FRAMPTON - Historia Critica de La Arquitectura Moderna - 1P - Apartado 2
FRAMPTON - Historia Critica de La Arquitectura Moderna - 1P - Apartado 2
FRAMPTON - Historia Critica de La Arquitectura Moderna - 1P - Apartado 2
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Historia crítica de la
arquitectura moderna
traducción de Jorge Saínz
GG®
HII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
A mis padres Índice
Título original
Modern Architecture: A Critica/ History
Publicado por Thames and Hudson, Londres
Pretacio a la tercera edición - - - - 7 18. Mies van der Rohe y la significación de
Versión castellana de Jorge Samz . .. Introducción - - - - - - - - - ~ 8 los hechos, 1921-1933 ..................... 163
Revisión bibliográfica por Joaquim Romaguera I Ramio 19. La nueva colectividad: arte y arquitec-
Diseño de la cubierta de Estudi Coma Primera parte: Movimientos culturales y tura en la Unión Soviética, 1918-
técnícas proplclatorías, 1750-1939 1932 169
1. Transformaciones culturales: la arqw• 20. Le Corbusrer y la Vil!e Radieuse,
tectura neoclásica, 1750· 1900 ............ 12 1928-1946 - - - - - - - 180
2. Transtormaciones territoriales: los de• 21. Frank Lloyd Wright y la ciudad en de•
sarrol!os urbanos, 1800-1909 .............. 20 saparición, 1929·1963 ........................ 188
3. Transtormac1ones técnicas: la mgeme- 22. A!var Aalto y la tradición nordica: el
1ll edición, 1981 na estructura!, 1775-1939 ____ 29 romanticismo nacionalista y !a sensi•
bilidad doricista, 1895-1957 ............... 194
~.e.diGiÓn, 1983
Segunda parte: Una historia crítica, 23. Giuseppe Terragm y !a arquitectura
·;,'.;f'-3g, edición ampliada, 1987 1836-1967 del racionalismo italiano, 1926·1943 205
"' =4bedición, 1989 1. Notícms de nmguna parte: Inglaterra, 24. La arquitectura y e! estado: ldeolog!a y
54-edidón, 1991 1836-1924 - - - - - 42 representación, 1914-1943 ................ 212
,..;·~-- -6!! edición ampliada, 1993 2. Adler y Su!livan: el Auditórium y la 25. Le Corbusier y la monumenta!ización
J!l edición, 1994- construcción en altura, 1886·1895 ... 51 de lo vernáculo, 1930·1960 ............... 226
3. Frank Lloyd Wright y e! milo de ta pra• 26. Mies van der Rohe y la monumentali•
8!1 edición, 1996 -, -- , C} •·.-( ... dera, 1890-1916 _ _ _ _ _ _ 57 zación de la técnica, 1933-1967 ....... 234
9!1 edición, 1998 4. El racionalismo estructural y la m· 27. El eclipse del New Oeal: Buckmms•
1()! edición, 2000 fluencia de Viollet-!e•Duc: Gaudí, Hor- ter Fuller, Philip Johnson y Lou1s
111!. edición, 2002 ta, Gu1mard y Berlage, 1880-1910 ... 64 Kahn, 1934·1964,_____ 241
5. Charles Renme Macklntosh y la es-
Ninguna parte de esta publicación, incluído el diseñ~ _de la cuela de G!asgow, 1896-1916 .......... 74
6. La pnmavera sagrada: Wagner, QI.
cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transm1_t1r.se de Tercera parte: Valoración critica yextenM
brich y Hoffmann, 1886-1912 ............ 79
ninguna forma, ni por mngün medio, _s_ea éste electro~1co, slón hacia el presente, 1925M1991
7. Antonio Sant'E!ia y la arquitectura tu- 1. E! estilo mtemaciona!: tema y variac10•
químico, mecanice, optico, de grabac1on o de toto~op1_a, turista, 1909·1914 _ _ _ _ _ _ 86
nes, 1925·1965 .................................... 252
sin la previa autorización escrita por parte_ ~e la_ ~d1tonal. 8. Adolf Loas y la crisis de !a cultura, 2. El nuevo brutalismo y la arquitectura
La Editorial no se pronuncia, ní expresa m 1mpll?1tamente, 1896-1931 ............................................ 92 del estado de! bienestar: Inglaterra,
respecto a ta exactitud de la información contenida en este 9. Henry van de Velde y la abstracción
de ta etnpaUa, 1895-1914 _ _ _ 98 1949·1959 - - - - - - - - 266
libro razón por la cual no puede asumir nmgún tipo de 3. Las v1c1sltudes de la ideologfa: los
10. Tony Gamter y la ciudad industrial, C!AM y el Team X, crítica y contracríti•
resp~nsabilidad en caso de error u omisión. 1899-1918 · · · · · · · · - - - - - - 102 ca, 1928-1968 273
11. Auguste Perret: !a evolución del rac10• 4. Lugar, producción y escenografía:
nalismo clásico, 1899·1925 ............... 107 teona y práctica 1ntemac1onales des•
© 1980, 1985, 1992, Thames and Hudson Ltd., Londres 12. El Oeutsche Werkbund, 1898·1927 111 de 1962 __________ 284
13. La cadena de cristal: el expresionismo
y para la edición castellana 5. El regionalismo critico: arquitectura
arquitectónico europeo, 1910-1925 118
Editorial Gustavo Gili, SA, Barcelona, 1993 moderna e identidad cultural ............. 318
14. La Bauhaus: la evolución de una idea, 6. La arquitectura mundíaf y la practica
©dela versión castellana, Jorge Samz, 1998 1919-1932 125
15. La nueva objetividad: Alemania, Ho• reflexiva ---······························· 333
landa v Suiza, 1923-1933 _ _ _ 132
Et Printed in 5paín
16. De Stijl: evolución y disolución de!
os ISBN: 84-252-1665-6
neoplastícismo, 1917·1931 ................ 144 Agradeclmlentos ________ 349
M Depósito legal B. 35.242-2002 17. Le Corbus1er y el Esprit Nouveau, Bibliografía ................ _______ 351
Fotocompos1ción: Ormograf, SA, Barcelona
Pe 1907-1931 - - - - - - - 151 indice alfabético · · · - - - - - - - 389
Impresión: Hurope, si, Barcelona
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Toda historia esta me!udiblemente condiciona- megalópo!is ha de.1ado e! diseño urbano v1r•
da por e! modo de observarla; y no se puede tualmente reducido a una mcongruencia, la ar•
escribir una historra absoluta, igual que no se quitectura como acto critico sigue teniendo sm
puede alcanzar una arquitectura absoluta. El di- duda muchas posibilidades, en particular a
bu_io calidoscóprco altera su alineación mcluso una escala intermedia.
durante un penado de tiempo bastante corto. Hay que hacer también una sene de obser-
As], mientras que la segunda edición de este vaciones adicionales. La pnmera se refiere a
estudio se cerraba con la tesis prov1smnal del otra parado_1a: el hecho de que pese a la cns1s
regionalismo crítico considerado como una mo- en curso de la enseñanza de la arquitectura, la
dalidad descentralizada de resistencia cultural, capacidad conceptual y técnica en los niveles
esta tercera edición evoca el tema de la practica mas altos de !a profesión es probablemente
reflexiva tal como lo expuso el sociólogo Do- mayor hoy que en ningún otro momento des-
nald SchOn, aunque todavía se adhiere 1mplíc1- de el final de !a 11 Guerra Mundial. Tengo en
tamente a una especre de modelo autárqmco en mente no sólo la pericia excepcional de !os
el que fundamentar una practica critica de la me¡ores estudios hígh tech o de tecno!ogia
arqwtectura. A este respecto, es preciso recor- punta, smo también el grado igualmente 1m-
dar que los clientes bien informados y com- pres1onante de sofisticación tectónica que pue-
prometidos son absolutamente esenciales para de encontrarse entre los sectores profes1ona•
la cultura arquitectónica, y que el cast1go divi- les mas humanistas, algo que es patente, por
no de la arquitectura sigue siendo la 1mpos1- e¡emplo, en la obra del maestro portugués Al-
ción arbitraria de !a forma por parte de !a varo Siza. Estrechamente comprometidos con
burocracia. esta linea hay gran número de estudios artesa•
Presentar la última década de la arquitectu- nales, medianos y pequeños, dispersos por
ra contemporanea conlleva muchas dificulta- todo el mundo; y a ellos va mi pnnctpal discul-
des, y tal vez !a mayor de ellas sea el problema pa, pues s1 hubiese dispuesto de mas espacio,
de elegir entre un espectro tan amplio de co- habría incluido un abanico mucho mas amplio.
mentes. En este sentido nunca se esta del Me refiero, por supuesto, a algunas obras de
todo al día, pues cada década aporta una nue- la India, Australia, Canadá, América Latina y
va cosecha de arquitectos de talento mientras Oriente Próximo, y confío en que una edición
la generación anterior esta todavía camino de posterror permita correg1r este desequi!ibno.
su madurez. Al fina! he decidido responder al desafío
La década de los años ochenta ha sido tes- planteado por la riqueza de este espectro pnn•
tigo también de un sorprendente aumento de c1pa!mente de dos maneras. En primer lugar,
la calidad general de la producción arquitectó- he ampliado !a bibliografía de forma que no
nica. Esto último seguramente se debe en cier- sólo refle¡e el vasto alcance de !as últimas m•
ta medida a una expansión manifiesta en el vestigac·1ones en este campo, smo que tam-
campo de las publicaciones, de modo que, pe- bién indique, implícitamente, e! abanico de
se a sus aspectos reduccionistas, puede consi- obras arquitectónicas que habna incluido s1
derarse que la explosión informativa ha sido hubiese tenido mas espacio disponible. En se-
beneficiosa en cuanto que ha elevado el nivel gundo lugar, he reestructurado y ampliado el
general de la cultura arquitectonica no sólo en texto. El capitulo 4 de la tercera parte se ha re•
los centros, smo también en las zonas supues- visado con objeto de registrar !as últimas acti-
tamente menos desarrolladas del mundo. vidades de la neovanguardia y de documentar
Cualquiera que sea tan imprudente como los logros específicos de los arquitectos de la
para pers1stlr en el intento de defender un rela- tecnologia punta y de ese sector que hemos
to conciso y progresivo de !a arquitectura con- !legado a reconocer como estructura!ista. He de-
temporanea se entrenta mev1tablemente con la cidido dedicar el nuevo capitulo final a las obras
paradoJa de que si bien la urbanización global de cuatro países bastante desarrollados, en !os
de !os últimos veinte años !levó invariable- que puede afirmarse que existe un nivel profe-
mente a la depredación ambiental -casi como sional notablemente alto en general. Es a ese ni-
resultado directo del max1mo aprovechamien- vel general de producción, mas que al culto a
to tecnológico-, la practica de !a arquitectura las estrellas, al que esta edición está dedicada.
como discurso marginal ha mejorado casi por
doquier. Asi pues, aunque v1v1mos en un mo- Kenneth Frampton
mento en que la dispersión especulativa de la Nueva York, 1991
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bastante breves que abordan tanto la obra de mente planeadas e industna!izadas; y por otro,
:e
Introducción arquitectos particularmente significativos como la negación de la propia realidad histonca de la lS
las pnnclpales comentes colectivas. producción maquinista.
En la medida de lo posible he intentado Si bien todas las artes están en cierta medi-
ofrecer la posibilidad de leer el texto de vanas da limitadas por sus medios de producción y
LS
maneras. As1, puede recorrerse como un relato
continuo u hojearse al azar. Aunque la secuen•
reproducción, no sucede fo mismo con !a arqw-
tectura, que esta condicionada no sólo por sus
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era se ha organizado teniendo en mente al lec- propios medios técnicos, sino también por tuer-
tor profano o al estudiante umversitano, espero zas productivas externas a ella misma. El eJem-
que su lectura casual pueda servrr para tomen• plo más evidente de todo esto es la crudad,
tar el traba.10 de los titulados y se demuestre donde la separación entre arquitectura y desa-
útil para los especialistas que deseen desarro• rrollo urbano ha !levado a una situación en la
llar un punto en particular. que !a posibilidad de que se aporten algo mu•
Aparte de esto, la estructura del texto está tuamente durante un largo perrada de tiempo
en relación con el tono general del libro, en la ha quedado de pronto sumamente limitada. So-
medida en que he intentado, siempre que ha metida cada vez mas a los imperativos de una
sido posible, de¡ar que hablasen !os propros econom1a consumista en continua expansión, la
protagomstas. Cada capitulo comienza con una ciudad ha perdido prmc1palmente su capacidad
cita, elegida por su agudeza con respecto a para mantener su significación como con1unto.
a lo largo de todo el siglo, indica que las candi• una situación cultural concreta o blen por su El hecho de que ha sido disipada por tuerzas st•
Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus capacidad para revelar el contenido de la obra. tuadas tuera de su control queda demostrado
Novus. En él se ve un ángel que parece estar cmnes necesarias para !a aparición de la arqm•
tectura moderna se dieron en algún momento He procurado usar estas •voces' para ilustrar fa por la rápida erosión de las ciudades provincia-
aleiándose de algo sobre lo cual clava la "!,ra- manera en que la arqultectura moderna ha les norteamerrcanas tras el fin de la ll Guerra
da.' Tiene /os 010s desencajados, Ja boca a~1erta comprendido entre el desafío lanzado a finales
evoluc1onado como un estuerzo cultural conti- Mundial, coma consecuencia del efecto combi-
y Jas alas extendidas. El ángel de la ~1stona del siglo xvn por el médico-arquitecto Claude
nuo, y para poner de manifiesto como ciertos nado de tas autopistas, las urbanizaciones y los
debe de tener ese aspecto. Su cara esta vuelta Perrault en contra de la validez universa! de !as
temas pudieron perder relevancia en algún supermercados.
hacia el pasado. En Jo que a nosotras nos pare- proporciones vitruv1anas, y la separación defini-
momento de la histona sólo para retornar pos- El ex1to y el fracaso de la arquitectura mo-
ce una cadena de acontec1m1entos, él ve una tiva entre ta mgenier1a y la arquitectura, que a
teriormente con un renovado vigor. En este re- derna y su posible papel en el futuro deben
catastrofe umca, que acumula sm cesar ruma veces se hace cmncidir con !a fundación en Pa- valorarse finalmente en relación con este tras-
lato aparecen muchas obras no construidas,
sobre ruma y las arra/a a sus pies. El ángel que- rís de !a Ecole des Ponts et Chaussées, !a pn•
pues para mi Ja historia de la arquitectura mo- fondo bastante comp!e¡o. En su forma más abs-
rría detenerse, despertar a los muertos y re· mera escuela de ingenierra, en 1747. derna tiene tanto que ver con !o consciente y tracta, la arquttectura ha tenido, por supuesto,
componer Jo despedazado. Pero una tormenta En este libro tan sólo se ha podido ofrecer alguna participación en el empobrectmiento del
con la intención polémica como con los pro-
desciende del Para1s0 y se arremolina en sus un sencillo esquema de esta prehistoria del Mo- pios edificios. entorno: en particular cuando ha sido un mero
alas, y es tan fuerte que el angeJ no puede ple- vimiento Moderno. Los tres pnmeros capítulos Como muchas otras personas de m1 genera- instrumento para la racronalización tanto de tos
garlas. Esta tempestad fo arrastra 1rres1st1ble- han de leerse, por tanto, ba_io una luz diferente ción, estoy influido por !a interpretación mane1s• tipos como de !os metodos edificatorios, y
mente hacia el futuro, aJ cual vuelve la espalda, a la del resto del libro; tratan sobre !as t~ansfor- ta de la histona, aunque incluso !a lectura mas cuando tanto e! acabado final como la forma
mientras el cúmulo de rumas sube ante él hacia maciones culturales, territoriales y técnicas de superficial de este texto revelara que no se han plammétrica se han reducido a su mínimo co-
el cielo. Tal tempestad es Jo que llamamos pro· !as que surgió la arquitectura moderna, Y ofre- aplicado ninguno de los métodos establecidos mún denommador con el fin de hacer mas
greso. cen un breve relato de cómo evolucionaron !a de anil!is1s marxista. Por otro lado, m1 afinidad barata la erecución y de optimizar e! uso. En su
arquitectura, el desarrollo urbano y la mgeme· con la teorra crítica de la escuela de Frankfurt preocupación, blenmtenc1onada, pero a veces
Walter Beníamm ria entre 1750 y 1939. ha teñido sm duda mi visión de todo este descaminada, por asimilar !a realidad de las téc-
'Tesis sobre la fi!osofia de la historia·; 1940 Los temas críticos que se han de introdu_crr penado y me ha hecho perfectamente cons- nrcas y los procedimientos del siglo xx, !a ar•
al escribir una historia completa pero co_ncr_sa ciente del lado oscuro de la Ilustración, la cual, qu1tectura ha adoptado un lenguaJe en el que !a
san: primero, decidir que matenal deberia in- en nombre de una razon poco razonable, ha lle- expresión reside casi por completo en compo-
cluirse; y segundo, mantener alguna clase de vado al hombre a una situación en la que em- nentes secundanos tales como rampas, paseos,
coherencia en la interpretación de los hechos. pieza a estar tan ale.iado de su propia produc- ascensores, escaleras, chimeneas, conductos y
Una de las pnmeras tareas que se han de atron- He de admitir que en ambos aspectos no he ción como del mundo natura!. colectores de basuras. Nada podía estar tan ale-
tar al intentar escribir una historia de la arqui• sido todo !o coherente que habría deseado: en Et desarrollo de fa arquitectura moderna Jada del !enguaie de la arqurtectura clásica, en
tectura moderna consiste en establecer el co- parte, porque la información con frecue~~1a de· después de la Ilustración parece haberse dividi- la que tales elementos estaban mvanab!emente
mienzo de! penado. Sin embargo, cuanto mas bla tener pnondad sobre la interpretacion; ~n do entre el utoprsmo de la vanguardia, formula• ocultos tras la tachada, y en ta que el cuerpo
rigurosamente se busca el origen de la moder• parte porque no todo el material se ha estudia· do por vez pnmera a comienzos de! siglo xix en principal de! edificio podía expresarse libremen-
nidad, más atrás parece encontrarse. Se tiende do c~n el mismo grado de detemmiento; Y en la fis1ocrát1ca ciudad ideal de Ledoux, y esa ac- te: una supresión de los datos emplrícos que
a proyectarlo hacia el pasado: si no hasta el Re- parte, porque m1 postura interpretativa ha va· titud antlc!ils,ca, antirrac1onal y antiutilitana de permitía a la arquitectura simbolizar el poder de
nacimiento, a! menos hasta ese momento de nado segun el tema considerado. En algunos la reforma cristiana promulgada por pr'lmera la razon mediante la racionalidad de su propio
mediados del siglo xv111 en el que una nueva casos he intentado mostrar como un. plantea- vez en el libro Contrasts, de Pugm, en 1836. discurso. El tunc1onalismo se ha basado msta•
visión de la histona llevo a los arquitectos a Desde entonces, en su esfuerzo por trascender mente en el pnnc1p10 opuesto, en concreto la
miento concreto denva de circunstanc1as-soc10·
cuestionar los canones clásicos de Vitruv_io Y la división del.traba¡o y la dura realidad de la reducción de toda expresión a la utilidad o a los
economicas o 1deológ1cas, mient~~s_- que en
a documentar los restos del mundo an~1gyo producción industrral y del proceso de urbanr- procesos de tabncación.
otros me he lim·1tado a hacer un an~l1s1s formal.
con el fin de establecer una base mas ob.1et1va zación, la cultura burguesa ha oscilado entre Visto el saqueo de esta tradición reduccio•
Esta vanacíón se refleJa en la p_ropia·e st ru.ctura
sobre la que traba1ar. Esto, junto con los extra- dos extremos: por un lado, las utopías total- nista moderna, en la década de los ochenta nos
del libro, dividido en un mosaico de capitulas
ordinarios cambios técnicos que se desarrollaron
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HII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
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vimos forzados a volver una vez mas a !as for-
mas tradicronales y a modelar los nuevos edifi-
cios -casi con independencia de su rango- con
la tconografía de un estilo kitsch vernacu!o. Se
decia que la voluntad popular exigía !a tranqui-
lizadora imagen de la comodidad domestica y
bia emprendido el camino-, tan sólo dos pare-
cían ofrecer la posibilidad de un resultado s1gnr-
ficat1vo. Mientras que la primera de ellas era
totalmente coherente con las formas de produc-
ción y consumo predominantes, !a segunda se
planteaba como una mesurada oposición a am-
Primera parte
Movimientos culturales
y técnicas propiciatorias
artesana!, y que !as reterencias 'clilsicas' aun- bas cosas. La prrmera, s1gUJendo ese ideal tor-
que abstractas, eran tan incomprensibles como mu!ado por Mies van der Rohe como bemahe 1750-1939
dominantes. Esta opinión critica raras veces ex- mchts ('casi nada'), buscaba reducrr !a labor
tendió el alcance de sus conseJos mas allá del edificatona a la categoría de diseno industnal a
tema superficial del estilo para ex191r que la una escala enorme. Dado que su preocupación
practica de la arqwtectura se orrentase hacia el consistía en optimizar la producción, mostraba
tema de !a creación de un lugar, hacia una re- muy poco o ningun interés por la ciudad. Oe-
definición critica pero creativa de las cualidades tendia un tuncronalismo no retónco con buenas
concretas del mundo construido. mstalac1ones y un buen envoltorio, cuya 'invisi-
La vu!ganzación de la arquitectura y su pro- bilidad' acnstalada reduc1a la torma al silencio.
gresivo a1s!am1ento de la sociedad llevo por en- La segunda, por otro lado, era claramente ·visi-
tonces a que la disciplina se volcase sobre si ble' y a menudo adoptaba la torma de un
misma, de modo que nos entrentamos con la recmto de muros que establecía dentro de su
paradóiica situación de que muchos de !os limitado mundo ·monastico' un con¡unto de
miembros mas jóvenes e inteligentes de la pro- relaciones, razonablemente abíertas y sin em-
fesión abandonaron toda idea de construir. En bargo concretas, que unían a !os seres huma-
su versión más intelectual, esta tendencia redu- nos entre si y a estos con la naturaleza. El he-
cra tos elementos arquitectónrcos a puros sig- cho de que este 'enclave' tuese con frecuencia
nos sintacticos que no significaban nada tuera introvertido y relativamente mdiferente al ambi-
de su propia operación 'estructura!'; en su ver- to contmuo, físico y temporal, en el que estaba
sión mas nostálgica, exaltaba la pérdida de !a situado caracterizaba el impulso general de este
ciudad mediante propuestas metafóncas e ira- planteamiento como un intento de huir, aunque
meas que se proyectaban hacia 'desiertos astra- tuese en parte, de las condicionantes perspecti-
les' o se situaban en el espacio metafísico del vas de !a Ilustración.
esplendor urbano del siglo x1x. La única esperanza de un discurso significa-
De las vias de acción que aun quedaban tivo en el tuturo radicaba, en m1 opinión, en un
abiertas para la arquitectura contemporánea contacto creativo entre estos dos puntos de vis-
-v1as por. las que de uno u otro modo ya se ha- ta extremos.
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HII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
El transito ferroviario a mucha menor escala, dando el terrocarril reservado para las mercan- 3. Transformaciones técnicas:
por tranvla o por tren, iba a ser el pnnc1pa! fac- cías, no para las personas- la Ciudad Lineal es-
tor determinante de los dos modelos alternati- taba expresamente diseñada para facilitar la co- la ingeniería estructural, 1775-1939
\;los de la ciudad .iardin europea. Uno de estos municación.
modelos era la estructura axial de la Ciudad Li- Con todo, la CJUdad jardín inglesa, en su tor•
neal, descrita ongmalmente por su creador, el ma modificada, llegó a ser adoptada mas am-
español Arturo Sana, a principios de la década pliamente que el modelo linea! promocionado
de 1880; y el otro era la Ciudad Jardin concen- por la Compañia Madrileña de Urbanización de
trica, que se presentaba circundada por el ferro- Arturo Seria, que sólo construyó unos 22 kiló-
-carril en el libro Tomorrow: A Peaceful Path metros del 'collar' de 55 kilómetros de longitud
to Real Reform (1898), del ingles Ebenezer Ho- proyectado para la circunvalación de Madrid. El
ward. Mientras que la Ciudad Lineal de Arturo fracaso de este umco e_iemplo condeno a la ciu-
Sana, dinámica e interdependiente, compren- dad lineal a tener un tuturo mas teórico que
dfa, segun sus propias palabras en 1882, uuna practico, y en ese mismo plano se mantuvo
sola calle de 500 metros de anchura y de la desde las CJUdades lineales rusas de finales de
longitud que fuese necesana ... 1una ciudad] la década de 1920 hasta las tesis urbanísticas
cuyos extremos pueden ser Cádiz y San Pe- del ASCOAAL, publicadas originalmente por Le
tersburgo, o Pekín y Bruselasn, !a 'Rurisvi!le' Corbus1er en su libro Les Tro1s Etablissements
de Howard, estática pero supuestamente inde- humames, en 1945.
pendiente, estaba rodeada por las v1as férreas La mterpretación radica! de los diagramas Por primera vez en la historia de la arqwtectura sable para e! primer empleo estructural de este
y, por tanto, su tamaño estaba fiiado en un originales de Howard -reffe.iada en el trazado apareció un matenaJ de construcción artificial: material, ya que ayudó a Darby y a su arqwtec-
máximo de entre 32.000 y 58.000 personas. de la pnmera ciudad ¡ardin, Letchworth, en el hierro, que sufrió un desarrollo cuyo ntmo se to, T.F. Pritchard, a diseñar y levantar e! primer
Mientras que el modelo español era inheren- Herttordshire, comenzada en 1903- mauguró puente de tundición: un arco de 30,5 metros
acelero en el transcurso del siglo. Este desarro-
temente regronal, indeterminado y continen- una nueva fase, inspirada en Sitte, de! movi- de luz construido sobre el ria Severn cerca de
llo recibió su impulso dec1s1vo cuando se com•
tal, la versión inglesa era autosufic1ente, limi- miento inglés de !a cJUdad 1ardin. Que e! 1nge- Coalbrookdale en 1779. E! éxito de Coalbrook-
probó que fa locomotora -con fa que se hablan
tada y provmc1al. La 'medula espmal del n1ero-urbamsta Aaymond Unwm quedó impre- dale suscitó un considerable mterés, y en 1786
estado haciendo expenmentos desde prmc1p1os
movimiento' descrita por Arturo Sona incor- sionado por las ideas de Sitte resulta evidente ef revolucionario angloamencano Tom Paine di-
poraba, ademas del transito, los serv1c1os en su libro, Town Plannmg m Practice, publica- de Ja década de 1820- sólo podía funcionar so- señó un monumento a !a revolución norteame-
esenciales de la ciudad decimonónica (agua, do en 1909 y sumamente mf!uyente. la obse- bre raíles de hierro. El raíl se convirtió en el pn- ricana con la torma de un puente de tundición
gas, e!ectnc1dad y alcantarillado), y era com- sión de Unwm y su colega Barry Parker por las mer componente de la construcción en hierro, que salvaba el rio Schuylkil!. Pame mandó
patible con las necesidades de distribución de 'crudades irregulares 1magmarras' -del tipo que el precursor de la viga. El hierro se evita en los hacer !as partes de este puente en Inglaterra,
la producción industnaf del siglo xix. ellos ilustraban con ciudades medievales ale- edificios de viviendas y se emplea en los passa- donde se expusieron en 1791, ¡usto un año
Aparte de ser la antltesis de la cJUdad de manas como NUremberg y Rothemburg ob der ges, en los pabellones de exposición y en /as antes de que tuese acusado de traición y se vie-
planta radial, la Ciudad Lineal era un medio Tauber- claramente está: detrás de su trazado estaciones terrov,arias, construcc10nes todas ra obligado a exiliarse en Francia. En 1796 se
para construir a lo largo de una red triangular pintoresquista para Hampstead Garden Suburb, ellas relacionadas con el transito. Al mismo construyó un puente de fundición de 71 metros
de rutas existentes que conectaban un comun- proyectado en 1907. Sin embargo, pese a todo tiempo, se amplía el campo de aplicación arqw- sobre el no Wear, en Sunderland, según un
to de centros regionales tradicionales. Aunqu·e el su desprecio por la arquitectura 'reglamenta- tectóntca del vidrio. Pero las condic10nes socia- proyecto de Thomas Wilson, que adoptó el me-
proyecto diagramatico de la ciudad de Howard da', Unwin siempre estuvo tan condicronado les para una utilización mas amplia del vidrio todo de monta1e a base de 'dovelas' ideado por
como una población satélite situada en medio como cualquier otro urbanista por las limita- como material de construcción sólo se hicieron Pame. Por la misma epoca, Thomas Telford se
del campo era igualmente regional, la forma de ciones impuestas por los niveles modernos de realidad cien años después. En el libro G!asar- estrenó como constructor de puentes con e! de
la propia ciudad era menos dinam1ca. Siguien- hlgrene y circulación. Y as!, a pesar del renom- chitektur (1914), de Scheerbart, todavía aparece Bui!dwas sobre el Severn, de 39,5 metros, un
do el modelo de la desventurada asociación de brado exlto 'empírico· de estas innovadoras en el contexto de una utop1a. diseño que necesitó tan sólo 176 toneladas de
Ruskin, la St. George's Guild, tundada en 1871, CJudades ,ardín, el enfermizo ambiente creado hierro, en comparación con las 384 toneladas
Howard imagmaba su ciudad como una comu- posteriorl'Tlente por la escuela inglesa de urba- Walter Ben1amm empleadas en Coa!brookdale.
nidad de ayuda mutua económicamente auto- nismo proviene, al menos en parte, de! traca• Durante !os treinta años siguientes, Telford
Pans, die Hauptstadt des xix. Jahrhunderts, 1930
suficiente que produc1r1a lo 1usto para satisfacer so de Unwin en la resolución de esa implaca- continuó demostrando su incomparable talla
sus propias necesidades. La diferencia entre ble dicotomia que consiste en reconciliar la como constructor de carreteras y puentes, Y
estos modelos de cJUdad radica finalmente en nostalgia medieval con el control burocrático. como e! último gran ingeniero de canales de
!as actitudes basicamente distintas que adopta- los trazados de bloques en forma de 'acciden- una era fluvial en declive. Su mnovadora carre-
ban con respecto al tránsito terrov1ario. Mien- te de tren', propios del siglo xx, se cuentan La maquma de vapor y la estructura de hierro ra llego a su fin con unos almacenes revestidos
tras que la Rurrsvi!le de Howard estaba pensada entre los legados formales mas duraderos de aparec10ron aproximadamente al mismo tiem- de ladrillo y con estructura de hierro en St. Ka-
para eliminar e! trayecto hasta el traba10 -que- este fracaso. po gracias a !os esfuerzos interdependientes de thanne Dock, Londres, diseñados con el arqui-
tres hombres: James Watt, Abraham Darby Y tecto Philip Hardw1ck y levantados en 1829. Se
John Wifkinson. De ellos, el Ultimo fue el basaban en el sistema constructivo de las faeto-
·maestro herrero' de su época, y su mvención nas de vanas plantas a prueba de fuego desa-
en 1775 de la maquina escanadora de cilindros rrollado en la región de las Midlands durante la
resulto esencial para el perfeccionamiento de la Ultima década del siglo xv111. Los prmcipa!es
-máquma de vapor por parte de Watt en 1789. antecedentes estructurales de St. Kathanne
La experiencia de Wilkinson en el traba¡o de! eran la manufactura de percal de seis plantas
¡
hierro se iba a revelar igualmente mdispen- construida por Wil!iam Strutt en Derby en 1792,
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