CASO GRONDA – PENAL-
Comprende 2 etapas, la primera comenzó en 1947 y termina en 1961,
y la segunda empieza en 1954 y termina virtualmente en 1966, y por
ultimo existe aún un epilogo.
La primera etapa se ventila una presunta estafa cometida por Gronda,
mientras que la segunda se trata de un delito igual pero del que se
acuso en Italia a 5 ciudadanos argentinos, algunos de los cuales
estaban vinculados en su oportunidad a organismos oficiales del
Estado.
El epilogo se desarrolla en Norte América donde sucesores singulares
de Gronda han deducido demanda por perjuicio y daños contra el
banco industrial de la República Argentina, hoy Banco Nacional de
Desarrollo, Gronda falleció el 24/1/1965.
El 1947 Gronda, ciudadano italiano promovió desde Italia donde figura
como único propietario de la firma “Silpa” con asiento en Milán,
dedicada a la industria semi elaboradora de aluminio, negociaciones
de variado tipo tendiente a introducir en la república argentina una
planta de elaboración de aluminio, entre los colaboradores de Gronda
se destaca el Sr Cesar R. Cautalupo que tuvo preponderantes
actuaciones en todas las gestiones. Las tramitaciones promovidas
terminaros con la apertura por parte de Banco Industrial de un crédito
irrevocable en favor de Gronda que este logro hacer efectivo en parte.
No obstante, considerándose las autoridades argentinas perjudicadas
por las actividades de Gronda estimadas delictuosas se promovió
denuncia criminal por estafa en perjuicio de la administración pública,
la cual se extendió a sus colaboradores, juicio este, que por la fuga de
Gronda a Italia solo prosiguió contra sus colaboradores. El juicio
termino por sentencia del 30/3/54 dictada por la Cam. Nac. en lo
Federal Especial de la Cap. Fed. que condeno al Sr Cautalupo y a Don
Herminio A. Fassio a sufrir pena de prisión.
Entre tanto se inicio en Italia por el Banco Industrial un juicio por estafa
contra Gronda fundado en los mismos hechos, en razón de que el
pedido de extradición de Gronda no tuvo éxito, ya que el tratado Ítalo-
Argentino de extradición autoriza a denegar la extradición de
connacionales. El juicio Italiano termino por sentencia absolutoria del
acusado en mayo de 1955, donde se sostiene que la conducta de
Gronda en los hechos que se atribuyen no constituye delito.
Gronda, por intermedio de su apoderado, se presentó ante la justicia
federal de la ciudad de Bs As solicitando en el proceso en que figuraba
prófugo su absolución por vía de la homologación de la mencionada
sentencia dictada en Milán. La Cam Nac en el fallo del 7/7/61
reconoció validez a dicha sentencia no haciendo lugar a la petición de
declarar absuelto a Gronda en razón de haberse declinado la
competencia de la justicia argentina y existir a tal respecto cosa
juzgada en virtud de la sentencia reconocida.
Coexisten pues en la Argentina con respecto a los mismos hechos 2
sentencias firmes en los cuales por un lado se condena a los
colaboradores de Gronda por estafa, mientras que por el otro se
homologa la sentencia italiana que absuelve al mismo Gronda por no
constituir estos hechos estafa alguna.
Más tarde Gronda entra en contacto con 5 ciudadanos argentinos y
con posterioridad a estos contactos, renunció en Italia ante escribano
publico a todos los derechos que pudiera haber tenido contra los
bancos argentinos y/o contra la Nación Argentina presentando de
nuevo ante las autoridades del país un plan de introducción de una
planta de aluminio el que es rechazado después de habérsele dado la
tramitación administrativa pertinente.
Gronda inicio entonces en Italia un proceso criminal por estafa contra
los 5 ciudadanos argentinos sosteniendo que la renuncia a sus
derechos y acciones la efectuó en base a la promesa que le hicieron
en nombre del gobierno argentino de la aprobación del proyecto de
instalación de la planta de aluminio. Al ser rechazada ésta, la promesa
configuraba el ardid que tipifica el delito de estafa. Gronda acumulo al
proceso penal una acción civil contra el banco industrial y la nación
argentina como presuntos responsables de los actos ilícitos que
atribuye a sus funcionarios y emisarios. La procuración del tesoro
comenzó a intervenir formalmente en esta asunto cuando por vía
diplomática se notifico al gobierno de la nación la demanda civil
mencionada, en la cual aparece Gronda como parte ofendida y
patrimonialmente perjudicada, a raíz de ello el PE dicto el decreto
16315/59 encomendando a la procuración la defensa de los derechos
del Estado argentino en dicha causa.
La procuración del tesoro aconsejo al gobierno de la nación en
mantener la tesis ortodoxa del DI Público, que sostiene que la nación
no puede lícitamente hallarse sometida sin su expreso consentimiento
a jurisdicción extranjera, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
aceptó el criterio aconsejado remitiendo a la embajada de Italia la nota
correspondiente.
Previendo la posibilidad de que en el proceso de Milán se dispusieran
medidas cautelares (como luego sucedió), la procuración aconsejo
repetidamente que por los medios diplomáticos usuales se obtuviera
del gobierno Italiano el dictado de un decreto de reciprocidad que
impusiera como requisito previo de necesario cumplimiento a la
ejecución de medidas cautelares o definitivas de los tribunales de
aquel país contra la Argentina, un permiso del Ministro de Justicia de
Italia pero desgraciadamente no se tuvo éxito sino después de
producirse el embargo de un avión de Aerolíneas Argentinas el
14/5/60, pues el decreto se emitió en Italia el 18 del mismo mes,
lográndose de este modo el levantamiento del embargo del avión y
evitándose así para el futuro que se mantuvieran los embargos
decretados.
A causa de estos hechos que en su oportunidad tuvieron resonancia
pública la procuración del tesoro aconsejo la modificación del decreto
ley 1285/58 que establece la exención de la jurisdicción argentina de
las naciones extranjeras sometiendo dicha exención a la reciprocidad
de trato.
En el mes de junio de 1960 el presidente de la República envió a Italia
al autor de este libro, quien luego de entrevistarse con alto funcionario
de la cancillería italiana, obtuvo conformidad de la razones que expuso
para que el proceso se traslade a la argentina con arreglo a lo
dispuesto por el art 2 del tratado ÍtaloArgentino de extradición firmado
en roma el 16/6/86, pero como el juez de Milán no estuvo conforme
con la decisión del gobierno italiano de remitir el proceso a la
Argentina, dispuso que se extrajeran copias autenticadas de todas las
piezas de los cuerpos aquí enviados, con las cuales se continuaron los
procedimientos en el tribunal de dicha ciudad, el cual resolvió el
24/11/61 que tenía jurisdicción para continuar la causa no obstante la
remisión de los originales a la argentina. El juez de Milán dentro de
esta tesitura dispuso requerir el 16/3/62 a la cancillería italiana que por
vía diplomática solicitara al gobierno argentino la devolución de los
originales del proceso y como el gobierno argentino no accedió a
semejante pretensión el juez italiano dispuso aplicar el art 162 del
Cód. De Proc. Penal Italiano de 1930 que en su primer párrafo
establece: “fuera de los casos regulados particularmente por las leyes,
cuando por cualquier causa son destruidos, enviados o sustraídos los
originales de sentencia o de otros actos procesales de los cuales es
necesarios hacer uso y no es posible recuperarlos, la copia autentica
tiene valor original y es puesta en el lugar en que este debería
encontrarse”, a raíz de esto continúo en Milán la sustanciación de la
causa penal y civil.
Durante todo el tiempo hubo intento de llegar a una solución
transaccional de parte de Gronda que fue firmada el 17/9/64 , a dicho
convenio le dieron el carácter de simple proyecto de contrato que
firmarían de forma definitiva una vez que el congreso de la nación
votara del crédito de dos millones de dólares USA que el banco
industrial se comprometió a pagar a Gronda, pero sometido el
proyecto y tratado por la comisión competente de la cámara de
diputados no fue considerado por ésta por lo que el documento
suscripto en Italia perdió toda vigencia.
Después de un sinfín de marchas y contramarchas se acerco el asunto
hacia su desenlace y el 25/11/66 el tribunal de Milán declaro que la
acción penal no podía proseguir por falta de jurisdicción con miras al
tratado Ítalo-Argentino de extradición de 1886, dicha sentencia fue
confirmada el 20/12/1966 por la Corte de Apelación de Milán, con ello
termino el asunto Gronda en Italia en lo que concierne al proceso
penal y civil.
En enero de 1962 abrió Gronda un nuevo frente judicial en los
tribunales de Nueva York demandando al banco industrial por la suma
de ochenta y seis millones de dólares USA, Gronda falleció en enero
del 85 continuando los procedimientos judiciales los herederos de éste
último. -