Derecho de Obligaciones
Derecho de Obligaciones
Derecho de Obligaciones
DOCENTE
TEMA:
Concurrencia de acreedores
Por consiguiente, se entiende que tanto el articulo 1135 y 1136 hacen mención acerca de la buena
fe y que lo que protegerá siempre será la buena fe, esta constituye en un principio rector del
ordenamiento. Igualmente, esta figura tiene por finalidad determinar o conocer a cuál de estos
acreedores como adquirientes o dueños habrá que preferir.
Así mismo, mencionaremos a dos autores que nos harán referencia sobre la concurrencia de
acreedores y se analizara dos jurisprudencias en donde hubo dicha figura y como estas fueron
solucionadas.
El supuesto de hecho de esta figura es la existencia de un deudor que se haya obligado a entregar
un mismo bien a diversos acreedores. Como sustento de esa entrega debe existir un título que
indique el derecho que sobre ese bien se está transfiriendo. Así, podría darse una concurrencia de
acreedores en la cual un acreedor reclamase la entrega del bien como propietario, otro la
reclamase como usufructuario y otro como comodatario. Por lo tanto, estas normas de
concurrencia son aplicables no sólo a la propiedad sino a cualquier derecho que sobre bien alguno
reclamen varios acreedores a un mismo deudor.
Para poder solucionar este problema, generado porque varios acreedores reclaman derechos sobre
un mismo bien, las normas de concurrencia establecen una serie de mecanismos, en orden de
importancia, que cumplidos por los acreedores determinarán como vencedor de la concurrencia al
que ostente el superior de los mecanismos. Estos son los llamados mecanismos de preferencia.
A la base de todo este sistema de preferencias en nuestro Código Civil, se encuentra como
presupuesto la buena fe de los acreedores. Por lo tanto, pese a que un determinado acreedor puede
detentar en la concurrencia el mecanismo de preferencia mayor, si no tiene buena fe no podrá ser
preferido para el ejercicio exclusivo del derecho pretendido. […]” (Hernández Gazzo, J.L, 1993,
pág186-187)
Respecto a los supuestos que explica el autor, señala que según los artículos 1135 y 1136 del
Código Civil la concurrencia de acreedores sucede cuando un deudor se ha obligado a entregar un
mismo bien a varios acreedores. Por otro lado, le da gran importancia a la buena fe de los
acreedores para que uno de estos pueda tener mayor preferencia en el ejercicio exclusivo del
derecho.
También nos señala que, de acuerdo al Código Civil, en el caso de los bienes inmuebles se prefiere
al acreedor cuyo título ha sido primeramente inscrito. Es un requisito esencial la buena fe.
Además, otro punto fijado en el Código Civil señala que en el caso de los bienes muebles se
DERECHO DE OBLIGACIONES: CONCURRENCIA DE ACREEDORES Pá gina 4
prefiere al acreedor que actúa de buena fe a quien el deudor hizo tradición con él. En estos dos
puntos cabe resaltar que siempre el acreedor debe actuar de buena fe para que el derecho exclusivo
le sea otorgado.
b) Acreedor de buena fe cuyo título sea de fecha cierta más antigua; en defecto de inscripción
En caso de que ninguno de los acreedores haya realizado la inscripción corresponde la entrega
del bien a aquel que tenga el documento de fecha cierta más antigua. A pesar de que el código
civil no defina este, podría tenerse en cuenta como tal lo expresado en el artículo 235 del
Código procesal Civil donde se considera al documento público a) El otorgado por funcionario
público en ejercicio de sus atribuciones; y, b) La escritura pública y demás documentos
otorgados ante o por notario público, según la ley de la materia.
Al no existir acreedor de buena fe con previa inscripción en registros públicos del inmueble o
acreedor que no tenga documento de fecha cierta, es entonces cuando tendrá preferencia el
acreedor con título de fecha anterior.
Así, los autores concluyen que la solución adoptada por el legislador privilegia la seguridad
jurídica, puesto que tiene como primera preferencia aquel acreedor que se haya preocupado por
convertir su propiedad relativa en absoluta realizando la respectiva inscripción, dicha seguridad es
el fin sobre el cual se construye la publicidad registral y, en general, el Derecho mismo.
Artículo 1136.- «Si el bien cierto que debe entregarse es mueble y lo reclamasen diversos
acreedores a quienes el mismo deudor se hubiese obligado a entregarlo, será preferido el
acreedor de buena fe a quien el deudor hizo tradición de él, aunque su título sea de fecha
posterior. Si el deudor no hizo tradición del bien, será preferido el acreedor cuyo título
sea de fecha anterior; prevaleciendo, en este último caso, el título que conste de
documento de fecha cierta más antigua».
Nos inclinamos a pensar que deberían seguirse, para el caso de los bienes muebles registrables, los
mismos principios de protección al acreedor diligente que en el supuesto de los bienes inmuebles.
En este caso, sin embargo, nos encontraríamos ante un nuevo problema, ya que ambos acreedores
podrían ser considerados como diligentes: el primero, por haber tenido la precaución de exigir que
se le haga entrega del bien, y el segundo, por haber tenido la diligencia de inscribir primero su
derecho en los Registros Públicos [CITATION Ost08 \p 156 \l 10250 ].
Podemos entender, según palabras de los autores, que en el caso de concurrencia de acreedores en
un bien mueble registrable, existe una ambigüedad, puesto que no se sabría si preferir a aquel que
fue diligente y registro su derecho sobre el bien, o respetar la preferencia al acreedor que también
fue diligente al exigir la entrega del bien.
La primera, la seguridad jurídica que los Registros permiten alcanzar, le daría preeminencia,
respecto de aquel a quien le fue entregado el bien, al derecho de quien inscribió su título. Desde
esa perspectiva se preferiría al Registro sobre la posesión, por considerar que esta última
constituye un signo de recognoscibilidad de derechos que brinda una información imperfecta y,
por ende, menos segura que la del Registro [CITATION Ost08 \p 156 \l 10250 ].
En cuanto a la segunda interpretación, los autores se inclinan por lo que expresa el artículo 1136.
Así, consideramos que debe tener preferencia aquel a quien en efecto se le entregó el bien cierto
registrable, y ello por una sencilla razón. Este sujeto ha sido más diligente que aquél que registró
el bien. Admitimos, (…) que el Registro es el signo de recognoscibilidad de derechos que puede
generar mayor confianza y certidumbre. Sin embargo, por la naturaleza de los bienes de que se
trata, esto es bienes muebles, la posesión de los mismos se vuelve indispensable para la
adquisición del derecho. El Derecho debe dar preferencia a la diligencia del sujeto que sí se
preocupó porque se le entregue el bien mueble, independientemente de si éste era o no
registrable[CITATION Ost08 \p 157 \l 10250 ]
De todo lo mencionado anteriormente, notamos que Osterling y Castillo Freyre, tienen una postura
relacionada a los establecido por el artículo 1136 del código civil, puesto que para ellos, los
registros públicos son un medio que establece el reconocimiento de los derechos y este genere
confianza y es más seguro, cuando hablamos de bienes muebles, por propia naturaleza de estos
mismo, para que se genere un derecho es necesario que de la traditio, pues que la entrega del bien
mueble es indispensable para adquirir el derecho sobre el mismo.
Pero debe tenerse presente que, para la configuración de la concurrencia de acreedores, vale decir,
para que un acreedor sea considerado en dicha concurrencia, resulta imprescindible que haya
actuado de buena fe. En tal orden de ideas, si un acreedor fuese de mala fe, aunque hubiera
inscrito su derecho en el Registro, no sería preferido frente a cualquier acreedor de buena fe, por
más débil —aunque veraz— que sea su título[CITATION Ost08 \p 157 \l 10250 ]
Consideramos lógico que el deudor de dicho bien deberá responder, al haber inejecutado culposa o
dolosamente las obligaciones que contrajo respecto de tales acreedores, por una indemnización de
daños y perjuicios[CITATION Ost08 \p 158 \l 10250 ].
Como lo señalan los autores, al darse concurrencia de acreedores va a significar que solo uno de
ellos va a ver satisfecho su derecho frente al bien mueble, por ende los demás acreedores, que a
pesar de haber actuado de buena fe, se van a ver perjudicados por la conducta del deudor, por
ende estos acreedores tienen la potestad de demandar al deudor y recibir un pago por daños y
perjuicios que se les haya ocasionado
La determinación del sujeto que va a ser preferido en la concurrencia para gozar el derecho
reclamado, es el objetivo central de las normas sobre concurrencia. A modo de ejemplo, podemos
decir que en muchos casos, el sujeto preferido en la concurrencia ya tiene en sus manos el bien,
por lo tanto no necesita principalmente que el Derecho le diga que tal posesión es conforme a ley
-lo que sin duda es relevante-, sino que necesita por sobre todo que el Derecho le garantice un uso
exclusivo de su derecho, por encima de los restantes acreedores; ésta es, a nuestro criterio, la
función central de las normas de concurrencia de acreedores en nuestro ordenamiento jurídico.
Teniendo en claro que la función principal de los artículos 1135 y 1136 está en determinar la
asignación exclusiva de un derecho a un acreedor frente a una situación de concurrencia (varios
sujetos reclaman derechos sobre un mismo bien a un mismo deudor), el problema de la entrega del
bien pasa -en nuestro concepto- a un segundo plano. […]
[…] La entrega del bien objeto de la concurrencia a un acreedor no elimina el supuesto de hecho
de los artículos 1135 y 1136, pues no podemos entender pagada la obligación con la sola entrega
real del bien, hace falta la entrega traslativa, que es la que genera oponibilidad y satisface el
interés del acreedor.
Para el autor la función principal es determinar quién va a ser la persona elegida para gozar del
derecho. Por otro lado, es importante que una vez se determine al elegido los demás acreedores lo
acepten como la persona a la que le ha sido otorgado de manera exclusiva el derecho. Entonces, se
concluye que no es suficiente con la entrega del bien (mueble o inmueble) para que le sea propio,
sino que es indispensable que a una persona le sea reconocido como único propietario del bien
teniendo como base el derecho exclusivo.
Con la elaboración de tal prelación lo que se nos dice en el fondo es cuál es el orden, de mayor a
menor grado de importancia, que el legislador otorga a cada mecanismo de preferencia.
[…] Consideramos que para poder gozar de un derecho en forma exclusiva tienen que darse las
condiciones necesarias para que el resto pueda tener la información a su alcance de que tal
derecho no les pertenece […]. Sin embargo, para poder adquirir un derecho (es decir, para el
supuesto de las transferencias), no sólo interesa saber a qué personas no les pertenece, sino
fundamentalmente a quién le pertenece, pues de él se adquirirá el derecho pretendido.
A esos medios capaces de brindar información sobre la titularidad de los derechos, y por ende
generar oponibilidad, se les denomina signos de recognoscibilidad.
De no existir tales signos, no tendríamos la posibilidad de saber quién es el titular del derecho, ni
la seguridad de que adquiriría un derecho exclusivo frente a los demás.[…]
La posesión como signo de recognoscibilidad no nos brinda una información perfecta. Podemos
imaginar una serie de situaciones en las que el poseedor no sea el titular del derecho que afirma le
Sin embargo, es clara la utilidad de la posesión como medio de ofrecer información sobre la
titularidad de derechos, pues lo normal-y más frecuente en términos cuantitativos- es que los
poseedores aparenten el derecho del cual son titulares. En consecuencia, a pesar de que la
información hecha pública por la posesión no nos pueda generar confianza plena en todos los
casos, es indudable su utilidad, pues el error suele ser la excepción y no la regla. […]
El registro es el mayor signo de recognoscibilidad que se conoce. Éste se caracteriza por ofrecer
una información perfecta respecto de los sujetos titulares de derechos. Debemos aclarar que al
aludir a información perfecta nos estamos refiriendo a los efectos absolutos que el ordenamiento
da al contenido de las inscripciones, incluso en el caso que esa información no esté de acuerdo con
la realidad. Por lo tanto, el actuar de las personas que confían en la información brindada por el
registro para la realización de sus transacciones es protegido por el Derecho. […]
No nos cabe duda que la clasificación de bienes más coherente con la seguridad jurídica […], es la
de agruparlos en bienes registrados y no registrados.
Esta clasificación de bienes fue presentada en forma de proyecto por la Comisión Reformadora del
Código Civil en 1981, a propuesta de uno de sus miembros, el Dr. Jorge Avendaño Valdez. Los
artículos 938, 939 y 940 de ese proyecto clasificaban a los bienes en registrados y no registrados, y
a estos últimos se les subdividía en registrables y no registrables. […]
En consecuencia, podemos comprobar que esta fórmula es superior a las generales de los artículos
1135 y 1136. Con el artículo 1670 no se generarían problemas en los casos de concurrencia de
acreedores sobre bienes inmuebles no registrados que son poseídos por un acreedor o bienes
muebles registrados protegidos por la inscripción realizada por un acreedor. […]
Es por ello que, consideramos que el Código debería tener sólo una norma que regule la
concurrencia de acreedores, […] sobre cualquier tipo de bien.
"Cuando sobre un bien concurran diversos acreedores a quienes el mismo deudor se ha obligado a
entregarlo, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo título ha sido primeramente inscrito o, en
defecto de inscripción, al que ha empezado a poseerlo. Si ninguno ha empezado a poseerlo, será
preferido el acreedor cuyo título sea de fecha anterior, salvo que el de alguno conste en documento
de fecha cierta". […]” (Hernández Gazzo, J.L,1993, pág 188-193)
El autor indica que hay ciertos errores en los artículos 1135 y 1136, según él la clasificación de los
bienes como muebles e inmuebles debieron ser clasificados como bienes registrados y no
registrados, además que la concurrencia de acreedores debiera estar puesto en una sola norma que
regule los bienes. Piensa que el artículo 1670 es, hasta el momento, mejor que artículos anteriores
puesto que con este se abarca de manera más completa los términos de posesión y registro.
Propone su propia norma para que en los temas de los bienes muebles e inmuebles sea más
eficiente. De esta manera se evite cometer errores en la concurrencia de acreedores.
ANTECEDENTES DE LA DEMANDA
Ada Marcela Zuñiga de Ruiz y Santiago Manuel Ruz Tirado interponen una demanda de mejor
derecho de propiedad contra Oscar Gustavo Lazarte Arredondo y la Superintendencia Nacional de
Registros Públicos, con las siguientes pretensiones:
PRETENSIÓN PRINCIPAL
PRENSIONES ACCESORIAS
PRETENSIÓN SUBORDINADA
FUNDAMENTO DE LA PRETENSIÓN
Adquirió el bien inmueble ubicado en General Córdoba y José Ugarte N° 481 distrito de
Miraflores, provincia y departamento de Lima, media de su anterior propietario Irma Rocío
Valdizan Chávez quién tendría su derecho inscrito en el asiento N° C00002 de Partida Registral
N°07040590
Los demandantes inscribieron su propiedad con fecha 8 de septiembre del 2006 el asiento
N°C00003 con Partida Registral N° 07040590
Asimismo indican que mediante resolución de gerencia N° 148- 2008- SUNARP- ZR.N°IX /GR
del 29 de enero del 2008 mediante el cual tomaron conocimiento de un procedimiento de cierre de
CONSTESTACION DE LA DEMANDA
El derecho de propiedad de los demandantes de vendrían nulo señalando que quién le transfirió la
propiedad no tendría titularidad sobre el bien.
Asimismo, señala que el tracto sucesivo concierne se ha cumplido plenamente y que por el
contrario en caso de los demandados el tracto sucesivo ha quedado cortado.
Por otro lado, la SUNARP contesta la demanda alegando que la intervención registral se realizó
dentro de la función técnica de calificación e inscripción registral por tanto la pretensión de
restitución del bien sublitis debe ser dirigida exclusivamente al demandado.
El señor Juez del Sexto Juzgado Civil de Lima mediante resolución del 18 de octubre del 2011,
emitió sentencia declarando fundada en parte la demandada y en consecuencia declara que los
demandantes tienen mejor derecho de propiedad del demandado y ordena que el demandado
restituya y desocupe el bien materia de litis. Asimismo, declaró infundada con respecto a la
cancelación de la partida registral N°49010291.
La Séptima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima mediante resolución de fecha 16 de
agosto del 2012 confirma la apelada en todos extremos, argumentando que el demandado Oscar
Gustavo Lazarte Arredondo sí adquirió la propiedad del bien sublitis sin embargo de la partida
registral N°49010291 no se advierte que dicha compraventa haya sido inscrita. en cambio, el
derecho de propiedad de los demandantes se encuentra acreditado con la escritura pública del 7 de
RECURSO DE CASACIÓN
Determinar si es que los demandantes tienen mejor derecho de propiedad respecto al emplazado
Oscar Gustavo Lazarte Arredondo sobre el bien inmueble ubicado en General Córdoba y José
Ugarte N°481 distrito de Miraflores provincia y departamento de Lima inscrito en la partida
electrónica N° 07040590 del Registro de Propiedad inmueble de Lima y como consecuencia ello,
corresponde que dicho demandado desaloje el bien antes referido.
DECISIÓN DE LA SALA
Sala Suprema declara infundado el recurso de casación Interpuesto por Óscar Gustavo Lazarte
Arredondo, siendo que el alegado derecho de propiedad del demandado data del 28 de mayo del
2008 esto es posterior a la fecha en el que se inscribió el mencionado procedimiento de cierre de
partida registral por duplicidad que data del 27 de febrero del 2008, por tanto se presume que el
demandado tenía conocimiento tanto de la existencia de tal duplicidad registrar como el derecho
de Propiedad y escrito por los demandantes sobre el bien material litis.
Asimismo, el derecho de propiedad del demandado no se encuentra inscrito y resulta claro que el
derecho de propiedad de los demandantes al encontrarse inscrito en los registros, ser oponible al
derecho de propiedad no inscrito del demandado Oscar Gustavo lazarte Arredondo
Bien esta es una jurisprudencia sobre concurrencia de acreedores y se trata de una casación la cual
nos habla sobre un demandante que es el señor Santos Tapia Fernández en contra de los
demandados Ana María Lescano Llanos y su hijo Juan Alberto Polo Lescano la sentencia empieza
cuando el señor Santos demanda a la señora Ana María y su hijo por ocupar su bien inmueble
ubicado en la Urbanización Ciudad de chofer N 13 de la manzana N en Chiclayo pues este afirma
que ese lote le pertenece y muestra su fecha de inscripción en registros públicos que es del año mil
novecientos noventa y seis y manifiesta que ese lote se lo vendió la ASOCIACION DE
Luego la señora Ana María envía un recurso de apelación en la cual dice que la minuta que ella
presento es de fecha más antigua a la del señor Santos y que por eso tiene más validez y que existe
incongruencia y falta de motivación en la impugnada por cuanto se da preferencia a lo que
exponen los demandantes.
Lo siguiente es la sentencia de Revisión en esta revoca la sentencia apelada que declara fundada
en parte interpuesta por el señor Santos en contra de Ana María reformándola y la declara
infundada en todos sus extremos.
PRIMERO:
Para pasar a los fundamentos jurídicos de este supremo tribunal de casación en el cual el primer
fundamento nos dice que al momento de calificar el recurso de casación se ha declarado la
procedencia por la causal de infracción normativa por vicios in indicando e in procediendo como
fundamentación de las denuncias.
SEGUNDO:
“Que, existe infracción normativa cuando la resolución impugnada padece de anomalía, exceso,
error o vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio, lógico-jurídica (ratio decidendi), en
Con lo expuesto se entiende que según el supremo tribunal de casación tomo encuentra que la
imputación de los demandados es invalidad ya que se cometió un error.
TERCERO.-
“Que, respecto a la procedencia del recurso de casación por la causales contenidas los
acápites: A) infracción normativa de los artículos 139 inciso 3) de la Constitución Política
del Perú, I y IX del Título Preliminar del Código Procesal Civil, el casacionista alega que
la Sala Superior al emitir la recurrida infringe los principios de tutela jurisdiccional
efectiva, debido proceso y vulneración de normas de orden público y estricto
cumplimiento, por cuanto el derecho de propiedad se encuentra protegido en el artículo 70
de la Constitución Política del Perú, asimismo, en los artículos 923, 1136, 2016 y 2020 del
Código Civil. Los fundamentos de la impugnada, resultan un absurdo jurídico, pues la tesis
de que la posesión informal prevalece sobre el propietario que cuenta con escritura pública
inscrita en Registros Públicos, se encuentra fuera de todo contexto legal; B) Infracción
normativa de los artículos 70 de la Constitución Política del Perú, 923 y 924 del Código
Civil. Se aduce que la Sala Civil se equivoca al considerar que la minuta de compra venta
de la demandada Ana María Lescano Llanos, sin tener fecha cierta ni firmas legalizadas,
pueda prevalecer frente a la escritura pública de compraventa de fecha dieciocho de marzo
de mil novecientos noventa y seis, inscrita en Registros Públicos en la partida electrónica
número 02013167, que ostenta el recurrente; y, C) Infracción normativa de los artículos
1135, 2016 y 2022 del Código Civil. Argumenta que la Sala de mérito no ha tenido en
cuenta que al ser el presente proceso, uno de mejor derecho de propiedad, se debió
contrastar la escritura pública de la demandante con el documento privado de la
demandada, de acuerdo con los artículos 2016 y 2022 del Código Civil, los mismos que
establecen que la prioridad en el tiempo de la inscripción determina la preferencia de los
derechos que otorga el registro, y que para oponer derechos reales sobre los mismos, es
preciso que el derecho que se opone esté inscrito con anterioridad al de aquél a quien se
Con lo expuesto se debe tener en cuenta según la concurrencia de acreedores sobre bienes muebles
es importante resaltar la escritura pública de compraventa del demandante Santos Tapia
Fernández.
CUARTO.-
“Que, en el presente proceso, las posiciones de la recurrente y los demandados son las
siguientes: de un lado la demandante invoca un derecho de propiedad registrado que
pretende anteponerlo como un mejor derecho de propiedad frente al de la demandada, que
se sustenta en una minuta de compraventa, no inscrita. Así, por una parte, la recurrente
mediante escritura pública de compraventa del dieciocho de marzo de mil novecientos
noventa y seis, de fojas tres a diecinueve, adquirió el inmueble sub litis de la Asociación de
Propietarios "Ciudad del Chofer Profesional de Chiclayo", y procedió a inscribir la
transferencia en la Ficha N°181372 de la Oficina de Registros Públicos, conforme a la
partida electrónica N°02013167; que es pertinente agregar que los documentos de fojas
diez a catorce acreditan la adjudicación previa a favor de la demandante y la entrega del
terreno. Al respecto debe precisarse que de la revisión de la Escritura Pública, se verifica
que la impugnante adquirió el inmueble sub litis de quien aparecía como titular del derecho
en el registro, esto es, la Asociación de Propietarios, cuyos representantes contaban con
poder para transferir el bien, conforme se precisa en la escritura pública aludida, a lo que
se agrega que los directivos de dicha Asociación entregaron formalmente el inmueble, a la
recurrente conforme al documento de adjudicación de lote y acta de entrega de terreno del
doce de agosto de mil novecientos noventa y cinco, con lo que se acredita el tracto
sucesivo. Que con la inscripción de la escritura pública en los Registros Públicos, según la
partida electrónica No 02013167 y con la cancelación de hipoteca, se demuestra que la
demandante ha quedado incorporada al índice de propietarios del inmueble sub litis,
ostentando por ende dicho derecho”. [CITATION CAS14 \p "9 - 10" \l 3082 ]
QUINTO.-
Con lo expuesto se expresa que según los dos documentos presentados la Asociación de
Propietarios de la Ciudad de Chofer Profesional es el encargado de las dos ventas.
SEXTO.-
“Que, por otra parte, los demandados pretenden acreditar su derecho de propiedad del mismo
inmueble sub litis, con la minuta de compraventa del treinta y uno de enero de mil novecientos
noventa, por haberlo adquirido de la misma Asociación de Propietarios, es decir, la demandada
Ana María Lescano Llanos adquirió dicho inmueble, como es de verse de la minuta de
compraventa, de folios ocho a nueve de su vendedora la Asociación de Propietarios de la Ciudad
de Chofer Profesional de Chiclayo, quien le transfirió el bien”.[CITATION CAS14 \p 10 \l 3082 ]
Con lo expuesto se determina que los demandados hicieron la compra venta con dicha Asociación.
SÉTIMO.-
Con lo expuesto tenemos que resaltar que según el código civil el documento con más prioridad es
la escritura pública ya que tiene principios registrales.
OCTAVO.-
“Que, si bien la inscripción del título en los Registros Públicos no es constitutiva del
derecho de propiedad, a tenor de lo previsto por el artículo 949 del Código Civil, según el
cual la transferencia de la propiedad mobiliaria se puede realizar inclusive de manera
verbal; sin embargo, en los casos en que colisionan dos títulos de propiedad respecto del
mismo inmueble, siendo excluyentes entre sí, es decir, cuando se está frente a la
concurrencia de distintos derechos reales, el ordenamiento jurídico debe optar por alguno
de dichos títulos, formulando reglas de preferencia y oponibilidad, a fin de determinar cuál
de ellos debe prevalecer frente al otro”. [CITATION CAS14 \p 11 \l 3082 ]
NOVENO.-
Por lo que para determinar la prioridad de los derechos otorgados por el registro se debe registrar
el derecho obtenido.
DÉCIMO.-
“Que, la anterior regulación es concordante con el principio del artículo 1135 del Código
Civil, que prevé que cuando el bien es inmueble y concurren diversos acreedores a quienes
el mismo deudor se ha obligado a entregarlo, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo título
ha sido primeramente inscrito o, en defecto de inscripción, al acreedor cuyo título sea de
fecha anterior. Se prefiere, en este último caso, el título que conste de documento de fecha
cierta más antigua. En consecuencia, no es la antigüedad del título el primer criterio a tener
en cuenta, sino la inscripción en el Registro, y en este sentido, los criterios señalados se
orientan por preferir el derecho de propiedad invocado por la demandante, por haber
inscrito oportunamente la transferencia que le realizara la anterior propietaria del bien”.
[CITATION CAS14 \p 12 \l 3082 ]
A continuación es importante resaltar que se debe priorizar a los acreedores que hayan registrado
por primera vez la prioridad.
UNDÉCIMO.-
“Que, así queda establecido que la demandante tiene mejor derecho de propiedad que los
demandados respecto al inmueble sub litis, al ostentar título debidamente inscrito. Asimismo, la
presente acción está orientada a reivindicar el bien, el que se encuentra debidamente determinado;
Con lo expuesto se determina que al poseer una propiedad registrada adecuada, se puede
determinar que el demandante tiene mejores derechos de propiedad que el demandado en términos
de propiedad.
DUODÉCIMO.-
“Que, entonces, las denuncias casatorias de los acápites A), B) y C), deben ser amparadas al
haberse incurrido en la infracción normativa que afecta la tramitación del proceso y/o los actos
procesales que lo componen, toda vez que conforme se ha expuesto, se verifica la concurrencia de
vicios insubsanables que afectan el debido proceso, la motivación de las resoluciones judiciales y
la infracción normativa; lo que debe ser corregido, y así cumplir con garantizar el derecho al
debido proceso”.[CITATION CAS14 \p "12 - 13" \l 3082 ]
Con lo expuesto se determina que el debido proceso concurrente de comportamiento poco ético
que afecta el proceso se debe corregir para cumplir con el derecho de garantizar el derecho al
debido proceso.
DECISIÓN:
“A) Por estos fundamentos y de conformidad con el artículo 396 del Código Procesal
Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación, de fojas doscientos cincuenta y dos,
interpuesto por la demandante Santos Tapia Fernández; en consecuencia CASARON la
sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución número 18, de fojas doscientos
treinta, del veinticuatro de julio de dos mil catorce, que revoca la sentencia apelada,
comprendida en la resolución número 11, de fojas ciento setenta y seis, del diecisiete de
mayo de dos mil trece, pronunciada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque. B) Actuando en sede de instancia: CONFIRMARON la
sentencia apelada, contenida en la resolución número 11, de fojas ciento setenta y seis, del
diecisiete de mayo de dos mil trece, que declara fundada, en parte, la demanda interpuesta
Con lo expuesto en la anterior cita se expresa que con base en las razones anteriores se estableció
la apelación presentada por el demandante Santos Tapia Fernández como resultado, se casaron con
la decisión de segunda instancia que revocó la sentencia de apelación pronunciada por la Segunda
Cámara Civil de Lambayeque.
Osterling, F., & Castillo, M. (2008). Compendio de Derecho de las Obligaciones . Lima:
Grández Gráficos S.A.C.