NÚCLEO FAMILIAR HOMOPARENTAL

“El secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también saber para qué se vive”

Introducción

La crianza o adopción de menores por parte de familias homoparentales es un tema de amplia

discusión dado que viene entrelazado los principios éticos, morales, científicos, y socio-

económicos, colocando de anteposición el nivel de desarrollo del país, por ende, las posturas que

se derivan técnicamente son dos; los que apoya el núcleo familiar desde la teoría costumbrista,

donde un ser debe ser concebido por obra de su madre y padre, criado por ellos mismos, con aras

de que ese nuevo ser cree a otro, bajo esa ideología; en cambio, la antítesis de la anterior postura,

es aquella en la que las personas consideran que es ambigua, poco exacta y carente de referentes

tanto constitucionales como investigativos, en primera medida en cuanto viola el derecho a la

libre personalidad o en pocas palabras no da cabida a que el sujeto activo rompa con el esquema

tradicional de crianza y enseñanza; en segunda medida no existe resultados finales, indicando un

verdadero daño psicosocial con la ruptura del patrón ejercido por millones de años.

Se considera que los menores criados de esta manera podrían llegar a tener dificultad para

determinar su orientación sexual o no lograr “encajar” en una cultura. Cabe destacar que las

personas homosexuales, por lo general, nacieron en el contexto de relaciones con heterosexuales,

en ese orden de ideas, no se puede inferir que la homosexualidad este guiada porque los padres

sean del mismo sexo, porque se estaría intuyendo que su identidad es forzada y sin autonomía,

sin embargo, los estudios psicológicos y psíquicos reflejan una incompatibilidad con lo

anteriormente dicho. Por consiguiente, surge la duda de ¿Qué vinculo personal es el idóneo

para la crianza de un menor?

a fundamentar el conocimiento de este tema a través de la investigación y la opinión de expertos;

y como objetivo subsidiario, proponer una variable para la crianza de niños respecto de sus

padres, ya sea de forma homoparental o heteroparental, con un enfoque meramente personal o

enfatizar en una ya existente.

Según el doctor Rafael Portugal Fernández, especialista en psicología clínica, establece que

para llegar a un conocimiento verdadero relacionado con este tema, se puede presentar de dos

formas, la primera a través de investigaciones y la segunda, solicitando la opinión de personas

expertas, sin embargo, cuando “el tema a tratar es demasiado polémico, la sociedad prefiere

preguntar, cuál es la opinión respecto a ello”[ CITATION Doc \l 9226 ], dejando un vacío que podría

ser llenado con la ejecución de una investigación que de conclusiones o se acerque a ellas.

Entonces, él propone continuar con esta metodología con un valor agregado, que son las

investigaciones ejecutadas por parte de las asociaciones a las que se les solicita su opinión, por

tal motivo, expone las declaraciones y puntos de vista por parte de ellos por ser profesionales en

el tema.

Como enfatiza la academia americana de pediatría, los niños necesitan que sus padres sean

legalmente reconocidos con el fin de garantizar su seguridad y que la relación con cada uno de

ellos sea estable, es decir, apoyan la legalidad para que dos padres de mismo sexo adopten a un

menor y tengan su mismo reconocimiento, puesto que, actualmente (en algunos países) solo se

tiene legalidad hacia un padre con el hijo, mientras que el otro se denomina copadre o segundo

padre, cuando se trata de adopciones con parejas del mismo sexo. Esto vulnera el derecho

mencionado al principio de este acápite, porque en el caso de fallecimiento del padre legal, la

familia de esté podría controvertir al copadre o segundo padre, con el fin de removerle el
reconocimiento con el menor, lo que genera que el niño o niña quede sin los dos padres, es

lógico pensar que esta no es la única situación en la que el niño podría verse afectado, como sería

la custodia y visita del copadre, las obligaciones, los costos médicos. Ahora bien, los derechos

que se dejan de lado porque el menor no tiene un reconocimiento legal con el segundo padre,

sería el ejemplo de las pensiones si este llegase a morir.

Con todo esto y por la deseabilidad que un niño tenga padres amorosos y comprensivos, la

academia aborda el tema a partir de propuestas como, estudiar o “leer las literaturas científicas

respecto a los gays, lesbianas y sus hijos; apoyar el derecho de que cada niño y cada familia se

funde en el amor, la estabilidad y la responsabilidad en cada uno de los padres” [ CITATION

aca04 \l 9226 ], por ende, que tengan un reconocimiento legal; abordar iniciativas para que el

copadre o segundo padre pueda adoptarlo legalmente a través de actos legislativos o judiciales.

En cuanto, al instituto de la asociación americana de psicoanálisis, menciona que las

decisiones correspondientes a la adopción, crianza, educación, guarda y visitas del menor debe

ser en pro del mejor interés hacia el niño o niña, independientemente de cómo se conforma su

núcleo, necesitan padres comprometidos y no se puede dar por hecho que si son del mismo sexo

serán padres irresponsables, puesto que esto depende de otros factores más no de su orientación

sexual, “Los individuos y parejas gays y lesbianas son capaces de procurar el mejor interés del

menor y se les deben otorgar los mismos derechos y asumir las mismas responsabilidades que los

padres heterosexuales”. [CITATION aso02 \l 9226 ]

En ese orden de ideas, el instituto de la asociación americana de psiquiatría, confirma los

argumentos dichos con antelación en los dos acápites, puesto que “se comprueba que los niños

criados por padres homosexuales, muestran el mismo nivel de funcionamiento cognitivo, social,

sexual y emocional, que los niños criados por padres heterosexuales”[ CITATION Aso \l 9226 ].
Estas investigaciones indican que los menores criados por dos padres, independientemente de su

orientación sexual, se desarrollan mejor que los niños que tienen un solo padre.

De forma académica es pertinente traer a colocación las estadísticas realizadas por estas

asociaciones y respetuosamente las cito;

En el censo de Estados Unidos de 2000, el 33% de parejas del mismo sexo formadas por

mujeres que viven juntas y el 22% de parejas del mismo sexo formas por varones que viven

juntos, informaron que vivía con al menos un niño menor de 18 años [CITATION est \l 9226 ].

Entonces, se puede confirmar que el número de niños criados por parejas del mismo sexo es

significativo y esos niños no han tenido (hasta el momento) problemas de aprendizaje, o

falencias en algunas áreas cognitivas y en especial, lo que respecta a su orientación sexual, salvo

las discriminaciones que si padecen por tener padres del mismo sexo.

Ahora bien, lo escrito hasta el momento hace referencia a las posturas que tienen ciertas

asociaciones respecto a la adopción y crianza de menores por parte de parejas homosexuales, y la

estadística que lo apoya, no obstante, comprender las inquietudes que surgen a partir de la

conformación de una familia de esta índole, es oportuna y necesaria hacerla.

En primera medida, se cree que la homosexualidad es un trastorno mental, sin embargo,

verdaderos estudios médicos demuestran que no es así, lo que sí puede producir trastornos

mentales, es la exposición a los perjuicios y discriminaciones por razones de orientación sexual.

En segunda medida, existe la conjetura que los padres homosexuales no son competentes para

la crianza de un niño. Estos argumentos no tienen base empírica, ya que realmente no se ha

encontrado una línea diferencial en la crianza de niños, por parte de padres heterosexuales o

padres homosexuales.
 Para concluir con los acápites de inquietudes o dudas, es pertinente hablar acerca de la

manera como puede influir la imagen representativa de padres homosexuales en la orientación

sexual del menor. Se estima que los menores que se hayan en ese núcleo familiar posee

dificultad para encontrar su identidad, tipificación y orientación sexual, sin embargo, las

investigaciones hechas por las asociaciones intervinientes en este escrito, demuestran que dichos

menores se desarrollan de la misma manera que los hijos de padres heterosexuales.

CONCLUSIONES

En relación a lo antes expuesto, surgen diversas conclusiones sustanciales; La primera

haciendo alusión a el supuesto daño gravísimo que se le generan a un menor al ser criado por

padres homosexuales y que notoriamente repercute en la sociedad. Las investigaciones que se

adelantaron por parte de las asociaciones intervinientes en este ensayo discrepan totalmente de

este argumento, toda vez que las especulaciones dichas pasaron por un proceso de

comprobación, dando como resultado la no afectación, cosa distinta pasa con las opiniones

carentes de sustento científico, legal o psicológico.

En segundo lugar, lo referente a la seguridad, amor y comprensión que necesita un niño. Es de

vital relevancia que se crie en un ambiente de esta índole, no existe una distinción si el niño es

criado por padres homosexuales, puesto que su capacidad emocional, sexual, intelectual y social

es igual a la de un niño criado por padres heterosexuales, el verdadero factor determinarte para

que estas capacidades se vean afectadas es no contar con dos padres comprometidos y

legalmente reconocidos. No solo por este factor se necesita del reconocimiento también con la

finalidad de protegerlo en circunstancias ajenas a la voluntad, que desencadena en perjuicios de

gran magnitud para con el menor, entre ellos la muerte de un padre y en el caso que el otro no
tenga reconocimiento puede perder la custodia del niño o a las respectivas pensiones que podría

llegar a tener el menor respecto del copadre o segundo padre.

En tercer lugar, en lo concerniente a las inquietudes que poseen las personas respecto a la

influencia que tiene el núcleo familiar homoparental en las decisiones de identidad, tipificación y

orientación sexual. Las estadísticas realizadas en Estados Unidos y traídas a colación a este

escrito, forman un argumento sólido acerca de que no se refleja realmente una afectación, salvo a

los perjuicios y discriminación qué si sufren por parte de otras personas porque sus padres son

homosexuales, pero más allá de eso no.

Finalmente, la conclusión a la que se puede llegar, en base a las investigaciones y estadísticas

realizadas por las asociaciones en pro responder el objetivo propuesto en este escrito, es que el

núcleo ideal para conformar una familia no depende si los padres son del mismo, el valor

determinante es que su creación esté compuesta por dos padres legalmente reconocidos y

comprometidos con su hijo en miras de brindar amor, comprensión, estabilidad y seguridad.

Referencias
Doctor Rafael Portugal Fernández, e. e. (2004). estudios sobre homoparentalidad. Obtenido de
file:///C:/Users/JOSE%20PINILLA/Downloads/estudios-sobre-homoparentalidad-
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homoparentalidad, d. i. (mayo de 2002). asociacion americana de Psicoanalisis . Obtenido de
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Instituto, A. A. (2004). estudios sobre homoparentalidad. Obtenido de file:///C:/Users/JOSE
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pediatria, a. a. (2004). estudios sobre homoparentalidad. Obtenido de file:///C:/Users/JOSE
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Psicologia, A. a. (2004). Resolucion sobre orientacion sexual, padres e hijos. Obtenido de
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