Libro Tips de Negociacion-2020
Libro Tips de Negociacion-2020
Libro Tips de Negociacion-2020
Edición:
José I. Tobón L.
[email protected]
Teléfono: (57 4) 448 55 73
Medellín-Colombia
Impreso en Medellín-Colombia
Artes & Rayados S.A.S.
[email protected]
PBX: (57 4) 341 08 08
Contenido
Introducción ...................................................................................... 5
Capítulo 1
La estructura de la negociación y las decisiones ................... 11
Capítulo 2
Los Intereses y las personas ........................................................... 37
Capítulo 3
Comunicación ..................................................................................... 63
Capítulo 4
Concesiones ........................................................................................ 77
Capítulo 5
Persuasión y valor ............................................................................. 95
Capítulo 6
Conflictos ............................................................................................. 111
José Ignacio Tobón L.
Introducción
Objetivo1
El objetivo de este libro es presentarle a usted algunas recomendaciones para que
pueda planear y conducir sus negociaciones en forma más exitosa. El origen de este
libro es una serie de tips de negociación que he estado compartiendo en Linkedin
con una notoria visibilidad y aprobación. Son innumerables las personas que han
expresado sus opiniones acerca de lo útiles y prácticos que han sido estos tips para
ellas, algo que motiva aún más para seguir compartiendo en las redes sociales mi
conocimiento acerca de negociación. Este es entonces solo el primer volumen de
tips de negociación; vendrán más.2
Los tips originales son cortas aseveraciones, elaboradas con códigos de recordación
para que sean recomendaciones efectivas, al punto y precisas, como si fueran “ba-
las de plata”.3 Sin embargo, es útil explicar, con mayor extensión y con ejemplos, la
profundidad de cada uno de estos tips. Dichos tips serán agrupados en categorías
para que usted los comprenda en una forma más sistemática.
Este libro se puede leer empezando en cualquier parte, pues en todas las páginas
habrá recomendaciones útiles para sus negociaciones. Se puede leer en cualquier
momento y siempre habrá utilidad. No quiero matar la maravilla de la inmediatez
y la concreción de los tips, algo que es coherente con esta falta de tiempo de to-
dos nosotros, y por eso cada tip estará resaltado en negrilla, así como también las
palabras clave de cada explicación.4 Tengo claro que gran parte de mi negocio es
recomendar.
1
Es posible que algunas de las ideas incluidas en este libro hayan sido mencionadas en alguno de mis libros
anteriores y para evitar el llamado “plagio a sí mismo”, lo advierto en este primer momento.
2
El lenguaje que uso en este libro es un lenguaje directo para hablar con usted, aun cuando usted no me
conozca. Algún experto estudió cuáles eran las palabras más persuasivas y el estudio arrojó que la palabra
más persuasiva era “usted”.
3
Las leyendas dicen que las “balas de plata” eran las únicas balas capaces de matar a los hombres lobo, a las
criaturas fantásticas.
4 Como dicen los expertos “la moneda de hoy es el tiempo”, así que todos los que nos ahorren tiempo serán
bienvenidos.
La academia debe hacer lo que no se puede lograr con dicho video, como por ejem-
plo, conducir profundas discusiones e interacciones, investigar, entregar recomen-
daciones específicas, concentrarse en el desarrollo de habilidades mediante la ac-
ción (action learning, experiential learning), ampliar las fronteras del conocimiento,
5
En este ejemplo hay inmersa una recomendación: cuando el otro le diga o escriba algo, fraccione el mensaje
en pequeños trozos (chunks) y analícelos en profundidad para descubrir la intención y la información.
6
En creatividad se dice que “ante una gran verdad, no necesariamente se opone una gran mentira”. Dos con-
ceptos opuestos pueden cooexistir.
7
Hace unos años en Europa, uno de mis clientes me dijo: “en algunas décadas, los títulos universitarios serán
como los títulos nobiliarios, servirán cada día menos”. El título universitario valdrá si es apoyado por una
capacidad real de hacer, de producir resultados.
Los empresarios deberían recurrir con frecuencia a la academia para hacer la pausa,
llevar problemas específicos para que los académicos expertos en temas específicos
les ayuden a pensar con un mayor nivel de profundidad acerca de dichos problemas.
En la industria no hay tiempo, ni disciplina para pensar con mucha profundidad. La
academia debe dar la profundidad en el análisis y la simplicidad en la recomenda-
ción. Esto es lo que busco con estos tips de negociación: profundidad y simplicidad.
Esto no se debe ver como una crítica al conocimiento, pues esa es mi materia prima,
mi objetivo y mi diferenciador. Lo que hay que entender es que el conocimiento
solo tiene sentido cuando produce un resultado y cuando es diferenciador. La frase
que dice que el que tiene la información tiene el poder, debería modificarse, pues
el poder no está en la información, sino en la acción inteligente e informada, en la
aplicación de esa información o de ese conocimiento.8
8
Es pertinente mencionar que los datos se deben convertir en información y la información en conocimiento;
el conocimiento se debería convertir en sabiduría.
9
Si el dinero es la medida del éxito podemos empezar a preocuparnos, pues en Occidente los que más ganan
son los artistas, los deportistas, modelos, influenciadores. Los empresarios están en la mitad y los académi-
cos pueden estar en los eslabones más bajos de la cadena alimenticia.
10
Una aseveración en la que creo es que “mientras más conocimiento tenga usted, posiblemente menos ca-
pacidad de tomar riesgos tendrá”. Eso es debido muchas veces a no saber distinguir entre los términos
posibilidad y probabilidad.
forma ágil a su pensar, hablar y actuar. Las que no son tan exitosas son
acumuladoras de conocimiento y dicen: “uno no sabe cuándo le va a
servir esto”. Uno de mis principios es: “si no lo va a usar, no lo apren-
da”, pues le llena la RAM.
En forma constante he mencionado que una de las formas de demeritar a una per-
sona en las organizaciones es decirle que es un teórico, pero quien trata de lograr
demeritar es quien se demerita a sí mismo porque su opinión indica que le falta
conocimiento. Debería entender que la palabra teoría, por su etimología, viene de
la observación y de arriesgarse a emitir opiniones que logren predecir la realidad.
Verificar si la fórmula predice con éxito la realidad y si no lo hace, cambiar la fór-
mula, hasta que la teoría pueda predecir la realidad. ¿Quién no quisiera tener esa
habilidad de predecir la realidad? Por eso se dice que no hay nada más práctico que
una buena teoría. Las personas que están logrando hoy el éxito son aquellas que
tienen la habilidad para desarrollar algoritmos, que pueden verse como modelos
predictores.11
Cada vez que releía los borradores de este libro me quedaban más claras las sensa-
ciones que el lector experimentaría al leerlo. Una de ellas es que lo que está escrito
aquí se refiere a la negociación, pero puede ser aplicado a cualquiera de nuestros
roles en la vida. Lo que usted aprenda aquí lo puede aplicar a cualquier tipo de
negociación o interacción, en cualquiera de las decisiones que usted tome o en
cualquiera de los problemas que usted trate de solucionar.
En la película “The Big Short” se muestran las predicciones del mercado financiero en la crisis del 2010.
11
Algunas muy pocas personas le apostaron a que la burbuja económica se iba a reventar, tuvieron razón y
ganaron mucho dinero. “The Big Short” es una película del 2015, dirigida por Alan McKay y basada en el
libro de Michael Lewis. Es protagonizada por Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt.
Experto no experto
Hace unos años, una persona tenía interés en hablar conmigo, pero
habíamos fracasado en conciliar las agendas. Esta persona me dijo que
cierto día específico iba a estar en una conferencia en cierto sitio y que
lo mejor sería hablar allí tan pronto la conferencia terminara. Una idea
simple. Llegué al sitio y esperé afuera, pero el frío era penetrante, así
que decidí entrar a la conferencia, conferencia que era acerca de un
tema que no me interesaba: mantenimiento predictivo y correctivo.
Haga todo lo posible para aplicar en su propia vida todos los conceptos y recomen-
daciones que usted va a leer en este libro. En forma consciente eliminé en muchas
partes las palabras negociación, negociadores y similares para que sea más fácil ese
proceso de aplicación.
La intención inicial de los tips de negociación no era publicarlos en las redes socia-
les con un orden específico; fueron al azar, así que el primer trabajo que hice fue
agruparlos por temas haciendo uso de diagramas de afinidad. Esas agrupaciones se
convirtieron en los capítulos de este libro.
Libros adicionales
Este libro se puede soportar también en algunos de mis libros anteriores acerca de
negociación:
Capítulo 1
La estructura de la negociación y las decisiones
Uno de los comentarios más comunes que me hacen las personas es acerca de la
gran diferencia que existe entre negociar una compra, negociar una venta, con el
jefe, con el sindicato, con la comunidad, con un terrorista o con su pareja. Cuan-
do me hacen ese comentario, yo percibo que no han comprendido plenamente el
tema de la negociación.
Toda negociación tiene la misma estructura, es decir, los mismos huesos y lo que
cambia en cada negociación es el contexto, es decir, la carne. Es claro entonces que
cualquier entrenamiento de negociación debería concentrarse en la definición y el
conocimiento de dichos huesos, es decir, de dicha estructura.
Una estructura que he usado desde que comencé en este tema de la negociación
es el llamado Método Harvard de negociación. Este método es una modificación
de los modelos simples de solución de problemas, en donde se define el problema,
se ven las soluciones posibles, se incluyen los criterios para saber si esa decisión
es razonable, se buscan soluciones alternas en caso de que la solución sugerida no
sea la aceptada. En forma simple, ese método tiene varios elementos que podrían
describirse de la siguiente forma:
** Los intereses de las partes, es decir, lo que cada una de las partes nece-
sita, las preocupaciones, las carencias, las insatisfacciones, los temores,
las pérdidas, los problemas, los dolores, las motivaciones. Ese tema de
los intereses es posiblemente el elemento más importante en la planea-
ción de una negociación, pues se trata de perfilar al otro, de conocerlo
para saber cómo interactuar con él.13 Concéntrese en perfilar al otro.
** Las opciones en este método son equivalentes a las propuestas que ha-
cemos en la mesa de negociación y deben ser vistas como las soluciones
a los problemas identificados en la fase de los intereses; es la fase más
creativa de la negociación. Esas acciones deben ser interesantes, es de-
cir deben satisfacer los intereses; deben ser atractivas, valiosas, agregar
valor; deben ser personalizadas, es decir, entregarle al otro lo que nece-
sita y no excederse en dar cosas que el otro no aprecia.14 Esas opciones
(adentro de la mesa) deben ser mejores que las alternativas (afuera de
la mesa).
13
Algunas series de televisión se basan en los perfiladores (profilers). En “Mindhunter” se muestra el naci-
miento de la disciplina de la ciencia del comportamiento en el FBI. En “Criminal Minds” y “The Blacklist”
los agentes perfilan a los criminales y de esa forma los encuentran con mayor facilidad.
14
La recomendación de no excederse parecería que está en contradicción con el concepto de deleite del
cliente, que consiste en superar las expectativas del cliente. Excederse aquí es entregar cosas que el otro no
aprecia o no usa o no tiene capacidad de conseguir o de pagar.
** Los criterios en este método son la forma de determinar que las pro-
puestas son razonables. Esos criterios son antecedentes, precedentes,
precios de mercado, leyes, políticas de empresa, tradiciones. Aquí están
los algoritmos de valor, con los que demostramos que lo que estamos
ofreciendo tiene un valor real comprobable. Es el poder de la razón.
Es claro que negociamos todo el día y que negociamos muchísimas cosas.15 Esa
gran variedad de negociaciones puede generarnos cierta confusión, pero podría-
mos simplificar la situación diciendo que todo lo que negociamos podría clasificarse
en negociaciones de transacciones y negociaciones de relaciones.
Usted tiene una relación muy conflictiva con su pareja, quien es en ex-
tremo violenta. Usted ya no puede soportar esa relación a pesar de
que hay amor; usted decide alejarse más de su pareja y eso es el caldo
de cultivo para ciertas relaciones paralelas, algo que potencia aún más
los conflictos. Usted entonces propone el divorcio y empieza una dura
negociación para definir quién se queda con los bienes de la relación.
Usted empieza a salir del área de negociación de conflictos y pasa a la
negociación de transacciones, es decir, quién entrega y quién recibe.
15
Estudiando algunos expertos de storytelling me impactó la importancia de las historias en el ser humano y
además entender que todos nosotros tenemos miles de historias diarias a través de nuestro sistema de soñar
despiertos. Nos imaginamos muchas cosas durante el día cada vez que vemos, oímos, escuchamos algo. Nos
creamos historias adicionales todo el día y también negociamos todo el día.
Los abogados, para decir que unas leyes están unidas fuertemente entre sí, usan el
americanismo “embrickado”, que proviene de la palabra ladrillo en inglés. Los ladri-
llos en un muro están unidos entre sí por el cemento y es muy difícil sacar un ladrillo
sin destruir parte del muro. La negociación comercial y la negociación de conflictos
están “embrickadas”. Son negociaciones inseparables.
Es muy común que una empresa me contrate para entrenar a sus comerciales y me
pida entonces que solo los entrene en negociación comercial, algo que yo no acepto
pues quedarían mal entrenados. Es altamente probable que una negociación co-
mercial compleja genere conflictos de importancia.
Algunos académicos de Harvard, entre ellos Lax & Sebenius, presentaron la teoría
de la negociación tridimensional, refiriéndose a tres dimensiones diferentes en la
negociación: primera dimensión, la mesa de negociación; segunda dimensión, la
mesa de diseño; tercera dimensión, la mesa de escenarios.16
16
“3D Negotiation: Playing the Whole Game” de Lax y Sebenius, profesores de Harvard.
Una forma de distinguir los diferentes momentos de la negociación podría ser di-
ciendo que hay un momento antes de la mesa de negociación, un momento en la
mesa de negociación y un momento después de la mesa de negociación.
Podría decir que hay un continuo de madurez en la negociación que pudiese ser
descrito de la siguiente forma: madurez mínima (concentrarse solo en la mesa de
negociación), madurez intermedia (hacer además una buena planeación de la ne-
gociación) y madurez alta (preocuparse también por asegurar una muy buena y
efectiva implementación). Esto mismo podría decirlo en forma negativa, pues los
mayores errores de los negociadores están en no tener en cuenta la implementa-
ción en forma detallada. Este error se potencia en el hecho que muchas veces, so-
bre todo en negociaciones complejas, multilaterales o públicas, aquellas personas
que hacen la negociación no son las mismas que implementan el acuerdo.
Recomendaciones a mi amigo
Un amigo mío va a entrar a hacer unos negocios importantes con el go-
bierno de turno y le hice las siguientes recomendaciones: 1) el gobierno
es efímero; 2) tiene una vigencia menor que su período de gobierno,
pues en los últimos meses de gobierno no tiene poder (lame duck o
pato incapacitado); 3) vendrá otro gobierno a cambiar muchas políti-
cas, pues no quiere trabajar en ideas y estrategias que no sean propias;
4) busque que quien negocia sea el mismo que implemente el acuerdo
o deje el acuerdo sellado, de tal forma que los que vienen estén obliga-
dos a cumplirlo.
Podría explicar esto con dichos populares y uno de ellos es “del dicho al hecho
hay mucho trecho”, pues llegar a un acuerdo en la mesa de negociación es rela-
tivamente fácil comparado con la implementación de dicho acuerdo, pues en la
implementación concurren muchas personas, muchas entidades, muchos recursos,
muchos obstáculos.17
Si te parece ….
Hace unos años estaba entrenando a un grupo de ejecutivos comer-
ciales de un gran jugador del retail y, en uno de los descansos, el VP le
dijo a la Gerente de una de las líneas de negocio: “¿tú consideras que
podríamos involucrar tu línea de negocio en la promoción que vamos
a hacer en 15 días?”, y esta gerente respondió: “¿señor, para qué me
pregunta eso, si yo ayer estuve en la agencia de publicidad y vi que, en
todas las piezas de la campaña de publicidad, que empieza mañana, ya
está incluida mi línea?”
17
En la cultura latina se dice “diciendo y haciendo” y en la anglo sajona “walk the talk”.
También podría usar una expresión de estrategia que dice que “normalmente la
estructura no sigue a la estrategia”. La estrategia se puede diseñar en una mesa de
juntas con relativa facilidad, pero para que esa estrategia se lleve a cabo requiere de
muchos recursos, es decir, que la estructura responda en forma efectiva.
Hitchcock
Hitchcock fue un director reconocido por tener en cuenta hasta el más
mínimo detalle en la filmación de sus películas. En la película “Hitch-
cock” hay una escena que muestra esa personalidad. Está saliendo de la
premier de su película “Intriga Internacional”, y uno de los periodistas,
le pregunta si estaba asombrado con el gran interés del público por su
película. Hitchcock responde: “desde que estaba haciendo la película ya
me imaginaba los gritos y las risas del público”.18
18
La película “Hitchcock. El Maestro del Suspense (2012)” es dirigida por Sacha Gervasi y protagonizada por
Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlet Johansson y Mónica Beil. Es basada en el libro de Stephen Rebello
“Alfred Hitchcock and the Making of a Psycho”.
Publicidades
Una empresa tiene que decidir si pautar en un evento anual que es de
gran audiencia y que tiene un muy alto costo de la pauta. Además, la
variable central es la decisión que tome el competidor. Si el competidor
pauta y la empresa no lo hace, el competidor ganará una porción del
mercado adicional. Si la empresa pauta y el competidor no lo hace, la
empresa ganará el mercado. Si ambas empresas pautan, el mercado
estará igualmente repartido y se habrá hecho un gasto posiblemente
inoficioso. Si ninguna empresa pauta, las cosas siguen igual y no se ha-
19
Esta táctica se conoce como “supercrunch”.
20
Raiffa era un profesor de Harvard de toma de decisiones y tiene uno de los libros más influyentes de nego-
ciación, titulado “The Art and Science of the Negotiation”, en donde aplica las teorías de toma de decisiones
a la negociación.
21
La palabra juego es vista como algo poco serio y sin importancia, pero todo en la vida es un juego y debe-
ríamos entender con más profundidad el concepto y las estrategias que podemos usar.
cen los gastos. La empresa debe considerar estos escenarios para po-
der tomar su decisión.
En este mundo tan competido y de tan alta velocidad, hay que tomar decisiones
muchas veces sin tener toda la información, y podríamos decir que “cuando usted
toma la decisión con información completa, la está tomando tarde”. Es más, es
posible que usted no tenga tiempo suficiente en su vida para lograr decir que tiene
toda la información y con riesgo cero. Saber manejar los escenarios y los riesgos es
algo fundamental en el negociador.
Cuando sabemos que la decisión del otro nos afecta a nosotros y la nuestra a ellos,
es que somos interdependientes. Estamos en un mundo hiper conectado, hiper
competitivo y es por eso que debemos aumentar la calidad de la información con
la que vamos a tomar la decisión y también los niveles de confianza. Esto además
me lleva a un principio fundamental: “de las cosas más complejas en la vida es
no saber qué esperar del otro”. Debemos disminuir esa incertidumbre mediante
el aumento del contacto con el otro, del contacto con terceros conocidos del otro,
averiguando los comportamientos pasados del otro, mediante inferencias, median-
te estudios de mercado, etc.
En la película “Así Nos Ven” acerca de los llamados “Cinco del Central
Park”, ejemplo de racismo e injusticia, a cinco niños los acusan de haber
violado una mujer blanca en el Central Park, algo que ellos no hicieron.
La policía los hace confesar prometiéndoles que si delatan al otro, salen
libres y, de esta manera entonces, todos se acusan entre sí de delitos
que saben que no cometieron, pero van a la cárcel, pues no les cum-
plen las promesas.24
Otras películas con el dilema son “La Caza del Octubre Rojo” acerca de
un submarino de guerra, “War Games” acerca de un juego de guerra
con el Pentágono, “Ramsom” acerca de la negociación de un secuestro
de un niño.25
22
La película “A Beautiful Mind” es del 2001 y basada en la novela del mismo nombre de Sylvia Nasar. Es
protagonizada por Russell Crowe, Ed Harris, Jennifer Connelly. Esta película tiene una escena maravillosa
cuando Nash recibe el Nobel y lo dedica a su esposa.
23
La película “Batman: El Caballero de la Noche” es del 2008 y protagonizada por Christian Bale, Michael
Cane y Heath Ledger.
24
“Así Nos Ven” es una serie de televisión de Netflix.
25
“La Caza del Octubre Rojo” es de 1990 y protagonizada por Sean Connery y Alec Baldwin. “War Games”
es de 1983 y protagonizada por Mathew Broderick. “Ramsom” es de 1996 y protagonizada por Mel Gibson.
que ver la información como un activo estratégico y por eso hay que revelarla u
ocultarla en forma estratégica.
Cuando estoy en una consultoría de negociación, siempre hago dos preguntas que
son clásicas. La primera es: ¿quién es el tomador de decisión? y la segunda es ¿qué
significa victoria para esa persona? Identificar el tomador de decisión es una fase
muy importante de cualquier negociación o actividad humana. Es muy posible que
lo que significa victoria para esa persona no sea lo mismo que significa para mí o
para otras personas cercanas a ella. Es altamente probable que ese tomador de
decisión tenga criterios de decisión diferentes a los míos, pero que son de mayor
importancia que los míos.
Diagnósticos sordos
Supongamos que usted tiene un malestar y entra a una página de diag-
nóstico médico, responde varias preguntas y la página diagnostica que
usted tiene problemas de páncreas. Ese diagnóstico usted lo confirma
con otras páginas y con la observación de algunos médicos amigos su-
yos, así que usted está en una situación de sobre diagnóstico. A pesar
Hay suficiente evidencia que muestra que las personas se motivan mucho más por
evitar pérdidas que por lograr ganancias. Son las pérdidas el mayor motor de las
decisiones y por eso entonces una recomendación sería: muéstrele al otro las pér-
didas potenciales que puede tener, para que tome decisiones con base en las po-
tenciales y no en las reales, pues si las toma sobre las reales ya es tarde para todos.
Todo lo que le demos al otro, al comienzo será un factor motivador, pero después de
que lo tenga, ya no lo va a motivar, solo vendrán épocas de potencial desmotivación
26
A veces la ventaja está en llevar la iniciativa y sorprender al otro. Si usted prepara una llamada que le va a
hacer a su proveedor y la hace sin avisarle del tema previamente, lo va a sorprender. Usted está preparado y
el está sorprendido.
27
“Rápidos y Furiosos 8” es de 2017 y protagonizada por Vin Diesel y Charlize Theron
Excelente comportamiento
Juan se casa con María y ella está supremamente feliz por el excelente
comportamiento de Juan; dice que no sabía que había hombres tan
buenos y se siente como si hubiese ganado la lotería. La mayor mo-
tivación de María es que Juan, sin importar que haya huelga, paro de
transporte, guerra nuclear, llega a la casa a las 6 de la tarde todos los
días. María les dice a todas sus amigas que Juan la quiere tanto que
pasa por encima de cadáveres y elude bombas, para poder llegar a la
casa a verla a ella.
Eso quiere decir que el período de motivación del otro, derivado de las concesiones
que le hacemos, es bastante corto y por eso una recomendación es dosificar las
concesiones; de esa manera extendemos el período de motivación.
En ECNI cada una de las letras significa una actividad en ese proceso de tomar la
decisión y se refiere principalmente a la definición de nuestra actitud frente a los
diferentes stakeholders: E (exclusión), C (Consulta), N (negociación), I (información).
El incendio
Supongamos que usted y yo estamos en una oficina de un tercer piso
de un edificio que está en llamas, y para poder salvarnos debemos
abandonar el edificio saltando. Yo puedo usar con usted un liderazgo
persuasivo buscando persuadirlo a usted de las bondades de saltar del
edificio para salvarnos. Podría también usar un liderazgo demostrativo
y entonces me quemaría parte de la mano o lo quemaría a usted para
que usted entendiese lo que podría pasar si nos quedamos adentro del
edificio. También podría usar un liderazgo ejecutivo y es tomar la deci-
sión por usted y, en este caso, lo lanzaría por la ventana. Hay decisiones
que hay que tomar por los demás.
La fusión
Hace unos años me contrataron para asesorar una empresa mediana y
una de mis recomendaciones fue la fusión con otra empresa más gran-
de, pues de otra forma no podría subsistir. Por los tamaños podría verse
más como una absorción y eso implicaba perder gran parte de su cul-
tura corporativa, algo que era doloroso. Esa decisión la deberían tomar
los miembros de la Junta Directiva. Me reuní con la CEO de la empresa
e hicimos un análisis de cada uno de los miembros de la Junta, segmen-
tándolos de acuerdo con su potencial postura acerca de la fusión. Lue-
go empezamos a tener reuniones individuales con cada uno de ellos,
empezando por los que estaban a favor, luego los indecisos y aquel que
sabíamos que estaría totalmente en desacuerdo no lo contactamos.
Einstein decía que un problema no resuelto era un problema mal definido, así
que en la negociación es preciso primero definir cuál es el problema correcto y
definirlo en forma correcta. Es muy común que muchas veces caigamos en el error
llamado Error Tipo III que se define como resolver muy bien el problema que no
es; resolver correctamente el problema incorrecto. Encontrar las causas de los pro-
blemas es gran parte de la solución.
Si analizamos los primeros capítulos del libro “Negotiation Analysis” de Raiffa, el re-
conocido profesor de toma de decisiones de Harvard, vemos que primero hay que
definir lo que constituye una buena decisión y es que resuelva los problemas más
fundamentales, que logre los resultados más fundamentales. Estos son equivalen-
tes a los intereses del Método Harvard y las soluciones propuestas son equivalentes
a las diferentes opciones.
Si hacemos un análisis muy superficial del problema, las soluciones a las que lle-
guemos a partir de ese análisis no tendrán ningún efecto considerable en el proble-
ma, pues análisis superficial lleva a soluciones superficiales.
Todo indica entonces que debemos hacer un análisis con la profundidad inteligen-
te, es decir, de tal manera que las soluciones que se generen tengan las siguientes
características: 1) que sean factibles para nosotros, 2) que tengamos los recursos
suficientes para implementarlas, 3) que tengamos control sobre la solución.
El control es una variable importante para el negociador, pues debe tener control
sobre los procesos de negociación, sobre los recursos, sobre la relación de las estra-
tegias que usa y los resultados esperados.
En las negociaciones se puede generar un conflicto cuando hay que partir algún
recurso o algún beneficio y por eso es necesario aprender a hacer una partición que
sea razonable o, como llamarían otros, partición justa. En forma metafórica, el cre-
cimiento del pastel (creación de valor) no tiene mucho conflicto; el conflicto estará
es en la tajada (captura de valor).29
29
Una pregunta que he hecho en varios países, idiomas y culturas, es si la palabra tajada tiene una connotación
negativa y muchos me dicen que sí, sin importar idioma, país o cultura.
30
En realidad el derecho a juicios justos no es para todos, así como tampoco la educación igualitaria. Los que
tienen más recursos tienen juicios más favorables y educación de mejor calidad.
francesa (libertad, igualdad, fraternidad), pero sería más claro si hubiesen dicho
justicia en lugar de igualdad.
Si mi esposa pone $USD 20.000 de los $USD 220.000 que gana, ella está
poniendo “una plata”, mientras que al poner yo $USD 20.000 de los
$USD 20.000 que gano, yo estaré poniendo “la plata”. Ojalá usted nun-
ca haga una negociación con una persona que pone una plata mien-
tras que usted está poniendo la plata. Esa persona que está poniendo
una parte insignificante de los ingresos de ella, no estará motivada por
contribuir al negocio con ideas, ni con esfuerzo. Esa persona no será su
socio, será su jefe.
Amigos injustos
En la adolescencia, a muchos de nosotros nos mantenían los padres
con ciertas restricciones financieras, así que en ciertos momentos el
pago de las cuentas en las fiestas o discotecas era un asunto complejo,
pero mucho más complejo cuando alguno de nuestros amigos, que ha-
bía pedido licores caros y se había excedido en consumo, buscaba que
la cuenta se repartiera por partes iguales, o peor aún, al momento de
pagar la cuenta se marchaba sin avisar.
Otra forma de partir es usando el criterio de equidad es decir que a cada uno se
le entregue en forma proporcional a su propia contribución. En los sistemas de
pensiones, si usted ahorra mucho durante su vida laboral, al final recibirá más que
aquel que no ahorró nada. Aquella persona que más logros tiene, más recompensa
debe tener. Los bonos de compensación en las empresas se entregan en forma pro-
porcional al logro de las metas.
También podemos partir con criterio de necesidad, es decir, que a aquella persona
que más necesita se le debe dar más y aquella persona que menos necesita se le
debe dar menos. Los sistemas de solidaridad social trabajan con el criterio de nece-
sidad. Un subsidio de alimentos gratis debería ser para quienes tienen más hambre,
a quienes tienen más necesidades o más insatisfacciones.
La hormiga sindicalista31
Un día en el Paraíso una hormiga formó un sindicato y su bandera fue
las injusticias en la distribución de los recursos entre los animales. Se
concentró primero en el agua y entonces pidió que el agua fuese repar-
tida por igual entre todos los animales. Dios aceptó el trato con la con-
dición de eliminar el desperdicio de agua y para eso incluyó la cláusula
que exigía a cada animal tomarse toda el agua asignada, sin desperdi-
ciar nada. Ya entenderán que el elefante se murió de sed y la hormiga
de hidropesía; se reventó la hormiga.
Las diferentes reglas de justicia son más coherentes en ciertos casos. Si se busca
minimizar los desperdicios debemos usar la regla de las necesidades. Si se busca
mantener la armonía y solidaridad debemos usar la regla de la igualdad. Si se bus-
ca aumentar la productividad debemos usar la regla de la equidad.
En ciertos sistemas totalitarios se busca la igualdad y eso tiene unos aspectos bue-
nos y otros malos. Lo bueno es que todos tienen acceso a alimentos, a salud, a
techo. Lo malo es que como todos reciben lo mismo, sin importar el tipo de trabajo
que tengan, ni el nivel de esfuerzo que hagan, ni la productividad que tengan, se
desmotiva la productividad.32,33
31
Esta historia la leí hace varias décadas en alguna revista y no he podido averiguar el autor de la historia.
32
Hay un concepto maravilloso que se llama “la tiranía del o” y que quiere mostrar que la mayoría de nosotros
pensamos en términos binarios: esto o lo otro. Es mejor pensar en: esto y lo otro; cambiar el “o” por el “y”.
Capitalismo y socialismo, en lugar de capitalismo o socialismo.
33
Se habla de la llamada Ley de la Plata que dice que el que tiene la plata pone la ley. También podemos hablar
del Poder de la Plata que dice que el que tiene el poder se queda con la plata.
La igualdad china
China me ha impresionado desde siempre. Hace varias décadas, cuan-
do tuve que empezar a negociar con empresas chinas, las comunicacio-
nes, debido principalmente a las diferencias horarias, eran por escrito
y nunca sabía si estaba negociando con un hombre o con una mujer,
pues no ponían el nombre, solo las iniciales del nombre y después su
apellido completo. Cuando visité China me impactó ver en las calles las
mismas apariencias de hombres y mujeres (pelo corto, vestidos grises
semejantes, gorras iguales, bicicletas similares), como si se quisiera eli-
minar la variable género.34
Una de las preguntas para evaluar su negociación es: ¿le contaría con orgullo
a su hijo la negociación que acaba de hacer? Esta pregunta evalúa los valores.
Para evaluar la negociación hay que hacer varias preguntas como las siguientes: 1)
¿está satisfecho con el acuerdo? (criterio de satisfacción); 2) ¿se han afectado posi-
tivamente las relaciones entre los negociadores? (criterio de buenas relaciones); 3)
¿podría volver a negociar con la misma persona y en los mismos términos? (criterio
de eficiencia); ¿4) le contaría con orgullo a su hijo el acuerdo que usted acaba de
hacer? (criterio de ética).
Si ambas partes están satisfechas con el acuerdo, eso hace que las relaciones me-
joren. En caso de que al menos uno esté insatisfecho o defraudado, las relaciones
se deteriorarán. Si el acuerdo es satisfactorio para ambos y la relación queda en
buenos términos, eso facilita que las partes puedan sentarse a revelar informacio-
nes que permitan que la siguiente vez que se repita el acuerdo se logren mejores
resultados en forma mucho más eficiente.
34
Algunas personas están promoviendo la hoja de vida (CV) ciega, es decir, que no tenga nombre, ni foto, ni
demás datos que sesguen la decisión. Solo sus habilidades.
Cuando usted puede contar con orgullo a su hijo el acuerdo que usted acaba de
hacer, eso quiere decir que el acuerdo es ético y debo recordar la mejor definición
de ética que dice que “ética es el arte del éxito a largo plazo”. Quiere decir esto que
comportarse en forma ética es rentable. Un acuerdo ético además debería ser un
acuerdo que le produce a usted la tranquilidad de haber procedido bien y que no
tiene que esconderse de los demás.35,36
Hoy prácticamente todas las negociaciones se hacen en equipo y es por eso que
deben hacerse entrenamientos serios para trabajar y negociar en equipo. Un equi-
po mal preparado es un equipo vulnerable, que producirá malos resultados. Si el
equipo está mal preparado, lo recomendable es que usted negocie solo. Si el otro
equipo está mal preparado eso representará una tremenda oportunidad para us-
ted, oportunidad que usted deberá usar.
Cuando los equipos están mal preparados, los miembros, con ánimo de contribuir,
dicen cosas y revelan informaciones que van en contra de los objetivos de la nego-
ciación. Por esto, la mínima preparación es tener un jefe de estrategia en la mesa
de negociación que es aquel que decide quién habla en cada momento, dependien-
do si el aporte de cada persona es estratégico y conveniente; es como una “persona
ancla”.37 De esta forma se minimizan las intervenciones perjudiciales.
De otro lado, si el equipo está muy bien preparado, sabe negociar como equipo,
todos tienen sus roles, tienen sus códigos de comunicación, tienen preparadas su-
ficientes jugadas, será un equipo imparable y con resultados sorprendentes. Será el
llamado equipo tigre.
35
Claro está que hay personas deshonestas que tienen un nivel de cinismo tan grande que no les importa el
castigo social y actúan en la sociedad como si nada hubiese pasado. No se esconden, pues no sienten ver-
güenza, ni arrepentimiento.
36
Hay personas y empresas inmersas en sectores en donde la forma de conseguir las cosas es a través de actos
poco éticos. Muchas veces justifican sus malos comportamientos porque los ven como la única forma de
salvar la empresa.
37
La “persona ancla” es la forma como se conducen los noticieros. Una persona está en estudio, menciona una
noticia, pasa a los periodistas que están en el sitio de la noticia, la entregan y después devuelven a estudio.
Es razonable que haya diferencias entre los miembros de un equipo, pero no mues-
tre sus fracturas en la mesa de negociación, a no ser que sean ficticias y se usen
como una táctica. También es posible que alguno de los miembros del otro equipo
esté más de acuerdo con usted que con los mismos compañeros de él y por eso,
dicha persona es un recurso valioso en la negociación afuera de la mesa.
Aquí sería muy importante lograr perfilar a cada uno de los miembros del otro
equipo y clasificarlos de acuerdo con su poder (alto, bajo) y su postura (en contra
suya, a favor suyo), de acuerdo con su experiencia, con su cargo, con su personali-
dad. Después de hacer esto podremos detectar afinidades con nosotros, afinidades
que deberemos usar en la mesa de negociación y fuera de ella, pues en momentos
de crisis y de rompimiento de las negociaciones, son el hilo delgado que puede
salvar la negociación y hacer que cada una de las partes retorne a la mesa de ne-
gociación.
Confusión oriental
María es la Gerente de un proyecto importante de infraestructura que
está siendo construido por una firma oriental con quien tienen grandes
problemas en los tiempos, en los costos, en la calidad. Eso ha impli-
cado una serie interminable de reuniones en diferentes países con el
señor Kim, y cuando ya estaban a punto de llegar a un acuerdo, Kim
fue reemplazado por el señor Lee quien quiso empezar desde cero las
conversaciones. Cuando estaban a punto de llegar a acuerdo, el señor
Lee fue reemplazado por el señor Park. Una gran confusión oriental con
la intención de dilatar las negociaciones.
Hay negociaciones cruciales en las que usted tiene que estar en la mesa de ne-
gociación, pues si no está en esa mesa, estará en la mesa como menú de los
demás.
En realidad hay negociaciones en las que usted puede estar ausente, pues el proce-
so es desgastante y los resultados no lo afectan a usted en forma considerable; hay
otras negociaciones tóxicas en donde habrá pérdidas de rentabilidad, de imagen, de
poder político y tampoco es bueno estar. En cambio, hay negociaciones en las que
usted debe estar y no se debe dejar sacar de ellas, pues son negociaciones en las
que el futuro suyo está en juego.
biar a usted como negociador, algunas personas estarán definiendo su futuro por
usted. Como decía Welch “controle su destino o alguien más lo hará por usted”.
Las ventas simples son aquellas que se hacen en una sola visita, la decisión la to-
man las personas que están negociando con usted y la toman en su presencia. Las
ventas complejas son aquellas que no se hacen en una sola visita, en donde la de-
cisión se toma en ausencia del vendedor y la toman múltiples personas. Por esto,
en las ventas complejas es preciso tener a alguien de adentro que nos defienda,
que nos haga la llamada venta interna. Esa persona es un sponsor, nos defiende,
presenta nuestra propuesta de valor, entrega experiencias positivas. Cuando no te-
nemos sponsor, es muy posible que perdamos la venta compleja.
Es mejor negociar con alguien que sabe negociar. Por eso, entrenar en negocia-
ción a sus propios clientes o a sus propios proveedores no es un desacierto; es
inteligencia.
Existe un paradigma muy común que consiste en pensar que las asimetrías de capa-
cidad de negociación favorecen a los mejores negociadores. Ese pensamiento pa-
rece lógico, pero hay que darle un segundo análisis, pues cuando dos partes están
relacionadas, la capacidad de cada una de ellas, afecta a la otra.
La negociación es un proceso que se debe llevar a cabo entre ambas partes, así
como también la comunicación. Si usted me dice algo y yo no lo entiendo, el proble-
ma de comunicación no solo es mío; también es suyo si se trata de una relación de
interdependencia, es decir, en donde usted depende de mí y yo dependo de usted
para que el resultado de la negociación sea efectivo.
Es una mala relación si todas las ideas buenas salen solamente de un lado. La me-
jor relación es en donde hay co-diseño o co-creación. Cada una de las partes aporta
a la relación, aporta algo de valor positivo. Lo que se busca es: 1) que ambos sean
Negociar y bailar
Juan, que es un excelente bailarín, un día conoce a María, una mujer
hermosa, a quien también le encanta bailar y queda enamorado. Salen
a su primera cita de baile y Juan se da cuenta que María es la peor bai-
larina que ha visto en su vida; es tiesa, no tiene sentido alguno de ritmo
y además ella está convencida de que baila muy bien; es un completo
desastre, pero la mala noticia es que a ella le encanta bailar y quiere
salir a bailar al menos 3 veces a la semana, pues dice que el baile es la
pasión de su vida y que el que Juan sea un buen bailarín es un regalo
para ella. La vida de Juan está en problemas. Si Juan quiere seguir la
relación va a tener que enseñarle a María a bailar hasta que llegue a un
nivel mínimo en el que no sea molesto bailar con ella. El que tiene más
habilidades tiene más responsabilidades.
Capítulo 2
Los intereses y las personas
Poder saber lo que nosotros queremos y además poder saber lo que quieren las
demás personas que están negociando con nosotros es una gran competencia y nos
entrega una considerable ventaja estratégica. Si esta actividad de perfilar al otro la
hacemos con la suficiente dedicación y estructura, podemos decir que el resto de la
negociación es un proceso de trámite. Debemos conocer los intereses, las necesida-
des, los problemas, los dolores, las insatisfacciones, las motivaciones, las pérdidas,
los temores, etc.
Asegúrese que el otro tiene interés en llegar a un acuerdo. Para eso haga que
el otro involucre recursos reales. A veces el objetivo del otro es no llegar a un
acuerdo.
Un buen acuerdo podría definirse de muchas formas, pero una de ellas es usando
los elementos del Método Harvard. Un buen acuerdo satisface eficientemente los
intereses de las partes (intereses) con soluciones creativas (opciones) soportadas
en forma razonable (criterios); un buen acuerdo es mejor que las alternativas al
acuerdo, es decir, mejor que las soluciones que están afuera de la mesa de ne-
gociación (alternativas); un buen acuerdo es factible en su implementación (com-
promiso) y se logra mediante una buena comunicación (comunicación) y una bien
manejada relación (relación).
Pueden estar en la mesa de negociación por múltiples razones tales como evitar
que usted inicie negociaciones con otra persona, conseguir información importan-
te del negocio que después van a usar en otras negociaciones, crear el “triángulo
de la seducción” para que un desinteresado se interese, poder expresar sus ideas
ante ciertos públicos que están pendientes de las negociaciones, tener acceso a
los medios de comunicación, hacer perder el tiempo al otro, mostrar que tienen
ánimo de negociación.38
Thomas Kessler
En la serie Suits, Thomas Kessler tiene una firma de muebles exitosa y,
Simon Lowe, uno de los clientes de Harvey Specter, le pide que organice
una reunión con Kessler para que sea el almacén ancla en unos centros
comerciales importantes, acuerdo que es maravilloso. Se dan la mano
y queda sellado el trato, pero unos pocos minutos antes de firmar el
acuerdo, Specter se entera que la intención de Lowe era solo hacer que
Restoration, con quien venía negociando, subiera su oferta y así lo hizo.
La empresa B hace su oferta muy atractiva, un 10% por debajo del pre-
cio de A. Usted toma entonces esa oferta de B, se va donde A mos-
trando su clara molestia por la gran diferencia de precios y le anuncia
que están considerando cambiar de proveedor. La empresa A le pide a
usted que le permita recalcular el precio y así lo hace. Usted entonces
cierra con A que es su proveedor tradicional y le dice a B que como los
precios son iguales seguirá con A. La empresa B era un cadáver desde el
comienzo, pero no lo sabía.
38
El “triángulo de la seducción” se da de la siguiente forma: A no está interesado en B, así que B busca seducir
a C y de esa forma A ahora sí se interesa en B.
Muchos de estos negociadores usan expresiones evasivas tales como: “no estamos
negociando, solo estamos hablando”, aun cuando queda claro que estar hablando
ya es parte de la negociación; “no tenemos un acuerdo, tenemos solo un entendi-
miento”, que usan para no comprometerse y poderse salir con facilidad; “estamos
de acuerdo en principio” para poder abortar la negociación en cualquier momento.
Para verificar que hay un real interés en llegar a un acuerdo haga que las partes
inviertan recursos reales y cuantiosos para llegar a la mesa de negociación y para
continuar el proceso. También puede usted empezar a alejarse de la mesa para ver
si el otro reacciona para recuperar la negociación.
En negociaciones complejas es muy probable que las partes hayan tenido que des-
embolsar muchos recursos antes de llegar a un acuerdo. Esos recursos serán nece-
sarios para hacer la negociación, pero también son una desventaja para quien los
desembolsa, pues en caso de que no haya negociación efectiva tales desembolsos
se convierten en los llamados costos hundidos o sunk costs, que son costos que no
se pueden recuperar sin la implementación del acuerdo; solo se recuperan si la
negociación es una realidad.
Por esto, usted debe asegurarse que los costos pre-operativos de la negociación se
hagan en forma simétrica, es decir, que si no hay negociación, ambas partes pier-
dan. En caso que usted sea el único que haya hecho estos desembolsos, será usted
el que tiene más problemas si no hay negociación y por eso entonces usted estará
dispuesto a hacer más concesiones, a perder rentabilidad con tal de no perder los
gastos ya realizados. Un término que acuñé para mostrar esta situación es “poder
de inversión: mientras más haya invertido para llegar a la mesa de negociación,
menos poder tendrá allí”. Es una ironía.
Debemos saber quién busca a quién para negociar y a quién le afecta más el
tiempo. Si a usted lo están buscando, usted tiene más poder que cuando es us-
ted el que busca.
Debemos tener en cuenta quién busca a quien para negociar. Si a usted lo busca
alguien para negociar, es porque esa persona tiene un interés específico en ha-
blar con usted, ya ha analizado las situaciones y considera que usted puede ser la
solución a los problemas de ella. No solamente se puede referir a problemas, sino
también a oportunidades que quiere aprovechar y usted sería la palanca para poder
lograr este aprovechamiento. Usted puede ser la pieza que le falta en el rompeca-
bezas.39
Si el otro lo busca a usted puede tener una ventaja derivada de la perfección del
análisis de la situación, así que si lo presiona a usted para que defina en el momen-
to, es posible que usted tome decisiones sin la suficiente información. El otro tuvo
mucho tiempo para analizar y le pide a usted que decida en forma inmediata. No
se apresure.
Hay negociadores que tienen más urgencia de negociar y por eso estarán dispues-
tos a entregar más con tal de llegar a un acuerdo, pero deben entender que la ne-
gociación se rige por uno de mis principios que hemos llamado “Ley de la velocidad
constante” que dice que cuando una de las partes acelera, la otra frena. Si ven que
usted quiere un acuerdo con urgencia y está presionando para ello, la contraparte
empezará a dilatar el acuerdo, a mover las reuniones, a exigir más condiciones com-
plejas, etc.
Varios dichos populares de los abuelos están en esta línea. Uno de ellos dice “no
muestre las ganas” y otro dice “el que muestra el hambre no come”, así que aun
cuando usted tenga más urgencia de lograr el acuerdo y esté más ilusionado, no lo
manifieste.
Los negociadores habilidosos leen la cara suya, las expresiones que usted usa, las
sonrisas de satisfacción con lo acordado, los movimientos que usted hace, las con-
cesiones que usted ofrece y, de acuerdo con eso, determinan el nivel de urgencia
que usted tiene, y actúan conforme.
Es preciso cambiar expresiones como “negocios son negocios” y “no es algo per-
sonal”, pues en todas las negociaciones hay intereses personales, como también
intereses del negocio. Los intereses del negocio benefician al negocio mismo,
mientras que los intereses personales benefician al negociador. En la mayoría de
las negociaciones son más importantes los intereses personales que los intereses
39
El texto original era “quién busca a quién”, pero decidí especificar que lo buscaba para negociar. Si lo
buscan a usted para matarlo o para hacerle el mal, el análisis es diferente. De otro lado, en teoría de guerra
se dice que hay que hacer que el enemigo venga donde nosotros cuando estamos preparados y lo estamos
esperando.
de negocio y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Cuando se trata de empresas
familiares muchas veces los aspectos personales, sus amores y odios, son el gran
obstáculo del negocio.
Atracción peruana
Phillipe es el CEO de una empresa francesa que opera en Francia y está
estudiando una fusión con varias empresas; está decidiendo entre una
empresa argentina y otra peruana, para operar en Buenos Aires o en
Lima. Al analizar estas empresas se encuentra que son idénticas en su
evaluación y los accionistas dejan en manos de Phillipe la decisión. Hay
una variable que puede desbalancear la decisión y es que María, la es-
posa de Phillipe, es peruana y está en crisis, pues ya no quiere seguir
viviendo en Francia. Es tan grave la situación, que María se divorciaría
si Phillipe no la acompaña a Perú para vivir allá. La decisión fue por la
empresa peruana, pues los factores personales se tomaron en cuenta.
El mínimo interés personal del negociador es que quiere quedar bien, ser bien tra-
tado, poder explicar con orgullo el acuerdo. No quiere decir que los intereses per-
sonales sean equivalentes a mal comportamiento del negociador o a corrupción,
pero sí podemos decir que en la corrupción muchas veces gana más el negociador
que el negocio.
exitosa tiene grandes habilidades para distinguir entre lo trivial y lo vital y, después
de hacer esta distinción, proceder conforme.
Secuestro
Un ejemplo cruel es la negociación de un secuestro en donde el objeti-
vo esencial del negociador es que el secuestrado retorne vivo y el obje-
tivo deseable es pagar poco. No es admisible pagar poco y que la perso-
na llegue muerta. ¿Desde el lado del secuestrador cuál cree usted que
es lo esencial? ¿No matar al secuestrado o que paguen mucho? Matar
al secuestrado no es la primera solución para ninguna de las partes.
Otro vértice de esta situación es que usted, aun cuando tiene claro qué es lo esen-
cial para usted, en la mesa de negociación busca que el otro se confunda frente
las prioridades suyas. Usted por ejemplo puede decir que algo no es negociable,
que es algo muy importante y que no lo puede entregar, aun cuando en realidad
no es importante y sí lo puede entregar. Muchos negociadores al escuchar esto se
concentrarán en quitarle a usted eso que “no es entregable”. Esta táctica se conoce
como el señuelo.
La pelota y el perro
Hay una táctica muy usada para hacer perder tiempo a los demás y
la llamo “la pelota y el perro”. Para jugar con un perro y mantenerlo
ocupado, usted le lanza una pelota y el perro va por ella, la trae y us-
ted la vuelve a lanzar a otro lugar, y el perro va por ella y la trae. Usted
está manteniendo ocupado al perro y usted es quien está dirigiendo la
situación.
Cuando una persona no quiere aprobar un informe o cuando quiere que el otro
pierda tiempo y se desgaste o cuando quiere que el otro se dedique a defenderse
en lugar de atacar, dicha persona usa la táctica del perro y la bola. Pide informes
largos, pide pruebas difíciles de conseguir, presenta tutelas y acciones judiciales,
etc. La oposición política usa esta táctica para paralizar un gobierno, los abogados la
usan para dilatar el proceso.40
Coyote y Correcaminos
Supongamos que alguna vez el Coyote logra atrapar al Correcaminos y
está feliz por lograr la hazaña. Lo agarra con rabia y le dice que lo va a
matar. El Correcaminos se declara perdedor y le dice al Coyote: “sé que
he perdido y lo reconozco; haga conmigo lo que quiera, despelléjeme,
sáqueme los ojos; lo que quiera, pero, por favor no me eche a este
hueco, se lo suplico”. El Coyote escucha esto e inmediatamente lo echa
al hueco, hueco por donde el Correcaminos sabía que había una forma
de escaparse.
El negociador debe saber que “cada mentira que contamos se endeuda con la
verdad; tarde o temprano esa deuda se paga”.
Como dice Legasov en la maravillosa mini serie de HBO Chernobyl, “cada mentira
que contamos se endeuda con la verdad y tarde o temprano esa deuda se paga”.
Los efectos de esa mentira no son sostenibles en el tiempo. Cuando leemos libros
como “Down with Big Brother. The Fall of the Soviet Empire” o “Lenin´s Tomb. The
Last Days of the Soviet Empire”, podemos entender que la Unión Soviética se mos-
traba poderosa en sus programas armamentistas y de conquista del espacio, en lo
que realmente sí era exitosa, pero era una economía débil y destrozada. En estos
libros se presenta un concepto brillante y es el que llaman la rebelión de las má-
40
Una versión muy interesante de la pelota y el perro está en una de mis leyes que dice “la mejor manera de
que una idea no se haga, es crecerla indebidamente”. Las personas dicen que es una excelente idea y por eso
quieren que cubra más territorio, más líneas, a nivel global, etc. Es mostrar un falso optimismo y apreciación
para ahogar la idea.
Cuando una persona mantiene una mentira por muchos años, su sufrimiento es
tal que llegará el momento en el que, con mucho valor, confesará a los demás su
verdad. En este caso sí se aplica la frase de la Biblia que dice “la verdad os hará li-
bres”.41 Se dice que la verdad duele una vez, mientras que la mentira duele todo el
tiempo. Hay personas que mienten en forma innecesaria y abundante. Estas perso-
nas deberían entender un maravilloso principio que dice que “la mejor disculpa es
la verdad”. Deberían acostumbrarse a decir la verdad o al menos a abstenerse de
decir mentiras innecesarias.
Youth
En la película Youth hay una escena maravillosa acerca de la verdad.
En un balneario de lujo de los Alpes están Fred, un famoso director de
orquesta, Lena, su hija y Mick su gran amigo y director de cine. Lena
acaba de ser abandonada por su marido, hijo de Mick. Fred y Mick se
reúnen con el marido de Lena para conocer la razón por la que abando-
nó a Lena por Paloma, una mujer sin clase, sin educación, y después de
mucha presión contesta que se fue con esta mujer porque es la mejor
amante que un hombre puede tener. Ante ese racional, no hay nada
que hacer y se acaba la reunión.
41
Alguien decía que las personas que están en la lista de los más buscados se sienten tan presionadas que en
forma inconsciente cometen imprudencias para que sean atrapadas y así dejar de sufrir.
42
Anita Kelly de Notre Dame presentó en el 2012 el estudio “Science of Honesty”, patrocinado por la John
Templeton Foundation.
Si el otro lo engaña a usted una vez, la culpa es del otro. Si el otro lo engaña a
usted dos veces, la culpa es de usted. Aprenda a negociar con mentirosos.
Algunos dicen que si lo engañan una vez, la culpa es del otro, pero si lo engañan
a usted dos veces, la culpa es suya. Hay algunas personas que a pesar de ser en-
43
“Youth” es una película del 2015 y protagonizada por Michael Cane, Harvey Keitel y Rachel Weisz.
44
Si las personas ven la negociación como una guerra tomarán el principio que dice que la guerra se basa en
el engaño y en la apariencia.
gañadas por una persona varias veces, insisten en negociar con esa persona con la
esperanza de que cambie, pero en realidad las vuelven a engañar otra vez.
Hay un concepto jurídico que los negociadores deben tener en cuenta y es la lla-
mada “carga de sagacidad”, que es el deber que toda persona tiene de actuar con
astucia y prudencia. La carga de sagacidad cada día será más famosa, sobre todo
en los contratos de plataformas y aplicaciones de internet, en donde la mayoría de
nosotros aceptamos ciegamente los términos y condiciones. Estamos firmando un
contrato sin leerlo y con los ojos cerrados, en donde, con un simple click, damos po-
der a otras personas para que usen nuestra información y muchas otras cosas más.
Muchas veces, más de lo que usted cree, usted puede estar negociando con un
mentiroso, así que usted debe prepararse para esta negociación. Para negociar con
mentirosos sugerimos que siga el siguiente proceso: 1) detección: primero usted
tiene que detectar la mentira, pues si no la detecta, no tendrá nada que hacer. 2)
no evidencia: cuando detecte la mentira no la evidencie y continúe como si no la
hubiera detectado. 3) fórmula: en alguna parte del proceso involucre esa mentira
en una fórmula que perjudique al mentiroso. De esta forma, el mentiroso al verse
perjudicado, será él mismo quien saque la mentira del proceso.
El costo de la consultoría
Usted me solicita una consultoría y en los preliminares yo hago pregun-
tas para dimensionar su negocio. Pregunto por las ventas y usted me
dice que son $USD 100 millones. A mí me parece que esa cifra es muy
alta, pero no evidencio mi duda. Continúo la sesión y, en el momento
en que usted me pide el valor de la consultoría, yo le digo que vale el
0.5% de las ventas. Usted entonces se siente víctima de su propia men-
tira y empieza a decir que la cifra es la suma de todas las empresas de
los familiares, pero que las ventas suyas son solo de $USD 50 millones.
ayudarle a las personas para que tengan un mejor vivir y se enfocan en eso, todos
los procesos podrán ser más eficientes y la rentabilidad mayor.45
Los que se fijan metas altas tienen mejores resultados y se sienten menos satis-
fechos. Los que se fijan metas bajas tienen malos resultados y se sienten más
satisfechos.
Si un bien tiene un precio mínimo de venta de 100 y un máximo de 150, dos vende-
dores que logran negociar por 140, pueden sentirse diferentemente satisfechos. El
que mide con el límite inferior dirá que ganó 40 y está feliz, mientras que el otro dirá
que dejó 10 en la mesa de negociación sin tomar y estará insatisfecho.
Hijos diferentes
Juan y María son hijos maravillosos, con excelente corazón, amorosos,
pero tienen algunas diferencias en sus ambiciones. Un día llegan a la
casa ambos hijos después de haber presentado un examen en el co-
legio. Juan llega feliz y María muy triste. Juan está feliz pues logró el
60%, que es la mínima calificación para ganar y María está triste porque
logró 95%, sabiendo que podría haber logrado 100%.
Problemas sexuales
En una escena de la película “Annie Hall” de Woody Allen, los esposos
van a una sesión de terapia con sus respectivos siquiatras y las sesiones
se dirigen hacia el aspecto sexual. El esposo dice que casi nunca hacen
el amor y la esposa dice que lo hacen con excesiva frecuencia. Entonces
los siquiatras preguntan por la frecuencia y ambos responden en coro:
“tres veces a la semana”. Lo que para unos es mucho, para otros es
muy poco.46
En cuanto a la fijación de metas, hay unos negociadores que se ponen metas muy
altas y logran un resultado cercano a dichas metas, pero se sienten insatisfechos.
45
Gran parte de los ingresos de Blockbuster eran por las penalidades de los clientes por entregar tarde. La
empresa no hizo nada para disminuir ese error del cliente. Netflix le dio una lección importante.
46
“Annie Hall” es una película de 1977 y protagonizada por Woody Allen y Diane Keaton.
Otros negociadores se ponen metas muy bajas, logran resultados por encima de
dichas metas y se sienten muy satisfechos.
Detecte los intereses del otro antes que él mismo los detecte.
La mejor recomendación es que, además de conocer los intereses del otro, poda-
mos detectar intereses y necesidades que el otro todavía no se ha dado cuenta
que tiene. Es ir más allá. Hay oportunidades que el otro podría explotar y no se da
cuenta de ello. De otro lado, el otro normalmente tiene intereses que no quiere
revelar y agendas ocultas que quiere proteger. El objetivo es indagar, inferir, inves-
tigar afuera, para tener una mejor idea de dichos intereses y agendas ocultas.
Inside trading
Usted es un banquero de inversión que debe vender la empresa Acme a
un consorcio extranjero y con solo anunciar esa operación, las acciones
se duplicarán. Si usted mismo compra acciones de Acme está cometien-
do delito, así como también si les entrega esa información a terceros
(inside trading). Pasa lo mismo cuando usted compra unos terrenos por
donde usted sabe que se va a construir un gran proyecto, que usted
como gobernante o político es quien lo tiene que aprobar.
En la teoría de solution selling, el dolor del cliente, que es una especie de interés, se
clasifica en dolor latente (el cliente no ha detectado el dolor), dolor racionalizado
(el cliente ha detectado el dolor, pero está convencido de que no hay solución y se
engaña pensando que el dolor no existe y en cambio es una maravilla la situación),
dolor admitido (el cliente admite que tiene un dolor que necesita resolver), bús-
queda de solución (el cliente está en búsqueda activa de una solución y hay cierto
sentido de urgencia). Si en este párrafo usted cambia la palabra dolor por otras
palabras como necesidad, problema, oportunidad, hará también sentido.
como visitar una finca en donde dicen que, si una vaca le pasa la lengua
por la calva, le saldrá pelo, pero tampoco hay resultados. Entonces llega
a la siguiente conclusión: 1) en realidad es un mal que no tiene reme-
dio; 2) no voy a buscar lo que no existe, es decir, ya no vuelvo a buscar
remedio para lo irremediable.
Médico observador
Los buenos médicos tienen una habilidad maravillosa que es observar
múltiples características del paciente y después conectarlas para poder
dar un diagnóstico. Muchas veces ese diagnóstico es elusivo, pues el
médico no encuentra la explicación a los males del paciente. A veces es
el paciente el que no se ha dado cuenta del problema que tiene.
Hay otra fase muy importante, que pocas veces se tiene en cuenta, y es “problem
finding”, que es la búsqueda de los problemas que no son evidentes para quien
tiene el problema. Todos nosotros estamos en algunas situaciones en estado de
“incompetencia inconsciente”, es decir no somos conscientes de nuestras propias
incompetencias. No sabemos que no sabemos.
El status quo del otro es uno de los más poderosos competidores suyos. El ser
humano se resiste al cambio y cambiará solo cuando vea que los beneficios su-
peran los riesgos.
Una de mis teorías es la del imposible posible que se define como algo que es
imposible para mí hoy, dado el nivel de recursos y calidad de la visión que tengo
hoy. Si cambiamos el nivel de recursos y la calidad de la visión, eso que antes era
imposible, puede ser posible ahora. La ciencia en realidad es volver posible lo que
se considera imposible.
En una negociación, ya sea comercial o no, el competidor más agresivo que tene-
mos es que el otro decida no hacer nada, que decida quedarse como está. Es el
más agresivo porque el status quo le da cierto sentido de tranquilidad, pues no tie-
ne que cambiar y los seres humanos tenemos una enorme resistencia al cambio.
Muchos no cambiamos, ni siquiera para estar mejor.47
Una situación un poco diferente es cuando la persona está sufriendo enormes do-
lores, ya sean físicos o financieros, y está convencida que no puede seguir así. Está
buscando activamente una solución a los problemas y en este caso estará dispuesta
47
La expresión popular “mejor malo conocido que bueno por conocer” revela ese temor al cambio.
Esa persona que tiene un dolor claramente reconocido, debe también considerar el
riesgo que representa la solución. Si el dolor es más grande que el riesgo, tomará
la decisión y probará las soluciones que usted le ofrezca.
La percepción del riesgo tiene un componente subjetivo, por eso su cliente puede
percibir un riesgo, mientras que usted sabe que no existe dicho riesgo. Usted como
experto en el producto y en el proceso de su aplicación, sabe que no hay riesgos,
pero el otro piensa que sí los hay. Este es un caso clásico de mi teoría de las dos
orillas, pues una de las partes está en la orilla del conocimiento y la otra en la orilla
del desconocimiento. Si usted está en la orilla del conocimiento y el otro no, usted
debe llevarlo de la mejor manera para que administre sus temores y sus riesgos y
pueda pasar a la orilla del conocimiento. El temor a lo desconocido es una herra-
mienta de la evolución que tenemos implantada; es enorme y es real. Según las
publicaciones especializadas en desordenes de ansiedad, el miedo es la emoción
principal del ser humano y el temor a lo desconocido es el miedo fundamental. El
conocimiento puede dar tranquilidad, algunas veces.48
Lo que el otro no estaría nunca dispuesto a perder, es lo que más valora el otro.
Concéntrese en eso, para asegurarle que no lo perderá o para amenazarlo con
la pérdida.
Está demostrado mediante muchos estudios que las personas se motivan más por
evitar pérdidas que por lograr ganancias. Para saber qué es lo que más aprecia el
otro, usted debe averiguar qué cosas nunca estaría dispuesto a perder. Si el otro
siente que lo que más aprecia está en un real y alto riesgo de perderse, buscará
hacer todo lo posible para evitar dicha pérdida. En esas cosas que nunca quisiéra-
mos perder está nuestra vulnerabilidad y es allí donde precisamente nos atacan los
enemigos.
Fuerte débil
Uno de los más famosos narcotraficantes perdió su batalla con la policía
cuando se dio cuenta que su familia estaba en riesgo. Para asegurarse
que estuvieran bien su esposa y sus hijos, se comunicó con ellos más
del tiempo prudente, y así la policía logró triangular la señal y detectar
su ubicación. Ese fue su final.
48
Hay información que potencia y otra que paraliza. En las películas de gangsters el conocimiento es peligro-
so, muchas veces: “sabía demasiado”.
Usted entonces puede tener dos tipos de actitudes. Una es amenazarlo con la pér-
dida y la otra es ayudarlo a que no tenga la pérdida. Esas dos actitudes son comu-
nes en los interrogatorios de un sospechoso. En algunos casos los policías, actúan
como unos brutales depredadores, usando la violencia física y sicológica, poniendo
al sospechoso en la sin salida, mostrándole escenarios desesperados en los que el
sospechoso estará en horribles condiciones en caso de no colaborar en el interro-
gatorio.
En la otra actitud, le describen ese mismo escenario, pero actúan como aliados y
como las únicas personas que le pueden ayudar al sospechoso a no llegar allí y, para
eso, el sospechoso le debe ayudar a quien interroga contando la verdad, revelando
información, delatando a otros.
En las negociaciones muy difíciles tenga en cuenta lo que decía Maquiavelo: “el
hombre olvida mucho más fácil la muerte de su padre que la pérdida de su pa-
trimonio”, así que si usted diseña algunas estrategias que pongan en riesgo el pa-
trimonio de ese negociador difícil, éste reaccionará. El egoísmo es la fuerza mayor
del mundo, así que cuando una persona tiene en riesgo todo lo que ha construido
durante su vida (patrimonio, imagen, reputación), hará hasta lo imposible para lo-
grar que esto no ocurra. La familia también es una construcción valiosa que no
queremos arriesgar, no queremos perder.
Esta es una de las reglas más claras de la negociación, pues el negociador de alto
desempeño está convencido del siguiente principio: hay que negociar con quien
hay que negociar, es decir, hay que negociar con la persona correcta. Correcta no
es equivalente a amable, inteligente, generosa. La persona correcta es aquella que
tiene la autoridad y el poder para negociar, para hacer las concesiones requeridas
y tomar la decisión que necesitamos que se tome. Esa persona correcta puede ser
un amigo nuestro o un enemigo nuestro; el concepto de amistad o enemistad no es
el central en la negociación.
Si usted va a negociar conmigo solo porque somos amigos, es posible que usted
esté equivocado. Si usted se rehúsa a negociar conmigo porque yo soy su enemigo,
usted también posiblemente está equivocado. A los comerciales normalmente les
recomiendan que se hagan amigos de los clientes, recomendación que no es muy
saludable, pues la amistad no es la variable central en estas negociaciones. La varia-
ble central es la capacidad de crear valor al otro. Usted crea valor cuando el otro
está mejor después de negociar con usted.
Podemos decir además que es muy fácil que un amigo se convierta en un enemigo
en los procesos de negociación, debido a las dificultades del proceso y a la cali-
dad de los resultados. Es más difícil el proceso inverso, es decir, que el enemigo se
vuelva amigo. No se debe ver al otro como enemigo, pero tampoco ver al enemigo
como un amigo. El cambio de enemigo a amigo es un poco más difícil, pero cuando
esto pasa, puede haber unos resultados más abiertos en la negociación, pues un
antiguo enemigo que se vuelva amigo deberá ser muy claro en sus acciones, para
mostrar en forma evidente su apoyo al antiguo enemigo, y demostrar que es una
persona con credibilidad.
Síndrome de Adán
Una situación muy repetida es cuando llega una persona nueva a la
empresa con el Síndrome de Adán, es decir, pensando que antes de él
no hubo nada, que los antecesores lo hicieron todo mal y es necesario
hacer un cambio radical. Como parte de ese cambio, esta persona des-
pide a un gran número de personas de la organización, pero con el paso
de los días la organización también despide al “despedidor”. El que des-
pide a todos al final es despedido.
Estar cerca del enemigo tiene una ventaja o desventaja adicional y es que después
de hablar y compartir nuestros puntos de vista es posible que veamos el problema
como algo menor. Podríamos también llegar a la conclusión de que el problema no
tiene solución, pero la relación se puede mejorar. Hay que tener en cuenta el po-
deroso efecto de mezclado (blending) que hace que desarrollemos relaciones con
el solo hecho de compartir, de hablar. El Síndrome de Estocolmo es un ejemplo de
este mezclado.
50
Muchas otras fuentes dicen que Göring fue capturado. No se entregó el mismo.
51
“Los Juicios de Núremberg” es una película del 2000 basada en el libro “Infamy of Trial” de Joseph Persico
y protagonizada por Alec Baldwin.
que se había decidido que fuese el juez inglés quien presidiera, pues
Estados Unidos no quería ser tan protagonista. Eso fue una enorme
ofensa para Biddle y, éste por venganza, en el trascurso del juicio bus-
có hacer boicot al fiscal, su compatriota, limitando sus declaraciones
y beneficiando las declaraciones de Göring. Los intereses personales
por encima de los intereses de negocio. El amigo se volvió enemigo e
implícitamente se asoció con el nazi. Soy amigo de tu enemigo, porque
soy tu enemigo.
Romper relaciones con alguien y dejarle de hablar es un error enorme, aun cuando
común, pues deberíamos tener en cuenta la recomendación de Maquiavelo cuando
decía que “con los amigos cerca y con los enemigos más cerca aún”. Si estamos cer-
ca a los enemigos podremos conocer con más claridad sus movimientos y poder
anticipar nuestras estrategias. De otra forma nos enteraremos de las estrategias de
los enemigos en forma tardía.
Cuando peleamos con alguien o cuando algo que el otro nos dice, no nos gusta, lo
natural es alejarnos de esa persona, pero esa estrategia no es muy inteligente.
Las relaciones son muy frágiles y una relación de muchos años se puede dañar si,
durante un corto tiempo, dejamos de hablar y nos alejamos. Volver a reconectar
las relaciones es algo muy difícil. Para las personas con las que tenemos problemas
deberíamos tener más tiempo asignado para hablar, pues debemos arreglar la si-
tuación.
Esteban Trueba
En “La Casa de los Espíritus” de Isabel Allende, Esteban Trueba, en un
ataque de cólera, le pega a Clara, su esposa y Clara pierde unos dientes.
A partir de ese mismo momento Clara promete no hablarle nunca más
en la vida a su marido, promesa que cumple plenamente, a pesar de
que nunca se separaron. Clara siempre se comunicó con su marido a
través de terceras personas.
Como con los erizos, mucha cercanía puede implicar dolor y mucha lejanía pue-
de implicar soledad.
Schopenhauer presentó el Dilema del Erizo que es una metáfora maravillosa para
entender la convivencia que es más compleja con algunas personas que con otras.
Los erizos sintieron frío y se empezaron a acercar para tener más calor, pero a medi-
da que se acercaban más, las púas se enterraban en la piel de los erizos. Se fueron
alejando hasta que llegaron a una distancia adecuada en la que no había tanto
dolor y el frío se podía disminuir.
56 Tips Esenciales de Negociación - Volumen 1
José Ignacio Tobón L.
Hay personas con quienes tenemos diferencias y una de las razones de dichas dife-
rencias es que somos muy parecidos, que tenemos los mismos defectos, defectos
que no hemos sido capaces nosotros mismos de aceptar. Esas personas son per-
sonas que queremos, personas que necesitamos, pero con quienes la interacción
es difícil. Lo que hay que buscar es tener la cercanía adecuada para que podamos
disminuir los problemas, pero que podamos estar juntos.
En persuasión alguien dijo “I like you because I am like you” que se refiere a que
nos gustan las personas parecidas a nosotros, que comparten gustos, perspectivas.
Cuando estudié esta frase hice una modificación, que incluí en mi libro “Arte y Cien-
cia de la Persuasión”, definida como “I do not like you because I am like you”. Con
eso quiero decir que a veces el otro es el espejo de nuestros defectos, de lo que
no queremos ser y por eso lo rechazamos. Podríamos decir: 1) me gustas porque
refuerzas lo bueno mío; 2) te odio porque evidencias lo malo mío.
Haga acuerdos entre amigos pensando que algún día van a ser enemigos.
que se dañen, pues es más fácil destruir que construir, como se puede concluir de
la Ley de Entropía que dice que “todo tiende a deteriorarse, a no ser que aparezca
una fuerza externa que restaure el equilibrio”.
No podemos decir que los amigos de hoy serán los amigos en el largo plazo y
sobretodo después de la implementación de las negociaciones; por algo algunos
sugieren no hacer negocios con amigos. La implementación del acuerdo puede evi-
denciar algunos errores de la negociación y algunas de las partes se pueden sentir
mal tratadas por sus propios amigos, algo que vuelve la relación muy emocional. Es
posible entonces que sus amigos se conviertan en sus enemigos.
En muchos contratos se incluye una cláusula compromisoria que dice que las par-
tes se comprometen a que cuando surjan problemas graves entre ellos, ellos pri-
mero asistirán a un centro de conciliación para buscar solucionar dichos problemas
antes de iniciar procesos legales. Todos los contratos tienen además cláusula para
solución de controversias en centros de conciliación y arbitraje, pues saben que los
problemas estarán a la puerta.
52
Como dice un dicho maravilloso: “después de los hechos, hasta el tonto es sabio”.
Cuando hay éxitos y ganancias todos quieren ser padres del éxito, pero cuando hay
fracasos y pérdidas, nadie quiere reconocer la paternidad del fracaso y, en cambio,
buscan salvar sus responsabilidades asignando las culpas a los demás. Hay que es-
tar preparados para ese conflicto alrededor del fracaso.
Una recomendación sabia es que en toda relación, ya sea personal, laboral o comer-
cial, usted calcule sus costos de salida. Debe saber cuánto le cuesta salirse de una
relación personal, de una relación laboral o de una relación comercial.
Si los costos de salida suyos son muy altos, usted no tiene poder y estará aun peor
cuando los costos de salida del otro sean bajos, es decir, que los costos suyos de
salida son altos y asimétricos en contra suya. Nunca deje que los costos de salida
suyos sean altos y asimétricos en contra suya. Para eso busque bajar sus costos de
salida o hacer que sean altos también para el otro.
Nunca sacrifique la relación por lograr los resultados, pero tampoco sacrifique
los resultados por proteger la relación.
Hay negociadores duros que le dan mucha importancia a los asuntos y poca im-
portancia a la relación. Están incluso dispuestos a sacrificar la relación con tal de
obtener los asuntos. Hay otros negociadores suaves que le dan más importancia a
la relación que a los asuntos y están dispuestos a sacrificar los asuntos con tal de
no dañar la relación.
Un concepto muy extendido entre los negociadores es decir que cuando las nego-
ciaciones son de una sola vez (one shot) se puede hacer lo que sea, incluso enga-
ñar al otro, pues no se verán de nuevo, pero que cuando se trata de negociaciones
repetitivas (revolver) deben comportarse bien, pues de otra forma se arriesgaría
la relación.
Esa forma de pensar, aun cuando común, debería reformularse. Es cierto que en
las negociaciones repetitivas con la misma persona o en las negociaciones con una
persona a quien vamos a ver muchas veces, debemos modelar el comportamiento
para no dañar la relación y poder negociar posteriormente en futuras ocasiones. En
esto podemos coincidir con el pensamiento extendido mencionado. No estamos de
acuerdo con la actitud en las negociaciones de una sola vez, pues en las negociacio-
nes únicas debemos tener en cuenta el efecto de la reputación. La reputación que
consigamos en una negociación de bajo valor con una persona nos puede afectar en
otras negociaciones con otras personas diferentes y de valores mucho mayores. Es
lo que hemos llamado los enemigos invisibles, que son enemigos que nunca supi-
mos que teníamos, pero pueden ser originados en la reputación de negociaciones
nuestras del pasado.
Mi pérdida invisible
Yo hago un negocio con usted y, en forma descarada, lo engaño por
$USD 100.000; lo hago con alevosía. Usted queda furioso conmigo,
pero a mí no me importa. Unas semanas después usted se encuentra
con un inversionista amigo suyo y éste le dice que viene a reunirse con-
migo, pues quiere invitarme a un negocio en el que yo ganaría $USD
100 millones. Usted inmediatamente le dice que no venga donde mí,
pues soy una persona deshonesta y le cuenta la experiencia suya con-
migo. Su amigo le agradece a usted y decide no invitarme. Tuve una
pérdida significativa, pero invisible.
En el tiempo que estamos viviendo, las acciones de una persona podrán ser cono-
cidas por miles de personas a través de las redes sociales, es decir, no se trata de
algo secreto, pues como dice Zoe Barnes en la serie “House of Cards”, “en estos
tiempos de redes sociales cuando hablamos con una persona, estamos hablando
con miles”. Las empresas saben esto y por eso buscan comportarse bien. Cuando
la negociación era uno a uno, las empresas no estaban tan presionadas para com-
portarse bien, pero ahora con las redes sociales las cosas han cambiado a favor del
comprador.
Hasta hace unos años se usaba la expresión latina “caveat emptor”, que significa
que el cuidado de no ser engañado lo debería tener el comprador. Ahora se habla
de “caveat venditor”, que significa que es el vendedor quien se debe cuidar de la
transacción, debido a la transparencia y a la visibilidad a través de las redes sociales.
Cuando vaya a negociar con alguien averigüe cuáles han sido los mayores fra-
casos y éxitos de dicha persona. Mire los drivers del comportamiento.
Los fracasos son efectos muy importantes que moldean nuestro comportamiento,
así que cuando usted vaya a negociar con alguien, haga una previa investigación
para averiguar cuáles son los mayores fracasos de esa persona.55
Para muchos de nosotros hay una relación muy directa entre los fracasos del pa-
sado y las virtudes nuestras del presente. Si usted hace unos años fracasó por falta
de control en sus operaciones, es muy posible que usted hoy haya desarrollado
habilidades de control. Otra óptica frente a los fracasos, es que los fracasos dejan
huella, dejan temores, a veces paranoicos y, en algunos casos, vergüenza. Tenga
mucho cuidado al tratar estos temas, porque los fracasos son áreas muy sensibles
y podemos obtener respuestas violentas o hacer que el otro se esconda.
Aun cuando no sean tan determinantes como los fracasos, los éxitos también son
importantes en el desarrollo de nuestras actitudes y estrategias, pues nosotros en
forma constante trataremos de replicar el éxito. A veces cuando tratamos de re-
plicarlo, cometemos un error muy común que es tratar de aplicar literalmente las
buenas prácticas de un área en la que fuimos exitosos a otra área diferente, y eso
puede generar un fracaso.
Cuando una persona quiere hablar de su vida, por ejemplo vida laboral, es muy po-
sible que se concentre en aquellas cosas que logró, pues los logros son referencias
55
El Principio de Pollyana dice que las personas procesan los hechos agradables o placenteros de una forma
más eficiente que los desagradables.
que muestran quiénes somos. Dirá por ejemplo que fue quien fundó una empresa,
que fue el primero en usar alguna tecnología, que fue quien implantó un sistema
novedoso, etc. Por esto hay que averiguar qué cosas buenas hizo en su pasado el
negociador con quién va usted a negociar.
Adicionalmente a los fracasos y los éxitos, sería importante incluir otros drivers de
los comportamientos de los negociadores como los siguientes: 1) los amores y los
odios, pues determinan las opiniones y los juicios, normalmente con sesgos; 2) los
pecados, pues son cosas que se quieren ocultar y que inmovilizan, pero pueden
darnos ciertas ventajas; 3) contactos y familia, pues las variables más influyentes
en el éxito de las personas son la calidad de la familia en donde nacieron y la calidad
de los contactos que tienen; 4) el foco en las personas o en las tareas, pues deter-
mina si son controladores (agresivos orientados a la tarea), perfeccionistas (pasivos
orientados a la tarea), buscadores de aprobación (pasivo orientados a las personas)
o llamadores de atención (agresivos orientados a las personas); 5) los niveles de
emocionalidad y racionalidad, pues muestran su balance o su falta de balance; 6)
los compromisos y deudas, pues pueden cerrar la puerta a acuerdos buenos, por
estar ya comprometidos los apoyos a otros o los recursos inmovilizados; 7) los ni-
veles de poder (alto y bajo) y la postura (a favor nuestro o en contra nuestra), para
saber con qué personas poderosas podemos aliarnos o de quiénes tenemos que
defendernos.
Capítulo 3
Comunicación
Póngase en los zapatos del otro y camine una milla (empatía). No cometa el
error de pensar que el otro es como usted (proyección).
La empatía busca poder comprender la visión del otro, sus situaciones y circuns-
tancias, entender sus opiniones sin prejuicios nuestros. Es reconocer que hay di-
ferentes escalas de importancia para las diferentes personas y que cada uno de
nosotros juzga usando nuestro propio sistema de medición.
El gran bufete
El dueño de un gran bufete de abogados convoca a sus 10 mejores abo-
gados y les dice que están allí por ser los mejores abogados del bufete,
y que tienen una misión específica que implicará trabajar día y noche,
sin descanso, por los próximos 5 días. El objetivo es diseñar la estrate-
gia para apoyar a la empresa A en la batalla contra la empresa B.
56
La idea original de este caso es de Lax & Sebenius de Harvard.
57
El Arte de la Guerra dice: si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro;
si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a
los demás, ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.
58
“Zelig” es una película de 1983 y protagonizada por Woody Allen y Mia Farrow.
Muchas veces he repetido la frase de Machado que dice “no hay extensión más
grande que mi herida”, pues quien tiene la herida experimenta un dolor mayor que
el dolor que alguien externo no herido podría experimentar. Un hombre no puede
entender plenamente el dolor que experimenta una mujer en un parto. Un soltero
no puede recomendar plenamente cómo manejar la vida de casados. Un industrial
que nunca ha estado en un sector específico no podría recomendar acerca de dicho
sector.
Es claro que para ser un buen negociador debemos desarrollar la capacidad de em-
patía, pero eso es algo muy complejo, pues la mayoría de nosotros somos lo contra-
rio, es decir, proyectivos. Proyección, como la definimos nosotros en la negociación,
es pensar que el otro es como yo. Si algo nos gusta, asumimos que al otro también
le gusta. Si nos disgusta, asumimos que al otro también le disgusta. Vemos al otro
como una proyección nuestra. Si para usted basta la palabra, no asuma que para el
otro también basta. Si algo es claro para usted, no asuma que es claro para el otro.
Entienda algo obvio: el otro no es usted.
Madre proyectiva
Un ejemplo muy evidente de proyección se registra en la relación de
las mamás y los hijos. Cuando una mamá tiene frío, inmediatamente
busca ponerle un abrigo al hijo, no importa que el hijo no tenga frío. Si
usted analiza en detalle la forma como una mamá alimenta un hijo, se
dará cuenta que muestra en forma evidente el efecto de proyección. La
mamá abre la boca antes de darle la comida al hijo, como si fuese ella
la que está comiendo.
Ese efecto de proyección en las mamás se puede ver como un mecanismo de super-
vivencia para la especie. Las mujeres al ser madres tienen unos cambios en sus sen-
tidos, en su química, que son una perfección. El umbral de percepción del sonido
De acuerdo con la Ventana de Yohari: 1) hay cosas que usted sabe y que el otro no
sabe (área oculta); 2) hay cosas que usted no sabe y el otro sí sabe (área ciega); 3)
hay cosas que ninguno de los dos sabe (área desconocida); 4) hay cosas que ambos
saben (área libre).
Como hemos dicho, no debemos asumir, pero si usted va a asumir algo, no asuma
que lo sabe todo; mejor asuma que no tiene la información completa, que todavía
le falta mucha información esencial que debería conseguir.
59
Barbara Ehrenreich en la revista Time en 1999 presentó un muy buen artículo titulado “The Real Truth
About The Female Body”. Este y otros artículos muestran la evolución del cuerpo de la mujer, e incluso
concluyen que hay un mayor grado de perfección en el cuerpo de la mujer que en el del hombre.
Mentira evidente
Usted y yo estamos en medio de una negociación y yo quiero tener
más claridad acerca de la forma como usted piensa y actúa. Una de las
formas de hacer esto es preguntarle a usted, por ejemplo, por el nivel
de las utilidades del negocio suyo, que yo lo conozco, pues estuve ase-
sorando otras empresas del mismo sector, y sé que es del 10% neto. Us-
ted me responde: “la utilidad depende del momento; en buenos años
es del 3% y en los malos es del 1%”. Con esta respuesta ya tengo más
información acerca de quién es usted.
Una buena práctica que muy pocas personas usan es planear por escrito las pre-
guntas que van a hacer en la mesa de negociación. Sería muy útil que se hiciera
esta planeación de las preguntas y para eso deberíamos seguir los siguientes pasos:
1) identificar la información que no tenemos y que consideramos estratégico conse-
guir; 2) ordenar estas informaciones de acuerdo con su importancia estratégica; 3)
determinar cuál es la mejor forma de hacer la pregunta y redactarla; 4) determinar
el orden en el que las preguntas se van a hacer en la mesa de negociación.
Las preguntas se deben hacer en una forma suave de tal forma que el otro no se
sienta atacado, ni intimidado, ni cuestionado, ni interrogado. Debemos hacer la
pregunta de tal forma que el otro las responda sin mucho costo para él. Preguntas
que pueda responder. Preguntas que podamos distribuir en el tiempo. En algunos
casos se puede usar la estrategia contraria y es presionar al otro con preguntas y
llevarlo al límite para que diga lo que no quisiera haber dicho nunca.61 Las personas
cuando tienen exceso de rabia, pierden el control y dicen verdades.
Si el otro le entrega con facilidad cierta información valiosa, por favor verifí-
quela. Puede ser que lo quiera manipular a usted o darle información privile-
giada que distorsiona.
La información de alta calidad es vital en cualquier proceso de nuestra vida, así
como lo es en la negociación. La calidad de la información según los expertos tiene
60
En teoría de la comunicación, la llamada Cantidad de Información es: la Información Recibida menos la
Información Previamente Conocida.
61
En la película “A Few God Men” hay una famosa escena en la que el acusado (Jack Nicholson) es presiona-
do en el estrado por el fiscal (Tom Cruise) hasta tal límite que responde lo que no debería haber respondido.
La masacre de Katyn
Entre abril y mayo de 1940, los soviéticos llevaron a cabo la llamada
Masacre de Katyn. Asesinaron a más de 21.000 polacos, la mayoría de
ellos del ejército y la policía. Llevaban a sus víctimas al bosque de Ka-
62
Hay espías que son más sofisticados, como “el temible operario del recontra espionaje”, Maxwell Smart, el
Super Agente 86 de la maravillosa serie “Get Smart” en los años 60. Un anti héroe que resuelve los proble-
mas de forma tonta, pero efectiva.
63
La duda metódica es la base del pensamiento científico. No se trata de dudar por dudar. Se trata de que
lo que se dice esté soportado en argumentos irrefutables que no generen duda. El aporte de Descartes fue
significativo en este aspecto.
tyn y en una forma sistemática las mataban con un tiro en la nuca. Las
armas que usaban eran armas soviéticas que se calentaban en exceso
por el arduo trabajo. Por eso decidieron cambiar a armas y municiones
alemanas, que eran de mejor calidad.
Si usted lo dice todo, pierde. Si no dice nada, también pierde. How much is enou-
gh? Hay que tener un buen “timing”.
No hay fórmula matemática para determinar cuánto decir y cuánto creer, pero a
medida que progresa la negociación en la mesa usted puede determinar eso con
mayor certeza. Se trata del timing y del buen juicio del negociador para saber no
solo cuánto decir, sino cómo y cuándo decirlo. Hay que recordar que muchas veces
la forma se convierte en el fondo.64
Hay que saber cuándo callarse y cuándo hablar, cuándo entregar información y
cuándo retenerla, cuándo presionar y cuándo soltar. Seguramente habrá también
momentos en los que hay que combinar este tipo de estrategias extremas, como
por ejemplo soltar, presionar, soltar, presionar y hacerlo a diferentes tiempos de
tal manera que no sea previsible y que haga que el otro esté en una estación de
incertidumbre en donde no tiene control.
En cuanto a lo que hay que creer es muy importante que usted desarrolle estrate-
gias de verificación. Los periodistas cuando tienen que sacar una noticia consiguen
información de diferentes fuentes para poder contrastarlas. Si una información es
64
Si una empresa quiere comunicar algo al público puede hacerlo en una rueda de prensa libre o en una entre-
vista controlada. Si es rueda de prensa libre no se sabe dónde terminarán las cosas. Si es en la entrevista hay
mayor control de los temas y del manejo de ellos.
ratificada por varias fuentes independientes, eso quiere decir que la información
puede ser entregada al público.
Un dicho árabe dice “no digas todo lo que sabes, pues el que dice todo lo que
sabe, muchas veces dice lo que no conviene”. El dicho también se aplica al creer, al
hacer, al juzgar y al gastar. Si lo creemos todo, podemos creer lo que no puede ser.
Si lo hacemos todo, podemos hacer lo que no se debe. Si juzgamos todo, podemos
juzgar lo que no es. Si gastamos todo, podemos gastar lo que no tenemos.
En la negociación no responda todo lo que le pregunten, no responda lo que no le
pregunten, aprenda a esquivar las respuestas. Uno de los postulados con los que
trabajan muchos negociadores es “si me preguntan, contesto; si no me preguntan,
no contesto”. Este postulado a pesar de ser muy común tiene sus excepciones, pues
hay algunas cosas que tienen tal gravedad y que afectan de una manera tan con-
siderable la negociación, que es necesario mencionarlas aun cuando las personas
no indaguen por ellas.
Cuando están en una auditoría, las personas que están siendo auditadas, tie-
nen la instrucción de solo responder lo que se les pregunta. Esta es una lí-
nea muy ligera entre lo que se debe hacer y lo que se hace, pues si la au-
ditoría lo que está buscando es determinar aquello que hay para mejorar,
entonces esconder aspectos que se pueden mejorar no está a favor de la empresa.
65
Algunas personas se molestan cuando yo respondo solo lo que me preguntan. Si me dicen: “¿me puedes
pasar la sal?”, yo solo me limito a responder que sí y no hago nada más, pues para mí el proceso está termi-
nado. Luego ellas expresan su requerimiento con más claridad y les paso la sal.
Asegúrese de que lo que usted quiso decir sea lo que el otro en realidad enten-
dió. No asuma el entendimiento.
Una experta en comunicación dijo alguna vez algo maravilloso: “cuando usted se
comunica perfectamente con el otro, es un milagro“. Esta frase revela lo difícil
que es comunicarse y las grandes posibilidades que tenemos de equivocarnos en la
comunicación.
Una forma simple de hablar de comunicación es decir que: 1) una cosa es lo que
queremos decir, 2) otra lo que efectivamente dijimos, 3) otra lo que en realidad
el otro escuchó y 4) otra lo que efectivamente el otro entendió. El objetivo de un
buen comunicador es que las cuatro sean la misma, pero a veces son cosas muy
diferentes.
Los alcohólicos
Un alcalde al llegar a su cargo ya tenía un buen diagnóstico de la situa-
ción del pueblo y el problema raíz era el alcoholismo de sus habitantes,
así que llamó a AA para que le llevasen el mejor orador. Así lo hicieron
y entonces reunieron a todos los borrachos del pueblo. El orador dijo:
“no voy a hablar del efecto del alcohol en el cuerpo; solo voy a hacer un
experimento y ustedes mismos sacarán las consecuencias”. Presentó
dos recipientes de vidrio. En uno de ellos había agua pura y en el otro
alcohol puro. El orador tomó una lombriz y la metió en el agua pura y
no le pasó nada a la lombriz. Luego la metió en el alcohol y la lombriz
se desintegró totalmente. Muy feliz con el experimento les preguntó a
los borrachos por la conclusión que sacaban y uno de ellos dijo: “es muy
obvio; la conclusión es que nosotros los borrachos no tenemos lombri-
ces”. Algo inesperado para el orador.
Mientras más crítico el proceso que estemos conduciendo, más riguroso debe ser
el control de la comunicación. Para el lanzamiento de un misil no basta con dar la
orden de lanzamiento; existe un protocolo que asegura la buena comunicación. In-
cluso, la persona que recibe la orden debe repetir lo que entendió para, de esa for-
ma, asegurarnos que la información llegue clara y concisa; para confirmar recibo.
Berlitz fundamental
Hay una publicidad de Berlitz, la empresa de enseñanza de idiomas, en
el que aparece un oficial de la guardia costera alemana quien recibe
un mensaje que dice: “Mayday, mayday. We are sinking”, es decir, que
se están hundiendo, están naufragando y el oficial responde: “What
are you thinking about?” con una pronunciación suave que confunde
sinking y thinking. El uno comunicaba sentido de urgencia y el otro res-
pondía con amabilidad.
Cuando existe una cadena de comunicación, es decir, que la persona uno le comu-
nica a la persona dos, la persona dos le comunica a la persona tres y así sucesiva-
mente, la pérdida de la calidad del mensaje puede ser considerable. Es muy común
en las grandes organizaciones en donde la información fluye de arriba abajo o de
abajo a arriba, que ésta llegue transformada, cambiada y eso tiene efectos muchas
veces nocivos. Puede llegar como algo tan insignificante que no hay necesidad de
hacer nada o llegar como algo catastrófico que puede crear una crisis y se toman
decisiones equivocadas, pues la situación no merece atención. Muchas veces la in-
formación tiene un proceso tan largo que cuando llega la información al lugar de
las decisiones, las cosas ya no son como antes y entonces se toma una decisión
incoherente con la situación real actual.
Una conversación exitosa debe: 1) ser abierta y honesta, 2) poder expresar las
opiniones, 3) poder compartir los sentimientos y 4) poder presentar las visiones
y teorías propias.
Es bastante increíble que a pesar de los grandes desarrollos tecnológicos, de haber
llegado a la luna, de entrar en inteligencia artificial, estemos ahora tantas personas
preocupadas por investigar formas para mejorar la comunicación. Es claro que hoy
tenemos aparatos muy sofisticados de comunicación, pero nos estamos comuni-
cando menos entre nosotros. Una publicidad coreana se llamaba desconectarse
para conectar, aludiendo al fenómeno de los móviles que hacen que las personas se
conectan más al móvil que a las personas.
Una conversación que pueda llamarse exitosa debería tener varias características
como las siguientes: 1) ser honesta y abierta, 2) poder expresar las opiniones de
cada uno, 3) poder compartir nuestros propios sentimientos, 4) poder presentar
nuestras propias visiones, nuestras propias teorías acerca de las situaciones que es-
tamos viviendo. En forma resumida podríamos decir que una conversación exitosa
se debería trabajar sobre la honestidad, sobre las opiniones, sobre los sentimientos
y sobre las teorías.
Gran conversador
Cuando voy a trabajar con uno de mis clientes, hay un transportador de
la empresa de mi cliente que hace hasta lo imposible por ser el selec-
cionado para recibirme en el aeropuerto y llevarme al sitio de las reu-
niones. Desde el mismo momento en que me subo al carro, el transpor-
tador empieza a hacerme comentarios de temas varios, de la región, de
las personas, de los hechos, y yo solo me limito a asentir con monosíla-
bos. El trayecto es de 60 minutos y cuando llegamos al destino, siempre
me dice: “doctor, qué maravilla; con usted se conversa muy bueno”. Es
un monólogo que él ve como un diálogo.
Una de las más fáciles formas de cometer errores de asunción es en el área de los
obvios, pues lo que es obvio no se verifica. La mala noticia es que el obvio suyo
puede ser diferente al obvio del otro. Hay que verificar los obvios.
Una habilidad muy preciada del negociador es lograr que el otro ponga en la mesa
la información, pues de esa manera no le quedará fácil al otro atacar esa informa-
ción, ya que es suministrada por él mismo. Para poder lograr que el otro ponga la in-
formación es necesario desarrollar una gran habilidad para indagar sin atacar y una
habilidad para crear un clima de confianza que permita que el otro pueda hablar.
cuando no las juzgamos por lo que cuentan. Si las juzgamos, no nos contarán nada.
Debemos eliminar nuestra tendencia a juzgar a los demás
Para eliminar un poco esta tendencia a juzgar podríamos usar los llamados filtros
de Sócrates consistentes en tres temas. El primer filtro es si lo que voy a decir es
verdad. El segundo filtro es si lo que voy a decir es positivo. El tercer filtro es si lo
que voy a decir es útil. Si los tres filtros tienen una respuesta positiva deberíamos
decirlo. Muchas de las cosas que decimos no cumplen los filtros de Sócrates.
Normalmente los expertos en ventas sugieren que hay que controlar el proceso de
ventas y en eso tienen razón, pero no la tienen cuando sugieren que el proceso de
ventas se controla hablando. Realmente un proceso de negociación se controla es
mediante las preguntas más que mediante las declaraciones y las aseveraciones.
La sugerencia sería hablar menos y preguntar más. Hay muchas personas que tie-
nen grandes habilidades para hablar y eso se constituye en su fracaso en la negocia-
ción. Se podría aquí aplicar la frase que dice que “tenemos los defectos derivados
de nuestras propias cualidades”. Esa persona que habla muy bien y en forma muy
fluida debe hacer un esfuerzo mayor que las demás para no hablar.
Puede también caer en el error de hacer las preguntas demasiado largas, que son
más bien una declaración que una pregunta. Son una especie de forma de mostrar
que se es experto en el tema de la pregunta. Otro error es que hacen la pregunta y
no dejan contestar en forma extensa al otro. Hay que escuchar realmente al otro,
dejarlo hablar, no interrumpirlo, hacerle unas pequeñas preguntas para lograr
que entregue más información aún.
Capítulo 4
Concesiones
El descuento
Yo estoy negociando con usted un producto y usted me pide un des-
cuento del 3%; si yo le otorgo el descuento estaré cediendo, perdiendo
unilateralmente, y así no se debe negociar. La mejor forma de negociar
sería decirle a usted que ese descuento lo entregaría con todo gusto,
siempre y cuando usted me compre 10 kilos en lugar de 5 kilos, o que
me pague en 10 días y no en 60 días, o que me permita entregar el
producto en 30 días y no en 2 días, pues de esa manera podría traer el
material por tierra y no por avión, y me ahorraría unos costos que se los
podría trasladar a usted.
periencia en el negocio que estamos haciendo, es muy posible que tengamos una
idea más certera de lo que nos van a pedir. Esto se refuerza si nosotros hacemos una
investigación previa. De esa forma podemos hacer el llamado Plan de Intercambios
o Trading Plan.
Por cada cosa que nos van a pedir nosotros tenemos que definir qué vamos a pe-
dir a cambio, pues técnicamente casi todo lo que nos piden lo podemos entregar,
siempre y cuando nos entreguen a nosotros al menos algo de igual valor.
Los planes de intercambio se pueden hacer siempre y cuando haya más de un asun-
to en la negociación y además que haya diferentes niveles de valoración de dichos
asuntos. Esas diferencias en valoración son las que permiten crear un gran valor,
pues si entregamos algo que para nosotros no vale y a cambio recibimos algo que
sí valoramos, será un intercambio positivo. Lo mismo se puede decir desde la pers-
pectiva del otro.
Muchas personas piensan que una negociación de un único asunto es más simple
que la negociación de múltiples asuntos y eso normalmente no es cierto. Cuando
estamos negociando un único asunto, por definición, estamos en una negociación
suma cero, es decir, que lo que el uno gana, lo perderá el otro y eso genera cierto
nivel de dificultad.
Cuando usted hace una concesión sin que el otro la pida es muy posible que el otro
considere que usted es débil, pues la tradición es que primero se haga el pedido y
después la concesión. Esa es una acción aceptada de la llamada danza de la nego-
ciación. Si el otro lo ve a usted como una persona débil, entonces iniciará una estra-
tegia para pedirle mucho más a usted. El ser humano es muy fuerte con los débiles
y muy débil con los fuertes. Cuando lo ven débil lo atacan con más fuerza, actitud
semejante a la vista en los animales.
Generosidad
Usted tiene una nueva empresa y yo quiero ayudarle, pues usted está
beneficiando a personas que requieren ayuda. Yo quiero colaborar. Us-
ted me pregunta por el precio de mi producto, que en realidad es $USD
10.000 la unidad, pero le digo que para usted el precio es $USD 7.000.
Es muy posible que usted piense lo siguiente: “sin yo haber pedido des-
cuento, él me lo está dando; debe ser que él está en problemas, que
tiene la bodega llena de productos, así que es el momento indicado
para negociar y conseguir un mejor precio”. Usted me dice entonces
que el precio de $USD 7.000 es muy alto y que solamente pagará $USD
5.000. Mi generosidad fue mal manejada, pues al final, si hago el nego-
cio pierdo mucho dinero y si no lo hago perdemos los dos.
En esta época de las aplicaciones móviles hay muchas aplicaciones que son gratui-
tas, generosas y útiles, y se convierten en el día a día nuestro. Por ejemplo, Waze,
la maravillosa app, sobre todo para personas como yo que tenemos una baja in-
teligencia geográfica, es aparente y generosamente gratuita. Aparente, pues aquí
claramente se aplica que “cuando el producto es gratis, el producto es usted”. Toda
la información de mis trayectos, lugares visitados, velocidades, frecuencias, es in-
formación que alguien está usando, parametrizando y es valiosa. Eso no es genero-
sidad total.
Adivino online
En 2012 en Bruselas montaron una carpa en una plaza e invitaron a
personas al azar para que entraran a verificar la gran capacidad de adi-
vino de un hombre. En efecto, era un adivino infalible que le podría
decir a usted el automóvil suyo, los gustos en vestuario, los colores de
su casa, sus amigos, etc. Las personas quedaban sorprendidas y al final
Cambridge Analytica
La empresa Cambridge Analytica, en complicidad con Facebook, con-
siguió información de más de 50 millones de usuarios de Facebook
para hacer manipulaciones electorales. Promocionó, en forma gratui-
ta, el instrumento de evaluación de personalidad OCEAN (Opennesss,
Conscientiousness, Extroversion, Agreeableness, Neuroticism) también
conocido como Big Five. Muchas personas entraron a hacer dicho ins-
trumento, dejaron sus datos, quedaron expuestos sus rasgos de per-
sonalidad y después los usaron para influir en las campañas políticas.
Cambridge Analytica cayó, como también lo hará Facebook si no cam-
bia su estrategia del manejo de la privacidad.
Si lo que va a dar hoy lo tiene que quitar mañana, mejor no lo de hoy. Razón: es
más fácil dar que quitar. Lo temporal se vuelve permanente.
Es claro que es mucho más fácil dar que quitar y que cuando usted da algo, el otro
ya se considera poseedor de lo recibido y lo considera como un derecho adquirido.
Por eso mismo no se convierte en un factor motivador, pero sí se convierte en un
factor higiénico.66
Todos sabemos que las cosas que tenemos no nos motivan mucho, no las apre-
ciamos. Las apreciamos en aquel momento en que las perdemos. No apreciamos
la salud porque la tenemos. No apreciamos las relaciones porque las tenemos. No
apreciamos ciertos activos porque los tenemos. El día en que perdamos las cosas,
en ese momento apreciaremos lo perdido. Repito constantemente la letra de la
canción “Lucía” de Serrat cuando dice “no hay nada más bello que lo que nunca he
tenido; nada más amado que lo que perdí”.
Hay un fenómeno que podríamos estudiar y es que mientras más tengamos más
queremos. A medida que las personas logran victorias y batallas que hacen que
su nivel de bienestar sea más alto, estarán dispuestas a iniciar otras batallas para
conseguir mucho más de lo que tienen. Esta es una paradoja de la vida que hace
66
Para los boxeadores “es mejor dar que recibir” y ojalá que den más que lo recibido, pero en la negociación
ocurre lo contrario, a no ser que lo que esté entregando sea algo negativo, un castigo.
que mientras más tengamos, más insatisfechos nos sentimos. Parece que nunca y
nada es suficiente.
Como es más fácil dar que quitar, cuando hacemos una concesión temporal a al-
guien, lo temporal se convierte en algo continuo, un derecho adquirido, no motiva.
Por eso se dice que no hay nada más permanente que lo temporal.
Tenga claro el peor acuerdo que usted podría soportar y el mejor acuerdo que
podría lograr. Prepárese para lo peor y busque lo mejor.
Hay otro punto importante y es el punto de apertura que es la primera cifra que
pondremos en la mesa de negociación, es decir, el mejor acuerdo que podríamos
tener, en condiciones ideales. Este punto de apertura nos ayuda a ser ambiciosos.
En una situación de compra, tanto comprador como vendedor, tienen sus puntos de
retiro y de apertura. La distancia que hay entre los dos puntos de retiro se conoce
como ZOPA o Zona de Posible Acuerdo. Si yo quiero vender algo por lo menos a 200
y usted puede pagar máximo 300, entre 200 y 300 está la ZOPA.
Lugar equivocado
Un día mi esposa estaba en París y vio unos maravillosos vestidos de
hombre, algo que ella quisiera que yo usara. Entró al almacén y pre-
guntó por el precio de uno de los vestidos y al escuchar el precio, ella le
pidió al dependiente que le mostrara un vestido de un precio menor y
tenía todavía un precio alto. Pidió el precio de otro y la situación fue la
misma. El dependiente, todo un francés, le dijo muy sabia y duramen-
te: “señora, usted está en el lugar equivocado”. En este caso no había
ZOPA, pues lo máximo que mi esposa podría pagar estaba muy alejado
de lo mínimo que el almacén podría vender.
Puedo decir que es mucho más frecuente el caso en los que la persona está muy
asustada, tiene mucho temor a los conflictos que pueden venir y ve las situacio-
nes con bastante negativismo. Por eso mismo es que me busca. Yo desde afuera le
muestro que hay posibilidades de lograr un buen acuerdo, que el otro también está
asustado y no quiere perder el acuerdo, que el no llegar a acuerdo no es el fin, pues
hay otras posibilidades afuera de la mesa. Es por eso por lo que yo, en cierto senti-
do, me considero un siquiatra de gerentes. Muchos me dicen, algunos días después
de la reunión: “ya he podido dormir”.
Susto simétrico
Cuando era un adolescente estaba en la casa de unos amigos y pasaron
las horas sin darnos cuenta. Eran las 3 a.m. y ya debería volver a mi casa
que estaba a un poco menos de un kilómetro, pero tenía que pasar
por una zona muy oscura. Era muy riesgoso, pero tenía que pasar por
El sesgo hacia los sustos propios es entendible, pues el susto suyo se construye con
la información propia que es la disponible, mientras que el susto del otro se cons-
truye a partir de la información del otro, que no está disponible.
Esas cosas horribles pueden ser probables o no. Hay cosas maravillosas que no son
probables y otras altamente probables que no son atractivas. Muchas personas ha-
cen sus comparaciones solo basadas en el atractivo y no consideran la variable de
factibilidad. La forma de considerar ambas variables es mediante el rating, es decir,
su atractivo por su probabilidad.
No entregue todo de una sola vez. Dosifique sus concesiones y negocie con pa-
ciencia.
Se dice que debemos negociar con paciencia. Eso implica que el proceso no puede
ser llevado a cabo en forma acelerada, y eso toma mucho tiempo. Debemos enton-
ces tener paciencia en el proceso de negociación y además empezar a negociar con
más anticipación. El tema de la paciencia es uno de los factores diferenciadores
entre los negociadores de oriente y de occidente.
Resucitadora desesperada
En una empresa internacional estaba entrenando y asesorando al equi-
po negociador en la convención colectiva. Uno de los miembros del
equipo era una mujer brillante, a quien llevaban a cada país que estaba
en crisis para que lo rescatara. Un día me dijo: “van más de 20 días y no
hemos avanzado nada, no hemos dicho nada importante; yo en 20 días
en un país en crisis ya lo tendría diagnosticado y tendría claridad acerca
de lo que habría que hacer”. Yo le respondí que el objetivo de ella, por
ahora, era no hacer nada, estar en la mesa hablando sin decir nada. Hay
que ser muy eficientes manejando el ocio.
Zángano renovado
Una vez el Zángano entró en un proceso de introspección acerca de su
propia existencia, de su contribución a la sociedad y se deprimió. Deci-
dió entonces cambiar su vida y empezar a trabajar en el panal. Estaba
muy feliz trabajando cuando lo sorprendió la Reina y le dijo: “¿qué está
usted haciendo? ¿Trabajando? ¿No sabe usted que la función suya aquí
es no hacer nada?”. El Zángano comprendió que no hacer nada era su
trabajo.67
Una de las fórmulas básicas que aprendimos en física es que la velocidad es igual a
espacio sobre tiempo (V = S / T) y podríamos decir también que el tiempo es igual
al espacio sobre la velocidad (T = S / V). Llevemos esta fórmula a la negociación y
67
Esta historia es la adaptación de una corta fábula que conocí hace muchos años y no conozco el autor. En
realidad los zánganos tienen la función de fecundar la reina. Después de la cópula, el zángano muere.
podríamos decir que el tiempo que dura una negociación (T) es igual al espacio de
la negociación (Sn) dividido por la velocidad de las concesiones (Vc). El espacio de
negociación se determina entre la primera oferta de una de las partes y la primera
contra oferta de la otra parte. En muchas negociaciones el espacio de negociación
es enorme y por otro lado la velocidad de las concesiones tiene que ser baja, lo
que trae como efecto que los tiempos de negociación sean enormes.
La velocidad de las concesiones debe ser baja por principio, pues cuando usted
hace grandes concesiones hace que la negociación no recorra por caminos inteli-
gentes, pues un punto esencial de la negociación es que grandes concesiones pro-
ducen desconfianza. Por esto es que las grandes concesiones se deben partir y
entregarlas en forma dosificada.
Cuando estudiamos las formas como se negocia en los diferentes países y en las
diferentes culturas, encontramos que los negociadores de Asia Menor y de Améri-
ca Latina se caracterizan por tener posiciones iniciales extremas, algo que es vis-
to como normal cuando negocian entre personas semejantes, pero es muy nocivo
cuando negocian con personas de culturas que están acostumbradas a presentar
una sola cifra, la más razonable y la que representa sus mejores posibilidades.
68
“Air Force One” es una película de 1997 y protagonizada por Harrison Ford.
La credibilidad se puede ver, en forma metafórica, como una moneda que tiene dos
caras; la superior donde están las promesas y la inferior donde están las amenazas.
Usted logrará credibilidad cuando no promete más de lo que puede cumplir, es
decir, usted está prometiendo dentro de su capacidad de entrega. También tendrá
credibilidad cuando no amenaza o cuando la amenaza que hizo la cumple.
Algunos negociadores, para lograr el acuerdo, prometen cosas que saben, de an-
temano, que no podrán cumplir y esperan, cuando llegue la realidad, ver alguna
forma de salir del embrollo. Esta es una forma de aplazar el problema o, como
técnicamente se dice, desplazar la carga.
Conflicto intratable
Hace unos años, Carlos, el dueño de una empresa de cosméticos le pi-
dió a Juan 100.000 accesorios que se usarían en el lanzamiento de una
nueva línea de cosméticos. Juan los ordenó a un productor en China y
todo estaba de acuerdo a los tiempos de producción, pero por alguna
razón el producto se perdió en la distribución. La razón: el productor
envió el producto a una empresa en Tailandia con un nombre parecido
a la empresa de Juan. Juan entonces ordenó volver a producir el pedido
e inmediatamente informó a Carlos que no llegaría el pedido a tiempo
por el error del productor. Carlos se enfureció y cerró total y grosera-
mente la comunicación con Juan.
Juan hizo hasta lo imposible para hablar con Carlos, hasta que lo logró.
Juan le pidió que describiera el problema y Carlos dijo que la fecha de
lanzamiento ya estaba fijada y que para poder hacer esto había dos
actividades críticas: hacer el empaque de los accesorios y lograr que
los almacenes los codificaran. Según esto, los accesorios iban a llegar
20 días después de lo requerido. Juan le dijo lo siguiente: “1) hoy le voy
a enviar los planos isométricos de los accesorios para que el productor
del empaque los haga y nos ahorramos 15 días; no se requiere el acce-
sorio físico para eso; 2) hoy voy a hacer que el productor me entregue
por correo expreso varios accesorios iguales, pero de otros colores, y
con ellos ustedes pueden hacer codificar los accesorios y nos ahorra-
mos 15 días más”. El problema quedó resuelto y todo estuvo listo unos
días antes del lanzamiento.
Hay negociadores muy exagerados que deberían recordar una maravillosa frase que
dice “la exageración es la primera muerte de la verdad”. Hay culturas que exageran
en sus expresiones y no lo hacen por maldad, sino por herencia cultural.
Como dice el dicho “exagerar y mentir, por el mismo camino suelen ir”. La exagera-
ción es una mentira, así que cuando una persona le está exagerando a usted le está
mintiendo, pero no es necesario que usted se ponga furioso por eso pues, como
hemos dicho, es algo cultural en algunos negociadores.
Producto durable
Si usted necesita que un producto tenga una duración de 200 horas, a
usted no le importa, ni le debe molestar que el vendedor le esté prome-
tiendo una duración de 2.000 horas. Lo que tiene que hacer es que en
el contrato haya una cláusula que diga que, si el producto dura menos
de 200 horas, el vendedor se compromete a pagar una multa. Es muy
posible que ese vendedor que promete 2.000 horas no sea capaz de
incluir la multa cuando las 200 horas no se cumplan.
Si el otro le pide a usted algo que no es entregable (no negociable), usted falló
en la formación de expectativas. Si es no negociable, no diga que lo va a estu-
diar.
Lo ideal es que cuando usted sabe que la concesión que se está pidiendo es imposi-
ble entregarla, ya sea desde el aspecto físico, económico o jurídico, diga de una vez
que no se podrá entregar, a pesar de que eso puede generar un malestar en el corto
plazo. Si no lo hacemos, el malestar puede ser de largo plazo. Si decimos que se va a
estudiar, estamos diciendo que eso es algo estudiable y negociable, así que el otro
lo verá como un objetivo de negociación y buscará insistir en eso.
Una buena práctica es que antes de llegar a la mesa usted interactúe con el otro, en
forma directa o a través de terceros, para disminuir las expectativas del otro, para
que usted vaya “trazando la cancha”, es decir, dando una idea de los límites de lo
que se puede y de lo que no se puede entregar y negociar. De esa forma el otro no
pedirá lo imposible. Si no hacemos eso, el otro puede empezar la negociación con
propuestas bastante alejadas e irreales que tienen el efecto de hacer la negociación
muy difícil y a veces imposible.
Los negociadores en la mesa de negociación deben tener claro cuáles asuntos son
negociables y cuáles no lo son. Deben saber además que no es recomendable vol-
ver no negociable lo que efectivamente sí se puede negociar, pues mientras más
asuntos no negociables ponga usted en la mesa, más asuntos no negociables pon-
drá el otro también en la mesa y de esa forma la posibilidad de negociar se reduce,
es decir, la masa de negociación se extingue.
Cuando usted analiza las diferentes partes en la negociación podrá concluir con
claridad que las personas más importantes en la decisión no están en la mesa de
negociación. Esas personas importantes son las que determinan las metas que se
deben lograr y además se reservan para fases posteriores en las que es preciso
escalar el acuerdo para que se desempantane.
Puede decirse que esas partes sí están en la mesa en forma indirecta; lo están a tra-
vés de las metas que pusieron, de los no negociables, de los protocolos y valores
que se deben cumplir. Están presentes en forma virtual, pues hay que saber que el
acuerdo que se esté firmando deberá ser llevado a esos niveles superiores para
su aprobación.
Es por esto que usted debe darle argumentos muy claros a su contraparte para
que después pueda defender el acuerdo ante sus jerarquías. De no tener esa cla-
ridad y contundencia en sus argumentos, el acuerdo puede fracasar en su fase de
aprobación final. Cuando la jerarquía tiene unos objetivos que son mal fijados y el
negociador ve en la mesa formas de lograr mejores acuerdos, los argumentos para
convencer a la jerarquía que cambie deben ser contundentes. De no ser así, se lo-
gran los objetivos del jefe, pero se deja mucho dinero en la mesa.
Todo negociador tiene algún constituyente, es decir, alguien a quien deberá in-
formarle los resultados de la negociación y quien tiene la autoridad para evaluar
dichos resultados. Esos constituyentes pueden ser los jefes, los miembros de la
familia, la comunidad, etc.
Hay dos errores básicos en este tema de cliente y de negociador. Uno error es que
el cliente fije las metas y también las estrategias. En este caso el cliente está inva-
diendo terrenos de los negociadores y entonces sería mejor que el cliente negociara
él mismo.
Otro error es que los negociadores mismos fijen tanto las metas como la estrate-
gia. Eso muy posiblemente producirá resultados deficientes, pues no existirá la exi-
gencia de alguien de arriba y de afuera. Podríamos recordar un maravilloso princi-
pio de administración que dice que “no hay nada imposible para quien no lo tiene
que hacer”. El jefe pide cosas imposibles, los colaboradores las hacen y sorprenden
al jefe.
No confunda metas agresivas (tratar de dañar al otro) con metas competitivas
(tratar de ganar más que el otro). La negociación es una mezcla de cooperación
y competición.
Las metas se pueden clasificar de muchas formas, pero una de ellas es clasificarlas
como metas agresivas que buscan dañar al otro y metas competitivas que buscan
ganar más que el otro. En las metas agresivas hay una intencionalidad de destruc-
ción, mientras que en las competitivas la intención es superar al otro.
Claro que superar al otro, en algunos casos, puede estar también originado en un
sentimiento malsano. Muchos estudios muestran que el sentimiento de riqueza
está más unido a la comparación con los vecinos que a la cantidad absoluta de
dinero por sí misma. Una definición de riqueza que se puede aplicar a muchos en-
tornos es: rico es alguien que tiene más dinero que el vecino.
Hay algunas personas que piensan que la negociación es solo cooperación, es decir,
que se trata solo de buscar resultados de mutuo beneficio, compartir información,
apoyarse mutuamente. Esas personas nunca consideran la posibilidad de competir.
Esta es una aproximación equivocada. Hay otras personas que piensan que la nego-
ciación es solo competición, buscan quitarle al otro las cosas, ven al otro como ene-
migo. Estas personas también están equivocadas. La vida se trata de una mezcla
entre cooperación y competición. Podemos cooperar tanto con los amigos como
con los enemigos. Podemos competir con los enemigos, así como con los amigos.
En la negociación hay unas fases que requieren la colaboración, sobre todo la fase
de creación de valor, que es aquella fase que metafóricamente busca crecer el pas-
tel, aumentar su tamaño. Para lograr esto se requiere compartir información, crea-
tividad, trabajo en equipo. Pero llegará el momento en que es necesario repartir el
pastel, es decir, tomar la tajada, pues la negociación no se trata de un crecimiento
infinito del pastel para nunca repartirlo. Esta fase es la fase de la competición, pues
naturalmente, cada una de las partes querrá tomar la mayor parte posible. Compe-
tir no necesariamente es malo, es una labor inherente a la vida y a la negociación.
Los hijos de Juan se casaron con mujeres maravillosas menos ricas que
ellos, mientras que las hijas de Pedro se casaron con hombres multi
millonarios, más ricos que ellas, por lo que la presión por repartir uti-
lidades estaba en los hijos de Juan. Las hijas de Pedro querían seguir
reinvirtiendo las utilidades en el negocio, pues no las necesitaban. La
partición del pastel fue la causa de la cruenta guerra por la empresa
que tuvo como resultado que una de las familias saliera de la empresa.
Uno de los principios más importantes de la negociación es: “no siempre podemos
entregar al otro lo que pide, pero sí le podemos dar lo que necesita”. Cuando
Sin libreto
Varios consultores nos reunimos para hacer una propuesta conjunta y
consideramos que una estrategia interesante para promocionar los ser-
vicios sería que cada uno de nosotros hiciera un video de 10 minutos,
de los cuales extraeríamos algunos clips que podríamos llevar a las re-
des sociales. Efectivamente así lo hicimos y al otro día cuando yo estaba
en otro país, recibí una llamada pidiéndome que entregara el libreto de
los videos, libreto que no tenía, pues simplemente hice cuatro gráficos
y sobre esos gráficos hablé los 10 minutos. Me estaban pidiendo algo
que yo no tenía, es decir, que no podía entregar. Me insistieron en que
lo entregara y yo insistía en que no podía entregarlo, pues no tenía el
tiempo suficiente para transcribir el video.
Muchas veces las personas piden cosas que no necesitan y por eso entonces es
necesario indagar por la verdadera necesidad de la persona. Adicionalmente, mu-
chas veces las personas no han refinado suficientemente bien los requerimientos
y posiblemente piden más cosas de las que necesitan. Cuando un ingeniero no es
de alta calidad se excede en el diseño en los materiales y en el factor de seguridad.
Técnicamente hablando, lo que las personas piden se llama posiciones y lo que las
personas necesitan se llama intereses. Es muy importante manejar la negociación
en torno a los intereses y no en torno a las posiciones.
Verificación de la madera
Una señora va a comprar una casa de madera que le encanta y ya está
a punto de cerrar el trato, pero le pide al vendedor que le permita traer
un experto que verifique que la madera no tenga gorgojo. El vendedor
se ofende con la señora, pues dice que eso implica verlo como un esta-
fador; que eso implica una ofensa a toda su familia. Le dice a la señora
que no le va a vender la casa y se marcha furioso, indignado. La señora
le pide perdón y cierra el trato de una sola vez. La señora recibe la casa
y, al entrar, la están recibiendo numerosos ejércitos de gorgojos.
Capítulo 5
Persuasión y valor
Uno de mis grandes pecados anteriores era pensar que si la idea era buena, se
defendía sola. La vida me demostró que una idea mediocre bien promocionada le
gana a una idea genial sin apoyo. Por eso, tener una buena propuesta de valor no es
suficiente y debemos usar la persuasión para mostrarle al otro que lo que estamos
ofreciendo es algo de valor y de esa forma las objeciones naturales pueden desa-
parecer.
Muchos piensan que mientras más argumentos usen para persuadir a alguien, más
exitosos serán en ese proceso, pero podríamos decir que es lo contrario. Debemos
usar lo que hemos llamado economía de argumentos que busca que usemos me-
nos argumentos en nuestro proceso de persuasión; si con dos argumentos pode-
mos convencer, no lancemos el tercer argumento. Debemos entonces seleccionar
aquellos argumentos que tienen más poder de persuasión y concentrarnos en
ellos.
Algunos recomiendan que usted nunca discuta con un tonto, pues rápidamente
nadie podrá distinguir al tonto. Es muy posible que usted se sienta ofendido por
haber yo usado la expresión personas tontas. Usted posiblemente dirá que es una
falta de respeto, pues nadie es tonto en esta vida. Podríamos usar una analogía para
Hay otras discusiones que son acerca de temas trascendentales, como la religión, la
política, que como podrá pronosticar cualquier persona, incluyendo un tonto, la so-
lución posible no existe, pues es prácticamente imposible que alguna de las partes
cambie radicalmente su forma de pensar en campos tan difíciles. Lo mejor enton-
ces sería no entrar en la discusión para evitar el deterioro de la relación, además de
saber que están discutiendo lo que no se puede discutir y tratando de solucionar lo
que no se puede solucionar.69 Serían discusiones intrascendentes acerca de temas
trascendentes.
Cuando ambas partes en la mesa tienen la capacidad para distinguir entre lo trivial
y lo vital, la capacidad de saber qué es lo prioritario, entonces concentraremos
nuestra atención en eso prioritario y no en lo trivial. Cada una de las partes puede
definir lo que significa un buen acuerdo y esa será la meta de todo el proceso de
negociación. Los negociadores deberían hacer lo que se llama un acuerdo sobre lo
fundamental, es decir, qué es lo que consideran ambas partes que es lo fundamen-
tal en la negociación.
69
Me encanta el comentario de Dawkins que dice que en la negociación entre un ateo y un creyente, el resul-
tados no es un semi dios.
En toda interacción existen objeciones de las partes para llegar al acuerdo. Algu-
nos autores sugieren que las objeciones más comunes son no tengo necesidad, no
tengo dinero, no tengo presión de tiempo, no deseo comprar ahora, no confío en
usted, ni en lo que me ofrece.
Las objeciones a veces son reales y otras veces solamente son disculpas para no
hacer acuerdo con usted; es posible que la razón verdadera por la cual no quieren
hacer negocio con usted no la quieren decir, pues puede ser embarazosa. Un caso
muy común es que usted se concentre en solucionar la objeción que el cliente plan-
tea y a pesar de haberla solucionado el cliente no toma la decisión.
Otra forma de expresar los tipos de objeciones es PANT: (P) ¿el cliente tiene presu-
puesto suficiente?; (A) ¿el cliente tiene la autoridad para negociar?; (N) ¿el cliente
realmente necesita lo que usted le ofrece?; (T) ¿es el tiempo correcto para que el
cliente tome la decisión?
Se dice que las personas compran con la emoción y justifican esa compra con la ló-
gica, es decir, con argumentos racionales. Este concepto explica muchos fracasos en
la venta de productos o de ideas, pues los argumentos que normalmente usamos
son racionales y la decisión del otro es emocional.
Aristóteles decía que para poder persuadir a alguien era necesario usar tres tipos de
argumentos: 1) argumentos logos o racionales, 2) argumentos pathos o emociona-
les y 3) argumentos ethos o del entorno, de las costumbres, de los buenos compor-
tamientos. Por nuestra cultura privilegiamos los argumentos logos y nos falta usar
argumentos pathos, pues las decisiones son emocionales.
Cuando esté buscando consenso acerca de una idea, divida el grupo en seg-
mentos de acuerdo con la postura frente a la idea y el apoyo.
Cada vez que sometamos a evaluación una idea debemos segmentar la población
de acuerdo con la postura de cada una de las personas frente a nuestra idea y
su disposición para apoyarla. Un primer grupo está compuesto por personas que
están totalmente de acuerdo con la idea y dispuestas a apoyarla, pues la ven cohe-
rente con sus propios principios. Estas personas se pueden considerar evangelistas
y en cierto sentido activistas. Usted las debe nutrir con información y apoyo.
Un grupo que está en el otro extremo está compuesto por personas que están
completamente en desacuerdo y no la apoyan, pues la ven inconveniente. Pueden
tener diferentes actitudes tales como: no apoyarla, pero no atacarla; atacarla en
forma soterrada; atacarla en forma abierta actuando como activista o terrorista.
Un tercer grupo intermedio está compuesto por personas que aun cuando no están
totalmente de acuerdo con la idea, podrían vivir con ella y podrían incluso estar
dispuestas a apoyarla, pues le ven algunas falencias, falencias que las consideran
menores y por eso no descalifican la idea.
Un cuarto grupo, que se puede derivar de los anteriores, son aquellos que están
totalmente de acuerdo con la idea, pero no están dispuestos a apoyarla abierta-
mente debido a algunos compromisos anteriores con otras partes, a problemas de
pérdida de la imagen, etc.
Podríamos usar también la Teoría de las 8F que clasifica a las personas de acuerdo
con sus actitudes frente a usted, de la siguiente forma: Family (lo apoyan a usted
en forma incondicional), Friends (lo apoyan hasta cierto punto), Fellows (lo apoyan
mientras a ellos les convenga), Foreigners (no tienen opiniones frente a usted), Foes
(son enemigos declarados), Fools (son tontos y no se puede esperar nada de ellos),
Fundamentalists (lo ven a usted como el peor enemigo del mundo y no admiten
que usted tenga algo bueno), Fakes (por delante lo apoyan y por detrás lo atacan).
No siempre el poder y la razón están en el mismo lugar. En una lucha entre el po-
der y la razón siempre ganará el poder. Es posible que usted tenga la razón, pero
su jefe tenga el poder. En este caso usted lo que debe hacer es convencer a su jefe
para que haga lo que usted considera que es razonable. Aquí se aplicaría una de las
mejores definiciones de diplomacia: diplomacia es dejar que el otro se salga con
la mía.
Alguien podría mirar esto como una estrategia de manipulación, pero también pue-
de verse como una labor filantrópica, pues si usted considera sinceramente que
tiene la razón, y que proceder de acuerdo a lo que usted piensa tiene beneficios
colectivos para la organización en la cual está usted, es su obligación moral hacer
un esfuerzo para que la organización actúe conforme a la razón.
Mientras más duraba el aplauso más temor sentía, pues sabía que por
cosas menores algunos estaban en la cárcel en ese país. Recuerdo a una
señora en la primera fila que decía: “eres un valiente, gracias”. Valiente
no, un estúpido que había hablado sin analizar los riesgos del entor-
no. Sufrí 10 minutos, pues necesitaba ver la lista de las personas en la
sala para ver si había alguna persona adepta al Gobierno. Ninguna, por
suerte. Todas estaban para el segundo día. Gracias a la limitación de
espacio del salón, no tuve problemas. Para el siguiente día eliminé la
expresión.
con mayor certeza si mi trabajo fue bueno o malo. La opinión de ellos es válida, aun
cuando estén equivocados.
Creer y saber
Hay algunas expresiones que normalmente uso en mis labores de con-
sultoría que causan cierto impacto y alguna vez rechazo. Cuando le pre-
gunto a una persona por algún tema específico y esta persona inicia
su respuesta con la expresión “yo creo que …”, en forma inmediata le
contesto: “decir yo creo, es otra forma de decir no sé”. Cuando usted
sabe, tiene argumentos sólidos; cuando cree, no los tiene.
Cuando damos nuestras opiniones las damos por ciertas. Prueba de ello es que
cuando opinamos “fue maravilloso” omitimos una parte importante de la expre-
sión. La frase completa y en lenguaje más seguro sería “fue maravilloso para mí”.
Esta es una variante del llamado “lenguaje I statement” que es una forma más
segura de hablar. Por ejemplo, cuando yo digo “me ofendiste” estoy usando una
expresión que es poco segura. Será más seguro si dijese “yo me siento ofendido”,
algo que nadie en el mundo estaría en posición de decir que es falso.
Ahora, la opinión que tengamos acerca de lo que entregamos no puede decirse que
carece de importancia, pues es posible que lo que usted haya entregado al otro sea
algo de alta calidad, pero el otro debe estar preparado para apreciarla. Un dicho chi-
no menciona “el maestro aparece solo después de que el alumno esté preparado”,
así que muchas veces una persona dice cosas maravillosas y sabias, pero quienes las
reciben no están preparados para entenderlas o para valorarlas.
Un ejemplo viviente de esto es que los hijos, solo cuando ellos ya están maduros,
empiezan a apreciar lo sabias que son las recomendaciones que el padre les daba.
Mientras lo tuvieron cerca, no lo apreciaron. En muchas ocasiones el problema no
está en la cosa juzgada, sino en la capacidad del juez para juzgar.
Hace unas décadas, cuando el tema del servicio al cliente se convirtió en una reli-
gión, la expresión “el cliente siempre tiene la razón” era el mantra y, como toda re-
ligión, se fue a extremos, que alimentaron a algunos clientes para que se volvieran
emperadores, tiranos y, por ende, los del otro lado súbditos y dominados. Si en una
relación, una de las partes siempre tiene la razón, es una relación mal diseñada.
La expresión realmente quería decir otra cosa y por eso debería ser redactada de la
siguiente forma: “el cliente no siempre tiene la razón, pero siempre es primero”.
Esta expresión debería estar unida a una de mis filosofías propias que dice “una
compañía realmente excelente, no debería tener clientes malos”.71 El mejor ven-
dedor es aquel que desafía al cliente y le hace cambiar los paradigmas.
70
Matar al mensajero era una expresión tradicional. Cuando se perdía una batalla encargaban a alguien para
que corriese y le informara al rey la mala noticia de la pérdida. Todos sabían, incluso el mensajero, que al
terminar de dar la mala noticia mataban al mensajero. Unos dicen que, si el portador de las malas noticias
moría, vendrían otros años de buenas noticias. Otros dicen que lo mataban porque la noticia no complacía
al rey.
71
Un audio que se volvió viral es el de un hombre diciendo: “estaba discutiendo hoy con mi esposa y ella me
dio la razón. ¿Qué hago?, amigos de las redes, necesito ayuda”. Muchos hombres le dan consejos tales como
“cuídate que es una trampa”, “hazte el muerto”, “empieza de nuevo la discusión y procura perderla”.
Cercanía maldita
Hace unos años hice una presentación al grupo directivo de una em-
presa y el CEO terminó la reunión con una muy abundante y sincera
manifestación de aceptación de mi presentación. Luego, antes de yo
salir, uno de los ejecutivos me dijo que personalmente me felicitaba y
que estaba en total acuerdo con las palabras del CEO, pero que quería
decirme que todo lo que yo había dicho, él ya lo había sugerido en la
empresa hacía varios años. Le dije entonces que las conclusiones eran:
1) que él tenía habilidades de consultor; 2) que había conocido de pri-
mera mano una ley importante en la vida: “le creen más al de afuera
que al de adentro”; 3) que él podría ser consultor para decir lo mismo
afuera en donde le creerán mucho más; 4) mientras más cercanía, me-
nos credibilidad.
El vegetariano en la cava
Suponga usted que hay un vegetariano que tienen encerrado en una
cava repleta de carne y le dicen: “esa carne es toda suya”. Puedo pre-
guntar ¿cuánto vale la carne para el vegetariano? La respuesta de to-
dos en coro será: “nada”. Cuando responden esto, no están conscientes
que están respondiendo con un tipo específico de valor llamado valor
de uso. El vegetariano no puede usar la carne y por eso no la valora,
incluso la odia.
Un error muy común es usar en la negociación más el valor de uso que el valor de
intercambio y por eso es que aquello que no tiene valor para ellos, lo entregan fácil
y rápidamente. Eso es un error y es un error adicional no averiguar cuánto valor
tiene para el otro. Los buenos negociadores, cuando tienen algo que no vale nada
para ellos, averiguan si eso mismo tiene gran valor para el otro y en caso que sea
así, lo entregarán difícil y lentamente.
Sálgase de las negociaciones de precio y negocie con base en valor. Proteja sus
utilidades.
En el concepto de valor es vital que quien recibe el valor, lo acepte y pague por re-
cibirlo. Hay un conflicto evidente en los negocios comerciales y se trata de la forma
como negocian comprador y vendedor. El vendedor normalmente quiere centrarse
en el valor, mientras que el comprador se quiere centrar en el precio.
Hay dos tipos de compradores en este caso, uno de ellos es el que percibe el valor
del producto, pero no quiere pagar por él. El comprador quisiera recibir un produc-
to especial y pagar el precio de un producto genérico. El objetivo es hacer que el
comprador pague el precio coherente con la calidad de mi producto.
El otro comprador no percibe el valor y por eso no está dispuesto a pagar un precio
adicional. El comprador no ve el valor del producto por desconocimiento, así que
el objetivo es evidenciar el valor que entrega el producto y luego asegurarnos que
pague un precio justo coherente con el valor que ya sabe que recibe.
Hay propuestas de valor que son insignificantes comparadas con el costo de opor-
tunidad y el esfuerzo que hay que hacer para hacerse acreedor a ella. Por eso el
negociador no solo debe preguntarse si hay utilidad o no, debe preguntarse además
si la utilidad que recibirá merece la atención y la inversión de tiempo y esfuerzo
compatibles.72
La entrega de valor debe ser efectiva; debe evaluarse el tiempo en el que se hará
efectiva la entrega del valor, pues el tiempo es una variable que puede convertir
lo bueno en malo y a lo malo en bueno, dependiendo de las situaciones. No todo
el mundo podrá esperar que el valor se reciba en el largo plazo, pues para garantizar
el largo plazo hay que garantizar también el corto plazo. Una empresa muchas veces
no tiene el pulmón financiero para aguantar el tiempo en el que el valor agregado
se volverá efectivo.
La propuesta de valor tiene que tener además un alto grado de seguridad, es decir,
la probabilidad de que dicha propuesta de valor se materialice. Muchas veces en
la negociación se ofrecen cosas maravillosas, pero poco probables. En el tema de
persuasión hemos encontrado que una forma efectiva de convencer a las personas
es poderles asegurar que lo que le estamos ofreciendo es algo maravilloso y ade-
más muy factible, pues ya se ha logrado en muchas otras situaciones.
Este aspecto de la seguridad tiene otros ángulos no tan positivos. Es el caso de los
esquemas Ponzi, en los cuales, a las primeras personas que llegan al esquema se
les entrega una utilidad alta, atractiva y real, para que sirvan como modelo de per-
72
Usted tiene algo valioso para entregarle a los visitantes a su web, pero si el beneficiado para recibirlo nece-
sita hacer varios clicks y llenar mucha información, fallará su intención de entrega. Por eso es que está la
estrategia llamada “one click” que minimiza el esfuerzo del otro.
suasión para los que van a entrar después. En estos esquemas solo ganan los que
llegan primero y los demás son claros perdedores. Los resultados son realidad para
los primeros e ilusión para el resto.
Cada uno de nosotros tiene cosas que lo ilusionan, cosas que quisiera tener. Un
negociador que muestre como verdades las ilusiones es un mal negociador, pues
llegará el momento en que la realidad se golpee contra las ilusiones. Un buen nego-
ciador ofrece lo que puede entregar, aun cuando sea menos que la ilusión.
Algunos definen el valor como la relación calidad (Q) precio (P), Q/P o también
Value for Money, así que deberíamos tener en cuenta un importante principio: pri-
mero negocie calidad y después precio. Lo entregado debe ser lo que necesita;
ni más, ni menos. Si es más, pagará por algo que usted no usa. Si es menos, usted
quedará insatisfecho.
Sería mejor preguntarle a usted: ¿cómo llegó a esa cifra? Usted enton-
ces me diría que los rines del auto son de colección, que solo hay 1.000
de ellos en el mercado y que valen $USD 10.000. Yo le digo entonces
que me los cambie por los rines y llantas originales. Luego me dice que
el equipo de sonido del auto es de altísima especificación, que permite
hacer fiestas de gran dimensión y que vale $USD 10.000. Yo le digo que
no me interesa eso y que mejor me ponga el radio original del auto. Ya
estamos cerca y ahora sí podemos empezar a negociar el precio.
En forma metafórica, cuando vamos a negociar algo debemos verlo como un árbol
al que primero le vamos a quitar las ramas que no son atractivas y que no nos in-
teresa tener. Después de descopar el árbol y dejarlo de la forma como lo queremos
viene el momento de negociar el precio.
Si usted está seguro de los beneficios reales que recibirá el cliente, pero el cliente
todavía tiene sus dudas acerca de dichos resultados, haga un acuerdo variable de
pago con base en los resultados logrados.
En este caso usted me pagaría $USD 4 millones por su 50% con la con-
dición de que si se logra la utilidad de $USD 10 millones, usted pagaría
$USD 1 millón adicional. Este acuerdo es inteligente y hace la negocia-
ción viable.
El negocio de la rata
En China hace muchos años había una sobre población de ratas y el
problema era tan grande que el gobierno no podría solucionarlo solo,
requería de la ayuda de toda la población. La solución fue una campaña
en todo el país para que todas las familias mataran las ratas y para moti-
var esto, les prometieron un beneficio económico. Para poder recibir el
beneficio, las personas deberían llevar la cola de la rata, como testigo.
Resultado: China se llenó de muchas más ratas, pues las familias mon-
taron criaderos de ratas.
Uno de los libros de ventas más influyentes en los últimos años es el libro que habla
del vendedor desafiante, mostrando que esta actitud de desafío se convierte en
una gran habilidad para las ventas. Lo que sugiere es que el vendedor debe desafiar
los procesos de los clientes para que lleven a cabo las modificaciones requeridas
para mejorar sus resultados, así como también desafiar los procesos de la empresa
del vendedor, para entregar soluciones de mayor valor agregado al cliente. No se
trata solo de entregarle al cliente lo que él pide. Se trata de entregarle lo que ne-
cesita y ayudarle a cruzar barreras nacidas de paradigmas que se pueden modificar
con relativa factibilidad.
Los mismos autores del libro del vendedor desafiante han entregado otra obra acer-
ca del comprador desafiante, cuyo tema central es que muchas veces las ventas
fracasan no debido a problemas del vendedor, sino a problemas del comprador. La
razón es que en cualquier decisión de compra están interviniendo muchas partes
de la empresa, que según los estudios son cerca de siete personas por cada deci-
sión. Lo que hay que hacer ahora entonces es ayudarle al comprador en ese proce-
so para que nos compre lo que quiere comprarnos, pero que la burocracia de su
propia empresa le dificulta hacer. Para esto se requieren habilidades de persuasión
y política.
Hay estrategias muy efectivas como la prueba de carretera en los automóviles, pues
el potencial cliente puede tener la oportunidad de experimentar con todos los sen-
tidos lo que brinda el automóvil, lo coherente que puede ser con respecto a sus
propias necesidades y hábitos. No sería tan efectiva una reunión describiendo con
palabras lo que el automóvil es.
Capítulo 6
Conflictos
Cuando nos atacan tenemos tres respuestas básicas equivocadas: 1) fight (pe-
leamos), 2) flight (nos volamos) y 3) freeze (nos quedamos congelados).
La otra respuesta es escaparnos, alejarnos o volar, estrategia que puede ser inteli-
gente para protegernos de una avalancha o para salirnos de una batalla que sabe-
mos que vamos a perder. Si nos escapamos estamos evitando afrontar las situacio-
nes y no las resolvemos. Algunas veces esta estrategia es adecuada, pero tiene sus
costos.
las manos para pelear, a los pies para correr y poder escaparnos. Por eso nuestro
cerebro se queda con menos sangre y eso hace que nuestra habilidad de pensar se
reduzca.
Para no tener conflictos estamos dispuestos a entregar lo que sea, incluso lo que
nunca deberíamos entregar, y de esa forma nos convertimos en compradores de
paz. Después de entregarlo todo nos convencemos a nosotros mismos, con auto
engaño, de lo maravillosa que fue la decisión, pues la paz vale mucho; en realidad sí
nos costó demasiado; pagamos en exceso por tener la paz.
Si el cliente quiere que usted le haga un descuento, es posible que decida ponerle
a usted problemas, hacerle reclamaciones, decirle que va a dejar de comprarle,
mencionarle posibles demandas y, con todo esto, usted posiblemente cede a las
presiones y hace el descuento. Por eso, para muchos el conflicto es un instrumento
comercial.
De otra forma, también hay un error opuesto como es generar conflictos innecesa-
rios. Hay situaciones que podrían resolverse de manera simple, pero por la actitud
de algunas de las partes, la situación se vuelve compleja y a veces insoluble. Hay
muchos casos en los cuales una situación se podría resolver de una manera ami-
gable entre las partes, pero por tener formalismos en el acuerdo, las partes traen
abogados que las representen y el resultado es que vuelven mucho más compleja la
situación. Hay profesionales que viven del conflicto y mientras más conflicto haya,
más ganan.
Es muy común que las personas, cuando están en una situación de conflicto, digan
que la sabiduría dicta actuar con prudencia para evitar males mayores posteriores.
En la realidad la prudencia es una gran cualidad, pero muchas veces la prudencia
está escondiendo el temor al conflicto o la cobardía.
En el área comercial, si quiere acabar con un cliente, dele todo lo que el cliente
pide. Es más, si le damos al cliente todo lo que pide, en el largo plazo eso será malo
para todos. Es posible que en el largo plazo no exista cliente, ni exista proveedor.
Eso nos lleva a un punto muy importante en la negociación y es que el éxito de la
negociación está en balancear entre lo que damos y lo que no damos. Este mismo
razonamiento se podría aplicar a la relación padre hijo.
Cuando son excesivas, es tan mala la emoción positiva como la negativa. Cuando
es excesivamente positiva estaremos en estado de amor, adoración, veneración y
estaremos resaltando en forma excesiva los valores positivos de la situación e igno-
rando los aspectos negativos. Eso hace que logremos ver lo que en realidad que-
remos ver. Es un proceso de maximización de beneficios y de ignorar los aspectos
negativos; una visión con sesgo, una percepción selectiva. Cuando la emoción es
negativa las actitudes son contrarias a estas, pero también sesgadas.
Reciba los comentarios del otro como comentarios diseñados con la clara intención
de lograr unos resultados específicos, no como comentarios personales, ni como
comentarios necesariamente acertados y sinceros. Es muy posible que el otro esté
diciendo algo en lo que no cree, pero que le conviene decir para lograr sus objeti-
vos. Recuerde que el otro es un actor recitando un libreto diseñado previamente.
Todos nosotros tenemos lo que se llama botones calientes e irritadores. Los irri-
tadores son cosas muy pequeñas por las que no deberíamos ponernos furiosos,
pero nos afectan es por la acumulación. Los botones calientes son cosas que con
una sola vez que nos las digan, nos afectan. Si algo que nos dicen, nos molesta y
73
En PNL está la técnica de disociación que busca alejarnos para ver las cosas y a nosotros mismos desde
afuera. Viendo los problemas más alejados, los vemos más pequeños y menos graves.
Cuando usted se sienta muy ofendido y esté muy emocional, no responda en for-
ma automática lo que usted tiene en su mente. Es algo que usted quisiera decir,
pero que no sería inteligente decirlo. No lo diga, no lo envíe por escrito. Si lo escri-
be, deje pasar unas horas o unos días, vuelva a leer lo que escribió y tome la deci-
sión de enviar o no el escrito de respuesta. Muy posiblemente decidirá no enviarlo
o al menos escribirlo de nuevo antes de enviarlo. Es claro que la respuesta verbal
puede ser más nociva que la escrita, pues al escribir hay que invertir más esfuerzo
y hay que pensar; además, hay una especie de proceso de reflexión y de filtrado,
que hace que la respuesta sea menos caliente. Al responder en caliente haremos
algo de lo que nos arrepentiremos después. Hacer la pausa es una muy buena re-
comendación, postergar la respuesta para otro momento. Hay que usar la llamada
“inactividad dinámica” que es tomar la decisión de no hacer algo.
Carta ensangrentada
Uno de mis amigos me contrató para una asesoría en su empresa y en
una de las reuniones de revisión de las estrategias, me pidió el favor
que le ayudara en su divorcio. Efectivamente le ayudé en estructurar la
estrategia de su divorcio, pero dejé la negociación directa en manos de
un representante. Lo acompañé en todo el proceso y una de las fases
más productivas fue reducir la emocionalidad de sus comunicaciones,
tanto las escritas como las verbales. En una de las ocasiones me envió
una carta que le iba a enviar a su esposa, para que yo le diera una mi-
rada.
74
La teoría de guerra dice que si el otro es colérico, hay que irritarle y si es arrogante, fomentar su egoísmo.
Los expertos en conflictos dicen que los conflictos velados son la mayor proporción
de los conflictos, pues la mayoría de las personas sienten la insatisfacción, pero no
tienen la fortaleza suficiente para abordar el tema; prefieren esconder su malestar.
Hay otro tipo de conflictos que he llamado conflicto ciego y se da cuando el otro
está furioso con nosotros, pero nosotros no nos hemos dado cuenta. El afectado
no muestra ninguna señal de descontento. Podríamos decir que es un conflicto
asintomático.
Conversación difícil: acerca de un tema que me importa mucho, con una perso-
na que me importa mucho. Dilema: 1) hablo del tema, arriesgo la relación y 2)
no hablo, sigo sufriendo.
Todos tenemos en nuestra vida, en los diferentes entornos en los que nos move-
mos, conversaciones difíciles. Esas conversaciones difíciles son las más críticas, pero
también las más productivas y las que hacen que cambiemos nuestra forma de vivir
y de actuar.
Las conversaciones difíciles son aquellas que: 1) se producen con personas que nos
importan mucho; 2) son acerca de un tema crítico que nos importa mucho; 3) en
donde estamos en un dilema complicado acerca de si tocar el tema o no; 4) sabe-
mos que si tocamos el tema pondremos en riesgo la relación, no importa la buena
voluntad que tengamos nosotros en tocar dicho tema; 5) si decidimos no tocarlo,
seguiremos sufriendo.
En las conversaciones difíciles debe considerarse que, como decía Robert Evans,
el productor de cine: “en cada historia hay tres lados; el suyo, el mío y la verdad.
Nadie está mintiendo y la memoria le sirve a cada uno en forma diferente”.75 Es
posible, además, que se esté conversando sin la información suficiente, infiriendo
cosas basado en hechos incompletos, en hechos tergiversados en forma consciente
o inconsciente, en hechos filtrados.
75
Robert Evans fue el productor de “El Bebé de Rosemary”, “Chinatown”, “Love Story”, “The Godfather”.
Proteja el ego de los negociadores. Use estrategias de “saving face” cuando sea
necesario. Si lo que quiere es descontrolar al otro, enfóquese también en el ego.
El ego de las personas es una variable vital y puede ser el causante de grandes
fracasos o de grandes logros. Por eso entonces es preciso manejar el ego del otro
en forma inteligente. Hay que proteger el ego del otro para que pueda tomar de-
cisiones inteligentes. A veces, la estrategia es poner en riesgo el ego del otro, su
imagen, su reputación.
The Reader
En la película “The Reader”, Hanna es una de las carceleras en una pri-
sión de Cracovia y llega a juicio por supuestamente haber permitido la
muerte de 300 judías. La acusan a ella de haber sido quien dio la orden
escrita, además de llevar a varias mujeres a la cámara de gas. Hanna se
defiende diciendo que era de igual autoridad a las demás y que no fue
ella quien dio la orden. El juez le pide que escriba en un papel algunas
palabras para comparar con la caligrafía de la orden y Hanna se resiste;
por eso es condenada a cadena perpetua. Hanna se resiste porque no
quiso que las demás personas se enteraran que ella era analfabeta; no
sabía escribir, no sabía leer. La vergüenza pudo más que la verdad. El
ego estaba afectado.76
Al-Hafiz burlado
Eli Cohen era un famoso espía israelí que fue muy exitoso por su ope-
ración en Siria. Nació en Egipto, el servicio secreto de Israel le dio un
nombre sirio, lo envió primero a su carrera diplomática en Argentina
y logró con sus contactos en Argentina entrar a Siria. Uno de sus con-
tactos en Argentina fue Amin Al-Hafiz quien fue su gran amigo y quien
llegó a ser presidente de Siria tras un golpe de estado. Transmitía cons-
tantemente a Israel para dar datos vitales para la guerra. Siria contrató
a los rusos para que, con equipos sofisticados, lograran encontrar al
espía; capturaron a Cohen y lo condenaron a muerte. Fueron infruc-
tuosos, tanto el movimiento internacional para cambiar la pena de
muerte por cadena perpetua, como la oferta de Israel para canjearlo
a cualquier costo. Una de las razones de esto fue que los periódicos de
Líbano, Egipto y otros países árabes se burlaron de lo tonto que había
sido Al-Hafiz. El ego afectado impidió la clemencia, a pesar de que to-
davía lo consideraba como su amigo. Fue ahorcado en una de las plazas
públicas de Damasco.
76
“The Reader” es una película del 2008, dirigida por Stephen Daldry y protagonizada por Kate Winslet,
Ralph Fiennes y David Kross. Se basa en el libro homónimo de Bernhard Schlink
Para personas que tenemos un gran y deficiente ego, pedir disculpas es una de las
fases más complejas de las interacciones humanas, pues sabemos que nos equi-
vocamos, pero no estamos dispuestos a pedir perdón, pues nuestro ego es nuestro
principal enemigo y no nos deja actuar con inteligencia.77
Para pedir una disculpa, algunos expertos como Shapiro, tienen una fórmula muy
inteligente para estructurarla. Son cinco pasos que, si se siguen en ese orden y con
efectividad, harán que la disculpa sea una disculpa real, eficiente y productiva: 1)
La primera condición es que la disculpa exprese un remordimiento sincero, es de-
cir, que estemos arrepentidos de lo que hicimos, pues afectamos negativamente
alguien. 2) La segunda condición es que en la disculpa usted reconozca el impacto
negativo de su comportamiento en los demás. 3) La tercera condición es que usted
comunique con claridad que usted acepta la responsabilidad de esas acciones. 4)
La cuarta condición es que usted haga abiertamente un compromiso de no repetir
la ofensa. 5) La quinta condición es que usted ofrezca una reparación concreta y
que tenga valor para quien la recibe.
Cada uno de estas condiciones es profunda, pero unas tienen más importancia que
las otras, según mi criterio. Siempre he pensado que el arrepentimiento o el re-
mordimiento son las variables que salvan una sociedad. Si alguien mata una per-
sona y no siente remordimiento, esa persona está realmente perdida. Es otro tipo
de ser humano y posiblemente solamente es un ser. Cuando una persona siente
arrepentimiento sincero por lo que hizo, todavía hay grandes posibilidades de
recuperación.
77
Al escribir este párrafo me imagino la expresión corporal de mi esposa cuando lo esté leyendo. Espero que
lo vea como un reconocimiento de una de mis debilidades.
Si entendemos que detrás de una persona violenta, normalmente hay una per-
sona insegura, entonces la respuesta no está en la violencia, ni en la pasividad,
sino en reducir la inseguridad. Es posible establecer la siguiente secuencia: 1) esa
persona es violenta porque es insegura y 2) es insegura porque le falta conoci-
miento. Según esto podríamos reversar las situaciones dándole más información
para que entonces tenga un mayor nivel de seguridad y, así entonces, disminuya
su violencia.
La madurez no es una característica que se logre en forma automática con los años.
Muchas veces el hijo es más maduro que el padre y podríamos decir que la mayoría
de los adultos pocas veces nos comportamos como tales y, más bien, reacciona-
mos en forma inmadura. No sabemos priorizar, no nos dedicamos a lo que en reali-
dad importa, hacemos cosas que nos dan placer en el corto plazo y dolor en el largo
plazo. No sabemos postergar el placer.78
Es claro que no debemos asumir, pero si está obligado a asumir, sería menos riesgo-
so que asumiera que usted está negociando con un niño en cuerpo de adulto, así
que entender el comportamiento de los niños le ayudaría a usted a diseñar estrate-
gias para negociar con adultos.
En alguno de mis libros presenté un paralelo entre los niños y los clientes, pues
tienen mucho en común. Por ejemplo, los niños y los clientes son crueles, son in-
saciables, les importa muchas veces más el empaque que el contenido, son emo-
cionales, se anclan en forma enfermiza en sus pedidos, no presentan argumentos
racionales que soporten el pedido, reaccionan emocionalmente cuando no les en-
tregan lo que piden, etc., etc.
78
Mischel es famoso por su experimento de los malvaviscos con unos niños: si espera 15 minutos sin comerse
un malvavisco, le daré un malvavisco más. Los que aplazaron el placer, tuvieron mejores resultados en sus
vidas.
Escoja con inteligencia las batallas que va a pelear, decida cuáles aplazar y
cuáles perder.
Si el tema que usted está discutiendo es de vital importancia y la relación con el otro
también es de vital importancia, usted debe usar la estrategia de colaboración, es
decir, concentrarse en ese tema usando su mejor análisis y sus mejores argumentos
para poder llegar a una solución buena para ambas partes.
Cuando el tema sea muy importante y la relación no lo sea, hay que usar la estrate-
gia de competición. Usted logrará sus resultados y la pérdida de la relación puede
ser un costo que usted asumirá.
Un buen negociador no es aquel que gana todas las batallas, pues si las gana todas
es muy posible que la relación con el otro se deteriore. Es preciso ser selectivo para
dedicar sus esfuerzos a aquello que vale la pena. Algunas de las batallas que usted
podría ganar, las debe perder.
Definir si entramos a una pelea o no, es una de las más importantes decisiones.79
Para definir esto sugerimos un dicho europeo que dice “no importa si la vasija
le pega la piedra o la piedra le pega a la vasija, siempre se rompe la vasija”. Por
esto, antes de la pelea, pregúntese si usted es piedra o es vasija. Cuando usted es
vasija lo más recomendable es no entrar en la pelea, pues usted será el perdedor
y literalmente quedará destrozado. Debería buscar otras formas para afrontar al
79
Las teorías de guerra dicen que el mejor guerrero no es aquel que gana la batalla en el campo de batalla. El
mejor es aquel que la gana sin tener que pelearla.
contradictor. Una posibilidad es asociarse con personas más poderosas que usted,
unas grandes y sólidas piedras, y a quienes les interese entrar en la pelea.
En la negociación es mejor aprender a mostrar los dientes que morder. Cuando us-
ted muestra los dientes, está usando un poder disuasivo, pues el otro verá su gran
capacidad de morder y su decisión de hacerlo. Solo con eso la otra persona tomará
la decisión de seguir o no en la batalla.
En las peleas todos salen con heridas, así que usted debe calcular los daños que
tendría después de la pelea, así como lo hacen los estrategas de guerra. En muchas
películas de guerra hay una escena común y es aquella en donde el presidente les
pregunta a los asesores por el número de bajas que se tendrían en caso de iniciar el
ataque. Muchas veces debido a la profundidad de las heridas y al ego afectado, las
personas hacen un mal cálculo de las heridas potenciales.80
Recuerde el principio que dice: “si no puede matar al león, por favor no lo hiera”.
Un león herido puede ser el fracaso suyo. Está claro que el poder de un león es
mucho mayor que el suyo y, a no ser que usted sea un experto cazador, la ventaja
estará del lado del león. El león no responderá infligiéndole a usted una herida co-
rrespondiente, proporcional, a la herida que recibió. Posiblemente responderá en
forma mucho más agresiva, pues además su ataque lo puede considerar como un
insulto y un desafío a la fortaleza de él.
En las teorías de guerra se dice que “si usted va a pegarle al otro, debe pegarle
con tanta fortaleza que el otro no se pueda parar”. Esto es sabio, pues si el otro se
puede parar iniciará una acción que tiene unos componentes muy peligrosos, como
80
En las guerras se hacen cálculos de las bajas derivadas de tomar una decisión de ataque o de no hacer nada
para evitar que el enemigo capture un equipo de guerra sofisticado. En el caso del submarino Kursk los rusos
posiblemente mantuvieron en secreto el accidente para no permitir a occidente entrar al submarino.
son, la guerra justa (está respondiendo a un ataque), la fortaleza (tiene fuerza sufi-
ciente para atacarlo a usted), el ataque al ego (él es el mejor), mensajes a otros (si
no responde el ataque, enviará mensajes a otros mostrando debilidad y eso moti-
vará a los demás para que lo ataquen).
Nunca atrape al otro, dele una salida decorosa. Toda persona atrapada se com-
porta como un animal.
Es muy importante entender que, sin importar su nivel de inteligencia, toda perso-
na cuando se siente atrapada y amenazada, se comporta como un animal y busca-
rá defenderse a cualquier costo. Esa persona entenderá que la mejor forma de de-
fensa es el ataque y por eso se convierte en una persona supremamente peligrosa.
Nunca atrape al otro, siempre dele una salida decorosa. Es necesario fabricarle la
salida para que esa persona se pueda escapar; es necesario tirarle un salvavidas.
Podría decirse entonces que la recomendación es que nunca pelee con alguien que
no se pueda escapar. Una persona atrapada actuará en forma más emocional que
racional y estará dispuesta a sacrificar lo poco que tiene, llegando a situaciones en
las que van a perder tanto el atrapado, como el atrapador.
Duelo a garrotazos
En una de mis visitas al Museo del Prado, en cacería de conceptos de
negociación en las obras de arte, me concentré en la obra de Goya
“Duelo a Garrotazos” que describe una costumbre antigua en España.
Cuando dos personas tenían una discusión las llevaban a un lugar, les
metían gran parte de su cuerpo en la tierra y les daban a cada una un
garrote. Daban la orden y la pelea empezaba. Ninguno se podía esca-
par, así que la muerte era segura.
Una forma muy simple y común de atrapamiento es cuando dos personas entran en
un debate mostrando cada una de ellas su altísima terquedad. Cada una de estas
personas se ancla en sus propias opiniones, en sus propios argumentos y en sus
propias posiciones, y a medida que pasa el tiempo, es muy posible que, al menos
una de las partes, comprenda que la razón la tiene el otro, pero no estará dispuesto
a entregarle la razón a quien la ha atacado tanto. Muchos podemos pensar: “tengo
el derecho de no darle la razón a quien yo sé que la tiene”.
Podríamos decir, sin lugar a mucha equivocación, que muchas veces las otras per-
sonas no nos dan la razón porque nosotros no dejamos que nos la den. Usamos
estrategias que atrapan al otro y afectan negativamente su ego. Por eso esa persona
prefiere perder con tal de que nosotros perdamos también. Muchas personas tra-
bajan con el doble propósito: ganar ellos y que el otro pierda, pero si van a perder,
que sea el otro quien pierda más. El que pierde menos no se puede considerar un
ganador.
En teoría de guerra hay un concepto muy interesante que se llama campo de muer-
te y que nos ayudaría a entender formas efectivas de negociar. El campo de muerte
lo podemos entender con la ayuda de un maravilloso principio que dice “nunca
pelee con un ejército que tiene detrás de sí un abismo”. Si un ejército está entre un
abismo (detrás) y otro ejército (de frente) que lo está atacando, estará en un campo
de muerte en donde la muerte está segura y lo que habrá que definir será la forma
de morir. Este ejército tiene dos posibilidades para morir. La primera es lanzarse al
abismo y de esa manera estará muriendo sin cobrar nada. La otra forma es lanzarse
contra el ejército enemigo y morirá cobrando un gran precio al enemigo. Esta última
forma se conoce como escaparse hacia adelante o morir matando.
No hay nadie más poderoso que aquel que no tiene nada que perder y eso lo debe
entender el negociador. En toda negociación nos tenemos que preguntar qué tiene
para perder el otro, y si la respuesta es nada, la recomendación es mejor que no
negocie con esa persona, pues quien va a perder es usted.
Evalúe su poder de negociación. Si cree tener más poder del real, se volverá in-
flexible y perderá. Si cree que tiene menos poder del que realmente tiene dejará
dinero en la mesa.
Saber evaluar bien el poder suyo en la vida y en la negociación es vital. Para en-
tender el resultado de esta evaluación, es necesario incluir dos variables como son
poder percibido y poder real. El poder percibido es el poder que usted percibe que
tiene y el poder real es el poder que usted realmente tiene en la negociación dadas
las circunstancias, dado el tiempo, dado el momento.
Si usted piensa que tiene más poder del que realmente tiene, usted exigirá en for-
ma indebida, hará ultimátum, se parará de la mesa de negociación en forma abrup-
ta, buscará hacer un acuerdo diferente al que están proponiendo. Cuando usted se
choque con la realidad y se de cuenta que no es tan poderoso como cree, llegará
el momento del arrepentimiento y los deseos de volver a la mesa de negociación,
pero muchas veces esto es imposible, tanto por el ego suyo, como por el rechazo
del otro a quien usted ha dejado en la mesa. En estos casos usted está rechazando
un buen acuerdo y se está levantando de la mesa.
Si usted piensa que tiene menos poder del que realmente tiene, entonces usted
suplica en la mesa de negociación, a pesar de que usted tiene toda la posibilidad
de exigir. Usted está entregando el poder a la otra persona, aunque ella no lo tiene.
Usted podría haber logrado más usando su real poder, es decir, usted está dejando
dinero en la mesa.
Agradecimiento