hay que buscar los placeres que no van seguidos de ninguna pena, los que no
nos privan de un placer mayor, los que no son artificiales, los placeres tranquilos más bien
que los placeres violentos. Los placeres del alma (el gozo) son más elevados que los del
cuerpo, que son carnales. Los placeres espirituales consisten en recordar, imaginar o
proyectar acciones gozosas, lo cual no es posible si previamente no existen auténticas
situaciones placenteras, que consisten en los deleites del cuerpo.
Diferencia, entonces, los placeres en reposo y los en movimiento. Los placeres en
reposo son los que advienen al alma como algo que es natural a su actividad, consistiendo
en la satisfacción de una necesidad, el ejercicio de las operaciones. Así, por ejemplo, el
placer de reposar tras la fatiga, de beber agua cuando se tiene sed. En tanto que los placeres
en movimiento, se refieren a aquellos que se experimentan como algo sobreañadido a su
naturaleza, algo que se busca en el exterior porque no pertenecen a la normal actividad del
alma. Éstos a la larga producen dolor y convertidos en hábitos, esclavizan al alma a cosas
externas, dice Epicuro. Son ejemplos de éstos el beber bebidas alcohólicas, las drogas. De
allí que prefiera los placeres en reposo. Por eso, mediante la prudencia, el hombre debe
buscar el equilibrio, la paz interior y la tranquilidad.
El hedonismo de Epicuro no es tan grosero como el de Aristipo, y hasta propone,
por medio del ejercicio de las virtudes, como el valor, la templanza y la justicia, la
búsqueda de un cierto estado de tranquilidad (ataraxia) o indiferencia, en la cual consistiría
la felicidad.
c) Utilitarismo. Es una corriente que caracteriza al siglo XIX, siglo del positivismo,
de la explosión industrial, científica y técnica. El bien útil avala, fundamenta, excusa y
justifica cualquier procedimiento en el seno de la sociedad que es típicamente materialista.
Los fines pierden su condición de tales.
Según Jeremías Bentham (1.784 – 1.832), la utilidad es el principio de la felicidad.
La naturaleza humana ha colocado al hombre bajo el imperio del placer y del dolor, por
eso, todo lo que hay en el hombre tiene por único objeto buscar el placer y evitar el dolor.
El principio de la utilidad subordina todo esto a dos móviles, a saber: lo útil es lo que
aumenta el placer y disminuye el dolor.
La única regla moral es la del interés, por lo cual el problema moral consiste en
calcularlo bien. Hay que aplicar el criterio de lo útil para procurar la mayor cantidad de
dicha sensual; es necesario fijar una aritmética de los placeres que permita elegir entre
éstos los que sean superiores por su intensidad, duración y pureza. Sostiene así, que
colocado el hombre entre el bien y el mal, que son inseparables, necesariamente elige lo
mejor y más útil, aquello en que el placer excede al dolor, de modo que este exceso o
utilidad es la base y medida de la moralidad.
El utilitarismo, postula además, que el placer puede extenderse a un mayor o menor
número de individuos de la sociedad. En este punto radica la diferencia esencial entre el
hedonismo y el utilitarismo, ya que éste tiene un carácter más social frente al
individualismo y egoísmo del primero. Por ello, al considerar una escala en lo útil, es
preciso tener en cuenta la intensidad del placer producido, así como la extensión a un
mayor o menor número de individuos. La persona no es verdaderamente feliz si no vive en
concordancia con sus semejantes, si no es amado. Para serlo se ocupa de los demás. De ahí
que, un acto será bueno cuando sea útil y, a la vez, alcance la máxima utilidad posible para
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Valoración crítica
- En lo que respecta al hedonismo se puede decir que la regla del placer no tiene valor
moral. En efecto, el placer, inmediato o diferido, no puede presentarse como obligatorio. El
placer solicita las inclinaciones, pero no se impone a la razón como la suprema ley de
nuestra actividad. Por otra parte, los placeres, aún prudentemente dosificados, no nos traen
la felicidad sino por el contrario, son fuente de inquietudes porque, al ser finitos en sí
mismos y en su duración, dejan más bien una sensación de vacío que un sentimiento de
plenitud. Además, los placeres se transforman en sus contrarios: el placer tiende a un
estado de exasperación y se cambia en dolor. Si el placer es la regla suprema, todos los
crímenes se encuentran justificados por el hecho de haber servido a procurar el placer a sus
autores; y el sacrificio de su tranquilidad, fortuna, salud y vida por el bien de los demás
sería reprobado.
- El epicureísmo y el utilitarismo de Bentham no corrige a fondo el hedonismo, ya
que mantiene la soberanía del placer. El método que preconiza no tiene ninguna fuerza
obligatoria, y no son más que recetas para gozar mejor; no permitiendo condenar a quien
prefiera gozar inmediatamente de todos los placeres que pudiera tener a mano. En cuanto
al utilitarismo de Bentham, la aritmética del placer exigiría una contabilidad complicada, de
tal modo que la búsqueda del placer suprimiría el placer y, por otro lado, no se puede
apreciar en cifras lo que es propio de la cualidad.
Además, si bien es cierto que el interés y la búsqueda de la felicidad son móviles
fundamentales de la conducta humana, no deben ser entendidos en forma material y
biológica. La experiencia indica que, mechas veces, la moral y el deber obligan a cada
hombre al sacrificio de los intereses contingentes y materiales en nombre de bienes
intelectuales y espirituales más altos, que valen por sí, cuya posesión dan a la persona su
pleno valor. No es la eficacia y la utilidad de la acción lo que la hace moralmente buena,
sino que es la bondad moral la que obliga al hombre a una acción que sea instrumento de
verdadero perfeccionamiento humano.
- La teoría del interés general de Stuart Milll, exige tener en cuenta la calidad de los
placeres. Además, no aparece claro porque afirma la primacía del interés general, pues si el
placer es la regla suprema, ¿por qué razón se debería sacrificar el placer propio por la
sociedad?
a) Ética del sentimiento: es sostenida por Francis Hutcheson (1.694 – 1.746). Para
él, el sentido moral es la fuente de nuestra conciencia moral y mediante él pueden
percibirse las diferencias entre las acciones moralmente buenas y las acciones moralmente
malas. El sentido moral nos empuja a aprobar las primeras.
El objeto de nuestra aprobación es la benevolencia, que es una cualidad real en las
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acciones que excita o suscita nuestra aprobación. Hutcheson identifica con frecuencia la
benevolencia con la virtud. La benevolencia es una especie de instinto existente en cada
hombre que le impele a promover el bien de los demás y es la fuente de nuestros juicios
morales. En efecto, para este autor, únicamente el sentimiento es capaz de hacernos conocer
el deber, pues la vida moral está hecha de matices que sólo el sentimiento puede captar.
Éste está al principio de los juicios que de continuo hacemos sobre las personas y las cosas,
en virtud de una regla de benevolencia, que es su ley esencial. La verdadera bondad resulta
necesariamente para nosotros de la obediencia a esta desinteresada inclinación que se
expresa en nosotros bajo la forma de sentido moral.
Valoración crítica:
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es lo que distingue al hombre del animal. La razón nos muestra que existe una sabiduría,
que consiste en aceptar el orden universal, que no depende de nosotros, y de renunciar a los deseos,
que engendran la inquietud y la discordia. Únicamente así podrá el hombre sustraerse a las
pasiones, identificándose con la Razón universal (Dios o el destino).
Para el estoico el bien moral reside sólo en el juicio. No consiste en hacer tal o cual
cosa, sino en hacerla de acuerdo y en conformidad con el orden universal. La vida virtuosa
consiste en obrar racional y libremente, ajustando la propia conducta al orden universal de
toda la Naturaleza, regida por la Razón Universal, es decir, a la ley eterna, fija e inmutable.
La perfección moral se alcanza en la apatheia, que consiste en la ausencia de pasión: es el
estado del que ha llegado a dominar sus pasiones hasta el punto de no sufrir ya su imperio
en modo alguno. La apatía o la serenidad perfecta es, pues, el ideal del sabio y el nombre
mismo de la beatitud. A ese estado se llega practicando la ataraxia, que consiste en no
dejarse turbar por nada; para eso, basta con darse cuenta de que lo que sucede fuera de la
voluntad no depende del propio sujeto, que nada puede contra ello y que es inútil alegrarse
o afligirse.
Según el estoicismo, la virtud es la regla de la razón y, como tal, se identifica con el
bien, que es la razón misma, porque es orden y perfección. La virtud se resume en la
voluntad de obrar siempre según la razón. La virtud es completa y perfecta desde el
principio: por eso, quien posea una sola virtud, las posee necesariamente a todas y quien
carece de una sola, carece absolutamente de todas.
El estoicismo muestra una absoluta confianza en la razón; considera que las
pasiones son males y por eso no entran en la ética. Desprecia los bienes materiales porque
el hombre tiene que estar por encima de ellos. La ética estoica es así, un intento de
neutralizar el sufrimiento humano, una ética del autodominio, que pretende hacer al
hombre capaz de resistir los influjos que lo afectan desde afuera.
El ideal estoico de la virtud y de la moral estaba matizado con un sello de cierta
insensibilidad (o aparente insensibilidad), ofreciendo un esquema en el que los rasgos
humanos quedan totalmente desdibujados. Esos rasgos son:
- El sabio no debe dejarse perturbar por nada.
- Debe mantenerse impasible ante el sufrimiento físico y moral, ante el dolor y la
enfermedad, ante la muerte, los bienes de fortuna y las opiniones de los hombres.
- Debe distinguirse por su firmeza ante las contrariedades.
- Ha de ser como una roca contra la que se estrellen todas las olas; ella está firme y el
oleaje se amansa a su derredor.
- Debe mantenerse siempre en un mismo querer y no querer.
- Tiene que aguantar y renunciar.
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El fin de la actividad moral es el bien, pero este bien se halla fundado en Dios, único
ser que es absolutamente el Bien. Por eso, la recta voluntad tiende al Bien, como la recta
inteligencia tiende a la Verdad. Todos los otros bienes no son fines últimos, pero no son
descartados, por cuanto son fines subordinados al fin último y medios para alcanzar este
fin.
Para Santo Tomás, el objeto de la moral es el hombre libre que, gracias a su
capacidad racional, puede regular moralmente su conducta. Considera que en el obrar
humano se da la interacción de la inteligencia y de la voluntad, son dos facultades que se
complementan, de tal modo que todo acto de voluntad es necesariamente precedido por un
acto de inteligencia.
En cuanto a las pasiones, estas tendencias serán buenas o malas moralmente según
estén o no en conformidad con las normas de moralidad. Sin embargo, Santo Tomás no las
niega, ni condena los sentimientos; exige que los sentimientos, por los que se manifiestan
nuestras más profundas tendencias, colaboren en la vida moral, y que, debidamente
jerarquizados por la razón, reciban las satisfacciones que le son debidas, debiendo estar
subordinados a lo que la recta razón señala como bueno.
Por otra parte, Tomás de Aquino, a partir de la idea de creación que explica el
orden universal, sostiene la existencia de una ley eterna, que es ese plan divino que ha
ordenado el mundo de modo que cada criatura cumpla su fin de un modo peculiar y propio,
según su naturaleza y de acuerdo con las leyes que gobiernan su acción. Justamente la ley
eterna ordena los actos humanos al fin debido. Las criaturas racionales la conocen con su
inteligencia y se dirigen a ella libremente. El efecto esencial de la ley moral consiste en la
obligación; es decir, en la necesidad moral que se impone al hombre de cumplir un acto o
no hacerlo, según que la ley lo mande o lo prohíba. Esta necesidad moral ata la voluntad sin
violentarla, puesto que nuestro fin está inscripto en nuestra propia naturaleza, que hemos
recibido de Dios. La obligación moral o deber tiene como fundamento próximo el orden
esencial de las cosas, en virtud del cual existe conexión necesaria entre tal o cual acto y el
último fin; y como fundamento último la ordenación de la Razón divina.
Prueba así, con estos argumentos, que la perfección y la felicidad deben ser
accesibles a todos los seres humanos (y no sólo a unos pocos privilegiados, como sostenía
Aristóteles) y requieren las sanciones de la vida futura. Sostiene que la perfección humana
consiste, mediante la práctica de las virtudes morales, en acercarse a Dios, fin y bien
objetivo del hombre.
Enseña también, que el bien moral es obligatorio, en cuanto que expresa un orden
de derecho, querido por Dios, creador y legislador de nuestra naturaleza.
d) Ética kantiana: este sistema ético tiene por fundador al filósofo alemán
Emmanuel Kant (1.727 – 1.804). Kant distingue la materia de la forma en los actos
morales. La materia es el objeto del acto, el contenido, es decir, lo que se hace o lo que se
omite; en tanto que la forma es el aspecto bajo el cual aparece al espíritu., es el por qué se
hace, el por qué se omite.
Kant trata el problema ético en dos obras: la “Fundamentación de la metafísica de
las costumbres”, de 1.785 y la “Crítica de la razón práctica”, de 1.788. Sostiene que puede
haber muchas cosas que sean buenas (como el valor, la decisión, la perseverancia, etc) pero
ninguna de ellas puede ser llamada buena sin restricción, porque cualquiera de esas
cualidades puede llegar a ser extraordinariamente malas y dañinas si la voluntad que ha de
hacer uso de ellas no es buena. Lo valioso es la buena voluntad misma, con independencia
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Valoración crítica
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adquirida de juzgar y combinar todos los elementos en cuestión para elegir rectamente. La
recta razón o prudencia es la norma de moralidad que señala la medida de las acciones y
los medios más idóneos para obtener la felicidad, entendida como vida virtuosa.
- El estoicismo constituye una posición que es inhumana, porque sólo considera la
razón en el ser humano, y sabemos que existe en éste la sensibilidad y las necesidades del
corazón, que si bien deben estar subordinadas a la razón, no pueden ser sacrificadas a ésta.
Además, aconseja aceptar el destino y pone la felicidad en esta aceptación.
Del estoicismo se puede rescatar el principio de que la perfección del hombre está
en la vida según la razón; también, la importancia objetiva del orden universal y la
sumisión a ese orden y, por último, la distinción del bien y la felicidad, y la fijación de la
moral en el problema del bien.
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Eje Problematizador 4: ¿Cómo influyen los valores en las decisiones que tomamos?
Valores: Concepto y características. Teorías axiológicas. Valor y bien. Valores universales.
Los derechos humanos. Conceptos. Fundamentación de los Derechos Humanos.
Clasificación de los DDHH: Derechos de primera, segunda y tercera generación.
NOCIÓN
La Axiología o Teoría de los valores, es una rama de la Filosofía que tiene por objeto Axiología o
la reflexión sobre la naturaleza y características de los valores y de los juicios de valor. Teoría de
los valores:
rama de la
A pesar de que encontramos en doctrinas filosóficas de la antigüedad ciertas Filosofía
especulaciones referidas a los juicios de valor, no se había constituido como tal la que tiene
Axiología. Esta disciplina filosófica es relativamente reciente, ya que se constituye como por objeto la
tal a partir de la segunda mitad del siglo XIX, adquiriendo un mayor apogeo a fines de ese reflexión
siglo y en las primeras décadas del siguiente. sobre la
naturaleza y
caracterís-
A partir de esos tiempos, el término valor comenzó a ser utilizado en diferentes ticas de los
ámbitos de la vida personal y social, y en algunas ciencias como la sociología y la valores y de
psicología. los juicios
de valor.
El concepto de valor se presenta como de gran alcance, entrañando gran dificultad
para definirlo.
Marín Ibáñez (1976) afirma que el valor es la perfección o dignidad que tiene lo real
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Risieri Frondizi, filósofo argentino, propone definir al valor como una cualidad
estructural que surge de la reacción de un sujeto frente a propiedades que se hallan en un
objeto. Señala que la reacción del sujeto no se da en el vacío, sino en una situación física y
humana determinada.
Valoración:
aprecio o
Los valores se perciben mediante una operación no intelectual denominada rechazo por
estimación.Cuando hacemos referencia al término valoración, estamos indicando la una
preferencia o aprecio, o bien el rechazo por una cualidad determinada por parte de una cualidad
persona. De este modo, cuando hablamos de valoración nos referimos al valor que le determinada
atribuimos a una cosa.
Es importante tener en cuenta que el valor de una cosa no puede disociarse de la cosa
misma, ni del sujeto que valora, ni del conocimiento de las cualidades, ya sean positivas o
negativas, de la cosa.
VALOR Y BIEN
Denominamos “bien” a los entes concretos capaces de realizar el valor. Las cosas
existen y tienen una esencia que puede ser captada a través de la inteligencia; pero también
ellas despiertan en los seres humanos sentimientos de adhesión o de rechazo.
Según Frondizzi, el bien es un objeto con el valor que se le incorpora. En una palabra,
los bienes son objetos que valen.
Scheler, por su parte, afirma que la presencia del valor confiere el carácter de “bien”
al objeto valioso.
Decimos entonces, que el bien es el sujeto del valor y, un mismo bien puede tener
valores diferentes. Por ejemplo, una joya puede tener el valor belleza y a la vez un valor
económico.
por sí mismos, requieren siempre de un objeto al cual añadirse. Por eso decimos que los
valores son cualidades que, al estar en los objetos, tienen existencia real.
Los valores no son cualidades empíricas de los objetos (como por ejemplo el color, la
forma).
Tampoco son objetos ideales; la diferencia la podemos realizar por vía de la
aprehensión: así los valores se captan por vía emocional, en tanto que los objetos ideales
son captados intelectualmente. Sin embargo, esto no quiere decir que en la captación de
los valores no intervenga la actividad intelectual. De este modo, podemos afirmar que tanto
el conocimiento intelectual como los sentimientos se hacen presentes en la captación de los
valores.
Toda ordenación de valores posee un profundo sentido moral para la persona, pues
siempre que exista un conflicto entre valores, está obligada a elegir los valores superiores y
a rechazar los inferiores, los de menor jerarquía. Así, por ejemplo, entre el valor ínfimo
del agrado producido por un alimento que daña su salud, la persona tiene que elegir el
valor más alto, en este caso la salud, y no ingerir ese alimento, por más que le sea
apetecible.
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VALORES MORALES
Los valores morales sólo son propios de las personas y de sus actos. Todos los demás
son valores de cosas valiosas. Los valores
valores
Los valores morales no tienen una especificidad propia, porque se dan en la morales son
son
realización del valor que ha sido preferido por la persona como más elevado, siempre que propios de de
las personas
haya elegido correctamente. El acto será bueno cuando se escogió un valor positivo,
teniendo en cuenta la jerarquía de los valores; en caso contrario el acto será malo.
Sólo la persona es sujeto de valores morales porque posee conciencia, libertad y
capacidad para discernir, y por lo tanto, es responsable de sus acciones.
TEORÍAS AXIOLÓGICAS
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Además, los valores adquieren su sentido en una situación concreta y en relación con
otros valores a los que está ligado. Esa situación a la que hace referencia es el ambiente
físico, cultural, social, las expectativas que se manifiestan en él, así como el factor espacio
– tiempo.
Según el autor no sólo las necesidades y aspiraciones modifican una situación y por
lo tanto la escala axiológica, sino también las posibilidades de satisfacerlas. Así, por
ejemplo, al realizar una evaluación moral una persona que se abstiene de realizar actos
riesgosos para salvar a un niño, tiene que contemplar las posibilidades mínimas que tenía
de alcanzar el objetivo, es decir el poder realmente salvarlo.
Por estas razones, este filósofo considera injustificada la pretensión de establecer una
escala fija y permanente de valores para toda la humanidad.
Nino afirma que “los llamados derechos humanos son aquellos derechos morales de
que gozan todas las personas morales, por el solo hecho de ser tales, es decir todos los seres
con capacidad potencial para tener conciencia de su identidad como un titular Los
independiente de intereses y para ajustar su vida a sus propios juicios de valor”7 derechos
humanos
Este autor considera que los derechos humanos son derechos morales, debido a que son valores
morales
su objetividad no se funda en el reconocimiento efectivo por parte de individuos o
universales.
naciones, sino en su validez como principios de una moral crítica o ideal. Estos sirven de
parámetro para juzgar las leyes positivas o los preceptos de la moral convencional.
“El mundo contemporáneo reconoce, de que toda persona, por el hecho de serlo, tiene
derechos que la sociedad no puede dejarlos de lado. Son derechos universales que tienen
todas las personas, no dependen, en lo que hace a su reconocimiento, del Estado; ni de la
nacionalidad ni de la cultura de la persona. Así la da a entender el Articulo 1 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos: `Todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros’.”
9
INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS. Estudios Básicos de Derechos
Humanos, Tomo I,
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Consecuencias de la inherencia 10
2. Universalidad: por ser inherentes a la condición humana todas las personas son
titulares de los derechos humanos y no pueden invocarse diferencias de regímenes
políticos, sociales o culturales como pretexto para ofenderlos o menoscabarlos.
10
INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS. Estudios Básicos de Derechos
Humanos, Tomo I, pags 21 a 25
11
INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS. Estudios Básicos de Derechos
Humanos, Tomo I, pag 27
58
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quienes lo ejercen. No todo abuso contra una persona ni toda forma de violencia social son
técnicamente atentados contra los derechos humanos. Pueden ser crímenes, incluso
gravísimos, pero si es la mera obra de particulares no será una violación de los derechos
humanos.
De acuerdo a una u otra corriente el origen e los derechos humanos varía. Si nos
referimos al Iusnaturalismo la historia de estos derechos se remonta a la antigüedad.; si
optamos por el Positivismo, tendríamos que afirmar que la historia de los derechos
humanos es relativamente reciente.
Resumiendo, podría decirse que para los primeros estos derechos constituyen
valores, mientras que para los segundos, son normas jurídicas.
12
Texto tomado de PALACIOS, María Julia (comp) (1.999) “Defender los derechos humanos”. Universidad
Nacional de Salta. (pags 30 a 32)
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ACTIVIDADES
A) DE AUTOEVALUACIÓN
B) OBLIGATORIAS:
Todos los deseos y repulsiones están motivados por valores, pero éstos no valen porque
nos agraden o los deseemos, sino al revés, nos agradan y los deseamos porque nos
parece que valen. Por lo tanto, tienen los valores su validez antes e independientemente
de que funcionen como metas de nuestro sentimiento. Muchos de ellos son reconocidos
por nosotros sin que nos ocurra desearlos o gozarlos.
- A su juicio, ¿qué valores son los más sostenidos en nuestra sociedad y cuáles son los
disvalores más notorios en ella?.
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Las profesiones son actividades humanas, que generan en quienes las ejercen
obligaciones y derechos especiales; por eso nació la Ética Profesional. Ética
La Ética Profesional no es una ética aparte, sino es la misma Ética que desciende a Profesional
las actividades concretas de cada profesión, especificando las aplicaciones que derivan
racionalmente de los principios generales para el buen ejercicio de cada profesión
En tanto que el término Deontología (del participio griego deon = lo que conviene),
se refiere al conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían una actividad
profesional. Dichas normas determinan los deberes mínimamente exigibles a los
profesionales en el desempeño de su actividad y por lo general son establecidas por el Deontología
propio colectivo profesional, que los institucionaliza mediante los códigos deontológicos. Profesional
Éstos son documentos que rigen la actuación de los representantes de una profesión con el
fin de que a través del buen hacer se obtengan resultados deseables.
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El hombre, cada hombre es el único sujeto de la Ética, por ser el único ser vivo que
posee la capacidad de diferenciar el bien y el mal y de obrar según su libre elección.
El obrar ético se asienta en las virtudes y en los valores, que deben triunfar sobre los
vicios y los disvalores sociales, para transitar el camino de la realización humana.
La existencia en sociedad impone al hombre deberes y derechos que debe observar
para poder convivir con sus semejantes. La libertad debe reconocer límites, sin los cuales
sería prácticamente imposible la vida, no sólo del hombre, sino de la naturaleza toda. De
esas limitaciones surgen tanto los derechos como las obligaciones.
Los hombres establecieron pautas de comportamiento social que hacen a la cultura
de los pueblos.
-Los deberes: deber es todo aquello que está obligado a cumplir el hombre para dar
satisfacción a las demandas sociales que su vida de relación le impone.
El primero de sus deberes es subsistir, y luego, como un mandato natural de
solidaridad, el permitir a sus semejantes realizarse como personas humanas.
-Los derechos: el derecho es la facultad de hacer o de exigir todo aquello que le está
permitido por las leyes naturales, por las positivas y por las normas de comportamiento
social. En este campo encontramos el derecho a la vida, y a la libertad y todos aquellos que
no entren en colisión con los derechos de los demás.
Así el derecho de ser feliz y a realizarse como persona tiene su correlato con la
obligación que tiene la organización social de permitirlo.
El orden social
En la vocación humana existen dos dimensiones: una común y otra particular. La
primera de ellas es la más excelente y fundamento del valor de la segunda, porque el bien
común prevalece sobre el bien particular y es fuente y principio de ordenación de éste. En
función de esto, toda la vida humana adquiere significación y estructura. El cauce que
ordena y el camino recto del obrar humano son los valores. Ellos, además de constituir el
núcleo fundamental del destino individual, son la condición que vuelve posible la vida
social.
El orden social es la conveniente disposición de las partes de un todo según el fin
que ese todo persigue. Es la disposición de las conductas de las partes. Dentro del todo
social se incluyen los diversos planos en que la vida social se desarrolla: familias,
municipios, corporaciones profesionales, económicas, educativas y deportivas, el Estado y
sus dependencias funcionales… todos están ordenados entre sí.
El orden moral
El hombre se realiza naturalmente hacia dos direcciones, por un lado como
individuo y por el otro como ser social.
Como individuo, el hombre se autorrealiza – se hace a sí mismo- a lo largo de toda
su vida.
Como ser social permite que la humanidad como civilización se haga a lo largo de
toda la historia.
Por lo tanto, vivir demanda al hombre una tarea, que debe estar en el marco de los
valores para su plena realización. El orden moral está fundado en valores éticos.
En este marco, el orden moral es aquel al que el hombre está ligado por el mero
hecho de ser hombre, independientemente de toda legislación positiva. El orden moral se
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refiere a todo lo que hace al libre obrar del hombre según su recta conciencia, inspirada en
valores rectores.
El bien común
El bien común no es la suma de los derechos particulares y privados, ni tampoco lo
que sirve a los intereses de uno o de unos pocos frente al bienestar común. Es el clima
social que favorece el desarrollo de la personalidad, el conjunto de acciones del poder
público a fin de que sean reconocidos, respetados, armonizados, definidos y promovidos
tanto el ejercicio de los derechos como el cumplimiento de los deberes por parte de los
ciudadanos y los cuerpos intermedios.
El bien común, en cuanto a fin de la sociedad política, exige que concurran a su
logro todos los ciudadanos y las entidades intermedias. Su importancia se pone de
manifiesto no sólo porque constituye la razón de ser de la comunidad política, de los
poderes públicos, del derecho de darse un ordenamiento jurídico, sino porque representa el
elemento discriminador entre los ordenamientos absolutistas, totalitarios y democráticos.
La realización de la igualdad en la participación del bien común no se verifica si faltan las
estructuras adecuadas.
La sociedad política tiene el derecho y el deber de facilitar a los ciudadanos y a los
grupos por ellos formados las condiciones generales sin las cuales no podría prosperar ni
desarrollarse. El bien común favorece el desarrollo de la personalidad, y exige un conjunto
de atenciones por parte del poder público a fin de que sea reconocido, respetado,
armonizado, defendido y promovido el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de los
deberes de los ciudadanos.
LA PROFESIÓN
Profesión es un término que proviene del latín “professio”, que nos indica la acción
y el efecto de profesar, de ejercer una cosa, empleo o facultad conforme una inclinación
natural que se manifiesta en nosotros, o que por un motivo circunstancial debemos ejercitar.
También, el término profesión proviene del latín “profiter”: que significa
declaración pública.
La profesión es un compromiso entre lo individual, que busca con la profesión los
medios de vida; y la sociedad, con sus necesidades que son las que justifican la profesión.
Es común denominar las profesiones como manuales o intelectuales, según requieran
mayor actividad del intelecto o de la capacidad física. En realidad ninguna
profesión es totalmente intelectual o manual.
Una profesión es el lugar desde el cual debemos servir a la sociedad de acuerdo con
nuestras capacidades.
Para ejercer la profesión es preciso una preparación de las aptitudes necesarias para
desempeñarla. No es mera instrucción profesional. “La instrucción se caracteriza por
dirigirse a una parte especial del hombre y a un sector del mundo. La formación tiene como
fin la totalidad del hombre. Persona es aquella que sabe lo que pasa en el mundo tomado
como totalidad” (PIEPER, Josef, 1971),
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CARACTERÍSTICAS DE LA PROFESIÓN
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El trabajo requiere de una potencia del hombre, tanto intelectiva como manual, pero
al mismo tiempo, se encuentra reglado por normas morales y por las reglas propias de cada
profesión.
- Implica un esfuerzo:
Todo trabajo implica un esfuerzo intelectual y físico, porque significa poner en
disposición de hacer las potencias del hombre.
El profesional universitario recibe de la sociedad, por medio de una Universidad, un
título que le confiere un grado y le reconoce determinadas incumbencias profesionales.
Puede ejercer éstas de forma autónoma (sin relación de dependencia) o vinculado por una
relación de empleo.
- Es un factor productivo:
El ejercicio de una profesión es un factor productivo, tanto para el sujeto que la
ejerce, pues mediante la misma obtiene los medios necesarios para su subsistencia; como
para la sociedad, que es enriquecida con el servicio recibido.
Mediante el trabajo se produce el movimiento de todos los factores de la
producción, y a través de él la sociedad puede llegar a su fin de bienestar general,
permitiendo también que el trabajador alcance su bienestar particular.
- Es un fideicomiso social:
La sociedad hace posible que el hombre adquiera una profesión con el fin de que
aplique en forma ordenada y racional, parte de su actividad a la consecución de cualquiera
de los fines inmediatos y fundamentales para la vida humana. Es la sociedad la que asigna
al trabajo humano una función social, ya que toda profesión tiene siempre carácter de
actividad social. La organización social supone que los distintos trabajos se distribuyen
para lograr el bien común. La función social de la profesión debe estar en concordancia
con el bien particular de quien la ejerce.
EL PROFESIONAL
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- Conciencia profesional: El ejercicio de una profesión tiene íntima relación con la moral
que debe imprimirse a todos los actos relacionados con el servicio que se presta.
La conciencia profesional es una manifestación de la justicia distributiva, por cuanto
que debe tender a vigilar que cada acto profesional se encuentre amparado en los criterios
de veracidad en la prestación, eficiencia, oportunidad y plazo.
“Ofende a la justicia conmutativa si no se cumple en integridad y calidad el trabajo
establecido previamente, o si se exigen honorarios exorbitantes, que no están legitimados y
que exceden a las normas comunes. Va contra la justicia distributiva si, tratándose de
cargos públicos, se realizan actos que favorecen los intereses individuales, familiares o de
grupos. Se lesiona la justicia social cuando se defrauda a la sociedad cobrando por trabajos
no realizados, realizados a medias o de forma deficiente”.(Letizia, 1.989) 13
El ejercicio de toda profesión debe efectuarse buscando lo mejor para el profesional
y para el destinatario del servicio).
- Deontología propia: cada una de las profesiones ejercidas por los hombres tiene
características propias, que hacen que deba regirse por normas éticas de comportamiento,
aplicadas a su caso particular.
Menéndez Reinaga nos dice que las faltas a la conciencia profesional obedecen al
aflojamiento de la conciencia moral, a la falsa doctrina acerca de los contratos, al olvido del
bien común, al desprestigio de las leyes, pero, en modo particular, a la deshumanización de
las relaciones humanas.
- La especialización
Hoy es imposible la práctica eficiente de una profesión sin un mínimo de
especialización; pero no debe perder la visión general de los problemas de su profesión.
La especialización posibilita el dominio en profundidad de un sector de la actividad
profesional y confiere al profesional una autoridad moral dentro de la profesión.
La vocación es la que indica los temas de preferencia dentro de la profesión para
elegir la especialidad.
El grado de avance encontrado en la especialización elegida, puede ser enriquecido
con la propia investigación.
La profesión también implica deberes y si el profesional no puede cumplirlos, lo
correcto y honrado es abandonarla.
La Universidad brinda sólo un mínimo de base de lanzamiento hacia una vida de
estudio y de investigación profesional.
- Seriedad profesional
El profesional está obligado a brindar a sus clientes el máximo de seguridad
profesional, sobre todo si de eso depende la vida, salud o los bienes del cliente.
Se debe atener a lo más seguro para el cliente, y si hay algún riesgo el profesional
debe dárselo a conocer al cliente, para que éste decida asesorado por el profesional.
La seriedad supone que el profesional se actualice, investigue. Supone también
adaptarse al tiempo histórico en que le toca vivir; requiere una gran capacidad de trabajo y
de adaptación para adquirir los nuevos conocimientos y nuevos enfoques de los problemas
profesionales.
13
Citado por WIERNA, G. : LETIZIA, F. “El problema de la moral profesional”. Mendoza, 1989.
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ACTIVIDADES
C) DE AUTOEVALUACIÓN
D) OBLIGATORIAS:
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RESPONSABILIDAD SOCIAL
Leonardo Schvarstein14, al tratar este tema explica que el idioma inglés tiene dos
palabras diferentes para aludir al concepto de responsabilidad.
Así, con el término responsability, se señala aquello por lo cual uno se siente
internamente responsable, e involucra el juzgarse a sí mismo con relación a los propios
ideales y conciencia. Este tipo de responsabilidad generalmente se refiere a la vida privada
(ej.: me siento responsable por ayudar a un amigo en un momento difícil, sin que él o nadie
me lo exijan), correspondiendo a la dimensión interna, a la vida íntima de cada persona.
En tanto que, el término accountability, se refiere a la rendición de cuentas que uno
debe hacer ante otro, debido a una obligación o compromiso asumido. Se da en la esfera La
pública, aludiendo a la dimensión externa de la vida humana (por ej: tengo que rendir Responsabili
cuentas por una deuda que contraje por circunstancias ajenas a mi control y contrarias a mi dad Social
voluntad, sin que me sienta responsable por saldarla). es una
Sin embargo, ambos términos pueden ser las dos caras de una misma moneda; pues, responsabi-
lidad
debo rendir cuentas y puedo ser sancionado si no cumplo con una obligación. Se trata exigible .
entonces de una responsabilidad exigible (que es la manera de traducir accountability).
En la responsabilidad interna, la presencia del otro puede ser explícita o implícita,
activa o pasiva, y el otro puede no estar al tanto de mi sentimiento.
En la responsabilidad exigible el otro está siempre presente de manera explícita y
activa, porque tiene el derecho y la autoridad para exigirme el cumplimiento de mis
compromisos y obligaciones. Se me puede exigir la rendición de cuentas por la
preservación del medio ambiente, en cuyo caso el vínculo es con los miembros de la
sociedad donde vivo.
La palabra social se refiere a una característica de las relaciones humanas, la de
nuestra mutua interdependencia. Pero particularizamos este término para referirnos a una
“configuración específica de prácticas”, que están orientadas a promover la satisfacción de
cierto tipo de necesidades de los miembros de una comunidad, procurando su cohesión
sobre la base de la vigencia del principio de solidaridad.
Por eso, cuando hablamos de responsabilidad social de una organización,
distinguimos:
La responsabilidad “interna”, que la propia organización “siente” hacia sus
integrantes y los miembros de su comunidad. Diferencias
entre
73 responsabili-
dad “interna”
y
responsabili-
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14
Scharstein, Leonardo. La inteligencia social de las organizaciones. Edit. Paidós. Cap 2.
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Pocos aspectos de los negocios han despertado recientemente más interés que el
tema recién planteado de la responsabilidad empresarial. Sobre todo en Norteamérica,
Europa y Asia las responsabilidades de las empresas respecto de sus conciudadanos han
merecido especial atención. Esto refleja en parte la conciencia creciente del impacto de su
actividad sobre el entorno y los desvalidos. En cualquier caso, la discusión refleja el amplio
reconocimiento del cambio de la relación entre las empresas y la sociedad. Las nuevas
tecnologías, el desarrollo de mercados y las nuevas ideas permiten apreciar los factores
influyentes en las acciones empresariales y su impacto potencial en aspectos que se
extienden más allá de la aprobación convencional de las firmas y sus dirigentes. El
retroceso del Estado crea nuevas oportunidades e impone nuevas responsabilidades a las
empresas, y los dirigentes de éstas buscan modos de expresar y definir su papel ante el
cambio de las circunstancias. Estas variaciones imponen gradualmente mayores
responsabilidades a las firmas, empresarios y ejecutivos. La libertad para actuar no
constituye licencia para abusar. En los grandes hundimientos de la Bolsa se observa
repetidamente el mal uso de las reglas del mercado de valores. En cambio, dirigentes de
empresa competentes reconocen el nexo entre derechos y obligaciones.
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empresas deberían:
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Las empresas aprecian cada vez más los beneficios que pueden obtener del
reconocimiento de los valores en que basan sus operaciones. Los negocios regidos por este
tipo de valores parecen requerir menos supervisión interna, operan a más bajo coste,
pueden ser más flexibles e innovadores y ofrecen mayor satisfacción a los empleados y
mejores ganancias a los partícipes.
Desde nuestra perspectiva, que una empresa sea socialmente responsable supone
que sea ciudadana, pero que sea ciudadana de una manera especial, esto es, que no se limite
exclusivamente al respeto de las obligaciones jurídicas, sino que vaya un paso más allá del
cumplimiento legal, integrando voluntariamente en sus prácticas, tanto operativas como
comerciales, consideraciones de índole ética, social y medioambiental.
Bajo esta óptica, una empresa socialmente responsable puede llegar a ser aquella:
- cuyo comportamiento, repetimos, vaya más allá del estricto cumplimiento de la
normativa vigente, tanto a nivel provincial, nacional como internacional;
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Según la categorización realizada por Nino, para que una empresa pueda encajar
dentro de la categoría de socialmente responsable, su comportamiento debe ser
normativamente leal, esto es, debe tomar en cuenta, al observar una ley, los fines
normativos que determinan su interpretación y alcance de aplicación, hayan sido o no
explícitamente formulados en su prescripción original
Desde la perspectiva de Putnam, uno de los precursores del término, tres elementos
fundamentales definen y circunscriben al capital social. Estos elementos son: el grado de
confianza existente entre los actores sociales de una sociedad, las normas de
comportamiento cívico practicadas en su seno y el nivel de asociatividad que la caracteriza.
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Acaso el único modo de enfrentarse con situaciones de difícil solución (por las
interacciones y consecuencias de sus decisiones) es desarrollar un sistema de valores que
reflejen la voluntad de asumir esta responsabilidad en lugar de traspasarla a otros. Gran
parte del pensamiento empresarial reconoce esta responsabilidad.
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ÉTICA EMPRESARIAL
Como un ámbito especial del planteo de las relaciones entre Ética y Economía, se
encuentra la problemática más específica de la Ética aplicada a las decisiones que se toman
en las empresas. Esto ha dado surgimiento a la denominada Ética Empresarial o Ética de los
Negocios.
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16
CORTINA, Adela (2.000) “Ética de la empresa”. Madrid: Ed.Trotta
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CÓDIGOS DE ÉTICA
-Se trata de una herramienta útil para la construcción de hábitos empresariales que
fortalezcan a la organización y a sus miembros (Ramón Ibarra Ramos).
-Se entiende por códigos éticos “las declaraciones corporativas de los principios que
constituyen el patrimonio moral de la empresa, es decir, que establecen las prácticas
consideradas como positivas y como negativas en los diferentes ámbitos de intervención de
la empresa”.17
Una cuestión importante que surge al respecto es que, para algunos, hablar de un
código de ética es un error, ya que la adopción de un principio ético tiene que basarse en
razones y no en la posibilidad de un castigo, que nos remite más bien a un sistema jurídico.
Esta crítica es acertada; pero el origen de ese término “códigos éticos” se basa en la
tradición de las reglas fijadas para el ejercicio profesional.
Los códigos éticos, constituyen una forma de regulación de las relaciones internas
entre los miembros de una organización y de éstos con el entorno. Pretenden ser un
instrumento que facilite reconocer los problemas y conflictos que enfrentan las empresas y
resolverlos de acuerdo a objetivos buscados.
17
AGUIRRE SABADA – CASTILLO CLAVERO – TOUS ZAMORA (1.999) “Administración de
Organizaciones”. España: Ediciones Pirámide.
18
DE MICHELE, Roberto ( 1.998) “ Los Códigos de Ética en las Empresas”. Bs. As. : Edit. Granica.
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conductas, deberes y derechos del personal; medidas para garantizar mínimos de calidad
de vida laboral; uso de información privilegiada; uso de los bienes de la organización, entre
otros.
Según el Dr. José Rodríguez de Rivera, la práctica de los códigos éticos tiene sus
ventajas, en la medida en que facilitan la aplicación de reglas para la convivencia,
definiendo los ámbitos de decisión discrecional. Sin embargo, no ayudan para evitar que el
responsable de una decisión se enfrente a dilemas morales. Además, cuando la reflexión
ética sobre la moral se centra sólo en esos códigos, no se considera todo el campo de
problemas, de implicaciones y de relaciones con otros problemas, dando lugar a
comportamientos rutinarios, empobreciendo la vida moral del sujeto decisor.
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Los códigos éticos son un modo de testimoniar los principios y valores de los que se halla
imbuida la empresa y para institucionalizar los criterios éticos en las decisiones y acciones
cotidianas de la misma.
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ACTIVIDADES
A) DE AUTOEVALUACIÓN
B) OBLIGATORIAS:
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VOCABULARIO
- Intención: 1. Acto de voluntad por el que se tiende a un fin. 2. Acto de los sentidos
y/o intelecto por el que se conoce algo. 3. Concepto.
- Metafísica: es la disciplina filosófica que tiene por objeto el ente en cuanto ente y
se eleva hasta sus primeras causas y principios.
- Trascendente: lo que está “más allá” de algo: Dios como trascendente al mundo: el
ente real como trascendente a la subjetividad.
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BIBLIOGRAFÍA
GASTALDI, Italo (1.990) El Hombre. Un misterio. Edit. Inst. Sup. Salesiano. Quito.
Ecuador.
GHERSI, Carlos Alberto (1.995) Responsabilidad Profesional. Tomo 1. Bs. As. : Edit.
Astrea.
MALEANDI, Ricardo. (1.991). Ética: conceptos y problemas. Bs. As. :Ed. Biblos.
PALACIOS, María Julia (comp) (1.999). Defender los derechos humanos. Universidad
Nacional de Salta.
RUIZ, Daniel. (1.988) Ética y Deontología de la Profesión Docente. Bs. As.: Ediciones
Braga.
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ANEXOS
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TRABAJO PRÁCTICO
ACTIVIDADES
EL CASO NIKE
El caso de Nike nos muestra el proceso desde el principio, cuando la empresa negó
toda la responsabilidad hasta incorporarla como parte de su cadena de valor. Es uno de los
ejemplos, a menudo citado con el de Shell, que muestra cómo una empresa puede pasar por
un escándalo profundo, hacer cambios fundamentales en su operación y salir logrando una
gestión mejorada. El caso de Nike ha llevado a representar los riesgos y los posibles
beneficios que existen en la globalización de la cadena de valor. Fue una de las primeras
empresas en descubrir el impacto que las actividades en la cadena pueden tener en la
reputación de la marca.
Las críticas hacia Nike empezaron en los años noventa, en relación con la
subcontratación que hacían a empresas en países donde se imponían salarios bajos,
condiciones de trabajo deficientes y violaciones de los derechos humanos. Algunos casos,
en particular, fueron conocidos por la opinión pública: ínfimas retribuciones en Indonesia,
trabajo infantil en Camboya y Pakistán, y malas condiciones de trabajo en China
y Vietnam. ONG y representantes de los trabajadores lograron llamar la atención de los
medios y, de este modo, provocaron el gran escándalo que perjudicó a la reputación de
la empresa. En los siguientes años, varias ONG enfocaron su trabajo solamente en Nike y la
compañía llegó a ser el objetivo de los movimientos antiglobalización y anti-sweatshops.
En sólo diez años se publicaron unos 600 artículos incluyendo las palabras Nike y
sweatshop como fábricas donde se explotaba a los trabajadores. La primera reacción de
Nike fue negar toda la responsabilidad sobre las malas prácticas en las fábricas,
argumentando que los trabajadores afectados no eran empleados de la compañía.
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N· 13 – Julio 1998
Aldo Schlemenson
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Corrupción y crisis
Si bien las crisis recurrentes son una constante en la evolución de la sociedad, va
cambiando el contenido primario de ellas. Entender el contenido y el sentido de la crisis es
esencial para corregir el rumbo adaptándolo a las demandas del ambiente.
Debemos reconocer que, por su contenido, la crisis actual es fundamentalmente de
valores. Ocupa en ella un lugar central el problema de la corrupción afectando toda la serie
de niveles incluyentes antes mencionada.
La palabra corrupción tiene su raíz en la idea de ruptura. Según Naim y Gall, la
corrupción entendida como la privatización del interés público, el uso del cargo público
para la ganancia personal, ha constituido un mal endémico de la sociedad a través de la
experiencia humana. A pesar de la variedad de formas que reviste y la diversidad de sus
manifestaciones, todas ellas comparten elementos comunes: el conflicto de intereses
subyace en todas las formas de corrupción. Esta sólo puede existir cuando ios agentes
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pueden adjudicar o manejar los recursos públicos o privados por su propia cuenta y cuando
al hacerlo prevalece un interés personal espurio. En las grandes corporaciones ocurre
cuando los gerentes manejan discrecionalmente los recursos que se les delegan. En el
estado ocurre cuando lo hacen con la hacienda pública, cuando negocian sus decisiones o
su imparcialidad en los asuntos públicos en beneficio propio. Se pierde de vista así el
sentido de la delegación y de la confianza depositada, que es esencial para entender la
condición de gerente, empleado asalariado en el caso de la empresa privada o la tundición
de funcionarios y jefes en el caso de la administración pública. El acto de la designación
para ocupar un cargo hace al empleado responsable ante el ejecutivo principal y a éste a su
vez responsable ante el cuerpo de directores, representantes de los accionistas en el caso de
la empresa privada. La designación de un funcionario en la administración pública, en
cambio, lo hace fideicomiso de los ciudadanos. El funcionario debe actuar en defensa de
los intereses del estado y de la ciudadanía, a ellos se debe. Es esencial comprender como
principio que el servicio público es un fideicomiso público.
McMullen sostiene que la corrupción siempre fue un problema en el desarrollo de la
humanidad. Constituyó una plaga en el Imperio Romano. Condujo al estancamiento
económico en la antigua China. Debilitó las ciudades estatales del Renacimiento Italiano.
Obstruyó el desarrollo político de Gran Bretaña y de Tos Estados Unidos. Aceleró el
colapso del comunismo en Rusia. La misma fuente observa que en el declinar de Roma, el
rumbo hacia la decadencia se acentúa cambiando la historia dada la influencia aportada por
el peso de los servidores del gobierno. Desde la independencia de los estados
latinoamericanos a partir de 1810 en adelante, la apropiación discrecional de recursos
públicos fue favorecida por la debilidad e inestabilidad de los nuevos gobiernos que se
formaron después del colapso de la reglamentación española y portuguesa a partir de las
guerras napoleónicas. También se vio favorecida por la laxitud de las normas morales de la
población que creó un entramado social facilitador del incumplimiento.
Debemos preguntarnos por qué la corrupción constituye una cuestión de interés
político mayor en la década de los '90, en la India, el Japón, Corea, el Brasil, México,
Colombia, Venezuela y también en nuestro país. ¿Por qué la urgencia y la pérdida de
paciencia de la ciudadanía?; ¿por qué el tema adquiere tal importancia en la resolución de
la crisis del presente? Seguramente porque impide la consolidación, la integridad y la
efectividad de las instituciones. La globalización y la competencia internacional imponen
una racionalidad fundamental en los procesos, una necesidad de cerrar las brechas de la
ineficiencia y del drenaje arbitrario de recursos. Se trata de una lucha sin cuartel por
mejorar los estándares de calidad y rendimiento. La corrupción se ha convertido en una
traba para el desarrollo y además en un problema político que no afecta sólo a un gobierno
particular. La credibilidad del sistema político en su totalidad está en la mira y el sentido
mismo de la representatividad de los poderes públicos se ve erosionado. Se necesita la
confianza de los ciudadanos en el gobierno, para que éstos puedan entender el sistema
como aquel que mejor protege sus intereses. El poder moral, el poder económico y el poder
político se retroalimentan recíprocamente. Las instituciones en general y las organizaciones
de gobierno en particular son sometidas por la ciudadanía a una prueba de consistencia de
su integridad ética; su majestad la opinión pública legitima la autoridad de las instituciones
a través del acatamiento y el cumplimiento voluntario de sus mandatos. Cuando la
ciudadanía, motivada por el desengaño y la desesperanza, retira su apoyo a las
instituciones, se ven erosionados los fundamentos que las sustentan.
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relaciones sociales. Este tipo de organización favorece, a su vez, los antagonismos por los
cuales la existencia de un grupo aparece como una amenaza para la existencia de otro
grupo. Dicho tipo de organización es alienante en la medida en que va contra la naturaleza
normal del hombre y disocia a los individuos de su sociedad. En lugar de la confianza y la
esperanza alienta la desconfianza y debilita los lazos sociales.
En un trabajo titulado "La confianza de los contribuyentes en la administración
tributaria", de la Dirección de Política y Asuntos Intergubernamentales del Departamento
de Ingresos Tributarios de Canadá, se trata el tema para responder a la inquietud acerca de
los atributos necesarios para una administración fiscal adecuada y eficaz. En dicho trabajo
se señala la importancia de lograr tres garantías claves: a) garantizar la integridad e
imparcialidad de la administración fiscal; b) garantizar la continuidad de una
administración adecuada, y c) garantizar la confianza de los contribuyentes.
Nos parece conveniente insistir en la necesidad de lograr la credibilidad no sólo
hacia afuera sino también hacia adentro.
La confianza debe ser ganada primero internamente. Los empleados son agentes
primarios en la transmisión de imagen, de manera que recuperar su credibilidad en la
organización y en sus autoridades constituye un objetivo primario. El empleado trata al
público en parte como él se siente tratado por la organización. El condicionamiento de las
actitudes no es tan lineal, pero resulta imposible omitir su importancia como determinante
en las relaciones con el público. La motivación surge de la calidad relacional interna y de
un balance espontáneo que los empleados realizan con respecto a su organización emplea-
dora, que da un gradiente de sentimientos variables, que van de la inseguridad,
desconfianza, malestar y anomia a un sentimiento logrado de contención, satisfacción,
respaldo y confianza, fortalecedor de los lazos de pertenencia.
Por ello, para el desarrollo de la solvencia ética es necesario intensificar el
compromiso de los empleados con la institución, que se logra cuando se desarrollan
condiciones internas que contribuyen a la contención y la confianza.
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relación entre la complejidad del puesto y la capacidad de quien lo ocupa es crucial en to-
dos los niveles, pero en particular cuando se trata de quienes tienen responsabilidad
gerencial. Se necesita, además, que quien ejerza una gerencia se sienta comprometido con
dicha función, que valore y que sienta vocación por la conducción y, como desafío, la
necesidad de conocer a la gente, en particular en lo referente a su potencial, y que desee
aportar criterio y creatividad al equipo de trabajo. El afán por establecer una buena
comunicación, dar información amplia, afianzar los vínculos y las relaciones con el público
tanto como con el personal, son algunas de las condiciones del liderazgo gerencial. Los
buenos gerentes son detectables por los buenos procesos de selección, tanto internos como
externos. Dichos procesos propenderán a colocar en posiciones gerenciales a los
funcionarios que cumplan con el perfil requerido.
No hay promotor de ética más eficaz que el buen trabajo, sustentado sobre
criterios de eficiencia y eficacia.
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perciben de la organización lo revierten en su trabajo y éste actúa como factor que los liga
a ella, haciéndolos sentir que los contiene. Los sistemas de recursos humanos permiten que
cada uno encuentre un lugar en la organización ajustado a sus condiciones y
merecimientos. Estos sistemas son: a) evaluación del rendimiento, b) evaluación del
potencial, c) planes de desarrollo de carrera y d) sistemas de retribución diferencial
equitativa. El desarrollo de cada uno de estos sistemas merecería un capítulo aparte.
Cuando estos sistemas funcionan eficazmente en manos de buenos gerentes, aseguran gran
parte de las expectativas de los empleados. Todas estas premisas, finalmente, hacen a la
importancia central del trabajo para el hombre, que le ofrece un camino para insertarse
constructivamente en la sociedad. No hay promotor de ética más eficaz que el buen trabajo,
sustentado sobre criterios de eficiencia y eficacia. El trabajo hace a la esencia de la vida, es
parte de la lucha incentivante por la realización de proyectos personales realistas con lo
cual está ligada la salud mental. Lograr dicha inserción en la sociedad a través de la
seguridad y la fortaleza que otorga un buen trabajo constituye una premisa fundamental de
civilización y progreso, si lo que nos preocupa es, efectivamente, la continuidad de la
especie humana.
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LA DOBLE MORAL
El vacío ético en las organizaciones duales
Jorge Etkin
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cuestión de directivos que se han extralimitado. ¿Qué significa poner las cosas en su
lugar, cuando el lugar lo define un poder desigual?
Otra consideración de peso es la complejidad de la organización. En los elementos
constitutivos de la organización hay regulaciones al comportamiento (decisiones
programadas). También las estructuras que formalizan las relaciones. Pautas de autoridad
que deben seguirse para una acción coordinada. En ese marco, los individuos no están en
condiciones de elegir libremente, de realizar sus convicciones. No por razones de ideología
por el entorno utilitario o el contexto agresivo sino por el orden que, como todo orden,
encuadra el juicio, que limita, inhibe, posterga.
Entonces, a la presión de la eficiencia eficacia como racionalidad dominante se le
agrega un factor constitutivo, que tiene que ver con el diseño: el problema no resuelto de la
relación individuo-organización. Que es también el dilema de la motivación, la posibilidad
del desarrollo y la autorrealización. Este es otro de los desafíos a superar por el enfoque
ético.'
Es característico de lo ético el hecho de interrogar(se) y cuestionar(se). Es una
elección que se hace más allá de las situaciones de fuerza, porque no consiste en cambiar
un poder (elite) por otro (las bases). Tampoco se trata de seguir el voto de las mayorías. Es
una convicción y no una conducta que se copia de los demás en forma acrítica. Por tratarse
de una elección, también requiere márgenes para el pensamiento. Es una responsabilidad
que se asume en "un marco de posibilidades".
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deben seguir vivos, y sus prácticas destructivas se lo permiten. Así estarán en condiciones
de ser éticos en el futuro. Es una forma de ayudar a la naturaleza para que elija a los
mejores (ellos). El lema ético deviene en crisis periódicas, que se tratan con negociación y
poder. La negociación tiende a llenar los vacíos éticos con la racionalidad del poder. La
realidad muestra que no es suficiente.
Para quienes culpan al medio agresivo (que no controlan), las organizaciones que
conducen siempre están "en transición" ética. Ellos no hablan de negación sino de una
"postergación". Mientras tanto están cumpliendo con su tarea de producir. Tratan de
enriquecerse (corno puedan) ahora, y especulan con arrepentirse más adelante. En términos
bélicos, estos conductores tratan de avanzar lo más posible antes de firmar la tregua. Estos
actores no son ingenuos, son estrategas y sus respuestas tampoco son triviales porque están
sostenidas desde el poder.
Otro grupo de respuestas nos enseña que los actores del drama están en un mundo en
lucha, un escenario que ellos no han creado. La lucha se dirime por la eficacia, por los
resultados. Y no por las intenciones o los actos de solidaridad. Dicen que en ese entorno la
competencia lleva a la perfección porque el mercado sólo selecciona al más apto. Que así
quedan los mejores y ellos hacen crecer la sociedad. Ese progreso justifica las exclusiones
(marginados, perdedores). Pero más allá del discurso y la ideología, lo real es que, en la
lucha, mejores no son los buenos, sino los que quedan. La realidad indica que el más fuerte
impone condiciones. En este escenario, hablar del mejor encubre las relaciones de fuerza, y
no lo equitativo o socialmente deseable.
Están también los argumentos acerca de la aprobación social, el hecho de que las
empresas tengan proveedores, empleados, clientes y que pagan sus impuestos al estado.
Dicen que hay una población satisfecha, que sabe lo que pasa (las desigualdades) y que
sostiene a las organizaciones, compra sus productos y demanda sus servicios, aun en su
dualidad. Es un argumento que habla de un contexto cómplice, de una "mayoría
silenciosa". Es otra forma de decir que la dualidad "funciona", pero sin violencia. Al
respecto debemos señalar que la ética no se resuelve por votación, que el silencio no es
aprobación, y que hay una opinión formada desde el poder.
Frente a esta diversidad de argumentos, no vamos a dictaminar cuáles son las
respuestas aceptables o buenas. Preferimos evaluar esos argumentos a la luz de los
conceptos y principios que guían a una visión ética de las organizaciones. Pensamos en un
contexto democrático, pluralista, participativo y con equidad social. Una visión que no está
hecha para defender intereses creados sino para promover los intereses comunes.''
Sostenemos los siguientes supuestos: a) la sociedad no puede crecer en democracia y
en justicia con organizaciones que tienen prácticas destructivas, b) no es posible que las or-
ganizaciones puedan "salvarse" pensando sólo en sus propios intereses, c) las
organizaciones sólo pueden crecer con el respeto y el desarrollo de sus capacidades
humanas, y no "usándolas" como recurso descartable, d) la información que afecta a todos
no es propiedad ni puede ser manejada por unos pocos iluminados (transparencia), e) como
norma, las diferencias de ideas se debaten, se exponen, se confrontan y se vuelcan en
proyectos. No se niegan, ni castigan, ni se proscriben, f) no se puede reemplazar a una
persona en la decisión individual de saber lo que para él es importante, g) la ética es una
cuestión de convicciones, no es acto de fe (dogma) ni de conveniencia personal.
Tenemos que recordar el carácter heterónomo de la ética. Es decir que la evaluación
no depende de la opinión de quien está destruyendo, sino de los argumentos compartidos
por la sociedad, por los tribunales independientes, por las demandas y reclamos públicos
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de los marginados, excluidos o dañados por las organizaciones. Por el nivel de angustia de
los trabajadores. Lo heterónomo es considerar la opinión o las evidencias públicas y no
intentar tapar el sol con la mano. Es heterónoma la población que muere por la
contaminación que producen las empresas. También son heterónomos los enfermos por
consumir medicamentos que promueven las campañas publicitarias. O las fallas de
seguridad industrial en las empresas que no tienen límites en la reducción de costos.
Estamos excluyendo de lo bueno y lo correcto la hipocresía, el uso de la fuerza o
autoritarismo, el pensar sólo en la conveniencia, las actitudes egoístas, la mirada de corto
plazo (hipotecar el futuro), el pasarle el problema a otro, aprovecharse de la ignorancia o la
impunidad (o promoverla), tratar a los demás como insumo, mantener en secreto
información vital para los demás (o que les pertenece), la práctica de destrucción del
adversario, sostener que sólo hay una manera de pensar, la falta de solidaridad con el
argumento de que "nadie lo pide".
Para nosotros, no es ético (porque destruye y es injusto) pensar que el fin justifica
los medios (como torturar para obtener una confesión). O que la desigualdad es un mal
necesario que no debe detener las decisiones. Que siempre alguien debe pagar (excluyendo
a quien promueve la desigualdad). Sostener que "todo depende", que no hay principios,
sólo reglas de juego. O que "todo" es materia discutible o de interpretación, que los
derechos y necesidades se negocian
También es inaceptable sostener que la adaptación es una cualidad sin límites,
Incluyendo negar los derechos personales en la medida en que se logren resultados. O
echarle la culpa de todos los males "al sistema", a un determinismo externo (los mercados,
el gobierno, la competencia). También es inmoral pensar y actuar en las organizaciones
como si "todo tuviera su precio". Más allá de los contextos diferentes, en todos estos
ejemplos se ignora la existencia de valores. Se prioriza la eficacia y los resultados. Pero
debemos saber que este vacío ético no es equivalente a la nada. Es un espacio que se ocupa
con el ejercicio del poder y las relaciones de fuerza.
Este es el marco en el cual pensamos la ética en organizaciones. Tanto respecto de
los criterios (máximas) como de los límites (mínimas). No proponemos una fórmula o un
procedimiento. Tratamos con criterios sociales, principios, juicios de valor. En la realidad
organizacional vamos a enfrentar el desafío de la ética aplicada (la "batalla ética")7. Cómo
actuar en relaciones concretas, en procesos de producción, en las comunicaciones, el diseño
de productos. Llamamos desafío a la "configuración" de los valores en situaciones
concretas y en contextos diferenciados.
Cuando hablamos de situaciones o de contextos nos referimos, entre otros, a los si-
guientes factores: a) las diferencias de ambiente, o sea si estamos en un quirófano con un
enfermo terminal o en el teatro con el público; b) la magnitud de las fuerzas que presionan
sobre el actor o responsable de la situación, sus márgenes de libertad para pensar y actuar;
c) elementos de la cultura como creencias o tradiciones que los miembros de la
organización siguen como una rutina, sin criticarlos.
Ahora bien, estos contextos no relativizan los principios, sino que son elementos pa-
ra el diálogo y la búsqueda de consenso frente a la cuestión de valores. Porque la posición
ética requiere que los argumentos sean compartidos, para llegar a la decisión sobre qué
demandas son satisfechas y cuáles serán postergadas. Por ejemplo en cuanto a la forma
justa de distribuir los ingresos, la carga de las operaciones, la constitución de los equipos
directivos.
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quienes hacen funcionar el hospital ("a pesar" de sus reglamentos), que el sistema no los
puede ignorar porque tienen "el conocimiento". A esto se refiere el concepto de actividad
instituyente frente al orden instituido, listo tiene que ver con los procesos de cambio y
estamos analizando el proceso que lleva al cambio en los supuestos y premisas del
comporta miento.
En su relación con el medio no sólo hay dependencia (de los proveedores, la
clientela, competidores, aparato estatal). Es cierto que hay normas y reglamentos que vie-
nen del orden instituido. A veces, cumplir las normas o las reglas de juego impuestas es la
línea que separa la supervivencia de la desaparición. Pero también sabemos que servicios y
prestaciones son necesarios, que hay una función productiva y en esa medida una reci-
procidad con el medio. Hay intercambios y una actividad creativa. La organización lleva al
medio sus decisiones (de producción, de salud, de educación). No es un autómata sino un
sistema que interactúa con el contexto.
Entonces, el tema es el margen para introducir cambios en la gestión cuando el
marco es un sistema económico que exige resultados, con reglas de juego muy duras, en el
sentido de que reemplaza a las empresas en crisis, que no tiene redes de protección ni
mecanismo de recuperación. Hablamos de la revalorización ética (o el enfoque solidario y
cooperativo) como un proyecto que potencia las organizaciones.'"
En primer lugar, el vacío ético hace que la relación del individuo con su trabajo sea
puramente especulativa o calculada Y las organizaciones requieren cada vez más
compromiso con las áreas. Aquí hay una contradicción. La dirección intenta superarla
haciendo la tarea cada vez más informatizada y más formal o impersonal. Pero el sistema
(la supervivencia) exige creatividad, innovación y rápida respuesta al cambio
ambiental (demandas, competidores).
Frente a este problema hay caminos "duros" y "blandos". La manera dura de
enfrentar el problema es trabajar sobre los sistemas de información, poner más señales de
alarma, más controles, tener formas rápidas de reemplazo de personal ineficiente y un
sistema claro de recompensas y sanciones. Hacer valer las cláusulas del contrato que
plantean el trabajo como una contraprestación. Pero es un camino costoso, en el sentido de
que demanda una tarea permanente de monitoreo y rediseño de los procesos desde la
cúpula.
El camino blando tiene qué ver con los procesos de liderazgo, comunicación e
influencia. Consiste en la actividad de capacitación continua, en la motivación y el
desarrollo de una visión compartida de la organización- La dirección busca lealtades en
lugar de obligaciones laborales. Este enfoque muestra una mayor preocupación por el "lado
humano" de la organización, por el trabajo como capacidad personal, no como recurso
cambiable. Es una actitud inteligente, que no deja de lado los propósitos de competir para
ganar, y busca luchar con armas más calificadas.
Ahora bien, este camino blando tiene componentes sinceros y otros que son pura
estrategia o falso discurso. Lo sincero sería creer en la relación humana y el carácter social
de la organización. Pensar que esta relación no es opuesta al interés empresario. Lo falso es
utilizar las relaciones como instrumento para lavar cerebros, conquistar voluntades y
aumentar la productividad. Es recurrir a formas sofisticadas de persuasión y de penetración
a través de las imágenes (posicionamiento).
El doble discurso no es la mentira llana. No es tan burdo. Se relaciona con la
necesidad del personal de creer en la autoridad. La falsedad es un salto en la tecnología de
la dominación dentro de la organización. Es instalar creencias, un lenguaje, una forma de
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ver la realidad, una "cultura competitiva". Es una construcción interesada que busca reducir
el costo de los controles, aumentar la producción y tener reaseguros sobre las conductas.
Las diferencias entre las políticas sinceras y la manipulación se hacen visibles en el
tema de la remuneración y en las épocas de crisis, a la hora de la verdad. Las
organizaciones responsables preparan y protegen. A su personal para enfrentar la
incertidumbre (que la propia empresa no controla). En cambio, los falsos estrategas, llegado
el día, excluyen al personal sin contemplaciones, porque son las reglas de juego o las leyes
del sistema.
La realidad muestra distintas configuraciones de estos pares polares. Pero queremos
marcar que existen intentos más o menos sanos de superar la contradicción de la relación
laboral en un contexto agresivo. Y que nuestro enfoque pasa por la revalorización ética. Y
ahora estamos en mejores condiciones para explicar en qué sentido potencia la
organización: revisa el acuerdo fundacional, instala un proyecto compartido sobre la base
de la cooperación y la ayuda solidaria, no sobre las falsas expectativas o el temor a la
exclusión.
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